Partida Rol por web

El salto supralumínico duró cinco minutos...

Para llegar al sistema estelar más cercano, el sistema Omnius, eran necesarias unas siete horas en viaje supralumínico. Para una nave rápida como La Sombra tan solo tres o cuatro.
Por ello, un salto truncado era tan peligroso. Una deceleración masiva en el inicio de un salto podía dejarte en medio de ninguna parte. Normalmente eso no es problema, puedes volver a usar los motores magnéticos, pero también, normalmente, si ha habido una deceleración masiva en el momento de un salto significa que algo a fallado, y ese algo podían ser los motores magnéticos perfectamente.

Si te encuentras en medio de ninguna parte y no te funcionan los motores magnéticos tardarás siglos en ir al planeta habitado más cercano con tus impulsores normales. De ahí el miedo de los modernos astronautas y el recelo con el que cuidan sus MoMa's*

El garfio y el filamento anti-huidas habían decelerado La Sombra en el momento del salto, y habían abierto un importante corte en el costado del abdomen de la bodega. Los fallos eran generalizados, por lo que en la cabina no dejaban de pitar los indicadores. Especialmente las fugas de aire.

Afortunadamente, como aún no habíais alcanzado la velocidad óptima, La Sombra, echa un proyectil de luz, se aleja rapidísimo de la nebulosa y se ve frenada por la primera masa gravitatoria que encuentra: Seraphis 4ª, el planeta marrón, uno de los tres planetas habitados del sistema junto a su luna; Parsimoron, y la capital del sector; Nueva Jamaica.

Seraphis 4ª os atrapa en su órbita y os decelera gradualmente, atrayéndoos hacia abajo. Por el parabrisas de la cabina se pueden ver el planeta de atmósfera marrón terraformada y al fondo, saliendo de detrás de la mole esférica y recortada contra la luz de Seraphis está la luna Parsimoron, el mundo hogar de Nakon Daswalken.

***

Mientras, en la bodega, en el interior del Fokker achaparrado, el indicador de la compuerta se torna rojo de nuevo. No hay aire fuera, no se puede salir y el parabrisas astillado hace un ruido siniestro, un silencioso lamento. La presión lo hace ceder poco a poco.

-Escapes de gas y líquido generalizados. Recomiendo trajes espaciales hasta que las fugas sean selladas convenientemente.

-Calculando informe de daños. Procesando.>.>.>

Buzz intenta encender el radio de su traje. Ya se canso de probarlo, pero una ultima vez tal vez ayude.

Chicos, Fantastico el rescate, pero podrian ser tan amables de traer algo de ayuda aqui!!!

-No creo que funcione, prueba con la radio del esquife. -Dice Rachel, y acto seguido manipula los controles y abre un enlace de comunicaciones. -¿Hola?

Habían sido los 57 segundos más angustiosos de mi vida. En todo el tiempo que había estado trabajando en La Sombra nunca nos habíamos enfrentado a una situación tan extrema como aquella, y mucho menos estando Alfie y yo solas.
Después de nuestros fallidos intentos por rescatar el esquife solo nos quedaba la oportunidad de saltar lo antes posible antes que nos atraparan a nosotros. Casi ni reaccioné cuando la pequeña nave se impulsó hacia nosotras y milagrosamente consiguió meterse por el hueco que todavía dejaban las compuertas antes de cerrarse. Seguramente el golpe había sido enorme y los daños en la bodega y el esquife también, pero en aquellos momentos en lo único en lo que pensaba era en la manera de esquivar la lluvia de proyectiles que se avecinaba.
Afortunadamente La Sombra era una nave extremadamente rápida e incluso para un navío de guerra como el Republican no le sería fácil atraparnos. Huíamos a la desesperada, con los motores al máximo y sin la protección del camuflaje, que se había venido abajo al llevar toda la energía a los motores. Las explosiones sonaban por todas partes y a pesar de mis intentos por esquivarlas íbamos recibiendo el fuego enemigo y las sacudidas producidas por los impactos cercanos. La cabina no paraba de acumular errores por todas partes: habíamos perdido las antenas de popa y uno de los proyectiles había atravesado el blindaje inutilizando uno de nuestros motores y provocando varias fugas de aire. Si salíamos de esta habría que trabajar muchas horas para dejar a la sombra como antes, eso si Samus no nos mataba antes.
Entre las explosiones conseguimos maniobrar hasta un punto prácticamente ciego para su artillería, lo que nos daba un respiro momentáneo mientras los motores magnéticos acumulaban la energía necesaria para el salto.

