Partida Rol por web

Ayla siguió hacia el sur para no ir por el camino principal. Tras varios días de viaje sin descanso, vio en el horizonte el pueblo de Fennas Drúnin. El Consejo de Fennas Drúnin debía reunirse para ayudar a Harnalda, o al menos prepararse para la llegada de los nuevos ejércitos enemigos. De su última visita aquí Ayla recordaba que había dudas de la lealtad de algunos miembros del Consejo. Sabía con quien debía hablar – con Andalyn, el herbolario y miembro de un gremio secreto de hechiceros, además de miembro del Consejo de Fennas Drúnin.

Entró de forma clandestina en mitad de la noche, y tocó la puerta trasera de Andalyn. De su anterior encuentro recordaba que siempre se quedaba hasta tarde en su despacho.

La puerta se abrió, y Andalyn le miró con sorpresa en sus ojos.

-Hola Andalyn, parece que has visto un fantasma... Rápido déjame entrar, hay ojos que no deben verme...

-Pasa, Ayla, le dijo y miró alrededor en el callejón antes de cerrar la puerta. Entraron en su despacho.

-Vengo de Harnalda, la situación es insostenible. Necesitan ayuda ya, y cada segundo es crucial. Traigo un informe que me han dado para que lo presente en el Consejo... 

Ayla le dio el informe para que leyera. -Pero no todos son de plena confianza... Tú sabes en quien se puede confiar y hay que mandar rapido apoyo a esos hombres. A mi salida hice un último intento de darles un respiro y logré que adiera una de las torres de asedio, pero no se si el tiempo que puedan ganar será suficiente. He traido mapas de la zona, como están sitiados y donde están las tropas enemigas.

-Esos hombres están dispuestos a morir para que los habitantes del Ángulo tengan una vida pacífica... No les deis la espalda. Hay que despertar ya a tus hombres de confianza aún que es de noche y pedir las ayudas necesarias.

-No me importan las reglas en éste momento. Esos hombres si no reciben ayuda están condenados y con ellos El Ángulo, si no reciben apoyo pronto.

Andalyn se quedó observando la nota del espía Gato Nocturno. La concentración y la gravedad de la situación se reflejaba en su rostro. -Según parece, le dijo, -no todo es lo que parece. El ataque a Harnalda es una maniobra de despiste, incluso me atrevería a decir que Angmar está jugando con las ganas de venganza de Ermegil Brazo de Piedra. Mientras Ermegil ataca Harnalda y centra nuestra atención, hay otro contingente de camino desde el norte. Conozco al Gato Nocturno, y me fío de su información:

¡Cuidado! No todo es lo que parece. La invasión es sólo para despistar. Hay una operación importante de Angmar que se está llevando a cabo en otra parte. Ejércitos de camino en el norte. Hakknash en Herubar-Gular. Broggha reuniendo hombres de los clanes. Durkarian esperando en Buhr Calden con un contingente importante de Angmar, compuesto por orcos y hombres. Agente enemigo en Fennas Drunin en contacto con Ermegil, posiblemente conozca la ubicación de la base secreta. Lleva esta información a Aldurin.

El Gato Nocturno

-Ha llegado la hora de empuñar el acero y prepararnos para la guerra, continuó Andalyn. -Y en la guerra se toman decisiones difíciles pero necesarias. Las defensas de Fennas Drúnin, y del Ángulo en su conjunto, se basan en las dos torres gemelas: Thuin Boid y Harnalda. Por orden de importancia, debemos centrarnos en..

* Pedir ayuda y conseguir refuerzos y concentrar las tropas aquí en Fennas Drúnin
* Averiguar de dónde vienen y a dónde se dirigen los nuevos ejércitos:
       -Los hombres de los clanes de Broggha
        -Contingente importante de Angmar
*Decidir si plantarles cara en Thuin Boid, en el campo abierto (descartado) o bien aquí en Fennas Drúnin. No doy por perdida la torre de Harnalda, pero nuestros amigos en Harnalda están solos, y espero que los valar les ayuden a sobrevivir el ataque de Ermegil. Cada hora que consiguen defenderse de los ataques de Ermegil es vital para el Ángulo, ya que nosotros debemos hacer frente a los nuevos contingentes.
*Averiguar quién es el agente enemigo en Fennas Drúnin, y dónde está la base secreta.

