Partida Rol por web

[Sombras de Esteren] Loch Varn

3 - La Capilla

Cargando editor
25/07/2016, 12:21
Narrador

La soledad del camino te permite sumirte en tus recuerdos. A pesar de que sólo hace unos días que has abandonado Gwindre, tu reino natal parece tan lejano como la mismísima Chaïna, sede del centro de la iglesia del Templo en el Continente, fundada allí donde el mismísimo Soustraine decidió establecerse.

En frente de ti, aproximadamente a unos diez minutos, se encuentra la atalaya del paso de Dohag. Cuando llegues a ella tendrás tu primera interacción con los Tolkeritas y no puedes evitar cierto nerviosismo, pues sabes que, tras la Guerra del Templo, los miembros de tu orden no son muy bien vistos en los otros dos reinos. Pese a todo, el primero de tus destinos no está lejos de la atalaya, pues la Capilla de Santa Nyline pretendía servir como refugio para viajeros y peregrinos que se adentrasen en estas montañas.

La Capilla es el primero de los lugares que debes visitar en tu viaje, pues tu capitán te ordenó comprobar el estado de varios lugares sagrados que fueron abandonados durante la guerra. Temes la reacción de las gentes de estos lugares, pues ¿por qué si no te habrían enviado a ti a explorarlos? Sin duda un Vector hubiera sido más adecuado para explorarlos, pero si en vez de eso han enviado a un caballero del Filo, es bastante probable que vayas a encontrar bastante oposición en tu viaje, si no gente que se oponga a ti de forma abiertamente hostil. Sin duda tu capitán pretende que así te des cuenta de lo necesarios que son los Filos para proteger al Templo.

Sumido en tus pensamientos, tardas un momento en darte cuenta de que se acaba de encender la almenara de la atalaya. Tu corazón da un vuelco, pensando que tal vez puedan haberte tomado por la avanzadilla de un nuevo ejército invasor de Gwindre, pero en seguida te das cuenta de que ese miedo no tiene sentido. Algo debe de estar ocurriendo en la atalaya y, tal vez, si consigues llegar a tiempo para ayudar a la guarnición, puedas demostrarles que vienes aquí como un amigo.

Cargando editor
26/07/2016, 23:08
Urvan

Trago saliva mientras me envuelvo en mi capa, asiéndola firmemente en sus bordes para evitar que el viento la abra. Durante la mayor parte del ingrato camino, he permitido que mi mente vague libre en un mar de pensamientos y recuerdos, mas ahora  que al fin diviso algo parecido a un destino en la lejanía, me asaltan las dudas.

La primera y más inmediata, está relacionada con mi propia seguridad. Desde que iniciara este viaje, la sensación de amenaza que transpira esta tierra ha ido permeando gota a gota en lo más profundo de mi alma. Todo, desde las afiladas y desnudas piedras que me rodean, pasando por el viento que parece arrastrar una perversa voz, hasta las grises y arremolinadas nubes que avanzan con obscena deliberación por el inmenso cielo, me recuerda que no soy bienvenido en este lugar. Aquí no soy solo un extraño; soy un siervo del Uno y un enemigo de este país.

La segunda, más profunda e hiriente, tiene que ver con mi valía. Temo con cada gramo de mi existencia no ser digno del orgullo de mi padre, al tiempo que lamento estar recorriendo un camino que no he elegido yo. Si fracaso en esta misión, habré demostrado no estar a la altura de lo que se espera de mí, y si tengo éxito… me habré ganado la aceptación de mi familia, aun a costa de fallarme a mí mismo, a mis necesidades y mis anhelos.

La luz rojiza de la almenara me arranca de mis pensamientos. Es extraño, pero no me planteo retroceder ni por un instante. Este peregrinaje ha sido agotador, tanto para mi cuerpo como para mi espíritu, y renunciar a todo al primer asomo de peligro constituye una idea que no cabe siquiera contemplar.

Avanzo con paso decidido y las manos en alto, mientras mis ojos y oídos están alerta ante cualquier señal de peligro.

No puedo fallar.

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Percepción

Tirada: 1d10

Resultado: 1(+4)=5

Notas de juego

Por lo que has comentado en el offtopic, he dado por hecho que esta escena es una especie de flashback y que Urvan está solo. ¿Puedo postear al mismo tiempo en la escena del campamento, conforme los recuerdos vayan volviendo, y así avanzar paralelamente en las líneas temporales presente y pasada? Supongo que esa es la idea... Cuando lo describiste en el off no lo había acabado de pillar del todo, pero ahora que lo has puesto en práctica, mola. :)

Por cierto, dada la naturaleza de esta escena, posteo como "Solo para el director", a menos que especifiques otra cosa.

Edit: He añadido una tirada oculta de Percepción para representar mi estado de alerta. Ya me dirás si con el resultado obtenido me da para advertir algo fuera de lo común.