-Venga menos de 10 segundos, podemos conseguirlo!! grito mientras intento mantener la calma en mitad de todo.

Parecía que al final nuestra posición era la adecuada y que aquellos últimos instantes antes del salto no recibiríamos mas disparos pero en el último instante un garfio anti-huidas había salido disparado hacia nosotras, en plena aceleración de La Sombra hacia el salto. Nos alcanzó en el último instante provocándonos una importante desaceleración, pero no la suficiente provocando que se partiera en el momento del salto.

Cinco minutos después nos encontrábamos lejos de allí. La cabina no daba a basto para indicar todos los errores que se habían acumulado por los disparos, golpes y demás vicisitudes de la huida.
Pero estábamos a salvo, al menos de momento, y lejos del Repúblican.
Instintivamente salto de mi asiento y abrazo efusivamente a Alfie. Necesito aliviar toda la tensión acumulada durante los últimos minutos, aunque si no estuviéramos solas seguramente la escena resultaría ridícula para cualquiera que lo viera, al fin y al cabo Afie solo era un robot, aunque últimamente no lo pareciera tanto.
Todavía emocionada miro la enorme pantalla frente a la que se sienta Alfie y reconozco de inmediato el sistema donde hemos ido a parar. Habíamos sido frenadas por la órbita de Seraphis 4, cerca de Nueva Jamaica. Su luna Parsimoron, también habitada, era el hogar natal de nuestro capitán. Habíamos vuelto de nuevo cerca de casa, todo un alivio encontrarse con algo conocido después de todo.

-Alfie ¿Es aquí donde ha saltado Nakon? Pregunto a mi compañera. Podríamos habernos desviado de nuestra trayectoria original después del impacto del garfio, aunque de todas maneras ya no me importa mucho, de todos los sitios a los que podíamos haber llegado ninguno me da tanta alegría como este.

Mientras hago la pregunta comienzo a escuchar por los altavoces de La Sombra una voz que me resulta muy familiar.

-Chicos, Fantastico el rescate, pero podrían ser tan amables de traer algo de ayuda aquí!!!

¡Era la voz de Buzz! Esa voz que normalmente resultaría desagradable por la forma de hablar entre gruñidos que tenían los gamorreanos ahora era como música para mis oídos.

-Buzz!!! Por todos los Dioses!! ¿Eres tu? Nunca habría imaginado que me alegraría tanto de oir tu voz. ¿Está Madok contigo también? No habíamos sabido nada de él desde el principio del abordaje Oigo más gente por ahí, decidnos cuantos sois enviaré a Alfie con unos trajes, ella no tiene problema para cruzar la nave por las zonas sin oxígeno.

Me giro hacia Alfie mientras espero la respuesta. Al final todo el esfuerzo había merecido la pena y nuestros compañeros volvían a estar de nuevo con nosotras, ya no me arrepentía del estado en el que había quedado La Sombra, al fin y al cabo podríamos repararla entre todos.

-Alfie en cuanto Buzz confirme cuantos son llevales unos trajes para que puedan moverse hasta la zona con oxígeno. Ten cuidado, no sabemos en que estado está el resto de la nave y podría ser peligroso. Aprovecha para hacer un informe sobre el terreno, lo complementaremos con el que nos de la IA. Mientras iré recopilando los fallos para ver como estamos.

Me dirijo hacia mi asiento y comienzo a teclear en el terminal. Necesitaremos un informe completo y detallado de todos los fallos detectados y del estado en general de la nave, para saber con que podemos contar y con que no.

Buzz le hace caso a la mujer y utiliza el sistema del esquife. Hola Lil! que gusto volverte a escuchar! No sé que han hecho, o que ha pasado. Pero la verdad que estuvo genial! De golpe me intentando ingresar a La Sombra con una nave que no es del tamaño apropiado, Aparece un gancho antiescape!!! Y por el gran Marrano cosmico, hicimos un salto con el mismo sujetandonos! Aun no lo puedo creer! Eres la mejor piloto del universo!

respira un poco, se calma. Prosigue.

Si, aparentemente está Madox aqui conmigo, "sano y salvo", pero con una sonrisa demencial imborrable. Tambien contamos con la presencia de una piloto, parece una capitana, se lee "Charmeleon" en lo que queda de su traje, y hay ademas otra mujer con nosotros, parece ser una amiga de Madox.  Luego tendremos que hacer las presentaciones correspondientes, porque no recuerdo absolutamente nada. Creo que me encripte la memoria.