-Necesitamos ayuda urgente, y nuestra lista de aliados se reduce.

Ayla recordó que cuando iba con Alam vieron a una patrulla de montaraces que les explicaron donde había algunas trampas. Se lo comentó a Andalyn a ver si incluso se les podría localizar para pedirles ayuda.

-Efectivamente, hay un pequeño contingente de nobles montaraces de Arthedain en estas tierras. En estos tiempos, creo que uno debe elegir bien en quién confiar, y ya desde nuestro anterior encuentro tenía un buen presentimiento respecto a ti Ayla. Me pareces una persona de fiar, que incluso podrías ayudarme a mí y a los que represento, o ayudarnos mutuamente, una vez terminada esta guerra, si es que sobrevivimos.

Ayla recordó su anterior encuentro, en medio de la noche en su despacho. Aunque fue tan sólo hacía unas semanas, le dio la sensación de que habían pasado años. Tanto dolor, tanto sufrimiento, tanta angustia…

Con paso decidido Ayla se acercó a la tienda de Andalyn, y tocó suavemente la puerta. Justo cuando iba a tocar de nuevo, escuchó como alguien abrió la puerta desde dentro. Era Andalyn con una linterna en la mano.

-Ayla, veo que tú tampoco has podido dormir. Pasa. Le siguió mientras cruzaba la zona de la tienda y hasta su despacho. Apagó la linterna, ya que había una lámpara de aceite encima de la mesa, iluminando unos libros y un montón de pergaminos, cartas… En alguna Ayla pudo ver el sello de Arthedain antes de que él colocara otros pergaminos encima tapándolas. Le ofreció una taza de té. -Bueno, Ayla. ¿En qué puedo ayudarte?

-Estoy un poco preocupada por la situación, nada más y como ví que tenías la luz encendida decidí hacerte una visita, contestó Ayla. -La verdad es que hay cosas que no me cuadran del todo, vale que los montañeses son cazadores, pero ¿hasta el punto de ponerse justo detrás de ti y rebanarte el cuello...? No sé, tal vez sean ayudados, además creo que hay algo o alguien grande detrás de todo. El Huargo que me encontré, tenía una misión evitar que lo enanos pidiesen ayuda a Khazad Dum y distraer de la movilización de un ejército, pero ese ejército ¿qué propósito tiene? Tal vez pueda ganar tres o cuatro pueblos si tienen suerte, pero enseguida Arthedain los aplastará, qué intención es la que los mueve? Esa es mi pregunta, además si hay un infiltrado en el consejo pueden haber espías por doquier, unido todo a que nuestros enemigos no se molestan en mandar emisarios sin un propósito firme, como el Huargo...

-Y dentro de todo esto estás tú, Te mereces mis respetos por lo que haces por estas regiones, ¿pero quién eres realmente? Te he visto el símbolo en el tapiz y lo retiraste al poco tiempo y cuando te pregunté por él intentaste evadir mi pregunta. Además, me atrevería a decir que tienes un fuerte vínculo y flujo de información con Arthedain, sabrás por tanto que hace poco tiempo fue llevado allí, por un montaraz, un sirviente un tanto peculiar y puede que un tanto peligroso si lo encuentra el enemigo, ese personaje lo hallé yo, además me atrevería a decir que sabes más de mí de lo que creo puesto que quien confiaría en unos extranjeros que acaban de llegar al pueblo las posibilidades de supervivencia de una región? Una última cosa, por qué escondes cuando me acerco todo los que tienes referente a Arthedain? Además, creo que en este lugar no sólo tienes hierbas... Creo que merezco algunas respuestas, sin pretender molestarte Andalyn.

Andalyn se quedó mirando a Ayla un rato, observando su rostro. No parecía ofendido por las preguntas. -Todos estamos preocupados, y debemos estarlo. Tienes razón, hay cosas que he averiguado acerca del ataque de los montañeses que aún no te he contado. Pero es por una razón: me acaban de informar, no lo sabía en la reunión.

Ayla sospechó que le estaba mintiendo, pero antes de acusarle se fijó en la habitación. Él tenía una copa de vino que acababa de llenar, pero había otra, vacía, encima de una mesa auxiliar. Además, en un despacho tan ordenado, llamaba la atención que la silla en la que Ayla estaba sentada no estaba del todo bien colocada. Al parecer ella no era su primera visita de la noche.

