Partida Rol por web

Emma se asomó a la cámara frigorórifica para ver qué hacía Kataro. El latino había descubierto un nuevo camino que, a primera vista, parecía más seguro. Sin embargo, esto lo único que formaba era más interrogantes. ¿ Ir a por Cletus para meterse en una nueva emboscada con el fin de vengar a Ann o caminar por aquel extraño conducto que a lo mejor los llevaba afuera? Volvió a donde estaban Bronx y Nell.

- Hay un nuevo camino que podemos seguir ahí, en la cámara frigorífica. Yo diría que es más seguro pero todo depende de lo que queramos... Cletus y a lo mejor también la batería estarán en el sótano protegidos por esos monos repugnantes, mientras que por el conducto a lo mejor conseguimos salir a zona más segura y quizás, encontremos la batería aunque no creo que a Cletus... Normalmente votaría por ir a por Cletus, pero ese conducto me está intrigando bastante. De todas maneras somos cuatro, si hay mayoría de otra opción, no me quejaré.

Tras su largo monólogo observó cómo el chucho lamía el papel del twinki que se acababa de tomar y que le había venido de lujo para recuperar fuerzas. Lo observó detenidamente.

Es simpático pero... ¡Qué feo que es...!

Entonces se le ocurrió el nombre para ponerle. Se agachó y lo llamó para ver si me hacía caso llamándole así:

- ¡Ven, Adonis!

 -...por aquí podrían pasar monos grandes...como Bronx... y no tiene cara de Adonis... mas bien de Frank... ¿Verdad Frank?

Me agacho para jugar con el perro mientras los demás vienen...

-No me gusta la idea de dejar esta apertura aqui para que nos puedan volver a atacar por la espalda...si quereis ir por el tunel haya vosotros pero yo antes quiero tapar este agujero...

Se alegro de que Emma creyera mejor una cremación antes que un entierro. Ahora solo tenían que recuperar la batería, matar monos por doquier y después quemar el cuerpo de Ann. En un segundo estaban todos proponiendo ir por un lado o por el otro. El enorme Bronx se rasco la calva distraídamente y dio su opinión.

-Podemos cerrar la puerta de Cletus con la pala mecánica. Explorar el otro túnel y si no hay algo para matar, volver y explorar este. Me da lo mismo. En el caso de que no encontremos a Cletus propongo que cuando nos vayamos dejemos que todos los zombis entren y así él tenga algo de diversión- sonrió al pensar en los grititos afeminados que lanzaría esa rata al verse rodeado de miles de hambrientos seres-. La batería esta en el sótano, según mis informes y esa rata lo corroboro. Voy a donde quieran, mientras pueda realizar mi trabajo. No me interesa como, solo hacerlo.

No le importaba mucho el camino, solo quería sorprender a los monos para darles un poco de su propia medicina. Miro a Kataro agregando.

-Estoy seguro de que no te gustara irte sin darles un poco mas de muerte.

- Si la batería está en el sótano bajemos cuanto antes.- respondió a sus compañeros. Después miró a Kataro que intentaba acercarse al perro.- Le pega más Adonis, ¿No ves lo guapo que es?

Volvió a mirar a Bronx y Nell.

- Por mí bajamos las escaleras, cogemos la batería, hacemos lo de Ann y nos piramos. ¿Qué fácil suena decirlo, verdad?

 -...verifiquemos si hay mas salidas... alguien siga a cletus... los demás vigilan... un pedazo de mono a Frank...

El grupo actúa democráticamente; Bronx y Nell piensan que deberían pasar por el túnel de la cámara frigorífica, pero Emma y Kataro preferirían bajar por las escaleras que Cletus utilizó para bajar al sótano. El voto dirimente es de Adonis-Frank, pero vuestro inteligente compañero no parece muy interesado en vuestras disquisiciones.

(Sigue...)

