Partida Rol por web

El despertar del ocaso

El fulgor de los disparos acompaña las lenguas de fuego de los aerosoles, provocando un baile de luces y sombras danzante sobre toda la espeluznante celda de roca y hierro.

Las balas muerden la carne deforme del monstruo que una vez fue Sally, perforando de lado a lado su anormal cuerpo al igual que las llamas lamieron todo su volumen para crecer al contacto con la piel impía. Incluso las sucesivas puñaladas del mecánico abren profundos cortes en un costado de la bestia antes de acabar envuelta en llamas, tanto el cuerpo como la horripilante cabeza.

Por consiguiente las llamas devoran la totalidad del renacimiento de Sally, al igual que hace muchos años atrás algo similar sucedió con Jules y su sacrificio por las gemelas.

La criatura se rebatió contra las llamas y su destino inminente, solo que al final quedó reducida a un cúmulo de huesos y cenizas crepitantes. Y de los restos un fragmento de cristal, un trozo triangular de espejo cuya forma alargada recuerda a un puñal, es lo único llamativo y sorprendente que permanece de todo el monstruo.

Instintivamente Sophie retiró de entre las cenizas el filoso fragmento de espejo, cuyo reflejo es una ventana diminuta a otro sitio. En ese momento la oscuridad regresa, chorreando desde el techo y trepando desde la penumbra de cada rincón.

Una sirena de emergencia comienza a aullar en el exterior, llegando implacable hasta ellos para dar inicio al cambio de mundos otra vez.

Con la oscuridad llega la reversión de la decadencia y la oscuridad, al igual que la apariencia del entorno.

Cuando la luz regresa y la oscuridad retrocede una habitación de hotel ocupa el lugar de la celda de prisión. Una habitación simple, con una cama doble, una pequeña mesa y un par de sillas rematan el amueblado, dejando el paso hacia un pequeño baño con una ducha y un inodoro con un lavatorio. Encima de la plenilunio de la ducha un pequeño tragaluz, situado a casi dos metros de altura, deja pasar el tenue brillo de un día nublado y brumoso.

La habitación tiene la ventana tapiada a cal y canto y la puerta fue tapiada por maderos y clavos desde su interior. Quizás lo único llamativo es un gran espejo que cuelga en la pared sobre la cama.

El espejo esta roto, astillado y con piezas faltantes..

Trevor contempló satisfecho que la criatura que les atacaba ya no era peligrosa, no conocía a la tal Sally pero después de la refriega que había causado no la echaría de menos.

Guardó su puñal y cuando se dispuso a ayudar a Jules con las heridas de la joven Sophie ya estaban en otro lugar. Miró a su alrededor atónito por aquella especie de teletransportación.

-Joder, ¿dónde estamos ahora?- Después de habérselas visto con tales bestias aquel cambio aunque le sorprendió no le extrañó demasiado, comenzaba a pensar que estaba bajo el efecto de algún psicotrópico o algo similar. Se movió hacia la ventana tapiado e intentó en vano arrancar alguna tabla, entonces recordó de nuevo a la herida y se giró hacia ambas chicas. -¿Puedo ayudar?- Dijo a Jules amablemente mientras se acercaba.

Las llamas provocadas por los botes de aerosol que Sara y yo sosteníamos envolvieron por completo a aquel monstruoso ser con rapidez hasta volverlo un grotesco montón de huesos y cenizas humeantes… y entonces, el ensordecedor sonido de una sirena de emergencia comenzó a sonar en el exterior.

¿Y ahora qué?- pensé asustada de lo que podría significar aquella sirena, pero, a pesar de mis temores, ninguna nueva criatura apareció, e incluso, cuando dejó de sonar y la oscuridad fue sustituida por la luz, el lugar en el que estábamos había cambiado por completo a una especie de habitación de hotel en lugar de la celda de la prisión en la que nos encontrábamos segundos antes. Desde luego, incluso con el cambio, no me fiaba de aquel lugar, pero tal vez ahora tuviesen un momento para descansar.

¿Mamá? ¿Estás... bien?- le pregunté a Sara con el agotamiento patente en mi voz, pero aun así preocupada porque el monstruo la hubiese podido herir… aunque era evidente que se encontraba en mucho mejor estado que yo misma. Tal vez debería de haber pedido ayuda al igual que Harry… pero siendo mi supuesta hermanastra quien parecía tener conocimientos médicos, me resistía a pedirle ayuda por mucho que lo necesitase.

Sophie había permanecido clavada en su sitio con el cristal que había recogido de las cenizas de lo que una vez fue una mujer... y luego un monstruo. La joven Stark miraba el trozo que reposaba en su mano sin saber que pensar cuando todo comenzó a su alrededor comenzó a cambiar, durante un instante llegó a pensar que había sido culpa suya por coger ese fragmento, pero al ver las reacciones de sus acompañantes, trató de consolarse pensando que aquello era mejor que la cárcel... aunque teniendo en cuenta el tipo de sitio donde se encontraban dudaba que algo allí pudiera ser menos malo, ¡todo era horrible!

