Partida Rol por web

Scripta Barchinone

III. La visión celestial

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12/12/2015, 14:12
Director

Peñíscola, Sede Papal, un mes después.

Hace un par de semanas que disfrutáis de la hospitalidad del anciano Papa Luna, que aun no ha decidido, por lo que sabéis, con qué suplicio del martirologio va a obsequiaros. De hecho, parece que de un tiempo a esta parte aquesto se está convirtiendo en la diversión del viejo, que parecía gustarle el acercarse a vuestra celda un rato cada día para leeros éste o aquel martirio: que si cortaros las partes nobles y luego revolcaros sobre trozos de vidrío y púas candentas como a Santa Águeda; que si arrancaros los dientes et luego quemarvos vivos, con leña mojada, para que la cosa dure más, como a Santa Apolonia; ¿Qué hay, tal vez, de herviros como a Santa Cecilia, clarvaros clavos en la cabeza como a Santo Eudaldo,o asaros a la parrilla como a San Lorenzo?

Vuestra cárcel consistían en un pozo circular de unos quince metros de diámetro, escavado en la roca. La altura no era sino, nada despreciable, de diez metros de altura, y por si fueran pocas comodidades, una reja en la parte superior había sido instalada por si había alguna posibilidad de escape. Tras vuestra captura en el palacio, se os hizo bajar por una escalera de madera, que luego retiraron. Dios gracias a que no os despeñaron hacia abajo con el consiguiente peligro... Aparte de todo ello, con lo único que contábais era con unos haces de paja maloliente y los huesos de los últimos ocupantes como únicos adornos...

Las paredes, por su parte, eran lo bastante lisas como para que fuera imposible escalarlas, y se os mantenía en oscuridad total, añadiendo sobre la reja superior telas y tablas. Dejando aparte estos lujos, no se os trataba demasiado mal: una vez al día os bajaban un balde con agua (para beber) y otro con comida caliente (pan, algo parecido a un potaje y otros menesteres similares). Las raciones, eso sí, tendían a ser escass, y la humedad os calaba hasta los huesos. Además, no había letrina, por lo que teníais que hacer turnos para organizaros mínimamente en las necesidades. La moral, por ende, teníaislas por los suelos.

Notas de juego

Antes de postear quiero ver vuestro reparto de experiencia en el Off ;) En cuanto lo hagáis, podéis postear aquí.

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16/12/2015, 19:02
Nadir Bahar

El judío continuaba con sus rutinas de oraciones, el estar encerrado no era una excusa para dejar de dar gracias a Yahvé por estar vivo. La relación de las torturas era un gratificante pasatiempo, muchas veces para pasar el tiempo se imaginaba que le realizaba esos mismas torturas a su señor que en tan lamentables condiciones le había dejado. ¿Qué creéis que nuestro señor nos ha abandonado? ¿Qué le habría llevado a actuar de este modo tan ruin, huir por artes mágicas y dejar tirado a sus siervos, nos podría haber mandado de nuevo al castillo antes de la entrevista evitando que cayéramos presos?

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16/12/2015, 20:49
Álvaro de Ulloa

Sentado en aquel suelo húmedo, observé a Nadir mientras hablaba, llenos de resignación mis ojos. Pareciera que el Maligno, Dios, o quién fuere que gobernaba los hilos de nuestro destino se empeñaba en atizarnos revés tras revés, maldita la hora en que entrare al servicio de aquel noble enloquecido. Ante su pregunta, me encogí de hombros.

- ¿Qué motivación ha de necesitar o siervo do malinho para obrar en modo alguno? - pregunté, retóricamente - Claro est que non ha de haber ninguna, mas que la de fazer o mal, e así ha fecho.

El cansancio y el hastío me invadían hasta el punto en que el carácter habíaseme agriado, y no en demasía complacíame la compaña de aquellos que conmigo compartían celda. Sin duda nuestros captores habían de esperar a que nos matáramos los unos a los otros, aunque más valdría, quizá, tratar de escapar de allí y morir alanceados.

