Las notas del examen no tardaron en publicarse a lo largo de la mañana y, tal y como era de esperar, aquello fue una escabechina total, cortesía del sádico de Hellstorm. Pero no fue eso lo que más atormentaba a Pietro o a Pinky. Los Space Cowboys –aún marca no registrada- habían sido seccionados en su composición. La mitad del grupo había sido arrestado por alborotar un examen de acceso a la Flota Stellaris. Eso tenía pinta de ser, como mínimo, digno de pena capital en la rigurosa Academia. Y aunque el hecho de que a MAX le disparasen con un rifle de protones en el pecho lobo que gastaba tenía hasta gracia, Faizer y Drevlin no se merecían tal sino.

Pinky gestionaba mejor el suspenso que Pietro. Las DROJAS^TM también ayudaban, claro. Pero el joven lombax, un estudiante fuera de la común, temía una inminente llamada entrante en la omni de su tío que le tenía el estómago inquieto. Boogie, da funky bottie, estaba con ellos comentando cuán debía ser la próxima jugada.

El androide estaba apoyado contra la pared en el cuarto que compartía con Pietro, la cabeza agachada y con un semblante que recordaba vagamente al pensador de Rodin.

-Hipótesis: Faizer, MAX y Drevlin han sido recluidos en el módulo prisión que hay bajo el Sector de Administración. Tengo en mi base de datos un mapa detallado del edificio. Llegar al módulo prisión requiere una autorización de nivel ALFA PRIME, autorización que está solo al alcance del personal de seguridad y de los más altos miembros del claustro docente-, comentó de carrerilla el androide.

-Conclusión: infiltrarnos para rescatarles está catalogado con nivel de dificultad *PIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII* LOCURA-.

Siempre tan esperanzador.

Pietro dio un respingo cuando en su omni resonó la melodía inequívoca de llamada entrante.

(En efecto. Pietro tenía una vena Disco Elysium)

Se trataba de su tío Alister. INCOMING CALL.

El pánico se apoderó de él. No era de esas llamadas que pueden obviarse. Su tío además le tenía vigilado de alguna forma que aún no había podido confirmar. ¿Hackeo de redes sociales? ¿Espías infiltrados? No tenía pruebas. Tampoco dudas.

Inspiró.

Click*

El holovídeo de la omni lanzó una proyección de un lombax adulto, de rostro curtido y mirada llameante. Era parecido a Pietro, con el manto peludo de un idéntico tono canela y las orejas igual de grandes, pero con un chute de testosterona extra y una mirada más hosca, menos amable. Más veterana.

-¿Tienes algo que contarme… sobrino?-.

Uh. CAUTION.

Había usado la célebre pausa dramática para rematar un interrogante con la palabra “sobrino” en cursiva.

DANGER.

Tío Alister resopló.

-Qué vergüenza… Sabía que desde que te juntabas con el wanna-be-a-playboy, la hereje y la fumeta te estabas echando a perder… ¡Y AHORA LA DESGRACIA CAE SOBRE NUESTRA FAMILIA!-. Tío Alister agachó las orejas y su tono se volvió lastimero. -¡Los Equinox! ¡Los lombax más laureados de la galaxia Perséfone! ¡En crisis tras ver a nuestra más joven promesa expulsada de la Academia! ¡Y CON UN CONDENADO SUSPENSO!-.

Terror confirmado: Hellstorm había enviado las notas a los familiares. Qué jugada tan sucia.

Tío Alister recobró su mirada flamígera.

-¡PERO CÓMO HAS PODIDO FALLAR LA PREGUNTA #2!-. Le iba a dar algo. Hasta se intuían las venas bajo el pelaje. -¿¡TE HAS CREÍDO UN CONQUISTADOR ORKO!? ¡NADIE EN SU SANO JUICIO PONE A WAGNER ANTES DE INICIAR UNA OFENSIVA CON UN CRUCERO DE BATALLA, PIETRO! ¡LA MÚSICA NO RESUENA EN EL ESPACIO, DEMONIOS!-.

Tío Alister se dio una palmada en mitad de la frente y arrastró la zarpa hasta el hocico.

-Y la pregunta #1… Ay, la pregunta #1… ¿¡CÓMO SE TE OCURRE DECIRLE A GRONKO QUE ACTIVE EL SISTEMA DE AUTODESTRUCCIÓN DE LA NAVE, MARSUPIAL!? ¿¡ACASO HAS DESARROLLADO TENDENCIAS SUICIDAS!? ¡ES CLARAMENTE LA “D”! ¡DESDE LA PICK-U-UP PUEDES PEDIR REFUERZOS!-. Estaba a punto de echarse a llorar del disgusto. Pietro estaba flipando con el índice de acierto de su tío. ¡Se las olía todas! ¡Como si estuviese aliado con un omnisciente narrador espacial!

-Pero sobrino, sin duda alguna la que me ha dejado destrozado es la #4… Esa… Esa me ha roto el corazón…-. Tío Alister se cogió de las orejotas y tiró con fuerza hacia abajo. -¿¡¡¡CUÁNTAS VECES TE HE DICHO QUE NO EMULES A SCHWARTZSNEGGER EN DEPREDADOR!!!? ¡¡¡EL BARRO NO SIRVE PARA NADA!!! ¡¡¡EL ANDROIDE HARÍA USO DE SU SENSOR DE MOVIMIENTO Y TE TRINCARÍA A LA PRIMERA!!!-. Tras aquella expulsión de bilis, Tío Alister cayó abatido de rodillas, como si fuese Spiderman tras confirmar la muerte de Gwen Stacy.

-Era la C, sobrino… La C… Un “Sayonara, baby” siempre marca el camino…-.

