Partida Rol por web

En la plaza, Nell, Emma y Prikian salen corriendo de espaldas del metro, disparando contra los zombies que se les abalanzan encima. Emma es la primera en disparar, pero la suerte no la acompaña, y su tiro se pierde entre la oscuridad de la boca de metro. Nell, la chica asiática vestida de fantasía, parece recuperarse del ataque de arandanitis y desenfunda su arma, volándole la frente al monstruo más cercano, que cae con violentas sacudidas escaleras abajo.

Bronx, junto a la puerta, da orden de mantener posiciones y no abrir fuego, así que sus tres fusileros se colocan en posición. "Señor, sí, señor", gritan al unísono. Mientras tanto, alza su bate de béisbol, y con un fuerte impacto golpea la puerta giratoria de cristal: el grueso vidrio se convierte en montones de taquitos que ruedan por el suelo debido a la violencia del golpe, y al otro lado se extiende la segunda planta del Chipy´s: moda de adultos y complementos. Hay montones de trajes y vestidos aquí y allá, todos cubiertos de una fina capa de polvo e iluminados por las luces del centro comercial, que siguen funcionando como el primer día.

Los disparos de los tres shooters recién llegados parecen alertar a otra andanada de zombies, que en el subterráneo se separan del automóvil para "correr" detrás de ellos. Un zombie manotea intentando alcanzar al Prikian, pero el grandullón de ojos claros le mete la pistola en la boca, y reparte sesos tiernos por el aire; el monstruo cae inerte como una roca.

Ahora los tres shooters ya se encuentran en la plaza, al aire libre, y pueden ver a Bronx y a los tres fusileros. Uno de ellos, un gordito con ojos que se mueven convulsivamente y que parece asustado, grita a su jefe; "Jefe Bronx, creo que conozco a esos tres... son shooters del refugio, igual podrían ayudarnos...". Palin, el afroamericano que se encuentra a su lado, le susurra algo que sólo escucha Bronx; el resto de los shooters están muy lejos. Ann, la fusilera restante, sigue apuntando profesionalmente a los zombies, pero comenta, "Sois unos putos cerdos".

¡Pero el trío de shooters tienen sus propios problemas!. Cuatro zombies se les echan encima con saña: dos de ellos intentan alcanzar a Emma, que ha fallado sus tiros, pero la joven consigue zafarse saltando escaleras arriba. Sendos zombies se lanzan sobre Nell y sobre Prikian, pero su torpeza es espantosa. Los zombies son criaturas gregarias, y hasta que no os ataquen en un gran número no tenéis mucho que temer de ellas.

Ahora, Bronx puede entrar en el centro comercial, o bien ayudar a los recién llegados: sus tres fusileros esperan órdenes. Por otra parte, Nell, Prikian y Emma pueden correr y llegar a la puerta del centro comercial, (si no hacen nada más dejarán atrás a la primera y segunda andanada de zombies), o bien pueden moverse hacia la puerta y actuar a la vez, (en ese caso tendrán que enfrentarse también a la segunda andanada de zombies: recordad que ahora estais cuerpo a cuerpo, y cualquier tirada de Apuntar se hace con -5. Podéis tirar por Ataque de forma normal).

¿Qué haréis?. El coche parece estar dejando de sonar, y pronto la marabunta de zombies que hay en la primera entrada del metro empezarán a salir atraidos por los disparos de los shooters. ¡Es vuestro turno!.

Emma 8
Nell 6
Bronx 5
Prikian 5
Fusileros 3
Zombies 0

Primera andanada. (Con Nell, Prikian y Emma).
Zombie 1 (Eliminado por Nell)
Zombie 2 (Eliminado por Prikian)
Zombie 3 (Ataca a Emma)
Zombie 4 (Ataca a Emma)
Zombie 5 (Ataca a Nell)
Zombie 6 (Ataca a Prikian)

Segunda andanada. (Subiendo desde el metro).
Zombie 7
Zombie 8
Zombie 9
Zombie 10
Zombie 12
Zombie 13

Fusilero 1 (Palin)
Fusilero 2 (Ann)
Fusilero 3 (Ramírez)

Puedes escuchar el comentario de Palin; "Oye, ¿esas no son las pibas que fotografiaste cuando entrenaban todas sudadas?. Las fotos las tienes colgadas en tu celda, ¿no?".

