A Tremens no le hizo gracia esa afirmación. "Quien era y que quería, además como sabe que nos puede interesar los que nos tenga que decir... Seguro que el tabernero tiene algo que ver, el caso es que habrá que averiguarlo..."
Tremens se incorporó y salio de la estancia para encontrase con el tipo al que se refería el tabernero, con paso firme se dirigió hacia él, con la esperanza que los demás hicieran lo propio.
- Y bien?
Me parece raro que si alguien tiene algun tipo de propuesta para nosotros no quiera entrar a hablar, estoy alerta por si sucede algo inesperado...
Gryg salio del almacen esperando escuchar la propuesta de ese hombre
Observo el almacen buscando un sitio donde esconderme o algun sitio para poder salir, poco mas y soy paranoico en vez de precavido, asi que busco ventanas por las cual poder salir.
Sino simplemente miro por la puerta sin delatar mi posicion.
Sentado en la barra se encuentra un hombre de edad avanzada, sus brazos están apoyadas sobre la mesa y sus dedos entrecruzados en gesto paciente. Grandes ojeras pueden apreciarse en su rostro, sin duda no ha dormido mucho últimamente. Reprime un bostezo antes de comenzar
Mis disculpas caballeros - dice acompañandose de un gesto - He venido desde Middenheim y no he podido permitirme ni un poco de sueño, algo que, a mi edad, no me es sencillo. Pero eso no es importante - el hombre intenta retomar un inexistente hilo de la conversación - Mi nombre es Glenn Bretchard, y tú debes de ser Gryg - dice mirando al semiorco con una sonrisa en su rostro a la vez que le tiende una mano delicada pero firme - Lo lamento, no conozco sus nombres - dice ahora mirando a Tremens y a Mortaz - Me he enterado de que planean formar un grupo de mercenarios y quiero ser su primer cliente... ¿Qué me dicen?
El anciano vuelve a entrecruzar sus dedos sobre la mesa esperando una respuesta. Mientras tanto, el tabernero termina de atender otro cliente y cierra la puerta del pequeño almacén. Luego, los invita a que tomen asiento del otro lado de la barra.
El almacén es sumamente pequeño y no sería un lugar cómodo para el anciano, además, en él hay una pequeña ventana, cerrada, y una puerta que lleva al exterior, también cerrada. Te ves obligado a salir de ahí una vez el tabernero se dispone a cerrar la puerta.
Miro a Gryg a la espera de una respuesta, se que el quiere apresurarse a rescatar a su compañero asi que seguramente este trabajo tenga que esperar, a no ser que quede de camino, o por capricho de los dioses tengamos un cometido parecido o en mismo lugar que donde el semiorco quiera llevarnos.
Examino al anciano, para averiguar su posicion social...
Habla anciano, te escuchamos, tenemos un trabajo que hacer pero si a ambos nos viene bien tal vez podamos llegar a un acuerdo
Tremens miró al tabernero con cara de pocos amigos después de escuchar la explicación ese Glenn, debía haber sido él, el que le comunicó de un nuevo grupo de mercenarios, deberían enseñarle a tener la boca cerrada, no era bueno que diesen publicidad así por así, pero ya se encargaría más tarde, ahora había que escuchar la propuesta del recién llegado, o al menos es lo que parecía que quería el semiorco...
El tal Glenn parece ser de una categoría alta y, aunque sus ropas y actitudes no son las de alguien ostentoso, sus gestos y dialecto son de lo más elegantes.
Verán - dice mientras acompaña sus palabras con movimientos de sus escuálidas manos - Hay un grupo de aventureros que están en busca de un objeto. Pronto, se dirigirán hacia Middenheim con dicho objeto y estoy seguro de que habrá alguien que intentará robárselos...No me malinterpreten, no estoy pidiendo que sean los guardaespaldas de estos aventureros no...quiero que cuiden el objeto, no se lo arrebaten a ellos si no es necesario pero, si ven que las cosas se tuercen, deben asegurarse de que el este llegue, sano y salvo, a mis manos - el anciano vuelve a entrecruzar sus dedos - Estoy dispuesto a pagar 500 piezas de oro para cada uno...más extras si las cosas se les complican...incluso puedo darles un adelanto - alza las cejas - ¿Qué les parece?
Es una buena proposición como primer trabajo para un nuevo grupo de mercenarios, la paga es buena y el trabajo no parece ser complicado.
Tremens: el tabernero hace caso omiso de tu gesto.
Gryg lo piensa unos momentos la verdad es que es mucho dinero, y con ello podre armar mejor el grupo para poder ir a buscar a mi amigo mas tarde...si quisieran haberlo matado ya estara muerto y sino no pasara nada por demorar un poco mas su busqueda...un negocio asi no se da todos los dias, seguramente el enano haria lo mismo...
