Partida Rol por web

Scripta Barchinone

VII. FINAL. La Ciudadela del Dite

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14/06/2017, 22:37
Director.

Una vez más, el destino os trataba como motas de polvo o gravilla en un infinito universo de eternidad. Vuestra concicia viajó, vuestra alma se elevó de vuestro cuerpo y vuestra visión pronto fue otra. Olvidásteis muchas cosas de vuestra vida en el pasado, puesto que ahora os iba lo que os quedaba de vida en lo que teníais delante...

Una gran llanura extensa y rojiza era el horizonte en derredor, hasta donde se perdía la vista. Una tierra como empapada de sangre, húmeda y bajo un cielo amarillento. Apenas crecían árboles en la extensión, secos los pocos que había. Os despertásteis tosiendo, acalorados. Vuestra garganta os picaba, vuestra cabeza os dolía, y numerosos vapores pestilentes y asfixiantes os invadían, bien visibles, en derredor: eran vapores de azufre que impregnaban el aire.

A lo lejos sólo había como contraste en el paisaje inmundo y febril una pared rocosa, relieve solitario  distinguido en una planicie leguas y leguas más allá...

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15/06/2017, 00:16
Roderigo de Lorca

Roderigo maldijo todo lo que pudo y aún más. No sabría decir que le molestaba más. Si haber sido trasportado a este pasaje infernal o haber perdido la estatuilla de oro que debía valer una fortuna. Lo cierto es que no paró de farfullar y maldecir en portugués durante un buen rato. Pasado el disgusto, se limpió las ropas, se quitó el trapo de la cara, que ya no parecía hacer falta pues la peste la habían dejado atrás. Y se puso a caminar hacia el monte rojizo sin preguntar a nadie. Pasado un rato miró a ver si le seguían sus compañeros.

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17/06/2017, 12:18
Álvaro de Ulloa

Un nuevo prodigio había acontecido, algo que ninguno de los presentes podíamos esperar. Observé en derredor, sintiendo el árido calor que nos engullía, robándonos el aire y haciéndonos sentir gran debilidad. No debía estar allí, ni deseaba estarlo. Pero era claro que no tendríamos otra oportunidad de salir airosos de aquella aventura en la que nos habíamos embarcado.

Comprendiendo que ya no tenía sentido tratar de ocultar mis creencias, extraje de mi zurrón un ungüento, que me dispuse a untar por mi frente. Sentí los aromas frescos del pino y las otras plantas, mientras murmuraba el viejo salmo que con tanto empeño había aprendido en el pasado. Pronto sentí cómo aquella fuerza penetraba en mi ser, y mis creencias se reforzaban a la par que mi poder se hacía mayor. Quise creer que aquello valdría de algo, mas sentíame abandonado en tales tierras baldías.

- Vayamos hacia aquella roca. - dije, tras completar el salmo - Credo que est hora de hallar o fin... espero que no el nostro.

Y dicho tal, eché mano de mi hacha, y comencé a caminar.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Me tiro un ungüento de bruja. Me actualizo la IRR y los PC temporales (gasto 3 más, pero gano temporalmente el equivalente por IRR). Si ves algo raro, me dices.

Dura 3 horas.

¿Cuánto tiempo ha pasado desde los perros? Si son más de 4 horas, me vuelvo a tirar la Bendición de Hada.

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19/06/2017, 12:24
Director.

Una vez avanzásteis parpadeásteis varias veces y comprobásteis que el lugar donde estábais era harto extraño y desmedido, caminásteis durante algo menos de una hora hasta aquella mole rocosa. Era tremenda, enorme, mucho más grande que tres catedrales juntas. Y eso era decir mucho.