Pinky veía cómo su compañero se iba descomponiendo a cada exabrupto que brotaba de su omniherramienta, no era la primera vez que escuchaba a tío Aleister (Tito Crowley a sus espaldas) y esperaba que no fuese la última deep from her heart, porque el parloteo entre los lombax era de las cosas más hilarantes y cutes que había oído nunca, sobre todo cuando se sobreescriban y parecía que se habían puesto de helio. Enarcó una ceja al escuchar lo de fumeta, pero no pudo más que tragar una calada de Adormidera Púrpura, afirmando con la cabeza, como si se mereciese aquel apelativo y se lo recalcase a Pietro.

Trató de alcanzar la espalda de su compañero y darle unas friegas tratando de que no se concentrase meramente en tito Crowley, había más cosas en el mundo que el orgullo familiar (Diablos ¿Qué era aquello?), tenía ganas de animar al mecánico peor iba a ser completamente imposible mientras que no contestase a su tío y colgase aquel maldito aparejo del diablo.

Realmente se esperaba esto de Hellstorm, por esperar, hasta se esperaba un tiro frontal en pleno corazón, pero l dolor era bastante relativo. ¿Johnston habría recibido sus notas? Muy posiblemente. Imaginaba al viejo tomando su guitarra y abordando alguna de sus tonadas ingenuas non sense para tranquilizar las penas, pero sus penas no eran por Pinky. Si por el mayor fuese, ella estaría pilotando la HI HOW ARE YOU sin ningún tipo de problema, con todo su orgullo y convicción, pero era consciente de que había que capear con los papeleos, la academia y mil infiernos burocráticos más. Las penas de Johnston eran por eso precisamente, porque nunca le ponían las cosas fáciles y no podía defender a Pazzu con uñas y dientes contra sus superiores.

La pandoriana se había quedado pensando en lo que Boogie había dicho 'Autorización ALFA PRIME, solo al alcance del personal de seguridad y de los más altos miembros del claustro docente'. Rediablos. ¿En serio iba a tener que sacar la lencería seria y tratar de seducir a alguno de aquellos nazis descerebrados para conseguir el pase? Lo veía difícil. Aquellos imbéciles no tenían sensibilidad para las obras de arte.

- ¿Y hay accesos a través de cañerías limpias con dioses nubios semidesnudos guiándote por la mejor ruta mientras te deleitan con su beatbox?- Preguntó al androide a sabiendas de que sus fantasías eróticas y la realidad ocupaban dos espacios completamente imposibles de solapar, por mucho que doblase un papel y clavase un papel a través del mismo. - ¿O hay algún otro acceso no tan limpio? ¿Tú en la asignatura de hackeo cómo andas? Atractivo Boogie...

Había sido un desastre de proporciones épicas. ¡Una auténtica hecatombe con todas las letras! Y no era sólo por el increíble porcentaje de suspensos que Hellstorm había repartido alegremente con su puto examen trucado, sino por la detención completamente injusta de sus amigos y compañeros. Max, Faizer, Drevlin y Brainiac habían sido detenidos, junto con un quinto tipo random, ¿Geoffrey, Gregory? Un compañero de clase al que Pietro prestó poca atención por carecer de género femenino.

Boogie, Pinky y él mismo habían conseguido mantener la compostura y evitar seguir a sus compañeros al calabozo, aunque no había sido fácil. Y ahora estaban reunidos en la habitación de Boogie y Pietro, sopesando sus (escasas) opciones. El lombax repasó rápidamente las notas de varios de sus amigos y compañeros, comprobando el alcance del daño. Incluso miró las notas de Gultar y Andrómeda. Le picaba la curiosidad saber si ellos dos habían conseguido aprobar o si Hellstorm habría acabado con ellos también.

Y entonces pasó. Lo que se llevaba temiendo desde que empezó aquel fatídico examen: la llamada de su tío.

 -_Mierda... Tengo que contestar, perdonadme un momento.

Sólo que no sería un momento. Si su tío Alister quería ser breve, le mandaba un mensaje. No, cuando llamaba era siempre para una larga, larga bronca. Porque desde que se habia quedado a su cargo, Pietro no recordaba ninguna charla mínimamente larga con su tío que no fuera una bronca de narices. Asi que, tras respirar hondo, aceptó la llamada.

 -Hola tío, ¿qué tal?

Intentó sonreir, pero los nervios se le notaban bastante. Y es que por la cara que ponía su tío, la cosa no pintaba nada bien.

-¿Tienes algo que contarme…

El joven lombax tragó saliva. Ni un hola ni nada, directo al grano, como le gustaba a él

sobrino?-.

¡JODER! Esa pausa, unida al tono que había empleado en ese "sobrino" indicaba que lo sabía. ¡Sabía lo del examen, lo de su suspenso y a saber cuántas cosas más! Pietro se quedó callado como un muerto. Sabía lo que se venia encima y lo contraproducente que iba a resultar decir nada en ese momento. Así que no le quedó otra que escuchar, por enésima vez en su vida, la desgracia que era para la familia, cómo estaba tirando su vida por la borda, etcétera, etcétera.

De no haber sido por el reconfortante gesto de Pinky, seguramente Pietro habría dejado caer una lagrimilla de desesperación. Pero aguantó la bronca como un campeón. Después de todo, no era la primera ni tampoco sería la última, eso seguro.

Eso sí, lo que no se esperaba era que fuera a ir desgranando una a una todas las preguntas que había fallado. ¿De dónde carajo había sacado esa información? Hellstorm era lo primero que se le vino a la cabeza. Claro, que también podía tener otros informadores, como gente de confianza o aparatos de escucha. Joder, sentirse espiado por tu propio tío no era en absoluto agradable.

