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SS Era Mitológica: La Guerra de Ares

A:S01E01 - Bienvenidos jovenes guerreros!

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03/04/2011, 15:33
Director

 

Hoy Presentamos: Bienvenidos al Santuario, Jóvenes Guerreros! 

 

El puerto es pequeño, tan solo un muelle de madera blanqueado por el sol y los pies bajo el fuerte sol de la primavera del Mediterráneo. Al levantar la vista, el destino inunda los ojos: 

El Santuario. 

Delenias avanza con su pequeño bolso al hombro. A pocos metros ve a otro grupo de chiquillos, y un hombre alto y flaco que le hace señas para que se acerque.

El hombre se identifica como Eleas. Con un movimiento de manos acalla las preguntas, y los invita a seguirlos. Comienzan a caminar tras él, dejando atrás a los trabajadores del pueblo.

Ligeramente apartada camina una niña. A todos les sorprende, pues les han dicho que no se admiten mujeres en el Santuario, excepto como sirvientes. Seguramente su historia será particular...

Notas de juego

Historia: El Origen. Oportunidad de Post Ejemplar!

Si el siguiente post es elaborado, contando con flashbacks incluso la historia pasada de los personajes mientras se presentan (la audiencia tiene que conocerlos!), ganará 1 puntos de experiencia extra. 

NOTA: Acacia no se encuentra en escena aún, y hay un par de hermanitos Muvianos, en apariencia varones ambos (Shimi y Haru).

 

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03/04/2011, 15:45
Céfir

Aquel sol le erizaba algo la piel. Era agradable, pero no estaba acostumbrada a un clima tan primaveral y cálido por lo cual se sentía un poco agobiada. Sin embargo su mirada distante no variaba en absoluto. Durante todo el viaje, a pesar de que se aseguró un rincón solitario para no ser molestada no había variado en absoluto aquella expresión.

Es irónico. Céfir hace honor a Céfiro, hijo de Eolo. El viento del oeste que sopla las brisas suaves de la primavera y principios del verano. Sin embargo en Ródope todos viven bajo el manto de Bóreas, es muy raro que Céfiro haga acto de presencia en los picos niveos. No puedo negar que el viento estival es una caricia reconfortante, pero aún así...no es algo que vaya conmigo.

Miró hacia el cielo unos instantes. Un perdido rayo de sol se reflejó en una de las cuentas de su collar. El cerúleo era lo único que se mantenía igual que en las montañas Ródope...

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Tengo que...adaptarme a esta gelidéz...

-Mal, mal, mal -La voz autoritaria de Hayate pronunció pausadamente esas frases. Entre cada una, un golpe al estómago era recibido por una magullada Céfir. Tras el último impacto el hombre se apartó lanzandole una mirada de desaprobación, dejandole suficiente espacio para acuclillarse sin mas remedio, mientras doblaba el cuerpo para mitigar el dolor. El sabor metálico de la sangre estaba en el paladar de la chica, pero ni por un instante pensó en quejarse.

Una fina capa de nieve crujía con cada pisada recibida por parte del maestro y la aprendiz, y una fuerte e insistente ráfaga de aire frío a veces hacía temblar a Céfir. Esto se explicaba, quizá, porque mientras Hayate vestía ropas normales y aceptables de abrigo, ella traía tan solo una túnica blanca que iba hasta las rodillas. Los pies estaban calzados por sandalias de tiras trenzadas a lo largo de la pierna, dando una protección contra el clima deficiente.

-El fuego es agresivo y emotivo -le espetó- Si fuera Duve, el proceder habría estado correcto. Pero que tu imites su estilo es una verguenza. Ya llevas dos años aqui. Tu objetivo no es luchar contra el frio, sino estar en armonía con él. Los santos de hielo son relativamente escasos, muchos son ignorantes de que la belleza de sus ataques es proporcional con la fuerza que son capaces de liberar.

En ese punto Céfir levantó la vista, para mirarle a los ojos. Él sostuvo la mirada de forma un tanto menos ruda y continuó:

-Elegancia y tranquilidad. Son dos bases necesarias, que a estas alturas deberías dominar. Tu cosmos ha de arder helado e imponente para fortalecer tu cuerpo. No tendrás frío, porque tu cuerpo entrará en simpatía con tu entorno. Vamos, hoy tienes que ser capaz de ejecutar el destello o de lo contrario volverás a la etapa primaria con el doble de carga que antes.

-No voy a estar partiendo troncos otro año -sentenció ella frotandose las manos vendadas inconscientemente.

Hace apenas una semana dejé esa maldita fase ¡No volveré a eso! Romper troncos es de toscos y...

De repente, lo entendió mientras un solitario copo de nieve cayó delante de sus ojos.

Es exactamente esa la clave...las demostraciones de fuerza y agresividad no son lo mio. Las nevadas caen lentas y tranquilas, teniendo la seguridad de que nada ni nadie puede detenerlas. Y con ese ritmo y serenidad son capaces de cubrir de metros de nieve la tierra. Y en el proceso plantas, animales y hasta personas quedan atrapados, pereciendo de forma inexorable.

