Partida Rol por web

Continuación....

Tras unos días preparandos al fin a llegado la hora de trabajar de verdad.

Hace ya dos días que la caravana esclavista de Amadras salió de Shadizar con rumbo a Arejun.

La treta de Perla funciona a la perfección. Hundra, Dicter, Iago y Daaron han sido contratados como mercenarios para garantizar la seguridad del viaje, junto con los guardias personales de Amadras: nómadas del desierto de Hyrkania que han dejado el saqueo para dedicarse al negocio de la protección y ex-soldados de Zamora repudiados.

Diego y Iago, cumplieron con su cometido, entrando y saliendo del campamento cada noche, para pasar la información, planear bien el ataque.

 Perla tenía un plan, un plan que podía funcionar muy bien, pero que podía acabar muy mal si todas las piezas de este puzzle no se coordinaban bien.

Esa noche, cuando todos durmieran, los tres infiltrados acabarían con los centinelas, y harían la señal, una antorcha que debían ondear para que el resto iniciara el ataque. Necesitabais una distracción, pues iba a ser fácil quitar de en medio a un puñado de vigilantes medio dormidos y borrachos, pero Dinak... Dinak es el escolta personal de Amadras, ha sido fiel siempre, por lo que habéis averiguado, y es muy capaz con las armas, así que mientras Tenerius, Gálacus y Dientes, montaban algo de fiesta, a la cual se unirían Dicter y Daaron, dando el cambiazo de bando, Perla y los demás irían a por Amadras, mientras Dinak se lanzaba al combate.

Todos los planes estaban claros, después de todo, cada uno tendría su paga. Los esclavos serían liberados a su propia suerte y todo el botín sería para vosotros.

Un Plan perfecto, pero todo tuvo que salir mal...

La lluvia de esa noche no presagiaba nada bueno, y tampoco los relámpagos, pero ya era tarde para echarse atrás.

Todo iba bien, los centinelas fueron librados de sus absurdas vidas rápidamente, sin problemas. Todo empezó cuando Hundra encendió la señal. Esa señal debía atraer a vuestros aliados, pero en vez de ser así, todos los guardias de Amadras salieron de sus tiendas a la señal de un pitido de silbato, con sus armaduras puestas y con el filo de las espadas al aire, como si supieran perfectamente lo que iba a pasar.

Los dos mercenarios y el bárbaro cimmerio no aparecieron, y los hombres de Amadras se lanzaron sobre vosotros.

Perla, Zang y los dos pícaros buscavidas si vieron la señal, y creyeron que todo iba bien, fuero en busca de Amadras para pagarle todo el mal que le había echo a vuestra patrona con un buen palmo de acero en las entrañas, pero no lo encontraron solo. Dinak y tres de sus hombres los esperaban en la tienda de Amadras.

Todo salía mal, era como si supieran lo que ibais a hacer antes de que lo hicieseis, como su supieran el plan que teníais y ahora vosotros estubieseis en esa treta. Estaba claro que habían descubierto vuestro plan pero como?? Escucharon las reuniones nocturnas de los dos espías? os reconocieron desde un principio? o os habían traicionado? puede que Tenerius, el Nemedio sin patria, y Galacus, el Kothico sin ley os traicionaran y lo contaran todo, será por eso que no aparecieron? o tal vez por que sabían que ya les habían vendido??

Pero no estabais para pensar en ello ahora.

Estabais bajo una tormenta de lluvia y acero, con los pies enterrados en el fango mientras el agua empapaba vuestros cabellos y luchabais por salvar vuestra vida.

Un rayo cayó sobre una carreta de esclavos prendiéndola en llamas. Los alaridos de los esclavos quemados vivos bajo la lluvia no hacía que vustra lucha fuese mas llevadera.

Finalmente solo quedó una opción, huir tan rápido como pudierais.

Diego tenía muy clara esa idea desde el principio. En cuanto algo se ponga feo, correr.

