Partida Rol por web

Escucho la bala silbar a su lado. Vio el sudor del simio bañar el asqueroso rostro. Sonrió satisfecho, siempre le gustaba sembrar el miedo en su adversario, lo hacia sentir muy bien. No se detuvo a ver como estaban sus compañeras, después de todo sabían cuidarse, su principal objetivo era desparramar los intestinos del mono por todo el piso. Levanto la palanca y trato de estrellarla en el cuerpo peludo de su adversario.

EL golpe da en el blanco, pero no consigue acabar con su vida. Escucha un chillido agudo cuando el metal da en el cuerpo del simio.

-Hijo de ...- escupe despectivo esperando el ataque del mono-. Marica traga platanos, ven a enfrentarte como se debe..

Emma jadeaba con fuerza. Aquella herida era bastante grave. Pero no por eso iba a rendirse. Apretó con fuerza el hombro, con rabia y cuando volvió a ver en condiciones vio que, detrás de aquella cortina de plástico, la cabeza de Cletus asomaba. Cuando este se percató de que ella lo miraba salió corriendo. Lo primero que sintió Emma fue rabia, Cletus era un traidor y por su culpa Ann estaba en las últimas.

- ¡Maldito cabrón!- intentó moverse rápidamente, pero un dolor agudo en el hombro la instó a que volviese a apoyarse en la caja registradora. Alguien tenía que correr tras él antes de que desapareciera de nuevo.- ¡Cletus está por la zona de esas cortinas de plástico!- anunció a sus compañeros.- ¡Ese cabrón nos ha tendido una emboscada! ¡Está por allí!

Mientras avisaba a sus compañeros, Emma se fijó en que Bronx acababa de dar con la palanca al único enemigo que quedaba pero este seguía consciente. Levantó la pistola, estaba furiosa, solo quería llegar hasta Ann y poder hacer algo por ella... Disparó pero su mente no estaba concentrada y falló. Solo quería llegar hasta Ann, pero también pensó que no tenía ningún botiquín a mano para ayudarla. Entonces se acordó.

Cletus tiene uno...

Salió corriendo, lo más deprisa que pudo. Tenía que alcanzar a Cletus cuanto antes, coger el medikit y volver hasta Ann. No podía dejarla morir...

 Permanezco cubierto con la sangre de mis enemigos por unos momentos en los cuales retraigo la cadena, los cadáveres se mueven en un espasmo, y una patada de mi parte´, así que corro hacia mis compañeros y lanzo mi "cordel" para pescar al legendario pez tanque. El pez muerde el anzuelo, y como es propio de su especie se resiste a ser pescado y tira con fuerza mientras me resisto a soltarlo.

La mirada de Nell fue como si dispararan, directa a donde Emma habia salido corriendo diciendo Cletus

-Asi que ese cabron nos la ha liado...en fin, habra que abrirle en canal como la rata que es

Nell salio detras de Emma con la pistola en la mano derecha  y la espada en la izquierda,- voy a enseñarle algo de diplomacia

El shooter latino sale de la cámara frigorífica vacía con la cadena en la mano, y corre haci el combate que Bronx está manteniendo con un monartillero frente a la entrada al almacén; a pesar de la longitud de la cadena, no puede alcanzar al único enemigo que queda hasta el próximo asalto.

En ese momento, Emma, intentando alcanzar al monstruo con su arma y apollada como puede en una caja registradora, grita que ha visto a Cletus desaparecer a través de la cubierta plástica del almacén; Nell echa a correr hacia allí como alma que lleva el diablo, pero ella estaba junto a las escaleras mecánicas, justo al otro lado de la planta, y aunque se da una buena carrera, (y descubre que la cazadora de Emma no es demasiado eficaz ciñendo su pecho), sólo consigue llegar al interior del almacén.

Lo que ve la asiática al otro lado de la gruesa cortina plástica es un lugar amplio, grande, con el techo muy alto y lleno de palés, cajas y bienes no consumibles, ya que las cosas de comer ya han sido adecuadamente comidas.