Cargando editor
28/07/2016, 17:44
Narrador

Te aproximas a la atalaya con las manos alzadas para demostrar que vas en son de paz. La noche está llegando a su fin y prácticamente el fuego de la almenara es lo único que ilumina el estrecho camino de montaña. La oscilante luz de las llamas hace bailar a las sombras a tu alrededor y te deslumbra cuando miras directamente hacia la torre de vigilancia.

Sin embargo, consigues llegar prácticamente hasta la puerta sin recibir ningún disparo de un arco o una ballesta, lo cual parece un logro considerable... Al menos hasta que te das cuenta de que tampoco has recibido ningún aviso de los guardias.

Desde tu posición observas la muralla que cruza el camino entre los dos picos de la montaña. A penas llega a los diez metros de largo y tres de alto, pero cuando consigues mirarla sin que la luz te moleste, observas que está vacía. Desconoces las costumbres de Taol Kaer, pero desde luego no tiene mucho sentido mantener una fortaleza así y una torre de vigilancia si no hay nadie para guardarla.

Te acercas a la puerta que está en mitad del camino y no te sorprende encontrarla cerrada desde el interior. Pero era de esperar que también hubera alguien para abrirla... Das un grito para pedir paso, pero nadie contesta. Vuelves a llamar y sólo entonces escuchas una débil voz que llega desde el otro lado, aunque a penas puedes comprender la única palabra que parece decir antes de toser un par de veces y quedar nuevamente en silencio.

Frunciendo el ceño te giras para ver por dónde puedes sortear el muro. Probablemente el lugar más sencillo sea uno de sus extremos, donde las rocas de la montaña pueden servirte de ayuda para trepar. Te acercas para inspeccionar el paso cuando notas algo frío en tu mejilla. Empieza a nevar. Si vas a subir por aquí, será mejor hacerlo antes de que la nieve dificulte aún más el acceso.

Notas de juego

¿Puedo postear al mismo tiempo en la escena del campamento, conforme los recuerdos vayan volviendo, y así avanzar paralelamente en las líneas temporales presente y pasada?

Sí, efectivamente esa es la idea. Pero como os dije, no voy a intervenir mucho en el campamento salvo que algo se vaya de madre. De todas formas, tampoco des demasiada información allí hasta que estéis juntos, no les vayas a fastidiar alguna sorpresa a los demás.

Por cierto, dada la naturaleza de esta escena, posteo como "Solo para el director", a menos que especifiques otra cosa.

No te preocupes, postea normalmente, que ya manejo yo los destinatarios. Si realmente estás solo no habrá nadie más que tú leyendo la escena, pero si alguien te está observando de alguna forma y marcas sólo para el director lo quitarías incluso sin saberlo.

Edit: He añadido una tirada oculta de Percepción para representar mi estado de alerta. Ya me dirás si con el resultado obtenido me da para advertir algo fuera de lo común.

Pues no... Con otro 1 no te da para mucho.

Saca algo más en la tirada de Atletismo si quieres trepar, por favor. ;P

Cargando editor
03/08/2016, 19:13
Urvan

Una voz murmura algo ininteligible desde el otro lado del portón de la atalaya antes de emitir un sonido similar a una tos y enmudecer por completo. Aunque probablemente lo más sensato hubiera sido dejar de insistir, llamo nuevamente por puro acto reflejo, pero el resultado es el mismo: no hay respuesta. ¿Cómo es posible que hace apenas unos minutos hayan encendido el fuego de la almenara y ahora no haya nadie para abrir el portón, ni vigilándolo? El miedo y la incertidumbre se apoderan de mí cuando mi mente evoca las más horribles conjeturas, pero no puedo perder de vista mi misión.

Si quiero cruzar la muralla, he de buscar otro modo.

Busco con la mirada el punto más accesible del muro. Afortunadamente, ya de por sí no es muy alto, y en cualquiera de sus extremos podré ayudarme de las rocas de la pared del acantilado para trepar más fácilmente. Sin embargo, nunca he sido un gran escalador, y acabo arrancando con las manos todos los puntos de apoyo que habría podido utilizar.

Frustrado, miro si hay cerca de la torre algún utensilio que pueda utilizar improvisadamente a modo de escalera o pértiga, como el asta de una bandera caída o algo por el estilo.

- Tiradas (2)

Motivo: Proezas

Tirada: 1d10

Resultado: 1(+2)=3

Motivo: Pifia Proezas

Tirada: 1d10

Resultado: 2

Notas de juego

Pues no... Con otro 1 no te da para mucho.