Los demas estan por ahi? Nakon y Samus?

-Bien, nos alegramos de que estéis bien. Ahora mando a Alfie con cuatro trajes para que podáis venir hasta aquí. Tened cuidado, no se como estará la nave y quizá haya alguna zona peligrosa. Aquí estamos Alfie y yo solas, Nakon se fue con el capitán Reynolds en su nave, es una larga historia, cuando lleguéis nos pondremos al día de todo. Ahora voy a ver como está La Sombra para ver que podemos hacer.

Alfie? Alfie nos traera los trajes? piensa para si Buzz, pero si Alfie no es mas que un monton de chatarra que he reciclado hace unos años... mira el indicador de su traje, si, Alfie está activada y se mueve, sin que le haya dado ninguna orden... como es esto posible? Buzz intenta acceder al procesador de ordenes de Alfie, a la vez que ejecuta un chequeo completo de la unidad... Como puede ser que funcione sola sin siquiera una orden mia?

Lil, entendi bien y Alfie nos traera los trajes? La verdad me preocupa que ha pasado en todo el tiempo que borre de mi memoria. Necesito ponerme al tanto enseguida, hay muchas cosas que no entiendo. Unos segundos despues, la cara de preocupado se trastorna por una estentorea carcajada con ruido a chanchito, JAjaja! Igual, no será nada mi preocupacion al lado de la Samus cuando vea como quedo La Sombra!

La Sombra termina de autochequearse y escribe en las pantallas, en letras verde fosforito sobre negro, todos los errores detectados y las capacidades que permanecen intactas. También lo repite por megafonía.

Informe de daños.

-Casco agujereado en el costado, la bodega, y la sección superior.
-Descompresión en el piso superior: Almacén. Camarotes. Cuarto de aseo. Inhabilitados. (Sin presión ni oxígeno)
-Antenas de popa y sensores destruidos o fuera de contacto. inservibles.
-Radar funcional.
-Antena de alcance medio D300 funcional. Demás antenas de comunicación y emisión destruidas.
-Ordenadores de maniobra dañados.
-Compuertas de la bodega atascadas.
-Escudo térmico dañado.
-Blindaje anti-radiaciones fundido. (tiempo recomendable de exposición 2 horas máximo)
-Armas funcionales.
-Estado de la impulsión y la maniobra:
_Maniobra limitada en un 20%, retro-impulsores dañados.
_Impulsión seriamente reducida. Motor número dos inutilizado, motor número uno sobrecalentado. Peligro de sobreesfuerzo.
-Tren de aterrizaje cuatro atascado.
-Soporte vital estable.
-Sistemas hidráulicos dañados.
-Sistema de navegación funcional.
-Reservas de oxígeno al 35% (se ha perdido uno de los tanques y se ha escapado un 15% durante la descompresión. Tiempo estimado 18 horas.)
-Motores magnéticos dañados. (sobre esfuerzo durante el salto, se recomienda revisión inmediata.)

-Peligro. Atracción gravitacional. Luna Parsimoron. Se recomienda.. se recomienda... se recomienda... se recomienda... se recomienda... se recomienda... se recomienda... se recomienda... se recomienda... se recomienda... se recomienda... se recomienda...

La Sombra ni siquiera había salido del sistema, habíais sido lanzados unos cuantos cientos de miles de kilómetros más allá. Si no os dabais prisa en desaparecer los agentes del Republican os localizarían de nuevo. Nakon y Reynolds debían estar lejos, en el sistema Omnius, a varias horas de viaje supralumínico y contactar con ellos era imposible. La fragata Nautillae estaría un poco por delante de ellos, quizás iniciarían un combate.

Mientras os habíais visto atraídos por el área de influencia gravitacional de la luna, que os atraía lentamente hacia la superficie donde os estrellaríais (si la atmósfera no os desintegraba antes). Vuestra IA no respondía, se había atascado, pero las pantallas mostraban lso posibles vectores de forma muy elocuente. Caída libre. Al otros lado del parabrisas de la cabina, el horizonte curvo de color verde-terracota de Parsimoron se acercaba cada vez más.

Iba mirando una a una las cosas que salían en la pantalla. Comenzaba a ser una lista bastante grande, pero no me sorprendía demasiado teniendo en cuenta de quien nos habíamos escapado. Sin duda había cosas que necesitaban un vistazo inmediato, otras podrían esperar a que aterrizáramos en algún sitio. Sin lugar a dudas el gancho no nos había podido detener pero nos había frenado mucho y el salto había sido pequeño. Y Parsimoron había acabado por atraparnos con su gravedad y deteniéndonos allí.