El noble e inteligente animal, (es broma), juega con Emma pasando entre sus piernas y dándose algunos golpes con sus tobillos, hasta que Kataro le acerca un dedo de mono. Lo olisquea, y parece decidir que no es comestible, porque con un gañido se larga corriendo sobre el suelo de linóleo, tiquitiquitiqui, y vuelve en un momento con el hueso que tenía antes en la boca. Luego se sienta con el morro pegado a la pared y su habitual expresión de "inteligencia", a la espera.

(Sigue...)

Tras la abstención de Frank-Adonis, parece que tenéis un problema de decisión. El tiempo pasa, y Nell se pregunta si la batería de la carretilla servirá para alimentar la base de la Resistencia, aunque se percata pronto de que esté donde esté la batería, debe ser mucho más grande que el peqeño cubo del vehículo, porque está alimentando desde hace tiempo las luces y la pantalla del centro comercial. Seguramente se trate de un objeto bastante voluminoso y grande.

¡Tenéis que dirimir el empate!. ¿Al final os dirigiréis al sótano por las escaleras por las que huyó Cletus?. ¿O más bien usaréis los túneles de ventilación?. ¡Es vuestra decisión!.

Kataro 10
Emma 8
Nell 6
Perro tonto 6
Bronx 5

Emma (0 daños). Equipo: Un rifle de la segunda guerra mundial (1d6+2), una pistola antigua (1d4+2), cadena con gancho, (daño 1d4+2, un 1 y te golpeas a tí misma).
Nell (1 daños). Equipo: Un rifle de la segunda guerra mundial (1d6+2), una pistola antigua (1d4+2), una espada de fantasía (1d6+1), un botiquín de primeros auxilios (1d6+1/2d6+2).
Bronx (0 daños). Equipo: Un fusil antiguo (1d6+2), una palanca (1d6), un Twinkie (Recupera 1 herida).
Kataro (0 daños). Equipo: Un rifle de la segunda guerra mundial (1d6+2), una pistola antigua (1d4+2), un cuchillo (1d6), Tres cadenas con gancho, (daño 1d4+2, un 1 y te golpeas a tí mismo).

Finalmente Nell cambia su voto, y decidís utilizar las escaleras que Cletus usó para huir. Seguidos por el valiente Adonis-Frank, que a ratos camina y a ratos se cae escaleras abajo, los cuatro shooters os adentrais en el estrecho pasillo iluminado con fluorescentes. No tenéis que descender mucho hasta encontrar la primera planta de un garage subterraneo.

La puerta por la que salís os deja frente a un camino dibujado en el suelo, que a eso de cincuenta metros termina en una puerta metálica para vehículos, cerrada, que está siendo golpeada ruidosamente por los zombies de fuera. A los lados del camino hay montones de coches aparcados en batería, la mayoría tan deteriorados que seguramente resultan inutilizables, aunque quizás alguno pueda llegar a arreglarse.

A vuestra derecha hay un gran contenedor de basura metálico bajo el cual se mete vuestro nuevo compañero resoplando, persiguiendo una rata. A vuestra izquierda, una cuesta baja hacia la segunda planta, y podéis ver algunos coches estropeados y aparcados allí abajo.

Entonces, desde detrás de varios vehículos, veis aparecer a media docena de monartilleros armados hasta los dientes frente a vosotros, y una risa que pretende ser muy astuta pero en realidad es un poco patética.

(Sigue...)

Aunque la aparición intenta ser temible, queda estropeada porque el individuo sale de detrás de un coche, agachado, para erguirse rápidamente y mostraros su sonrisa de simio. "Ja, ja, ja, ja", termina la risita que estaba lanzando.

