Partida Rol por web

El grupo había vuelto a la Blazing Star después de salir con vida de la emboscada. Al menos era un lugar conocido, y seguro, donde poder recuperarse y planear su siguiente movimiento.
Ani estaba un poco enfadada, más bien mucho. Se solía tomar muy mal el hecho de que quisieran matarla. Y pensaba hacerle pagar caro al ciborg ese. Pero no podían ir sin más. Tenían que pensar muy bien su próximo movimiento.

Si empezamos a hacer preguntas por ahí sobre este tipo, vamos a hacernos notar y puede que le pongan sobre aviso. Y si nos espera será más dificil de coger. Pero no veo tampoco muchas más opciones.

Está la cantina que nos dijo el gordo. Que parece un buen punto para empezar, pero hay que tener en mente que no controla el cotarro. Por lo que no nos podemos fiar mucho.
Takaki y yo podríamos darnos una vuelta por las zonas "oscuras" de la ciudad por si sacamos algo más en claro.

Veigur escucho los planes que proponia la capitan. Le parecian todos bien, ya que el pobre tecnico estaba totalmente fuera de su elemento. Ademas, la admiraba. Tanta determinacion. Ese espiritu indomable, siempre dispuesto a proteger su tripulacion, como una gallina con sus polluelos. Sinceramente, lo que le habia convencido a dejar Doltha era su carisma. Con otro capitan, la Estrella Llameante no tendria ingeniero, y el estaria vivendo con una magra pension y viendo Barbas, lampiños y viceversa o las tonterias que ponian en la holonet para los pobres que no podian trabajar 16 horas diarias, como un dolthasir de bien.

Mientras Ani, Fal y Dagda discutian las opciones a su disposicion y comprobaban contactos a los que podian pedir un favor, la mente de Veigur dejó la conversacion y vago a un pasado, que ahora parecia remoto, cuando aun trabajaba en la Forja. Sus primeros años los habia pasado con una supervisora muy parecida a Ani. Fuerte. Decidida. Inteligente. Mas bajita y con barba, eso si, pero Ani en eso no podia competir. Los humanos eran feos de cojones, pero tampoco era culpa suya. Veigur y Kûlli habian sido amantes durante un corto periodo de tiempo, 10-15 años. Y aunque se amaban, los dos sabian que su amor era imposible. No imposible en un sentido fisico, claro, aquello si era posible y ocurria con frecuencia. Pero Kûlli pertenecia a una casta superior y nunca habrian conseguido el visto bueno del consejo. Ella habia acabado casandose con otro enano, un terrateniente, y se habian dejado de ver. El honor de ambos era demasiado importante como para mancillarlo, pero Veigur aun se acordaba de ella. Y ella, suponia, aun se acordaba de el, pues cuando un dolthasir ama, ama de verdad, y aun apagado el fuego, la forja seguira encendida.

~~yo podríamos darnos una vuelta por las zonas "oscuras" de la ciudad por si sacamos algo más en claro.

El oximoron hizo que la mente racional de Veigur volviese al presente.

A mi me parece todo bien - dijo el ingeniero - he terminado las reparaciones basicas y la nave esta lista para partir, si hay problemas. No conozco a nadie pero puedo ir a la taberna a mezclarme con los locales e intentar averiguar algo - dijo con timidez. Una taberna y grandes cantidades de alcohol le vendrian bien. Siempre se ponia un poco melancolico al pensar en el pasado. 

La cantina de Jazz, es una cantina que vende comida y bebida local, pero vuestras pesquisas iniciales os dejan claro que el producto estrella de la cantina es la información. Cualquier cosa que quieras conocer sobre lo que cuece en Wayland o a lo largo de la galaxia, la puedes obtener en la cantina. Jazz, el propietario, tiene como norma no permitir blasters en el local y sus matones se encargan de que se cumpla estrictamente y sin la menor excepción. A cambio de proporcionar a los brokers de información un refugio seguro donde realizar sus transacciones, Jazz recibe un porcentaje.

El aire de la cantina está purificado por lo que no huele a contaminación, sin embargo es muy presente la combinación de olores característicos de la mezcolanza de aliens que siempre hay en el local, además de olor a alcohol y el producido por varios cubos de materia vegetal en combustión. Hay docenas de aliens alrededor de mesas, comiendo, bebiendo o jugando con apuestas. También los hay apoyados en las paredes cuchicheando atentamente en pequeños grupos mientras mantienen un ojo en los otros grupos.