La pistola de Nell cambio de objetivo rapidamente hacia el siguiente zombie, aunque se movieran rapido eran mucho y los estaban empezando a rodear, ademas el ruido de que más seres de esos venian la hizo mirar hacia la puerta del centro comercial donde habia más personas.

-Tsk, no se para que teneis esas pistolas, quizas de adorno? Lo mismo si os las meteis por el culo hagais algo mas que mirar atontados como unoz zombies siguen moviendose

Moviendose rapidamente como si de un felino se tratara Nell se fue a posicionar cerca de la puerta del centro comercial donde podria enfrentarse a todos los zombies que quisiera y mas y ellos solo podrian pasar de a pocos

-Vamos, salir de aqui antes de que os pegue un tiro en vuestro culo flacido

Nell solto el seguro de cuero que hacia que su espada no saltara con sus movimientos, los zombies se movian lentos pero tarde o temprano llegarin a cuerpo a cuerpo, asi que se entrentendria soltandole sus miembros muertos de su cuerpo, algo que casi lograba extasiarla de placer.

 Tras el ataque del zombie, le meto el arma en la boca y le disparo, sale sangre a chorros y me acaba empapando, a mi no me importo pero si que creo que les molesto un poco a Nell y Emma, tras matar a ese otro se me hecha encima  pero lo esquivo muy fácilmente ya que era muy lento. 

Emma no se rendiría y no se quedaría tranquila hasta conseguir matar a unos cuantos.

Así que volvió a sacar la pistola y disparó a uno de los zombis que la habían atacado hacía un momento...

¡Y por fin logró destrozar a uno de ellos! Sonrió con chulería y miró a Prikian y a Nell para que viesen lo que acababa de lograr como si fuese una gran hazaña; sin embargo, ellos también estaban ocupados. Cuando Prikian les aconsejó a Nell y a ella que retrocediesen le dijo:

- ¿Retroceder? ¡¿Estás de guasa?! ¡Por fin he recuperado la puntería! Además, no quiero dejarte toda la diversión para ti.

Aún diciendo aquello, Emma procuró retroceder un poco hasta poder apuntar con facilidad.

Al escuchar las palabras de Palin se voltea para prestar más atención a los tres corredores. Las dos mujeres llaman poderosamente su atención.  Sin duda la vida de un shooter era muy dura y solitaria.

-Que me parta un rayo- murmura con la boca algo abierta. Sin duda eran buenos tiradores y no se andaban con vueltas, lo único malo es que al parecer su cabeza no funcionaba muy bien que digamos-. Deberían ponerse en medio de la calle sentados en un plato. ¡Con un demonio ya métanse dentro y dejen de llamar la atención! ¡O por lo menos quítense del medio! - les grita enojado-. Ustedes tres no disparen, solo atraerán mas. Cerraremos la puerta una vez estemos todos adentro.

Sin decir más entra en la estancia con el bate listo para partir cabezas. Siempre en esos lugares había muchas mesitas y sillones para que los clientes gordos puedan sentarse después de comprar mucha ropa que jamás les entraría.  Tenía pensado sellar la puerta con algo, y luego ir por la batería. En ningún momento se planteo como salir de allí.

-Un problema por vez- pensó con una sonrisa. Estaba ansioso por probar algún otro loco plan.

En el interior de la estación de metro el coche ha dejado de sonar, aplastado por los innumerables golpes de los muertos vivientes. En el exterior, Emma, la esbelta y atlética pelirroja, coloca el cañón de su arma sobre la cabeza de uno de los dos zombies que intentan atraparla, y con una potente explosión la mandíbula inferior y parte del bulbo raquídeo del zombie salen proyectados por el aire. El monstruo, incapaz de coordinar los movimientos de su corrupto cuerpo, cae con un violento baile.

Nell, por su parte, lanza varias chanzas mientras se dirige corriendo hacia el lugar en el que se encuentra Bronx dando órdenes a sus fusileros. La joven asiática libera su espada, que durante la carrera le brinca al mismo ritmo que el pesado busto dentro de la exigua camiseta. Tras unas zancadas con las que se aleja de Emma, de Prikian y de los zombies, llega hasta Bronx y los tres fusileros.