Por eso se hizo con uno de los caballos asustados por el fuego, la tormenta y la batalla. Sin pensar en nada ni nadie mas. Galopó hacia Shádizar de nuevo, tenía algunas heridas, pero nada que no haya curado otras veces.

Dicter y Daaron cayeron en la batalla, no los conocías demasiado, y tampoco te importaban, pero era la peor noticia que te podían dar en ese momento, pues significaba que ahora estabas sola contra todos los demás.

Recordó así uno de los antiguos cánticos de batalla de su tribu, allí en cimmeria, lo que cantaban los hombres al ir a la guerra. Algo sobre una bella muerte, en un campo de batalla, y Crom mirando desde su fría y gris montaña.

Nunca fue muy supersticiosa Hundra, pero ver su final cerca, rodeada y sin escapatoria, como el fuego se extendía por las carretas y las tiendas, los gritos y lamentos de los moribundos, el olor a quemado, y la lluvia que resbalaba por su piel le recordó todo aquello, tan comun en su tierra de brumas y nieve.

Casi inconscientemente, entonó ese cántico con fuerza, mejor gastar hasta la última gota de sudor y sangre luchando, que rendirse.

Pues ese Canto es lo que hizo que siguiese viva. No por ninguna intercesión divina de Crom, ni mucho menos. Pero si llamó la atención de Dientes de Sable, que apareció montado sobre un caballo de guerra, con el pecho al aire, sin armadura ni calzones, solo con un taparrabo empapado y armado con un garrote, o una rama gruesa de un árbol.

Delante de él tenía tendida a Perla, inmóvil, parece herida, pero no hay tiempo para comprobar si aun respira.

Hundra montó sobre el caballo negro de su compatriota. Nunca se había alegrado de verlo, pero esta vez sin duda, le había salvado de una muerte segura.

Cabalgaron los tres, y no muy a lo lejos, encontraron a Diego, sentado a cobijo de un árbol intentando curar sus heridas como podía.

Parece que no os siguen, tienen bastantes problemas con el fuego y la confusión ahora mismo.

Estáis a solo unos metros entre Diego y Hundra, acompañada de Dientes,  hay muchas cosas que aclarar, Perla está inconsciente, y parece muy grave.

Que haréis ahora? Estais heridos, en un bosque que ninguno conoce, entre Shadizar y una carabana esclavista destrozada.

MALDITOS SEN TODOS LOS DEMONIOS!!

Grita Moghcorb al ver a Diego!

Así que tú tambien esás vivo pequeña rata! JAJAJAJA

Su todo de voz siempre ha sido difícil de entender, no sabes si está muy furioso o se alegra de verte, pero no parece mas hostil que de costumbre.

Casi morimos todos... 

Deja caer su garrote ensangrentado al suelo, ayuda Hundra a bajar del caballo y lleva a Perla a cuestas hasta refujiarse de la lluvia bajo el mismo árbol en el que está Diego.

No se si la lluvia es una gracia de los dioses o una maldición de los demonios cimmerio, por un lado les será más dificil seguirnos, pero por el otro no ayuda en nada a Hundra trata de decir estas últimas palabras con desinteres, pero se nota la preocupación en su voz.

Trata de mirar alrededor en busca de señales de sus perseguidores y al rato parece bastante convencido de que de momento se han acercado demasiado. La lluvia no le deja escuchar muy bien, pero por ahora parece que tienen unos momentos de respiro. Bien, creo que no nos siguen, o al menos no muy de cerca

Después concentrandose otra vez en Hundra, hay que limpiar y vendar esas heridas, ha estado a un paso de ver a vuestro Crom en persona. A mi Bel parece que no me quiere en su casa, sin duda tiene miedo de echar algo a faltar esboza una sonrisa mientras hace un juego de manos

- Mierda, tenia que haberme dado cuenta de que algo hiba mal...- pienso mientras la imagen de mis compañeros callendo en batalla se repite como incesantemente. No les conocia apenas pero sus muertes me marcan como el fuego por alguna razon que escapa a mi entendimiento.