Conforme pensaba en todo esto, una finisima aura azur marcó el contorno de su figura. Se puso de pie del todo, a la par que Hayate retrocedió poniendose en guardia.

Una lanza, mi golpe puede ser tan fuerte como una lanza del mas duro de los hielos. Porque no es la fuerza la que golpea, sino...el cosmos. Y mientras mas arda, mas fuerte golpeará. Al igual que el clima, que mientras mas frío adquiere mas quemaduras causa en la piel.

Lentamente, colocó la palma mirando hacia el cielo a un lado de su cuerpo, a la altura de su pecho. Los dedos apuntaban en dirección al hombre, su maestro, y en aquellos entrenamientos su rival.

De improvisto, comenzó una corta carrera. El viento seguía soplando con fuerza, agitaba el largo cabello y la túnica. Pero Céfir solo percibía ligeramente fría aquella inclemencia. Incluso encontraba refugio y aliento en ella, lo cual impulsó aún mas su motivación, y con ello su cosmos creció drásticamente durante ese instante.

Hayate lanzó una exclamación de sorpresa, justo cuando el ahora huracanado viento helado cambió de rumbo, golpeandole de frente.

-¡¡Destello Cristal!!

Un alarido de dolor en conjunto con el sonido característico de la carne y la tela al ser rasgados se hicieron presentes. Y entonces el tormentoso clima cesó, para volver a su estado de pasividad habitual.

Hayate estaba en el suelo, sujetandose la parte superior del brazo izquierdo, lo había visto todo. El golpe de Céfir se había deslizado con gracia y precisión cortando el aire, tomando el rol que debería para conformar la tecnica de la lanza cristal. Y este se vió potenciado por su cosmos, en una extensión de si misma que le impacto de lleno en el músculo del brazo que ahora sostenia. Sangraba y le dolía, pero aún así...

-¡Mestro Hayate...! -dijo ella, espectante. Estaba consciente de que algo así podría perfectamente ser tomado a mal y ya se veía estrenando el día siguiente con un castigo ejemplar.

Interrumpieron sus palabras algunas risas animadas del maestro. Una risa alegre y sincera, cosa rara en el estricto y distante ser que solía ver a diario. El hombre se puso de pie.

-Excelente, tu Destello Cristal me ha deslumbrado por completo. Con ello me has traído algo de dolor, pero también una buena dosis de dicha. El poder canalizar el cosmos en un ataque es un paso muy importante. Tu único error ha sido desviarlo para que solo me dañara el brazo. Y...

En ese momento, Céfir se tambaleó. Esto dejó entrever que apenas se tenía en pie.

-...habrá que empezar a trabajar en la resistencia. Tienes que ser capaz de lanzar varios golpes, no podrás con ningún enemigo de un solo ataque.

-Uff... -masculló, cansada.

-¿Eso fue una queja?

-No... -conestó con una media sonrisa.

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Quizá otros aprovecharían para soñar con un futuro brillante repleto de hazañas heróicas. Con portar una reluciente armadura, conocer a Athena en persona y colocar sobre sus hombros un manto de gloria bordado con prodigiosas tareas y logros...

Pues ella no había perdido ni un segundo en eso. Su única visión eran problemas, estaba segura de que intentarían negarle paso. Pero no había hecho todo ese recorrido en balde.

Me costó su tiempo ganarme la confianza del maestro Hayate. He aguantado lágrimas, quejas y suplicios para no darle ni siquiera una chance de recriminarme por debilidad y por ende atribuírla automáticamente a que soy una mujer.  Yo...estoy preparada. Volveré con una armadura, y le demostraré a todos que mi maestro tenía motivo para depositar su confianza y esfuerzo en mi. No volveré atras, aunque tenga que cargarme a todos los aqui presentes para demostrarlo.

Lanzó una mirada cortante a la espalda de quienes iban delante de si con este pensamiento. No dijo nada, despues de todo no había venido a hacer amigos. Y tampoco le interesaba darles pie a que le molestaran. Despues de todo seguramente la mayoría serían rivales.

Notas de juego

Post Ejemplar: Excelente post!! 1pt 

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03/04/2011, 22:57
Harjas

Harjas estiró los brazos para desperezarse, haciendo que crujieran sonoramente. Una sonrisa se formó en sus labios al contemplar el santuario. Que hermoso lugar. Lleno de paz y armonía, era sin duda el hogar digno de una Diosa. No se lo había imaginado así, ni mucho menos. Sus espectativas estaban más cerca de un campo de entrenamiento cerrado, más parecido a una barraca que a un lugar sagrado.

Observó a sus compañeros, todos al parecer de la misma edad que él. Había dos chicos del continente de Mu, y Harjas se preguntó si los famosos poderes de esos seres sería real. Al parecer eran hermanos. Decidió acercarse a preguntar, pero algo llamó su atención y desvió sus pensamientos.