"Señor, sí, señor", gritaron los tres fusileros a la vez cuando Bronx les dio la orden de no disparar. El Shooter afro gritó a los dos combatientes restantes que se acercaran, explicándoles que estaban atrayendo monstruos, y que bloqueando las puertas rotatorias los zombies no podrían pasar. Entonces fue cuando miró atrás y vio que una de las puertas estaba completamente destrozada debido al golpe que él había propinado con el bate de béisbol. Incluso bloqueando las puertas, los zombies podrían entrar por el mismo enorme agujero que él había practicado para pasar. Ups.

Prikian, mientras tanto, intenta evitar que los zombies ataquen a sus compañeros liándose a tollinas manchegas, pero en esta ocasión su puño sólo consigue adentrarse con un sonido de succión en la cara tiernecita y podrida de uno de los zombies, sin causarle daño alguno.

Un nuevo grupo de zombies empieza a subir desde las escaleras, ahora que la alarma del coche deja de llamar su atención. ¡Pero los que ya se encuentran fuera rodean a Prikian y a Emma, y empiezan a golpearles, arañarles y morderles!. Prikian está repartiendo piñas con fuerza, y consigue librarse de los embites de las criaturas, pero un zombie doblado por un tropiezo consigue morder a Emma en el muslo (3 daños), y otro la alcanza por detrás y golpea con sus garras produciéndole un terrible y doloroso moratón en el homoplato derecho, (4 daños). La joven pelirroja no puede reprimir un grito de dolor; sus heridas hubieran acabado con cualquier otro, pero ella es una shooter y continua en pie, aunque herida.

En el siguiente asalto, Prikian y Emma llegarán a la puerta del centro comercial, al igual que la oleada primera y segunda de zombies, que ya tienen ganas de merendarse a Bronx, Nell y los fusileros. La tercera oleada de zombies todavía no llegará a la puerta del centro comercial, porque se ha puesto a comerse a los zombies que Emma, Nell y Prikian han destruido y han dejado tirados en las escaleras del metro. El mogollón de zombies en el interior del metro empiezan a bullir, y pronto empezarán a subir a la plaza. Los fusileros empiezan a ponerse nerviosos, y Ramírez comenta con su acento panamericano; "Señor, se nos echan encima... órdenes señor...".

¡Qué emoción!. ¡Qué alborozo!. ¡Los zombies empezarán a subir, y una de las puertas rotatorias del centro comercial se encuentra destrozada, permitiendo el acceso. Además está claro que muchos zombies golpeando las puertas terminarían por echarlas abajo. La situación empieza a ser difícil... ¿a alguien se le ocurre una forma de evitar que las criaturas irrumpan en el centro comercial?. ¿O tendréis que huir corriendo?. ¡Prikian y Emma están rodeados de zombies, y ella ya está herida!. ¿Intentaréis acabar con los zombies que la acosan?. ¡Es vuestro turno!.

Emma 8
Nell 6
Bronx 5
Prikian 5
Fusileros 3
Zombies 0

Primera andanada. (Con Prikian y Emma).
Zombie 1 (Eliminado por Nell)
Zombie 2 (Eliminado por Prikian)
Zombie 3 (Eliminado por Emma)
Zombie 4 (Ataca a Emma)
Zombie 5 (Ataca a Prikian)
Zombie 6 (Ataca a Prikian)

Segunda andanada. (Con Prikian y Emma).
Zombie 7 (Ataca a Emma)
Zombie 8 (Ataca a Emma)
Zombie 9 (Ataca a Emma)
Zombie 10 (Ataca a Prikian)
Zombie 12 (Ataca a Prikian)
Zombie 13 (Ataca a Prikian)

Tercera andanada. (Comiéndose a sus compañeros zombies).
Zombie 14
Zombie 15
Zombie 16
Zombie 17
Zombie 18
Zombie 19

Fusilero 1 (Palin)
Fusilero 2 (Ann)
Fusilero 3 (Ramírez)

Emma (7 daños)

-Tsk, seran idiotas...

Nell llevo una rodilla a tierra mientras apuntaba  con algo mas de seguridad de lo que hacia normalmente, habia Shooter en medio de los zombies y tampoco era plan de pegarle un tiro a alguien de su mismo rango

-Aunque me importa un comino, que se hubieran quitado de ahi

La bala salio lenta e inexorable hacia su destino, el timpo parecio detenerse mientras la bala llegaba hasta el pecho de uno de los zombies que podian impedir el paso de Emma o Prikian, ahora estaban cuerpo a cuerpo de aquellas asquerosas criaturas y si hacian caso deberian de ponerse todos en el lugar de la puerta

-Quizas la puerta este rota, pero seguramente nos de un paso en el que esos indeseables solo puedan pasar de a uno, son como sacos de grasita de chino, seguro que dejaran una bonita fachada de mierda y sangre

¡Ha sucedido una desgracia!.

