Partida Rol por web

Te encuentras en una taberna sobre el camino a Brökel, el sendero limita con el bosque Drakwald y saliste allí luego de la emboscada...

Das un sorbo a la cerveza que tienes frente, tiene un sabor amargo pero está aguada...El maldito lugar ni siquiera tiene nombre y el tabernero es un viejo asustadizo... Hay varias mesas y tres están ocupadas, quedando una libre...

La sala es pequeña y una puerta la separa de la sala comunal, donde parece que tendrás que dormir...El viejo duerme en el altillo...quizás puedas "convencerlo" para intercambiar habitaciones...

Todos estos pensamientos deambulan por tu mente hasta que se ven interrumpidos por algo... Un hombre entra al establecimiento, está vestido con un abrigo grueso pero puedes percibir una armadura debajo de él... Como buen explorador, observas cada uno de sus detalles, sus botas están manchadas de barro y notas un par de hojas en su abrigo, sin embargo, el sendero es empedrado... Quizás el hombre haya salido del bosque, aunque últimamente es un lugar un poco peligroso...

Da una mirada a su alrededor y se sienta en la mesa libre, llama al tabernero y éste le trae una pinta de cerveza... El hombre tiene una mirada hosca, pero no puedes apreciar mucho más una vez se sienta, no sería bueno que se diera cuenta de que te fijas en él...

Luego de efectuar con un éxito rotundo el escape de aquella emboscada, no quedaba otra opción que hospedarme en aquella taberna de pobre estructura. Llego y pido una cerveza la cual no es de las mejores que he probado pero es lo que allí servían, no es de gran importacia, tampoco el sabor de aquella cerveza aguachenta, sino de como haría para convencer al tabernero de que intercambiemos habitaciones o me de una mejor, ni loco duermo en una sala comunal a menos que sea la ultima opción.

¡¡Demonios!! debo averiguar quién me tendio la emboscada o por qué, por ahora solo puedo recuperar fuerzas y descansar, a la manaña que viene con la mente fría vere que hacer al respecto.

Mientras estos pensamientos invadí an mi cabeza, entro derepente un extraño hombre de aspecto tosco, llevaba las botas embarradas y con hojas lo cual me indicaban que de seguro se paseaba por el bosque o algo por el estilo, me llamó de sobremanera su actitud al entrar, esa mirada que husmea con rapidez para ver si encuentra algo que busca o algo que le busca, luego se sentó y pidió una cerveza. Traté de ser lo más discreto al verlo y trate de poder ver con detalle a ese sujeto que acababa de ingresar.

Vaya, donde se hábra metido este tipo para terminar con sus ropas así además porta armadura, la cual utiliza para defenderse, pero ¿de qué? Capaz que es un espía o un luchador ordinario, trataré de no llamarle la atención y así poder ver mejor a este sujeto tan misterioso.

Observas de manera discreta y precavida el accionar del hombre... No hace nada fuera de lo común, mira hacia la nada y cada cierto tiempo le da a un trago a su cerveza...

Sin embargo, de repente se toma la cerveza de una vez, chorréandole algunos hilillos de la bebida por las comisuras de sus labios, y se pone de pie de manera abrupta...

Te mira directamente y notas que sus ojos están enrojecidos, pero no ha bebido mucho como para eso, falta de sueño quizás...

El hombre se acerca hasta la esquina en la que estás a grandes zancadas, apoya las manos fuertemente contra la madera vieja de la mesa y comienza...

¡¿Qué estás mirando?! - exclama el hombre salpicándote algunas gotas de saliva en tu rostro, las que pasan la capucha -

 - El hombre espera unos instantes aunque no suficientes para dar una respuesta y te increpa a la vez que hace un gesto - ¿Y bien?

Ahora que lo ves de cerca, estás aún más convencido del hecho de que viene del bosque...