 -_{Sí, bueno, pero la música también suena en la nave y... Ya, pero la explosión es una maniobra de distracción... Es que el barro frío ayuda a cortar las hemorragias...}

Pietro intentaba justificar las elecciones de sus respuestas, pero su tío no parecía estar haciéndole el más mínimo caso, continuando con la monumental bronca que le estaba metiendo. Y en ese momento, pasó algo. Quizás fuera el estrés acumulado, que tenía que salir por alguna parte, o quizás fuera que estar rodeado de sus amigos le infundía valor, pero finalmente el joven lombax acabó por estallar.

 -¡QUE EL PUTO EXAMEN ESTABA TRUCADO, JODER!

Automáticamente Pietro se tapó la boca con las manos, consciente de lo que acababa de hacer. ¡Sólo le quedaba una opción después de eso!

 -Bueno, hasta luego tío, ya te llamaré.

Acto seguido, Pietro colgó la llamada, sintiendo los los cojones de corbata como no los había sentido en su vida.

 -Vale, estoy muerto. Así que me apunto a lo que sea para rescatar a los demás. Ya no me queda nada que perder.

Porque fuera lo que fuese lo que les esperaba allí abajo, daba mucho menos miedo que lo que su tío estaría planeando ahora mismo. Presa del subidón de adrenalina que le había dado tras soltarle aquel grito a su tío, el lombax empezó a rajar como un sacamuelas desatado.

 -Boogie, creo que para garantizar un mínimo porcentaje de éxito, deberíamos contar con el mapa de la zona, con los mapas de seguridad y de los conductos de ventilación superpuestos- miró a Pinky -Los cuales no creo que estén limpios ni tengan dioses nubios, lo siento preciosa. La cuestión es que tenemos que marcar una ruta de entrada y otra de salida, a poder ser diferentes. En cuanto a las identificaciones...

Dicho aquello, Pietro sacó de debajo de su cama su pequeño taller clandestino, que no era más que una tabla con ruedas sobre la que había herramientas diversas, piezas de máquinas, circuitos, componentes, tornillería, etc.

 -Creo que tengo todo lo necesario para hacer una identificación electrónica falsa o un pequeño dispositivo de hackeo, pero sólo la parte del hardware, para el software voy a necesitar ayuda. Ahí entraría Boogie. ¿Qué me dices colega, te ves capaz de ayudarme a hacer una identificación falsa? O a hackear el sistema para que podamos entrar, como creo que va a sugerirnos Pinky.

Atractivo Boogie chasqueó los dedos y su jukebox interna arrojó un blues de antro sudoroso en New Chicago al tiempo que replicaba ordenadamente las preguntas y propuestas suicidas de sus dos colegas.

-El hackeo es un talento *PIIIIIIIIIIIIII*mente innato para mí. Puedo ayudaros a entrar en un sistema y salir de él sin ser detectados-, confirmó asintiendo con un simpático y mecánico movimiento de cabezota.

El pequeño Pietro sabía que Boogie no les dejaría tirados, pero como androide tenía un riesgo al entrar en una red protegida, y es que los cortafuegos de la Academia eran de última generación y disponían de contramedidas capaces de freír un software hostil.

-El plan de fabricar una ID falsa es un *PIIIIIIIIIIIIIIIIIII* clásico -80% de efectividad probada- y considero que tenemos lo necesario para llevarlo a cabo con éxito, pero tiene un inconveniente: Necesitaremos un D-FACER para no captar la atención de las cámaras de videovigilancia que habrá por doquier.

>> Dispongo de planos detallados del edificio de Administración si os resultan necesarios, pero tengo algo incluso más útil…

Boogie lanzó desde sus lentes oculares un holovídeo que reflejaba un archivo completísimo del personal de Administración. Detuvo la búsqueda en un tal “Spootch Kaplan”, un empleado de la Corporación Stellaris ubicado en el mismo edificio de Administración con el cargo de jefe de planta. El tipo tenía una lista de ausencias laborales bastante considerable, todas ellas borradas de la base de datos oficial. Figuraba como casado, pero Boogie tenía una carpeta con fotos comprometedoras con muy diversas entidades alienígenas de dudoso género y condición. Incluso, el tal Kaplan parecía haber defraudado al seguro de la Academia alegando baja por una sospechosa caída, pero Boogie tenía en su dossier fotos del interfecto desplegando sus habilidades al SPACE-PÁDEL con impunidad.

¿¡PERO CÓMO TENÍA BOOGIE SEMEJANTE FILÓN INFORMATIVO!?

-Todos tenemos un pasado-, dijo, adelantándose a los pensamientos de los anonadados Pietro y Pinky. -En tiempos fui detective-, confesó cruzándose de brazos al tiempo que sus ojos ambarinos se tornaban dos aspas arqueadas, tal que “^_^”.

-Era la *PIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII**PIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII*-.

Por raro que pareciese, había orgullo en su voz.

- Eres la *PIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII**PIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII*-. Le rspondió Pinky a Boogie mientras le daba unos buenos golpes de kárate amistosos en el hombro derecho, casi dejándose la mano en ello.

Se pudo la música de pensar, cortando el programa de Bogie e hizo memoria tratando de recordar quién podía tener un D-Facer.

- Creo que Angus DeBurger tenía una de esas mierdas distorsionadoras. El tío se convirtió en un cruto alcohólico a los 12 años y se acabó fabricando uno más perfecto que los de fabricación oficial para que no lo pillasen al ir a por Mocha Beer a los satélites de paso cercanos a su planeta, incluso tenía toda una batería de caretos absurdos con los que podía engañar a las cámaras, como si se pudiese una de esas mierdas de realidad aumentada primitiva que te ponía ojos de niño asiático con alergia a punto de llorar.