Notas de juego

Preguntillas:

- ¿Estamos encadenados?

- ¿Los guardias que nos dejan la comida bajan a dárnosla? ¿Ponen escalera?

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17/12/2015, 13:46
Rasiq "Shadid" ibn Al-Qarawi

Al verme en aquellas tesituras, abandonados, apresados, martirizados, hediondos... No podía más que odiar a Don Ricardo y desearle toda suerte de males. Pero había mucho allí que no era claro, por lo menos no para mis ojos más claro que la penumbra que estaba contenida en aquel lugar, junto a nosotros.

- No me queda más que dezsear que el Don Ricardo que vino a nozsotros luego de estar perdido en las cuevas no era el Don Ricardo que había entrado en ellas, sino un mal genio. Zsolo azsí vería algo de razsón a ezsta maldizsión.

Dije, más para mí mismo que para los demás. Pues la oscuridad invitaba a hablar lo que normalmente no se habla, por ser palabras que se dicen a uno mismo.

Tras pasar allí incontables días, que se hacían años, más que una fugaz semana, ya conocíamos los recovecos de nuestro cautiverio lo suficiente como para no echar de menos la luz cuando por allí nos movíamos.

- Tiradas (1)
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18/12/2015, 11:08
Jaume de Castell i Fabres

 Mientras mis compañeros hablaban de lo sucedido, yo recordaba todo lo susodicho, tratando de entender lo sucedido, furioso con nuestro señor, al que, hasta ahora, confiábamos totalmente. Traté de recordar sus palabras, antes de desaparecer, para ver si podían servirme de pista para algo...

- Tiradas (1)
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18/12/2015, 11:24
Director

Notas de juego

- ¿Estamos encadenados?

- ¿Los guardias que nos dejan la comida bajan a dárnosla? ¿Ponen escalera?

No y No. A lo segundo...

... una vez al día os bajaban un balde con agua (para beber) y otro con comida caliente (pan, algo parecido a un potaje y otros menesteres similares) ...

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19/12/2015, 04:26
Roderigo de Lorca

Luego de los primeros momentos de llanto y desesperación, y tras una prolongada etapa de gimiente reclusión y mutismo, finalmente el más taimado de los integrantes de aquel miserable grupo pareció comenzar a recuperar su espíritu irreductible. De hecho, y para sorpresa de todos los presentes, incluido quizás del propio RODERIGO, el talante de aquel siempre quejoso y mezquino personaje no acabó por agriarse tanto como el de sus compañeros ante tan desfavorables condiciones.

Bien por el contrario, parecía haberse adaptado con notoria facilidad a la nueva situación. Casi como si se hallara acostumbrado a ella. Incluso, en algunos momentos en que las sombras se hacían más espesas y el silencio lo cubría todo, alguno de sus camaradas casi podrían haber jurado oírlo entonar un melodioso canturreo.

De todos modos, salvando aquello, apenas si profería palabra alguna. Y por eso a todos sorprendió cuando su voz surgió de repente de entre las penumbras.

- Ahhh... hombres necios que no tenéis fe. - murmuró como para sí mismo, parafraseando lo que creía , erróneamente, era algún párrafo de las Sagradas Escrituras... cualquiera de ellas - Quizás debamos otorgarle algo más de crédito a nuestro viejo Señor. Después de todo, todavía mantenemos nuestro pescuezo en su sitio, ¿verdad? Y, en última instancia, al menos esta alocada aventurilla nos deparará el destino de santos.

- Lo cual no deja de resultar llamativo, por cierto... - agregó luego con un sugestivo susurro - Tan llamativo como el hecho de que ni siquiera se hayan molestado en interrogarnos. ¿O acaso esperan que nos acabemos entre nosotros mismos, desperdiciando una inmejorable oportunidad de averiguar algo sobre los esbirros del Maligno?