Una cría de gaviota había sido atrapada por las tablas de uno de los muelles del puerto, y graznaba impotente, pidiendo ayuda. Harjas se aproximó al pájaro y suavemente liberó la pata de las maderas que lo aprisionaban. Una lágrima resbaló por su mejilla y cayó al suelo, mientras veía a la pequeña gaviota emprender el vuelo. Una lágrima que recordaba a su hermana.

* * * 

"¡Nínive!" exclamó un pequeño Harjas de cuerpo flaco y voz chillona "¡Cuidado!". Pero era tarde, su hermana ya había decidido arrojarse colina abajo con el trozo de corteza de arbol, delizándose por la pradera. Harjas, rápido, se arrojó tras ella. 

Risas, un borrón de ropas blancas, negras y pardas, un montón de pasto seco y mucha tierra fue lo único que percibió el pequeño hasta que la caída terminó y, agitados, los dos hermanos se quedaron sentados al pie de la colina. Su hermana se acostó, mirando las estrellas, particularmente brillantes esa noche. 

"¿Por qué nos tiramos, Nínive? ¿Alguna vez podremos jugar a algo tranquilo?" preguntó Harjas a su hermana, también mirando las estrellas. 

"Nunca, hermano" respondió Nínive entre risas "Nunca, hasta que aprenda a volar. Entonces podré ser libre, y descansaremos." 

"Los hombres no pueden volar, hermana" replicó el pequeño con el cejo fruncido.

"No con alas, hermano, pero sí con el corazón."

"No te entiendo."

"Algún día lo harás, Harjas" su rostro, generalmente alegre, se había vuelto serio "Porque ese es tu destino: volar, y volar más alto que cualquiera, incluso que yo."

* * *

Nínive seguramente no supo en ese momento que tan cierta era la frase. Su entrenamiento para convertirse en Santo y reclamar la armadura del Pavo Real lo había preparado, y ahora era el momento en que tendría que abrir su alas y volar.

"Hermana" dijo Harjas en voz baja "No te deshonraré, lo juro."

 

Notas de juego

Post Ejemplar: guau, me encantó... y con historia para seguir desarrollando! Que no desaparezca, ahora quiero leer a lo largo de la temporada la historia de Ninive! 1pt 

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04/04/2011, 11:24
Shimi

Al fin habian llegado al magestuoso Santuario de la diosa Athena, sin duda las descripciones que se hacían de este lugar no expresaban con total magnitud la belleza de aquel lugar, sus templos tan elegantes que se alzaban al cielo y casi tocaban las estrellas con sus columnas, y sin mencionar a la grandiosa estatua de la diosa Athena que vigila todo el Santuario, sin duda una obra de dioses.

Shimi permanecía atento en todo momento a su herman@, y dejaba de poner sobre sus hombros un manto protector.

El maestro de Shimi no era otro que Yaten Caballero de Athena del Escultor, actualmente el mejor escultor y reparador de armaduras sagradas, el cual se ha ganado un renombre en el Santuario gracias a sus trabajos.
Su alumno más aventajado era Shimi, y no solo lo adiestró en el arte de esculpir, si no también en el arte del combate y el camino del cosmos.

A su vez Shimi transmitía sus conocimientos aprendidos a Haru, su herman@, y le costaba admitir que a pesar de su corta edad aprendia rápido y tenia un cosmos muy fuerte en su interior.

EL motivo por el que se encotraban ahora los dos en grecia era por una ocasión especial, pues Yaten sabía que Shimi ya estaba preparado para abrirse su propio camino, pocas cosas podía enseñarle ya a este joven muviano. Así que lo envío al Santuario, allí tendría trabajo con repador de armadura, y lo que más le emocionaba, podría participar en alguno de los torneos de las armaduras sagradas y combertirse en caballero de Athena.

Pero como era claro en él, no iría a ningún sitio sin separarse de su querid@ herman@ Haru.
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(Tierras cercanas a Jamir lugar de entrenamientos de aprendices a caballeros muvianos, hace un año)

Un día de invierno, especialmente frío, varios maestros entrenaban a sus discípulos y Shimi a escondidas de su maestro enrejaba a Haru. Pero de repente un alumno regido por una constelación de agua elevo al máximo su cosmoenergía, una energía fria como el hielo, y seguidamente el joven realizó una explosión de su cosmos en manera de ataque contra su maestro, sin atender a las posibles consecuencias; pues un resto de hielo se disparó dirigido a la espalda de Haru. Shimi rápidamente puso su mano y concentró su cosmos en ella, derritiendo aquel rastro de cosmos helado.

-¿Haru te encuentras bien? parece ser que aqui hay gente que aún no domina su cosmos...en fin prosigamos nuestro entrenamiento, has de ser mas dura contigo misma, no debes ser frágil si algún día quieres poseer una armadura sagrada y venir conmigo!!.
Comento Shimi sin mirar hacia atras.
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Shimi y Haru se quedaron huerfanos cuando eran muy pequeños, Shimi desde entonces ha sido la sombra de Haru, protegiendola en todo momento.

