Partida Rol por web

Les dirigió una última mirada, extraña, y se volvió hacia el resto.
Vayamos pues...caminó unos pasos, sacando la varita. Son grandecitos para saber qué se hacen... Y tras caminar unos pasos con el grupo de Gryffindor, no por gusto, pero no había otra.

El monstruo y su dama, Nicolás y Carlos se alejan... dejando a Alejandro, Ángela, Daniela y Zaida solos en la oscuridad del Bosque Prohibido...

- Ya podeis soltarme, no voy a hacer nada.- le digo a Daniela y a Alex, con voz suave, cansada, bajando la mano y la cabeza.

Después miro despacio a Daniela, sintiendo que es la que peor lo está pasando ahora mismo, y estiro mi mano para tomar la de ella, para darle ánimo. Luego miro a los demás y pregunto:

- Vale, ¿qué se supone que hacemos ahora? ¿Volvemos al castillo a avisar? Todavía están esos bichos que embestian por ahi.... Pero algo tendremos que hacer.

Daniela cierra los ojos mientras escucha los pasos cada vez más apagados de Nico. Aprieta la mano de alguien cuando se la toma... y al abrir los ojos ve que es Angela. Está mucho más tranquila, pues su decisión ya estaba tomada.

Yo vuelvo al castillo. Quizá no pudiéramos hacer nada contra ellos nosotros solos, pero con la ayuda de los profesores quizá sí podamos. Además de que estarán completamente pendientes del ataque de los erumpent y no se esperarán otro ataque como ese. Pero tenemos que ir rápido y sin encontrarnos con nadie más.

Todo el dolor y la angustia que sentía por Nico ha sido sustituida por una gran determinación.

Me alegra ver a Daniela recuperada.

- Espera, yo también vuelvo al castillo. Pero los animales esos... ¿cómo los llamaste Alex?, siguen por ahí. Habrá que esquivarlos para entrar. Y si, - bajo la cabeza pensativa- seguramente no podiamos hacer nada contra ellos, pero es que esto es el inicio de un cambio- tomo aire, soltándolo en un suspiro - y a mi me va a dejar en un posición muy extraña. Supongo que por eso no pensé.

Miro a Alex y a Zaida.

- ¿Todos al castillo, entonces?

Se encogió de hombros, mirando a Angela.

Supongo que sería lo más razonable... Miró a su alrededor Pero con cuidado, de no perdernos. Muy a mi pesar, deberemos estar en equipo, lo reconozco. Tened cuidado con sus cuernos, sobre todo. ¿Si?

Pasó su varita de mano a mano un par de veces. Luego tras unos instantes sonrió ante la determinación de Daniela. Parece que los leones empiezan a hacer honor a su casa...

Me quedo pensativo por las cosas que he escuchado luego de escuchar a las chicas conversar salgo de mis pensamientos,

Bien vamos al castillo no podemos hacer otra cosas, vamos chicas siganme.

Dicho esto empiezo a caminar por donde vinimos en dirección al castillo

Con todo el lío con el monstruo... habéis perdido el camino por donde habéis llegado allí, de hecho, todo vuestro alrededor os parece exactamente igual... y los sonidos y los ruidos del bosque vuelven a poneros la piel de gallina.

Empezamos a caminar, pero estoy nerviosa, y los caminos me parecen todos iguales. Desorientada y molesta conmigo misma pregunto en voz baja:

- ¿Recordais el camino? Ni tan siquiera sé cómo iluminarlo.- en mi voz hay una nota de urgencia, ya que no dejo de pensar que el ser que se ha ido con mis compañeros va a atacar el colegio.

Daniela mira alrededor, observando el bosque y buscando cualquier indicio que pueda darle una pista de por dónde habían venido o por dónde quedaba el castillo.

Tenemos que situarnos. ¿Alguien sabe algo de orientación? Algún cursillo de supervivencia o algo... Dice sin dejar de escudriñar entre los árboles.

Zaida sacó la varita y se acercó la punta de la varita a los labios, una maía suya, y susurró Lumos... Y al separar la varita dibujó un pequeño haz de luz en la oscuridad, iluminándose la punta de su varita.

Veamos... Miró a Daniela. Sería gracioso contar a una revista que se encontraba perdida en el bosque una estrella de...Un momento...¿estrella?
¿Las Estrella Polar señala donde se encuentra el norte, no? Teniendo en cuenta el jardín donde estamos, quizás nos sirva...

Eso es, busquemos la estrella polar.

Respondo mirando directamente hacia el cielo.

Zaida alzó la mirada al cielo, intentando ver el cielo entre los claros que formaban los árboles del bosque, sin suerte.

Desde donde estoy yo, no logro ver nada. Probad vosotros, quizás alguna rama me tapa la visión pero a vosotros no... Bajó la varita para ver las caras de todos.

Ocho ojos son mejores que dos.

- Si, la veo, mirad, allí está.

Hmm... Miró a sus compañeros. No tenía mucha idea de supervivencia...por no decir nula. Solo podía guiarse por la intuición.

Si estamos al este del castillo, y eso es el norte, tendríamos que caminar hacia nuestra izquierda, hacia el castillo, teniendo la estrella a nuestra derecha.

Miró a los leoncitos ¿Alguien me ha entendido?