Partida Rol por web

Londres, año 181 después del cambio de era.

Helga recorrió las calles al atardecer de la ciudad, el reloj daba las seis de la tarde una hora bastante buena para pasear, si vas armado...Helga era una mercenaria con algo de nombre, la guardia por su parte la conocía de diversos ataques, pero no la habían llegado a tener una oportunidad de atraparla, aquella tarde Helga habia sido citada en un pequeño motel de la zona anegada del rio, era uno de los peores varios, aunque mayor razón para verse ahí, puesto que la gurdia no pisaría por allí.

Helga entró en la habitación era un local de bebidas de lo más húmedo y musgoso, había personas con varios miembros apuntados y sustituidos por protesis de palo, esa compañia eran los transportadores de las barcas, una ocupación peligrosa y bastante mal agradecida, se requeria una vocación, en la mesa del fondo, vestido con gabardina verde, con botonadura de plata, patillas, pelo castaño, ojos verdosos, y tez morena estaba esperando el contacto, según las informaciones del grupo el asesino del padre de Helga estaba identificado como un simple sargento de la guardia, y ese era el objetivo para la noche siguiente.

Helga salió a su pequeña guarida en el barrio de los alquímicos, un lugar perfecto para ser un simple habitante más, pasó el día pensando en su venganza, además habían ofrecido una grandiosisima suma de 5.000 libras, dicha cantidad sería el mejor pago que nunca le habían ofrecido, partió hacia el palacio de Londres aquella noche de niebla y lluvia, los rayos saltaban por lo cielos. Helga se coló en la torre de vigías número tres, curiosamente los guardias aquella noche no estaban en la puerta, Helga hizo cuentas de que sus "compañeros" ya habrían despejado el camino, al llegar al último piso avanzas por el pasillo lugubre y llegaste a la puerta de la última habitación en el lado derecho de la torre, tomaste el pomo de la puerta...

Londres, año 181 después del cambio de era.

Thaddeus Jarek era un conocido asesino de la guardia real, un hombre de muy alto temperamento, pero efectivo al menos. Aquella mañana Thaddeus tenía el dia libre, era algo bastante habitual debido a que los asesinos eran asignados a misiones importantes y no siempre podía darse el caso de que hubieran de esas operaciones por lo cual era muy habitual tener días libres, así que Thaddeus se marchó a pasear por los jardines de palacio viendo a los dos jóvenes hijos del emperador, uno chico, de nueve años, y la pequeña de siete años.

Ninguno de estos heredaría el trono debido a que su hermano mayor era el primogenito y desde hacia algunos meses ya había comenzado su instrucción para el día que su padre, aún de mediana edad faltase. Al margen de esto, Claudia y Alejandro eran felices jugando. Aquel día Thaddeus se marchó a dormir pronto un poco cansado de estar parado sin hacer nada. Aquella noche noaste algo de frió y te despertaste, la ventana de la alta torre estaba abierta y la lluvia de aquella noche entró en la habitación sin llegar a mojar tu cama te levantaste a cerrar la ventana y notaste que había mucha agua por el suelo, pero poco te importaba, pues no era tu trabajo...

Londres, año 181 después del cambio de era.

Robert era un militar con una noble carrera en la guardia del imperio, aquel día su patrulla se movió por las calles del barrio moderado en general se trataba de un barrio trabajador era lo mejor de no estar en continua alerta por los mugrientos pobres y los exaltados enfermos y no soportar el elitista clima de los barrios altos. Aunque todo esto podía ser peor porque existían una serie de barrios que ni si quiera aparecían en los mapas de los visitantes de la ciudad, barrios como el de los médicos baratos, alquimistas, piromanos, etc...

Al retornar el señor Tucker el anochecer había caído y tras la cena en uno de los comedores se encaminó hacia su habitación sus pasos se vieron interrumpidos por el jefe de la armería decía que un oficial había pedido un encargo para ti por tus años de servicio era bastante extraño aunque era usual este proceder te entregó una pistola con tonos dorados con unas balas de color azul fabrciados por una piedra de tono azulado claro en total erán ocho.

Tras esto y sin tener más ganas de parlamentar se encaminó a su habitación entonces vió un rastro de agua bastante extraño como si fuera estancada, estaba chispeando y los primeros rayos comenzaban a iluminar el cielo nocturno ¿como podía entonces haber agua estancada en el pasillo, justo tan cerca de la puerta del emperador?.