Tú y tus hermanos de la raza cósmica llevais dándoles caña a los zombies una buena temporada; sois una veintena de pandilleros peligrosos, y teníais vuestra base en una nave industrial abandonada que habéis decorado con los colores de la banda. Construisteis una muralla de escombros alrededor de la nave que ha mantenido a los zombies a ralla, y utilizando ese lugar como base habéis lanzado varias incursiones para conseguir comida y munición en los alrededores, acabando con los no muertos a los que os enfrentabais.

Erais unos treinta jóvenes; veinte chicos y una decena de chicas, pero ninguno tan bueno como tú. Eres un shooter, así que no te costó convertirte en el líder de la banda. Cuando hay que hacer alguna misión especial para un sólo hombre, eres tú el que la hace. Por ejemplo, hace una semana saliste de la nave para internarte en un mercado cercano, con la idea de explorar y buscar suministros. Pasaste unos días fuera, hasta que viste el humo en el horizonte y volviste a la guarida de tu banda a todo correr.

Cuando llegaste, encontraste una horrible carnicería. Los zombies no podían ser los responsables de aquello, porque había agujeros de balas y cráteres de bombas por todas partes. Habían atacado a la banda, y además parecía que lo había hecho un ejército; la empalizada de escombros había sido reventada en varios puntos por impactos de mortero, y varios dedos de humo oscuro y sepenteante se alzaban de los restos de la nave industrial que era vuestro hogar, y que ahora estaba quemada, con el techo y una de las paredes derrumbados trágicamente.

Entraste apretando los dientes, y viste que había algunos cadáveres. Tus amigos y compañeros habían luchado con valor, pero los atacantes debían tener mejores armas y tenían que estar entrenados: parecían militares. Contaste unos quince cuerpos; algunos todavía tenían armas en las manos, como si hubieran luchado hasta el final.

También encontraste seis o siete cuerpos de los atacantes. Los habían dejado donde habían caído, como las bestias que eran. Se trataba de mutados con aspecto de monos, peludos, de grandes brazos y cascos redondos y marrones, como los uniformes. Llevaban rifles antiguos del estilo de la segunda guerra mundial, y sus rostros estaban deformados, con aspecto de gorilas, chimpancés, orangutanes o macacos. Al registrarlos, encontraste un montón de material del centro comercial Chipy´s: paquetes de tabaco en bolsas publicitarias, panfletos, etcétera... estaba claro que venían de allí.

La mitad de tu gente ha sido apresada, y la única pista que tienes es el centro comercial. Caminas hacia allí esquivando los grupos de torpes zombies, pero antes de llegar ya escuchas disparos; ¿serán los monartilleros que os atacaron?.

Llegas a un lateral del centro comercial, y descubres que no es así. El Chipy´s está en una plaza, y desde dos bocas de metro empiezan a salir montones de zombies. En la puerta del centro comercial ves a un afroamericano grandote dándoles órdenes a tres fusileros de la Resistencia; corriendo, llega una asiática vestida de fantasía con grandes y botantes pechos, y más allá hay un tipo de ojos verdes y una pelirroja rodeados de zombies. Parece que están en problemas, y quizás podrían ayudarte a investigar si los monos salieron de allí, y si es en el centro comercial donde tienen presos a tus hermanos... ¿Qué es lo que harás?. Puedes llegar a la puerta en un asalto si corres hasta ella; si además disparas o realizas otra acción, llegarás en dos asaltos. ¡Es tu turno!.

El dolor agudo que sentí cuando el zombi le mordió le hizo perder momentáneamente la visión. Y luego el del homóplato...

Sin embargo, no estaba dispuesta a dejar que la convirtieran en uno de ellos.

Disparó a bocajarro al zombi que le había mordido en la pierna antes de echar a correr tanto como podía hacia zona segura, desde donde Nell la estaba cubriendo. Lo destrozó y al menos se sintió un poco más aliviada.

La puntería ha vuelto a mí... Ya era hora de despertar Emma...