Hay una enorme pila de sillas y mesas de jardín, una pirámide de ositos Fluffy y de muñecas repollo de las que mean, cagan y dicen "mamá", una pila de material informático empaquetado sobre un palé y varios juegos de mesa en una gran estantería industrial, todo iluminado por luz fosforescente. En una esquina parece que los monartilleros, siguiendo sus habituales prácticas marciales, han estado practicando tiro con algunos ositos Fluffy y muñecas Repollo, que están descabezados y agujereados. Una de ellas no para de repetir "Mamá". También hay una alacena metálica en una de las paredes con el símbolo de "Primeros auxilios" en su frontal, ¿qué contendrá?.

Las salidas visibles son dos: una de ellas es una enorme puerta metálica levadiza que seguramente da al exterior, para la entrada de material en camiones; desde allí se oyen montones de golpes, como si cientos de zombies estuvieran golpeándola sin parar. No, esperad un momento. ¡Es que cientos de zombies están golpeándola sin parar!. La otra es una puerta metálica que debe dirigirse al sótano, y está entreabierta como si un cobarde muy rápido hubiera salido cagando leches de allí. ¡No, esperad un momento, es que seguramente Cletus acaba de cruzarla!.

El perro está dando vueltas alrededor de Emma en las cajas registradoras, gritando animados ladridos, mientras el negro de masivos e hinchados músculos parte en dos el casco del monartillero con un golpe de su palanca de metal junto a la cortina plástica del almacén, y éste se defiende con varios chillidos agudos que podrían ser muy masculinos si no sonaran tan mariquitas.

Es vuestro turno. Bronx y Kataro se enfrentan cuerpo a cuerpo al último monartillero junto a la puerta del almacén, mientras Emma intenta no desmallarse y aguanta estoicamente los ladridos del perro tonto junto a las cajas. Nell está dentro del almacén, y puede bajar por las escaleras al sótano, investigar la alacena de primeros auxilios, abrir la puerta mecánica para camiones que da al exterior y dejar pasar a cientos de zombies, o arreglarse el escote, que ir tan sexy por la vida con unos atributos como esos tiene sus desventajas. ¿Qué es lo que haréis?.

Kataro 10
Emma 8
Nell 6
Perro tonto 6
Bronx 5
Monartilleros 4

Monartillero 1 (Eliminado por Kataro).
Monartillero 2 (Eliminado por Kataro).
Monartillero 3 (Eliminado por Nell).
Monartillero 4 (En la puerta del almacén, golpeando a Bronx, 1 daño).
Monartillero de caballería (Eliminado por Emma).

Emma (8 daños). Equipo: Una pistola antigua (1d4+2), cadena con gancho, (daño 1d4+2, un 1 y te golpeas a tí misma).
Nell (1 daños). Equipo: Una pistola antigua (1d4+2), una espada de fantasía (1d6+1).
Bronx (0 daños). Equipo: Un fusil antiguo (1d6+2), una palanca (1d6), Dos Twinkies (Cada uno recupera 1 herida).
Kataro (0 daños). Equipo: Una pistola antigua (1d4+2), un cuchillo (1d6), Tres cadenas con gancho, (daño 1d4+2, un 1 y te golpeas a tí mismo).

 Continuo atacando al maldito mono con una saña y furia tan inusitadas como calculadas. la forma de lanzar el gancho, correr tras el enemigo y con un rápido movimiento retraer el gancho y clavar y arrancarlo con todo y traquea. Un movimiento tan rápido que el agonizante mono baña con su negra y apestosa sangre al negro Bronx mientras continuo impoluto. Creo que tendré que lavar mis ganchos...

De haber sido otra persona Bronx le habría abierto la cabeza de un fierrazo, pero como era Kataro y le agradaba el hecho de ver su furia y sed de venganza le perdono que le haya robado a su victima. De todos modos no se quedo ahí, con el dorso de la mano se limpió la mejilla llena de sangre y va de aquí para allá buscando otro mono al cual lastimar…

Sus ojos caen en Emma quien esta apoyada sangrando en una caja registradora, sus hermosos rasgos lucen pálidos y sudorosos. Se acerca a ella aun mirando hacia todos lados. Cae en la cuenta de que Ann ha sufrido peor suerte que ella, escupe al suelo enojado y continuo su camino.