Robert siguió el rastro hasta una de las torres de vigilancia que debía ser el lugar donde se movería el emperador y sus tres hijos debido a que en riesgo de grandes tormentas esa torre estaba aislada de ataques terrestres, marítimos y inclemencias del tiempo, él llegoó con el rastro hasta la última puerta entró y cerró la puerta tras él para que si hubiera alguien dentro no pudiera huir sin enfrentarse a él, entonces Robert notó en las sombras de la habitación una mujer de pié y un hombre en el suelo...

Londres, año 181 después del cambio de era.

Los barrios bajos son un nido de muerte, pestilencia y pobreza peor que cualquier otro ya sea en esta ciudad o cualquier otro lugar de la tierra. Pero peor aún si hablamos de los barrios próximos al final del río donde te movías en las últimas semanas con las tentativas rebeldes en mermar las tropas de el imperio.

Recibiste una carta que esperaba en la puerta de tu maloliente habitación de la modesta pensión, la cogiste y leiste en tu cama, la carta aseguraba que uno de los infiltrados en las tropas del imperio había sabido que los nobles iban a ser movidos a la torre de vigilancia externa del palacio, esta torre sólo tenía entrada desde el propio palacio, estaba cubierta por el muro y no daba acceso terrestre por ninguna otra parte, el acantilado impedía el marítimo y era perfecta para evitar las catastrofes ideales.

Entonces es cuando leíste lo mejor tu "papi" sería el primero en llegar a esa torre, iba a estar solito a expensas de los guardias por lo que era una oportunidad de matar dos pájaros de un tiro, el único asunto era como llegar hasta el último piso donde estaría y te encaminaste hacia allí, al ver el transporte en la puerta de la torre te convenciste de que eran datos constatados, pasaste a través del piso inferior y escalaste por las ventanas y balcones de la parte derecha de la torre, subiste hasta esa habitación el problema principal fue que la lluvia y los rayos habían arrancado y eso sería un problema, pero tu objetivo era la última habitación a la derecha del último piso, pero para tu sorpresa el balcón estaba abierto entraste y viste que en las penumbras de la habitación un hombre que estaba de pie trataba de dar un paso hacia ti y caía al suelo, al caer la puerta se torno y apareció la figura de un hombre que cerró la puerta y se movió en las sombras no parecía moverse con las características propias de una persona que ve...

Londres, año 181 después del cambio de era.

En aquella tormentosa noche, en la torre del vigia, Trash y Robert se hallaban en la habitación en profunda oscuridad de pronto un rayo iluminó durante un breve tiempo sus rostros para verse...la puerta se abrió y la figura de Helga apareció por la misma encendiendo un mechero que iluminó la habitación, en la misma sólo había un par de sillas de maderas nobles en color dorado, el suelo vestido con una alfombra y las paredes con cuadros de paisajes arbolados con sus correspondientes papeles vistiendolas.

En el suelo yacían dos cuerpos él uno era el capitán de la guardia Robert Simon vestido con el uniforme de diario blanquiazul de la guardia, el cual estaba herido de bala por un disparo directo en el corazón y a su lado...yacía un hombre vestido con una elegante chaqueta roja con botonaduras de oro, unos gemelos de esmeraldas y unos pantalones negros con botas de cuero negro, se trataba del emperador con ese pelo azabache manchado en su propia sangre, su cuello habia sido seccionado por una cuchilla corta, ambos descansaban en el suelo de la habitación por la frescura y presión con la que salía la sangre habían fallecido hacía unos minutos.

Robert desenfundó su arma y amenazó a Trash con su arma...Helga observó a los dos, Robert sacó su pistola y apuntó a Helga, la espada hacía lo mismo a Trash...

-No existe perdón por asesinato, la misma penas habreís de recibir...(dijo Robert).

-Aunque reconozco que me hubiera gustado ser la mano que ejecutara al tirano, soy inocente de hacerlo, pero recalco que ojalá hubiera sido yo...(dijo Helga, de manera precipitada).

Trash guardó silencio y viendo la escena decidió que allí no había nada que hacer, y que había sido engañada...pero no podía dejarse atrapar por lo que se lanzó al balcón contigua que estaba bastante cerca y emprendió la huida...Robert se giró y disparó a la ventana por donde huía Trash, pero la chica escapó.

A las espaldas de Helga apareció en tropel la unidad de la guardia encabezados por el sargento Branco y Seth Gris, un coloso de más de dos metros de altura, ocho hombres rodearón a Helga que apenas pudo reaccionar de alguna manera más que buscar espacio hasta la pared para separarse de sus armas...

