Partida Rol por web

En la tercera planta la gente empieza a ponerse nerviosa, terminando de formar la barricada con las jaulas; "¿Por qué hay tan poca luz?", "¿Qué es lo que pasa?", gritan mientras Kira intenta tranquilizarles y dirigirles.

Kataro, pensando en el camión, se acerca a la rampa; al otro lado de las jaulas amontonadas hay una doce de zombies subiendo hacia la segunda planta, donde se escucha maniobrar el camión. Si apartais una de las jaulas de la barricada que el héroe latino ha ordenado montar podríais subir hacia allí, pero también es cierto que hay un montón de zombies allá arriba.

De hecho, Nell vuelve a fallar intentando enganchar el remolque, (el siguiente tiro puede hacerlo con un +6, ya sabe dónde está el enganche perfectamente), y los zombies empiezan a subirse a la cabina, tres en el lado de Emma y otros tres en el de Nell, y empiezan a golpear las ventanas torpemente. La joven pelirroja intenta deslumbrar a uno de ellos con el haz de luz de la linterna, pero cuando alza el tubo luminoso descubre que la tapa trasera está suelta: la luz se apaga y las tres pilas triple A se resbalan hacia el suelo del camión, top tip tap, dejándola con la luz ténue de los fluorescentes del aparcamiento, que empiezan a apagarse del todo.

Nell se dispone a dar marcha atrás de nuevo para enganchar el remolque, cuando la ventana de su lado estalla en pedazos, y un oficinista zombie con una corbata que fue azul antes de teñirse de un rojo podrido sanguinolento mete las manos braceando e intentando sacarla de su asiento. ¡Ahora pueden atacarla a través de la ventana!.

Las luces moribundas iluminan a un centenar de zombies alrededor del vehículo, pugnando por llegar a él y comerse a las dos shooters.

Mientras, en la planta de abajo, Bronx sigue luchando en solitario contra los tres zombies, y destroza el cráneo de uno de ellos salpicando sesos divertidos en todas direcciones. ¡Pero cuando se quiere dar cuenta ya no está sólo!.

Una vez los supervivientes han colocado las barricadas, dos de ellos, un hombre latino, bajito, con bigote y de unos cuarenta años, y un joven caucásico rubio y melenudo con estética heavy, llegan y empiezan a lanzar patadas y puñetazos contra los zombies ayudando al Shooter negro. El joven llega con tanto impulso que, de una patada, lanza a uno de los zombies de Bronx contra una columna: el monstruo tropieza torpe y aterriza de cabeza, aplastándose el cráneo con un sonido húmedo. "¡Estamos con usted, señor", dice el superviviente latino mientras forcejea con el último zombie que queda.

¡Las luces están empezando a apagarse del todo, y la gente grita asustada!. No tenéis ninguna fuente de luz, y esto puede convertirse en un caos... ¿Se dirigirán Bronx y Kataro al piso de arriba?. ¿Esperarán el camión?. ¿Conseguirá Nell enganchar el remolque antes de que los zombies se la coman?. ¿Recuperará Emma las pilas de la linterna?. ¡Es vuestro turno!.

Kataro 10
Emma 8
Kira 8
Nell 6
Bronx 5
Zombies 0

Zombie 1 (Atacando a Rodrigo)
Zombie 2 (Eliminado por Mirko)
Zombie 3 (Eliminado por Bronx)
Zombie 4 (Eliminado por Bronx)
Zombie cacahuetero 1 (Subido en el lado de Emma)
Zombie cacahuetero 2 (Subido en el lado de Emma)
Zombie cacahuetero 3 (Subido en el lado de Emma)
Zombie trepador 1 (Subido en el lado de Nell)
Zombie trepador 2 (Subido en el lado de Nell)
Zombie trepador 3 (Subido en el lado de Nell)
Demás Zombies (Pululando alrededor del camión en marabunta)

Superviviente 1 (Rodrigo) (Atacando zombies)
Superviviente 2 (Mirko) (Atacando Zombies)

Kira (7 daños). Equipo: No lleva.
Emma (0 daños). Equipo: Una linterna de bolsillo sin pilas.
Nell (1 daños). Equipo: No lleva.
Bronx (3 daños). Equipo: Un bate de béisbol, (1d6), una pistola de la segunda guerra mundial (1d4+2).
Kataro (4 daños). Equipo: Un fusil de la segunda guerra mundial (1d6+2).