-Malditos monos cobardes- murmura despectivo. No había matado a nada, eso lo ponía de muy mal humor.

No ve por ningún lado a Nell, ni viva ni muerta, esperaba que la encontrase viva. Cuando esta junto a Emma ve como ella le sonríe como siempre hace. Sin duda esta chica esta echa de un material muy duro y resistente.

-¿Acaso siempre te terminas lastimando?- le dice y le tiende un dulce- ¿Quieres un Twinkie? ¿Donde esta Nell?

Emma sonrió ante el comentario de Bronx.

- ¿Qué le voy a hacer? Soy irresistiblemente atrayente- bromeó. Luego miró a la fusilera.- Al menos deberíamos sacarla de ahí...

Fue hasta la fusilera y la intentó mover, pero el maldito hombro herido se lo impedía. La chica hizo una mueca de molestia. No podía ni siquiera llevársela consigo. No quería continuar viendo eso por lo que comenzó a ir hacia la zona donde estaba Nell.

- El maldito de Cletus es el que ha tenido la culpa de todo esto. Nell fue detrás de él.- le comentaba mientras andaba y llegaba hasta la sala de las cortinas de plástico.- En cuanto a lo del twinki... necesitaría mil de ellos para taponar esta herida. Pero gracias por el ofrecimiento. Aunque creo que debo estar tan pálida como un vampiro... ¿no tendrás un vasito de sangre?- le costaba mantener la compostura a veces, ya que lo que más deseaba ahora era gritar con fuerza. Entonces vio la zona donde ponía primeros auxilios.- Puede que eso sea lo que mejor me venga. Veamos que hay...

Joder... ni siquiera puedo mover el brazo para buscar...

- Bronx, ¿te importaría mirar si hay algo útil para mi herida?

Kataro lanza su arma contra el monartillero con furia asesina, provocando un festival gore de tráqueas voladoras que ensucia un tanto a Bronx; el monstruo cae agonizante al suelo. Junto a ambos había pasado Nell para internarse en el almacén, pero la han perdido de vista tras la cortina plástica.

Emma coge el twinky que le ofrece Bronx, y entrando en el almacén observa la alacena de primeros auxilios; es un armarito cerrado, metálico, que suele contener material curativo. Sin embargo no lo abre, y le pide a su compañero que le eche una mano. El perro tonto sigue dando vueltas detrás de ella, animado.

Nell ya estaba dentro del almacén, investigando el montón de material informático sobre el palé; parece que algunas plantas de arándanos han crecido entre las láminas de madera del mismo.

Tanto Bronx como Kataro miran a través de la puerta del almacén, y ven lo mismo que vio Nell el turno pasado; varios montones de mercancías no consumibles, una puerta grande y metálica para camiones que está siendo golpeada por los zombies del exterior, la muñeca repollo estropeada emitiendo sonido de "mamá" continuamente y la puerta abierta que muestra unas escaleras que bajan hasta el sótano.

Las criaturas han sido eliminadas, y si las registrais encontraréis cinco uniformes de la segunda guerra mundial, cuatro cascos de la segunda guerra mundial, cuatro rifles de la segunda guerra mundial (daño 1d6+2), y una carretilla.

Ahora estais todos metidos en el almacén, menos Ann que está adornando la carretilla de forma creativa. Podéis abrir el armarito de primeros auxilios, recoger el equipo de los monos, bajar por las escaleras del almacén, o volver al supermercado y entrar en la cámara frigorífica, que todavía no habéis investigado. ¡Es vuestro turno!.

Kataro 10
Emma 8
Nell 6
Perro tonto 6
Bronx 5
Monartilleros 4

Monartillero 1 (Eliminado por Kataro).
Monartillero 2 (Eliminado por Kataro).
Monartillero 3 (Eliminado por Nell).
Monartillero 4 (Eliminado por Kataro).
Monartillero de caballería (Eliminado por Emma).