Saca algo más en la tirada de Atletismo si quieres trepar, por favor. ;P

¿Alguna vez has jugado a Vampiro: La Mascarada? ¿Te suena de algo el defecto Lengua de bardo? Pues eso. ;) 

Por cierto, no había entendido que mi PJ no recordaba NADA aparte de lo señalado en mi ficha (prólogo incluido), así que he patinado un poco bastante en el capítulo del campamento. ¿Puedo hacer algo al respecto?

Cargando editor
04/08/2016, 11:08
Narrador

Empiezas a trepar por el muro, pero la nieve hace que la piedra se vuelva más resbaladiza y resbalas hacia atrás. En la caida te haces algo de daño en la rodilla y seguramente tengas alguna molesta contusión durante varios días, pero no es nada comparado con lo que te podría haber pasado.

Te levantas esperando que no se haya roto nada importante de tu mochila, que ha amortiguado ligeramente el impacto. En seguida te pones a buscar a tu alrededor algo con lo que buscar algo más de apoyo para la escalada. Salvo un par de árboles bajos y piedras no hay muchas cosas a tu alrededor, así que apilas un par de rocas para poder alzarte un poco más.

Tras un par de intentos, consigues agarrarte a la parte superior de la muralla y te encaramas a ella. Cuando miras al interior de la atalaya reprimes una arcada ante el dantesco espectáculo que se presenta ante ti. El patio de armas está salpicado de sangre por todos lados y en algunos lugares ves armas y escudos tirados en el suelo, algunas de ellas rotas o dobladas como si una roca les hubiera caido encima. Aproximadamente en el centro del patio hay un agujero de un par de metros de diámetro que parece una enorme topera que parece llevar a un improvisado túnel.

Te asomas hacia abajo y ves a un soldado tumbado en el suelo, haciendo esfuerzos por moverse hacia la puerta, aunque su estado casi le impide moverse por completo. El rastro que deja tras de si lleva hacia la escalera de mano que asciende a la torre y las manchas de sangre en los peldaños indican que probablemente haya caido mientras descendía. Por el tiempo que ha pasado, estás bastante seguro de que ha sido él quién ha encendido la almenara. Buscas rápidamente las escaleras que descienden hacia el interior y, mientras te diriges a ellas te das cuenta de otra cosa: ese hombre es el único cuerpo que has visto en todo el patio. Si los barracones están vacíos como parece bastante probable, alguien, o más bien algo, ha acabado con toda la guarnición.

- Tiradas (1)

Motivo: Daño (/2)

Tirada: 1d10

Resultado: 7

Notas de juego

Vale, con esa maravillosa tirada (para variar) te haces un poco de daño en la caida (3 puntos, ya los he anotado en tu ficha) y retrasa tu ascenso, con lo que te perderás algo de lo que pasa en el interior...

¿Te suena de algo el defecto Lengua de bardo? Pues eso

A.k.a. "el cenizo". XD

Por cierto, no había entendido que mi PJ no recordaba NADA aparte de lo señalado en mi ficha (prólogo incluido), así que he patinado un poco bastante en el capítulo del campamento. ¿Puedo hacer algo al respecto?

No darle muchas vueltas... ;P Como ya avisé y habéis ido viendo, la partida es muy tramposa en varios aspectos, así que no importa que haya pequeñas inconsistencias como que hables de unos recuerdos que no tienes y luego vuelvas a olvidarlos. Si me molestasen los posts los borraría o editaría tras hablar con vosotros, pero realmente no importa mucho.

Si os rallan, podemos cambiarlos sin problemas. Comentadlo en el off y, si todo el mundo lo prefiere, los editamos y ya está, pero si os da igual, obviadlos un poco y listo.

Cargando editor
05/08/2016, 19:40
Urvan

Me ayudo de un par de troncos y algunas rocas para trepar apresuradamente por la muralla, deseoso por ver lo que hay más allá, pero cuando al fin logro asomarme al otro lado, desearía no haberlo hecho nunca.

Sangre y silencio.

El patio de armas parece haber sido el escenario de una masacre. El suelo empedrado está teñido de un rojo intenso, y a juzgar por el olor metálico de la sangre que impregna el ambiente, comprendo que lo que fuese que ocurrió aquí, ocurrió hace poco. Las espadas y los escudos de los guardias yacen desperdigados por todo el patio de armas, y no puedo evitar preguntarme si tuvieron ocasión de ser blandidos. En el centro del patio, un agujero se abre en la tierra como una boca hambrienta de muerte. Es un espectáculo aterrador. Sin embargo, lo más desconcertante de todo es la absoluta ausencia de cadáveres.

No es muy difícil comprender que lo que sea que sorprendió a estos soldados vino de las profundidades de la tierra y se los llevó por el siniestro agujero que domina el patio de armas. Puedo imaginarme a los desdichados guardias gritando aterrorizados, arrancados de sus puestos por alguna fuerza inconmensurable.