Haru era todo lo que tenia en este mundo y Shimi lucharía hasta la muerte con el fin de evitar que algo malo le pasase a su bella y delicada hermana. Sin duda el lazo sentimental que tenían entre ellos les hacía ser más y más fuertes y persistentes en sus objetivos.

Notas de juego

Post Ejemplar: muy bueno, con graficos y todo! 1pt 

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05/04/2011, 00:23
Harjas

Notas de juego

Creo que el relato de la lanza de hielo de Céfir fue parte de un recuerdo de ella, Shimi, no pasa en el Santuario.

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05/04/2011, 00:39
Céfir

Notas de juego

Exactamente xD Perdón por la demora. Quizá fue culpa mia por no decirlo de forma contundente aunque creí que bastaría con la descripción de un entorno diferente (vegetación, nieve, frio en general) y por ahí en las primeras frases hace alusión al segundo año de entrenamiento (según historia son 4 para todos)

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05/04/2011, 00:58
Shimi

Notas de juego

Perdón, lo había mal interpretado...pero mirad que bien lo he apañado. ;)

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05/04/2011, 17:26
Foon Xao

Al fin en grecia, el final de mi viaje. Levanto la cara hacia el cielo para mirar el sol, el mismo sol, las mismas nubes, el mismo cielo. Sonrio ante la ironia de que todo siga igual tras tanto camino recorrido, luego miro el santuario de Atenea ante mi, todo igual.. y todo tan distinto

Mi memoria vuela al inicio de mi viaje, no el pequeño pueblo de campesinos donde naci y que apenas recuerdo, sino el que fue mi hogar durante estos últimos años, el monte rozan

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Durante los últimos diez años entrene como un discípulo mas del maestro Duan Liao, uno más, pese a lo que dijeran las envidias de algunos de mis compañeros sobre favoritismos, pese a lo que dijeran los maestros que nos visitaban sobre mi talento. Nunca me consideré superior a otro alumno o pensé que el maestro me tratara de modo distinto a los demás.

Diez años en que aprendí a templar mi cuerpo con las artes marciales, a forjar mi alma con la disciplina y a enriquecer mi espíritu con las enseñanzas de los sabios.

Así habría seguido mi existencia plena y satisfecha de no haber llegado el extranjero, el primer occidental que jamás había visto, que fue tratado por el maestro con gran reverencia y para el que se organizaron los combates de demostración en su honor.

¿estaba ya decidido mi destino antes de esos combates?¿o habría sido otro si no hubiera vencido uno por uno a todos mis oponentes? es algo que no puedo saber, pero al dia siguiente mi maestro me convoco, y junto al extranjero me comunicaron que mi destino era convertirme en un Santo de Atenea en la lejana grecia

No me gusto la idea pero jamás dudaría de la sabiduría del maestro, así que me despedi de compañeros y amigos y emprendí un viaje por un mundo que no imaginaba tan vasto.

El viaje hasta el mar fue lo mas facil, luego tuve que recorrer toda la costa de China y la India en media docena de barcos distintos, enfrentando piratas, mal tiempo y patrones desleales, sin mas compañia que mi bastón de viaje y mis enseñanzas.

Como me alegre cuando continué mi viaje por tierra en el gran imperio Persa, una tierra enorme, arida y rica, de un imperio tan poderoso como China, aunque no tan sabio.

El viaje por tierra por la parte oriental del imperio fue tan peligroso como todo lo anterior, bestias salvajes y bandidos se unieron a la suspicacia de los jefes de caravana que nunca habían visto a alguien como yo en esas tierras.

Al menos una vez llegue a la carretera real Persa todo fue un poco mas sencillo hasta llegar al Mar Mediterraneo y tras una breve travesía a, la que ya se me hacia mítica, grecia

Y ahora al fin el santuario

 

Me he distraido recordando mi viaje y miro a mi alrededor por si hay alguien que pueda orientarme sobre mis siguientes pasos. Algunos viajeros han llegado conmigo, tan jóvenes como yo, pero yo lo que busco es alguna especie de comite de recepción o algo así

Notas de juego

Post Ejemplar: muy bueno! Aunque es raro el ultimo párrafo, ya que los ha recibido Eleas y los está conduciendo hacia dentro del Santuario... 1pt 

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05/04/2011, 16:30
Haru

Haru se detuvo ante las escalinatas del Santuario levantando la cabeza hasta donde se lo permitía su corta estatura. Se veía como un muchachito delgado y pequeño y la sobrecogedora visión hizo que instintivamente retrocediera y quisiera esconderse detrás de la espalda de su hermano Shimi. Sin embargo estaba allí para convertirse en un santo de Athena, no podía comportarse como un cobarde. Sin poder evitarlo, rememoró el origen de aquel peregrinar.
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Era un día cálido en algún lugar del continente de Mu. Haru correteaba alrededor de Shimi en medio de la pradera, mientras él se encontraba concentrado reparando un pequeño juguete que se le había roto. Siempre iban juntos para todos lados, ellos dos solo se tenían el uno al otro.