Aparentemente, nadie os presta atención cuando entráis por primera vez.

Aquí tenéis un ejemplo de la fauna que veis (minis incluidas en la aventura). Los que sirven copas, los que informan, los que juegan y los aliens con pinta de matones que merodean por allí.

La cantina de Jazz no era una novedad para Dagda, en su vida anterior, como caza-recompensas había pasado demasiado tiempo allí, era el punto de partida ideal para encontrar fugitivos no solo en este planeta si no en todo el sistema. Nada más entrar, de forma instintiva se sienta en una mesa desde la que sabe que tiene una buena vista del local, su vieja favorita. Se saca la mascara aliviado y se sienta, mirando a la gente del local. Tarda poco tiempo en encontrar a un viejo conocido, le hace un gesto a sus compañeros para que le acompañen en la mesa.

- Creo que he encontrado a quien nos puede ayudar - dice a sus compañeros mientras pide un cóctel de nombre extraño en el datapad de la mesa, otro viejo favorito - Pero prefiero esperar un poco antes de hablar con él. A ver con quien habla, y para dejarme ver. - se encoge de hombros - Es una vieja costumbre. Además los cócteles con bastantes buenos.

Dagda:

Sullivan, también llamada 7 vidas, es una vieja conocida de Dagda y hace un poco de todo. Formalmente es una cazarecompensas, pero su actividad consiste a ir con poco cuidado por la vida y salir airosa inexplicablemente de situaciones escabrosas.

Tiene una voz aguda y cuando habla parece que lo hace medio maullando y medio ronroneando.

Actúa como si no te conociera, pero cuando pasa casualmente junto a tí, se detiene para intercambiar algunas palabras.

-¿Qué puedo hacer por tí canijo? Me enteré de tu llegada a Wayland, pero según los registros la Blazing Star partió al día siguiente. ¡Qué interesante!

Hay muchas caras nuevas en la cantina de Jazz, los informadores acaban dando con algo que les puede hacer ricos y su ambición les lleva a robar a quien no deben. Así que la vida de un informador es efímera. Para seguir vivo hay que limitarse a vender información sin caer en la tentación de usarla. La cantina está llena de cuchicheos. Puede que nadie te diga exactamente lo que quieres saber, pero por la cantidad adecuada, siempre hay pistas que no comprometen a quien las vende.

Y se aleja diciendo -No importa lo alta que sea la caída mientras sepas caer de pie.

- Si bueno, técnicamente estoy muerto. Como todos nosotros. Alguna persona pagaría bastante bien por esa información. Puedes venderla - dice - Me conoces, soy más un hombre de acción que de un acumulador de datos, pero tampoco se me da mal investigar - mientras habla saca un pequeño cubo de datos y lo deja flotando sobre la mesa. - Creo que sabes bastantes cosas sobre Ash.

Dagda gira lentamente el cubo en el aire mientras recuerda las cuatro horas que paso en la nave buscando en el ordenador información sobre Ash.

- La técnica de siempre. Busca propiedades, sigue el dinero, desenreda empresas... y apareces un par de veces contratada para ellas - comenta mientras pide una bebida para Sullivan, de repente mira a la mesa fijamente y sigue hablando en voz más baja - Es la misma historia que el trabajo de Aar, lo se. - por primera vez en muchos meses la cara del thuata parece reflejar alguna emoción, algo inhumano entre tristeza y horror - Solo que esta vez no permitiré otra carnicería. Te prometo otra vez que nunca más dejaré que vuelva a pasar. Ya no valoro la vida igual, he aprendido. - mientras habla le pega sorbos continuos a la bebida, vaciándola en apenas unos segundos. Deja el vaso en la mesa y pide otra.- Antes daré mi vida que permitir que muera un compañero - lentamente mira a los ojos a Sullivan - De verdad que he cambiado. Puedes darme la información, esta vez no morirá nadie que te im... que no sea estrictamente necesario. Si no me crees pregunta a mi nuevo equipo, nunca les he fallado.

- Y en cualquier caso, también tengo algo de dinero .

- Vamos gatita, seguro que no te hace falta implicarte más para, al menos, decirnos a quién debemos preguntar

A Sullivan se le ensombrece la mirada un instante cuando Dagda mencionas el trabajo de Aar. Se nota que hace un esfuerzo por recuperar la expresión entre alegre e indiferente.