La criatura parece un monartillero, pero en vez de llevar un uniforme aliado de la segunda guerra mundial lleva un traje impecable, y véis que en una mano porta un enorme puro. Habla con una voz rasposa y aguda, pero mejor que la mayoría de sus congéneres. "Yo ser jefe señor Bonobo, y vosotros caer trampa, sin pelo tontos. Ahora... ¡rendir armas y venir en paz!", grita perdiendo el control sólo por un segundo, y despeinando la pelambrera que tiene sobre la cabeza. Por un momento recupera la dignidad de nuevo, vuelve a peinarse, y sonríe. "Si no venir... entonces, nosotros matar... y también matar amiga de sin pelo Kataro, ¡Muahahaha!", ríe maligno, para luego volver a su esperpéntica seriedad.

(Sigue...)

Escuchais el chillido de unos frenos, y a vuestra derecha, desde la segunda planta del subterraneo, veis llegar una furgoneta que debió ser un modelo con mucha clase, pero ahora ha sido torpemente pintada de camuflaje y lleva montones de signos militares de graduación pintados por todas partes.

Sus puertas se abren, y véis salir a cuatro monartilleros más. Dos de ellos os apuntan con sus armas, mientras que los otros dos llevan a una chica delgada y de músculos pequeños y marcados, con un peinado gigante a lo afro, que se retuerce furiosa sin conseguir nada. Kataro la reconoce como Kira, la que ejercía el liderazgo de su banda cuando él no estaba; la escogieron los miembros de su banda por su habilidad en la caza y porque sabía organizarles bien. Su piel morena tiene algunas marcas que muestran que ha sido golpeada. La chica grita para avisaros.

(Sigue...)

La joven, con una camiseta de asas y unos pantalones de camuflaje, tiene el labio hinchado y parece que ha sido maltratada. Empujando a sus captores, grita hacia vosotros cuando ve a Kataro; "¡Jefe!, ¡Jefe!, ¡Están casi todos bien, nos tienen en jaulas como animales, nos quieren llevar a la Tecnópolis para que un doctor loco nos mute en monos como ellos..."...

(Sigue...)

En ese momento, el culatazo de uno de los monartilleros que la tienen retenida le da en el ojo con un sonido horrible, y ella deja de hablar y se derrumba en el suelo boca abajo. Luego, las cuatro criaturas os apuntan con sus armas frente a la furgoneta.

Los seis que tenéis delante también os apuntan con sus armas, preparados para disparar, y entonces el mono psicótico que tienen como lider grita una histérica palabra de mando, "BANANAAAA!!!!", y del contenedor metálico que teníais a la izquierda surge un monartillero más, pero éste con una gigantesca ametralladora multitubo fija a la estructura del contenedor.

¡Si lucháis es muy posible que disparen a la indefensa amiga de Kataro, tirada en el suelo!. ¿Os rendiréis?. ¿O preferiréis luchar?. ¡Es vuestro turno!.

Kataro 10
Emma 8
Sr. Bonobo 8
Kira 8
Nell 6
Perro tonto 6
Bronx 5
Monartilleros 4

Monartillero artillero de contenedor
Monartillero 1 (Defiende al Sr. Bonobo)
Monartillero 2 (Defiende al Sr. Bonobo)
Monartillero 3 (Defiende al Sr. Bonobo)
Monartillero 4 (Defiende al Sr. Bonobo)
Monartillero 5 (Defiende al Sr. Bonobo)
Monartillero 6 (Defiende al Sr. Bonobo)
Monartillero 7 (En la furgo con Kira)
Monartillero 8 (En la furgo con Kira)
Monartillero 9 (En la furgo con Kira)
Monartillero 10 (En la furgo con Kira)

Sr. Bonobo (0 daños). Equipo: Pistola de la segunda guerra mundial (1d4+2).
Kira (8 daños). Equipo: No lleva.
Emma (0 daños). Equipo: Un rifle de la segunda guerra mundial (1d6+2), una pistola antigua (1d4+2), cadena con gancho, (daño 1d4+2, un 1 y te golpeas a tí misma).
Nell (1 daños). Equipo: Un rifle de la segunda guerra mundial (1d6+2), una pistola antigua (1d4+2), una espada de fantasía (1d6+1), un botiquín de primeros auxilios (1d6+1/2d6+2).
Bronx (0 daños). Equipo: Un fusil antiguo (1d6+2), una palanca (1d6), un Twinkie (Recupera 1 herida).
Kataro (0 daños). Equipo: Un rifle de la segunda guerra mundial (1d6+2), una pistola antigua (1d4+2), un cuchillo (1d6), Tres cadenas con gancho, (daño 1d4+2, un 1 y te golpeas a tí mismo).