Una vez junto a la base, vísteis que su piedra era rojiza, tanto rojiza como la sangre podría decirse. En la pared había dos enormes puertas de bronce, en las que estaba inscrita en ¿castellano, árabe, latín? Bueno, el caso es que Nadir logró leerla en el idioma de sus padres, el hebreo; don Álvaro y Roderigo en el idioma de sus acestros, el gallego; y Jaume en la lengua del Principat: el catalán. Y ello a sabiendas que no todos sabían leer... En esos momentos no supísteis que cada uno veía tal o cual cosa, aunque todos entendíais lo mismo, y ésto era lo siguiente, la siguiente descripción:

Por mí se va a la ciudad del llanto,
por mí se va al Eterno Dolor;
por mí se va a la raza condenada.
La Justicia animó a mi Sublime Arquitecto;
me hizo la Divina potestad,
la suprema sabiduría y el primer amor.

Anteriormente a mí no hubo nada creado,
a excepción de lo eterno,
y yo duro eternamente.

¡Oh vosotros los que entráis,
abandonad toda esperanza!

Notas de juego

Desde los perros y san cripriano ha pasado una hora sólo. Y otra hora ha pasado hasta que habéis llegado a las puertas. Osea, Álvaro, te quedan 2 horas de hechizo.

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19/06/2017, 15:28
Jaume de Castell i Fabres

Notas de juego

¿Alguna tirada para entender algo de este galimatías? ;P

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19/06/2017, 18:10
Roderigo de Lorca

Roderigo llegó hasta las puertas y leyó lo que alli ponía....para su sorpresa, pues las letras no eran lo suyo. Miró a sus copañeros, miró la puerta y sabiendo que no había otra alternativa posible y que este viaje les llevaba al mismísimo infierno, su perdición, su locura y quien sabe si a su muerte. La abrió. Abrió la puerta si esto era posible. Se quedó mirando que pasaba, echó un vistazo dentro, asomándose pero sin llegar a entrar. Miró de nuevo a sus compañeros y con una sonrisa hizo una reverencia y les cedió el paso. Pasase lo que pasase al de Lorca sería el último en entrar y eso le daría tiempo a reaccionar....o eso pensaba el bueno de Roderigo.

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19/06/2017, 22:59
Director

Notas de juego

¿Alguna tirada para entender algo de este galimatías? ;P

No, lo que tú como jugador puedas entender de ello.

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19/06/2017, 23:27
Jaume de Castell i Fabres

Notas de juego

Cita:

lo que tú como jugador puedas entender de ello.

Es que juraría que esto es un fragmento de la Divina Comedia y no se si me Pj debería de saber que esto es la entrada al Infierno ;P

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21/06/2017, 11:24
Director.

Notas de juego

¿Qué hacéis?

Jaume, Roderigo, tomad la iniciaitiva, ya que Midrangor (Álvaro) estará ausente un tiempo.

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21/06/2017, 22:25
Roderigo de Lorca

Roderigo viendo que sus compañeros hacían caso omiso a su fingida muestra de respeto se puso recto, les dedicó una malevola sonrisa y dijo-Ok,eu va chegar a primeiro-después abrió las puertas de par en par y pegó un salto dentro.-Non pasa nada para adiantre-dijo el de Lorca choteandose de la falta de valor de sus compañeros. A estas alturas, Roderigo pensaba haberlo visto todo y se mostraba confiado, muchos horrores le faltaban por descubrir.

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22/06/2017, 11:15
Jeremiel

Ante el empujón de Roderigo, haciendo de tripas corazón, las puertas se abrieron, para su sorpresa, de un leve toque. Tras ellas, sentado sobre una calavera gigantesca, se encontraba un niño de doce años, vestido con harapos.

¡Ya era hora! ¡llevo harto tiempo esperándoos! -alcanzó a decir-. Mi nombre es Jeremiel, y seré vuestro guía en el recorrido por el... INFIERNO. Si queréis ir a visitar al origen del mal tendréis que procurar quedaros cerca de mí ... -dijo con cierto ánimo-. ¿En realidad habíais venido a eso, a visitar al Mal?

El caso es que caminásteis por una explanada tórrida, calurosa y oscura. Había muchas ruinas de edificios y castillos, todos juntos, y el cielo era rojo y despiadado. Era increíble cómo se habría un nuevo horizonte tras haber entrado por la roca y las puertas. Era como si aquella estructura pétrea anterior fuera un decorado de titiriteros y estuviérais de nuevo en el mundo... bueno, en aquel sitio.