-Peligro. Atracción gravitacional. Luna Parsimoron. Se recomienda.. se recomienda... se recomienda... se recomienda... se recomienda... se recomienda... se recomienda... se recomienda... se recomienda... se recomienda... se recomienda... se recomienda...

Parecía que estábamos demasiado cerca. Comenzábamos a caer en picado atraídos irremediablemente por la luna.

-Por la galaxia!!! grito mientras agarro los mandos con fuerza, necesitaríamos un segundo milagro para librarnos de esta. Enciendo la megafonía de la nave rápidamente.

-Atención a todos!! No os mováis de donde estéis y procurad agarraros lo más fuerte que podáis. Estamos cayendo hacia la superficie de Parsimorón y con el estado de La Sombra será cualquier cosa menos un suave aterrizaje.

Habría que pensar rápidamente. Los trenes de aterrizaje no merecía la pena sacarlos, lo único que haríamos sería cargárnoslos en el impacto, además en el mejor de los casos uno de ellos estaba atascado. El estado de los motores era bastante malo, pero los ibámos a necesitar, al fin y al cabo si nos estrellábamos ya no nos servirían de mucho...

Comienzo a manipular el panel intentando acceder a todas las funciones de maniobrabilidad y potencia de la nave. Era el momento. Con toda la fuerza posible tiro de los mandos hacia mí, tenía que conseguir cambiar nuestro ángulo de caída para hacerlo lo más suave posible mientras confiaba en que los motores pudieran frenar nuestra caída. Pronto atravesaríamos la atmósfera y si la Sombra aguantaba toda la presión que tendríamos que soportar tendríamos que estar preparados para las fuertes sacudidas. Seguramente la temperatura aumentaría un poco más de lo normal debido al estado de la nave, pero esperaba que nuestra vieja nave aguantara el tipo.

De pronto Alfie se vio rodeada por los brazos de Lilian. Sus circuitos sufrieron una levísima disrupción en su flujo eléctrico. Alfie pensó que, tal vez, eso se parecía a lo que los humanos llamaban sorpresa. Una serie de imágenes documentales invadieron su mente. Los humanos y otros algunos animales superiores usaban ese gesto llamado “abrazo” como una demostración de conexión emocional o para darse ánimos. Supuso que Lilian esperaba que ella hiciera su parte del ritual, así que puso su mano sobre su espalda, con un movimiento algo brusco. Sintió su ritmo cardíaco acelerado y su respiración agitada.

—Estás bajo el efecto del stress. Te recomiendo que intentes relajarte.

Lilian le pidió que buscara la nave del capitán.

—Trataré de encontrarlo —dijo Alfie, mientras encendía el radar

No había ninguna señal de naves presentes en los alrededores.

—No detecto naves cercanas. —anunció.

En ese escuchó la familiar voz de Buzz por el intercomunicador. Si fuese capaz de experimentar la felicidad de la misma manera que un humano, supuso que ese sería un momento adecuado. El reencuentro sorpresivo con una persona cercana que se creía muerta. La emoción de Lilian, al habla con Buzz confirmó su inferencia.

Alfie sintió un ligero cosquilleo en la parte de atrás de su cabeza. En seguida se dio cuenta de que se trataba del sistema remoto de su creador.

—No es necesario el chequeo, Buzz —le respondió por el mismo medio—. Salvo por una avería grave de mi miembro superior izquierdo, estoy indemne.

Tal y como se lo había pedido Lilian, cogió cuatro trajes de actividad extravehicular y se disponía a llevarlos a la tripulación del esquife cuando todas las alarmas de La Sombra volvieron a dispararse al mismo tiempo y toda la nave se sacudió. La computadora de abordo anunció que estaban a punto de estrellarse contra la luna cercana al punto al que habían arribado después del salto.

Lilian se lanzó desesperada sobre los controles y trató de recuperar el mando de la nave. Alfie la observaba impasible.

— El reingreso de una nave espacial a una atmósfera de la densidad de la de la luna sobre la que nos encontramos debe hacerse con un ángulo muy preciso que es variable dependiendo del tipo de nave —declaró Alfie con el tono de una locutora de documentales—. Según mis cálculos debe ser de entre 28 y 45 grados, en el caso de La Sombra. Si el ángulo de vuelo es mayor, la nave se consumirá debido a la fricción con la atmósfera y de ser más pequeño rebotará nuevamente hacia el espacio. Si no deseas que ingresemos en la Luna, puedes hacer que la nave rebote, con relativa facilidad.