Continuó corriendo tan rápido como la pierna herida le dejaba. Tenía que curarse aquella herida cuanto antes, parar la hemorragia, desinfectar el mordisco, vendarse esa parte para no llamar más la atención de ningún bicho sediento de sangre...

- ¡Nell, cúbreme!- le decía mientras se dirigía hacia ella- ¡Prikian! ¡Son demasiados, lárgate de ahí!

Mojo una de mis manos en la sangre de mis compañeros y pongo una huella de sangre en las paredes por cada caido.

-A donde están no las necesitarán. Cojo las armas de mis hermanos, la munición disponible, y algo de comida para el camino.

Cuando llego al combate la imagen de esos dos llama mi atención y trepo para tener un mejor angulo de disparo y no ser alcanzado por los zombies.

 Una misión nunca me había salido mal me daba por el culo tener que abandonarla pero si no salía de ahí iba a salir mal parado, al ver que dos zombies habían mordido a Emma dejándola muy herida decidí huir algo muy raro en mi. Nell nos había echo un hueco entre los zombies,  salí corriendo hacía Nell y girando un poco la cabeza para no retrasarme tire un tiro hacía los zombies.

Me molesto mucho haber fallado pero, seguro fue porque no estaba bien posicionado ya que era raro que fallara un tiro.

Te encuentras en una esquina del centro comercial; el resto de los jugadores todavía no te han visto. Puedes quedarte donde estás y disparar o llegar hasta la puerta del centro comercial y disparar: en ambos casos tendrás que hacer una tirada de "Apuntar". Si quieres correr simplemente hasta la puerta, no será necesario que tires ningún dado: no está lejos y no hay zombies en medio, así que simplemente lo haces. Si quieres buscar un lugar alto desde el que disparar, no lo encontrarás aquí: estás en una esquina del centro comercial, que es un edificio plano y sin ventanas, estilo Corte Inglés. Tendrías que apartarte de la acción y moverte hasta algún edificio de viviendas cercano.

Tú decides; si apareces en la acción, no olvides de poner el mensaje para todos los jugadores, ya que podrán verte.

Saludote!.

-Ohh claro, el boquete- dijo Bronx con una sonrisa de completa incredulidad, había olvidado que no se movía la puerta por lo que no podrían girarlo para que quede la puerta sana en el camino de los zombis-. Qué remedio...- se encoge de hombros y prepara su bate y con total tranquilidad dice-. Disparen, ya se nos echan encima. Apenas estén cerca entren en el centro comercial.

Mira hacia la asiática con el traje corto y apretado la cual saca una espada exótica de esas que se ven solo en películas. Sonríe al pensar que tenían algo en común: a ambos les gustaba usar sus manos en vez de disparar de lejos para así poder sentir la sangre salpicándolos. Es por eso que marcho hacia los tres que venían caminando, esperando poder ayudar a la rubia lastimada. Corrió con la una sonrisa en los labios que le daba un aspecto inquietante.

El bate golpeo directamente en la podrida y hueca cabeza de uno de los zombis cercanos a ellos. Se alegro cuando esta se separó del cuerpo y voló muchos metros por encima de los demás. No se pudo quedar a ver hasta donde llegaba, sin duda podría inventar otro juego, pero ahora tenía que quedar bien con la hermosa muchacha.

-Rápido, entremos, seguro nos seguirá jaja tanto mejor- grita mientras sacude su bate que tenía algo pegado, pero mirando a la chica agregó rápidamente olvidando la cosa pegajosa-. ¿Puedes caminar? ¿Quieres que te cargue?

¿Algo donde taparse o esconderse?

La joven y atlética pelirroja se mueve hacia la puerta del centro comercial Chipy´s atravesando la calle e intentando desembarazarse de los zombies que están manoteando e intentando herirla y morderla compulsivamente. Marchando de espaldas, dispara un tiro contra la cabeza del más cercano, haciéndola estallar por encima como si fuera un melón maduro. La criatura sin cabeza todavía da algunos pasos más, perdiéndose por la plaza, antes de caer al suelo inmóvil.