Nell solto un gran grito de frustracion cuando el camion volvio a fallar para enganchar

-Maldita sea su estirpe!!

En ese momento unos brazos de asquerosos come-mierdas rompieron el cristal de su lado

-Empiezo a estar arta de toda esta situacion...

Pisando fuerte el acelerador Nell volvio a poner el camion un poco por delante del remolque, metiendo la marcha atras con rabia Nell llevo la cabina justo para que enganchara con el remolque...parecia que esta vez iba a funcionar ya que parecia haber sonado un clank, indicativo de que algo habia enganchado

-Vamos de vuelta turistica Emma, tenemos que recoger a los invitados al Tour

Nell arranco el camion para volver a crear carne picada de zombie a todo el que se pusiera delante, para bajar la rampa hasta justo donde estaba la empalizada*

 Al ver que el camión se acerca le tiendo el fusil a Kira.

-En el camión... pongan las jaulas como escudo... los demás nos acomodamos después...

Me apoyo en un costado y aprovecho la penumbra para descansar mi costado. Malditos Zombies...

De repente a su alrededor había mas personas matando zombis, a puras patadas y golpes de puños. Era poco efectivo pero no por eso menos divertido. Casi se volvía a sentir como jefe de un pequeño pelotón, pero eso no era un bonito pensamientos. Sus tres subordinados habían muerto, uno de forma más terrible que el otro. Se encogió de hombros pensando en que el había tratado de mantenerlos vivos. Más que eso no podía hacer.

-Bien, matemos este, y suban todos al camión- no quiso pensar en que pasaría si no era suficientemente grande el camión…

Agarró al zombi que quedaba de cuello y lo alejo del latino al que quería devorar. Con el bate a modo de lanza se lo metió por la boca, destrozando dientes y traquea, el muerto no respiraba pero eso no le impidió hacer unos ruidos de los más extraños.

Escucho el motor del camión al arrancar y el sonido de huesos al romperse junto con el correr de la sangre negra y podrida.

-Eso es Edge…

Justo cuando iba a deslumbrar a uno de los zombis, las pilas se cayeron y se espacieron por el suelo, debajo de su asiento.

- Joder...- dijo. Entonces vio cómo mientras Nell conseguía enganchar el remolque con la batería, un zombi había roto su ventanilla y estaba a punto de atacarla. No tenía nada más que el contorno de la linterna o sus piernas, así que intentó pegarle una patada al zombi  para que se cayese. Pero como el vehículo comenzó a circular a toda velocidad, casi le pega la patada a Nell en vez de al zombi.- Recuérdame que no vuelva a intentar hacer lo que acabo de hacer- mientras Nell circulaba a toda velocidad, destrozando zombis y más cosas, Emma se dedicó a buscar las pilas. Las encontró enseguida y las colocó de nuevo. Creyó haber tocado incluso la tapadera del objeto y todo.

Después se acomodó en el asiento del copiloto y cuando llegó (si no hay ningún zombi por su ventanilla), abrió la ventanilla y asomó la cabeza:

- ¡Vamos chicos, que tengo que pasar lista antes de ir de excursión y no tenemos todo el día!

Las luces comienzan a apagarse en el aparcamiento, y los gritos de alarma de la gente resuenan por todo el lugar; desde el segundo piso podéis ver cómo Nell está maniobrando el camión para hacerlo entrar de culo por la rampa: está rodeado de zombies gimiendo, algunos de ellos subidos a la estructura del vehículo, y todo el mundo empieza a retirar las jaulas que antes había amontonado para crear la barricada.

