Partida Rol por web

El Santuario. Una serie de estructuras consagradas a la Diosa Atenea, sobre un monte. Elevándose hacia los cielos, desde el muelle sobre el Mediterraneo hasta la cima más alta, donde brilla y observa el lugar una enorme estatua de la Diosa.

Bajo la estatua, una edificación amplia pero no sobrecargada en lujos hace de antesala al Templo Principal de Atenea. Un balcón allí se encuentra ocupado por una figura, un hombre de amplias vestiduras y un casco dorado. Una brisa desde el mar lo obliga a atrapar su manto a su alrededor.

- Hace 239 años, libramos una guerra. Atenea, dejada a cargo de la Tierra y los mortales por gracia y mandato de su padre Zeus, vió su autoridad desafiada por uno de los Tres Hermanos: Poseidón, Dios de las Profundidades.

Su voz era queda; tal vez se estaba contando esto a sí mismo, tal vez a las dos figuras que, con la cabeza gacha, esperaban tras de él. Pero allí abajo, en el pueblo, algún hombre también levantó la cabeza, escuchando las sabias palabras que traía el viento. 

- El Dios del Mar pensaba que podría usurpar el terreno de Zeus; pues nuestro mundo había sido dividido en dos: Zeus la tierra, Poseidón los mares, Hades el inframundo. Así, desató una cruenta guerra para imponer su voluntad fuera de las aguas.

- La Diosa Atenea convocó a sus guerreros. Jóvenes que rompían el suelo con sus pisadas, y el cielo con los puños. Armados con su fé y su resolución, el amor por la Diosa los llevó lejos. Pero no fue suficiente.

El anciano Patriarca deslizó la mano izquierda por su brazo derecho. Terribles heridas aún podían verse en él, cuando este tomaba un baño en la intimidad. Los guerreros de Poseidón fueron armados por su dios con Escamas, maravillosas armaduras de Orichalco. Los guerreros sagrados de Atenea caimos, uno por uno. 

- Hasta que por fin, el deseo de la Diosa y la maravillosa habilidad de los Artesanos de Mu, dieron nacimiento a las Armaduras Sagradas. Cada una, reflejo de una Constelación del Cielo. Orichalco, Gammanium, Polvo de Estrellas. Esas armaduras finalmente dieron la ventaja, y el triunfo, a Atenea.

- Hoy, algo se agita. Siento... que la Diosa se acerca a nosotros. Significa esto que otro gran peligro acecha a la tierra? Significa que una vez más, los Guerreros Sagrados de Atenea deberán enfrentarse al enemigo? Poseidón se encuentra encerrado en el lejano norte... sus huestes nos amenazarán una vez más?

Sacude la cabeza. Allí abajo, cubiertos por el manto de Eleas, siento unas cosmoenergías como hace más de 200 años no percibo. Puras, inocentes, sin entrenamiento y, al mismo tiempo... fuertes. Inagotables. 

Su vista, y sus otros sentidos, nuevamente se perdieron allá abajo, donde aquellos que podían percibirlo, sentían como el Viaje del Argos se debilitaba...

Los aprendices, movidos por su amor y deber al Santuario y su maestro Eleas, han recorrido un largo camino para alcanzar al ladrón Altieon y recuperar la Armadura Plateada de Argos de Navio! Ellos mismos han encontrado fabulosas armaduras de bronce que los ayudan en la batalla, pero se encuentran apenas a punto de sucumbir.

Con Altieon finalmente frente a ellos, y la barrera de Eleas a punto de disiparse, podrán aún lograr su cometido?

Fuerza, héroes de Atenea!

Hoy Presentamos: Choque de Cosmos! La Roja Armadura de Hydrus!

Harjas, Haru y Céfir llegaron a toda velocidad cuesta abajo hasta juntarse a sus compañeros. Se detienen sobre el pasto, a escasos metros de los Soldados restantes.

Altieon aparta a sus subordinados con sendos y violentos golpes. Ustedes... ustedes! Mocosos, hormigas bajo mi talón! No podrán impedir que cumpla mi misión en este lugar, este... santuario! Escupe al suelo con la última palabra. Eleas no pudo evitar que tomara su armadura, sigue mientras arroja con el pie la armadura hacia el muelle, y los soldados la rodean, y me llevaré conmigo sus cuerpos destrozados si es necesario!

Avanza un par de pasos. Una vez... una vez yo pertenecí a este lugar. Ya no soy el perro faldero de Atenea. Soy una fuerza imparable! Soy... Altieon! El Rojo Guerrero!

Su Cosmos estalla como un torrente imparable. Explota, Armadura de Hydrus!! Parálisis Venenosa!! (30/15 Paralizante)

Una gran bola de energía saltó de su puño, barriendo a los aprendices como un río tempestuoso...

