Partida Rol por web

Vaya, parece que estabas bien informada. Comentó Pablo alucinando con la sala. En casa apenas veía magia... y menos aun de éste calibre. Es impresionante

El chico avanzó unos pasos observando todo a su alrededor, esperando a que Natalia entrase tras él.

Natalia entra tras él y cierra la puerta quedándose apoyada en esta con las manos en la espalda.

Si la había encontrado él... ¿Así que era esto lo que querías...? Le pregunta con falsa inocencia.

Bueno, tal vez al final te sorprendí... Pablo volvió sobre sus pasos hasta donde Natalia permanecía con cara de niña buena. Puso ambos brazos apoyados en la puerta de la sala, por encima de los hombros de la chica, "acorralándola" mientras sus caras volvían a estar peligrósamente cerca. ¿O tal vez no? Finalizó en un sugerente susurro.

Natalia no se había immutado. Seguía mirándole a los ojos, con la cabeza bien alta.

Sin duda, sí, me has sorprendido... Le susurraba delante de su propia boca.

¿Qué podríamos hacer ahora? La pregunta intentaba ser seria, pero se le escapa una risa, y le saca la lengua.

El chico se sorprendió un poco ante la respuesta, pero tampoco él se movió de donde estaba.
Sin decir palabra y aprobechando que Natalia había sacado la lengua, Pablo cubrió una vez más la distancia entre sus bocas y la volvió a besar con renovada pasión, bajando sus manos por los hombros y brazos de la joven y tomándola de nuevo por la cintura.

Natalia sonríe ante su reacción y también lo besa con infrenable pasión. Sus manos se deslizan por debajo de la túnica del chico, que consigue dejar caer sobre el suelo. Después lo abraza con fuerza por el cuello y haciendo un poco de impulso, sube facilmente sus piernas alrededor de la cintura del chico.

Ya había empezado todo. Pablo tomó en brazos a la joven mientras la besaba sin pausa una y otra vez.
Poco a poco, se acercó a la cama donde tumbó a Natalia con algo de delicadeza antes de desprenderse completamente de la camisa que llevaba bajo la túnica y dejarla tirada en el suelo.
Tras esto, se tumbó sobre ella antes de continuar con los besos y caricias... cada vez más subidas de tono.

Cuando Pablo se quita la camisa, Natalia aprovecha para quitarse los zapatos que deja caer al suelo. Antes de que el chico se tumbe encima de ella, tiene una buena vista de su torso, y la sabe aprovechar recorriendolo con su mirada lasciva.

Después de devolver sus besos, y jugar con sus dedos en el pecho del chico, lo abraza por el cuello quedando su espalda un poco levantada. ¿Me ayudas con el vestido? Le dice con travesura.

Por supuesto... Susurró con tono lujurioso al tiempo que comenzaba a desabrochar muy lentamente el vestido de Natalia, rozando con sus labios su cuerpo, que poco a poco iva quedando al desnudo.

Edito:

Natalia dejaba ir pequeños gemidos al notar los labios del chico sobre su desnudo cuerpo, que después de desabrochar el vestido, éste había resvalado por su cuerpo y había caído, dejándola solo con su parte de abajo de la ropa interior.

Vuelve a apoyar la espalda sobre la cama, para dejar a Pablo una buena visión de su bien proporcionado cuerpo, mientras clavaba en él su mirada para ver su reacción.

Hay un pequeño problema... Le susurra. Yo no tengo..ya sabes.. le dice echando una fugaz mirada a su pantalón.

Cortáos un poco que es una partida para menores ^^U

Pablo esbozó una tranquilizadora sonrisa y se levantó un instante de la cama. Se dirigió a la mesa, de donde cogió algo antes de volver a tumbarse junto a ella.
Conforme reanudaba la sucesión de besos y caricias, y éstas comenzaban a aumentar de intensidad movidas por la excitación de ambos jóvenes, el chico se quitó por completo la ropa.

Oh..vaya.. qué previsor.. me encanta.. Es lo último que le susurra sonriendo antes de dar rienda suelta a la química y a los deseos que ambos sentían.

Después de varios besos, carícias y..ejercicio físico, ambos acaban entre las sábanas, exhaustos y satisfechos.

Natalia se apoya, tapada con la sábana, encima del pecho del chico, mirándole a la cara, sonriente. Observaba divertida alguna de las marcas que le había dejado en el cuello y algunos arañazos pasionales en la espalda.

Menudo viaje, mi guía... Comentó divertido y en parte agotado el chico mientras miraba sonriente a Natalia.

Pablo había perdido la noción del tiempo desde el momento en que salieron ambos del baile, ¿Cuanto tiempo llevarían juntos y aislados del exterior? Poco le importaba, desde luego. Había merecido la pena.

¿Qué tal crees que irán las cosas por el Gran Comedor?

Natalia sonríe con orgullo.

Me alegro de que te haya gustado...el viaje ha sido un éxito gracias a que tú también eres un buen turista.. Le dice sacándo la lengua.

Después se encoge de hombros. Si quieres bajamos a ver... En su tono de voz se veía que eso no era lo que más le apetecía.

Hace el gesto de levantarse sin llegar a hacerlo del todo.

¿Bajar? Nah... Respondió poniendo una de las manos tras su espalda para evitar que se levantase. Solo preguntaba, aquí estoy de fábula. Añadió con sinceridad.

Natalia vuelve a sonreír con maldad, y vuelve a ponerse como antes. Acaricia con ternura una de sus mejillas y deposita un dulce beso en sus labios.

¿Te apetece comer algo? Le pregunta con tono y mirada provocativa.

¿Además de a ti? Respondió sonriente a la joven tentación.

Natalia sonríe y luego se muerde el labio. Era tentador...muy tentador...

Pensaba que ya te habrías empachado de mí... Le dice pasando un dedo suavemente por sus labios.

Hmmm no creo que consigas empacharme tan facilmente. Respondió Pablo devolviéndole el fugaz beso que había recibido antes. La verdad es que el chico estaba hambriento así que sugirió el comer algo que repusiera engergías en vez de quemarlas. No obstante, me apetece algo con que llenar el estómago. ¿Te traigo algo de la mesa? Preguntó cortés antes de incorporarse, haciendo tan solo un amago.