Partida Rol por web

El grupo discutió durante un buen rato sus opciones, mientras que Chopper volvía a su trabajo "habitual" de desguazar speeders, sobre el modus operandi del equipo, prefería saber poco o nada de eso y dejárselo a los profesionales.

Tras debatirlo bien, se decantaron por la torre Zelcom. Chopper accedió a prestarles un deslizador bastante machacado pero que serviría como transporte, aunque por el humo y el ruido metálico que salía de las turbinas, Apple supuso que forzarlo sería el camino más rápido para ir andando a todas partes de nuevo...y otra bronca segura por perder otro vehículo.

Elevándose por encima de los niveles más decadentes del sector, la torre Zelcom es la sede de industrias Zelcom, una pequeña compañía transportista especializada en la distribución de cargamentos del borde exterior, según habían leido en el archivo encriptado. 

La torre es un edificio oscuro y ominoso, carente de la iluminación y elegancia que suelen tener los rascacielos en la superficie de la capital imperial.

El grupo llegó durante las últimas horas laborales, donde había gran tráfico de clientes, casi todos comerciantes en busca de mercancías para sus negocios. Pero tras unas horas de paciente observación, las puertas se cerraron y las luces del edificio y alrededores se apagaron, salvo alguna que otra que salpicaba el edificio. A pesar de todo, todavía había algo de actividad alrededor del edificio, al amparo de la oscuridad. No parecía muy limpio aquel asunto. Pero como todo en la ciudad, a la luz del sol, en la superficie, todo era puro e inmaculado, pero bajo la alfombra estaba toda la mierda. Eso no era demasiado diferente en los sectores inferiores.

Cuando por fin el grupo se pone en marcha y se acerca al edificio, llegan justo en el momento en el que una pequeña lanzadera despega de la pista de aterrizaje superior, haciendo que, por un segundo, el suelo bajo vuestros pies vibre levemente.

Luego todo quedó de nuevo en silencio.

Por fin habían llegado a la torre Zelcom.Esperaron a la noche para así pasar más inadvertidos.Nersha aún repasaba mentalmente los pasos que deberían realizar, tener claros los objetivos siempre era un punto importante para el éxito de la misión.

Observaba detenidamente el oscuro esplender del edificio, casi en su totalidad apagado, pero ya podría olerse que constaría de un buen circuito cerrado de seguridad, cámaras o incluso vigilantes en su interior.Sus mirada esmeralda se paseaba por los alrededores del edificio, intentaba fijarse en los pequeños detalles, por ínfimos que fuesen, siempre podrían servir de puente a algo más grande.Su raza estaba acostumbrada a vivir en la oscuridad, bajo tierra muchos de ellos, debido a las inclemencias climatológicas de su planeta, letales y mortíferas.Por ello, su visión con suerte podría detectar cosas que para el ojo humano pasarían desapercibidas.

-Mmmmm, déjame entrar en ti, cariño- murmuraba cariñosamente con una leve sonrisilla, pero con una mirada de concentración total.

El pistolero se alegro de estar de nuevo en movimiento. El descanso les había sentado bien, pero para alguien como él con tantos fantasmas en su cabeza, encontraba en un buen tiroteo el bálsamo perfecto.

Wazn observa la edificación como el resto de sus compañeros mientras oía a Nersha murmurar algo.

- ¿Algo que quieras compartir con el resto? Pregunto el asesino a su compañera con su tono inexpresivo habitual. Esperaba que a ella se le hubiera ocurrido como entrar. Su sonrisa la delataba. - Cuéntame que ves jovencita tal ves pueda ayudarte.

Esta vez fue condujo despacio, tampoco es que el vehículo diera para más.. pero no se quería arriesgar. Una vez ya están alli, siente como el suelo vibra al irse la lanzadera. Mira hacia el cielo, y luego a su alrededor, se queda embobada, y cuando se da cuenta sus compañeros ya habian avanzado bastante. Tiene que correr para poder alcanzarles.

Una vez está a su altura, les escucha y presta atencion.

 - Qué tenemos que buscar..????

Pregunta en bajito mientras sigue mirando.

Ya nos habíamos puesto en marcha de nuevo, teníamos un nuevo speeder destartalado, pero menos era nada, al menos así nos ahorraríamos grandes caminatas o ir en transporte público.

