Partida Rol por web

Decidido el montaraz da un paso al frente mientras su mano vuela a la espalda donde el artiliugio de su mochila le permite extraer sin problemas la nueva flecha que deposita en el arco. La cuerda se tensa una vez más en el preciso momento en que las espuelas de la chica se clavan en el caballo. Dos veces la mano del montaraz acudió a su espalda y dos veces los chasquidos de su arco precedieron sus certeros tiros.

 Continuo caminando despistado de todo lo que estaba pasando. Saetas del explorador atestaban en el cuerpo de la mujer, y haciendo como que no me importa disfruto de gran manera lo que estaba sucediendo.

Te lo mereces inepta. ¿Por que Aramil le disparará?.

Continuo caminando como quien no se da cuenta del asunto.

 Aramil dispara dos veces más antes de que el caballo reaccione como es debido y comience a correr, poniendo a Amanda fuera de alcance.

La bestia se aleja mientras las saetas vuelan. Todas dan en el blanco, pero ningúna en un punto vital. La chica sin duda tiene recursos, y parece que la equitación es uno de ellos, pues se mueve como una profesional encima de un caballo y guarda la compostura en su montura a pesar de las heridas.

- Aún tengo una oportunidad... no te escaparás fácilmente.

Decidido el montaraz da un nuevo paso adelante, afianza las piernas en el suelo y hecha una vez más su mano a la espalda.

Ya a una distancia aceptable, introduce el caballo entre los arboles, desapareciendo de la vista del par. Las heridas de su espalda son sumamente dolorososas, pero por el momento debe seguir adelante...

Las precisas flechas del explorador derriban a la mujer de su caballo a la carrera. Amanda cae de su montura, pero las riendas quedan enganchadas y su caballo asustado no deja de correr, alejándose y adentrándose en la espesura, con el cuerpo de la joven arrastrándose detrás de si.

- Blanco...

El montaraz pierde el interes en su presa, recuerda lo que tiene entre manos y se dispone a completar su trabajo. Primero echa mano de la misma bolsa de cuero que utilizó antes con el otro hombre, de ella extrae una de esas semillas extrañas introduciendo las manos entre sus ropas la coloca cerca del pectoral derecho, donde hace unos minutos recibió un severo impacto.

-No me gustaba aquella chica- dijo tranquilamente meintras levantaba la cabeza buscando a su fiel amigo Elindorë -Pretendía dejarnos atrás llevandosé las pocas pertenencias de estos pobres diablos. Creyó que era fácil burlarse de mí.

El mntaraz recorre los cadaveres recogiendo las flechas de sus cuerpos, las reune todas y las deja a un lado del camino cubiertas por algunas hojas. Luego espera el regreso de Elindoré con alguna información de los caballos.

 Tu ave regresa, pero no trae noticias, al parecer, no ha podido ubicar a las monturas, lo cual no es extraño ya que si se han adentrado en el bosque, sería casi imposible encontrarlos.

El majestuoso vuelo del aguila temirna en el antebrazo del montaraz, este susurra algunas palabras en el pico del animal, parece que ocurre una conversación a susurros entre ambos. Aramil acaricia el lomo del aguila y la libera al aire para que ejercite un poco más sus alas.

- No hay rastro de los caballos Celghick, así que debemos continuar nuestro camino andando. Sugiero que sigamos el rastro del enloquecido caballo de Amanda para intentar discernir si ha muerto o no. Así quizá podamos dar al menos con su caballo o con su cuerpo... o con algo de las pertenencias que pretendía quitarnos.

 Con una mueca que mas que parecer una sonrisa gentil se nota algo macabra miro a el señor Aramil. Pues bien. Creo que no puedo tener mejor compañero de equipo que usted. Sigamos el rastro, la sucia sangre de la mujer tiene un olor delirante. Fácilmente podremos encontrar su cuerpo solo o a los caballos con el. Continuo caminando a la par del explorador quien con sus saetas había demostrado lo buen luchador que era y sobre todo el dinero.

Al fin, si no lo hacia el lo iba a hacer yo. Que dulce es el olor de la sangre recién derramada. mientras caminamos miro el rastro de sangre y lo toco con los dedos mientras lo paso por mi boca.¡Delicia!. Aun esta caliente.

 Al principio, el rastro es evidente, sin embargo, a medida que se adentran en el frondoso bosque, las habilidades de Aramil empiezan a ser requeridas para seguirle la pista al animal, se acerca la hora del mediodía y parecen estar acercándose, ya que las huellas, ante la aguda visión de un experto, revelan que la marcha de la montura se ha hecho más lenta.

El montaraz se inclina sobre el rastro reciente de las huellas del animal y la sangre de su victima. El bosque de alguna forma le reconforta, en él se siente mas seguro que ne medio del camino, y no por que sus peligros sean de menor importancia, peor al menos no son traicioneros.

- Decidme Cleghik, ¿que mas sabeís de la misión en la que nos encontramos? ¿Teneís alguna información extra de aquel grupo? cualquier dato que podaís compartir será de gran ayuda para hacerme una idea- De súbito Aramil detiene la charla y mira hacia adelante aguzando el oído, unos segundos después se vuelve con tranquilidad -¿Cuantos son? ¿que apriencia tienen? ¿de que artes disponen?-