Partida Rol por web

Los personajes son invitados al despacho de la nueva directiva para conocer a sus nuevos jefes.
Podéis ver que el despacho es completamente nuevo, vuestros pasos apenas resuenan en la moqueta y percibís el olor a madera nueva, el tacto de muebles sin apenas uso y una sensación de ambiente renovado, limpio y cuidado.

Llegáis poco a poco y sois invitados a  esperar unos minutos hasta que la Sra Balalaika esté disponible y pueda dar comienzo la reunión. Pasados unos minutos, la secretaría del despacho os indica que la reunión va a comenzar.

Pasáis a otro despacho, pero este tiene un aspecto más serio, aunque también nuevo. Sin embargo, cuando entráis es perceptible una mayor tensión en el ambiente, una sensación de peligro y tensión flota en el aire. Puede ser la escasa iluminación de la habitación, el mullido y recargado sillón que os da la espalda, o el chivato de la televisión que indica que hasta hace unos segundos estaba encendida. Una bocanada de humo se levanta por encima del sillón, e inmediatamente se gira.

Ante vosotros aparece una mujer corpulenta de larga melena rubia recogida en una coleta alta, ojos fríos como el hielo y una actitud depredadora y agresiva que resulta terriblemente intimidante.

"¿Vosotros sois los nuevos fichajes? Bueno, me habían dicho que por norma general los futbolistas eran portentos físicos, pero no me parece que vosotros lo seáis. Pero bueno, independientemente de eso, quería hablar con vosotros sobre mis planes, expectativas, y lo que quiero de vosotros."

"¡Quiero ganar! ¡Quiero que ganéis! ¡Quiero una victoria tras otra! ¡Quiero que aniquiléis a vuestros rivales, los hagáis morder el polvo, que no quede discusión posible sobre quien es el que manda, quien es el mejor!
Por eso os voy a pagar. Y cuanto mejor lo hagáis, mejor cobraréis.
Porque hay dos cosas que no soporto: perder y no tener lo que quiero.
¿Alguien tiene alguna duda?"

Iñigo miró a sus compañeros y después a la mujer.

No puedo hablar por el resto de mis compañeros peor yo he venido aquí para ganar. Sólo está en mi mente ganar o no. Y sinceramente en el fútbol lo que prima es la técnica no el ser más o menos corpulento que para eso hay otros deportes como el boxeo.

Tendrá sus victorias y nosotros el reconocimiento del público.

*Sonrio mientras muevo el cuello para quitar la tension acumulada, a continuacion cuando escucha las ultimas palabras d ela mujer, mi sonrisa se vuelve mas amplia, levanto los brazos en cruzos en señal como para decir algo importante mientras dice..

No esperaba menos, yo jamas jugaria en un equipo que la mentalidad no sea la ganadora, quiero jugar con el mejor equipo, y quiero que mi equipo deje la piel en el campo igual que yo hare cada partida, yo me encargare de marcar los goles que sean necesario para ganarlo todo, nadie puede presionarme mas en el campo con mi juego y mi actitud que yo mismo, y te aseguro que mi coraje, mi fuerza y mi intuicion llevara a este a lo maximo, asi que si hay algun jugador en el equipo con una mentalidad perdedora, ya se puede ir largando

Trago saliva ante el intimidante discurso de nuestra... ¿presidenta? Sin duda es una mujer con carácter y exigente. Bueno, en realidad no esperaba otra cosa. Es mejor que te dejen las cosas claras desde el principio.

Doy un paso al frente y digo:

- Ganar es todo lo que deseo, señora. Creo sinceramente que ese es el camino que tiene que seguir un jugador para convertirse en una estrella y ese último es mi objetivo. Puede estar segura de que pondré todo mi empeño en ambas cosas.

Una larga espera entre despacho y despacho hacía que los nervios se apoderasen de mi. La espera se me hacía eterna.

Al fín, la secretaria se acercó a nosotros y nos dio paso a la reunión. Una vez dentro, la mujer que nos habló, imponía un tremendo respeto. En silencio aguardé sus palabras y escuché las respuestas de lo que parecían mis nuevos compañeros, sentía gran admiración por ellos, desprendían un carácter ganador con cada una de sus palabras, yo no era de esas personas, prefería callar y demostrar mis hazañas en el campo.

Cuando la imponente mujer fijo su mirada en mí, no pude más que asentir y forzar una tímida sonrisa, tratando de que eso fuera suficiente, después de todo, habían quedado claras sus intenciones, no tenía ninguna duda al respecto.

Apartandose el pelo de la cara, Santi esbozó una sonrisa ante las palabras de la presidenta. Al final no era nada nuevo para él; era la historia de su vida, ganar, ganar y ganar. Su compañeros parecían decididos en sus palabras. No los conocía, pero si estaban todos hoy aquí es que debían haber sido también estrellas juveniles. Ahora les tocaba demostrarlo en el campo, y Santi tenía una ganas tremendas de ver si alguno era capaz de batirlo. 

- Ganaremos - añadió decidido al final

Pues si no necesitan nada más, caballeros, el equipo técnico les está esperando en el campo. Si necesitan tratar cualquier asunto relacionado con su contrato, pueden concertar una cita con mi secretaria. Estaré encantada de recibir a cualquiera de ustedes y tratar cualquier aspecto que consideren necesario.
Por si acaso, eso sí, antes de que esta conversación se inicie en cualquier momento o por cualquier otro motivo: yo pago por resultados, y nada más.
Mi nombre, por cierto, es Vladilena N Vasilinov.
Ha sido un placer.

