Partida Rol por web

"que curiosas palabras dice este hombre" pienso al escuchar que guarda una ilusión del mundo.

Pero cuando les pide que se contemplen a si mismos adopta la posición del loto con la comodidad de la práctica, ya ha hecho esto antes en los cinco picos, la observación del yo como via para la comprensión del todo. Nunca lo ha conseguido, pero tiene bien claro lo que los maestros le han explicado y cierra los ojos dejando que su consciencia fluya ayudada por la sensación del potente cosmos de Soteiro acompañándome

Esta compañía me hace adentrarme mas profundamente que nunca antes en mi interior, tanto que me da la impresión de que estoy llegando a algo, algo que permanece oculto dentro mio.

"¿la comprensión?" difícil de decir, cuanto mas me esfuerzo por alcanzarlo mas me alejo, y me doy cuenta de que hoy no voy a poder conseguir mas con la meditación

Cuando abro los ojos no se cuanto tiempo ha pasado, me siento relajado, aunque queda algo de frustración al ser consciente de lo mucho que me queda para ser digno del lugar donde he sido enviado

-Sal...¡Sal de ahí!

Fue el último clamor susurrante y ahogado de su conciencia antes de pasar al plano onírico. Aquella sensación de calidad no era desagradable, al igual que el sol insistente de aquella región. Pero no estaba acostumbrada a tanto calor. En este caso, a tanta calidez...

Si bien inquietó a Céfir esta desconocida invasión, lo que le alteró fue aquella mujer. Sonreía, y su imágen y presencia era tan agradable...le hacía sentirse fuera de lugar, como incómoda, tan pequeña que estaba convencida de que no debería estar siquiera viendole.

Sal de ahí...No veas eso...No veas...

Memorias...le oyó decir palabras etéreas y cuando no oía esto, lo veía. Esos recuerdos estaban volviendo en esas formas, y no había abismo de hielo capaz de frenar esa especie de acercamiento de la extraña. Nadie tenía que ver su repugnante pecado, pero mucho menos ella. En silencio, bajó la cabeza para evitar la visión. No la merecía.

Tendría que haber hecho algo...y también haberlo visto venir, era obvio que algo así se estaba...yo no...

La verguenza le invadió por completo. Probablemente aquella mujer estaba decepcionada con lo que veía. Probablemente...esperaba ver algo mas digno, osado y grácil en su pasado. Pero todo lo que su conciencia podía ofrecer era ese patético repertorio de deshonra, que en vano solía intentar enterrar a veces: una niña, abrazando sus rodillas con los ojos fuertemente cerrados.

Sintió un reguero salado deslizarse por las mejillas.

¿Porque elegí esto? Yo...no soy capaz de proteger a nada ni a nadie.

El pequeño muviano absorvió las palabras de Soterio con avidez. Sin embargo, las respuestas eran esquivas, no mostraban el camino que él esperaba encontrar. Dandole vueltas a lo escuchado se sentó junto a Shimi y cerró los ojos para encontrarse a sí mismo. La visión de una hermosa mujer, de dulce rostro y mirada tranquila lo invadió y lo llenó momentáneamente de paz.

Sin embargo en el fondo de su conciencia la palabra Justicia seguía resonando. ¿Cómo hallar la verdadera Justicia? ¿Acaso no era injusto lo que le había ocurrido a él? ¿Cómo saber si estaba en lo cierto o si debía hacer caso a las palabras del maestro de su hermano y abandonarlo todo allí mismo?

A pesar de intentar despejar su mente, las palabras de Yaten volvían a él una y otra vez y no dejaban que se entregara por completo a la visión que Soterio les había regalado.

Frustrado por no alcanzar un estado de meditación adecuado abrió sus ojos y contempló al resto mientras aguardaba a que volvieran de su viaje espiritual.

Verme a mí mismo... ¿Cómo seré en realidad?

Delenias sabía muy bien la imagen que tenía de sí mismo, pero le producía curiosidad comprobar si realmente era tal y como creía. Al parecer, la oportunidad se le ofrecía en ese momento, gracias a Soterio.

