Partida Rol por web

Si te unes a nuestra causa... no te va a ser fácil de salir... es más... puede que no puedas salir nunca...

Miró a los otros chicos...

Tu mente ya está sucia... desea el poder... ¿por qué te importa lo que piensen los demás...? ¿Acaso ellos harían algo por ti? ¿Acaso serían capaces de darte el poder de escapar... de la muerte...?

Miró más fijamente a Carlos, parecía que lo estuviera traladando.

Cuando rías... estarás acompañado; pero cuando llores... lo harás solo. Nosotros podemos cambiar esto.

No estoy hablando de salir, estoy hablando de unirme a vuestra causa y pasar desapercibido a los demás. Un infiltrado, ¿me entiendes? Muchos se ocultan para que no sean descubiertos, yo puedo hacerlo para ti, claro que como ya te he dicho antes, el ofrecimiento debe ser bueno...

Poder. El poder está bien y es interesante, pero ¿que tipo de poder?

Ahora no necesitamos infiltrados... si quieres unirte, únete. Sino, vete. ¿Qué clase de poder...? ¿Qué te parecerían... más conocimientos...? ¿Has oido hablar de los maleficios prohibidos...?

Carlos pudo ver en el rostro de la bella mujer... una sonrisa...

Muy bien, estoy dentro. Más conocimientos, suena interesante... muchos más conocimientos...

¿Que es lo que tengo que hacer?

Es sencillo... simplemente ven a nosotros...

La mujer extendió el brazo con la palma de la mano abierta, invitando a Carlos a cogérsela. Sonreía.

La mujer extendió el brazo con la palma de la mano abierta, invitando a Carlos a cogérsela. Sonreía.

Miro hacia mis compañeros, y despues miro a la Dama. Su mano se extiende, ofreciéndomela para que la coja.

Avanzo hasta donde se encuentra la mujer con la mano extendida. Por un momento dudo, sólo un segundo, pero después, cojo su mano con fuerza mientras cierro los ojos esperando lo inesperado.

Abrió ligeramente los ojos... sorprendido, pero luego esbozó una imperceptible sonrisa.

Bien hecho... Eva... - la mujer lo miró, mientras estiraba aun el brazo de Carlos para invitarlo a formar parte de su grupo.

Mantenía la mirada al monstruo, pensando.

¿Cambiar el mundo? Murmuraba para sí. Miró de reojo a Nico. ¿Por el poder? Parpadeó y volvió a mirar al monstruo ¿Por la pureza de sangre? Miró a Carlos ¿O por alguien?

¿Porqué? Miró al monstruo, fijamente. ¿Porqué debería interesarme? Esperaba una respuesta cuando vio que la mujer cogía a Carlos. Lo miró, sin saber que decir, pero supuso que tendría sus razones para hacerlo, y suficiente cabeza para saber qué estaba haciendo...

Miró a Zaida.

Solo tú sabrás si quieres cambiar el mundo mágico o no, chica... solo tu puedes saber si te interesará. Nosotros te lo ofrecemos... y nosotros te podemos prometer más poder...

Aun con tristeza en su rostro, levanta la mirada hacia el monstruo para replicarle.

No tengo miedo a nadie... Y yo voy, seguro que ella me entiende.Dice mirando de reojo a Daniela.

Pero... ¿Habria algun problema en guiar al resto hasta un lugar seguro? Fuera del bosque.

Miro a Daniela y a Alex, dándome cuenta de que a pesar de las buenas intenciones de Nico, nos hemos quedado solos. No confio tanto como él en que nos dejen salir del bosque asi como asi, por lo que aparto el brazo de Alex del mio, y adelanto un paso por si hay que defenderse.

Daniela cierra sus puños con fuerza, uno de ellos alrededor de su varita, clavándose las largas y bien cuidadas uñas en la palma de las manos. Pero eso no parece importarle... ni tampoco el hilo de sangre que empieza a resvalar por su puño cerrado hasta caer al suelo. Mira desafiante a la criatura y su voz suena firme a pesar de todo, ignorando las palabras de Nico.

¿Pensáis ir a atacar el castillo?

Ya había dado suficientes rodeos aquella charla. Si ese par de criaturas iban a atacar a sus compañeros, al menos quería enterarse de ello para saber hacia dónde dirigirse en cuanto pudieran salir del bosque. No iba a enfrentarse a ellos allí mismo, eran demasiado poderosos para 3 estudiantes gryffindors de primero... Pero si podían reunirse con los profesores y ayudar, no dudaría en hacerlo. Incluso en avisarlos de ser necesario.

Algo parecido a una risa salió de su boca...

No, no os vamos a mostrar una salida segura del bosque... entre otras cosas, porque no la hay...

Observó a Daniela intensamente... y también a Ángela que había adelantado un paso. - Vuestros amigos extraviados están más en peligros que vosotros... - respondió, sabiendo que no había respondido lo que Daniela quería escuchar.

Se giraron, y junto a Carlos, empezaron a alejarse...

- Un momento, -

digo elevando más la voz de lo que me proponía en un principio, y con la varita aún apuntando - No has respondido a la pregunta. ¿Vais a atacar el castillo?

Miro a Carlos con desdén, antes de decirle: Luego hablaban de los Slytherin, y ¿tú, por qué? 

Nico asiente a las palabras del monstruo, sin ningun indicio de que fuera a cambiar su semblante serio y despues se gira hacia Daniela. Abrio la boca, como si fuese a decir algo,pero finalmente se dio la vuelta y sigo al monstruo.

Parecia que no le entendia,ni siquiera le miraba. Ahora estas enfadada,pero espero que lo entiendas...

Clavó su mirada a Ángela.

No creo que estés en posición de exigirme que te responda, niña... si os estoy dejando marchar deberíais aprovechar y largaros... antes de que me lo repiense.

Miró entonces a Nico y ensanchó su sonrisa... - Sabía que no nos decepcionarías...

Daniela no mira a Nico. Ni al monstruo ahora. Desvía la mirada, clavándola en algún punto en el suelo y agarrando el brazo de Ángela para que baje la varita, tragándose las lágrimas y ocultándo sus transparentes ojos castaños a la mirada de cualquiera. No iba a dejar que esa criatura la viera llorar. Y tampoco quería que viera la decisión en su mirada.

Tampoco mira a Nico, pues sabe que si llegara a leer lo que hay en sus ojos, se enfadaría con ella. No iba a dejar el castillo y a sus habitantes solos si podía avisarlos o ayudar de cualquier modo. Lo que estaba claro es que enfrentándose con ese par de criaturas en medio del bosque, ellos solos, con o sin la ayuda de Nico y Carlos, los 3 gryffindors restantes no tenían nada que hacer. Así que en silencio, sigue agarrando firmemente la varita de Angela para que la baje, deseando que entendiera su postura y no provocara más a nadie.

Alex se queda paralizado ante la reacción de algunos de sus compañeros, no esta de acuerdo con sus pensamientos sin embargo estas actitudes pueden esconder muchos secretos o muchas cosas.

Vamos preciosa le dice a Angela mientras la toma de la mano vamos Dani mientras su mirada mira el triste rostro de Daniela.

Me alejo un poco de el nuevo grupo mientras no los pierdo de vista e intento mover a Angela y Daniela atras mio siempre protejiendolas de algun ataque