Mientras juntaba flores para realizar una corona para adornar una figurita de Athena que tenían en casa vio que el maestro Yaten se acercaba hasta donde se encontraban los hermanos. Haru lo conocía de vista. Su hermano solía ir con él para aprender las técnicas de reparación de las armaduras de los Santos ya que cuando él se retirara, sería su deber encargarse de esa importante tarea.

Sin embargo, esta tarde presagiaba algo distinto. El semblante del maestro se veía serio, solemne.

-Buenas tardes pequeños. Lamento interrumpir sus juegos pero Shimi tendrás que acompañarme.

-¿Sucede algo malo maestro? Mis lecciones de herrería no son hasta mañana por la tarde.

-Lo sé pequeño. Pero ha llegado la hora de que comiences otro tipo de entrenamiento. Shimi, tu Cosmos es poderoso, tienes potencial para convertirte en un Santo tu mismo. Ha llegado el momento de que aprendas las técnicas que te permitirán ponerte al servicio del Santuario y proteger a la Diosa renacida. Todo augura que dentro de poco sobrevendrá una nueva guerra santa así que debemos prepararnos para defender el bien y todo lo que es sagrado en este mundo.

Haru escuchó las palabras del maestro y su pecho se llenó de orgullo. Su hermano era uno de los elegidos para servir a la diosa Athena, sus padres, desde el más allá, estarían orgullosos de él. Sin embargo, al mismo tiempo cayó en la cuenta de que si Shimi iba al santuario, ellos deberían separarse. Eso era algo que no podría soportar.

-¡Maestro Yaten!- era la primera vez que se dirigía a él sin que le hubiera hablado primero. -Maestro Yaten... yo también quiero entrenar... ¡Yo también quiero defender a Athena y convertirme en uno de sus Santos!-

El maestro bajó la mirada y un rastro de ternura y compasión se dibujó en su rostro.

-No puedes Haru... alguien como tú... nunca podrá ser digno de una armadura sagrada.

Su tono de voz fue dulce y cariñoso. Reflejaba pena y entendimiento. Sin embargo, ello no hizo el trago menos amargo.

-Nnn... ¡no!- Haru rompió en llantos. -¡No! ¡Yo llevaré una armadura! ¡Ya lo verá maestro! ¡Entrenaré muy duro! ¡Haré arder mi Cosmos tan fuerte como mi hermano! ¡Ya lo verá! ¡Entréneme por favor!.

-No puedo. Lo comprenderás cuando seas más grande. Tú... tú no podrías llevar una armadura. No están hechas para ti...
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Tras un largo andar por fin el maestro había mandado a Shimi al Santuario. Ya había concluido el aprendizaje que él podía brindarle. Era hora de pasar a una estancia superior.

Haru no sabía si su momento también era aquél. Sin embargo no se separaría de su hermano. Juntó sus pocas pertenencias y aguardó a que el maestro despidiera al futuro caballero. Se aseguró de que nadie estuviera espiando por ahí y partió. Su hermano aguardaba unos kilómetros más adelante. Juntos habían comenzado el inicio de ese viaje largo tiempo atrás y juntos lo acabarían.

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-Hermano... ¿crees que lo lograré?- su voz reflejaba incertidumbre. Sin poder evitarlo, tomó la mano de Shimi. Sabía que su imagen se vería seriamente afectada por ese gesto infantil, pero el temor a cruzar aquellas puertas era mayor al temor de las burlas que pudiera suscitar su acto. -Perdóname si no lo logro. Pero sabes que daré lo mejor de mí y que lo intentaré hasta las últimas consecuencias.
 

Notas de juego

Post Ejemplar: excelente post! 1pt 

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05/04/2011, 19:57
Shimi

Una lagrima recorrió el rostro de Shimi al oír sus palabras, y con su mano agarrada le dijo
Claro que lo conseguirás y no tendré que perdonarte...has entrenado duro para ello, y no dejare que te separes de mi....tendré que contenerme mucho para no darle una paliza a tu contrincante, aunque me dijo Yaten que algunas armaduras se consiguen con pruebas sobrehumanas. Ten fe en ti Haru, Athena esta contigo

Shimi siempre había creído mas en las posibilidades de Haru que ella misma, el joven sospechaba incluso que su cosmos a veces había brillado mas fuerte que el suyo. Y haría cualquier cosa para que los dos se combirtieran en caballeros

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05/04/2011, 23:03
Delenias

Después de semanas caminando sin apenas descanso, sólo tenía motivos para sonreír. ¡Por fin había llegado a su destino!

Con interés, observó a los que ya se encontraban allí, mientras da los últimos pasos para alcanzarlos. Dos chicos que no tendrán más años que yo, parecen ser fuertes. Otros dos que parecen hermanos o primos... y una chica. Respiró con alivio, ya que no era el único que estaba nervioso, o al menos esa impresión le dio.

Con un cabeceo de cabeza, saludó a los presentes, mientras acomoda el paso para seguir el ritmo de los demás.