En la habitación Robert sufría un repentino susto al ver como la mano del emperado agarró su muñeca...estas palabras serían sus últimas y sólo un oído para escuchar...

-Se...señor Tucker...no deje...que esta nación caíga...víctima...de...la locura...de...(el emperador cae dejando la mano de Robert impregnada en sangre).

La guardía gritó y se movilizó en el último piso, todos gritaban que atraparan a esos traidores, Helga no pudo oponer resistencia trató de huir, pero un puñetazo de Seth golpeó su rostro y la hizo desequilibrarse cayendo al suelo donde sería reducida por los guardias...por su parte el sargento Branco y dos de sus hombres entraron en la habitación sin articular palabra sacó su pistola y disparó indiscriminadamente cada hombre una pistola a excepción del sargento que llevaba dos, el primer impacto le dió en el abductor izquierdo, uno salió silbando por delante de su mano, y los otros dos impactarón en su hombro y brazo derecho haciendolé tambalearse de dolor y ser arrestado...

Trash huía por la puerta* en el mismo momento que traspasaba el marco de la puerta notó un hilo que se rompió a la altura de su cadera y se desencadenó una serie de explosiones que dañarón a la chica, puesto que los barriles y cajas cercanas erán trampas explosivas cuidadosamente colocadas. Trash cayó pesadamente al suelo deborada por el dolor de las ondas explosivas y sus ropas le quemaban fruto de las llamas, movió su cuerpo en la lluvia por el suelo hasta quedarse hundida boca abajo en el suelo y con las llamas de sus ropas apagadas...

Noviembre del año 181 después del cambio de era.

Por diversos motivos nuestros cuatros protagonistas no recordaban apenas nada de la noche anterior, pero esta era su realidad...

Trash había recibido el impacto de una serie de explosivos oportunamente colocados para detener su huída de la torre...

Robert había perdido mucha sangre debido a los varios disparos que había recibido por lo cual se había desmayado...

Thaddeus había sido narcotizado la noche anterior no recordaba más que levantarse esporádicamente de la cama...

Helga por su parte recordaba el tremendo golpe recibido en la cabeza que la había dejado inconsciente al haber sido reducida por la guardia del Imperio...

Los cuatro despertarón...siendo trasladaros en una enfermiza caja de metal conocido como Teleferico...una unidad de doce hombres y el comandante Row, un comandante que fue el primero en someterse a experimentos de implantes mecánicos, aunque la operación lo había hecho un tanto desquiciado...

Junto a estos estaba el vice-consejero, Aldus Séneca, vestido impecablemente con su casaca de color azul marino con doble botonadura dorada y amplio bolsillos que quedaban ridículos, pues se veía casi cualquier objeto que portarán como la bata de una mujer mayor...nuestros protagonistas se iban despertando de aquella sensación de abndono para econtrarse con esta escena...de pronto se detiene el transporte en seco...y Aldus sacó una carta que abre...mientras los soldados abrián la puerta dejando al descubierto un funesto presagio, estabaís en las abandonadas montañas del norte, unos páramos rocosos abandonados y bombardeados por continuas tormentas y usado también como vertedero de seres biológicos que no fueron creados en la naturaleza precisamente...

-Por orden de la ciudad de Londres...(espetó el vice-consejero)...por gracia de su pueblo...y su corona...se ha condenado a estas cuatro personas...a muerte...¡por destierro!...Helga Fitzgerald...criminal reincidente, robos, asesinatos, delitos contra nuestro ejercito...Thaddeus Jarek...por tu desobedencia en reiteradas ocasiones a la corona y el imperio para el cual sirves...Trash...por intento de asesinato de un noble...espionaje...ser una rebelde...y lo que es peor...(Aldus se agacha hacia Trash y le escupe en la cara, ella sólo siente la sensación de asqueroso calor de su saliva y apenas puede cerrar los ojos y respirar fuerte mostrando su rabia)...por asquearme con su pestilente presencia...(los soldados se rieron de la acritud demostrada por el vice-consejero)...y todos acusados de la mayor traición...asesinar al emperador...y al capitán de su guardia...¡y tú!...señor Tucker...usted es el peor de todos...¡traidor!...ojalá el diablo te condene al fuego eterno...¡soldados arrojadlos!...