No tardamos mucho en llegar a los aledaños de la torre Zelcom. Aquel suburbio todavía hervía de actividad cuando lo hicimos, pero tal actividad no tardó mucho en cesar. En un momento dado, la torre entró en modo de ahorro de energía dejando algunas luces presentes para atestiguar al resto del nivel que estaba ahí. Un vehículo despegó del hangar superior de la torre haciendo que todo vibrase.

- Una forma de entrar - le contesté a nuestra piloto mientras me alejé unos pasos del grupo.

No era una perfecta rastreadora, trabajaba mejor cuanto más rudo fuera todo, cuantos más cachibaches controlase, pero tenía cierta predisposición al juego del gato y el ratón que mi trabajo requería, con lo que me puse a buscar, en un primer vistazo, en los sitios donde sabía que podría haber pistas, quizá alguna forma de entrar, o quizá una forma de saber que nuestra presa se encontraba ahí o había estado hacía poco.

Los exóticos ojos de Nersha captaron la puerta principal, era robusta, de acero y estaba conectada a un panel de seguridad, que obviamente, estaba comprimido en una especie de caja negra con el logo de Zelcom. No tenía la típica pantalla táctil de seguridad (de esas que los empleados ponen la mano encima y el sistema lo reconoce y abre la puerta) así que quizá con algo de maña o fuerza bruta se abriera.

Pero un detalle se le pasó a la joven, que el instinto de Wanz si que detectó: que había dos cámaras de seguridad que se movían levemente de un lado al otro, y tras la puerta, por unas pequeñas rendijas de vídrio que dibujaban en el frontal de la puerta de acero el logo gigante de Zelcom, pudo ver la forma de lo que parecía un guardia de seguridad tras las puertas.

Irella se mueve un poco más rápido que el resto, con profesionalidad de una vida dedicada al rastreo, la caza y la captura de criminales. 

La chica evitó las dos cámaras que había sobre la puerta principal, que se movían de un lado a otro y que se dio cuenta con una mirada rápida de que sus compañeros también eran conscientes de ella.

Mientras el resto se dedicaba a buscar de frente, ella aprovechó para echar un vistazo al callejón aledaño, solo para ver que había unos conductos de ventilación que vomitaba vapor desde dentro del edificio y que podía ser un buen sitio por donde colarse.

En el suelo también habían marcas recientes de que un deslizador había estado allí hace bastante poco. Había restos del plástico de las cajas de transporte que alguien había movido al deslizador o viceversa: había señales de especias, pero también de otros productos, así que no era una prueba fiable, pero quizá fuera una pista.

La mirada inocente de Apple hacia el flipante despegue también reveló una entrada en la terraza a varios metros sobre el suelo, pero que parecía un punto poco vigilado por el que entrar. Además, cacharreando el deslizador, también pudo ver que Chopper había mirado poco el auto y su antiguo dueño tenía varios arneses y pistolas garfio, por lo que podría usarlas si fuera necesario. Sin embargo, no estaba libre de riesgos, una caída o que los materiales del arnés fueran una basura provocaría que algunos de sus compañeros o ella misma se hicieran daño o algo peor. Pero entrar por la puerta principal tampoco iba a ser un paseo por el parque.

Además, ella había currado como conductora para golpes en edificios así y casi todos tenían un hangar aledaño donde guardaban los deslizadores, que solían ser víctima de ladrones, pues se vendían bastante bien a gente como Chopper o en el mercado negro.

Así era. El hangar estaba algo alejado, cerca del callejón donde ahora estaba Irella. Quizá fuera sospechoso entrar por ahí si no son rápidos en reventar el sistema de seguridad, pero quizá valiera la pena intentarlo. Las dos opciones tenían sus pros y sus contras, pero al menos había algo por donde comenzar.

Después de ir a investigar por mi cuenta separándome momentáneamente del grupo, decidí volver para comunicar mi pequeño descubrimiento.

- En ese callejón hay conductos de ventilación que podríamos usar para entrar sin ser vistos - dije señalando al punto de donde venía -. También he encontrado señales de que alguien ha estado pasándose especias y otras sustancias en el callejón, es posible que no seamos los únicos visitantes de los conductos - indiqué al equipo.

