Robert, Sophia y el Sherif se dirigieron al rincón del fumador.
Al llegar al vieron una multitud de curiosos reunida en las puertas de la tienda. Dentro encuontraron el esqueleto de John ensangrentado y aparentemente roído. Alrededor del cuerpo habían cajas de cigarrillos destrozadas y vacías.
Reviso el cuerpo y le pido al Sherif que trate de calmar a las personas
Esto es muy raro dijo Sophia. ¿Recuerdas como un anciano dijo en la comisaría que habían desaparecido todos sus cigarrillos? ¿Por qué les gustan tanto? Sophia pensó durante un momento. Robert... quizás parezca una idea tonta, pero... ¿tenemos un lanzallamas? Si esas... cosas... vienen y tienen muchos cigarrillos, quizás puedan arder. O quizás también podríamos tender alguna trampa con cigarrillos. Sophia se llevó la mano a la frente, incrédula antes las palabras que acababa de pronunciar. Esto es una locura. ¿Qué está pasando? Sophia miró a Robert e hizo un gesto de darse por vencida.
Y quizás deberíamos decirle a todo el mundo que se sacaran los cigarrillos que puedan tener en los bolsillos. Puede que sea peligroso.
El sheriff se quedó afuera lidiando con los curiosos mientras Robert investigaba.
-Señores, a sus casas. No hay nada que ver aquí.
Joey pasó por su taller en busca de alguna herramienta que pudiese usar como arma. Había muchas cosas, pero se decidió por una llave inglesa y un encendedor, que nunca esta de más.
Luego se dirigió a la comisaría esperando encontrar a Robert y tal vez a Sophía y a Tiffany. Allí le dijeron que todo el mundo se había ido al rincón del fumador. Allí se dirigió.
Al llegar se encontró con mucha gente en la puerta del local y el Sheriff, que no dejaba pasar a nadie. Entre medio de la multitud logró divisar a Robert y Sophia en el interior del local.
Joey, durante tu ausencia el nivel de amenaza subió a 5. El restro tendrás que preguntárselo a tus compañeros. El Sheriff no se ve muy dispuesto a dejarte entrar al local pero tal vez Robert pueda convencerlo.
Robert, ¿has encontrado algo en el esqueleto? Sophia echa un vistazo para ver si tiene mordidas que se parezcan a las que había visto antes en las vacas, o si cuadran con las del ser que parece una araña.
Hm, no quite a ningún personaje, me pregunto por qué no llegó a Joey desde el principio...
No obtienes pistas sobre la criatura arácnida pero el estado del esqueleto es exactamente el mismo que viste en las vacas. No caben dudas de que John fue devorado por una criatura de la misma especie.
Antes que me olvide, copien tambien a joey que ahora puede escucharlos.
-Eh, Robert! - grito asomaqndo la cabeza por entre la multitud y haciéndole un gesto cómplice.
El sheriff detuvo a Joey en seco.
-Que haces chico? No querrás ver lo que hay allí adentro...
-Esta bien, sheriff, nos esta ayudando -dijo Robert desde adentro.
-Pues, allá y tú -dijo el sheriff mientras abría paso al mecánico.
Dentro Joey se encontró con una imagen dantesca: Un esqueleto mordisqueado y ensangrentado, rodeado de cajas de cigarrillos rotas y colillas a mefio fumar, todo desparramado por el suelo.
Aparto la mirada conteniendo una náusea.
-Habrá sido un extraterrestre? -digo en voz alta.
Sophia examinó de cerca algunas de las colillas, y luego el cuerpo.
Las colillas, ¿están mordisqueadas o roídas, o tienen alguna marca especial? ¿Si están a medio fumar, cómo se apagaron? ¿O es que todavía están encendidas? ¿Podría tener sentido que una persona (quizás el muerto) se las hubiera fumado?
Respecto al cuerpo, ¿hay algo especial en la tráquea o los pulmones?
El cuerpo no presenta signos de haber fumado. Las colillas parecen haber sido fumadas, pero debido al desorden es díficil determinar porque no fueron terminadas, a menos que consideremos un comportamiento compulsivo propio de un adicto...
Sophia estaba cada vez más nerviosa. Cogió un encendedor de un expositor y luego buscó un aerosol por toda la tienda. Si encontraba uno, en caso de problemas podría usar eso junto con el mechero para improvisar un lanzallamas.
En cualquier caso, Sophia examinó el suelo buscando huellas o marcas que pudieran dar alguna pista sobre qué podría haber estado allí, y adónde podría haber ido.
Sophia tomó un encendedor y luego se puso a buscar con la mirada por toda la tienda. Entonces, para sorpresa de todos tomó un aromatizante en aerosol. Para que querría un perfume de lavanda? se preguntaron.
De pronto entró el Sheriff a la tienda.
-Oye Robert, yo me quedaré a terminar aquí. Tú ve a la casa de los Collins, Mary acaba de llamar a la comisaría. Parece que algo le pasó a sus padres.
Los demas pueden acompañar a Robert si lo desean, aunque no hay mas nada que ver aquí...
Muy bien, iré inmediatamente. Mira al resto de sus extraños compañeros de viaje. ¿Alguno quiere venir? No era muy ortodoxo que un agente de la ley llevara a civiles de paseo a escenas de crímenes pero todo en ese día había sido bastante poco ortodoxo.
¿Mary? ¿Qué ha pasado? pregunta Sophia al sheriff. Se toca los bolsillos para asegurarse de que tiene el aerosol y el encendedor. Voy contigo, le dice a Robert.
Al salir de la tienda, mientras caminan, saca el móvil y llama a Mary.
Si Mary coge el teléfono, Sophia le preguntará qué ha pasado, y le dirá que van de camino.