Partida Rol por web

Si bueno en mi pueblo no hay mar, pero tenemos un embalse.Sin poder evitarlo emite una pequeña sonrisa,antes de quedarse pensativo con las ultimas palabras de Daniela.

Ahora que lo dices, ¿tu eres modelo no? Sin duda vales pa ello. Dice sonriendo sin parar de andar.

Daniela hace un coqueto gesto para apartarse el pelo de la cara tras el halago del chico.

Sí, estoy apenas empezando, pero cada vez tengo la agenda más apretada. Es una lástima que tenga que dejarlo todo para ir al colegio... osea... estoy ilusionada, pero he tenido que negarme a muchos trabajos. Además, como mi daddy es mi representante y tiene mucha experiencia con la carrera de mi madre, están pensando lanzar mi carrera como actriz y cantante y no sólo quedarme en el modelaje. Vuelve a coger un mechón de pelo y a juguetear con él con la mano que tiene libre del brazo de Nicolás. Y además de todo ello, ahora debo dedicarme a la magia... es muy difícil ser yo. Suspira, agobiada por todos sus compromisos... aunque no deja de presumir de ellos. ._.

Nico asiente sin decir nada , hasta que Daniella. Habia vivido estas conversaciones interminables en las que no esperaban que contestases solo tenias que escuchar y decir lo que esperaban.

Tranquila seguro que puedes sacar todo adelante quien sabe lo que llegas a ser el dia de mañana;una modelo muy conocida,una famosa actric o una importante maga... O las tres cosas .A lo que concluye con una sonrisa.

Daniela mira a Nico de reojo y sonríe... quizá la sonrisa más sincera de la noche.

Gracias, Nico. Eres un encanto. Se acerca más a él, apretándole algo más del brazo. ¿Te importa si vamos a sentarnos? Estas sandalias me están matando... Y no era de extrañar. Al menos, 12 cm más de altura le daban a la chica, y no es que fuera paticorta precisamente. Cierto, tenía madera de modelo.

Nico se limita a sonreir ante el piropo de Daniela. Si claro vamos.Ademas asi podremos hablar mejor.
Tras esto Nico alza la cabeza en busca de un banco donde puedan sentarse tranquilos.

En la pared del fondo, cerca de una gran puerta de doble hoja que da a una balconera, hay varias sillas. Aunque en el enorme balcón semicircular también hay un par de bancos, de piedra blanca.

Era el momento de usar la carta de la anfitriona. Se presentaría a aquel mago y porqué no. Era el personaje más interesante de los que había visto. Quizás luego viera a los padres de Nogueira. Parecía que tenía las mismas papeletas que ellas para entrar en Slytherin, a pesar de que Sara, de alguna manera esperaba que algo de su madre la arrastrara a Gryffindor.

Se bebió el vaso de agua. Le sabía raro estaba acostumbrada a la del grifo. Y solo viendo la botella estaba claro que no era de las que se usaban para rellenar la maquina de refrescos, ya había bebido antes de botellas como esas las dos semanas anteriores, pero no se terminaba de acostumbrar.

Tras terminarse el agua, fue hacía el reputado mago mientras se fijaba en otra gente interesante que conocer. Puede que en un futuro sus compañeros fueran alguien pero tendría tiempo de sobra para hacer buenas o malas migas con ellos en Sorgintasun. Iba con paso seguro, y no se fijaba si alguien la miraba, normalmente ella buscaba que no lo hicieran, así que no se preocupaba por ello. Se acercó al mago con paso decidido y cuando estuvo a su altura comenzó a hablar extendiendo la mano para saludarle.

-Espero que esté disfrutando. Déjeme que me presente soy Sara Peñalosa. -Solía acostumbrar a ser mucho más directa. Según su tía Isabel era algo que "en ciertos momentos resultaba exquisito pero en otros era ciertamente peligroso".

Despues de ver donde podian ir,Nico decide ir a los bancos del balcon , donde podian estar mas juntos que en las sillas.

Alli nos podemos sentar. Dice señalando los bancos.

Cita:

El hombre se gira hacia Sara. Cogiéndole la mano.

¡Ah! Así que tu eres la futura gran promesa de la que tanto presumen tus abuelos, ¿eh? Sonríe. Tal y como esperaba. Mi nieto Gonzalo me ha dicho que querías conocerme.