Di un paso en dirección al callejón esperando que me siguieran, si lo hacían continuaría caminando, cualquier opción debía ser valorada y de momento la puerta principal no parecía ser demasiado buena opción.

- Olvídate de entrar por ahí en modo sigilo. Hay cámaras y un guardia. Tendríamos a todo el edificio encima en cuestión de segundos. Wazn señalo a Nersha los puntos exactos. - Ahora si quieres entrar a las bravas... Lo sopeso unos momentos antes de continuar, pero descarto finalmente la idea.

Irella llego entonces con noticias mas prometedoras. El pistolero escucho con atención.

- ¿Entraremos todos por ese conducto? Preguntaba concretamente por él aunque no lo aclaro. Era un tipo grande sin armadura, pero con todo el equipo seria difícil moverse allí dentro si había poco espacio.

- No tiene pinta que haya problemas, al menos en la entrada, para que pasemos, quizá tengas que agachar la cabeza algo más que nosotras, pero seguro que cabrás - le dije al pistolero.

Se mordió el labio y chasqueó la lengua.Sin duda esa entrada no era la opción más adecuada.Las cámaras, los guardias, y ese extraño panel que quizá con algo de fuerza podrían sabotear.En cambio, su compañera Irella encontró un callejón colindante a la torre, con unos interesantes conductos que con suerte podrían ayudarles a acceder al interior del edificio.

-Bueno, algo es algo.Quizá tenga la oportunidad de tontear con algún guardia, esas porras duras y enormes, habrá que tener cuidado con ellas- guiñó un ojo a sus compañeros de manera picarona, y decidió seguir a Irella esta vez, con suerte no tendrían problemas en ese callejón, en el cual parecía haber cierta actividad.

-Tranquilo Wazn, tus músculos cabrán por ese conducto, sino te empujaré bien fuerte, hasta el interior del edificio- apoyó su mano sobre el hombro del cazarrecompensas un par de de veces, golpeándolo así suavemente con una sonrisilla entre bonachona y juguetona-.Quizá debería ir yo delante cuando entremos, por si nos encontramos algún guardia, quizá pueda.....mmm..... persuadirlos para que no den la alarma y tener una oportunidad más para que vosotros sigáis ocultos y completéis la misión ¿Qué os parece?- propuso a sus compañeros mientras se preparaba mentalmente para la infiltración.

Cuando se dio cuenta, sus compañeros habian avanzado bastante, tuvo que darse una carrerita para alcanzarlos y estaban comentando el plan.

 - Emm...

No sabia como interrumpir, ella no habia sido nunca estratega, en ese sentido sus compañeros estaban mas preparados que ella, pero debia decirlo por si querian intentarlo.

- Quizas podriamos intentar otra cosa.. hay un hangar al lado.. en esos suele haber menos vigilancia.. y en el vehiculo hay arneses y cosas de esas para escalar.. podria ser una buena opcion para entrar sin que nos vean..

Mientras hablaba, se enredaba un mechon de pelo en el dedo, se la notaba nerviosa.

Cuando se disponía a seguir a Irella, Apple lanzó su propuesta, algo que hizo parar el paso de la twi'lek, y girarse de sopetón.

-Por qué no lo dijiste antes querida- parecía que la idea le resultaba más segura que la del callejón-.Parece que esos ojitos bonitos tuyos se fijan en más cosas a parte de aerodeslizadores y golosinas, ¿eh?- le dijo de manera cariñosa y bromista mientras le guiñaba un ojo y acariciaba los coloridos cabellos de la joven.

-Veamos, entonces el plan A es la escalada, si vemos que se tuerce, siempre podremos volver al plan B, los conductos.Por mí, ya estaría todo arreglado, solo queda comprobar el estado de ese material y rezar para que no nos deje....mm colgados- terminó con algo de humor negro, dispuesta a buscar en el vehículo ese material y comprobar que estuviese en buenas condiciones.

La aportación a última hora de Apple hizo que la deriva del grupo cambiara de rumbo hacia un nuevo plan, que estaba en las alturas: la terraza del piso superior.