Ya en el momento presente, mientras hablaban de la mejor manera de seguir en este momento, Andalyn confirmó que, efectivamente, los montaraces reales eran los que le informaban de lo que sucedía en la región, y le traían nuevas de Arthedain.

Ayla siguió recordando:

-Sí, me acaban de informar, continuó Andalyn, -y te ruego no preguntes quién. Hay mucha gente que arriesga su vida por un bien común, y no quiero poner su vida en tus manos sin su consentimiento. Y espero que tú me rindas la misma cortesía llegado el momento, aunque al juzgar por la ligereza con la que cuentas cosas altamente secretas y peligrosas, ya no lo tengo tan claro. No sé nada del sirviente del que me hablas, y creo que es mejor así. No cambia mi propósito aquí.

Él le insistió que su vida estaba en manos de Ayla, y que creía que estaba a salvo. Le reveló que formaba parte de una orden secreta que salvaguardaba los artefactos y el conocimiento arcano de Númenor.A

Andalyn bebió un poco más de su copa, mientras le clavaba una mirada muy intensa. -Pues ahora que tenemos eso más claro, te mereces saber todo lo que os pueda ayudar en vuestra misión. Los cazadores montañeses usan, al parecer, una hierba denominada “sha”. Me han traído una muestra hallada hace poco  del cadáver de un montañés muerto en un ataque a una granja. Esta hierba tiene algunos efectos secundarios molestos, pero te proporciona visión nocturna muy buena. Esto, unido a la habilidad y conocimiento de la zona y de la ruta de la caravana, les dio una ventaja importante. Es una hierba que se puede encontrar un poco al sur, pero su valor asciende a 60 monedas de oro por dosis. La siguiente pregunta obvia es ¿cómo las han conseguido? Aún no lo sé, pero he estado investigando… No quiero acusar a ningún miembro del Consejo sin pruebas. El único miembro que ha mostrado reiteradamente su intención de abandonar la ciudad en breve, y además ha recibido algunos envíos sospechosos, es Corvan, al que ya conocéis. Es un buen amigo mío, y un hombre muy respetado. Pero nadie está libre de sospecha. Seguiré investigando.

-Ayla, como te dije en nuestro último encuentro, ningún miembro del Consejo está libre de sospecha. En unos momentos debemos despertarlos y convocarlos a todos, pero hay que llevar cuidado con lo que revelamos, y desde luego tanto la presencia de los montaraces como mi misión aquí no debe conocerse.

-¿Pero quién eres realmente? Te he visto el símbolo en el tapiz y lo retiraste al poco tiempo y cuando te pregunté por él intentaste evadir mi pregunta.

-¿Quién soy? ¿No es eso lo que nos preguntamos todos? Sobre todo tú, Ayla. Soy de los que piensa que cada uno decide su propia vida, forja su propio destino. Yo trato de hacer lo posible por ayudar a la gente de estas tierras, aportar algo... Y sobrevivir con ellos. Son tiempos difíciles, pero incluso ahora veo que los cimientos, los valores de la sociedad que ideó Elendil siguen vigentes, y merece la pena luchar, y morir, por esa idea.

-Toma esta infusión, Ayla, le dijo Andalyn mientras le invitaba a sentarse ya en el presente. -Has cabalgado varios días para llegar hasta aquí desde Harnalda, seguramente sin descanso. Ahora en un rato vamos a despertar al líder del Consejo, Paetric, al que ya conoces. Es un hombre sabio y justo, y lo considero un buen amigo. Perdió a sus hijos en las últimas guerras, y ahora en su vejez le toca revivir una guerra…

Corvan... No me fio de él. Si de verdad quiere irse es por algo, no creo que esté durmiendo por muy tarde que sea. Si tiene algo que ocultar, ¿que mejor momento que la noche?

Ayla plantea hacerse invisible y acercarse a casa. Asomarse por las ventanas y ver qué hacer, qué pasa. Con el oído élfico... Oir ruidos conversaciones ver sin  ser vista para saber...

No me gusta Corvan. Ya de paso, me doy una vuelta por el pueblo, callejones etc. Pero invisible, es la mejor forma de saber... Ver sin ser vista.