Mi yo racional me dice que lo que ven mis ojos no es posible, y que debo buscar rápidamente una explicación lógica para todo esto. Sin embargo, una parte de mí se resiste a abandonar la idea de que lo que ha ocurrido aquí no puede explicarse de forma convencional.

De repente, reparo en un único soldado herido que se arrastra penosamente por el suelo. Al parecer, ha caído —o fue arrojado— desde lo alto de la muralla después de encender el fuego de la almenara.

—¡Bendito sea Soustraine! —exclamo, ciertamente poco temeroso de que el maltrecho guardia pueda tomar medidas contra mí a causa de mi fe—. ¿Qué ha pasado aquí? —Bajo a toda prisa la escalera que conduce al patio y me acuclillo junto al hombre herido—. No, no me respondáis. Por favor, tratad de conservar vuestras fuerzas mientras busco el modo de… —«Salvaros.»—… atenderos.

Examino al hombre con detenimiento, intentando hacerme una idea de la causa más probable de sus heridas, y su gravedad.

- Tiradas (1)

Motivo: Ciencia

Tirada: 1d10

Resultado: 3(+1)=4

Notas de juego

Tiro para determinar la naturaleza de las heridas (contusiones provocadas por aplastamiento, fracturas, laceraciones) y el mejor modo de tratarlas. He utilizado Ciencia, pero si ves que es mejor aplicar otra habilidad, tú mismo. También he dejado la dificultad sin especificar, aunque me da a mí que este tipo tiene las horas contadas...

Cargando editor
10/08/2016, 12:27
Gowan

Te acercas al hombre para examinarlo, pero su cota de mallas te impide comprobar su estado con detenimiento. No ves ninguna herida abierta a simple vista, pero la sangre en sus manos y en la comisura de sus labios puede ocultar daños internos. Cuando te mira lo hace como quien observa a un aliado, sin reconocer los emblemas de tu orden, o tal vez ignorándolos completamente.

- ¡No! - contesta rápidamente cuando le dices que buscarás la forma de atenderle. - Tenemos que irnos... - añade un momento después, como si hubiera necesitado unos segundos para tomar aliento y pronunciar esa frase. Con gran esfuerzo, hace amago de levantarse y sólo tu intervención hace que vuelva a dar con sus huesos en el suelo.

- Esa cosa... ¡Les ha matado a todos! - Al fin parece haber cogido algo de carrerilla y se acelera mientras habla, casi como si estuviera delirando. - Salió de la tierra y se los está llevando, pero aún puede volver. ¡Tenemos que largarnos de aquí! ¡AHORA!

Le miras con desconfianza. Si no fuera por el aspecto del patio de armas, pensarías que se ha vuelto loco. Pero es evidente que algo ha ocurrido en este lugar, que debería tener una guarnición de hombres armados y el aspecto del montículo de tierra en el suelo no ofrece una imagen precisamente tranquilizadora.

A pesar de su estado, el hombre apoyado en ti hace amago de avanzar hacia la salida, aunque es evidente que no puede moverse por si mismo y bastante hace con sostenerse en pie.

Cargando editor
17/08/2016, 15:08
Urvan

¿Irnos, decís? —respondo al aterrorizado guardia, luchando por no dejarme contagiar por su desesperación—. ¿Irnos a dónde? No podemos ir por donde he venido. En esa dirección hay varios días hasta el pueblo más cercano. El camino es difícil y no tengo caballo. Eso por no hablar de vuestro estado. Sería un milagro que aguantarais el viaje… —Realmente no sé qué hacer. Llevarme a este hombre conmigo sería casi tan peligroso para su vida como dejarlo aquí. De repente, se me ocurre una idea—. Pero más adelante por este mismo camino se encuentra la capilla de Santa Nyline. No está muy lejos de aquí, y seguro que sus monjes sabrán atender vuestras heridas. —Cierro los ojos y frunzo el ceño, tratando de pensar lo más rápido que puedo—. Acabo de caer en la cuenta de que mis provisiones no alcanzarán para los dos. Debe de haber una despensa en este baluarte con comida y agua suficientes para mantener una guardia permanente. —No deseo pasar más tiempo del estrictamente necesario en este lugar, así que, siguiendo las indicaciones del herido, reúno todo aquello que encuentre en los alrededores de la atalaya y que pueda sernos útil para el viaje. También fabrico una camilla improvisada con dos lanzas y una bandera, a la cual aseguro al hombre mediante unas cuerdas—. Ya os aviso de que no será un viaje cómodo —le digo con un gruñido mientras levanto la camilla por el extremo de la cabeza—. Ahora, en marcha. Por cierto, me llamo Urvan.

Notas de juego

Me he tomado la libertad de asumir que había comida y agua en la fortaleza, y he puesto a Urvan nuevamente en camino sin detenerme mucho. Si crees que he corrido demasiado y querías aprovechar más esta escena, dímelo y lo cambiamos.