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19/12/2015, 16:15
Director

Largo tiempo tu cabeza pensaba en ese hediondo agujero en el que estábais. Y que cuando uno anda ocioso, piensa mejor, pues es lo que a ti te pasó. Buscabas en tu mente algo que te ayudara a comprender cómo diantres el bueno de don Ricardito desapareciera de tal cosa: te acordaste que, antes de desaparecer, se echó unos polvos sobre sí... unos polvos...

Et que algo vino a tu mente (sólo a la tuya). Viejas historias y algún que otro vago rumor sobre aquello: ¿"los polvos del camino" los llamaban? ¿Cómo era aquello? Mmm... Aquello era sin duda algo verídico, no era un truco del galés... McCormak se había... transportado a otro lugar, y aquello para tí no era nuevo.

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19/12/2015, 16:23
Director

Sin duda, Ricardito McCormak, hideputa ya para algunso y aún señor valeroso para otros, que ya no estaba. Os la había jugado. Sí. Y se había salvado, sí... Bueno... un servidor iba a rebatiros tal situación con cierta clave de alivio pero... Ni uno mismo aclárase con las intenciones que tenía don Richard. Et que harta y grande y virtuosa y cuantos más adjetivos Vuesas Mercedes empleárais en darle que era la duda de Roderigo. Bien cierto et agora verdad era que ningún interrogatorio se efectuó en seis días, et que al séptimo, al igual que Dios, se os dió un descanso de aquel suplicio (o al menos una pequeña esperanza).

En dicho día, bajaron varios hombres de armas del Papa Gregorio a vuestra celda, et que allí arriba los veíais. Sorprendentemente, levantaron la reja superior, metieron una escala y nada más dijeros (como esperando que subiérais) Os apuntaban con ballestas, empero que os daban esta oportunidad de salir.

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19/12/2015, 16:23
Soldados del Peñíscola

¡Vamos! ¡Subid! -dijo uno de ellos hablándoos desde arriba-. Su Santidad ha requerido un baño caliente, comida decente y ropas secas para todos vosotros. Luego de ello, vos espera en su sala.

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19/12/2015, 17:40
Roderigo de Lorca
Sólo para el director

Notas de juego

Jefe, no se como implementarán eso del "baño caliente y las ropas decentes". Pero Roderigo intentará mantener todavía su cuchillo robado en la refriega. Dime si es necesaria alguna tirada para ocultarlo o si le brindan algún tipo de privacidad que la vuelve innecesaria. De todos modos, imagino que siempre podrá solicitar que le permitan conservar sus botas.

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21/12/2015, 19:43
Nadir Bahar

Miro extrañado al guardia, la situación le pareció absurda. ¿Qué trapa hay en esto? Primero nos tratáis como sucios rateros y ahora como reyes.  Pero no espero a la contestación del guardia, empezó a subir directamente. En ese pozo solo le esperaba la muerte, cualquier trampa o engaño sería mejor que sucumbir al paso del tiempo en esa jaula.

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21/12/2015, 19:59
Jaume de Castell i Fabres

 Al ver este cambio, solo me cabía esperar que nos necesitaban para algo. Confiaba en que fuera así, porque era nuestra única probabilidad de escapar de esta con vida. Miré a mis compañeros y esperé a ver lo que hacían, si hacían caso al guardia o no...

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21/12/2015, 20:27
Álvaro de Ulloa

El cansancio y el hastío de aquella celda habíanme agriado el ánimo hasta el punto en que cuando aquellos guardias bajaron en pos de nuestra persona no sentí otro deseo que el de recibirlos con el puño, así me alanceasen hasta la muerte. Tampoco ansiaba el favor de aquel Papa maldito, que habíanos encerrado bajo piedra como a bestias, aún a mi, y pese a mi condición. Empero, algo me hizo contener aquella rabia, y aceptar con resignación su repentino cambio de parecer (quizá cruel venganza fríamente planeada), así me condujere a la muerte, o a una ocasión de redimir mi nombre.