Nell, junto a los fusileros y al enorme Bronx, también apunta y dispara contra uno de los zombies que persiguen a Emma, acertando el balazo en uno de los ojos podridos de un zombie gordo que queda desconectado cuando el proyectil se aloja en su cerebro. La cosa cae de bruces y se bambolea sobre su inmensa e hinchada barriga antes de espatarrarse del todo. Bronx, por su parte, da órdenes a los fusileros para que abran fuego y aprovecha que los zombies se dirigen hacia él para coger el bate de béisbol y lanzarse de frente contra una de las horribles criaturas que atacan a Prikian; el golpe rompe vértebras y cuello, y el zombie cae de rodillas con la cabeza en un ángulo de noventa grados, y luego se estrella con el suelo.

Prikian tiene menos suerte, y corre disparando sin mucho tino; la bala perdida rebota en alguna parte y termina impactando en la pantalla del centro comercial, en la que se estaban emitiendo reposiciones de Gran Hermano: con un chisporroteo, la señal se corta y en la enorme televisión sólo se ve estática. Las tres marujas-zombie que estaban mirando la pantalla estúpidamente pasan a unirse a la juerga, furiosas por haber perdido su razón de no-vivir, y atacan la posición de la puerta, en la que ya se encuentran los cuatro shooters y los fusileros.

Las armas de éstos resuenan en la plaza, y aunque la mayoría de los disparos se pierden, una ráfaga de uno de los fusiles arranca el brazo y la cabeza de una de las marujas zombie, que cae haciendo molinetes y gruñendo. Dos de las marujas-zombie que estaban entretenidas viendo Gran Hermano se lanzan torpemente sobre Ramírez, y uno consigue engancharle y empezar a morderle el cuello violentamente: el Fusilero grita agónico, mientras los dientes renegridos del monstruo desgarran su cuello lanzando chorretones sanguinolentos en todas direcciones. "¡Viri viri!, ¡Noo!", grita Ann mientras se aparta de las marujas zombies e intenta disparar con su arma. "AAAAH!!", grita el fusilero con sobrepeso, "No... me llaméis... viri viri... cabro... nes...", susurra tirado en el suelo de forma trágica y quedando inerte. (El fusilero Ramírez ha sido eliminado).

El resto de los zombies atacan violentamente a Emma y a Prikian, pero en esta ocasión la marabunta no consigue herir a la joven, que se los saca de encima a golpes; el único herido es Prikian, que recibe un zarpazo de los dedos rígidos y fríos de uno de los zombies. En el siguiente asalto llegará al centro comercial la tercera andanada de zombies, y desde el metro empiezan a surgir montones de ellos. Palin parece muy agobiado; "¡Jefe!, ¿qué hacemos?, ¡Nos superan!".

¿Lucharéis en la puerta exterior del centro comercial?. ¿intentaréis entrar dentro y defender la posición?. ¿Se os ocurre algún modo de bloquear o derrumbar la entrada para impedir que los zombies entren?. ¡Es vuestro turno!.

P.D. Haced una tirada de "Hábil" para percataros de algo please.

Emma 8
Nell 6
Bronx 5
Prikian 5
Fusileros 3
Zombies 0

Primera andanada. (En la puerta del centro comercial).
Zombie 1 (Eliminado por Nell)
Zombie 2 (Eliminado por Prikian)
Zombie 3 (Eliminado por Emma)
Zombie 4 (Eliminado por Emma)
Zombie 5 (Eliminado por Bronx)
Zombie 6 (Ataca a Prikian)

Segunda andanada. (En la puerta del centro comercial).
Zombie 7 (Eliminado por Nell)
Zombie 8 (Ataca a Emma)
Zombie 9 (Ataca a Emma)
Zombie 10 (Ataca a Prikian)
Zombie 12 (Ataca a Prikian)
Zombie 13 (Ataca a Prikian)

Tercera andanada. (Llegan a la puerta del C.C. el siguiente asalto).
Zombie 14
Zombie 15
Zombie 16
Zombie 17
Zombie 18
Zombie 19

Marujas-zombie. (En la puerta del centro comercial)
Zombie 20 (Eliminado por Palin)
Zombie 21 (Ataca a Ramírez)
Zombie 22 (Ataca a Ramírez)

Fusilero 1 (Palin)
Fusilero 2 (Ann)
Fusilero 3 (Eliminado por Zombie 22).

Emma (7 daños)
Prikian (2 daños)

Ya estás bastante escondido en el lateral del edificio; de hecho, todavía no te han detectado los shooters ni los zombies que les están atacando. No te sería difícil esconderte en el edificio de viviendas que hay al otro lado de la calle en la que te encuentras: ves algunas ventanas rotas en el primer piso, y podrías colarte en el interior. Pero si lo que quieres es entrar en el Centro Comercial para ver si allí los cautivos de tu banda están retenidos allí, eso no parece acercarte mucho a ese propósito.