Esta bien anciano aceptamos el trabajo, danos toda la informacion y nos pondremos en marcha...y necesitaremos un pequeño adelanto para equipaje, armas y provisiones...
El anciano se frota las manos y una sonrisa se forma en su rostro
Bien! - dice de manera alegre - Manos a la obra
Se agacha y toma de detrás de la barra un mapa que extiende sobre la madera. Es de las cercanías de la ciudad de Middenheim e incluye un plano de la misma ciudad
Verán, estos aventureros se encuentran aquí - señala un punto en el bosque, no muy lejano a la capital de la provincia - en unas ruinas, recuperando dicho objeto, este objeto es un libro. Una vez lo recuperen se dirigirán a este lugar - marca un edificio en el plano de la ciudad - Luego deberían de partir hacia aquí - el anciano hace un gesto abarcando la capital imperial - Su trabajo - dice ahora y su hablar es claro y calmo - es asegurarse de que el libro llegue sano y salvo aquí...Preferiría que estas personas no se enteraran de su presencia...no les caería muy bien la idea de que les sigan, pero bajo ninguna circunstancia deben hacerles saber que están en busca del libro.
El grupo de aventureros está formado por un enano llamado Jormund, un mediano, Rimi, y un elfo, Vened...Este último parece desempeñarse como su líder...He aquí un dibujo de él para que puedan identificarlos. Pueden quedarse con el dibujo y con el mapa...
Ahora bien, en cuanto a su adelanto...¿Cien piezas de oro para cada uno estará bien? - inquiere el anciano mientras toma una bolsa de detrás de la barra que produce un tintineo cuando la apoya en la madera -
Tremens estaba impasible ante los acontecimiento aún pensando que la manera de actuar del semiorco era algo egoísta refiriéndose a su amigo perdido, bien era que eso a Tremens no le importaba, pero se preguntaba que si en algún suponer fuera él quien estuviera en esa situación seguramente tendría que buscarse la vida pues no podía esperar que el semiorco lo ayudara en demasía, puesto que no lo hacía por un amigo, mucho menos por un recién conocido, acababa de perder muchos puntos a favor.
Cierto era que a Tremens le daba igual un trabajo que otro, así que por el momento aceptaría esa faena a simple vista fácil, después ya se vería en que acababa todo esto, había estado callado bastante rato, así que era momento de hablar...
- Yo suelo cobrar siempre la mitad del precio acordado por adelantado, y el resto al acabar el trabajo.
Tremens empezaba a pensar que ese trabajo encerraba algo más que una simple protección hacia el libro, pero de momento no quería saber nada más, quería el dinero, después ya vería si necesitaba saber el que de todo...
Perfecto - dice el anciano uniendo las palmas - Serán 25 piezas de platino entonces - el hombre abre la bolsa, cuenta las monedas y les entrega un pequeño saco con el dinero a cada uno -
El hombre toma un pergamino con una especie de contrato en él.
Aquí están todas las cláusulas que estuvimos hablando - dice - Si fueran tan amables de firmar...
Les tiende el contrato y una pluma con un tintero...pueden verificar que el contrato establece por escrito lo ya hablado.
El semiorco lee las clausulas y, despues de pensarselo por ultima vez y dando gracias por que el trabajo caiga como mana del cielo, firma el contrato.
Tremens coge el contrato con poco entusiasmo, nunca le a gustado afianzarse en algo, y eso de firmar... Aunque tampoco pasaba nada, al menos eso pensaba él... Finalmente después de mirarlo de arriba abajao y mirar de ves en cuando al contratista acaba frmando y devolviendo el contrato...
- Ya está...
El anciano asiente repetidas veces
Bien - dice y toma el contrato, le da una rápida ojeada y se lo tiende a Mortaz - Su turno señor - dice con una sonrisa -
Le hago un gesto a Gryg para que se acerque a mi y poder hablar sin que nadie mas nos escuche.
Creo que seria buena idea que nos dijera el aspecto de ese objeto, color, marcas distintivas, altura y peso, creo que podria conseguir una falsaficacion estetica relativamente buena que estoy seguro que nos seria de bastante utilidad...
Me parece buena idea le digo al odio a Mortaz. Despues me dirigo hacia el anciano y le digo creo que nos seria de gran utilidad saber el aspecto de ese objeto, color, marcas distintivas, altura y peso
Pero antes- dice el anciano e insta a Mortaz a firmar -
Entrecruza los dedo en gesto paciente y su expresión pasa a ser pensativa
El libro no tiene cualidades especiales, a simple vista no parece ser algo importante a menos que seas alguien interesado por la investigación de los misterios de los planos de existencia...En fin, algo que no interesa a los ladrones comunes.