Nell miro a Kataro como se arrodillaba, ella no haria eso, preferiria morir antes que arrodillarse ante nadie, pero les superaban en numero por lo que habria que extender la historia de kataro un poco, esperando que la entendieran

-Hemos encontrado lo que necesitabamos...podeis hacer lo que querais, pero en cuanto una de vuestras pistolas suenen esto se llenara de shooter's armados hasta los dientes...tenemos una conexion con ellos en este instante asi que vosotros mismos... no venimos a pelear, venimos a encontrar un objeto que necesitamos, como quereis hacerlo?, podemos parlamentar y llegar a un acuerdo y que luego cada uno haga lo que quiera o podemos hacerlo por las malas...ahh si, pensais que sois todopoderosos con vuestras armas y que estais bien colocados...yap...y si entraran aqui miles de zombies?, las puertas superiores tienen una bomba programada para que se autodestruya en 5 minutos, si no volvemos en ese tiempo y metemos el codigo clave explotaran dejando el paso abierto a miles y miles de ellos, de echo estan un poco cabreados, les dejamos con las ganas de probar carne humana asi que quizas la carne de mono les parezca igualmente apetecible

Nell se cruzo de brazos con gesto uraño, como si aquello simplemenete representara una perdida de tiempo.

Hasta hacía unos instantes, justo antes de que apareciese la guapa amiga de Kataro, Emma tenía claro que iba a luchar a pesar de que les superaban en número. Sin embargo, la aparición de una inocente dio un giro de 180º a su mentalidad. Su deber era protegerla, y si debían hacerlo con diálogos o rindiéndose, lo haría. Bajó el arma y apuntó al suelo. La compañera de Kataro parecía no ser capaz de aguantar mucho más después de aquel golpetazo.

Escuchó cómo Nell y Kataro intentaban negociar con los simios y la chica también quiso intentarlo.

- Adonis, ven, deja que los nuevos amiguitos te vean...

Emma pensó que, a lo mejor, los simios tenían como deidad a un perro y que podría caber la posibilidad de que se arrodillasen ante él. Por lo que llamó al perro para que fuese hacia ella y que los monos lo viesen, esperanzada de que su reacción les diese ventaja a ella y a sus compañeros.

Cuando todos estuvieron de acuerdo y bajaron se sintió inmediatamente raro, en el aire flotaba ese tufo a mono tan odioso. Algo se estaba gestando y no podían hacer nada para impedirlo. Justo en ese momento muchos simios aparecieron exhibiendo sus armas.

Miro a sus enemigos con el ceño fruncido. Con la barra de metal firmemente en su mano derecha. Tener un rehén solo significaba que les temían, de otra forma simplemente los habrían atacado. Observo al mono con la enorme metralleta y deseo poseerla. Con algo así no necesitaba apuntar, podría destruir medio local con una sola andada. Pero también llego a la conclusión de que ellos podrían sufrir esa misma lluvia de balas si atacaban. La rehen era valiente, dio datos de sus captores y amigos hasta que fue brutalmente silenciada.

-Malditos monos- pensó con rabia. Si le sacaban sus armas y los metían en una jaula su única posibilidad seria romper los barrotes y salir en el momento oportuno. Pero sentía escozor al pensar en rendirse ante tan patéticos monos.

-Demonios- exclamo enojado-. Den la orden de una vez y volemos sus peludos traseros.

Su mirada iba hacia el jefe y su ridículo traje. Si peleaban iba a ser el primero al que atacaría.