El combate con Free había sido duro. Sin embargo, los tres habían sobrevivido y, aunque magullados, aún les quedaban energías para seguir luchando por Athena.

Haru corrió sin dilaciones hacia donde se encontraba su hermano. Durante unos instantes había sentido como su cosmos se apagaba, como la vida parecía abandonarlo. Sin embargo, la mano de la diosa había atravesado la barrera y le había devuelto parte de su fuerza. Ella velaba por sus soldados.

 La misión que el maestro Eleas les había encomendado aún no acababa, así que no hubo tiempo para reencuentros. Apenas una sonrisa de parte de la niña hacia su hermano mayor y su nombre pronunciado en un susurro. -Shimi- Luego, dio comienzo el verdadero combate. El traidor caballero no dudó en atacar, dispuesto a matarlos para escapar con la armadura de Eleas.

Haru no lo dudó. Ella debía poner su vida al servicio de sus amigos, al igual que como había hecho antes en el combate contra Free, no podía dejar que los demás fueran dañados. Su cosmos se elevó.

-¡Pared cósmica!- [30/10]

 la armadura cobró vida, respondiendo al llamado de la niña y una pared de metal y cosmos detuvo el poderoso ataque de su enemigo. Todos sus golpes fueron detenidos. Haru permanecía incólume, de pie.

-Altieon ¿has olvidado las enseñanzas de Athena? ¿Como puedes presentarte aquí y mostrarte orgulloso de haber renunciado a servirla? Pecas de orgullo rojo guerrero. Somos  hormigas, sí. Pero tenemos Fe, nos unge la Determinación. La mano de nuestra diosa nos protege, ella nos dará la fuerza para impedir que te lleves aquello que no te pertenece. ¡Renuncia ahora y te perdonaremos la vida!- Nuevamente la cosmoenergía que emanaba de la muviana se encendió, tiñiendo el cielo y el aire a su alrededor de un extraño fulgor rosado.

-Siente el poder de Athena, ¡prueba mis Cuerdas de Poder![35/15]-las cadenas, que instantes antes se habían interpuesto entre los caballeros de bronce y el guerrero de Hydrus se dispararon velozmente contra él. La armadura de Andrómeda supo interpretar a la perfección la técnica de Haru y potenciarla con gracia y sabiduría.

Céfir tomó aire, lentamente, y lo retuvo en sus pulmones. Semejantes palabras...semejantes modos...semejante ofensa para aquel recinto. Ella sabía controlarse perfectamente, aunque como caballero de la Diosa le molestara profundamente, y otro quizá entraría en cólera.

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-En momentos así, recuerda la razón de tu entrenamiento. No te encomendé el conocimiento de los santos de hielo solo por casualidad.

Lentamente, el agua a su alrededor se forraba de escarcha, como una fina y delicada telaraña. La nevaga arreciaba, y ella seguía metida en el agua, inmóvil, escuchando los susurros de su mentor.

Muchas veces, el enemigo te provocará. Buscarán tus sentimientos, para estrujarlos causandote dolor. Es por ello que estos deben quedar en plano secundario para ti frente a ellos.

Mas allá de un entrenamiento físico, aquella también era una prueba de resistencia mental. A drede aquel hombre se mostraba delante, en la orilla, bien abrigado y mirandole con fijeza. Mas de una vez estuvo por maldecirlo, teniendo ella una simple túnica blanca y estando en el agua con aquel clima. La luz de plata de la luna y la marcada palidéz extrema debido a la temperatura hacían parecer a aquella niña, por momentos, un espíritu blanco, un fantasma de ojos zafirinos.

-Todo lo que te rodea es parte de un macro cosmos, pero a la vez cada cosa forma su propio microcosmos. Te lo he enseñado varias veces. Tendrás que elevar tu cosmos, para que los otros microcosmos a tu alrededor te respeten. Si quieres que el frío se aparte de tu cuerpo, y que el agua no moje tu cuerpo, tendrás que sobreponerte a todo lo que estas sintiendo en este momento, y despertar la fuerza de tu espíritu, tu cosmos...

Las palabras se le antojaban confusas, pero a la par, sabias. Quizá solo era producto de una hipotermia de tantas que ya había tenido...

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Pero ahora entendía a la perfección que, gracias a esos entrenamientos, fue que desarrolló su control. Sentía que sin aquellas lecciones, que varias veces llegó a odiar, ahora estaba viva y luchando por una causa. Convertía el enfado en autoridad para hablar, y actuar. Sintió un cálido cosmos moverse decidido, y adivinó sin siquiera comprobarlo con la vista que Haru estaba entrando en acción.