Los soldados cogieron a los criminales y los arrojarón al vacio...los cuatro se precipitarón al vació lleno de rocas, desaparecieron en la penumbra del rocaje, mientras los tiranos mostraban su risa más malévola satisfechos por su victoria...pero como en la vida misma, tus planes no saldrán como te lo habrías imaginado...

Helga abrió los ojos al notar el agua de la lluvia cayendo sobre su cuerpo, faltaban varios metros para la caída...buscó con su vista una solución y encontró con la vista a Robert...aún hoy no sabe que plan es que pensaba, pero aprovechando su proximidad se agarró a él y busco con la mirada el fondo del vacio, pero encontró algo mejor...una red oportunamente colocada entre las rocas que debió de ser colocada por escaladores en tiempos pasados consiguió caer junto con Robert sobre la misma para frenar la fuerza de la caída, sin embargo esta no soportó del todo la caída y ambos salierón deslizandosé por una cuesta no demasiado lejos del suelo, pero si lo bastante para que Helga al caer de espaldas al suelo se sollara la espalda al completo quedando con dolores de espalda, mientras Robert en el suelo comenzaba a recuperar la consciencia...por su parte Thaddeus se había enterado de todo con claridad y trataba de sacar el paracaídas oculto en su cinto aunque quedaba claro que no conseguiría librarse de un buen golpe, pero tras conseguirlo consiguió realizar un aterrizaje forzoso chocando contra una pared de piedra y cayendo unos dos metros hasta el suelo...por último Trash tuvo algo de fortuna al caer sobre una poza de agua que se había formado en el suelo rocoso y amortiguando así gran parte del golpe...quedó flotando bocarriba mirando como el teleférico daba la vuelta y se alejaba de nuevo hacia la ciudad y así es como comenzamos...

Pudía notar cómo la lluvia caía sobre mi y poco a poco fui abriendo los ojos, sólo para ver que era de noche y no sabía donde me encontraba. Sin moverme del sitio miré a mi alrededor y ví a la mujer que había declarado querer matar al emperador cerca mía, al parecer inconsciente.

Noté entonces el dolor de los impactos de bala. Tres de las cuatro balas que me dispararon habían dado en su objetivo "Habré perdido bastante sangre..." pensé para mí mismo, mientras me intentaba levantar del sitio. Una vez me puse de pie a duras penas, avancé poco a poco hacia la mujer "¿Te puedes levantar...?" le pregunté débilmente.
 

Mi respiración era acelerada debido a lo experimentado en unos segundos que me habían parecido horas. Había sido engañada y me había sentido decepcionada, después la rabia me invadió y por último el terror natural a la muerte. Estoy flotando en el agua, como en shock, mirando hacia arriba y recopilando en mi mente todo lo ocurrido. Y hay algo que estaba tan claro como el agua en el que me sostenía, me habían engañado.

¿Quién me dio la información? ¿Cole? ¿Zeta quizás? Me han traicionado…- pensó, mientras calmaba su dolorido cuerpo manteniéndose en suspensión sobre la superficie. La explosión no le había dejado muy bien, pese a su cuerpo fibrado, estaba demasiado delgada y escuchimizada como para poder soportar esa fuerza… Caer al vacío no había ayudado de nada tampoco. –Mataré al vice-consejero, con mis manos si es preciso- me lavé la cara y nadé para salir del agua.

Miré a mis “compañeros traidores”, tampoco me olvido que uno de ellos me apuntó con un arma.- No me hubiera importado que él se hubiera partido el cuello en la caída… Pero parece que aquí todos fuimos jodidos por igual. Comencé a palparme las piernas y los brazos, en busca de alguna fractura que pudiera darme problemas. Me sentía como si hubiera pasado por una puta trituradora de basura.

-Sin duda alguna… he tenido días mejores- pensó Helga, mientras visualizaba en su cabeza la caída de antes y todo lo que había pasado antes. No abría los ojos, total… no vería solamente más que oscuridad en estos momentos. Pero no tardó en escuchar algo que si le haría abrirlos.

 ¿Te puedes levantar...?

Helga, al escuchar la voz, abrió los ojos de par en par e intentó reincorporarse… gran error por su parte, pues recordó que su espalda se llevó la peor parte debido a la caída de antes.-Esta me la pagarás Aldus, maldito hijo de puta… - El dolor recorrió gran parte de su espalda, lo cual dificultaría los movimiento mas tarde.