Mientras tanto Ayla recordaba su último encuentro, y lo que pudo averiguar Alam acerca de los miembros del Consejo:

Paetric – líder del Consejo
Es el mayor propietario de tierras de la región. Se está haciendo algo mayor, pero se involucra muchísimo en los asuntos de la ciudad. Muy querido y respetado por el pueblo. Perdió a sus dos hijos en las últimas guerras, y odia a los Rhudaurim por ello.

Corvan – miembro del Consejo
Un hombre con cierto sobrepeso, ha sido el portavoz del gremio de los tejedores los últimos años. Conoce al padre de Uinen, es el que os ayudó cuando llegaste a la ciudad. Visita a menudo las tabernas de la ciudad (no vive en la ciudad, sino en las afueras).

Feagwin – miembro del Consejo
El segundo hombre más poderosos de Fennas Drunin. Bebe mucho, habla alto y tiene maneras de oso. Es de descendencia nórdica, pero ha vivido toda su vida en el Ángulo. En su juventud era un guerrero de cierto renombre, y consiguió una pequeña fortuna con la que compró tierras. Empezó a criar caballos, y ahora posee los mejores de la zona.
Su mejor amigo es Paetric, y los dos juntos tienen el poder de hacer lo que les parezca con el Consejo y con Fennas Drúnin. Suele ir acompañado de tres guardaespaldas.

Hirdan – miembro del Consejo
Un hombre mayor, ha sido pastor durante muchos años, ha sido elegido por ellos para proteger sus intereses. No sale mucho de su casa.

Nellanne – miembro del Consejo
También visita las tabernas con sus dos guardaespaldas. No tiene mucho poder real al parecer. La última vez Alam le encontró dormido a las altas horas de la madrugada, al parecer estaba muy preocupado por algo y bebió hasta quedarse dormido. Sus guardaespaldas le acompañaron a casa.

Gundryk – miembro del Consejo
El otro importante criador de caballos de la zona. Desciende de los inmigrantes Gramuz (orientales), se ha hecho una fortuna, hay quien dice que sus medios han sido más que cuestionables. Es un tacaño. No consigues averiguar más de él.

Lorrial – miembro del Consejo
Un hombre con muchas tierras de cultivo. Sólo visita la ciudad para reuniones.

Andalyn-miembro del Consejo.
De él no se sabe mucho en la calle. Lleva una década en la ciudad, por sus venas corre sangre dúnadan. Al parecer tiene grandes conocimientos de Rhudaur y Angmar, y por eso le han otorgado un puesto en el Consejo.

Amrill - mercante
Lo describen como un hombre alto con el pelo negro sedoso. Es de Gondor, y se ha hecho muy rico. Lleva más de diez años en la ciudad, y es un miembro respetado de la comunidad. Tiene fama de invitar rondas en las tabernas y también es conocido por su generosidad hacia los mendigos y los huérfanos. En especial los dunlendinos le respetan, y les proporciona trabajos de todo tipo.

Euylrass – miembro del Consejo
Uno de los miembros más jóvenes del Consejo. Se considera a sí mismo un hombre de campo y un excelente cazador. Organiza y participa con frecuencia en cacerías de osos, viajes de pesca y similares. Un hombre alto, atlético. Tiene muchos amigos en la comunidad. Sus dos hermanos menores pertenecen a las Lanzas Rojas y vienen de visita siempre que puedan.

Andalyn le continuó hablando: -Paetric, y algunos miembros más del consejo, hace un tiempo me pidieron consejo para prepararnos para lo peor, en caso de que caigan las dos torres defensivas. Las tropas de Fennas Drúnin son insuficientes, y somos un pueblo de pastores, criadores de caballos, artesanos… No somos guerreros. Tenemos una milicia para nuestra protección y defensa, pero no podemos hacernos frente a esta nueva amenaza solos. Sé que la situación de Cardolan ha cambiado dramáticamente, incluso estoy algo informado de cómo transcurrió la caída del Señor de la Guerra Dagorhir y la defensa de Metraith.

-No queda dinero en las arcas del Ángulo, pero si sobrevivimos podemos volver a recuperarnos. Hemos iniciado contactos con representantes de Tharbad para contratar contingentes de soldados profesionales. Tras la finalización de la guerra contra Dagorhir, debe haber disponibles espadas de alquiler como para defender esta región. Pero no tenemos oro para pagarles… Cuando estemos reunidos con Paetric y los demás, mi propósito sería proponerles preparar unas cartas o compromisos de pago, y que tú fueses la encargada de ir con esos documentos hasta Tharbad lo antes posible para conseguir ayuda en forma de soldados profesionales. He meditado esta idea desde diferentes puntos de vista, y veo con claridad que es el curso de acción correcta para El Ángulo. ¿Qué te parece?