Emma (8 daños). Equipo: Una pistola antigua (1d4+2), cadena con gancho, (daño 1d4+2, un 1 y te golpeas a tí misma), un Twinkie (Recupera 1 herida).
Nell (1 daños). Equipo: Una pistola antigua (1d4+2), una espada de fantasía (1d6+1).
Bronx (0 daños). Equipo: Un fusil antiguo (1d6+2), una palanca (1d6), un Twinkie (Recupera 1 herida).
Kataro (0 daños). Equipo: Una pistola antigua (1d4+2), un cuchillo (1d6), Tres cadenas con gancho, (daño 1d4+2, un 1 y te golpeas a tí mismo).

Nell siguio observando la zona...la trampilla y ademas los muertos habian dejado uno bonitos rifles

-Jummmm, mas para nosotros, me cojo uno de los rifles aunque huele a mono que tira para atras, voy a hacer que huela al culo de Cletus cuando se lo meta y apriete el gatillo.

Al momento Nell se acerco a lo que parecia un botiquin par aver que habia y si podia ayudar un poco a Emma

-Tenemos que curarte esa herida antes, asi no podemos hacer nada

Emma se sentía bastante débil. El hombro no dejaba de dolerle y con este así no podría ni siquiera escalar. Al ver que Nell se dirigía a ella con el fin de ayudarla, la chica se dejó caer en el suelo, se apoyó en lo primero que pilló y dejó que su compañera le viese la herida. ( si el perro se acerca le acaricio)

- Estoy deseando coger uno de esos rifles... ¿Crees que el casco me quedaría bien?- intentó reírse un poco de su propia broma pero el simple movimiento de respirar le producía un dolor y una quemazón asfixiantes.- ¿Y Cletus?- le preguntó a Nell mientras esta le intentaba curar.

Haciendo caso a lo que decía Emma retira el cadáver de Ann y lo coloca en el piso. No tiene ni idea de que hacer a continuación, así que la cubre con una de las cortinas de plástico que había por ahí. Se acerca al armario donde, se suponía, podrían encontrar algún botiquín. Al dirigirse hacia allí patea a la muñeca gritona arrojándola hacia el montón de juguetes destrozados, el “mama, mama” continuo lo estaba poniendo de mal humor…otra vez.

-Curemos a Emma y terminemos con los monos. De seguro ya saben que estamos aquí, Cletus se habrá encargado de avisarles- abre el armario sacando todo lo que había y colocándolo en el piso.

No menciono lo que pensaba hacer a Cletus, pero tenia ganas de colgarlo desde una ventana sobre la horda de zombis y bajarlo poco a poco. Cuando se aburriera lo soltaría…o pensaría en otra cosa más dolorosa que ser comido a mordiscos.

 Tras silenciar a la molesta muñeca repollo cojo un casco y una de las armas y regreso al frigorífico. Sea lo que allá allí esos malditos monos lo tenían muy bien resguardado.

Señalo la carretilla y murmuro.

-...carguen lo útil... ya regreso.

Fusil en mano avanzo al frigorífico.

Kataro recoge uno de los rifles del suelo y se dirige a la cámara frigorífica que hay en el supermercado; paseando entre las estanterías vacías, cruza junto a Bronx, que está desempalando el cuerpo de la pobre fusilera y cubriéndolo como puede. El interior del congelador es enorme, del tamaño de una habitación de hotel, y está lleno de estantes metálicos vacíos y cubiertos de polvo. (Si investigas puedes hacer una tirada de "Hábil").

Nell, por su parte, se agacha junto a Emma para tratar la herida de la atlética pelirroja; efectivamente, la asiática encontró dos botiquines de primeros auxilios en la alacena, que podía abrirse sin problemas. Uno de ellos se lo agencia ella, y el otro lo utiliza para vendar el hombro de su compañera bajo la camiseta, haciéndole un apaño bastante bueno, (recupera 7 heridas). Cuando Emma vuelve a levantarse, ya con su camiseta, está muy recuperada. El perro tonto ha estado haciendo tonterías, (lógico), a su alrededor, y en alguna ocasión se ha acercado en busca de carantoñas.