¿Qué había sido de DeBurger? Había abandonado la academia pero no el asteroide. Pinky creía recordar que curraba en la trastienda de la cocina comunal, raspando con radial láser los platos más incrustados y pasando de tapadillo los exámenes de su promoción a los cadetes novatos que no sabían que Hellstorm hacía firmar un juramento a todos los profesores según el cual nunca, NUNca, NUNCA podrían repetir ni una sola pregunta en sus exámenes.

- Dum dum dum. Tal vez podamos pedírselo prestado a cambio de algún favorcillo. No tengo todas las piezas en mi cabeza pero:

1. Deberíamos actuar cuanto antes, y poco antes del próximo cambio de guardia, así tendríamos a los crutos guardias cansados y más dispuestos a dejar pasar cualquier desliz. Yo puedo ir a razonar con DeBurger.

2. Podríamos chantajear a  Spootch para que nos dé un salvoconducto, tratar de hacernos pasar por torturadores profesionales, con una lista de improperios y un brick lleno de gargajos del mismísimo Hellstorm que él nos habría proporcionado para dar candela a Star en su celda.

3. Tal vez podamos pedir ayuda a Wool y Maggie para generar algún tipo de distracción, puede que una pelea multitudinaria en la cantina sea too much, pero seguro que pueden improvisar algo con el juggernaut que tienen para las promociones del alcohol de garrafón. O seguro que se animan más con una pelea multitudinaria cerca del acceso a los calabozos pero en una vía pública, no en el bar.

4. Voy a llamar a Tudor Mastiff, un transportista que me debe unos favorcillos, para que nos espere cerac de los toboganes de descarga de la ropa de los presos para que nos dé un empujoncito hasta algún planeta cercano.

Pero estoy segura de que se me escapan mil mierdas.- Comentó cargando un poco más su pipa de pensar. - Pietro, mi mente maestra favorita ¿Qué más aportamos al plan?- Había visto a Equinox alicaído tras la charla con su tío y veía que había que auparlo un poco. - Tío, tienes los güevos más grandes que un Equinox ha tenido nunca, que eso no se te olvide nunca. Si no fuese así, nunca habrías puesto un pie en esta academia a sabiendas de que tu querido tito Crowley iba a ser una mosca cojonera que no te iba a dejar convertirte en el mecánico de elite que realmente eres. No te reconcomas con chorradas y pégale un repaso a nuestro master plan. Te necesito al 100% y demostrando que solo unos temerarios como nosotros seríamso capaces de conseguir lo impensable ¿QUE NO, BOOGIE?

La verdad era que los ánimos de Pinky no podían haber llegado en mejor momento. Aquel día había sido el mierdón más gordo que el joven lombax recordaba en los últimos años. Porque no sólo es que hubiera sido estresante as fuck, es que había tenido que enfrentarse a las tres cosas que más le aterrorizaban: Gultar con una pistola cargada, un suspenso y su tío cabreado. Sin embargo, su compañera tenía razón: ¡que él era Pietro Equinox, no un mindundi cualquiera! Era un genio entre genios con la cara más guapa del planeta Fastoon. ¿Y se iba a achicar por un viejo que ni siquiera estaba allí presente? Ni hablar, había cosas muchísimo más importantes en ese momento. Como refinar el plan que Pinky había propuesto.

Pietro escuchó con atención todo lo que sus compañeros estaba comentando, dándole al máximo a la palomilla del carburador cerebral para terminar de generar un plan sin fisuras. No sólo tenían que rescatar a sus amigos, sino que tenían que poder salir sin que les pillaran a ellos. Terminar en la cárcel no era plato de su gusto, especialmente cuando llegara a oídos del tito Alister. Pero siendo sinceros, si le importase más lo que le fuera a pasar a él que lo que le fuera a pasar a sus colegas encarcelados, no estaría ahí haciendo planes.

 -Bien, repasemos entonces lo que tenemos. De las dos alternativas propuestas, creo que la ID falsa es la más segura si la hacemos en condiciones. Gracias a Boogie, contamos con información más que suficiente como para poder suplantar a ese Spootch. Pinky, tu idea es cojonuda, pero creo que si uno de nosotros se hace pasar por ese membrillo, lo tendremos más fácil para acceder. Boogie, ¿crees que podrías ponerte en contacto con él y chantajearle para que se quede escondidito en su cubículo? O para que se pire si está trabajando, vaya. Si nos quitamos de encima la posibilidad de cruzarnos con él mientras le suplantamos, mejor. Y también necesitaré que me des todos los datos pertinentes para completar la ID falsa, la cual me pondré a fabricar en cuanto terminemos de planificar. Bien, segundo.

Pietro se puso a rebuscar entre las piezas de su pequeño taller, cogiendo una que tenía forma de pequeño cubo con conexiones para material electrónico.

 -Pinky, dices que tu contacto tiene un D-FACER mejorado, ¿no? Entonces seguramente pueda engancharle esta maravilla, un módulo de holo-disfraz. Esta joyita aumentará la cobertura del D-FACER de la cabeza a todo el cuerpo, haciendo que la suplantación sea mucho más creíble. Un escáner corporal normalito desvelará la verdad, no obstante, así que habrá que ir con cuidado. Pasamos al siguiente punto, los guardias.

Pietro hizo una pausa para pensar en lo que Pinky había planteado.