Cargando editor
23/08/2016, 12:32
Gowan

Entras por la puerta más próxima y ves un comedor dispuesto para el desayuno de la guarnición. Dos de los platos, seguramente de los soldados salientes de guardia, están utilizados, volcados sobre la mesa al haber sido abandonados rápida y descuidadamente por la alerta del ataque. Abres la puerta de la despensa y coges algo de carne seca y un odre de agua. La Capilla no está lejos, si tus mapas son correctos, pero nunca se sabe qué vas a encontrar en el camino.

Cuando vuelves a salir al patio el soldado está casi inconsciente, respirando ajetreadamente. Improvisas una camilla y le subes con cuidado. No es fácil arrastrarle por la tierra y, si sigue nevando así el camino se complicará aún más. Abres la puerta al otro lado del patio de armas y emprendes el camino hacia Varn.

Te lleva un rato avanzar el medio kilómetro que separa la atalaya de la desviación al camino de la Capilla, pero cuando llegas allí te das cuenta de que no vas a ser capaz de arrastrar a Gowan, pues con ese nombre se ha presentado el soldado, por ese sendero prácticamente invadido por la vegetación de la montaña.

- Hace tiempo que nadie pasa por aquí - comenta el soldado con voz lenta. - No podrás arrastrarme, pero puedo caminar... - Intenta ponerse en pie, pero vuelve a caer de rodillas junto a la improvisada camilla antes de que puedas hacer nada. - ...con algo de ayuda... - añade torciendo el gesto.

Al menos no ha perdido el humor, pero no tienes muy claro si podrá soportar el camino. De todas formas, ahora mismo parece tu única opción. El hombre no sobrevivirá a la interperie, tal vez ni siquiera tú puedas aguantar una fuerte nevada en medio de la montaña, y la fortaleza no es un lugar seguro, porque lo que sea que la haya atacado podría volver.

Notas de juego

Tú decides qué haces. Si quieres ir a la Capilla haz una tirada de Viaje (dificultad normal, 11, porque vas impedido por el soldado) y otra de Medicina (ciencia, magiencia o misterios demorthén). Una pena no disponer aún de milagros...

Cargando editor
23/08/2016, 16:51
Urvan

El camino resulta más complicado de lo que había previsto. El sendero es pedregoso y escarpado, y avanzo arrastrando a Gowan con penosa lentitud. No estoy seguro de que vaya a aguantar mucho más tiempo consciente, y por si esto fuera poco, el estado del tiempo empeora por momentos. El viento gélido y las nubes arremolinadas anuncian una tormenta inminente que rezo para que no se produzca.

Cuando al fin alcanzo el desvío que conduce a la capilla de Santa Nyline, me detengo unos instantes a recuperar el aliento. No tenía ni idea de que arrastrar una camilla fuese una tarea tan ardua, pero los pinchazos que empiezo a sentir en los hombros son demasiado reales como para ignorarlos. Agradezco en silencio que Gowan se ofrezca a andar el resto del camino, aunque para ello deba apoyarse en mí.

Pasan las horas. Empieza a oscurecer, Gowan tiene peor aspecto a cada minuto que pasa, y no tengo la más remota idea de lo cerca que estamos de la capilla.

Soustraine, ayúdame.

- Tiradas (2)

Motivo: Viaje

Tirada: 1d10

Dificultad: 11+

Resultado: 4(+6)=10 (Fracaso)

Motivo: Misterios demorthén

Tirada: 1d10

Resultado: 4(+4)=8

Notas de juego

He tratado de interpretar un fallo marginal en Viaje, ya que el camino hacia la capilla parece claro, así que perderse no parecía una opción. Lo he dejado en que están tardando mucho más de lo previsto en una situación en la que el tiempo es un factor crítico.

Por otra parte, como no has especificado la dificultad de la tirada de medicina y no sé si un 8 bastará, he narrado que Gowan parece empeorar... aunque tal vez no sea el caso.

Ya me dirás.

Cargando editor
07/09/2016, 15:40
Narrador

A duras penas avanzas por el empinado camino, difícilmente transitable a causa de la maleza y de la nieve. Gowan ralentiza aún más el camino y, en cuanto encuentras un pequeño claro, insistes en parar y examinarle. Haces todo lo que puedes por él, pero sus heridas son graves y dudas de tu capacidad para sanarle. Pese a todo, consigue continuar el camino, aunque lo hace en silencio, soportando estoicamente su dolor sin a penas un quejido.

Tal vez hubieras preferido hablar con él sobre lo ocurrido en la atalaya, o incluso sobre la historia de la región y de la capilla, pues a penas sabes que está dedicada a Santa Nyline, de la que se dice que invocó a los poderes del Dios Único para salvar a un grupo de peregrinos que la acompañaban en una peregrinación a Gwindre de una horda de Feondas que los atacó.