Sé que lo tenéis... el Cáliz -añadió Jeremiel sin dejar de caminar, y vosotros tras él-. Para que se cumpla lo que buscáis habrési de entregárselo a Lucifer, que os espera en la ciudadela de Dite. Aunque el Infierno es un lugar cambiante, he logrado mantener más o menos estable esta región, y así podréis cruzarla sin demasiados problemas. Es por ello, que tampoco está libre ni exenta de peligros: Belzabuth, Señor de la Guerra y Príncipe del Infierno, está encontra del intento de reconciliciación que procura ese a quien llamáis Papa Luna; por ello intentará boicotearlo como pueda. ¡Andando! -dijo adentrádoos en las llanuras infernales y desconocidas-.

Notas de juego

Podéis hacer una tirada de Teología (CUL).

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23/06/2017, 18:31
Roderigo de Lorca

Roderigo miró al niño, miró el paisaje y se quedó de piedra. Durante todos estos años no le había dado muchas vueltas a dónde iría cuando muriese, pero sabía que de ir a algún lado sería al infierno. Se había consolado pensando que todo eso del cielo y el infierno eran cosas de curas. Pero ahora que veía lo que debía ser el infierno recordaba que si este robo, que si una puñalada aquí, alguna blasfemia por allá.

No sabía el de Lorca que hacer ni que decir. De modo que agarró su arma por lo que pudiese venir, y siguió mansamente al muchacho.

- Tiradas (1)
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24/06/2017, 11:26
Álvaro de Ulloa

PNJOTIZADO.

Si es éste entonces el infierno en el que todo hombre rechaza sucumbir, entonces hemos fallado -dijo solemne don Álvaro-. Sin embargo, una vez aquí, intentemos cumplir lo que el papa Luna nos encomendó: reconciliar el Cielo y el Infierno. Aunque nuestras vidas pendan de ello, incierto es este pacto de Bien y Mal, pero aquí estamo. ¡Guíanos! -le dijo al niño-.

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24/06/2017, 12:00
Jeremiel

Jeremiel asintió y os guió por el terreno rojizo y seco hacia un estrecho puente de piedra que cruzaba un cráter, con un lago de llamas en el fondo. Aquella visión fue escandalosa para vuestro razonamiento, pues en la Tierra nada parecido podríais haber visto más que lo que las fantasías albergaban en los libros y las historias más antiguas. Tras mirar hacia abajo mientras cruzábais el puente, pudísteis ver unas formas viscosas que se retorcían entre ellas mismas.

Vástagos, vástagos de Ganga Gramma, la "mascota" de Astaroth y madre d elos Dragones y las Serpientes Marinas -tal que así os hizo la referencia-. Aquellos nombres parecían sacados de una imaginería propia de leyendas fantasiosas, pero lo estábais viendo con vuestros propios ojos... y debía ser tal-.

Justo en mitad del recorrido el puente comenzó a teblar debido a unos fuertes golpes, los cuáles retumbaban por todo el cráter. ¿Seguía la vieja serpiente órdenes de su amo, o simplemente estaba de mal humor? Astaroth no quería la reconciliación entre las dos grandes naciones del universo... Sea como fuere, os dísteis prisa en cruzar, y tras hacerlo bajásteis por una ladera rocosa azotada por los vientos, donde crecían algunos matorrales. Un grupo de extraños seres de aspecto vagamente humano, pero con un único brazo y una única pierna se encontraban desperdigados por ahí, masticando ávidamente las verdes hojas de esos matorrales.

Aquella visión os dió la sensación de que eran como ganado, comportándose además como tal. Y al lado de estos seres la presencia de dos monstruos les acompañaban. Tenían cuerpo d ehombre y cabeza de cabra, y parecían vigilar a dicho ganado.

Sciópodos... Alimento que se cría en el Infierno para determinadas criaturas -explicaba-, son muy comunes aquí. Los pastores son Cynocéfalos, buenos chicos, si están de buenas... Menos mal que no hay entre vosotros mujer alguna, pues habría sido peor para ella. Esos cynocéfalos pierden la compostura en su presencia... Será mejor que sigamos.