En la cabina del camión, las dos jóvenes escuchan el sonido húmedo y desagradable que producen las ruedas del camión aplastando zombies como si fueran cucarachas, pero no le prestan demasiada atención porque los monstruos que están subidos a la cabina siguen intentando atraparlas con sus dedos rígidos y fríos. Emma lanza una patada contra la criatura que intenta agarrar a Nell desde la ventanilla, pero sólo consigue golpear el volante. A la vez intenta encontrar las pilas, pero en ese momento exacto Nell pega un frenazo intentando maniobrar la cabina, y la joven pelirroja cae en el hueco entre su asiento y el salpicadero, quedando encajada y con el culo en pompa en una posición más bien poco decorosa. (Has sacado un 20, felicidades XD). Puede aprovechar a seguir buscando las pilas ahora que está así encajada, o bien puede intentar salir, (será necesaria una tirada fácil de "Fuerte", (+5).

En la planta de abajo, Bronx agarra al zombie que queda con la mano y procede a atravesar su boca y su hipotálamo podrido con el bate de béisbol, llenándolo todo de un desagradable líquido negruzco, y Kataro le pasa el fusil a Kira y empieza a dar órdenes para que la gente coloque las jaulas sobre el camión; éstas son de hierro, tienen unos cuatro metros de lado y deben pesar cuatrocientos kilos: ha sido muy difícil arrastrarlas hasta la rampa, pero alzarlas del suelo para fijarlas al camión es imposible. Lo único que puede hacer la gente es apartarlas para dejar paso al remolque del camión, que está iluminando el aparcamiento con sus luces rojas de posición.

Una vez la gente ha abierto una puerta para que penetre el remolque, éste entra por el otro lado, arrastrando las jaulas que había allí y rallando y golpeando la parte trasera del mismo, que queda un poco mellado. Sin embargo el camino está listo; la gente empieza a trepar al generador, y algunos se quedan abajo ayudando a otros a trepar a él; todos gritan y hay bastante caos en la semioscuridad. Mirko y Rodrigo, que estaban con Bronx, corren hacia el remolque.

Mientras, los zombies que hay sobre la cabina del camión intentan agarrar a Nell, pero ésta aparta sus manos ennegrecidas a base de codazos intentando maniobrar: al otro lado, los zombies de Emma siguen intentando romper el cristal, con sus ojos fijos en el apetitoso culo en pompa de la shooter atrapada.

Para empeorar las cosas, la parte de la barricada que Nell no utilizó para entrar con el camión empieza a ser utilizada por algunos zombies, y cuatro zombies incursores pasan por allí en busca de carne fresca.

Kira coge el fusil recién obtenido, y comienza a disparar contra los zombies incursores convirtiendo a uno de ellos en picadillo para hamburguesa con una potente ráfaga. "¡Todos al camión!, ¡todos al camión!", grita señalando el vehículo.

Ahora mismo el camión está en posición de recoger supervivientes; ¿qué haréis los shooters?. Kataro está junto a Kira, viéndola derribar zombies a balazos; Bronx acaba de destrozar al último zombie de dentro, y tardará un asalto en moverse hasta el camión, o hasta la entrada en la barricada por la que empiezan a colarse zombies. Nell está sentada a los mandos del camión, con tres zombies metiendo las manos por la ventana, y Emma está atrapada cabeza abajo y con el culo en pompa entre el asiento y el salpicadero. ¡Es vuestro turno!.

Kataro 10
Emma 8
Kira 8
Nell 6
Bronx 5
Zombies 0

Zombie 1 (Eliminado por Bronx)
Zombie 2 (Eliminado por Mirko)
Zombie 3 (Eliminado por Bronx)
Zombie 4 (Eliminado por Bronx)
Zombie cacahuetero 1 (Subido en el lado de Emma)
Zombie cacahuetero 2 (Subido en el lado de Emma)
Zombie cacahuetero 3 (Subido en el lado de Emma)
Zombie trepador 1 (Subido en el lado de Nell)
Zombie trepador 2 (Subido en el lado de Nell)
Zombie trepador 3 (Subido en el lado de Nell)
Zombie incursor 1 (Eliminado por Kira)
Zombie incursor 2 (Entrando por la rampa)
Zombie incursor 3 (Entrando por la rampa)
Zombie incursor 4 (Entrando por la rampa)
Demás Zombies (Pululando alrededor del camión en marabunta)

Superviviente 1 (Rodrigo) (Ayudando a la gente a subir al camión)
Superviviente 2 (Mirko) (Ayudando a la gente a subir al camión)

Kira (7 daños). Equipo: Fusil de la segunda guerra mundial (1d6+2).
Emma (0 daños). Equipo: Una linterna de bolsillo sin pilas.
Nell (1 daños). Equipo: No lleva.
Bronx (3 daños). Equipo: Un bate de béisbol, (1d6), una pistola de la segunda guerra mundial (1d4+2).
Kataro (4 daños). Equipo: Nada de nada.