 -Ir durante el cambio de guardia es buena idea. Cuanto menos atentos estén los soldados, mejor para nosotros. Y creo saber cómo podemos ayudar a los guardias a estar aún menos predispuestos a trabajar. Bertha, la cocinera y encargada del comedor, hace un pastel de carne que es puro cemento. Todo el que se lo come tiene por delante una lenta y agotadora digestión que le deja en estado cercano al coma profundo. Bien, pues a Bertha le gusto mucho. Me he encargado personalmente de camelármela a lo largo de los meses para asegurarme de que nunca me tocaba comida podrida o con altos niveles de cadmio enriquecido como saborizante. Por eso tengo este tipazo. Bien, la cuestión es que si le meto un buen camelo, seguramente pueda convencerla de que lo sirva en la siguiente comida para la guardia. Suma el agotamiento del cambio de guardia con la digestión de ese trozo de hormigón. No serán capaces de mover un dedo ni aunque les vaya la vida en ello.

¡Qué bien que sentaba volver a sentirse un genio, joder! Sus ánimos estaban revitalizándose a pasos agigantados. ¡A la mierda el examen, la academia y Hellstorm!

 -Después, la ruta de escape. Poco más tengo que aportar a lo que ya has dicho tú, Pinky. Contacta con Mastiff para que nos saque de la academia, porque tras liberar de la cárcel a nuestros amigos, no vamos a poder quedarnos por aquí. Claro que tampoco nos podríamos quedar de ninguna manera, que hemos cateado todos salvo Gultar, Brainiac, Andrómeda y, por increíble que parezca, Drevlin. Con el mapa de Boogie no deberíamos tener problema para trazar una ruta que nos lleve hasta la lavandería. Lo único que nos faltaría sería una distracción... Una pelea sería meter en problema innecesarios a Maggie y a Wool, pero una fiesta igual da buen resultado. Que pongan barra libre absoluta durante una franja de treinta minutos exactos para todos los que lleguen con una peluca afro multicolor. ¡Prácticamente toda la academia estará buscando una puta peluca para ir a beber gratis! Si eso no crea caos suficiente como para crear una distracción de las buenas, no sé qué lo hará.

Bien, con eso los puntos propuestos por Pinky ya estaban cubiertos. Sólo quedaba cohesionarlo todo junto.

 -Entonces la cosa va tal que así. Con la ID falsa y el D-FACER con los datos de Spootch, uno de nosotros se hace pasar por él mientras que el resto se hace pasar por torturadores. Iremos durante el cambio de guardia, tanto si Bertha ha servido el pastel de carne como si no, para evitar que los guardias nos cuestionen en exceso y hagan bien su trabajo. Si nos preguntan, venimos de parte de Hellstorm para torturar a Max Star. Si vamos durante la noche, quedará coherente, ya que a todo el mundo le jode que le saquen de la cama. Aparte, nos evitaremos que llamen a Hellstorm para confirmar por el mismo motivo. Una vez dentro, si la estratagema de la barra libre ha funcionado, no deberíamos encontrarnos con casi nadie. Vamos derechos a las celdas, sacamos a nuestros compañeros y tiramos hacia las rampas para la ropa sucia para fugarnos a través de la lavandería. ¡Fácil! ¿Preguntas, apuntes, detalles que añadir?

Pinky se subió las gafas hasta apoyarlas sobre su frente, donde quedaron fijadas mientras sus ojos ambarinos se iluminaban como oro en llamas. Ni el lombax ni ninguno otro de la cuadrilla, o de la academia si te descuidas, había visto nunca tal espectáculo, los ojos de Pazuzu eran todo lumbre, como los de una tarsius, pero sin el componente grimilla, y Pietro podía verse reflejado en ellos con completa claridad.

- ¿Ves lo que te decía, pequeño gran lombax? Eres todo cerebro, y en un cuerpecillo perfecto, como bien has desgranado. Te comía hasta el tuétano.- Le soltó justo antes de plantarle un sonoro y humedo bedo en los morros. - Pietro, YOU ARE THE MAN.

La piloto no creía tener ninguna duda y había mucho por hacer, tenía que hablar con Angus y Mastiff cuantos antes para confirmar el posible uso del D-Facer y concretar el posible plan de huida tras terminar entre los sacos de ropa sucia. Iba a acumular más deudas de las que le gustaría, y su padre siempre había insistido en que el pago de deuddas era lo más parecido a un código de honor por el que regirse, pero había que liberar a sus compañeros y luego se vería a dónde les arrastraban los spaceways...

Pazuzu volvió a calarse las gafas mientras le daba una buena palmada a la cacharrería que conformaba el cuerpo de Boogie.

- Y tú tampoco te quedas corto, ¿Eh? Spacedog. Vamos a calentar calderas, comrades, porque esto es ESPARTA with lasers.

El groove era poderoso en una pandoriana segregando adrenalina con anticipación. ERA JODIDA NITROGLICERINA from the sun.

Sabía que el plan que habían gestado entre todos era bueno, muy bueno de hecho. Pero tan, tan bueno como para que Pinky se quitara las gafas y le echara aquella mirada ardiente... No recordaba haber visto nunca aquel fuego en los ojos de su compañera. De hecho, no recordaba haberla visto sin las gafas en absoluto. Sus ojos eran como dos pozos de ámbar que amenazaban con tragarse su alma. Eran simplemente preciosos.

 -Jo-der...

Tan perdido se habia quedado mirando a su compañera, que el beso le pilló totalmente por sorpresa. Pero no iba a quejarse, ¡antes todo lo contrario! Eso sí, se sentía un poco extraño. No sabía exactamente si era por los restos de psicotrópicos que Pinky tendría en la boca o por el conflicto sentimental que le provocaba el gesto de afecto que su compañera le había dedicado. Claro, que el hecho de ver a Boogie cambiando de color le hizo inclinarse más por la opción de los psicotrópicos.