-Parece ser que está roto…quizá ese trozo que has encontrado antes pueda encajar…

La voz de Harry la volvió a la realidad

- ¿Eh?- la pelirroja miró el cristal, miró el espejo y volvió a mirar a Harry- sí... es posible que encaje- dijo acercándose al espejo para examinarlo y buscar el hueco en el que mejor pudiera encajar el fragmento- ¿Nos volveremos a teletransportar a otro sitio?- comentó mientras trataba de recolocar la pieza- ¿Cómo en Star Trek?- dijo rememorando la serie que había visto de niña en la tele, recordaba que a su padre le gustaba mucho y solían verla todos juntos aunque a ella no le hiciera mucha gracia, sólo que en su momento terminaba por verla porque el capitán Kirk le parecía guapo.

James miró a su alrededor. Decir que estaba acostumbrado a este tipo de cambios, sería decir mucho. Pero había pasado por ello en demasiadas ocasiones como para que no se lo esperase. La habitación pacería una prueba; un puzzle ¿Un puzzle de dos piezas?

Vio a Sophie con el trozo del espejo. A ninguno de ellos les fue dificil comprobar de dónde había salido. 

-No perdemos nada por probar-dijo encogiéndose de hombros. 

Luego vio a Harry, malherido como estaba, que intentaba quitar los maderos que tapiaban las ventanas. Acudió en su ayuda. 

-Vamos, amigo. Yo lo haré. 

Lo cierto es que James tenía también lo suyo. La herida del estómago le molestaba, pero al menos en apariencia, sus heridas eran de menos importancia que las del policía. Intentó ayudarse de algún objeto que pudiese usar como palanca, para ir sacando las tablas que la cubrían.

Mientras Jules atiende las heridas de Harry con ayuda de Trevor es Sophie quien toma la iniciativa bajo el consejo del malherido detective.

La joven descubre que el enorme espejo se encuentra astillado, parcialmente fragmentado y con dos fragmentos faltantes. De forma coincidente el fragmento de Sophie encaja en una esquina del marco del espejo.

Mientras tanto James inicia la búsqueda en la habitación. Necesita encontrar algo con que hacer palanca sobre las tablas que bloquean la puerta. Aunque parezca imposible encontrar algo idóneo en ese sitio todo es posible en este mundo, donde lo irreal se oculta a la vuelta de cada esquina.

Y finalmente la pelirroja coloca su fragmento en el espejo. Entonces las roturas del espejo retroceden lentamente con un sonido agudo hasta solo abarcar un tercio del espejo, dejando solo la parte dañada donde falta un fragmento. En ese momento en el marco del espejo es posible ver algunos grabados similares a oraciones, solo que se encuentran desgastados por el paso del tiempo.

James rebuscó por la habitación hasta que al fin encontró algo que le podía servir. Uno de los barrotes verticales del cabecero de la cama. Una cama de hierro de las antiguas. Parecía lo suficientemente grueso y resistente como para poder servir a su empeño. Introduciendo uno de los extremos por entre las tablas, tiró para hacer palanca. 

A pesar de que el viejo no estaba en su mejor momento, la palanca hizo su trabajo y consiguió desclavar algunos travesaños.

Al ver que Jules se las arreglaba bien Trevor se puso de pie:

-Bueno, veo que eres una buena enfermera- Dijo dándole un codazo a la chica como si esta fuera un viejo amigo. Entonces optó por echar una mano al viejo Bartlevy con los travesaños, le había visto encontrar una herramienta que serviría a tal propósito y comenzaba a sentir cierta claustrofobia al estar en aquel lugar cerrado.

-Venga viejo, no se vaya a hacer daño- Dijo a la vez que le asistía con la palanca ayudándole así a arrancar más travesaños.

Por supuesto no le prestó demasiada atención a lo ocurrido con el espejo, después de lo que había visto y vivido empezaba a asumir que en aquel lugar, donde quiera que fuera, podría ocurrir cualquier cosa por extraña o antinatural que fuera.

Sophie echó un paso atrás cuando observó como el espejo reaccionaba ante el fragmento que había colocado en su sitio, la joven Stark en otro momento habría salido chillando de la habitación ante semejante espectáculo, pero después de lo vivido estaba casi curada de espantos... de manera que tras el sobresalto inicial la pelirroja miró con atención.

- ¿Una oración?- pensó en voz alta mientras trataba de leerla o encontrale sentido.

Jules agradece la ayuda ofrecida por Trevor, pero sigue atenta a las heridas de Harry y en su afán de querer sacarlo adelante, comienza a obviar todo lo que sucede en su entorno. Cierto es que su Padre ahora mismo es quien mejor maneja todo este lugar, es la voz de la experiencia y el único consciente para interpretar todo lo que ahora surge. 