Y así hicísteis. Un poco más abajo, el viento se hizo más fuerte, y comenzó a llover. Una lluvia fría y densa os comenzó a empapar hasta que a los pocos minutos estábais completamente húmedos. A un lado del camino, un grupo de cuerpos caídos en desgracia y venidos al Infierno no sentía lo mismo: la lluvia, al caerles encima, les abrasaba, desgarrándoles las carnes, mientras corrían de acá para allá desesperados.

La ladera terminaba en una playa gris, playa que daba aun mar oscuro, donde riachuelos fluían y desembocaban en él.

En éstas aguas fétidas, fangosas e hirvientes -dijo Jeremiel- se encuentran prisioneros los que cometieron el pecado de la Ira, encadenados al fondo por el peso de sus faltas. Allí, justo en aquella cala -señalando un recodo rocoso de la playa- hay un pequeño embarcadero con una balsa, la cual os llevará al otro lado de la laguna: a la ciudadela de Dite...

Estábais siendo llevado por lugares terribles, y estábais viendo cosas espantosas, dignas de olvidar para toda la eternidad. Sin embargo, lo que más os reconfortaba era la voz del niño Jeremiel, no sabiendo si era también demonio de aquel lugar o qué diantres.

Tras tomar la barca, y al cabo de cierto tiempo de navegación por el gran lago de aguas hirvientes (y tras los gritos de rabia de los condenados bajo el agua), vísteis un embarcadero en una línea de costa. Tras llegar a él y bajar del transporte, un camino empedrado con rocas al rojo vivo conducía, a partir de allí, a la ciudad más grotesca y fantástica que jamás hubiéra podido el hombre imaginar (la cuál veríais pronto).

Mientras caminábais, de pronto aparecieron delante del camino, entorpeciendo vuestro caminar, una serie de personajes altos y delgados, de largas cabelleras blancas, portadores de espadas largas y delgadas.

¡¡MALDICIÓN!! -gritó Jeremiel-. Son los Malache Habbalah, los mercenarios del Cielo y el Infierno, que se venden siempre al mejor postor... Dudo que sean vuestro comité de bienvenida.

Estas últimas palabras las dijo de manera sibilante, pues el aparente niño comenzó a transformarse en un ser inhumano: un monstruo gigantesco, de piel escamosa, ojos rojos, dos pares de brazos y unas alas correosas, como de demonio, en la espalda. Jeremiel os guiñó un ojo, os deseó suerte y se lanzó de un salto increíble contra dichos seres, mientras cuatro espadas de fuega (una por cada brazo) aparecíen en sus manos.

¡¡Avanzad!! -gritó Jeremiel-. ¡Marchad a Dite mientras podáis! ¡No está lejos!

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24/06/2017, 12:03
Hombre con hábitos

Sin duda alguna que así lo hicísteis, dejando aquella infernal lucha de la mano de otros y atendiendo a vuestras propias razones y motivos. Cuando subísteis la cuesta rocosa llegásteis hasta una colina, desde donde veíais a Jeremiel más abajo seguir luchando. Ahora enfrente de vosotros se alzaban las puertas de la ciudad de Dite, majestuosas puertes que se abrieron ante vuestra llegada.

Y lo que más os soprendió fue encontraros allí fue a una figura de corte humano, la cual os sonaba de algo...

¡¡JA JA JA JA JA JA!! -el monje reía a carcajadas en el mismísimo umbral de la ciudad-. Justo detrás tenía como guardándoles las espaldas una serie de demoníascas figuras, ¡enormes en tamaño e inverosímiles en magnanimidad!

