- No escucho nada tras ninguna de las dos puertas. – comenta el elfo al despegar la oreja de la ultima puerta que revisó. – ¿Por cual queréis que comencemos? A mí me es totalmente indiferente. –
A mi tambien me da totalmente diferente. Si no podemos saber que entro por ellas entonces debemos averiguarlo.
Exclamo desenvainando mi daga a la espera de que mis compañeros habran una de las puertas.
Deje una indirecta aver si la agarran.
Entonces...- tomo la iniciativa -veremos qué hay detrás de la primera puerta- e intento abrirla con la mano, para ver si se encontraba sin llave u otra clase de trabas.
Jormund abre la puerta a su derecha con cuidado, esperando que ninguna trampa se dispare, pero nada sucede, ésta gira sobre sus goznes sin producir ruido y deja a la vista una pequeña habitación. En el centro de esta recámara hay un escritorio sobre el cual hay apoyado un libro pequeño cubierto de polvo, mientras que todas las paredes están tapadas por estanterías llenas de libros con muchos y diferentes temas.
Me acerco busco trampas y cosas de valor.
Observó la habitación durante unos segundos para cerciorarse de que no había nadie dentro, aprovechando el tiempo que Rimi registraba la habitación en busca de trampas. Una vez su pequeño compañero dio el visto bueno avanzó hacia el escritorio para observar el libro que se encontraba sobre él. Se fijó en si había algo escrito en él, sin tocarlo.
Yo decido quedarme a hacer guardia en la puerta, sólo por si algo quería tendernos una trampa o algo por el estilo. El lugar ya me fomentaba demasiado misterio y seguro que algo raro había dentro de ese maldito lugar -Apuren antes que alguien note que hemos llegado- digo casi susurrando, con la esperanza que mis compañeros no se adentrasen demasiado en la lectura de la habitación ni de lo que dentro de ella se pudiera encontrar.
Lo lamento por los retrasos, estoy teniendo problemas para postear entre lo de las olimpíadas y que tengo que hacer un back-up de mis archivos para restaurar o reinstalar, según corresponda, mi computadora.
No hay problema. Lo que necesites, Master.
Rimi registra la habitación con sumo cuidado y no encuentra nada que pueda resultar peligroso. Luego, se dispone a buscar algo de valor, sin embargo, en la habitación no hay nada más que libros de variados y extravagantes temas.
Vened, por otro lado, se acerca al libro cubierto de polvo y lo inspecciona con cuidado, procurando no tocarlo.
El libro tiene un encuadernado de cuero y, al menos la tapa que está a la vista, no tiene ninguna inspcripción.
Aquella estancia tenia que ser lo que venían buscando, el mago Glenn Bretchard los ordenó que llevaran todo el material bibliográfico que encontraran, y era muy probable que se refiriera a lo que había en esta sala. – ¿Serán estos libros a los que se refería el mago?, de ser así no ha sido demasiado fácil dar con ellos. – El elfo no las tenía todas consigo, parecía todo demasiado sencillo. – Jormund, deberíamos revisar también la otra sala a ver que es lo que encontramos. – comentó al enano, que parecía estar desesperado por la falta de acción.
No tenia nada para decir. Realmente no entendia para que una persona querria libros. Gente inculta. Los libros solo sirven para hacer fuego.
Pense para mis adentros mientras salia de la habitacion con calma.
Es cierto- digo al acomodarme mi cinturón -Si eso implica salir rápido de aquí, lo que sea!!- y, saliendo a las apuradas, me dirijo hacia la otra puerta para abrirla. Este lugar ya me estaba haciendo dar náuseas y no veía el momento en que saliéramos de allí nuevamente.
Segui al enano con mis dagas desenvainadas.
Jormund abre la puerta con resolución y deja a la vista un cuarto vacío exceptuando por una escalera que baja en el lado opuesto al de la puerta.
Perdón! Me había saltado postear acá :S...
Bueno, veo que al fin tenemos algo!- digo acomodándome el grueso cinturón -Pequeño, avisa al elfo lo que hemos encontrado y luego bajaremos por aquí- me dirijo al mediano. Este lugar se tornaba sombrío con cada paso que dábamos, y en cualquier momento otra trampa nos caería encima como si fuéramos ratas, por lo que no quería confiarme de estos detalles que íbamos encontrando a nuestro paso. Esos pensamientos se acompañaban a la vez que tocaba mi barba, en claro estado pensativo...
Me acerque al elfo y le dije
En la otra habitacion hay una escalera. Vamos a inspeccionar. Acompañanos.
Exclame mientras le señalaba el camino.
El elfo acudió raudo a la llamada de Rimi para ver lo que había en la otra habitación. – Vaya, parece que este lugar contiene una segunda planta. Es posible que los libros que buscábamos sean los que había en la otra sala, aunque también es posible que abajo haya más. Que creéis, ¿Debemos coger estos libros antes de continuar?. – preguntó Vened para conocer las opiniones del resto de sus compañeros.
Después, observó la habitación unos momentos y se detuvo a escuchar por si algún ruido viniera de abajo.
Master, si tengo que tirar me lo dices.
Todos se encuentran en la habitación en silencio, esperando, o quizas no, escuchar algo proveniente de las escaleras descendentes. Sin embargo, nada se oye y la quietud del lugar se mantiene.
Ninguna tirada ;)