Al ver al bruto animal encimarse ante mi solo por como lo observaba solo me remito a responder. La desagradable manera de alborotar que tenia y de escupir saliva al hablar dicen mucho de su personalidad, la cual parecía la de un bruto troll, pero eso solo intimida a los pobres diablos, con migo esa actitud solo denotaba miedo y inseguridad ya que se sentía observado.

Jajá, los que llevan algo que ocultar saltan solos y se descubren sin prisa, solo con hacerlos sentir perseguidos y ya dan a ver si tienen motivos por sentirse así, así que, este sujeto que tendrá que esconder, ¿acaso será algún secreto que deberá guardar ya que se trata de alguna información muy importante? Sea lo que sea lo tratare de averiguar, ya sé que algo tiene que lo hizo sentirse observado y eso es una certeza.

Miro al hombre que desesperado quería oír respuestas las cuales le daría pero con tranquilidad. No debe alterarse de esa manera, luego de levantar la mirada exclamo:

- Buenas, perdone si lo incomode con mi constante observación, pero por favor siéntese- digo mientras señalo la silla frente a mi- es solo que me llamó poderosamente la atención que proviniera del bosque sabiendo cómo se ha puesto de peligroso estos últimos días.

Luego espero a su respuesta.

El hombre tuerce el gesto y ladea la cabeza mientras hablas...

Se sienta cuando se lo dices y da unas incómodas miradas a su alrededor y vuelve a fijar su atención en tí...

Cuando mencionas el bosque, el hombre abre los ojos desmesuradamente durante un instante, aunque rápidamente vuelve a su actitud hosca...

Rápido, pero no lo suficiente - piensas ya que el gesto no ha pasado desapercibido para tus ojos...el hombre no esperaba eso... -

Calla -dice ahora en tono bajo, como si fueras tú el que llamó la atención de los pocos concurrentes de la taberna y no él, quién se puso a gritar - Aramil, ¿No es así? - el hombre inquiere y su semblante pasa a ser mucho más serio y concentrado, quizás no sea un simple bruto con ganas de fastidiar... -

Da una mirada de reojo a su alrededor y se muestra disconforme...

Vamos - dice ahora sin esperar tu contestación - Este lugar no me gusta...

El hombre se pone de pie y te hace un gesto con la cabeza en dirección a la puerta, luego, sale por la misma con paso tranquilo...

Aramil logra notar la sorpresa que expresa con sus ojos aquel hombre cuando el menciona el bosque, de seguro debe estar relacionado con lo que me paso. El hombre parecía saber algo de suma importancia, además sin dejar a duda que este hombre no le gustaba la idea de que supiera donde había estado.

Mmm, extraña reacción, cada vez más indicios de lo que me temo, pero bueno vamos Aramil, acuérdate que con tu experiencia esto no debería de asombrarte, la traición es solo una faceta de los hombres, solo debes averiguar ¿quién? ¿Por qué? No te preocupes Aramil ya lo descubrirás.

Mientras observaba los gestos y pensaba esto el hombre me sorprende al mencionar mi nombre, ¿me conoce? pero ¿cómo?, ya era rara su actitud de ocultar alguna verdad y ahora sale con que me conoce, encima me dice que llamo la atención. El hombre se levanto y se dispuso a salir del lugar ya que menciono que para el no era nada seguro, que es más seguro ¿el bosque o aquí? Sea lo que sea me levanto suavemente dejo lo que sale la pinta de cerveza y con un movimiento suave me dirijo tras el.

Esto sí que es raro, me conoce, ¿y si es una emboscada de nuevo? Bueno es un riesgo que he de tomar.

Voy tras aquel hombre y lo sigo pero siempre atento a mi entorno por si algo raro pasara.

Sales de la taberna y respiras el fresco aire de la noche, hay una ligera brisa pero el clima es agradable... Una gran luna ilumina el sendero pero no ves por allí al hombre...

Sientes el crujido de una rama a tu izquierda y te giras alarmado, sin embargo, era falsa alarma...

El hombre está saliendo del bosque con dos caballos negros como la noche y en buen estado...