Te sumes en tus pensamientos, planteándote si realmente los Filos deberían servir para proteger a la gente independientemente de su credo en vez de para luchar contra todos aquellos que no abrazan vuestra fe, igual que Nyline protegió a los peregrinos, pero sin duda también hizo un favor a los tolkeritas librándoles de esas criaturas que suponen una plaga para la humanidad. Feondas... ¿serán ellos los causantes del ataque a la guarnición del paso?, te preguntas mientras sigues avanzando.

Sumido en tus pensamientos, a penas te das cuenta cuando al fin la capilla aparece al final del camino. Tardas un momento más en observarla y la decepción te golpea como una maza. El lugar está abandonado. Tras la guerra, los habitantes de Taol Kaer probablemente se volvieran más intolerantes con la fe verdadera de tu iglesia y, quienquiera que cuidase de la capilla, hace muchos años que no vive aquí. Entendiendo al fin el motivo por el que el camino estaba prácticamente cubierto por la maleza, te adelantas allí, pues ahora mismo es tu única opción para resguardarte de la tormenta e intentar salvar la vida al soldado que te acompaña.

Junto a la capilla de piedra ves lo que en algún tiempo debió un pequeño edificio de madera, ahora completamente derrumbado. Es fácil que fuera el hogar del encargado de la capilla, pero ahora mismo el único lugar donde puedes entrar el el templo en sí mismo. Abres las puertas, que crujen al girar, y enciendes alguna de las antorchas de la pared. El tiempo ha respetado bastante la pequeña capilla, que, pese a estar llena de telarañas y tener algunas de sus vidrieras rotas, se mantiene bastante bien.

Sintiéndote algo más cómodo dentro del familiar entorno de la capilla, no muy diferente a otras de tu propio reino, dejas la mochila y te diriges a cuidar de Gowan.

Cargando editor
12/09/2016, 22:59
Urvan

Encontrar el lugar vacío es descorazonador. Había albergado esperanzas de hallar otros sacerdotes que pudieran proporcionar atención médica para Gowan y refugio para ambos, pero en vez de eso, nos recibe el silencio más absoluto. Y así, de pronto y sin avisar, dos temores arraigan en mí: el primero, más mundano, relacionado con mis escasas probabilidades de supervivencia en este lugar inhóspito; el otro, de naturaleza mucho más profunda, concerniente a mi propósito fundamental en esta vida. Porque de repente, siento que mi búsqueda ha perdido toda razón de ser. La capilla que tenía que visitar, y que constituía el punto de partida de mi peregrinaje, está deshabitada desde hace años. Tal vez deba cejar en mi empeño de demostrar mi valía. Tal vez todo esté perdido.

Recorro lentamente la capilla, recreándome en el lento eco que mis pisadas arrancan del frío suelo de piedra, y que parece llenar las vacías estancias como una risa que se burlara de mi fracaso. Me vuelvo hacia Gowan, intentando que mis ojos no traicionen el abatimiento que me embarga en estos momentos, pues ahora la muerte de mi compañero es de una certeza inescapable. Desolado, me arrodillo junto a él. He recorrido un largo camino con este hombre, y he procurado hacerlo en silencio para que no malgastase sus escasas fuerzas, pero ahora estoy entendiendo que tal vez haya cometido un error fatal. Las circunstancias han dado un giro inesperado, y si Gowan muere aquí, me quedaré solo y perdido en un lugar desconocido y, posiblemente, peligroso. Decido intentar que el soldado me cuente todo cuanto sepa, aunque, en mi desesperación, ni siquiera soy capaz de concentrar mi mente para hacer preguntas concretas o eficaces.

—¿Qué ha pasado aquí, Gowan? —digo con la voz quebrada por el desánimo—. ¿Qué está pasando en este lugar? ¡Dímelo, por favor!

 

Cargando editor
16/09/2016, 12:39
Gowan

El soldado tose mientras se apoya en una pared con dificultad. Cuando lo hace, ves un hilillo de sangre que sale por la comisura de sus labios. Mala señal. El hombre escupe hacia un lado y compruebas que el esputo contiene más sangre que saliva, justo antes de darte cuenta de que estáis en un lugar consagrado. Pero no tienes tiempo para escandalizarte antes de que Gowan empiece a hablar.

- No te lo creerías... Yo mismo a penas puedo hacerlo - dice con voz entrecortada. - Era una guardia normal, algo más fría de lo habitual en estas malditas montañas... Algunos de los hombres ya se habían levantado; yo seguía en la torre, aunque durante la noche cerrada a penas se ve nada.

Gira la cabeza hacia un lado, rememorando.