Calma. No he de precipitarme si quiero ser de utilidad. Mi cosmos...te pido fuerza una vez mas.

Shimi tras levantarse miro hacia atrás con el esperanza de ver a su hermana aun con vida, y así fue....vio como ella corría hacia el, elegante y decidida vistiendo su nueva armadura de bronce, los ojos del muviano se humedecieron por las lagrimas, mientras pensaba que la verdadera batalla comenzaría ahora.

Escucho atento las palabras de aquel renegado del Santuario y vio que estaba poseído por la locura...pero advirtió una coso....estaba claro que trabajaba para alguien, pues se tomaba esto como una misión que debía cumplir...pero quie? Quien estaba detrás de todo esto?

Altieon!!! Eres un renegado del santuario, y como sabrás, las normas del santuario dicen que todo aquel que abandone el santuario por su propio pie debe ser eliminado , es por eso y ademas por tus crímenes por lo que tenemos que darte muerte....preparare.

Seguidamente un torrente de poderoso cosmos lleno de maldad se dirigía hacia el grupo, pero Haru se interpuso para sacrificaras por sus amigos, como ya lo había hecho en la era mitológica Andromeda antes que ella.

Nooooooo!! Haruuuuuuu detente!! Hermana!!!!

Nada pudo hacer Shimi para proteger a su hermana del ataque de Altieon, pero la cadena de Andromeera fuerte y resistente y narigudo el ataque.

En pie con actitud desafiante Foon Xao observa como Altieon aparta a los guardias desafiantes y un nuevo combate comienza. Sin su armadura y cubierto de heridas es plenamente consciente de que es el que se encuentra mas debil ahora mismo. Y cuando el guerrero rojo se lanza al ataque cierra los ojos buscando una vez mas la paz interior

"recuerda tus lecciones en los cinco picos, la meditación es el camino para la fuerza interior"

Oye lejanamente las palabras de Haru cuando se interpone en el ataque de Altieon, el grito de Shimi y su desafio al enemigo, todo son distracciones. Solo un momento antes vislumbro la voluntad celestial "he visto el cosmos, ahora he de buscar mi espiritu"

A escasos metros, la armadura del Dragón parece pulsar en armonia con el aprendiz caballero

Cuando finalmente Foon Xao abre los ojos hay cierta frustración en ellos, de nuevo se le escapa el poder de su espíritu, pero los caminos celestiales vuelven a resultar claro, observa a Altieon con nuevos ojos, estudiandolo de un modo en que no pudo cuando solo era un aprendiz

Sexto Sentido de Dragón

El cielo se ilumina, marcas brillantes de las constelaciones, y entre ellas destaca Libra, y un majestuoso Dragón Verde-Dorado que desciende desde los cielos hasta la tierra, entre aullidos y vendavales.

La percepción de Foon Xao se expande hasta abarcar todo a su alrededor, desde sus dedos hasta el césped, cada gota de rocío que cuelga del aire. Cada gota parece magnificarse ante su percepción, tocadas por su Cosmos que la convierten en una diminuta e increíble chispa dorada.

A su alrededor, todo arde. La furia de los Cielos desciende a la Tierra manifestada como una tormenta implacable.

Técnica Defensiva: Sexto Sentido: Voluntad Celestial 40/20, Especial: La Voluntad del Dragón inspira cada movimiento de y acción del Caballero del Dragón. Con el Sexto Sentido activo, si el Caballero queda en 0 (o menos) Cosmos ó Vida, debe realizar una tirada de Sexto Sentido inmediatamente. Si tiene éxito, vuelve a levantarse y suma 10 al atributo reducido.

Por fin, habían conseguido alcanzar a Altieon para poder recuperar la armadura. Pero antes tendrían que vencerlo en combate, una tarea nada fácil. La energía que despedía el soldado rojo no parecía haber disminuido desde su primer encuentro, y entonces ni el ataque combinado de todos ellos consiguió alcanzarle. 

Pero habían cambiado. Ahora eran caballeros de Atenea, y todos juntos conseguirían vencerle. El primero en recibir uno de los ataques del caballero fue Haru, quien pudo detenerlo sin problemas.

Así que esto consistirá en turnarnos para no recibir uno solo sus ataques. Delenias sonrió. La idea de enfrentarse todos contra él no le agradaba, aunque no hubiese otra opción. Pero de esta forma, sería un combate más igualado.

Si querían hacerle frente, tendrían que reunir todas sus fuerzas. Pensando en eso, rebuscó en su propio ser cualquier atisbo de energía, con el fin de utilizarlo en el combate, pero fue en vano. Esperaría al siguiente ataque para decidir qué hacer.