Una vez medio reincorporada, se percató de que la voz era de Tucker. Fue con el que se encontró en aquella maldita torre, antes de la emboscada. Helga, obviamente, olvidaría ese encuentro… Pero no era momento de sacar el tema. –Oh… Eres tú… ¿Sabes? Algo me dice que tenemos mucho que hablar sobre este asunto… pero mejor en algún sitio cubierto- dijo a duras penas, pues su cuerpo no estaba en mejores condiciones, y la lluvia no es que fuera un buen remedio…

Despues del costalazo que me di tuve que necesitar un momento para reincorporarme, ya habia pasado por un monton de accidentes similares, pero eso no lo hacia menos agradable y mas aun dada la situación, me reincorporé al menos de rodillas para dejar de tragar suelo, ya habia comido bastante despues de aterrizar de esa manera, durante unos instantes me quede respirando fuertemente, tratando de hacer memoria de lo que habia pasado, pero poco podia lograr, el cabreo que me entró era demasiado como para pensar con claridad, sin reparar en mis nuevos "compañeros", alcé mi mirada al cielo en busca del teleférico para exclamar:

¡Condenado hijo de puta de mierda, de esta te vas a arrepentir toda tu vida!... O lo que te queda de ella.

Apretando los dientes me reincorporo ya del todo, sacudiendome un poco la ropa despues de la caida, tras ver la escena que me deparaba en tierra opté por acercarme a Helga y extenderle mi mano para ayudarla a moverse.

Vamos, busquemos un refugio, o al menos una zona alta, no se vosotros pero yo por lo menos no tengo intención de quedarme aquí abajo de vacaciones.

Mientras tanto pensaba: No es mi estilo trabajar de este modo pero... A la mierda, estoy despedido, será mejor que me amolde un poco a lo que me toca.

Al tratar de levantarse la espalda de Helga crujió y cayó de bruces contra el suelo, con un tremendo dolor que parecía tirarle hacia abajo como si la gravedad hubiera aumentado sólo para ella...

Robert podía tenerse en pie, pero notaba frió en su cuerpo propio de toda la sangre que había perdido y sentía su cuerpo como una pesada carga que costaba llevar...

Thaddeus se sentía dolorido, pero podía moverse con una soltura más que habitual...

Trash por su parte no lo tenía tan fácil, los impactos le habían costado serios daños, al tratar de incorporarse notaba como las piernas le temblaban como becerrito recién nacido y caía como tal hacia el suelo...

"Eso tiene que haber dolido" pensé cuando oí crujir la espalda de Helga y ver cómo se precipitaba hacia el suelo.

Por desgracia no podía ayudarla a levantarse en mi condición, pero posiblemente el encapuchado sí podría "Tu, encapuchado, cógela en brazos si no quieres que se siga cayendo. Aunque odie reconocerlo, en mi condición actual apenas me puedo sostener en pie, no podría levantarla aunque me fuera la vida en ello." Y una vez dije eso, examiné con la mirada nuestros alrededores buscando algún tipo de refugio que pudieramos usar, al tiempo que caminaba lentamente.

Al intentar incorporarme caí de bruces contra el suelo, mi cuerpo estaba más débil de lo que pensaba. Aquello no era bueno, nada bueno y encima llovía.

-Mierda, mierda, mierda...- mascullé para mí misma de mal humor. Me llevé una mano a mis nalgas que se habían llevado el golpe de la caída ahora mismo. Me duele todo, juro que les haré pagar a todos y cada uno de ellos. Pensé algunos improperios más que opté por callarme y volví a tratar de levantarme con cuidado.

-Estamos todos jodidos... Pero gritar a los de arriba para que sepan que seguimos vivos no lo veo muy útil- entrecerré los ojos mirando al encapuchado, que no debía tener ni puñetera idea de la suerte que teníamos de estar vivos y de que si los de arriba nos habían jodido, no cesarían en su empeño de acabar con lo empezado si sabían que no nos habíamos hecho mil pedazos contra las putas rocas.

Hice una mueca entre enfado y negación ante lo que me dijo sonaba al principio como una orden, y no estaba de humor para cualquier cosa por el estilo, no obstante tenia razón, no podia dejarla alli tirada por contradecir a aquel hombre.

-Vamos arriba, eh tu. Dije señalando a Helga. Ayudame con esto, a no ser de que quieras que se nos quede por el camino.