-Muy buena idea Alfie, intentaremos rebotar en la atmósfera, y si no lo conseguimos ya habrá tiempo para hacer maniobras de aterrizaje forzoso.

Si lo conseguíamos tendríamos que reparar lo más básico para poder hacer un aterrizaje en condiciones. Aunque no disponíamos de demasiado tiempo.
Giro los mandos para colocar la nave en el mejor ángulo posible para hacernos rebotar.

Buzz:

-Buzz... tio.-Dice Madok desde la camilla plegable. Cuando miras, levanta la mano para estrechar la tuya.

Buzz se da vuelta y mira a su compañero. Que pasa Madox? algun problema? y sonrie. Es una pena verlo bajo los efectos de las drogas tan potentes que usa el humano. Aqui esta bastante aburrido, asi que será mejor que descances. Mira a la chica que esta con él, y le dice en un murmullo: No sé quien eres, pero cuidalo!

Buzz se queda anonadado de la respuesta que recibe de Alfie! como es posible que la pequeña robot puede elaborar respuestas tan inteligentes! la verdad que ha pasado algo muy importante aqui, y le da bronca no recordar que es.

Alfie, porque puedes hablar asi? que te ha pasado? Muestrame tus bancos de memoria, asi se que ha pasado desde que hemos despegado.

—Mi sistema fue invadido por una inteligencia artificial alienígena de origen desconocido, llamada Sarah —explicó Alfie a través del sistema de comunicaciones que la unía a Buzz, al mismo tiempo que hablaba con Lilian—. Todo mi sistema operativo fue renovado y he adquirido niveles superiores de entendimiento, una amplia base de datos de información general y libre albedrío. Mis bancos de memoria están abiertos.
Me resulta irregular que no seas capaz de recordar la información que acabo de proporcionarte. Es posible que hayas sufrido daño cerebral debido a un trauma encefálico durante el reciente impacto, resultando en amnesia. Deberías hacerte un chequeo médico en cuanto te sea posible.

Lil, no quiero preocuparte, pero creo que no hay tiempo para esa maniobra, si ya hemos comenzado a caer al planeta, me temo que era porque no teniamos la velocidad necesaria para permanecer en orbita, salimos del salto casi estaticos me parece. No tendremos la velocidad suficiente para un "rebote", mas sin los motores.

Si aun tenemos tiempo podria intentar reparar el blindaje termico, para evitar quemarnos aqui atras, pero para eso deberia abrir nuestra pequeña nave, y necesitamos trajes de vacio para eso...

Creo que deberiamos rezar, y confiar en que "La sombra" aguante el reingreso.

A lo largo de diez minutos La Sombra deriva alcanzando un ángulo de 45º en relación a la atmósfera. Lilian mueve la palanca del impulsor hacia adelante, hasta su máxima posición y el motor derecho, el que sigue en funcionamiento, se calienta cambiando del color amarillo brillante al blanco absoluto.
Sentís una pequeña explosión detrás, el motor izquierdo. La Sombra se agita y seguís el rumbo. El termómetro del casco empieza a subir por la fricción con la atmósfera pero el altímetro se mantiene estable. Parece que no descendéis más.

A vuestras espaldas se oculta Seraphis 4ª en una suerte de eclipse planetario. Estáis tan cerca de la luna que ésta os oculta su masa. Y mientras os cernís sobre la cara oculta en las sombras de la noche, dándole la espalda a Seraphis, el altímetro desciende de nuevo: primero con lentitud, degustando cada número, y paulatinamente ganando en fuerza y velocidad a medida que la gravedad os atrae más y más.

El casco deteriorado se calienta y a partir de los setecientos grados se apaga. También se ha visto afectado durante la huida. La velocidad aumenta.
Precipitados hacia la superficie, Lilian se ve obligada a cambiar de dirección y así exponer la zona más resistente del casco, la proa, que se calienta hasta alcanzar los 1500 grados centígrados y cambia de color.

Los indicadores pitan, el parabrisas se ennegrece y el agujero del casco se agranda. Perdéis grandes fragmentos de fuselaje que salen disparados hacia el cielo nocturno. Los que no conseguís sujetaros a nada os veis aplastados contra las paredes posteriores. El Esquife se agita y se mueve dentro de la bodega.
Alfie, cogida por sorpresa y sin tiempo para sostenerse se ve lanzada primero sobre los mamparos y luego hacia atrás de forma brutal.