Nell empezo a ver como la gente se subia al remolque por el retrovisar del camion, mientras los zombies que habia en la ventana seguian insistiendo con sus gemidos lastimeros

-Me teneis mas que arta con vuestros lloros

Cogiendo el poco impulso que le permitia su posicion lanzo un buen derechazo al primer zombie que tenia delante, abrir la puerta para intentar echarlos no parecia buena opcion ya que habia muchos mas alli, asi que con buen coraje Nell le incrusto sus nudillos en la mandibula del zombie que mas interes parecia tener en ella

-Que, te gustan los bocadillos de nudillos, pues toma, que tengo mas para dar

Suelta el cadáver del zombi (valga la redundancia) y comienza a correr en pos de los sobrevivientes mientras agita su bate para quitar algo negruzco y pegajoso de indeterminada procedencia. Si llegaba al camión y salían de allí a gran velocidad dejando a su paso todo un camino pavimentado de zombis aplastados ese seria un día que recordaría.

Lo cierto es que el camión estaba mas lejos de lo que creía, o él era mas lento de lo que pensaba. Preparo su bate, si algo se le atravesaba y oliera peor que sus botas después de un largo día de trabajo moriría con los sesos reventados.

-No se vayan sin mí jajaja- les grito con una carcajada, algunos sobrevivientes lo miraban con ojos muy abiertos, el shootter ofrecía un aspecto de lo más extraño: enorme, sonriente, con la ropa desgarrada, cubierto de pedazos de enemigos y con los ojos en constante búsqueda de adversarios.

Justo cuando intentaba encontrar las pilas a ciegas, palpando con la mano el suelo, Nell dio un giro que la chica no se esperaba y acabo en una postura un tanto bochornosa.

- ¡Wow! Nell... no es por quejarme pero... avisa cuando hagas eso. No es que tenga complejos de mi culo, pero enseñárselo a los zombis no es que me agrade en exceso...- bromeó.

Luego, ya puesta en aquella posición, se puso a buscar las pilas una vez más ya que ahora podía encontrarlas mejor. Después de un par de minutos, decidió volver a sentarse en condiciones, pues le incomodaba de algún modo tener el trasero tan cerca de los zombis que aún intentaban romper el cristal de la ventanilla.

Una vez colocada de nuevo suspiró y sonrió a Nell.

- ¡Buen trabajo compañera! Ya estamos a punto de pirarnos de este lugar.

 Los zombies se acercan por la barricada en busca de comida, y la gente aún no termina de subir al camión. 

Con la vista busco rápidamente algo que me sirva de arma y subo a nuestra parte de la barricada. Pues nadie, y especialmente ningún zombie pasara por mi territorio. Se los debo, al fin y al cabo soy el líder de mi gente, y ya estoy mordido...

La oscuridad del aparcamiento sólo se rompe por los focos y los intermitentes del camión; las escasas luces iluminan a la gente terminando de subir al camión, mientras los gemidos de los zombies se mezclan con las instrucciones y los gritos de los supervivientes.

Kataro intenta encontrar algún arma en los alrededores, pero todo está oscuro y lo único que puede ver es el fusil que le ha prestado a Kira; ella está disparando rodilla en tierra, intentando derribar a los monstruos que se han encaramado a la cabina del camión. El shooter hispano está seguro de que se lo devolvería si lo pidiera, pero mientras no lo haga ella seguirá utilizando el arma. El mordisco le duele, pero él sabe que no lo matará; los zombies no contagian su enfermedad por herirte, sino por acabar contigo.