Con una gran sonrisa, se acostó junto a los demás, y se dejó llevar por las palabras del hombre. Casi sin darse cuenta, empezó a adormilarse. Una imagen se formó en su retina: un joven con aspecto animal, agachado como si quisiese atacar.

¿Una bestia? No, a pesar de todo, esa imagen tenía algo que le producía confianza. Intentó alzar una mano para tocarlo, pero no podía. Observó atontado cómo el desconocido se erguía, un chico rubio algo mayor que él, y le mostraba una sonrisa. Sus dientes tenían algo raro, como si estuviesen en el lugar incorrecto, o tuviesen el tamaño desproporcionado. Pero sólo puede ser una fantasía, yo no tengo los dientes así. De hecho, son típicos de...

Como una pequeña luz en medio de la oscuridad, comprendió el por qué de esa imagen. Era consecuencia de su infancia, los años que pasó junto a su maestro.. y los que pasaría junto a sus nuevos compañeros.

La sensación del Cosmos de Soterio se fue desvaneciendo. Poco a poco abrieron los ojos; aunque ninguno había conseguido atisbar la grandeza del Sexto Sentido, aún así habían comprendido algo sobre ellos mismos.

El lugar estaba desierto. 

La brisa agitaba los árboles, mientras los muchachos se observaron entre sí. Durante los últimos días casi cada instante había sido seguir las instrucciones de algún santo, algún maestro... y súbitamente estaban solos. 

Entonces, Cefir señaló entre los árboles, allí abajo. Un lago destellante al pie del santuario, pequeño, casi como una piscina*... y una explosión de Cosmos que sacudió sus sentidos. Inmediatamente otro, rojo y violento, como si la atmósfera se bañara en ácido...

Despues de la meditación esperaba alguna explicación , pero Soteiro se ha ido dejándonos solos. No se si pretende ser una prueba o simplemente hemos acabado por hoy y no piensan que necesitemos niñera

Entonces Cefir señala un pequeño lago y la colisión de dos cosmos poderosos y distintos como la noche y el dia nos sacude

-¿quien...?- mi voz sale entrecortada, una explosión de cosmos así solo puede significar un combate, y aunque no reconozco para nada el lago me lanzo a la carrera en esa dirección

En ningun momento aquel pez que salpicaba en la mente de Acacia lo habia dejado concentrarse debidamente. Sacudio la cabeza de un lado a otro de forma negativa y sin querer aquel movimiento rompio por completo con su concentracion. Abrio los ojos con un chasquido de la lengua y se percato que el resto tambien estaban concientes al mundo exterior. Ademas ni Soterio ni Eleas se encontraban cerca, lo que resultaba en cierta medida un tanto extraño.

El joven de cabellos turquesa se puso de pie, en el momento en que Cefir señalaba hacia un lado. Se trataba de un pequeño lago del que dos poderosos Cosmos provenian. Uno de ellos parecia particularmente mas agresivo del otro. ¿Podria ser aquello un combate entre Santos de Athena? Tal vez un mero entrenamiento como el que ellos mismos habian presenciado en el primer dia que arrivaron al Santuario. O quizas algo mas. Lo cierto es que Acacia estaba bastante interesado y se quedo observando desde arriba.

Sin haber podido alcanzar el sexto sentido el joven muvianos despertó en una extraña armonía, y tras levantarse escucho las palabras de la joven niña de gélido cosmos.
Una pequeña laguna, tras unos arboles al fondo, un bello paisaje, pero de repente un cosmos diferente, rojo cálido, agresivo, en cierto modo se sentía identificado con aquel cosmos, era cálido y eso le reconfortaba.

Despertó con algo de rabia, pero a pesar de todo en el último instante le había parecido escuchar un suave aleteo, y un movimiento de extrema finura y elegancia de algo blanco.

Al abrir los ojos, intentó seguir mirando a esa nueva figura, que desapareció de su vista conforme volvía al plano físico. En su lugar, se encontró con aquel extraño destello, y no dudó en indicarlo, aunque como siempre de una forma un tanto distante.