Casi insconcientemente, sus ojos se dirigieron a su alrededor, mientras su mente comenzaba a divagar. Le llamó la atención una arboleda que se apreciaba en la lejanía, tan sólo una mancha verde. Pero era suficiente para apreciar la ironía del asunto.

En un bosque comenzó mi nueva vida... Y al parecer éste será el segundo comienzo. Un sonido sólo existente en sus recuerdos empezó a desviar su atención. Gruñidos y gritos... No quería recordarlo, pero su subsconciente parecía tener otras intenciones.

...

Corría por el bosque, huyendo de algo que muy bien podía haberse imaginado. Pero no... Su mente no alcanzaba ese nivel de imaginación, ni podía llegar a ser tan cruel. Por mucho que desease despertar, las ráfagas de dolor que llegaban desde su muslo derecho le indicaban que aquello que vivía era muy real, aunque su infantil visión del mundo no se correspondiese con lo que estaba viviendo.

Tenía que parar para tomar aliento. Por suerte, la herida de la pierna no le impedía correr, y gracias a la adrenalina que recorría sus venas no se veía impedido por el dolor.

Con miedo, volvió la vista atrás, esperando ver una figura acechándolo. Pero no había nada. Se apoyó contra el tronco de un árbol para recapacitar sobre sus acciones, sin salir del estado de shock en el que se encontraba. Levantó su pequeña mano, llena de sangre, hasta tenerla al nivel de los ojos. Se había secado, dejando unas líneas en la piel. La sangre no era suya.

Mamá... Papá...

Unas lágrimas resbalaron por sus mejillas. Seguidamente, se puso a llorar sin poder controlar los espasmos. Sabía que no tenía que hacer ruido, o lo que sea que lo siguiese podría oírlo y alcanzarlo. Pero ya no le importaba. Los he dejado atrás... Ya no volveré a ver a mamá preparando la comida. Ni a papá volviendo del bosque, trayendo un orgulloso ciervo, o leña para el invierno.  Constantemente le sobrevenía la imagen de dos cuerpos en el suelo, cubiertos de sangre y claramente sin vida, hasta para un niño de diez años.

Se dejó caer al suelo, llorando desconsoladamente. Nunca podría perdonarse por lo que había hecho, y ya no había solución posible.

Muertos... Están muertos.

Cuando ya no le quedaban más lágrimas, se levantó con decisión, evitando apoyarse sobre la pierna derecha, y se puso en marcha. Ya no huía de sus miedos. Estaba decidido a enfrentarse al culpable.

Al poco empezó a sentirse cansado, pero no era un impedimento para él. Siguió caminando, consciente del camino que aún le quedaba por recorrer.

Tardó el tres veces más en recorrer el camino que tan sólo le había llevado diez minutos un par de horas antes. Pero por fin alcanzó la linde del bosque. Una casa se alzaba a unos veinte metros, resguardada por un pequeño montículo. no guardaba el aspecto que recordaba. La confianza, confortabilidad y familiaridad que le evocaba habían sido desplazadas por un gran terror.

Respiró hondo para controlar su nerviosismo y avanzó paso a paso. A unos cinco metros, la figura de un cuerpo destacaba contra la tierra blanca. Más allá, otra figura de espaldas permanecía quieta.

Con lágrimas surcando de nuevo sus mejillas, y sollozos asomando a sus labios, se acercó lentamente al cuerpo más cercano y se agachó. Mientras se secaba los ojos con un brazo, utilizó el otro para mover el cuerpo y colocarlo boca arriba. Se trataba de su madre.

En el mismo momento en que descubrió la identidad de ese cadáver, el sonido de pasos le alertó. Se movió con una rapidez sorprendente. Con rabia, se echó encima del cuerpo de su madre, protegiéndolo con el suyo, sin reparar en la inutilidad de ese gesto. Sólo le preocupaba que no la separasen de ella.

Cuando pudo enfocarla vista en el recién llegado, vio a un hombre con evidente tristeza que se acercaba despacio, con una mano extendida para darle confianza, mientras le hablaba con tranquilidad.

Pero él no oyó ninguna de sus palabras. Se aferraba  al cuerpo de su madre como si le fuese la vida en ello. Ni siquiera reparó en que el hombre se ocupó de cavar una gran tumba, donde depositó el otro cuerpo con delicadeza.

Sólo soltó lo que mantenía agarrado cuando le venció el agotamiento. Cuando despertó, se encontraba en una casa desconocida para él, pequeña pero hogareña. El terror de los recuerdos amenazaba con superarle.

En aquel entonces, no podía imaginarse que acabaría superando lo vivido esa noche, aun cuando nunca olvidaría su enorme falta.

Notas de juego

No me da tiempo a terminar, aunque básicamente eso era todo xD

Post Ejemplar: muy buen post! Esperamos que desarrolles la historia en futuros flashbacks ;) 1pt

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11/04/2011, 19:26
Eleas

El hombre los conduce en silencio hasta un complejo de casitas de piedra, en los pies del Santuario. Son 4 casas amplias, de una planta, rodeando un círculo de tierra batida y apisonada, delimitada por un círculo de cal. Con su mano indica una de las casas.