- Vamos Harry... Tienes que seguir. - motiva al mejor amigo de James, buscando de alguna manera llegar a él y mantenerlo aquí con el resto, sea como sea. 

Y mientras cura las heridas, un ligero escalofrío siente al escuchar el asunto del espejo, nada bueno le trae entre los recuerdos de su infancia, aquellas pesadillas que al fin de cuentas forjaron la personalidad de Jules perfectamente.

James utilizando un barrote de la cama comienza a retirar los maderos de la puerta, desclavando los mismos con ayuda de Trevor quien se le da mejor la tarea física. La tarea es ardua, llevando mucho tiempo pero al fin y al cabo logran retirar todos, dejando la puerta libre.

Entonces el único contratiempo es la cerradura de la puerta. Un pequeño impedimento en comparación al trabajo realizado hasta ahora.

Al mismo tiempo Sophie traduce el texto del marco del espejo dañado, el cual es una especie de latín antiguo aunque nada difícil para alguien que domina los estudios.

“Encuentras una serpiente que muerde su propia cola y cuya luz de la verdad llega desde el pasado”

Desde luego la frase parece no tener sentido, al igual que todo lo que esta pasando desde aquella tarde lluviosa en la universidad.

Jules en otro intento finalmente consigue sanar las heridas de Harry. Al menos las heridas mas graves, pero el investigador necesitará un pequeño momento de reposo de igual manera.

La pelirroja estaba tan intrigada con lo que apareció en el espejo que no se percató de lo que estaban haciendo el resto de sus compañeros.

- Es latín antiguo- dijo en voz alta- veamos... ¡Sí! Puedo leerlo...- la joven Stark comenzó a leer en murmullos para después, una vez segura de que había traducido correctamente, recitar en voz alta- “Encuentras una serpiente que muerde su propia cola y cuya luz de la verdad llega desde el pasado”

Tras aquello, Sophie enarcó una ceja, no entendía nada de lo que pudiera significar.

- ¿Alguno de vosotros sabe que quiere decir o a que se refiere?

Al terminar de retirar las tablas que bloqueaban la puerta se toparon con la cerradura. Trevor se agachó sorprendido para mirarla de cerca.

-Pues menuda mierda.- Dijo mirando la cerradura, le dió una patada para desahogar su frustración, sacó el cuchillo improvisado que había encontrado y lo utilizó para intentar forzar la cerradura. - No creo que pueda hacer mucho con esto.- Gotas de sudor resbalaban por su frente mientras intentaba desbloquear el mecanismo con aquella herramienta tan poco apropiada.

Quiere decir que todos en este maldito lugar están locos- dije, en respuesta a la pregunta de Sophie. Lo cierto es que apenas había prestado atención a lo que habían estado haciendo los demás, pues había aprovechado aquel respiro para intentar recuperar algo de mis ya exiguas fuerzas -¿Qué narices pasa?- pregunté al escuchar a Trevor, acercándome hasta la puerta donde él y James habían conseguido quitar los maderos solo para ver que estaba cerrada con llave.

Más vale que logres abrirla…- mascullé-Tenemos que salir de este maldito lugar- añadí con el agotamiento y el dolor por mis heridas reflejados a partes iguales en mi voz.

James se apoyó en la pared para recuperar el resuello mientras asentía.

-Uróboros, la serpiente que se come por la cola-dijo cuando su respiración se normalizó-Una imagen presente en muchas culturas y que se asocia al ciclo de las cosas que terminan y vuelven a empezar. La luz de la verdad...la luz es símbolo del conocimiento. Espera...lo mismo no es una metáfora. Descubramos las ventanas y el tragaluz a ver qué pasa con ese espejo.

Una vez que termina de curar a Harry, Jules deja sobre la mejilla del Detective una suave caricia que emana cariño y respeto, no es fácil lidiar con los demonios de un pasado que este maldito lugar se atreve a repetir de forma constante. Y gracias a que todo el grupo comienza con las acciones, escucha con atención las palabras de Sophie y James. 

Ya pensativa en actitud, su mente intenta relacionarlo con un todo, a sabiendas de que en este odioso lugar siempre se vuelve al punto inicial por una razón. Al menos su Padre siempre se lo ha inculcado y justamente ese ciclo de vida que menciona la frase, permite ir más allá de sus propios temores, de lo que en verdad no quiere enfrentar porque bien sabe que los espejos son portales, puertas que te dirigen hacia otros lugares, conectando con fuerzas que están más allá de todo. 

- El espejo es un portal, es decir... Hay que verlo, intentaré mientras ustedes están con las ventanas y demás, fijarme si puedo ver algo más en la profundidad del mismo. Puede parecerles una tontería, pero todas mis pesadillas fueron a raíz de esto, no era un simple reflejo, siempre había algo más... -  tras explicarlo, se acerca hacia el mismo e intenta buscar algo más, no sabe qué.