Las heridas son dolorosas, no mas que el hecho de tener que uir de un campo de batalla para salvar la vida. Detras de diente de sable, sujetandome como puedo para no caer mientras mi otra mano oprime la herida del costado llegamos a un claro.

Diego me ayuda a bajar... nunca he permitido a nada ayudarme cuando puedo hacerlo sola pero por alguna razon me dejo en esta ocasion, asegurandome a mi misma que sera la ultima. Diego se empeña en sanar mis heridas.. eso ya es demasiado... me aparto de el y miro a Perla, inconsciente y herida.

- Moghcord, bajala.- le pido tendiendo mi cama en el suelo para que la acueste en ella y hago algunos girones a modo de vendas con mi ya destrozada camisa, intentando, si no curarla, que no pierda mas sangre.

- Tenemos que movernos.- Les digo a mis compañeros.- La lluvia y la confusion no duraran mucho...- tal vez separarnos y tomar varios caminos para despistarles seria una buena idea, intentaremos llegar de vuelta a Sharizar y reencontranos alli.

Diego tiembla de frío bajo la lluvia, tiene la cara pálida por la pérdida de sangre y de vez en cuando tiene un ataque de tos irrefrenable. En suma, se siente como algo que se restregaría de la suela de las botas.

No creo que sea buena idea lo de separarnos, hemos de llevar a Perla con vida hasta Shadizar, le dí mi palabra y allí podré encontrar algún compadre que nos esconda por unas noches mientras nos recuperamos y vemos como podemos arreglar este desastre

Se echa mano al mentón como pensando seguramente tenía alguno de sus hombres infiltrado, no podemos confiar en los demás no hay sorpresa en su voz, las traiciones son moneda común donde creció

Si Perla puede aguantar deberíamos aprovechar la lluvia y avanzar lo que podamos, mejor velocidad que sigilo, en cuanto deje de llover tendrán un rastro que hasta un niño podría seguir... pero dejad que nos sigan hasta Shadizar y puede que encuentren más de lo que buscan la mirada se le torna fría, su voz pierde el tono burlesco de costumbre y los nudillos se le vuelven blancos de la presión a la empuñadura de su espada corta.

JA! separarnos? Y dejaros aquí solos, sin comida, ni dinero y mal heridos?

Creo que no va a ser buena idea... Y miradme a mi!

Se pone depie y señala su esculpido y robusto cuerpo empapado en lluvia y algo de sangre.

Podría parecer algo erótico, lastima que sea tan imbecil....

SI no tengo ni pantalones!! AJAJAJJAJA

Se pone de cuclillas para observar como Hundra limpia las heridas de perla, y cierra hemorragias, parece mentira que lo haga tan bien. Solo ella sabe que en realidad lo que consigue es mas por suerte e instinto que por conocimiento.

Poco a pocoperla va cogiendo algo de color.

Perla sigue grave, pero aguantará unas horas mas. Puede que se recupere.

Entre delirios y fiebres abre apenas los ojos y no deja de murmurar.

-Lo ....

conseguí...

Lo .. lo cons.. seguií....

No parece que sea muy consciente de lo que dice, ni donde está, pero no deja de repetirlo.

Uf... está muy mal.

Yo opino igual que el pequeñajo. Aprovechemos esta lluvia salida de los infiernos y cabalguemos tanto como podamos, puede que les perdamos la pista.

En ese instante cae rayo bastant cerca, y el Trueno puede oírse con fuerza. Moghcorb agacha la cabeza.

Se nos va a car el cielo encima!!!

Por suerte aun tenemos los dos caba...

MALDICIÓN!!!

Con el fragor de la batalla reciente y la preocupación por perla nadie ha pensado en atar los caballos, y asustados por la tormenta, empiezan a relinchar y cocear, parece que van a salir corriendo.

Moghcorb intenta tranquilizar a uno de ellos, por suerte es algo que se le da bastante bien. Pero si alguien no hace algo pronto, el otro caballo huirá.