 

 

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25/06/2017, 09:10
Roderigo de Lorca

Roderigo iba caminando ligero, con la cabeza gacha y agarrando fuertemente el estilete. No pensaba que le fuera de mucha ayuda, pero lo tranquilizaba. En el puente corrió como alma que lleva el diablo....nunca mejor dicho, pues el gallego ya se veía encerrado en el infierno y sufriendo los castigos que veía. La gente que se quemaba con la lluvia le impresionó, no tanto las almas presas en el rio, no sería mal destino llegó a pensar...aunque claro, no sabía muy bien qué les pasaba allí abajo. Lo de las criaturas ganado le llamó la atención, solo esperaba no tener que comerse alguno de esos bichos. Eso sí, dió gracias por no ser mujer, a saber lo que le harían los pastores demonio.

En estas estaba el bueno de Roderigo cuando el niño se convirtió en bestia de cuatro brazos y se enfrentó a las criaturas. Salió corriendo el de Lorca hacia donde les había dicho el niño, no tuvo nadie que decírselo dos veces.

Entónces, cuando ya parecían "a salvo", apareció el monje. No se si guardaba alguna similitude con el monje que echo y mató a los judios aquel día. Tampoco importaba mucho. Lo que importaba eran las criaturas que le seguían. Miró Roderigo a sus compañeros, tragó saliva y apretó con fuerza el estilete para decir-Quen é vostede eu que quere? Inos pasar, queremos falar a Lucifer.-Casi no le salían las palabras al bueno de Roderigo, pero no tenían más opción.

Notas de juego

Quién eres y qué quieres?Déjanos pasar ,queremos hablar con Lucifer.

¿Podémos esquivarlos de algún modo y salir corriendo o están en mitad del camino y tenemos que pasar por ellos si o si?

 

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26/06/2017, 10:20
Director.

Efectivamente, recordaste que aquel tipo que se os encaraba en las mismísimas puertas de Dite no era sino aquel monje o cura que nada más llegar a la villa de San Mateo vísteis que arracaba de sus casas a una familia de judíos. Aquel tipejo parecía no haberos perdido de vista.

- Tiradas (2)
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26/06/2017, 10:24
Director.

Nada más ver las figuras supiste qué eran; las habías visto descritas a modo de introducción en ciertos libros de medicina no muy aptos y no muy aconsejables para la época: eran las criaturas, según la descripción que ahora se presentaba ante tí, de Abbadón, los seres demoníacos que han de permanecer encerrados en el Infierno hasta el día del Juicio Final...

- Tiradas (2)

Notas de juego

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26/06/2017, 10:59
Hombre con hábitos

El monje reía a carcajadas ante las palabra de Roderigo, que parecía entenderle a la perfección en el suyo idioma natal.

¡Ja ja ja! -riendo alocadamente- Es triste que halláis llegado tan lejos para nada: gracias a Bileto, mano derecha de Belzebuth, he logrado llegar a este lugar antes que vosotros, ¡ ja ja ja ! Y he abierto las puertas de su prisión a las criaturas de Abbadón. Su espera ha concluido, ¡el día del Juicio Final llega ahora... y no habrá conciliacion ninguna entre el Bien y el Mal! ¡ JA JA JA !

Las enormes bestias por detrás de él rugieron como desbocadas, dispuestas a presentar el caos allá donde las llevaran.

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26/06/2017, 11:02
Ramiel

Entonces oísteis un suave carraspeo, y al giraros vísteis a vuestras elapdas a un ángel de túnica blanca y alas resplandecientes, en cuyos pies tenía un horrendo monstruo alado, sobre el que iba sentado; su talla era gigantesca, como las citadas tales criaturas de Abbadón. Entonces se colocó sobre vuestras cabezas y se dirigió al monje, el cual estaba sorprendidísimo de su presencia.

Mi nombre es Ramiel, el que se coloca por encima de los que se alzan. Bueno, Hierónimus -habló el ángel-, espero que no contaras con el pobre Bileto para controlar a estas criaturas... -Ramiel golpeó al ser que tenía debajo, que era Bileto, dueño de aquellos horrores, al que había sometido-. Hemos tenida una pequeña charla y el pobre está algo... indispuesto -se veía también-. Y claro, resulta que ahora, estas criaturas obedecen al más poderoso. Que casualmente soy yo.

Entonces el ángel chasqueó los dedos y las criaturas se enbravecieron, encarándose a al tipo.