- Dejad, Nadir, que non ha de cuestionarse a voluntad do Santo Padre. - dije al judío, que nada parecía comprender de todo aquello - Tomemos os ropaxes e demos gracias o Senhor.

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26/12/2015, 23:44
Roderigo de Lorca

Y tal parecía que el siempre irreverente Roderigo estaba destinado a llevarles la contraria a sus abnegados compañeros de penurias.

Porque aún cuando sus camaradas parecían aceptar mansamente aquel nuevo giro del destino  (aunque no sin cierta resignación y bastante a regañadientes, todo sea dicho), lo cierto era que el todavía fiel siervo de Don Ricardo no parecía tan convencido.

En cierto sentido, hasta prefería continuar sus días en aquel olvidado pozo de soledad e inmundicia. Tal vez allí encontraría por fin una muerte lenta en indolente a manos del hambre y la sed, pero al menos no tendría que preocuparse del lacerante ardor del Potro de Torturas, de la indescriptible crueldad del Rompenueces y todos aquellos artilugios que con tanto celo solían utilizar los defensores de la Fe.

De todos modos, también era cierto que tanta y tan repentina hospitalidad resultaban particularmente extrañas. Y ello intrigaba sobremanera a Roderigo, quien ostentaba entre sus diversos y muy numerosos vicios, el de la curiosidad como el primero.

Quizás sus captores finalmente parecían mostrarse interesados por lo que tuvieran para decir aquellos necios. O tal vez todo fuera para prolongar la agonía, una actitud muy católica, por cierto. En cualquier caso, al notar que sus compañeros emprendían la escalada, Roderigo pronto decidió que no tenía más remedio que seguirlos. Después de todo, de seguro les harían preguntas... y no podía dejar sus destino en manos de aquellos torpes.

- Si, demos gracias por la hospitalidad de nuestro Señor. - murmuró por lo bajo mientras ascendía tomándose todo el tiempo del mundo, hasta el punto de exasperar al resto de los presentes - Alabado sea...

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16/01/2016, 13:34
Director

El soldado miró con malas pulgas a Nadir. Demasiada consideración había tenido su Santidad de no haberlo matado, junto a Rasiq, por malditos herejes en vez de tenerlos retenidos allí. Por ello, quien os echó la escala nada dijo*. Antes de subir, aquel comentario de Roderigo afiló la situación, aunque parecía que Álvaro se venía más a razones (aunque por dentro diéranle ganas de escupir al Papa Luna...).

Subísteis por la escala. Os apuntaban desde arriba soldados con ballestas (con lo que cualquier alocado intento de escapar o realizar heroicidades conllevaba una ráfaga de virotazos en las costillas...); ¿qué diantres querría su Santidad tras abandonarlos en ese pozo tan vilmente?

Era de mañana, temprano, y los soldados os condujeron al interior del castillo. No se oía ni una tal mosca. Os llevaron a la sala principal, donde vuestro señor y amo "Ricardito" desapareció delante de las vuestras narices, quedándoos en la estacada (como suele decirse...). Allí, en su "trono", estaba su Santidad Benedicto XIII. Estaba vestido con sus túnicas apropiadas, pero arrugadas e incluso mal vestido (como con prisa). Andábase excitado, y aguardó con incontrolable paciencia a que os reuníerais en fila delante de él. Los soldados se apostaron a ambos lados, sin soltar sus ballestas.

Notas de juego

El cansancio y el hastío de aquella celda habíanme agriado el ánimo hasta el punto en que cuando aquellos guardias bajaron en pos de nuestra persona

* No bajan, os echan una escala amarrada desde arriba.

