Partida Rol por web

Finalmente llegáis al barrio, es un lugar un tanto decadente, aunque vosotros estáis acostumbrados a esa mierda.

Desde la ventanilla del coche podéis ver personas que os miran descaradamente, algunas putas y algún camello joven haciendo "negocios". No hay pinta de la pasma.

El camino se hizo largo y tedioso, pero Elsa aprovechó para tratar de valorar las opciones que tenían. La verdad es que el trabajito era una putada... 3 blancos en un barrio de negros... la cosa se podía poner realmente chunga... Elsa miró a sus compañeros y no tardó en hablar.

Bueno gente, creo que lo mejor que podemos hacer es empezar a buscar en los sitios que nos detallo el "jefe". Es una putada... joder aquí nuestro color de piel canta mucho... así que... tendremos que dejar el trabajo de exploración para nuestro "querido" conductor... ¿Qué os parece?

Creo que lo más práctico ahora mismo es intentar buscar a este tipo en la asociación juvenil. Podemos empezar por allí y, si ahora está cerrado, sería interesante desplazarse al bar donde suele estar. ¿Qué os parece?

A Harvey aquella tarea le quedaba grande, muy grande. Por ello había decidido dejarse guiar por sus compañeros, quienes parecían más experimentados. Aunque cada uno a su manera...

- Entonces ¿qué vamos a quedarnos en el coche mientras él entra a mirar? - expuso sus dudas con cierta intranquilidad. ¿Les iban a dejar tranquilos sin estar junto a uno de los suyos? Muchos dirían que ser amigo de uno de ellos tampoco les aseguraba nada y allí estaban ellos, jugándose el pellejo para mancharse las manos por un magnate. 

Ante la situación no vio mejor opción que liarse otro. 

 Miré a las prostitutas con interés:

 - ¿No sería creíble un cliente que viene al barrio en busca de compañía?. Uno podía hacerse pasar por cliente y usar a una puta como tapadera. Además, ellas, a cambio de pasta, siempre larga información jugosa... Podían saber ago del tipo que andamos buscando...

-Adelante.- Dijo Harvey entre el humo y con una sonrisa. - Por mi no te cortes. - 

En fin... si es lo que quieres... búscate una putita y mira a ver que puedes sacarle... pero será mejor que los demás pensemos en algo que hacer mientras este Romeo conquista a su putita...

Tira para contactos con dificulta de - 2 por no ser tu barrio.

Miré ceñudo a los presentes:

 - No tiene gracia...

 A continuación fui a buscar a alguna de las profesionales, para poder hablar con ella...

 ... Aunque eso no quitaba que no pudiera disfrutar de ella, así que busqué una que estuviera bien buena. Además, era bien sabido que una que estuviera buena estaría muy solicitada y era posible que conociese a todos y conociese todo de todos...

Conoces a un negrata del barrio llamado Eddie, el cual puede ayudaros a contactar con el camello que buscáis porque él tuvo sus problemas con él. De hecho sabes que te va a pedir pasta para pagarle, porque tiene una deuda gorda con él y está en peligro.

- Bueno... - dijo una vez el borde abandonó el vehículo. - ¿alguien sabe donde esta esa asociación? 

Arrancando de nuevo a nena y meneandole el trasero para que todas esa putas la mirasen con envidia tiro un chicle por la ventanilla. Creo que se dónde ir les digo chulescamente Un tal Eddie le debe pasta a un camello de por aquí. Seguro que conoce mejor los trapicheos y la mierda que se mueve por la zona. Giro por la segunda calle a la derecha y... Creo que era por... aquí? La última vez que vine a verle estaba tan colocado que no sabía ni en que ciudad vivía! digo riéndome y buscando la complicidad del fumeta que tenía atrás sentado.

Encuentras a una prostituta del barrio.- ¿Qué quieres guapo?.- Te dice.

Ves cómo tus amigos se comienzan a marchar con el coche... ¿Tienen un plan mejor? ¿Te quieren dejar solo?

Pero a tí eso te da un poco igual, la prostituta está muy pero que muy buena, y te pone cachondo cada gesto suyo...

En tu mente aparecen cosas perversas. Quieres follártela de veinte maneras diferentes... te da igual cuánto te cobre, necesitas follártela, la ves como una jodida puta diosa a la cual un mortal como tú tiene derecho a cepillarse. 

Gabriel se pone a hablar con una prostituta negra, y vosotros decidís marcharos en busca de Eddie. Aparcáis justo en frente de su puerta, no es muy difícil aparcar por la zona, lo difícil es mantener el coche intacto. Así que no tenéis que descuidarlo mucho tiempo. Esos cochazos vuelan robados.

Ding-Dong llamáis al timbre del piso de Eddie.- ¿S-s-s-í?.- Responde una voz tartamudeante.

Elsa se mantuvo en un segundo plano, vigilando la zona. Sabía que el contacto era del principito negro y que si cualquiera de los otros hablaba aquel dograta de tres al cuarto no diría una sola palabra o, en el peor de los casos, saldría corriendo de allí.

Aquello no era un barrio de blanquitos y ante esa situación era mejor mantener la calma...