Kataro está investigando la cámara frigorífica; para bajar al sótano hay tres posibilidades; una, la puerta que hay en el almacén por la que ha huído Cletus, otra, los ascensores, y la última, las escaleras mecánicas, aunque habría que retirar medio centenar de carros de la compra aplastados y enzarzados unos con otros que impiden el paso hacia abajo.

¡Es vuestro turno!.

Kataro 10
Emma 8
Nell 6
Perro tonto 6
Bronx 5

Emma (1 daño). Equipo: Una pistola antigua (1d4+2), cadena con gancho, (daño 1d4+2, un 1 y te golpeas a tí misma), un Twinkie (Recupera 1 herida).
Nell (1 daños). Equipo: Un rifle de la segunda guerra mundial (1d6+2), una pistola antigua (1d4+2), una espada de fantasía (1d6+1), un botiquín de primeros auxilios (1d6+1/2d6+2).
Bronx (0 daños). Equipo: Un fusil antiguo (1d6+2), una palanca (1d6), un Twinkie (Recupera 1 herida).
Kataro (0 daños). Equipo: Un rifle de la segunda guerra mundial (1d6+2), una pistola antigua (1d4+2), un cuchillo (1d6), Tres cadenas con gancho, (daño 1d4+2, un 1 y te golpeas a tí mismo).

Emma mantuvo como pudo una expresión serena mientras Nell trataba su hombro, intentando no gritar cuando le apretaba sin querer y ofreciendo su atención al perro. La verdad es que el chucho era simpático, feo, pero simpático. ¿Cómo se llamaría? Intentó buscar algún tipo de chapa identificativa en el chucho. Una vez que terminó, vio el vendaje, se puso la camiseta y se levantó:

- Muchas gracias. Eres buena en estas cosas. Casi no me duele.- se acordó del Twinki que Bronx le había dado. La verdad es que después de tanta pérdida de sangre tenía bastante hambre. Lo abrió y comenzó a comérselo.- ¡Qué hambre!

Se acercó hacia donde estaban los fusiles y cogió uno. Después se quedó mirando a los cascos. La verdad es que a lo mejor le venía bien uno, pero es quizás se sentiría tan ridícula con uno puesto que le daría vergüenza... pasó de ellos.

Cuando Bronx llegó de nuevo fue hacia él:

- ¿No se puede hacer nada por ella?- le dijo refiriéndose a Ann.- No podemos dejarla aquí...

Nell se levanto cuando hubo terminado de curar a Emma haciendo un gesto con la mano como "no tiene importancia", sintio un sentimiento extraño que todavia no habia sentido nunca ... quizas de satisfaccion ante las cosas bien echas o quizas algo llamado amistad, fuera como fuera Nell movio la cabeza varias veces quitandose como un atontamiento transitorio y fue a investigar la entrada por la que habia ido Cletus, intentando ver si habia luz en el fondo o de que profundidad era

-Yo opto por la puerta numero 1 que eligio Cletus, seguro que nos intenta hacer otra encerrona... o eso o confia lo suficiente en estos putos monos y lo mismo podemos pillarle para que nos de "explicaciones amables" de el porqué de todo esto

Nell acaricio su nuevo rifle dando a entender lo que haria con el llegado el caso.

No encontró gran cosa, los botiquines los tenía Nell. Mejor, pensó, el era el que lastimaba no el que curaba. Al parecer Emma estaba mejor, camino hasta el y con tono apesadumbrado le pregunto sobre que podían hacer por Ann. Al parecer las muchachas habían trabado amistad, algo desconocido para el shooter gigante.

-Bueno…pues… - empezó algo confuso-. Mucho no podemos hacer, tuvo más suerte que Palin y Ramirez. Podemos envolverla en plástico o tela y llevarla al refugio o enterrarla en algún lugar adecuado.