Al lado del hombre, Gonzalo estaba hablando con alguien más, así que puede escucharos.

Coge la mano de Sara e igual que hizo su nieto antes, besa su dorso... aunque solo hace el gesto, pues no llega a tocar la piel de la joven.

Un placer.

Daniela asiente agradecida y se deja llevar por Nicolás hacia los bancos del balcón.

Se sienta en uno de ellos con mucho cuidado, colocando perfectamente la falda de su vestido, como si de una princesa se tratase.

¡Qué alivio! Suspira. Y sin previo aviso, de un pequeño bolso que colgaba de su hombro derecho, saca un pequeño estuche, lo abre y lo pone delante de su cara... sí, es un espejo. Se retoca un poco el flequillo y vuelve a guardarlo enseguida, satisfecha de lo que ha visto. ¿Y tú qué haces, Nico? ¿Estudias? Vuelve a prestarle toda la atención posible al chico.

Entre la multitud podéis ver que:

Nicolás y Daniela van a sentarse a un banco de piedra blanca que hay en el gran balcón semicircular de la pared del fondo. Hablan animadamente.

Sara se ha acercado al mago llamado "El caminante" y está hablando con él. Gonzalo se encuentra a su lado.

Esperaba que simplemente la estrechara la mano.

-Espero cumplir sus expectativas. Y su nieto es un gran persona, pero antes de que empezaran a atosigarme demasiada gente he querido verle. - Se acercó levemente a él para poder bajar un poco el tono de su voz- Solo he oido como le llaman, y a pesar de que mucha gente le gusta su apodo preferiría conocer su nombre. Si no es indiscreción por supuesto.

El anciano se acerca más a ella al ver como ella lo hace... pero no baja el tono de su voz.

Suelta una risa tranquila y divertida.

¡Qué desfachatez la mía! Perdone, señorita. Soy Ezequiel Fernández. Ahora sí, un gusto. Con tono educado pero amable. Me honra que haya venido expresamente a conocerme. ¿Puedo ayudarla en algo?

-Seré sincera, sentía curiosidad. Se dice de usted que es un gran mago, o un gran hechicero como prefiera. - A pesar de que sabía de la existencia real de la magia desde que era pequeña, le gustaba separar a los ilusionistas de la televisión de los verdaderos usuarios de la magia. No es que respetara a los que hacían trucos, es más había algunos que disfrutaba viendo, pero no quería desvirtuar a los verdaderos. -Y hasta ahora he estado bastante apartada de cualquier asunto relacionado con la magia, y aunque en mi familia hay grandes ejemplos buenos y grandes magos nunca esta demás conocer otro más. No aprovechar la oportunidad sería estúpido.

Nico a pesar de la situacion no puede hacer otra cosa que sonreir, no era muy normal que sacase un espejo en plena conversacion,pero bueno era coqueta...

Si estudio y juego al Quidditch. Espero que vayas a verme a algun partido cuando estemos en Sorgintasum... y que pueda dedicarte la victoria claro.

Daniela había oído hablar del quidditch a su padre... de hecho, habían visto algún partido por la televisión mágica. Así que no es algo que la pillase desprevenida.

Claro. Estaré animándote. Cruza las larguísimas piernas y se coloca el pelo detrás de la oreja en un gesto muy femenino. ¿Tan bueno eres que aseguras la victoria? Vuelve a mirarlo fijamente.

Nico se queda mirandola. Claro...Sino, ¿que tipo de futuro Slytherin seria? Sin darle oportunidad de contestar prosigue lanzandole una mirada picarona Ademas que menos podria hacer si fueras a verme.Estoy seguro que contigo animandome no perderia ninguna partido

Estoy de acuerdo contigo Sara, por cierto he oído acerca de tus abuelos, grandes magos sin duda.
Me gustaría llegar a conocerlos algún día.

Digo sin que suene tan descarado como parece.

Chicos, por favor... marcadme sólo para el director, que sino la liamos... XDDD

Daniela dibuja una pícara sonrisa con sus labios...

Vaya... me halagas. ¿Tratas así a todas las chicas? Descruzando las piernas para cruzarlas de nuevo en el sentido contrario y mirándolo atentamente tras sus larguísimas pestañas.