El equipo se colocó los arneses, eran bastante arcaicos, de algún colono o tal vez de algún grupo de ladrones que había abandonado el equipo después de algún golpe. Sea como fuere, en el maletero, a parte de esos viejos arneses también había una pistola garfio, una turbina de repuesto para el deslizador, algunos paquetes de tabaco de una marca que ya no se comercializaba y poca cosa más.

Abrió la marcha Irella, puesto que era la más "experta" por así decirlo, al menos, había usado arneses antes. La cazarecompensas armó el garfio y disparó el arma por medio de gas comprimido, el proyectil ascendió velozmente hasta que la punta impactó en el suelo de la terraza y desplegó varias puntas metálicas que se agarraron a la estructura.

Antes de subir, tiró un poco para comprobar la resistencia de la cuerda: no era de las modernas, pero parece que aguantaría.

Así, el grupo empezó a ascender poco a poco, al amparo de la oscuridad. Tardaron un poco, pero por fin Irella tocó suelo: no era una terraza especialmente grande, de hecho, se diría que era un balcón amplio más bien, con unas bonitas vistas de la ciudad. Wazn, Nersha y por último Apple llegaron por fin arriba, no sin cierto esfuerzo. Frente a ellos había una puerta de cristal que daba a los pasillos del piso superior. La puerta tenía un lector similar a los de la puerta principal, pero también una arcaica cerradura por tarjeta, que podía ser forzado.

Un ruido desde el interior os hizo apartaros de la vista, dos a un extremo de la puerta y otros dos al extremo contrario. Justo en ese momento, apareció un humano vestido con el uniforme de seguridad de Zelcom. Iba armado con un bláster, enfundado en una cartuchera, pero no parecía llevar armamento pesado. El tipo llegó hasta el final del pasillo, echó un vistazo en la última habitación y luego volvió a cerrar la puerta, colocando un código bastante largo. Por último se volvió hacia la parte oriental del pasillo y llamó al ascensor, sin percatarse de que estaba siendo observado desde fuera. Una vez el elevador hizo acto de presencia, el guardia de seguridad desapareció.

Con algo de esfuerzo, logra escalar la fachada del edificio, no sin antes haber deleitado a la pequeña Apple con una imagen directa de su trasero, sobresaliendo por arriba junto con parte de su tanga negro.De vez en cuando volteaba la cabeza para ver que la pequeña fuese bien, y siguió subiendo hasta alcanzar el balcón.Una vez allí, se escondió con Apple en una lateral de la cristalera para evitar ser vistas por el guardia.Cuando parecía que la zona se había despejado, Nersha se apresuró hasta la puerta y vio que tenía una cerradura, probablemente difícil de hackear para ella, pero había conseguido entrar en corazones aún más cerrados que esa puerta.

-Intentaré abrirla, pero no prometo nada- se puso de cuclillas sobre la cerradura y la investigó de arriba a abajo, analizándola concienzudamente, incluso llegó a frotarse la barbilla de manera pensativa mientras parecía divagar sobre encontrar la manera perfecta para abrirla.Tocó el panel, tocó la cerradura, metió algo de su uña cuidadósamente en su interior-no quería partírsela- incluso la llegó a acariciarla poniéndole ojitos tiernos.Aún así, volvió a quedarse pensativa hasta que finalmente...

-¡Ahá!- se levantó decidida, se alejó un par de pasos de la puertas y le pegó un zapatazo a la cerradura con la punta de su tacón, como si de una artista marcial se tratase, insertando bien adentro la punta en la cerradura hasta notar un "tic" que provocó que saliesen algunos chispazos.Colocó sus brazos en jarra y asintió satisfecha.

-El truco es empezar suave, y luego darle duro, nena, nunca falla- le dijo a Irella mientras le guiñaba un ojo de manera cómplice y chasqueaba la lengua un par de veces.

El cambio de plan para haber sido el mas acertado finalmente, habían llegado arriba sin problemas y se encontraban frente a una puerta de seguridad como único obstáculo, parecía fácil. La intromisión del guardia de turno haciendo su ruta, tampoco les pillo desprevenidos y tuvieron el tiempo justo para ocultarse. De nuevo aparentemente solos y bajo el amparo de la oscuridad era hora de seguir con el plan.