-Es una buena elección, pero Tharbad está lejos. Por aquí cerca hay un contingente enano, tal vez podríamos pedriles ayuda. Si el Ángulo cae, ellos podrán tener problemas, solo hay que hacérselo ver. Hace poco les ayudé con un "problemilla", tal vez podría funcionar. ¿Qué opción te parece mejor?

-Sí, coincido contigo en que necesitamos toda la ayuda posible. Y también debemos evitar que el Enemigo reciba ayuda inesperada, o que lleguen nuevos enemigos con los que no contamos. Luego volveré sobre esto.

-En cuanto a los enanos de Forjapequeña nos pueden prestar ayuda, de hecho Folgrin se encuentra en Fennas Drúnin en este momento. Él fue quien habló bien de vosotros después de ayudarles con el tema de los huargos. Pero ten en cuenta que incluso para luchar contra unos huargos necesitaron ayuda externa. Son pocos, y deben proteger su mina y el pueblo hobbit cercano. Es el flanco oriental de la defensa del Ángulo, y contamos con ellos.

-El interés del Enemigo en mantenerlos al margen creo que viene del hecho que son naugrim de Khazad Dûm, y en caso de un ataque de Angmar contra los intereses de los enanos en la zona, podría intervenir. Me temo que esa puerta se nos ha cerrado, ya que el ataque en un principio parecía sólo un ataque de Ermegil, es decir, de Rhudaur. Al ser un asunto entre reinos de los hombres, no intervienen. Ahora ya tenemos indicios de que detrás hay un plan de Angmar, y varios contingentes de orcos. Hemos convocado a Folgrin para que hable con su líder Beleg y que éste considere enviar una solicitud de ayuda a Khazad Dûm, pero necesitarán pruebas fehacientes de un ataque a gran escala de Angmar, y aún así puede que la respuesta de Khazad Dûm sea evacuar Forjapequeña. No podemos contar con la ayuda de los enanos más allá de la que nos pueden prestar los que hay en Forjapequeña en forma de mantener nuestro flanco oriental para que no nos rodeen.

-Por esto considero que Tharbad es una vía que debemos agotar. Está algo lejos, pero en una embarcación rápida y río abajo se llega en cuatro o cinco días. Con un poco de suerte algunas tropas mercenarias se encuentran en tierras cercanas, pero en todo caso deben contratarse en Tharbad.

-Pues si esa es la mejor opción que así sea. Conozco a gente en Tharbad que me puede ayudar . Una pregunta, los mercenarios no vendrán gratis...

-Quiero saber qué es lo qué se les puede ofrecer, ya que sin una recompensa puede que vuelva sola... Partiré cuando hayais dispuesto todo.

-Que así sea. Sobre el pago, no tenemos oro pero sí podemos ofrecer cartas y compromisos de pago. En este asunto también espero poder contar con la ayuda de Forjapequeña. Estos documentos están listos, a falta que lo apruebe el Consejo. Ahora vamos a despertar a Paetric. Lo difícil va a ser convencer a los mercenarios que luchen primero para poder cobrar después. Es posible que debemos conseguir financiación, que también se puede conseguir en Tharbad.

-En cuanto a las personas a los que debes dirigirte, debes buscar el Gremio de los hombres de negocios. Ellos tienen los contactos necesarios con los mercenarios. Otro lugar que quiero que visites es la tienda de Dirhavel el Alquimista, pero por otro motivo. Hay un favor que quiero que me hagas, Ayla. La tienda de Dirhavel es un salvoconducto de mi Orden, y necesito que le lleves esta caja ya que este lugar ya no es seguro. También quería preguntarte por una cosa, la decisión de contestarme o no es tuya, solamente te pido que no me mientas. Posiblemente te imaginarás que mi misión es el conocimiento y la observación, y a menudo sé de cosas que se escapan del entendimiento de la mayoría, de la misma forma que sé que hay cosas de ti que van más allá de mi entendimiento. No obstante, mi duda se centra en el bastón que portas, ya que me es conocido, y también lo es para el Orden del que formo parte…