Lo cierto es que le pensaba que enterrar a alguien era algo estupido, esperaba que el pudiera ser quemado y que sus cenizas ahogaran a algún enemigo hasta que muriera asfixiado. Eso seria genial. Algo cruzo su mente.

-Podríamos preparar una pira y prenderle fuego. Seria lo mejor- termino no muy seguro de la reacción de Emma ante su propuesta-. Tenemos que encargarnos de los monos antes que nada.

En sus ojos había algo raro cuando miro a su compañera shooter. Podría haber sido ella a la que tuviera que quemar. Carraspeo incomodo sacando esos pensamientos lúgubres. Cuando volviera Kataro se encargarían de los monos de una vez.

Nell miraba a travez de una de las puertas y propuso bajar por alli.

-De seguro nos esperan...mejor, no me gusta buscar a mis victimas- miro a Emma tratando de animarla. No le gustaba verla tan seria

Emma escuchó con atención la opinión de Bronx. Se sentía mal por lo ocurrido con Ann. Era una buena soldado y al fin y al cabo algo les unió durante aquel pequeño periodo de tiempo. Pero no debía desanimarse. Al menos la fusilera no se había convertido en zombi.

- La pira estaría bien. No podemos llevarla con nosotros, pesaría demasiado y entorpecería. Además, creo que la pira es algo digno. Con tal de que los zombis no se le acerquen... - después se giró y miró a los demás.- La opción uno me parece perfecta. Tengo que devolverles a los demás monos un agujerito en el hombro.

Kataro está sólo en el interior de la cámara frigorífica, donde no parece haber nada. Sin embargo, cuando se va a marchar, observa que hay algo metálico en la pared, al otro lado de una de las estanterías de aluminio. Tras acercarse al resquicio y apartar un poco el mueble de la pared, observa una reja de ventilación algo movida; al otro lado, un túnel de ventilación lleno de polvo se interna en la oscuridad. Es grande para ser un túnel de ventilación, e incluso Bronx podría pasar a cuatro patas. ¿A dónde irá el túnel?.

Mientras Emma está buscando algún tipo de identificación en el perro tonto, pero éste no lleva chapa ni etiqueta que diga nada de él; sólo una evidente cara de tonto. La shooter tendrá que inventarse un nombre si quiere llamarle de alguna forma; el animal está olisqueando el envoltorio del twinkie que se acaba de comer, lamiendo los restos de nata con alegría.

Tanto Bronx como Nell y Emma están de acuerdo en bajar por la escalera por la que descendió Cletus. El perro tonto también está de acuerdo, y corretea entre las piernas de todo el mundo sacando la lengua y oliéndolo todo, pero su opinión no cuenta porque es tonto. Kataro, por fin, se reúne con ellos; estais frente a la puerta del almacén, y unas escaleras no muy anchas, de cemento, bajan iluminadas por luces fluorescentes hacia lo que parece un aparcamiento. ¿Finalmente bajaréis por ahí hacia el sótano?. También tenéis el ascensor en el centro comercial, las escaleras mecánicas taponadas por la montaña de carritos y la nueva posibilidad de explorar el túnel de ventilación de la cámara frigorífica. ¡Es vuestro turno!.

Kataro 10
Emma 8
Nell 6
Perro tonto 6
Bronx 5

Emma (0 daños). Equipo: Un rifle de la segunda guerra mundial (1d6+2), una pistola antigua (1d4+2), cadena con gancho, (daño 1d4+2, un 1 y te golpeas a tí misma).
Nell (1 daños). Equipo: Un rifle de la segunda guerra mundial (1d6+2), una pistola antigua (1d4+2), una espada de fantasía (1d6+1), un botiquín de primeros auxilios (1d6+1/2d6+2).
Bronx (0 daños). Equipo: Un fusil antiguo (1d6+2), una palanca (1d6), un Twinkie (Recupera 1 herida).
Kataro (0 daños). Equipo: Un rifle de la segunda guerra mundial (1d6+2), una pistola antigua (1d4+2), un cuchillo (1d6), Tres cadenas con gancho, (daño 1d4+2, un 1 y te golpeas a tí mismo).