- De repente el suelo del patio se empezó a mover. En seguida dimos la alarma y mis compañeros empezaron a salir, armados. Esa criatura apareció de la nada - su voz se acelera y, aún sin tocarle, podrías asegurar que su pulso también. - Nunca había visto un feond tan colosal. Parecía un enorme gusano que se arrastrase, pero cuando los hombres salieron con las antorchas iluminaron decenas de patas en su costado. Era como un ciempiés gigante, con unas tenazas tan largas y afiladas como una espada, pero esgrimidas con toda la fuerza de ese monstruo en vez de por un brazo humano.

Se para e inspira varias veces, rápidamente.

- Conseguí encender la almenara. No puedes imaginare lo difícil que es mientras escuchas a tus compañeros gritar y morir sin que puedas hacer nada. Nuestros golpes a penas afectaban a la criatura, que se movía matando a diestro y siniestro sin que pudiéramos hacer nada. Intenté bajar para ayudar a mis amigos, pero algo golpeó mi espalda. Resbalé y a partir de ahí no recuerdo nada más.

Cierra los ojos y ves cómo las lágrimas deslizan por su mejilla. Su respiración es ahora entrecortada y sólo se mueve para toser sangre una vez más. Salvo que reciba atención inmediatamente, sus horas están contadas y no crees tener las habilidades necesarias para ayudarle. Ni siquiera estás seguro de que un médico pudiera salvar su vida ahora. Necesitarías un auténtico milagro para mantenerle con vida, aunque tal vez estés en el lugar adecuado para ello.

Cargando editor
19/09/2016, 12:29
Urvan

Escucho atentamente a Gowan cuando describe la aterradora experiencia que ha vivido. Mirarlo a los ojos y tratar de imaginar el horror que lo embarga casi duele físicamente.

—Ahora podéis descansar. La presencia del Uno es fuerte en este lugar, y bajo su protección, ningún mal podrá ocurrirnos. —«Al contrario de lo que pasó con los antiguos moradores de este lugar», pienso en silencio, con la esperanza de que Gowan, en su estado, no esté de ánimo para cuestionar mis palabras. Me vuelvo nuevamente, inspeccionando el interior del edificio con una mezcla de fascinación y sobrecogimiento, y no puedo evitar preguntarme qué fue de las almas que en otro tiempo residieron aquí. Me acerco al austero altar del templo y, casi por instinto, me arrodillo para rezar en voz baja—. Soustraine, escucha las plegarias de este humilde siervo. Ilumínanos con tu luz para que veamos más allá de las tinieblas que ofuscan nuestro camino. Y apiádate del alma de Gowan, para que su hálito no se hiele en el frío de esta noche eterna.

Cargando editor
21/09/2016, 13:03
Narrador

La respiración del hombre parece relajarse un momento cuando le dices que aquí puede descansar. Entonas tu oración a Soustraine para que interceda con su poder ante el Dios Único y, cuando te vuelves hacia el soldado, ves cómo su pulso ha desaparecido. Te acercas a él y trazas sobre su frente una estrella de seis puntas, esperando que tu fe sea suficiente para salvar el alma del soldado pagano. Te consuela saber que al menos tus palabras sirvieron para calmar su torturada alma en los últimos momentos de su vida.

Cubres el cuerpo con la capa del soldado y oras un momento antes de volverte una vez más hacia la capilla. Parece ser que fue la Guerra la que obligó a la gente que aquí habitaba a abandonar lo que había sido su hogar; un lugar sagrado que había servido de refugio para los seguidores de Santa Nyline y, seguramente, para otros tolkeritas que la acompañaban. Suspiras, preguntándote de nuevo la necesidad de los Filos del Templo.

Sin embargo, agradeces tu entrenamiento militar cuando escuchas un ruido en el exterior y tu mano sale rápidamente despedida hacia la empuñadura de tu espada. Llevas semanas viajando, pero no conoces en detalle la fauna de la zona ni las terribles criaturas que puede albergar la noche, pero después de saber lo que ha ocurrido en la atalaya, no tienes intención de que ninguna criatura te pille desprevenido.

Notas de juego

Si quieres más detalles del ruido, haz una tirada de Percepción (aplica el +1 de oído agudo, claro).

Cargando editor
21/09/2016, 23:45
Urvan

Y de repente, Gowan muere. Sin grandes aspavientos ni una frase de despedida que recordar. Muere sin más. Con la misma aterradora sencillez con la que una hoja cae en otoño, un hombre deja de respirar delante de mí.

Y yo no he podido hacer nada.

Dispenso al difunto unas improvisadas exequias. No puedo permitirme flaquear y con ello deshonrar a este soldado que ha cumplido con su deber hasta su último aliento. Si me esfuerzo, tal vez pueda aceptar su muerte con tanta solemnidad como él mismo lo ha hecho.

Oigo un ruido fuera.