Ya que estaban solos, y nadie aparentemente les había dejado encargada mas tarea, pensó en curiosear, pero luego negó. Claro que cambió de opinión rápidamente al ver que ya algunos se precipitaban en tropel a observar.

¿Porque no?

Trotó con calma para acercarse mas, aunque siempre con un poco de cautela. Quería ver sin ser vista.

Cuando el cosmos de Soterio abandonó el lugar, Delenias aún seguía acostado en el suelo, disfrutando de la relajación, con los brazos detrás de la nuca.

Al oír a alguien levantarse, abrió los ojos para observar con curiosidad a los demás. No los conocía lo suficiente para interpretar sus gestos, así que encogió los hombros y se levantó lentamente, para observar aquello que atraía la atención de los demás.

¿Qué podrá ser? Percibo dos focos de cosmos...

Se pasó la mano por el pelo, como solía hacer cuando no entendía algo, y siguió a los demás en la dirección del foco de cosmos.

El Persa abrió los ojos y se encontró en cualquier otro lado. Se puso de pie, y estaba a punto de comentar algo cuando sintió la presencia de un cosmos descomunal. Al ver que sus compañeros se dirigían hacia la laguna, los siguió rápidamente.

"mmmm" murmuró Harjas para si mismo. " Cada vez entiendo menos... Si me vuelvo a cruzar a Soterio, tengo algunas preguntas para hacerle..."

Al abrir los ojos Haru comprobó que todos estaban volviendo en sí más o menos al mismo tiempo. También cayó en la cuenta de que ninguno de sus maestros se encontraban ahí. Sin embargo tuvo poco tiempo para analizarlo pues la chica señaló el lago que estaba ahí, un poco más abajo y ello lo llevó a fijarse en los cosmos que de allí provenían. ¿Que estaba ocurriendo allí? Ninguno tenía idea, la cara de desconcierto de todos lo evidenciaba, pero pronto lo averiguarían. Levantándose y yendo en pos de los  demás, el pequeñuelo se acercó al espejo de agua.

Llegando al círculo interior de árboles del lago, una onda expansiva sacude las ramas y arranca hojas, y los aprendices deben luchar mucho para siquiera conseguir mantenerse en pie.

En la orilla, un caballero con roja armadura se arrodilla al lado de un cuerpo. Pueden identificar rápidamente a Eleas como el cuerpo, su sangre manchando la arena a su alrededor. Cerca de ellos, al alcance de la mano del caballero de rojo, se encuentra una Caja de Pandora, el sagrado contenedor de las Armaduras de Atenea.
 

- Hahahahaha! Patético Santo, y a tí te llaman el más poderoso de los Santos de Plata? Poco eres para el poder de mi Amo, y su sangre imbuida en mí!

El hombre extiende su mano y toma, sin esfuerzo, la caja de Pandora. En su lateral puede verse un soberbio y regio barco.

Atraidos por la curiosidad y majestuosidad de aquellos poderosos Cosmos, el grupo se dirijio al lago, para encontrar lo que parecia restos de una batalla. Y a Eleas, su primer contacto con el Santuario, tirado en el suelo, rodeado de un charco de lo que seria seguramente su sangre. El contraste entre los cabellos del Caballero caido y el carmesi de la sangre, le parecio a Acacia algo lleno de admirable belleza. Por un segundo sonrio y en la perfeccion que aquella imagen le inspiraba, pero luego comprendio lo que significaba y sus ojos se dirijieron directamente a aquel otro Santo que colorada Armadura.

¿Estaban acaso bajo ataque? Si Eleas habia sido derrotado, desde ya ninguno de los jovenes presentes tendria alguna remota posibilidad. Pero no por eso escapar era una opcion. Ni siquiera la idea de avisar al Santuario era una excusa, ellos de seguro ya estarian al tanto. Aunque aun no fuesen Santos de Athena, desde el punto de vista de Acacia, no seria por ella, sino por respeto a Eleas.

Debes proteger a los dioses -resonaron en su cabeza las palabras de su Maestro, y el pequeño no pudo evitar rechinar los dientes en contra de aquel agresivo Cosmos.