Mientras, Emma consigue desencajarse del asiento y emerge triunfante desde debajo del salpicadero, con las pilas y la tapa de la linterna en la mano. Sonríe a Nell y se anima con la situación; Nell, por su parte, está lanzando puñetazos contra los zombies que se agolpan en la ventanilla rota; uno de ellos aplasta la nariz y se hunde en un rostro húmedo y frío; el zombie cae del camión gorgoteando de forma desagradable.

Los disparos de la joven con el peinado a lo afro resuenan con fuerza en el aparcamiento oscuro, mientras Bronx, el último en llegar, se sube al camión con una sonrisa demente y un bate de béisbol ensangrentado. Mirko y Rodrigo alzan a Kira, y todos estais listos para marcharos; los zombies empiezan a acercarse.

La joven asiática agarra los mandos del camión y con gran ímpetu lo lanza rampa arriba, a toda velocidad y sin embargo con una suavidad impresionante. Dejando un rastro de zombies aplastados y rotos, el vehículo sube hasta la segunda y hasta la primera planta; en un giro consigue acercar tanto la cabina a una columna, que los dos zombies que intentaban agarrarla son aplastados sin misericordia, y sólo sus brazos quedan pegados a la ventanilla del camión.

Cuando os dirigís hacia la salida podéis ver, sobre el contenedor metálico, (que ahora está cerrado), a Adonis-Frank pegando ladridos a un montón de zombies que se agolpan a su alrededor. Cuando pasais, aquellos que estais sobre el remolque, (Bronx y Kataro), podéis intentar agarrarlo y llevároslo. (Tirada de Hábil).

Mientras, Emma tiene a su lado a tres zombies golpeando la ventanilla desde hace un buen rato, pero afortunadamente no han conseguido romperla. Nell tendrá que superar otra tirada de "Hábil" si quiere salir a toda velocidad con el camión por la puerta del aparcamiento, hacia el exterior. Ahora los cristales delanteros están teñidos de rojo y de pedazos de zombie, así que si no los limpia tendrá un -2. ¡Es vuestro turno!.

Kataro 10
Emma 8
Kira 8
Nell 6
Bronx 5
Zombies 0

Zombie 1 (Eliminado por Bronx)
Zombie 2 (Eliminado por Mirko)
Zombie 3 (Eliminado por Bronx)
Zombie 4 (Eliminado por Bronx)
Zombie cacahuetero 1 (Subido en el lado de Emma)
Zombie cacahuetero 2 (Subido en el lado de Emma)
Zombie cacahuetero 3 (Subido en el lado de Emma)
Zombie trepador 1 (Eliminado por Nell)
Zombie trepador 2 (Sólo quedan sus brazos)
Zombie trepador 3 (Sólo quedan sus brazos)
Demás Zombies (Pululando alrededor del camión en marabunta)

Superviviente 1 (Rodrigo) (Ayudando a la gente a subir al camión)
Superviviente 2 (Mirko) (Ayudando a la gente a subir al camión)

Kira (7 daños). Equipo: Fusil de la segunda guerra mundial (1d6+2).
Emma (0 daños). Equipo: Una linterna de bolsillo.
Nell (1 daños). Equipo: No lleva.
Bronx (3 daños). Equipo: Un bate de béisbol, (1d6), una pistola de la segunda guerra mundial (1d4+2).
Kataro (4 daños). Equipo: Nada de nada.

Se estaba divirtiendo como loco, los pedazos de zombis caían por todos lados y algunos sobrevivientes gritaban de animo cada vez que se oía el crujido de algún cráneo al se aplastado. Bronx reía a cada instante, maldecía a los muertos cada vez que lograban pasar evitar las mortíferas ruedas del camión, y rugía alguna orden cuando se requería.

Un ladrido llamo su atención, y vio al feo perro de Emma rodeado de zombis, pensó que tal vez pudiera correr hasta ellos y saltar. Pero era más fácil que a él se le diera bien tejer con aguja antes que el pequeño perrito pudiera correr a la velocidad del camión y saltar más allá de medio centímetro.

-Con un demonio- dijo con un gruñido mientras intentaba atrapar al pequeño can.