- Bienvenidos al Santuario, su mirada recorre a los muchachos, y la muchacha. El comienzo de algo nuevo. Han llegado hasta aquí tras un arduo proceso de eliminación, y el camino de ahora en más no es simple. Todo lo contrario-- su discurso es interrumpido por un guardia que se acerca a paso rápido. Lleva con él a un muchacho pequeño, de increibles ojos y frágil belleza. El muchacho es colocado junto a los demás, y se queda allí, con la mirada baja. Con un suspiro, Eleas retoma sus palabras. Solo los mejores son elegidos por la Diosa como sus Santos, los protectores de la tierra.

- Mi nombre es Eleas. Seré aquel encargado de supervisar su entrenamiento. Esa casa será su nuevo hogar. Dentro encontrarán una muda de ropa, una armadura de entramiento, un jergón. Se servirá un desayuno al rayar el alba, pero para ese entonces puede que el entrenamiento del día ya haya comenzado. Luego se indicará cuando pueden comer, dormir y limpiarse.

Eleas lleva una túnica blanca, hasta los tobillos donde se asoman sus pies calzados en sandalias de cuero. Advierten ahora que bajo la túnica lleva un estrecho peto de cuero tachonado en acero, así como una pequeñas hombreras y rodilleras que se marcan bajo la túnica.

- Alguna pregunta? 

 

Notas de juego

Acacia, tienes tu oportunidad de post ejemplar: origenes, al igual que los demás. 

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11/04/2011, 19:53
Acacia Solo

Silencio.

Una vez mas alguien me acompaña, me da comida y proteccion, aunque ya no la necesite tanto como antes, pero nuevamente el silencio lo abarca todo. ¿Acaso hay algo malo conmigo?.


-¡Debes contenerte Acacia! Cuando sientas dudas, confusion, frustracion, transformalas en poder y contenlas como al aire cuando te arrojas al mar. Mientras mas contengas aquel poder, con mayor fuerza podras expulsarlo- decia una vez mas, aquel hombre de cabellos azules y ojos verdes profundos y serios. El unico momento en que se dirijia a Acacia, era cuando entrenaban.

Tiro una patada alta que el joven pudo esquivar pero el hombre agil y poderoso, dio una vuelta y le propiciono un patandon con su pierna izquierda que no vio venir. Acacia fue arrojado una vez mas unos cuantos metros y fue impulsado por el suelo levantando el polvo detras de si.


-Si te sientes cansado, continuas. Si, te encuentras solo, cierras los ojos y hazte fuerte. Cuando te ignoren, recuerdalos. Cuando falles, levantate y no te permitas volver a equivocarte. Todo lo que creas que esta mal, usalo para tu beneficio. De todo sentimiento, pensamiento y conocimiento, puedes hacerte mas poderoso, pero recuerda, debes contener tu poder, esa es tu mayor ventaja.


Contener. Aguantar. suprimir. Silencio. Solo el aroma de las rosas parece calido en mi ser. Ya no me tranquilizan y duermen como antes, y a veces, necesito que desprendan mas de su perfume para poder sentir algo. ¿Para que? ¿Para que debo guardar mi poder? Temo... temo que un dia no pueda soportarlo mas. Aguanta. Silencio.


-Mira, Acacia, ¿ves ese pez?. Espera a que pase a un metro, a que su velocidad se reduzca y... zas, arrojas la lanzas y lo tendras listo para ti-dijo Vehiott mientras pescaba.

¿Para que? Si podemos comer vegetales y carnes, porque molestar a tales indefensas criaturas.

¿Indefensa? Un solo salto de una de esas bestias provoco la muerte de quien te enseño en la vida.

El tambien me enseño.

¿Quien es el?. Nunca supiste su nombre.

Mentira. El era mi Maestro.


Silencio.

Aquel hermoso, y extrañamente familiar paisaje, era precioso, pero a su vez, la quietud del lugar le daba la sensacion a Acacia de que la muerte era moneda corriente e innecesaria. Tal como cuando iba al puerto a pescar.

El hombre que llevo al joven al grupo, se retiro de la misma manera que habia aparecido hacia unos dias tras la desaparicion de su Tutor. Esta persona nunca se habia dirijido a Acacia. Nunca le hablo al pasarle un plato de comida, o despedirse al anocher o saludarlo al amanecer. Y el joven de pelo turquesa le respondia de la misma manera. Aguantando el silencio. Favoreciendose de el. Llendo a su interior donde podia respirar tranquilamente en un lago rodeado de un jardin de rosas imaginario, donde los peces eran libres de volar por las aguas sin ser matados inutilmente.

-...Esa casa sera su nuevo hogar- dijo Eleas en un determinado momento que llamo la atencion de Acacia.

-¿Hogar? ¿Junto a Athena?