-Jamás se me ocurriría cobrar una información a mi Tuatha favorito, pero no sé dónde puede tener Ash su guarida... sin embargo quizá Zhandar el Fulteriano sepa algo, él está muy bien relacionado con los transportistas y seguro que sabe de alguno que haya realizado alguna entrega al Pro-Syndic Ash.
 

Zhandar resulta ser un alienígena de morfología insectoide que, mientras emite pequeños zumbidos, liba con frecuencia de una copa estrecha y alargada con un depósito al fondo lleno de concentrado de polen.

-bbzzzzz, bzzz, bbbzzzz.

Dice acompañando sus palabras con el ruido que produce la fricción de sus dos diminutas alas queratinosas, para poner énfasis a lo que dice.

Vuestro ordenador de muñeca muestra el holograma de una pequeña pantalla en la que se muestra la traducción:

-Los amigos de 7 vidas quieren comprometer a uno que zumba en armonía con el universo y sin buscarse problemas. Yo no sé dónde se esconde Ash, pero quizá podría saber de alguien que a lo mejor pudo haber hecho algún porte a alguien que tal vez tiene algún tipo de vaga relación con Ash. No me interesa vuestro dinero, pero tal vez podría tener algún paquete que me gustaría que llegase a cierto planeta sin que nadie se enterase. ¿Trato hecho? 

Acompañando sus palabras baja una de sus antenas aproximándola a la coleta de Ani Blaze y tocándo sus pelos de punta como buscando una respuesta o comunicación que no encuentra. Tras lo cual acerca la antena a la barba de Veigur An, nuevamente sin encontrar lo que busca.

-Bbbzzz. bzzz-

Traducción: Se me olvida que son mamiferos y que no emiten las ferohormonas apropiadas a la hora de cerrar un trato y así no hay quien pueda saber lo que piensan. En fin...  ¿Trato hecho?

Interludio Capitana Blaze (Situado temporalmente tras la escena de la cantina)

A Ani no le gustaba la idea de separarse del grupo, sobretodo en un planeta donde ya han intentado matarles. Pero ir a ciegas por el mismo, para atrapar a uno de sus tios importantes no era buena idea. Y al lugar donde ella se dirigía no era conveniente que vinieran los demás. Ya iba a ser dificil que saliese ella con vida, no iba a arriesgar la de su tripulación.

El sindicato del crimen no estaba en todos los planetas. Pero afortunadamente este era uno en los que sí estaba. Visitó un par de tugurios y dejó algún que otro comentario que sabía que llegaría a los oidos adecuados. Ahora tan sólo había que esperar a que prefierieran hablar con ella en lugar de cobrar la recompensa.

A las pocas horas de empezar su juego, la asaltaron en un callejó mientras iba a otro lugar. De entre los cuatro tipos que la apuntaban, sobresalia uno de ellos. Era más alto que los demás, y el brillo de uno de sus ojos biónicos destacaba entre la medio oscuridad que envolvía el callejon.

Vaya, vaya. ¿Qué haces en este lugar tan apestoso Callahan? Te creía en algún paraiso retirado, rodeado de churris y bebiendo esa porquería que tanto te gusta.

El tipo se sobresaltó y avanzó a la luz. Era un tipo grande y musculoso, el pelo empezaba a clarearle, pero se notaba que en su día había sido muy apuesto. Aun así se veía que seguía cuidando su aspecto físico. Seguramente incluso Takaki tendría problemas contra él.

-¿Ani? ¿Eres tú? Menuda visión para un ojo tan cansado como el mio. Mira que tratar de contactar con el Sindicato. Ya te vale.

Después desenfundó su arma, y disparó a los otros tipos que habían venido con él.

-No te preocupes. No son del Sindicato, tan solo matones locales que querían cobrar tú recompensa. Has tenido suerte de que esté aquí. ¿Qué es lo que buscas?

Ani se acercó al tipo contoneándose, y se arrimó mucho. Tuvo que ponerse de puntillas para poder llegar, pero sus labios acariciaron sus orejas mientras hablaba.

Estoy buscando a un tipo. Ha cometido el error de tratar de matarme, y además la ha cagado al no conseguirlo. Tengo que dar con él. Se llama Ash, Pro-Syndic Ash. ¿Sabes donde está?

-Vaya. No te andas con chiquitas ¿eh? Siempre has sabido meterte con la gente adecuada. Por eso me gustas tanto.
Es posible que pueda conseguir esa información. Pero no será barata.

Ani volvió a susurrarle en la oreja.