 -Vale. Si ya lo tenemos todo listo, entonces pongámonos en marcha. Lo primero de todo iré a ver a Bertha para intentar convencerla de que sirva el pastel de carne. Luego me vendre al cuarto a fabricar la ID falsa con ayuda de Boogie. Eso te dará tiempo para organizar lo que tengas que organizar, Pinky. Por cierto, ¿vas tú a hablar con Maggie o vamos los dos?

- Juntos haremos más fuerza. Semos imparables, buñeco.- Sonrió Pinky plnatando sus puños a la altura de su cintura en una pose de reafirmación frente a cualquier amenaza que debería comercializar para forrarse y no tener que volver a dar un golpe al agua. Así de imparable se sentía.

Acto seguido se marcó un peculiar paso de baile y salió propulsada por las ganas de ver cómo se desarrollaba todo aquel plan.
- Fuck YEAH!
*

Boogie efectuó un aplauso tan sincero como inesperado.

-Estoy *PIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII*mente impresionado. Suena a que tenemos un plan. Y uno bueno, además. Calculo una probabilidad de éxito superior al 90% si todo marcha según lo acordado-. El androide, dentro de su carencia de sentimientos estándar, parecía -ojo a la cursiva- sentir franco aprecio por la inteligencia de Pietro y el desparpajo de Pinky.

-Dejadme a Spootch... Yo me encargo-.

Por algún motivo, aquella afirmación tuvo un toque sombrío que provocó un escalofrío a Pietro y a Pinky. 

Sonaba a ajuste de cuentas a la siciliana. Y es que, por muchos siglos que hubiese avanzado la Humanidad, los sicilianos aún eran temidos por la galaxia Perséfone.

REMEMBER LUCA BRASI.

Boogie introdujo su índice en su orificio auricular y empleando su meñique como micrófono, marcó un número en su commlink interno. Habilitó el altavoz y pidió silencio a sus compañeros de fechorías.

-¿Sí? Dígame-. Habló una voz avinagrada.

-¿SEÑOR KAPLAN?-. Boogie hablaba con el tono gutural, gravísimo y distorsionado que se le presupone a un secuestrador profesional.

-Eeeeh... ¿S-sí? ¿Q-quién es?-, preguntó dubitativa la voz al otro lado del commlink.

-HOLA, SEÑOR KAPLAN. QUIERO JUGAR A UN JUEGO-.

-¿U-un juego, dice?-.

-SPACE PÁDEL-.

-¿C-c-cómo?-.

-TIENE UNA BUENA VOLEA, SEÑOR KAPLAN. CASI PARECIERA QUE NO SE CAYÓ POR LA ESCALERA HACE TRES MESES EN EL TRABAJO, TAL Y COMO DENUNCIÓ A LA INSPECCIÓN LABORAL. HA PRACTICADO DESDE ENTONCES, ¿NO ES ASÍ?

-¿¡Pero qué está diciendo!? ¡Me pegué un hostión del quince al resbalar por una escalera y caí de espaldas! ¡No pude moverme durante dos meses de casa!-. Spootch sonaba molesto, a la defensiva.

-A JUZGAR POR SU SMASH, SU ESPALDA ESTABA PERFECTAMENTE DESDE EL DÍA DESPUÉS DE SU CAÍDA, SEÑOR KAPLAN. USTED HA SIDO UN NIÑO MALO. HA DEFRAUDADO AL SEGURO-.

-¿¡Pero cómo se atreve...!? ¿¡Q-q-quién es usted!?-.

-LA JUSTICIA-.

-¡Es usted un fantasma! ¡No me asusta, amigo! ¡Si quiere denunciarme, adelante! ¡Tengo asistencia jurídica gratuita por ser funcionario Premium Deluxe! ¿¡Puede usted decir lo mismo!?-.

Un golpe bajo.

Boogie era un androide. Jamás tendría derecho a la tutela judicial efectiva. Menos aún a un abogado de oficio, no digamos ya uno de pago.

Pietro y Pinky supieron al instante que Kaplan había jodido al chapas equivocado.

-BIEN, SEÑOR KAPLAN. VEO QUE LE GUSTA JUGAR DURO. JUGUEMOS PUES-.

Boogie descargó en el commlink de Kaplan un potente malware tipo flooder que propagó en segundos todo su correo, escritorio e interfaz con fotos obscenas con él de protagonista en diferentes situaciones, todas ellas muy comprometedoras, con una ingente cantidad de alienígenas. Algunas parecían ejemplares femeninos, pero por otros este narrador no pondría la mano en el fuego.

La voz al otro lado del commlink se atragantó.

-ESTA ES LA SITUACIÓN: ENVÍE SU CONTRASEÑA PERSONAL DE ACCESO AL EDIFICIO DE ADMINISTRACIÓN AL CORREO "BAD_BUNNY666@alumnado.stellaris.com". TIENE UN MINUTO EXACTO PARA HACERLO.

Kaplan se atropellaba tratando de pedir clemencia.

-¡Espereespereespereeeeee! ¡Esto...! ¡ESTO ES UNA PUTA MIERDA! ¡ME ASEGURARON PRIVACIDAD ABSOLUTA! ¿¡Cómo ha accedido usted a esto!?-. A estas alturas, la paranoia corroía la psique del funcionario, al que no era difícil imaginar sudando a mares y lívido de puro terror.