-Si, Acacia, asi es! Deberas proteger a los dioses. Hazte fuerte, pero no lo expulses, el momento llegara, y todo se aclarara. Seras poderoso, si lo mentienes oculto y dormido.

El joven se encontraba cabizbajo. Sabia lo que debia hacer, pero no comprendia el proposito de su Maestro.

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11/04/2011, 20:43
Foon Xao

Dedico una mirada a mis compañeros ¿mis rivales?. No lo se, y en realidad no es algo que me importe, si son mejores que yo seré derrotado, es así de simple.

Lo poco que nos cuenta Eleas sobre el entrenamiento tampoco me atemoriza, es distinto al entrenamiento en los cinco picos, y al mismo tiempo es igual. No creo que me cueste adaptarme a la vida en el Santuario

Cuando Eleas nos ofrece la oportunidad de preguntar me adelanto un paso y hago una reverencia antes de preguntar en un tosco griego que he ido aprendiendo durante el viaje

-¿están repartidas ya las casas de algún modo? ¿o hemos de elegir nosotros con quien las compartiremos?- ninguno de mis compañeros me desagrada, ni me agrada, he aprendido a no juzgar por la apariencia sino a intentar ver el interior de las personas. Y estoy deseando conocer a mis nuevos compañeros

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11/04/2011, 22:06
Eleas

Eleas sonríe ante la pregunta del muchacho oriental, que seguramente aún no capta las sutilezas del griego. Esa casa, vuelve a señalar con la mano, será de todos ustedes. Deberán compartirla. El resto ya está reclamada por otros aspirantes.

Como si su voz los hubiera convocado, un grupo de muchachos llega al claro, saluda con una inclinación de cabeza a Eleas, y se dirige, sudoroso y cansado, a las otras casas de piedra.

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12/04/2011, 13:55
Delenias

Delenias permaneció en silencio mientras Eleas hablaba. Nada de lo que dijo le extrañó, ya que su maestro le había descrito todo lo que sabía sobre el lugar. Y, al parecer, estaba en lo cierto.

Asentía imperceptiblemente para sí mismo, pensando en cómo sería su rutina a partir de ese día.

Entrenamiento y austeridad.. No será muy diferente a estar con el maestro.

Sólo le surgió una pregunta, pero podría esperar a verlo con sus propios ojos. Las armaduras no eran de su gusto, pero si no es muy pesada, no tendría por qué perjudicarle en el combate.

Estaba deseando conocer algo más a las personas con las que compartiría habitáculo a partir de entonces, pero no quería interrumpir al señor. Su curiosidad podía esperar.

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12/04/2011, 15:29
Foon Xao

 "Los siete compartiremos una de esas casas" inclino la cabeza en señal de aceptación, algo avergonzado por mi suposición, la arquitectura de estas tierras me ha confundido un poco, pero mirándolas con un poco de atención me doy cuenta de que es ridículo pensar que darian una casa tan grande solo a dos estudiantes

Me echo al hombro mi bolsa de viaje y me dispongo a entrar y acomodar mis escasas pertenencias en el lugar que me corresponda

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12/04/2011, 15:49
Céfir

-Ninguna, con permiso -respondió con rapidez y eficiencia. Ahora que estaban todos a la misma altura no se había dignado a mirar a casi nadie en concreto. Lo único que le llamó la atención fueron dos chicos de cabello verde, a quienes dedicó un muy disimulado exámen.

¿Que serán esas marcas que tienen en la frente? Se preguntó mientras se giraba a la casa destinada para ellos. Sin embargo sus preocupaciones pasaron a ser otras en breve.

¿7 personas dentro de una casa? Será mejor que me busque el mejor cuarto, pronto.

Las sandalias marcaron sus pasos hacia la puerta, otro chico ya se había adelantado y a saber incluso si habría cuartos suficientes para todos.

Hm, este tal Eleas no me ha molestado en absoluto. Quizá no haya demasiado problema despues de todo.

Usualmente solía prepararse para lo peor, para que no le tomara por sorpresa. Hasta ahora era lo que le había mantenido viva, pero cuando las cosas se daban con menos intensidad de lo esperado era un alivio. Aún así no bajaría la presión para consigo misma tan pronto.

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13/04/2011, 17:22
Harjas

Harjas sintió dentro de su cuerpo una serie de sensaciones y sentimientos que apenas podía entender. Una profunda emoción, mezclada con añoranza a su tierra natal, con un componente de determinación y algo de amor al recordar a Nínive. Su cuerpo reaccionó sonriendo, y el no pudo hacer nada para impedirlo.

Dio uno o dos pasos adelante, mientras observaba atentamente lo que sería su nuevo hogar. 

"Obtener la armadura sagrada del Pavo Real será difícil, mucho más de lo que esperaba." pensó "Pero no puedo darme por vencido aun, ni siquiera comenzamos."

De repente una duda se abrió paso en su cabeza. "Señor" dijo en voz alta y firme, mirando a Eleas y tratando de parecer seguro "Tengo una pregunta, ¿Está Athena en el Santuario ahora?"