Seguro que se nos ocurre algo para poder arreglar el pago. Siempre que el cuchitril donde vivas esté limpio.

Veigur confiaba en sus compañeros para sacar la informacion que necesitaban. Siempre conocian a alguien que les daba trabajos, les ayudaba a meterse de forma poco legal en este o aquel planeta o les daba la informacion que necesitaban. Eran un grupo cojonudo la verdad. No tenian ni idea de como funcionaba su nave, pero para eso estaba el. Un equipo, leches.

El exito se basa en la especializacion - dijo maravillado ante lo que veia y contaban que habian hecho sus compañeros (*) - Sois los mejores chicos! (**) - dijo dando un gran trago de wayveza. Al principio no le habia gustado mucho (tenia un sabor un tanto comercial) pero despues de 8 jarras, le empezaba a ver los matices.

- Claro amigo. Nadie quiere comprometerte aquí, después de todo eres un espíritu libre que vuela de flor en flor sin entrometerte en asuntos turbios. Y que tengas siempre los ojos bien abiertos y percibas cosas que guardes cuidadosamente en tu memoria no es un defecto, es una virtud. Ese polen se está acabando...

Levanta una mano - ¡Otro de este polen! ¡No, es para mi amigo!

Y sigue hablando con el insectívoro. ¿Llevarte el paquete? ¿Qué es? No me meterá en un lío. Bueno, entre compañeros podemos echarnos una mano.

Más tarde, de vuelta en la nave, el grupo se reuniría en la sala de descanso a replantearse la situación pues el modo en que se precipitaron los acontecimientos en la cantina impidió que Zhandar el Fulteriano proporcionase ninguna información.

-Maldita sea - dijo Ani la capitana- ya lo teníamos pero tuvieron que aparecer esos matones de Ash y lo fastidiaron todo.

-Fue realmente inoportuno - dijo Dagda - Zhandar no llegó a decirnos que un ex-empleado de la empresa de transportes Yoctosecond que no teme represarias porque ha perdido a su familia y planea dejar el Wayland, podría decirnos la localización del centro de operaciones del Pro-Syndic Ash. Zhandar no nos dijo que el empeado se llama Urlevoide Sugh, sus credenciales son 507469938DD47Ga y vive en el sector Martensita544, nivel 83.

... Alguien ha colocado esa información en la mente del psíquico.

Tras lo cual, Fal Takaki hace gala de sus conocimientos de la calle y del arte del soborno, para dar con Urlevoide Sugh, ganarse su confianza y previo pago de $200 que le vendrán muy bien para iniciar su nueva vida, enterarse que Ash tiene su centro de operaciones en un departamento cerrado dentro una planta industrial de procesado de basuras. Justo en el corazón del territorio del Sindicato.

Urlevoide Sugh os da las credenciales para aproximaros a dicha planta sin despertar sospechas y os dice a dónde está situado dicho departamento dentro de la planta. Aunque no puede ayudaros a entrar en dicho departamento.

-Aunque parece abandonado y no hay elementos de seguridad externos para no delatarles, los accesos son todos puertas de seguridad de nivel 12.

Pero volvamos a la cantina...

Levanta una mano - ¡Otro de este polen! ¡No, es para mi amigo!

Cuando Takaki se gira para pedir otro polen ve que al fondo de la cantina (Vosotros estáis cerca de la salida) se empieza a montar jaleo. Un matón, voluminoso como un armario empotrado, ha agarrado del brazo a Sullivan y la zarandea mientras le pregunta algo.

Tras el hay media docena aliens con una pinta igual de mala.  Uno de los matones señala hacia donde estáis y comienzan a abrirse paso a empujones, volcando las mesas que se interponen entre vosotros como quien da un manotazo a una mosca.

La holo-banda de música para de tocar por un momento, pero como de todos modos ellos están físicamente en otro lugar y lo que hay en la cantina son sus proyecciones holográficas, deciden seguir tocando mientras los matones atraviesan sus proyecciones. Tras un breve momento de desconcierto, la holo banda de música cambia el repertorio. - Alienígenas de todas las cantinas que estáis sintonizados ahora mismo con la banda "Llamarada de Gigante Azul". Cambiamos de repertorio para ambientar  la pelea en la cantina de Jazz hay pelea. Sintonizadlo en astroutube, en vivo.- Y empiezan a tocar algo más animado. Algo que recuerda la música de un bar del oeste interpretada con acordes distorsionados de música electrónica.