Partida Rol por web

-Que bueno que llegaste! -le dijo el sheriff a Robert al verlo entrar al edificio- Aquí está ese loco de Owen insistiendo en que un perro-araña o algo así se comió a su mujer. Puedes creerlo?

-Es verdad, Sheriff. Tenemos que organizar la defensa del pueblo o nos matarán a todos!

Creo que debería de creerlo. Dijo apenado, no le gustaba contradecir a su jefe. Yo también le hubiera llamado loco... pero lo he visto y es real. Si quiere más testigos, aquí la señorita Robert también lo ha visto.  

Creo que deberíamos de avisar a la guardia nacional, o incluso, al ejercito. Esto es algo que no podemos solucionar nosotros solos. Como siempre a Rabert le costaba mucho tomar la iniciativa y prefería delegar en otras personas, o como era en este caso en otras organizaciones de seguridad. 

-Pues, por lo que puedo sacar en limpio aquí, se trata sólo de un ataque de un animal raro. Puedo llamar a control animal si les parece, pero molestar a los militares por esto... Doctora, ayúdeme por favor, usted sabe que son sólo animales, no es así?

Sheriff Robertson, me da igual cómo suene esto, pero NO estamos preparados. Necesitamos refuerzos, no estamos exagerando. Todos vamos a morir si no encontramos una solución. ¡Llame al ejército!

Owen, ¿dónde hay armas, cómo nos podemos organizar mientras llegan?

-De acuerdo, llamaré al destacamento militar más próximo.

El Sheriff tomó un transmisor de radio que había a en un rincón y comenzó a hablar.

-Atención, armada de Kentucky, aquí la Comisaría de Hilminster, estamos bajo ataque, repito, estamos bajo ataque, necesitamos refuerzos, cambio.

Del otro lado se escuchó una voz con algo de ruido

Enterado, Hilminster. Describa la naturaleza del ataque. Cambio.

-Son animales salvajes muy agresivos, reitero, animales salvajes de máxima hostilidad. Cambio

Enterado. Enviaremos a alguien a inspeccionar. Hasta entonces cierren puertas y ventanas, quédense donde están y mantengan la calma. Cambio y fuera. 

El ayudante se fue al armero de la comisaria en busca de más armas.  Casi no había pisado por el armero desde que había entrado a trabajar en la comisaria y había recogido su revólver y munición, el pueblo era muy tranquilo y gracias a dios no había tenido que usar su arma. 

Habrá que avisar al resto del pueblo, ¿no? ¿Hay un megáfono o algún sistema de radio o similar que la gente use en emergencias? Mientras tanto, cerremos las ventanas aquí. ¿Hay algún sistema de vigilancia o cámaras?

Robert, ¿hay algún arma que podamos usar?

Todos ayudaron para tapiar las puertas y ventanas. En cuestión de minutos el trabajo quedó terminado. Durante un rato solo se escucho el repiqueteo de la lluvia que ya habia empezado a banar el pueblo. Pero entonces sucedió denuevo. Trepando por la pared, esta vez tres de ellos, aparecieron como surgidos de la nada. Saltaron sobre Owen, joey y el Sheriff, que comenzaron a forcejear hasta que finalmente lograron quitárselos de encima. Las criaturas se apartaron unos metros y luego se reagruparon, mirando fijamente a todos los presentes y mostrando sus dientes mientras un trueno lejano anunciaba el comienzo de otra batalla.

Sophia usa el lanzallamas contra las criaturas (o un arma mejor, si Robert le dio alguna).

Robert desenfundo rapidamente su arma y disparo contra las extrañas criaturas. 

Robert disparó su arma, pero la criatura fue más rápida y lo esquivó. Acto seguido se abalanzó sobre él y le dio un mordisco. Sophia roció su improvisado lanzallamas contra la criatura que se le acercaba, pero esta fue mas temeraria que la anterior y no se acobardó, consiguiendo darle un mordisco también. La tercera, sinembargo, retrocedió un momento debido a las llamas, lo que le dio suficiente tiempo a Owen para dispararle. La bala dio en el blanco, pero sólo causó una herida superficial. Pero sirvió de algo Al ver a su compañera herida, las otras dos tomaron comenzaron a emitir unos chillidos, como comunicándose entre ellas. Entonces las 3 se marcharon.

-Bien, parece que podemos matarlos, pero son demasiado duros para intentarlo con armas comunes. Debemos encontrar su punto débil, todo el mundo tiene uno.

La tormenta había pasado. La de adentro, pero también la de afuera. Tiffany se asomó por una abertura entre las tablas que cubrían una de las ventanas.

-Oigan... parece que algo esta pasando en la hamburguesería.