Yo estoy ocupada recosiendo a Perla, es todo un milagro de que me acuerde como se hace. Lo he visto hacer a compañeros pero nunca me habia tocado.

- Ocuparos vosotros de los caballos.- les digo a mis compañeros mientras yo termino lo que estoy haciendo, no tendria sentido dejarla a medias ahora pero cuando habla la sombra de una duda cae sobre mi. ¿Y si fuera la propia Perla quien nos traicionara y sus compinches hubieran decidido cerrar su boca? Aun asi termino el trabajo. Si a sido cosa suya la necesito viva y consciente para hacerselo pagar.

Eso deja a Digo ante un cabalo nervioso y excitado.

Moghcorb parece muy ocupado con el sullo y si no hace el caballo se irá.

¿Moghcorb crees que podrías alcanzar esos caballos antes de que los perdamos? ¡Por Bel, esta bestia no se está quieta! Diego trata de calmar al animal, pero la tormenta lo ha puesto demasiado nervioso, bastante tiene con esquivar sus coces. La lluvia sigue empapandole, a sus oidos le llegan las quejas de Perla según la va cosiendo Hundra y a sus labios no acuden más que maldiciones.

Desgraciadamente para vosotros, el caballo sale carriendo, por suerte, camino hacia Shádizar, así que con un poco de suerte puede que lo alcancéis mas adelante. Pero ahora tenéis que ser rápidos y precisos con vuestras acciones. No hay tiempo para lloriquéos. Si deja de llover, el sol saldrá en unas horas. Estáis cansados, heridos, no tenéis comida, ni nada que se le parezca.

Que hacéis? Aprovechais la lluvia para avanzar tanto como podáis? haréis noche aquí y seguís mañana? intentáis forzar al caballo para llegar antes? quien irá en el caballo?

Genial...perdimos un caballo...- Esta bien, no podemos ir los cuatro en un caballo, Perla tiene que llegar cuanto antes y necesita alguien que mantenga fuerzas para llevarla digo mirando a diente de sable. Yo puedo seguir a pie, si Krom quiso que no callera en esa batalla sera por que me reserba una mas grande.- digo sonriendo ante la idea y sin mas me encamino en la direccion que tomo el caballo.- ¡Moveos! El enemigo no va a quedarse sentado toda la noche.

Como quieras, chica lista. Dice Moghcorb con una media risa.

Cabalgaré despacio, no vaya a ser que se le salten las tripas a la sureña esta y nos quedemos sin paga.

La llevaré a casa de aquel matasanos, ese... Demonios, no recuerdo su nombre...

Elan? Ejam? Bueno dá igual. ESE!

Con todo el cuidado que le permiten sus abultados músculos, coloca a Perla sobre el lomo del ahora mas calmado animal.

Perla sigue delirando por la fiebre, seguro que la marcha no le va a sentar nada bien, pero mejor que dejarla en el barro esperando a que muera...

Con un poco de suerte podréis encontrar al caballo mas adelante, no dejeis que os maten! Nos vemos en casa del matasanos ese.

El bárbaro monta sobre el caballo y coloca a perla entre sus brazos, su fuerte y torneado pecho y la cabeza del animal (el de cuatro patas)

Hiaa!!!

Perla se aleja sobre el caballo de Moghcorb. Una pena que no se os haya ocurrido preguntarle al bárbaro por los otros dos mercenarios desaparecidos, ni donde ha olvidado el resto de su ropa y sus armas.

Puede que la respuesta hubiese dado algo de luz al asunto, pero aun tenéis el pulso acelerado por la batalla y no habéis pensado en ello.

Vuestras heridas siguen abiertas, no son letales, pero no puede ser nada bueno dejarlas así bajo esta abalancha de lluvia y truenos. Estáis lejos de Shádizar, y hay mucho que hacer si queréis sobrevivir.

Entonces está bien así??? Seguís a pata?