Mientras ayudaba a Trash a levantarse, observaba a mi alrededor en busca de alguna posición elevada, priorizaba la busqueda de algun lugar desde el cual poder ver tanto terreno como nos fuera posible, y encontrar asi antes algo que nos pudiese ser de utilidad.

Al crujir su espalda, Helga cerró la mandíbula bien fuerte , intentando aguantar el dolor como buenamente puede. En la caída, intentó poner las manos contra el suelo para frenar la caída, pero tardó en hacerlo y se estrelló contra el firme y fangoso suelo. Al caer, escuchó a Tucker ordenar al encapuchado que la cogiese en brazos. Todos intentaban ayudarse, a pesar de sus diferencias, pues ahora parecía que se iban a unir bajo una misma causa. –Gracias… Maldita espalda…-

Pero lo primero, era lo primero: Buscar refugio. Todos buscaban alguno en mitad de la lluvia, y la espadachín no iba a ser menos. 

(Por fortuna tres de los cuatro miembros del grupo localizarón lo que parecía una apertura lo suficientemente ancha y alta en la pared rocosa, serviría para poder descansar mientras la lluvia dejaba de caer, sin embargo era preocupante que durante la busqueda no había aparecido ningún otro tipo de escondrijo, cornisa accesible o camino que pudieran utilizar de alguna forma).

Con paso renqueante y gracias al encapuchado, me acerqué a aquella grieta que habíamos visto para refugiarnos. Si solo teníamos ese sitio donde refugiarnos y ningún medio de escape acabaríamos muriendo todos igualmente, era cuestión de tiempo. Estará bien no mojarnos por un tiempo, pero no tardaremos en morir por inanición, o por las heridas de la caída... o de algo más divertido, que nos matemos unos a otros... Si mis hermanos de la calle me habían traicionado no había razón para que no lo hiciera cualquiera.

Una vez resguardada, paseé la mirada entre los presentes. -¿Y ahora qué? No hay salida posible de este agujero...- me senté en el suelo y masajeé mis piernas, esperando recobrar algo de fuerza en ellas pronto.

Fui avanzando lentamente hasta la cueva con los demás, y una vez ahí tomé descanso recostándome contra una de las paredes y aún con la cabeza hecha un lío "¿Cómo es que hemos acabado así? Bueno, está claro que ha sido una trampa de esos cabrones... me las pagarán. Parece que nos han hecho la jugarreta a todos los que nos encontrábamos ahí... ¿entonces cómo es que Encapuchado está aquí también? El no se encontraba en la habitación, o al menos yo no fui capaz de verle... más tarde haré mis pesquisas" 

Mientras estaba perdido en mis pensamientos Trash preguntó qué hacer "Por ahora nos quedaremos aquí, debemos descansar lo que podamos mientras estamos a resguardo del mal tiempo y mañana buscaremos una forma de salir de aquí" dije al tiempo que cerraba los ojos, teniendo cuidado de no dormirme para seguir escuchando lo que tuvieran que decir los demás.

Me acerqué a la boca de la cueva y me apoyé sobre uno de los laterales, lo justo para seguir resguardandome de la lluvia pero pudiendo ver el exterior.

Está claro que necesitamos descansar, al menos vosotros, pero os digo una cosa, yo aun no me he olvidado de la necesidad de comer, y por aqui a simple vista no se han visto suministros algunos, habrá que conseguir algo mientras logramos a dar algun atisbo de civilización.

Desvié mi mirada hacia el interior de la cueva y dije: Por cierto, soy Thaddeus, Thaddeus Jarek, es posible que alguno de vosotros sepa al menos ese nombre. Volví mi mirada hacia el exterior y seguí vigilando.

Aquellos desdichados tuvieron por fin un golpe de suerte al encontrar una pequeña en las rocas, perfecta para pasar la noche y no tardaron en entrar en aquella caverna. Los cuatro se acomodaron lo mejor que pudieron. Tucker dijo lo evidente: lo mejor era pasar la noche en ese zulo, al menos de momento, y Thaddeus, el encapuchado, nos recordó que íbamos a necesitar provisiones mas adelante. La espadachín asintió a ambos, pues era lo mas sensato que se podía hacer.

-En fin… Pienso que deberíamos turnarnos y hacer vigilancia… No vaya a ser que esta cueva tenga dueño… – dijo mientras se acomodaba de la mejor manera posible. –A todo esto, me llamo Helga, Helga Fitzgerald.¿Cuales son vuestros nombres?- preguntó la espadachín, pues era importante conocer a tus aliados en momentos así.