Nakús avanza hacia el joven y vuelve a golpearle con su wakizashi haciéndolo caer al suelo muerto.
Khyron 19
Pandilleros 16
Davan 15
Nakús 12
Lirianne 12
Turno de Lirianne
Yo sigo a lo mío, subiendo a los viejos hasta que estén arriba, ya dirás cuando acabo
Lirianne y Davan acaban de subir a los ancianos y ponerlos a salvo, que toman aire e intentan tranquilizarse.
Khyron 19
Pandilleros 16
Davan 15
Nakús 12
Lirianne 12
Turno de Khyron
Al sentir el calido gotear de la sangre en su cuello, Khyron se enfurece y le arranca la mitad de arriba de su cráneo con un poderoso mandoble del guisarme.
En seguida, sale corriendo en la dirección que tomó el rufian que huyó del lugar, dejando a sus compañeros a solas con los ancianos.
Motivo: ataque a joven 4
Tirada: 1d20
Resultado: 17(+5)=22
Motivo: daño joven 4
Tirada: 2d4
Resultado: 5(+6)=11
ataque, y muevo 30 ft hacia donde escapo el bandido.
Khyron acaba con el último de los rufianes a la vista y se mueve hacia donde huyó el otro que no alcanza a ver, tras unos asalto vuelve sin haber dado con él.
Los ancianos ya recuperados os dan las gracias por haberlos salvado, uno de ellos se presenta como Yargos Hill.
-Muchas gracias valientes aventureras, sin ustedes ahora estaríamos en el fondo del mar hablando con los peces que lo habitan. ¿No se que sería del mundo sin gente como ustedes? Muchas gracias, muchas gracias. Soy Yargos Hill, historiador militar y habitante de este antiguamente orgulloso distrito de los Charcos.
Perfecto, vosotros 3, decidme donde están las llaves para que os podáis largar, quiero hablar con Yargos, consideraos afortunados...-Espero la respuesta, no estoy dispuesta a tener que llevar a los 4 viejos como si de unos niños se tratasen. Recojo mi arma y empiezo a rebuscar entre las pertenencias de los pandilleros.Que demonios, Davan, habla tú con él.
Tirada oculta
Motivo: Perception
Tirada: 1d20
Resultado: 15(+1)=16
Tras acabar con el bandido, Nakús limpió la sangre que teñia su wakizashi y lo envainó. Después se dirigió hacia donde estaban los ancianos y mientras escuchaba a Yargos se limpió las heridas que aquella sabandija le había inflingido.
Llevan un guantalete con garras, como si fuese un lobo o un perro grande, una porra, una antorcha, una ballesta ligera, una ramita llesquera(tindertwig), 10 virotes y la armadura de cuero. Puede observar que el tatuaje del brazo cobra vida tras 30 segundos y reproduce una escena de perros persiguiendo una presa, y cuando acaba vuelve a empezar.
Tras las secas palabras de Lirianne el anciano erudito dice:
- Bueno, bueno, señorita no se ponga así. No estamos aquí por propia voluntad no podíamos pelearnos con varios jóvenes, somos ancianos. No tenemos las llaves de nuestras cadenas, si no nos habríamos liberado antes de caer por el precipicio.
Me refería que quién...déjalo-sigo rebuscando entre los jóvenes a ver si alguno tiene la llave.
Cojo uno de los puños en mi inspección y me lo pongo en la mano izquierda. Supongo que me servirá como mi guantelete.
Davan mira con extrañeza al historiador.
-No os preocupéis, venimos a salvaros. ¿Cómo habéis acabado así? -le pregunta con tono tranquilizador- ¿Y quiénes son vuestros compañeros?
Las cadenas las podrían soltar una vez de vuelta a Los Charcos, alguien sería capaz de forzar aquellas cerraduras simples.
-Mis compañeros son gentes normales de la zona, un par de ellos trabaja en el local que frecuento, El gaitero empapado, y el otro es un antiguo vigilante.
Nakús terminó de limpiarse la sangre y de improvisar un maltrecho vendaje en su cuello mientras escuchaba atentamente al pobre anciano.
Sin duda Yargos un encuentro muy desafortunado tanto para el gaitero como para el vigilante... Sin embargo pienso que estos asaltantes buscaban claramente algo de usted, salvo que tuviesen la intención de venderles como esclavos.
Hemos venido a ayudar así que puede ser usted totalmente sincero con nosotros.
- Si, si, claro que conozco el motivo por el que nos querían matar, ellos me quitaron hace unos días un antiguo tomo que enontré, que narraba un antiguo plan para asaltar y conquistar está ciudad. Cuyos integrantes juraron cumplir su misión incluso después de su muerte. En el se explican las fases de esa invasión por parte del antiguo Imperio Taldor, una primera parte donde algunos de sus miembros se infiltraban por la ciudad para mermar sus defensas y suministros y eliminar a aquellos que podía proteger la ciudad y los que podían dar asilo a los heridos. Pero también se conoce que este plan fue descubiertos y los héroes de Absolom eliminaron a sus cabecillas y la invasión nunca se llevó a cabo y sus integrantes permanecieron alertas por si algún día volvía a darse la orden para iniciarla, mucho ha pasado desde ese día, pero hay quien dice que aún podría llevarse a cabo, y en ese antiguo tomo vienen todas las claves luminosas y auditivas para iniciar la invasión así como los códigos para su cancelación, y una explicación de cada código describiendo como deben llevarse a cabo las misiones de mermar a la ciudad antes de iniciar el asalto por parte de su flota...¿Les estoy aburriendo?¿Puede quitarnos estas cadenas?¿Quiénes son ustedes, quien les envía?
Las palabras del anciano preocuparon sobremanera a Nakús... Si ese libro contenía indicaciones para una invasión era vital hacerse con él.
¿En manos de quien está ahora ese libro? No hemos encontrado las llaves aún pero rápidamente les quitaremos las cadenas que les oprimen
-Aahhh, si, no lo he mencionado antes, de un tal Nessian, el líder de estos jóvenes. Pero no se donde se esconde esa alimaña, quizá.....el Granmaestre Torch podría decírnoslo...
Nakús miró a sus compañeros al escuchar las palabras del anciano. Sin duda habían hecho bien en acabar con los bandidos... aunque creía que uno de ellos se había escapado..
Compañeros, si quedo alguno con vida es el momento de irnos, poner a estos hombres a salvo y planificar nuestro próximo paso. Nuestra vigorosidad casi ha matado a uno de nuestros compañeros... No debemos ser tan confiados la próxima vez.
El anciano muestra sus manos encadenadas y una mueca de molestia por la cadena.
-Por supuesto, os libraremos de las cadenas -dice Davan-. Nakús, ¿quizá podrías ayudarnos con esto?
Davan observó al resto de viejos.
-Tenemos que buscar a ese tal Nessian -concluyó-. Y con cautela, tienes toda la razón, Nakús. No creo que estos fuesen sus únicos hombres, teniendo en cuenta lo que planea.