Sale de la espesura con dos caballos bien cuidados y los trae junto a tí...

Acaricia el cuello de uno y monta en él con pestreza, su gesto se vuelve más amable y susurra unas palabras en su oido antes de volver su mirada a tí...

Este es para tí - te dice señalando al otro semental - Debemos apurarnos si queremos llegar a Mittelweg para el amanecer...

Mira el sendero entes de seguir hablando...

Por cierto mi nombre es John, nos encontraremos con alguien en Mittelweg, pero debemos apurarnos o no llegaremos a tiempo...

Aramil se siente un poco más seguro con el gesto del hombre, pero aun así no está de lo más confiado, eso si no va a dejar que esa desconfianza arruine sus posibilidades de salir de ese maldito lugar. Ve los hermosos animales que trae John y se asombra por el buen estado en el que están, ve a John subirse y explicar que debían encontrarse con una persona antes del amanecer en un pueblo llamado Mittelweg, debía estar bastante lejos, ¿pero había que salir a estas horas? Por surte la luna acompañaba en su mayor esplendor y alumbraba el sendero, la suave brisa y el fresco olor de la noche eran cantos para él, el bosque era su lugar y  allí había vivido y sido criado, era una noche perfecta para andar por el bosque.

Bien, habrá que ponerse en marcha, veremos que tan rápido llegamos en estos animales, a si no debo olvidarme de Elinore mi buen compañero (el águila), deberé llamarlo y que ande sobrevolando bajo y a nuestro ritmo, pero eso no será reto para mí fiel amigo.

Tras darle unas caricias en el cuello al caballo, me monto y me acomodo bien, luego de eso hago un leve silbido y espero que Elinore se asiente  sobre mi mano derecha, luego de que lo hace hago un gesto para que se ponga a volar y así seguirnos.

Bueno John, partamos ya sin mas preámbulos, las respuestas las veré en Mittelweg.

Luego de espero a ver la respuesta de John.

Elinore traza unos círculos en el cielo nocturno antes de posarse majestuoso sobre tu mano derecha...

John observa al ave con perspicacia durante unos instantes antes de dejar de prestarle atención para atender a lo que dices...

Bien! - dice el hombre enérgicamente, parece que con esa frase has cambiado radicalmente su actitud y de un segundo para otro - Partamos entonces, no hay tiempo que perder...

El hombre espolea a su montura y ésta responde con rapidez comenzando a galopar a toda velocidad por el sendero pedregoso...

Aramil  observa como John se aleja por el camino al galope, cuando ve que su fiel Elinore comienza a volar, solo le da un golpe suave al caballo para empezar la larga carrera hacia Mittelweg, sin descanso hasta allí guiado por la clara luz de la luna.

Espero no tener ningun inconveniente hasta llegar a Mittelweg, pero como esta de tranquilo no creo que encontremos ningún obstáculo en el camino.

Dos hombres galopan a toda velocidad por un sendero pedregoso que linda con el bosque. Como sombras que apenas se distinguen al pasar, ambas figuras son sobrevoladas por un ave que vuela de manera majestuosa, un águila, si se mira en detalle.

La noche es iluminada por una gran luna y la prisa se muestra patente en el rostro de uno de ellos, mientras que el otro, cabalga con suavidad y habilidad envidiable. Una mirada serena y pensativa domina el rostro de este otro hombre.

Ves como el paisaje pasa rápidamente a tus flancos, es una marcha exhaustiva y los caballos no aguantaran demasiado, esperas que el viaje sea corto y a ese paso no crees que puedan tardar demasiado.

Pasan algunos poblados pequeños sin nombre, granjas amontonadas cuya única defensa es la milicia conformada por algunos de los habitantes. Aldeas en constante peligro, amenazadas por los peligros del bosque, el bosque de Drakwald es uno de los pocos bosques a los que no se les ha ganado mucho terreno para el ganado y la cosecha, quizás el más grande del imperio, aunque eso es difícil de comprobar.