-YA SE LO HE DICHO... SOY LA JUSTICIA-, sentenció Boogie. -LE RECOMIENDO QUE SE DÉ PRISA. HAY TRÁFICO EN LA RED. MUCHO ALUMNO CONSULTANDO SUS NOTAS TRAS EL EXAMEN. LE QUEDAN 50 SEGUNDOS. SI NO TENGO LA CONTRASEÑA EN ESE TIEMPO, VOLVERÉ A SATURAR EL CORREO CON SU VASTO CONOCIMIENTO DEL KAMASUTRA. SOLO QUE... EN ESTA OCASIÓN, SERÁ SU MUJER LA DESTINATARIA EN COPIA. Y HARÉ ZOOM EN LAS MEJORES TOMAS, SEÑOR KAPLAN... SE LO GARANTIZO.

-¡Valevalevalevaleeeeee! ¡Yavoyyavoy! ¡Deme un puto segundo! ¡Jodida conexión! ¡No te atasques ahoraaaaa! ¡Joderjoderjodeeeeeeeeeeeerrrrr! ¡YAYAYA! ¡Ya la tiene! ¿¡De acuerdo!? ¡Ya la he enviado! ¡Ya la tiene!-.

-EXCELENTE, SEÑOR KAPLAN. UNA COSA MÁS...-.

Spootch jadeaba, bordeando el infarto de miocardio.

-VA A AUSENTARSE ESTA TARDE-NOCHE DEL TRABAJO-.

-¿Q-q-qué? ¿Por-por qué?-.

-PORQUE DE LO CONTRARIO, ALGUIEN EN JEFATURA DE ESTUDIOS VA A RECIBIR UN CORREO TITULADO "PRETTY KAPLAN". Y AMBOS SABEMOS QUE SU *PIIIIIIIIIIIIIIIIIII* PAQUETE PREMIUM DELUXE NO LE PROTEGE, NI DE PUTA COÑA, DE MAGNUS HELLSTORM.

Se escuchó un golpe seco. Igual a Spootch le había dado un bitango, pero a Boogie eso no le importó.

El androide colgó y lanzó una mirada desafiante a sus dos compinches.

-Hecho-, dijo desactivando el modulador y recuperando su tonalidad vocal estándar. El pasado del androide era un misterio, pero sí había una cosa clara con respecto de Atractivo Boogie, era esta:

DON'T MESS WITH MR. B.

Pietro conocía a Boogie desde hacía el suficiente tiempo como para saber que rara vez se equivocaba en sus predicciones estadísticas. Y eso quería decir, por supuesto, que el plan que tenían era prácticamente a prueba de bomba. ¡Sólo hacía falta ponerlo en marcha! Y el primero en actuar fue el androide favorito de la audiencia, llamando a Spootch Kaplan para obtener lo que necesitaban de él. Todo dentro de lo planeado, una llamada para chantajearle y obtener la información que necesitaban, así como para asegurarse de que no aparecería durante la operación. Lo que ya no había entrado en los cálculos del joven lombax era la actuación de Boogie como chantajista duro y malote, con una modulación en la voz que hizo que se le erizara todo el pelo del cuerpo. ¿Y eso de dónde había salido? ¡Menos mal que se llevaba bien con él, que si no...!

Lo bueno era que al estar atendiendo a la llamada de Boogie, el escaso efecto de los psicotrópicos de la boca de Pinky se le había pasado ya. Lo malo era que ahora tenía casi todo el vello erizado. Y así no podía salir a camelarse a nadie, no señor...

Pietro enchufó su pequeño reproductor de música portátil mientras agarraba su neceser para acicalarse y dejarse aún más guapo de lo que ya era de forma natural. Que tampoco hacía falta mucho, pero si quería que Bertha cayera redonda a la primera tenía que estar impecable. Con precisión quirúrgica y rapidez asombrosa, el lombax se peinó y arregló el pelo visible, se lavó los dientes a conciencia, engominó el penacho de pelo rojo que remataba su cola y se cambió de ropa, tanto interior como exterior. Ya sólo tenía que ponerse un par de... ocho gotas de colonia detrás de cada oreja y estaba listo para arrasar.

 -Muy bien, vamos a por Bertha primero. Cuanto antes le pida lo del pastel de carne, más posibilidades habrá de que lo sirva en la cena de hoy.

Dicho aquello, el lombax fue derecho hacia la zona de cocinas, donde sabía que podría localizar a su objetivo. Antes de entrar, hizo una seña a sus compañeros para susurrarles:

 -Dejadme hablar a mí. No quiero que el objetivo se huela que esto es una treta.

Empezaba el espectáculo. Pietro respiró hondo, se pasó la mano por el pelo de la cabeza y bajó levemente las orejas, dando la imagen de "joven apenado" que necesitaba para que colara su cuento. Entró en la zona de cocinas y buscó a Bertha, acercándose a ella nada más localizarla. Cosa que no resultaba nada difícil, ya que semejante masa de curvas, michelines y mollas era más que complicado de no ver.

 -Eh Bertha, qué bien que te encuentro. Tengo...- se pasó la mano por la nuca y desvió la mirada hacia el suelo, haciendo ver que estaba algo nervioso y/o incómodo. Acto seguido alzó la mirada para que sus ojos se cruzaran con los de la enorme y gruesa cocinera -Tengo una mala noticia que darte. Me echan de la academia, Bertha.

El lombax esbozó una débil sonrisa mientras sus ojos se ponían húmedos. Su tono de voz era compungido, como si estuviera a punto de echarse a llorar, y al poco de decir aquello volvió a bajar la mirada como intentando que la cocinera no le viera ese momento de debilidad reflejado en la cara. Por supuesto era todo pantomima. ¡Una actuación de lo más elaborada! Y gracias al recuerdo del enorme broncón que su tío le había echado hacía sólo un rato, Pietro no tuvo problemas en fingir todo ese cortejo de síntomas de tristeza aguda.