Ya estaban saliendo. ¡Por fin! Emma colocó sus manos en la nuca y se echó hacia atrás en el asiento, sonriente y satisfecha por el trabajo. Disfrutando del movido viajecito.

Lo único que lamentaba era no poder haber salvado a Ann.

Después de un rato, los lastimosos sonidos de los zombis que aún andaban intentando romper su cristal la empezaron a crispar. Miró hacia atrás y gritó:

- ¡¿Alguien puede pasarme un fusil o una pistola?!- no era tan tonta como para abrir la ventanilla de su puerta y tampoco quería molestar la conducción de Nell para que se los quitase de encima.- ¡Un bazooka también me sirve!

 Me asomo por un costado, y sosteniendome con los pies entre las piernas de alguien me doblo completamente para coger a Frank con las dos manos, y así con un movimiento de péndulo me dejo caer sentado en el borde con Frank en mis brazos como un bebe.

El camión descansa junto a otros vehículos, en lo que fue en su día el intercambiador de una gran estación de tren y de autobuses. El techo acristalado todavía se conserva, y debido a la gran amplitud del lugar se utiliza como puerta de entrada a la base de la Resistencia.

La luz del sol atraviesa la gigantesca cubierta de cristal; pronto anochecerá, y medio centenar de fusileros se afanan en cerrar las puertas del complejo. Hay mucho personal sanitario ayudando a bajar del camión a los supervivientes que conseguisteis llevaros. Fueron muchos, pero no todos, porque justo cuando el camión salía del aparcamiento del centro comercial Nell hizo un extraño, y algunos de ellos calleron trágicamente sobre la marea de zombies que os rodeaban.

El resto es historia; recorristeis las calles con el camión, llegasteis a la puerta de la base de la Resistencia, y aquí estais. Cuando llegasteis con el camión y el generador en el remolque, la gente os vitoreó y os aplaudió encantada. Mientras los técnicos revisan el aparato, y otros refugiados ayudan a los supervivientes, podéis ver a un hombre mayor acercarse a vosotros rodeado por varios tipos armados; es el General Peck, el tipo que construyó este Refugio en la red de metro, y el que guía la Resistencia desde entonces.

(Sigue...)

"¡Misión cumplida!", exclama el anciano de aspecto marcial mientras se acerca a vosotros. "Sabía que lo conseguirías, Bronx, hijo. Y está claro que has tenido ayuda... ya nos preguntábamos dónde estaría el equipo que enviamos a limpiar la estación de St. James", afirma ojeando a Emma y a Nell.

"Prikian vino por su cuenta, hace unos días, y ya ha salido a otra misión... los shooters no parais mucho aquí, pero va con el trabajo, ¿no?. Además nos habéis traido sangre nueva, siempre necesitamos más gente aquí. ¿Cual es tu historia, muchacho?", pregunta dirigiéndose a Kataro.

(Sigue...)

Mientras seguís a Peck internandoos en uno de los túneles iluminados por fluorescentes, Kira se acerca al shooter latino y le devuelve el fusil. "Jefe... la banda está lista, tenemos que decidir qué hacemos. Varios estamos heridos, y creo que deberíamos descansar aquí, en este Refugio. E incluso... quizás podríamos quedarnos. Aquí hay mucha más gente, y estaríamos más seguros", dice intentando sonreir. Está claro que la joven está cansada y dolorida; su labio hinchado y su ojo morado todavía no se han curado, al igual que los moratones que descubriste en su espalda.

(Sigue...)

"Por supuesto podéis quedaros, pequeña", dice el general. "Para nosotros sería un placer incorporaros como unidad a los fusileros, parece que sabéis manejar armas". Tras mirar a Kataro para ver qué es lo que opina, se interna con vosotros paseando por la estación de metro. "Podéis darme un informe de la misión mientras os acompaño a vuestras habitaciones. ¿Habéis descubierto alguna información nueva?. Aquí cada vez recibimos más ataques de mutados, las cosas se están poniendo difíciles. No sabemos de dónde salen, pero hay más y más cada vez, como si salieran de la chistera de un mago, sí. Ojalá supiéramos cómo impedir que siguieran apareciendo más".

(Sigue...)