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16/01/2016, 13:45
Su Santidad Benedicto XIII de Avignon

Señores... he tenido un sueño. Un sueño prolífico, una visión más bien -miraba enfrente de sí, a la pared que teníais tras de vuestra visión, como recordando algo-. Un ángel ha venido a visitarme durante la noche, y su voz no era de hombre ni de mujer, ni de anciano ni de niño... y me llamó por mi nombre -aun siendo Papa, parecía "chochear"-. Al elevar la vista en mi sueño, ¡allí estaba! un figura, un ser humano de rostro oculto entre las sombras, y con alas de águila en la espalda... su túnica amarillenta resplandecía más que el oro, y se presentó como Ramiel...

Su mensaje era claro, y no procedía de Dios, sino de Satán...: el Príncipe de las Tinieblas quería hablar al Padre y pedirle misericordia. Recuperar su Gracia al fin y al cabo. Pero es es muy fácil de decir, y más difícil de hacer... -el Papa Luna se levantó, se llevó las manos a sus cabellos despeinados y se paseó delante y detrás de vosotros. Involuntariamente o no, aquello que hablaba era intrigante, o tal vez una elocubración propia de la demencia-. Ramiel ha sido claro, hay que seguir unos pasos concretos:para lograr que el Cielo y el Infierno se den la mano tienen que juntarse un objeto sagrado y otro objeto... blasfemo... Una reliquia de Dios y otra del Diablo.

Tras ello hubo una pausa, y volvió a sentarse en su trono. Los soldados allí presentes estaban alucinando (pues ni siquiera ellos habían sabido la razón de vuestra presencia en la sala de audiencias).

Pero eso han de hacerlo hombres que no sean del Papa, ni hombres del Diablo... -entonces, os miró fijamente-. El "Cáliz de los Corrompidos" y el "Tesoro de los apóstatas del Templo" -añadió sin mucho sentido-. Esos son los ingredientes... La visión del ángel se hizo entonces borrosa, y en mi sueño... en mi sueño le supliqué más información, y Ramiel tan sólo añadió en un susurro: "Todo lo que tienes que hacer es consultar los pensamientos de los muertos", me dijo.

Notas de juego

Tirada de Teología (CUL) el que quiera.

(Aún no os han dado ropa ni comida ni nada).

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16/01/2016, 13:56
Álvaro de Ulloa

Con pasmo y estupefacción hube de contemplar el modo en que el Papa aviñonés dirigíase a nosotros. ¡Bendita locura pareciera haberse apoderado de su alma, llenando su corazón de pensamientos absurdos y sus sueños de delirios inexplicables! Ahora bien, tal delirio, naciere dónde lo hiciere, habíanos sacado del agujero infecto en el que nos encontrábamos, y puesto nuestros pies de vuelta en la piedra, y héchonos, por un momento, libres. Ciertamente, no había forma de saber si todo aquel delirio llevaríanos a soltar las cadenas que el maldito escocés, el demonólatra hideputa, nos había colgado al cuello. Y sin embargo, la esperanza asomaba ya en mi rostro, pensando yo que podría de tan inapropiado azar deshacerme, y quizá volver a Galicia, mi tierra amada y perdida.

Concentréme entonces, y pensé en qué misterio podrían referir las palabras del Papa, pues me eran estas familiares...

- Tiradas (1)

Notas de juego

Pues hale, saco la Teología xD.

Entiendo que el Papa no está esperando aún que hablemos, ¿cierto?

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16/01/2016, 15:16
Director

Notas de juego

Podéis hablar, si (quiero daros algo de espacio).

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16/01/2016, 18:24
Jaume de Castell i Fabres

 Si esto hubiera ocurrido antes de la misteriosa desaparición de nuestro antiguo señor, habría creído que el buen Benedicto le daba demasiado al vino sacramental, pero supongo que no estaba en condiciones de juzgar que era real y que no... Ni tampoco en desaprovechar una oportunidad para salir de nuestra prisión.

 Miré a mis compañeros, para ver que les parecía todo esto y ver si habían llegado a la misma conclusión que yo.

- Tiradas (1)