Frente al Chipy´s está la plaza; en la plaza no hay cobertura y no es fácil esconderse, las únicas estructuras que hay son dos bocas de metro y algunas jardineras en el centro del lugar, pero la entrada está en el frontal del edificio pegado a tí. (Tú estás en una esquina, y lo ves todo desde ahí).

Ahora las cosas se han puesto complicadas; los monstruos han llegado a la entrada, aunque todavía puedes llegar allí en un asalto con una carrera, incluso si disparas o realizas alguna acción.

¿Irás hasta la entrada del centro comercial?. ¿Buscarás otra forma de entrar?. ¿Te esconderás en el edificio de al lado?. Es tu turno ;)

Nell vio como venian mas y mas zombies

-Es una lastima no tener un par de granadas a mano, si entraramos al centro comercial y subieramos por unas escaleras automaticas, podriamos hacerlas estallar y hacer carne picada de zombie, ademas de darnos algo de tiempo para poder escalar hasta el techo y escaparnos por alli...en fin, las balas no son infinitas y acabamos de perder a un aliado

Nell parecia no sentir ni padecer la perdida de una persona, quizas la vida la habia endurecido o quizas se acallaba sus sentimientos, fuera lo que fuera volvio a apuntar y a disparar al zombie mas cercano, aunque esta vez la bala no salio con un objetivo claro y solo logro arrancar algo de carne putrefacta del brazo de uno, nada serio ya que el sistema nervioso del ser no fue afectado y su movimiento prosiguio como si nada.

-Maldita sea...

La pistola fue guardada en su funda mientras empuñaba con las dos manos su querida espada.

-Es la hora de elegir y si no teneis explosivos creo que nos tocara olerlos más de cerca

Se posiciono con las manos extendidas hacia arriba y las piernas bien separadas mientras aprecia encontrar un equilibrio perfecto para la siguiente accion.

Una lluvia de chispas de colores comenzó a caer sobre ellos, extrañamente le daba a todo un toque muy cinematográfico. Pero no pudo ponerse a pensar en eso mucho tiempo. Vio como Ramirez caía, los ojos desorbitados y un geiser de sangre surgía de su garganta. Estaba a punto de cargar sobre los zombis pero solo corrió más rápido hasta la entrada. Sin duda se entretendrían un rato largo comiéndose al gordo compinche, no convenía interrumpirlos.

-Estúpidos, les dije que entraran si estaban muy cerca los muertos- les grito molesto a pesar de que no le importaba si moría alguno-. Entren de una maldita vez y trataremos de contenerlos. O de perderlos…

Ya le estaba empezando a caer mal estos tres, por culpa de ellos, cada vez había mas muertos queriendo que se unan a su club. Solo tenia que recuperar la maldita batería para que no le su jefe no le moleste. Tendría que haberse dejado otro auto, así podrían tapar la entrada o usarlo de ariete una vez más.

Si entraban de una vez quizás podían subir  las escaleras como dijo la asiática y luego taponar esas entradas con algo, los zombis no son precisamente grandes acróbatas y les costaría lo suyo subir.

La cosa parecía cada vez más fea. Si al menos no la hubieran herido Emma estaría disfrutando de aquella batalla de superviviencia. La suerte llegó cuando aquel musculoso y enorme hombre llegó hasta ella y le ofreció llevarla:

- La verdad es que puedo caminar, pero si me llevas un trecho, mientras, yo te cubro la espalda y no perderé tanta sangre.- le venían muchos comentarios graciosos a la cabeza pero sabía que no era momento de hacerlos.- Solo serán un par de minutos y después seguro que resulto más útil.

Así, con esfuerzo se subió a las anchas espaldas del hombre, se agarró con una mano a su cuello y sacó su pistola antigua con la otra apuntando al zombi que se encontraba más cercano a ellos pero lo suficientemente lejos como para poder apuntar en condiciones. Le hizo un gran agujero en la cabeza y momentos después observó cómo se caía al suelo.

Al ver que volvía a acertar de nuevo sonrió a duras penas, pues le dolían tremendamente las heridas y la pérdida de sangre ya estaba siendo importante.