- Nersha toda tuya. Dijo dejando claro que estaba de acuerdo con que su compañera se encargara de la cerradura. Por su parte el pistolero, desenfudó su arma y se coloco en un costado cubriendo a la twi'lek, sin dejar de observar el interior de la cristalera en busca de algo extraño.

- El resto cubrir nuestras espaldas. Dijo depositando una confianza en sus compañeras impropia de él.

Estaba orgullosa de que hubieran elegido su idea para llevarla a cabo, aunque la hubieran contratado como chofer, ya no era simplemente eso, ya era casi una estratega. Con Kyle era él quien pensaba, quien tenía las ideas, ella hacía lo que él le decía y ahora solo se limitaba a conducir, que era lo que mejor se le daba, aunque esta última vez hubiera fallado... Pero se sentía muy orgullosa de ello, de que todos la tuvieran en cuenta y la siguieran. Lo que no pensó bien era en lo que realmente tenían que hacer... que eso nunca lo había hecho y desde abajo le parecía un mundo.

Tuvieron que ayudarla a colocarse el arnes y explicarla lo básico, porque sería la primera vez que lo hacía. Fue en último lugar y así ver como los demás subían. Una vez llegó arriba, respiró aliviada, estaba temblando y sudando como un pollo asado.. que mal rato había pasado!!! Se apoyó en la pared donde estaban sus compañeros y asintió a lo que dijo Wazn.

- Vale.. vale.. vigilar..

Ella miraba a sus espaldas por si algo o alguien se les acercaba, mientras Nersha intentaba abrirse paso.

Habíamos alcanzado la terraza con cierta facilidad, la verdad es que, aunque el equipo pareciera estar hecho polvo, respondió bastante bien a la escalada.

Una vez en la terraza, tuvimos que ocultarnos de la vista de uno de los vigilantes, no nos costó demasiado pues parecía estar completamente empanado.

Una vez libres de los ojos del vigilante, cuando desapareció en el elevador, Nersha se puso manos a la obra con la cerradura tradicional de la puerta. Yo hubiera optado por pasar los dedos por el lector, siempre era más sencillo meterle mano a la electrónica pura que a las cerraduras físicas y dejaba menos rastro, pero la twi'lek parecía manejarse a la perfección con esa cerradura. Después de algunos chispazos, Nersha se volvió hacia mí, como dándome lecciones.

- Supongo - le contesté cuando se dirigió a mí.

Puse mi carabina en guardia y me mantuve alerta, solo cabía esperar a que la puerta se abriera.

La maniobra de Nersha, aunque poco ortodoxa, fue efectiva para abrir la puerta, aunque se escuchó un "clack" del bastidor separarse de la cerradura un tanto sonoro, pero por suerte, no había nadie en la zona. El grupo se introdujo en el pasillo. 

La decoración era sosa, como había de esperarse de una oficina. Los tacones de la Twi´lek resonaban con un rítmico "tac tac" con cada paso que daba cuando tocaba aquellas losetas grises. Las paredes eran de un blanco inmaculado, solo interrumpido por algunas mesillas donde había una maseta con una planta cada pocos metros para dar algo de color al entorno.

El pasillo desembocaba en una sala enorme repletas de cubículos unipersonales para los empleados, que normalmente consistían en un monitor, unas gafas vr y unos guantes repletos de cables que servía para interactuar con el entorno digital.

Todo estaba a oscuras, salvo las pequeñas luces de seguridad blancas inmaculadas que salpicaban el techo allí y acá. Al final del pasillo había una puerta doble de madera con el logo de Zelcom y el nombre de "Director Coruum Sa´dia" en una placa dorada bastante ostentosa. 

La puerta estaba cerrada con llave, pero Nersha la abrió sin muchos problemas. El despacho era un poco más grande, presidido por una mesa ordenada de roble viejo. Algunos archivadores revelaban que el director era un tipo que todavía no había renunciado al formato físico. Un cuadro de un tipo pescando con un perro a su lado decoraba la habitación. Sobre la mesa había un terminal con la pantalla encendida, donde podía verse un fondo de pantalla con el logo de la compañía y dos lineas:

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Ahora si que echarían en falta a la difunta Kelsey...