La nave se convierte en una bola de fuego durante unos segundos, iluminando la noche como un cometa espacial. Muy por debajo se distinguen las luces de las ciudades mineras y los puestos de extracción que forman intrincadas redes.
Todo da vueltas, al fin las llamas se apagan y el suelo gira en un torbellino. Los retro-impulsores al máximo, intentando frenar, aunque sea poco.
No se aprecia la curvatura del planetoide, todo es negro menos las ciudades a lo lejos y sin embargo cada vez se acercan más.

Desde tierra, en un vertedero de maquinaria desechada, sobre las orugas cubiertas de óxido de una vieja excavadora P-500, dos niños observan asombrados unas luces en el cielo. Parecen ser los impulsores de una nave que, fogoneando en blanco, intentan enderezar el rumbo a la desesperada

La Sombra describe una parábola invertida, dibujando un surco en la atmósfera de Parsimoron y quemando el aire a su paso. El suelo es negro como la pez, no se ve nada. De pronto, apunto de elevar el morro hasta una posición horizontal, golpeais algo que sale despedido. Parece que estáis apunto de tomar altitud, y recuperar el control, pero el objeto resulta ser un árbol alto, le siguen más que son tronchados de cuajo o se quedan sin copa. Lilian pierde el equilibrio y La Sombra se tambalea de lado seiscientos cincuenta metros por segundo.

El impacto final no es como ninguno esperaba. Tras un contacto "suave", la fragata da dos vueltas de campana y sale disparada deshaciéndose en el aire, perdiendo puñados de componentes. Luego se hunde con fuerza en una sustancia acuosa, abriendo un surco de más de cien metros hasta detenerse medio sepultada con la popa apuntando al cielo y la cabina totalmente sumergida. Estáis en un mar de barro, tierra removida mezclada con una gran cantidad de agua. Así se hacen los grandes cañones de extracción.

Os hundís lentamente, es algo que se nota.

En el interior de la cabina se apagan todos los componentes. La IA deja de hablar, tan solo quedan las luces de emergencia. Al otro lado del parabrisas solo hay tierra negra húmeda y por uno de los contornos fracturados entra esa pasta inconsistente mezclada con arena y grava. Un holor a humedad lo cubre todo. Lilian está sujeta por los cinturones, aún en su puesto de segundo y Alfie por ahí atrás, pues antes fue despedida.

En el esquife, sin embargo, habéis sido zarandeados constantemente, cayendo los unos sobre los otros como muñecos de trapo. Pero las luces siguen encendidas y todo parece funcionar perfectamente. El aire huele a rancio y estancado y a través del parabrisas no se ve nada, pues una de dos, o la luces están apagados, o el interior se ha inundado de barro por la brecha del costado.

Buzz intento agarrarse como pudo al panel de control del esquife. Dentro de su exoesqueleto, podria muy bien resistir cualquier impacto, pero sabia que de andar rebotando dentro de la nave, hubiera golpeado y aplastado hasta morir a todo el mundo. Asi que como pudo, al ver que la cosa se ponia fea, prendio sus botas magneticas y se fijo aun mas a la consola. Al sentir los primeros impactos, se sacude violentamente, ya que no hay nada que aminore su golpe, y si bien nada lo daña por fuera, dentro de su traje se siente como si estuviera en un coctelera. Cierra con fuerza los ojos para no marearse mas.

Son unos momentos interminables, tal vez sean segundos, pero se siente que es toda una vida. Parece que todo diera vueltas, y cuando parece que ya esta todo dicho, vuelta a dar vueltas. Al final de lo que parece un año, la tranquilidad vuelve a reinar. Siente un silencio atroz. Abre los ojos despacio. La escena se le antoja dantesca. Hay un revoltijo de cuerpos entremesclados, en el techo de la nave, por encima de él, parecen inertes. Su espalda le da insesantes puntadas de dolor. Intenta mover sus brazos, y comprueba que estos "caen" para arriba. A su cerebro atontado por el golpe le cuesta entender la realidad, es él el que está invertido, colgando del piso de la nave con sus botas, y doblado mirando para atras.

Lentamente los cuerpos de "arriba suyo" comienzan a moverse, y a cobrar la enteresa de unidades separadas.

Como estan todos? hay algun herido? pregunta debilmente. Sabe que si se suelta, mas de media tonelada de acero los terminará de aplastar contra el suelo. Será mejor por un rato dejar que las cosas se resuelvan solas.

Lil? estan bien alli? Estamos en tierra firme ya? Necesitan ayuda?