Salís del despacho, y la puerta se cierra tras vosotros. La secretaria os despide con una alegre sonrisa. Incluso demasiado alegre a juzgar por el carácter de su jefa.

Posteriormente, salís del edificio de administración y os dirigís al estadio, que se encuentra en una instalación adyacente.

Se trata de un estadio modesto, pero con una capacidad aceptable y suficiente para que en un partido podáis sentir el calor de la afición. Sin embargo, queda claro que no es el mejor estadio del país, y que a vuestra franquicia le vendría muy bien poder mejorarlo. Por lo menos, lo que si habéis podido comprobar es que las instalaciones de entrenamiento y los interiores del estadio acaban de ser reformados.

Os acercáis a la zona técnica, que tampoco es ninguna maravilla

Y allí encontráis una figura que está siguiendo con bastante atención el entrenamiento.

"Así que vosotros sois mis nuevos jugadores..."- Dice, estudiándoos con una mirada inquisitiva. "Bien, sí, no faltáis ninguno. Bueno, bienvenidos al equipo. Mi nombre es Cornellia. Sin chistes por favor, que no me hacen gracia y se que por aquí es costumbre."
"Pero vamos a hablar de fútbol, y voy a ser muy clara en lo que quiero: lucha. Quiero que luchéis. Quiero que cada balón dividido sea una batalla. Que cada posesión sea una lucha por marcar gol y que cada defensa de nuestra portería sea una lucha por nuestra vida. Si podéis darme eso, si estáis dispuestos a poner totalmente vuestra voluntad a mi disposición, os garantizo que llegará el momento en el que la victoria esté a vuestro alcance, con toda la gloria y esplendor que conlleva.
¿Seréis capaces?"

Iñigo se adelantó al resto y hablo el primero.

¡¡¡Por supuesto que podremos, daremos lo mejor de nosotros mismos!!!

Cornellia te mira, pero algo en tu respuesta no parece convencerla demasiado...

Cojo un balón con las manos y lo golpeo con fuerza con las palmas.

- Si es lucha lo que quiere eso es lo que tendrá. No lo hubiera querido de otra manera.

Tiro el balón al suelo para que ruede y probar como está el campo de entrenamiento.

Cornellia te mira con satisfacción, parece que le gusta tu ímpetu...

*Me dirigo hacia el primer balon que veo, lo levanto a media altura y le doy un buen zapatazo directo a la porteria, sonrio miro hacia la entrenadora mientras digo...

Coraje, Fuerza y Valentia, esas 3 cosas jamas me faltara, lo prometo entrenadora

Espero mi turno mientras observo a los demás compañeros, todos parecen tener una buena habilidad, "¡¡esto se pone interesante!!" pienso. Acto seguido recojo uno de los balones y caliento un poco sobre el terreno de juego.

-Haré cuanto sea necesario para demostrarlo- le digo a la entrenadora.

Mientras la entrenadora suelta su discurso, recojo mis vendas y guantes y comienzo a prepararme. Había demostrado siempre mi talento y hoy no iba a ser menos. Los nervios eran para gente que no confiaban en lo que hacía; pero Santi lo hacía al 100%.

- Yo estoy listo- respondió con convicción

El hecho de que nuestro entrenador fuera una mujer al igual que el presidente del club, no habia dejado de sorprenderme, aunque solo fuera anecdotico no habia sido esperado y el primer impacto fue sorpresivo.
Escuche con atencion la charla de la entrenadora Cornellia y aunque no estaba de acuerdo en el enfoque de su vision, siendo que mi escuela era la de la tactica y estrategia antes que simplemente la lucha, le respondi diciendo.
-quizas fuera mejor evaluar y explotar nuestras capacidades individuales, antes que simplemente batallar en los frentes. Despues de todo, siempre existe un modo de suprimir las capacidades del oponente y maximizar las nuestras...
No era mi intencion discutir las palabras de la entrenadora pero me valia más dar mi posicion al respecto antes que simplemente acatar su forma de pensar, con estrategia se podia ganar terreno o recuperar balones con mejores resultados que solo luchando cada centimetro del campo de juego, pues se salvaban las energias para los 90 minutos en lugar de consumirlas en la primera mitad.

Bien, parece que Cornellia está satisfecha con el ímpetu demostrado!

Cornellia parece que ha torcido un poco el hocico frente a vuestra respuesta...

Bueno, ha sido un placer conoceros, - dice vuestra entrenadora, aparentemente pensando ya en otra cosa.- Es momento de que os unáis al entrenamiento. Hoy estáis disculpados, pues nuestra presidenta quería veros antes de empezar. Mañana a las 10am empieza el entrenamiento, hasta las 13:30. Y por la tarde instrucciones tácticas, visionado de videos y preparación de partidos.

Buscad en el campo y preguntad por Sergio, el capitán.

¡Vamos! ¡A correr!

Note como la entrenadora torcia el gesto ante mis palabras, no era que no me lo esperara, pero le mostraria que existian más y mejores formas de llegar a la victoria y el exito que simplemente luchando. La garra era necesaria para quienes no tenian virtud ni cabeza para pensar la mejor forma de resolver cada situacion.
Me empeñaria en demostrarle cuan importante podria ser para su equipo en cuanto a gestion de juego y posesion de balon a nuestro favor.
Sin más me uno al entrenamiento junto al resto, buscando al Capitan.

Iñigo se dirigió al terreno de entrenamiento para conocer a sus nuevos compañeros.

Soy Iñigo, ¿quien es Sergio? La entrenadora ha dicho que busquemos al capitán.