Acacia intento comprender la escena mas alla de los que mostraba a simple vista. Aun en las afueras del Santuario, un ataque asi resultaba imposible. ¿Donde estaba Soterio? En todo caso el tendria que haber ayuda a Eleas.

La mente del pequeño de pelos turquesa trabajaba a mil hora y a su vez no le dejaban estar presentes. Las palabras de aquel hombre le habian llamado su atencion mas de la cuenta. ¿El mas poderoso de los Santos de Plata?.

Entonces, ellos no tendrian ninguna posibilidad.

Pensé que me encontraría algún combate de entrenamiento, en lugar de eso me encuentro con el asesino de Eleas, al que empezaba a considerar mi maestro en estas tierras

Aunque lo primero que se me pasa por la mente es vengarle no tardo ni un instante en reconocer que el ardiente cosmos de ese enemigo es totalmente superior al mio, así que aprieto los puños controlando mi furia y miro alrededor en busca de alguna señal de que han descubierto este ataque en el santuario. ¿como es que nadie ha ayudado a Eleas en el combate?

Se quedó un instante inmóvil. Sangre.

Las palabras del desconocido le llegaron como desde muy lejos, eran burlas. Simplemente no concibió perder más tiempo. Quizá aún vivía... Pese a todo, había llegado a tomar estima al hombre, había sido igual de amable con ella sin ningún reparo en su condición de fémina. En silencio, durante todos esos días estuvo agradecida para con él.

Me siento agradecida...con quien ha sido amable conmigo. ¡No puedo otra vez solo quedarme esperando!

Lanzó una mirada a quienes estaban cerca. Apremiante, susurro:

-No se queden ahí parados, ¡vayan a pedir ayuda!

Ni siquiera se permitio meditar sobre la imprudencia que estaba a punto de cometer. Lo único que tenía en mente era ganar tiempo y desviar la atencion del extraño agresor.

Retomó la carrera para acercarse a la zona dejando al resto atrás negando su propia inseguridad. Probablemente no daría la talla, nunca la daba. Pero tenía que hacer algo, y sería su mejor esfuerzo al menos. El aire empezó a enfriarse, ya era su firma característica entre sus compañeros cuando su cosmos se encendía de aquella forma impasible y elegante. Conforme se acercaba, su cosmos se adelantó ganandole en velocidad, mientras sus brazos se juntaban dejando las palmas practicamente posadas en la parte delantera de los hombros. No se concentró en herir, sino en generar frío, mas frío de lo que alguna vez podía haber producido directo a aquel de armadura carmín. (Onda Glaciar 30/15)

Congélate, fue el único pensamiento que cruzó su mente.

La reacción de Cefir me sorprende, luego me averguenzo de mi mismo, que clase de defensor de la justicia seré si me retiro ante el primer enemigo que encuentro

Sin pensarlo mas salgo corriendo tras ella concentrando mi cosmos que empieza a concentrarse en mi puño, cuando Cefir descarga su ataque salto sobre ella, todo mi poder concnetrado en mi puño derecho para descender como un rayo sobre ese asesino golpeando con todas mis fuerzas en el punto donde ha enfriado Cefir (Ataque del Dragón 30/15)

Shimi queda asombrado ante el dantesco espectáculo, habían asesinado a una buena persona y era un caballero, pero sería de Athenea?? o sería de otra deidad?
Shimi agarró a su hermano para protegerlo, pero de repente vió como la joven impetuosa con la que habia entrenado salto a la carrera para atacar al desconocido caballero, y tras ella iba Foon.

-Pero qué haceis insensatos, esto es trabajo de los caballeros, a nosotros nos supera....
Al ver que sus palabras no impediría que aquellos dos volviesen para evitar que haya más muertes apartó a su hermano Haru y le dijo -esperame aqui un momento.....

Seguidamente Shimi comenzó a correr incrementando su cosmos progresivamente y una vez cerca de aquel caballero los desgargó al igual que sus otros dos compañeros.

TORMENTA IGNEA!!!!! 30/15