Súbitamente consciente de mi propia vulnerabilidad, echo mano a la empuñadura de mi espada con la silenciosa esperanza de no tener que desenvainarla, y me acerco lentamente a la puerta de entrada del templo. Pegando la espalda contra la pared que discurre junto a la puerta, y sin osar asomarme todavía, aguzo el oído, tratando de oir por encima del latido de mi corazón que golpea en mi cuello.

- Tiradas (1)

Motivo: Percepción

Tirada: 1d10

Resultado: 8(+5)=13

Cargando editor
03/10/2016, 12:49
Narrador

Sonidos de pasos se acercan a la posada. Al principio parecen caminar de forma despreocupada e incluso crees distinguir alguna voz, pero pronto las palabras se convierten en susurros y escuchas el chirrido metálico de una espada al desenvainarse.

Te acercas a la puerta y miras al exterior por una pequeña rendija de madera. Puedes ver a un grupo de tres personas que se aproximan: una mujer con el escudo embrazado y la espada en la mano. El escudo está adornado por el emblema de armas de una de las casas nobiliarias de la zona, pero no te resulta familiar. Detrás de ella, un hombre enorme que lleva una pesada espada en su espalda; no ha desenvainado su arma, pero con su tamaño parece capaz de desmembrar con las manos desnudas a cualquiera que se le oponga. Junto a ellos, un chico joven y rubio mira a la mujer mientras niega con la cabeza.

Parece evidente que van a entrar en la capilla, pero... ¿cómo les vas a recibir? Y, lo que es peor, ¿cómo se van a tomar ellos tu presencia allí? Observas el cadaver de Gowan y tragas saliva. Si por algún motivo te consideran responsable del ataque a la atalaya, tu viaje no tardará mucho en acabar.

Cargando editor
08/10/2016, 19:46
Urvan

Puedo contar a tres desconocidos aproximándose al templo, aunque sé perfectamente que puede haber más batiendo el terreno de los alrededores. Van armados, y no parece que se tomen demasiadas molestias en ocultarlo. En un primer momento, sopeso la idea de buscar un lugar en el que pueda esconderme, pero la capilla está vacía y ningún escondrijo podrá resistir una búsqueda mínimamente rigurosa. Además, el cadáver de Gowan puede sembrar la desconfianza en los recién llegados, y no ayudaría a crear una buena primera impresión que me descubriesen acechándolos en silencio. Por todo ello, decido que lo más sensato será acercarme a ellos con amabilidad y ofrecerles explicaciones antes de esperar a sus preguntas.

Trago saliva y salgo al exterior, luchando contra el impulso de asir la empuñadura de mi espada pero plenamente consciente de su presencia a mi costado.

—Bienhallados seáis, viajeros. Me llamo Urvan. Por favor, no os asustéis. Mi compañero Gowan y yo hemos venido en peregrinación a la capilla de Santa Nyline, pero hemos encontrado el lugar vacío. Además, él… No ha resistido los rigores del viaje. Os lo ruego, decidme que venís con buenas intenciones.

Ruego al Uno para que así sea.

Cargando editor
13/10/2016, 11:14
Narrador

La puerta de la Capilla se abre y en el umbral aparece un hombre joven. Va vestido con una cota de mallas cubierta por un uniforme de la Orden del Templo, por lo que podéis suponer que se trata de uno de los Filos del Uno, los guerreros protectores de la Fe que iniciaron la Guerra que asoló Tri-Kazel hace décadas.

La espada del hombre cuelga envainada en su cadera y, aunque mantiene las manos próximas a la empuñadura, no hace ningún amago de desenvainarla. De la misma forma, tiene su escudo al alcance de su mano, pero no lo lleva embrazado.

- Bienhallados seáis, viajeros. - Parece titubear un momento, pero pronto consigue dominar su nerviosismo y continuar con voz más firme. - Me llamo Urvan. Por favor, no os asustéis. Mi compañero Gowan y yo hemos venido en peregrinación a la capilla de Santa Nyline, pero hemos encontrado el lugar vacío. Además, él… No ha resistido los rigores del viaje. Os lo ruego, decidme que venís con buenas intenciones.

Cargando editor
13/10/2016, 18:28
Mòr

En ese momento, la puerta de la capilla se abre. De su interior sale un hombre joven, ataviado con los hábitos de la fe del Uno. Sin embargo, a pesar de que su credo es distinto al mío, y muchos opinarían que rival, no me despierta hostilidad alguna. El joven, aunque armado, no parece tener la menor intención de agredirnos. En cambio, se dirige a nosotros con amabilidad, informándonos de la muerte de su acompañante. Tuerzo el gesto cuando atribuye el fallecimiento a vicisitudes durante el viaje; ¿acaso no venían desde la atalaya?

¿No habéis pasado por la atalaya cercana? —pregunto, casi como un eco de mis propios pensamientos—. Allí ha habido una… —¿Qué ha habido exactamente?—. Ha pasado algo. ¿No sabrás nada, por casualidad?