Partida Rol por web

Camino muy lentamente hacia aramil.

...te has demorado. ¿que has logrado en este tiempo Aramil?.

Vamos, vamos!

Nono, esque hay gente posteando =/, voy a tratar de apresurar un poco el asunto.

Aramil sorprendido mira a su compañero, luego mira al sujeto que iba con él y responde.

-Si estoy trabajando en ellos, solo necesito pagar y podremos despedirnos de esa "bestia", síguenos.-

Observo como la oscura noche daba un toque de pesadez al ambiente. De un momento a otro las palabras de Aramil se volvían sospechosas. Tal vez un paso era la diferencia para vivir o no vivir. El era un cazador, y cazar personas también puede ser una habilidad.

No te apresures tanto Celghik. Tienes que confiar un poco. Pero, ¿porque la demora de Aramil?.

Camino muy lentamente con mis manos atrás, precisamente sobre el mango de mi masa, solo como una prevención, sin dar una vista hostil de mi presencia.

¿A donde me vas a llevar Aramil?.

Afinas tu oído, pero sólo te ves capaz de escuchar las palabras de Aramil y el susurro del frío viento.

Por otro lado, tu conjuro demuestra la presencia de magia cercana a Aramil, sin embargo, el aura es débil, quizás producto de algún objeto con cualidades mágicas.

Ante las palabras de Aramil, un hombre se deja ver, tiene una holgada túnica que no deja ver sus facciones ni su contextura física, aunque es de tamaño mediano. Está unos momentos quieto, analizándote, y luego hace un gesto con la mano, indicando que le sigan mientras él se adentra en el callejón oscuro.

Vamos - añade luego - No hay tiempo que perder.

Sigo al hombre encapuchado y, de paso, le digo a Celghik lo siguiente

Créeme, con esto nos liberaremos de la pelirroja - digo y sigo caminando y prestando atención a mi entorno, no quiero que nos embosquen -

Las palabras de Aramil de daban un poco de tranquilidad. Cuanta satisfacción sentiré cuando mate a esa mujer. Muchos mas querrán participar de esto. Por una persona no se puede terminar todo. ¿Donde estará esa mujer?... Celghik. Debes estar pendiente. No te confíes.

camino a su lado con cautela, los muros tenían oídos, y las calles de este pueblo eran cada vez mas y mas oscuras, como si el aire tuviera una intención maligna, una de la que nosotros nos percatábamos muy bien.

me placen mucho tus palabras Aramil. ¿sabes algo de esa mujer?. 

Aramil observa a su compañero y sonríe, luego exclama.

-Que mañana temprano morirá.-

Ha pasado ya un tiempo, es muy avanzada la noche.

Ambos siguen al misterioso hombre mientras se adentra en oscuros pasillos y callejones de la ciudad. Aunque están atentos, no ven a nadie ni nada sospechoso. En un momento inesperado, el hombre se detiene y se voltea hacia ustedes.

Muy bien, antes de seguir, quiero ver el dinero, saldrá 4000 piezas de oro porque me habéis caido bien - dice el hombre y luego hace silencio, en espera de una respuesta -

Nada demostraba mi rostro, solo una simple sonrisa que se dibujaba dandome aun mas un aspecto desafiante. Para quien me miraba no sabia si intimidarse  o simplemente catalogarme de loco, al final las dos cosa eran completamente ciertas.

Que nos das tu. Para que veas el dinero, tenemos que ver primero el producto. ¿Como sabemos que no nos estas dando lo que no es?. es mas fácil estar conciente de que lo que te damos es dinero a que nosotros sepamos que lo tuyo es lo que en verdad es. Dame seguridad. Y nosotros con seguridad te mostraremos el dinero.

Me mantengo siempre un poco atras de aramil.

¿que esperamos?... Celghik es fácil, estamos esperando el momento, el momento adecuado.

Cuando Celghik empieza a hablar se nota como el hombre no está a gusto.

Heh - se "ríe" ante las palabras del clérigo - ¿Seguridad?, ya le he dicho a tu compañero lo que le estaba vendiendo...Esto está más que claro, ustedes no tienen el dinero, o esto es todo una treta para atraparme - el gesto del hombre cambia y, aún detrás de la capucha, se dan cuenta de que el sujeto parece sorprendido por sus propias palabras, como si no hubiera considerado eso antes y ahora le pareciera alarmantemente importante - Eso es, dice de repente, pues no me atraparán...

Termina sus palabras, se voltea y sale corriendo, girando al instante y perdiéndose en los callejones. Ustedes se ponen alerta y se fijan en los alrededores, sin embargo, no sucede nada, creen recordar como volver a la calle que los llevaría a su posada.