Partida Rol por web

El disparo de Sake impacta precisamente en el interruptor, que se destruye completamente. Al instante la barrera de energía desaparece y las criaturas se preparan para atacar a los héroes. Sus colmillos gotean con veneno mientras que sus ojos sedientos de sangre detectan a los objetivos como presas a las que atacar.

Viendo que el disparo de Sake ha liberado a las monstruosas bestias, me adelanto mientras activo mi Sable y lo coloco delante de mí en actitud defensiva.

La saliva y el veneno de la boca de las bestias cae al suelo en el interior de aquella celda mientras todos se preparan para luchar contra ellas. La tensión se siente en el ambiente pues aunque han matado a una gran cantidad de estas criaturas, nunca se han enfrentado contra ellas sin un muro de por medio que les brinde la ventaja.

Tras la lluvia de chispas que siguió al disparo de Sake, la barrera de energía mantuvo su azul eléctrico solo durante un instante. Rogboor creyó que todo había marchado bien, pero el azul empezó a fluctuar hasta desaparecer como si nunca hubiera estado ahí. Las criaturas que aguardaban ansiosas al otro lado, resoplaron como banthas enfurecidos, tensando sus poderosos músculos para iniciar la carga que les llevaría sobre sus presas.

El wookie no dejó pasar ni un segundo más, descargando una potente ráfaga de energía sobre la aberración que iba en cabeza. 

Rapidamente aunque con suma precision, disparo a la primera bestia que veo y que era previsible que saldria de su prision, con claro acierto.

Varias de las bestias corren hacia los héroes sin más intención que la de despedazarles para devorarlos una vez muertos. Estas son unas bestias del tamaño de un perro mediano, no muy fuertes al parecer pero con filosos dientes y una ponzoñosa mordida, como todas las otras bestias de este tipo.

Su carrera es veloz y la distancia se acorta increíblemente.

Los rugidos anticipan la carga de un grupo de bestias, Sake y Roogbor hacen caer a dos de ellas mientras el resto avanza sin contemplaciones. No parecen muy resistentes pero sin duda su número y rápidez es la principal amenaza.

Disparo con mi blaster fallando estrepitosamente, pero con un rápido movimiento consigo apretar de nuevo el gatillo impactando en la bestia más cercana.

No bajéis, abajo somos vulnerables, tomar posiciones y cubrios... aún se oyen rugidos allí atrás. Balael frie los máximos posibles, fuego a discrección. Gaheris, Cobain cubrir la escalera defensa total, aguantar la enbestida mientras acabamos con ellos.

Las ordenes se mezclan con los gritos de dolor de las bestias al caer.

Balael dispara directamente contra la criatura BM1-6 para intentar frenar el rápido avance de las bestias mutantes.

La rapidez de las bestias es tan vertiginosa que Balael envía el tiro demasiado lejos de su objetivo.

"Maldición..."- Alcanza a exclamar la exploradora.

La cacería ha comenzado, mas que cacería, la carnicería, y la piloto sabe muy bien que no está en su elemento.

Luego se mueve un paso hacia atras en la tarima, y se tumba.

El Maestro Vayami avanza bajando las escaleras mientras murmura, descontento:

 - "No tengo tiempo para perder con estas basuras. ¿Donde está el Sith?"

Al llegar abajo saca su sable de luz y lo enciende, preparado para luchar.

Un grupo de criaturas ve que el Caballero Imperial baja parte de las escaleras y entienden que ese es el camino para llegar a las presas, por lo que emprenden la carrera hacia la base de la misma en vez de dirigirse directamente a la fuente de los disparos.

- "Nosotros los contendremos." -

Me adelanto un poco más allá del Maestro Vayami, no lo bastante lejos como para que no pueda apoyarme con su Sable de Luz de ser necesario.

Tres mutantes más salen de la celda, siendo los últimos en ella y dejándola completamente vacía. Estos se mueven hacia los héroes y luego abren sus fauces para disparar una serie de espinas en contra de Nina, la más cercana. Todas las descargas fallan para suerte de la Balosar.

Gaheris baja con cuidado hacia la base mientras enciende el sable de luz que tenía en la mano y se mantiene a la defensiva para evitar que le lleguen ataques.

El Rodiano avanza un poco hasta ponerse al lado de Roogbor para poder disparar mejor en contra de las bestias. Apunta y dispara pero su impacto falla. Se nota que aquellas bestias le traen muy malos recuerdos y le ponen más nervioso de lo que es recomendable para la puntería.

Rapidamente al ver la avalancha de criaturas vuelvo a disparar a la mas cercana -disparad!!!