Los caballos comienzan a inquietarse, gracias a ello la marcha resulta un poco más dificultosa. John aminora la marcha y escrutas el bosque con la mirada...

En eso, empiezan a escuchar sonidos provenientes de más adelante en el sendero, reducen la velocidad hasta paso de hombre, John se baja de su montura y te hace un gesto para que no hagas ruido, ambos pueden escuchar sonidos extraños de más adelante, aunque no pueden distinguir nada con la vista...

Aramil contento por el trayecto y muy emocionado por lo que pudiera pasar. De pronto se oyen ruidos provenientes de mas adelante, aunque son audibles no puede distinguir de que se trata, enseguida se oían estos ruidos ve a John desmontar. Observa a su fiel Elinore que también se detiene y se posa sobre su brazo cuando Aramil hace un gesto con el. Luego desmonta y hace un gesto a Elinore que se mantenga cerca pero que no llame la atención, luego saca su arco y lo tensa muy ligeramente  y trato de ocultarme en las sombras e ir tras ese ruido.

Bien mi buen Aramil, concentrarte y poner la mayor atención ya que de eso puede que dependa tu vida, que hermosa noche para tener un contratiempo, la verdad que la luna esta en su máximo esplendor. Mi buen Elinore, siempre fiel y compañero leal nunca me ha defraudado, es el mejor amigo que pudiera pedir. Ahora concéntrate mi buen Aramil y ve a ver de qué se trata.

 Luego en sigilo me dirijo hacia donde provenía el sonido.

Caminas sigiloso por el sendero pedregoso, Elinore se posa sobre un árbol mientras intentas ocultarte en las sombras del camino...

Los sonidos son cada vez más apreciables a medida que te acercas a lo que sea que los esté produciendo, te escondes detrás del grueso tronco de un árbol y observas furtivamente al tramo siguiente del sendero.

Una gran criatura, cuya cabeza es dominada por unas grandes cuencas redondas y vacías y un pico ganchudo, se encuentra en el medio del sendero, despedazando el cuerpo de algo o alguien que, a estas alturas, ya es irreconocible. El cuerpo de la criatura es un esqueleto de algo similar a un oso, que se sostiene sin razón aparente, sus vacías cuencas son llenadas por una escalofriante luz de tonalidad rojiza. Parece no haber notado tu presencia y sigue destrozando el cuerpo con su poderoso pico.

Mientras tanto, John se queda estático y no hace ningún ruido, segurmente no es muy diestro en el combate y cree que así ayuda más que poniendose en un peligro innesesario.

Aramil se oculta en las sombras y sigiloso como un animal salvaje se acerca a su objetivo que fácilmente es visto a una distancia de 100 pies. No duda un segundo en lanzar dos flechas a el curioso animal y así llevar una ventaja al combatir, la criatura estaba devorando algo que parecía ser una persona o un desafortunado animal. Sin titubear Aramil, dispara dos flechazos dirigidos a la gran bestia.

Rápidamente, disparas dos flechas en dirección a la bestia las cuales dan en el blanco. Sin embargo, las saetas impactan contra el duro esqueleto de la criatura, saltándo en pedazos y no produciendo ningún daño.

Enfurecido, el monstruo mira en tu dirección con sus refulgentes cuencas y carga hacia tí aunque la distancia que los separa es aún considerable...

Aramil observa que sus flechas impactan en el objetivo pero sin embarco no logra hacer producirle algún daño, sin embargo nuevamente trata de asestarle dos flechas mas, estas serian las últimas dos ya que luego debería pelear con sus dos espadas si no quería ser devorado por aquel monstruo.

Nuevamente, disparas dos saetas, una de ellas impacta en el cráneo de la bestia, astillando el hueso y produciendo un poco de daño, sin embargo, la otra roza el brazo de la criatura, sin producirle siquiera un rasguño...

La bestia te mira con sus refulgentes ojos y se acerca, quedando a distancia para un combate cuerpo a cuerpo, sin embargo, tienes tiempo de actuar antes de que realize su ataque.