 -No quiero irme. Pero no me dejan otra opción. O me marcho o me encierran por insubordinación. Mi tío vendrá a recogerme mañana para llevarme a casa.

Pietro suspiró hondamente antes de volver a mirar a la cocinera. Ahora era cuando la cosa se ponía difícil. Tenía que ser suave, dulce, cálido y meloso, como uno de esos solos de violín que estremecen el corazón de la gente hasta dejarla reducida a blandengues sentimentaloides.

 -Por eso he venido. Quería despedirme. Has sido siempre muy buena conmigo, Bertha. No... No te haces una idea de lo mucho que te aprecio.

Esta vez en los ojos del lombax se vio una expresión soñadora, como la que ponían los colegiales cuando veían la última entrega de Street Fighter en el escaparate de las tiendas.

 -Pero no he venido sólo para eso. Quería pedirte un favor. No me gustaría irme sin probar una última vez el pastel de carne casero que preparas. Ese que te sale tan bien. ¿Crees que podrías servirlo en el menú de la cena? A modo de fiesta de despedida. Sería... Sería la despedida perfecta.

Esbozó otra melancólica sonrisa para luego pasarse la mano por el pelo de la cabeza.

 -Igual te estoy pidiendo demasiado, lo siento. Es que... Es mi plato favorito, ¿sabes? Nunca antes había comido nada parecido en Fastoon y... Me da pena no volverlo a probar nunca más.

Cartas repartidas, bomba lanzada, camelo en marcha. Si Bertha no se derretía con aquella actuación de diez, es que no tenía corazón ni zona genital.

Las ganas de volver a ver al señorito Angus DeBurger por parte de Pinky eran bastante relativas, a fin de cuentas se medio había enrollado con él poco tiempo después de llegar a la academia simple y llanamente porque le había dado un ataque de gula fumeta tras una buena noche de parranda y no pudo decir que no a la oportunidad darle un bocado a una hamburguesa de casi un metro de diámetro. Pero, oh chica, cuando te despiertas a la mañana siguiente en cama después de un banquete así el arrepentimiento puede ser asesino, dejando a un lado el tema de que puede que toque quemar todas las sábanas y posiblemente el colchón.

Al menos el ritmo de crecimiento de los órganos y extremidades consumidos de un alienígena hambagunian es ultrarrapido y no había pasado por la mala experiencia de toparse con un cadáver descabezado como compañero de cama. Nadie se habia molestado en decirle, por otro lado, que sus poluciones de k4tzup y muzti4rd podían llegar a prolongarse de manera ininterrumpida durante más de diez minutos, con lo que lucía un precioso Pollock orgánico en el techo.

Angus se había mostrado bastante arrepentido por no haber sido lo suficientemente claro al tratar de exponer algunas curiosidades interesantes sobre su especie a la pobre Pazuzu en pleno cebollón, peor acordaron que estaban en tablas y desde entonces se habían saludado desde lejos, reviviendo tras cada cruce de caminos aquel curioso encuentro de culinarias Orchestral Maneuvers  in the Dark.

Pinky se puso algo para darse ánimos camino de la planta de procesamiento y experimentación de comida mutante y chemical warfare de la base (La Pepeececeacheuvedoble, para abreviar), donde sabía que encontraría a DeBurger, alimentando a las muestras de trancheroedores que algún incauto había puesto a su cuidado.

Una vez que se pusieron al día de manera incómoda, Pinky procedió a pedirle al hambagunian aquello que necesitaban encarecidamente para su Mission Impossible...

- Tío, ¿Recuerdas aquella anécdota que me habías contado sobre que a los tuyos no les vendían alcohol en los supermercados coloniales y que tenías que usar uno de esos cacharros generadores de hologramas faciales para engañar a los cazurros que trabajaban en las cantinas de las bases orbitales cercanas?

Pazuzu se volvió a subir las gafas por segunda vez en un día, un acontecimiento al que no quería acostumbrarse y que esperaba que no muchos supiesen por el bien de su reputación, pero había que hacer o que fuese para conseguir aquello... O casi... Había abandonado la alimentación carnívora hacía más de un año y no iba a volver a caer en aquella tentación.

- ¿Por cun casúal todavía lo conservas? Quería gastarle una broma a una amiga por su cumpleaños y me podía venir de perlas. A cambio podría conseguirte... ¿Un surtido de quesos variados del Planète Laitier? A mí me parece un trato justo, ¿Que no?

Le guiñó un ojo antes de volver a calarse las gafas y lucir su sensual diastema en toda su gloria.

Antes de salir, Boogie se colocó un sombrero fedora sobre su metálica testa -GANGSTA MODE ON- que había extraído de su compartimento torácico -también conocido como su armario portátil- y el trío criminal más prometedor del sistema Sierra V puso en marcha su desopilante plan de rescate.

-Solo resta un detalle, un minúsculo asuntillo que aclarar, colegas... ¿Cuál es el *PIIIIIIIIIIIIIII* nombre en clave de esta operación?-.

Boogie llevaba razón. Los nombres en clave aportan beneficios insospechados a las tiradas decisivas.

IT IS KNOWN.

Primera parada, la Cuisine de Big Mama Bertha.

- Phunk Sunrise, Boogie.

Apostilló Pinky, llena de razón antes de salir a su enuentro con deBurger.
 

PHUNK SUNRISE

Pietro sonrió. Le gustaba cómo sonaba eso.

 -Ya has oído a la señorita, Boogie.

Y tras hacer una cinematográfica y dramática pausa, seguida de una pose 100% puramente cool, sin aditivos, colorantes ni conservantes, el lombax dijo con orgullo:

 -Da comienzo la operación Phunk Sunrise. Vamos allá.