Partida Rol por web

SS Era Mitológica: La Guerra de Ares

A:S01E14 - El Filo que Destruye las Estrellas

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22/08/2011, 02:03
Elean de Tauro

- Sí, así es... hacia el Salón del Patriarca, dice Elean mientras saluda con la cabeza al Caballero de Cáncer, pasa a sulado y continúa.

El camino hacia arriba sigue implacable, cientos de escaleras de piedra. Un buen muchacho, Jhure de Cáncer... comenta en voz baja al grupo una vez están lejos de la cuarta casa, aunque a veces uno se pregunta si está bien de aquí arriba, sonríe mientras se señala su cabeza.

Avanzan hasta pasar por una abandonada Casa de Leo, y una Casa de Virgo a oscuras. Libra y Escorpio, tampoco parecen habitadas. A medida que avanzan por el camino hacia la cumbre, el aire se enfría y el paisaje es más triste, más solitario. El Santuario, en las alturas, parece vacío.

La Casa de Sagitario rompe esta tristeza, fuertemente iluminada con velas y antorchas; fuegos aromáticos en braseros que alegran el alma. Al menos una docena de criados saludan amablemente a Elean con la mano, y también a los chicos. Cruse de Sagitario, el Caballero Dorado más joven, el último en conseguir el rango. Nos espera arriba.

Capricornio está cerrada a cal y canto, la estatua de la Cabra Dorada que adorna su escalinata de entrada parece observarlos desafiantes. Elean la rodea por un camino que se revela cuando él concentra su Cosmos. 

La Casa de Acuario está iluminada, aunque vacía. Una amplia galería central los lleva de parte a parte, en el medio una fuente genera una gran aura helada que eriza los cabellos de todos.

Y finalmente, la Casa de Piscis. Justo antes del majestuoso templo de los Peces, un hombre fornido y anciano trabaja el campo. Dirige una mirada llena de pena a Elean, y de curiosidad a los muchachos.

 

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22/08/2011, 02:12
Alrischa de Piscis

- Eleas era uno de los buenos. De los mejores, diría.

El hombre es amable, pero mantiene la distancia. Con una azada en la mano acomoda la tierra, abonando y regando una pequeños brotes. El Patriarca se encuentra allí arriba. Si no fallo en leer su aura diría... que está ansioso. Y si no fallo en leer tu cara, diría que... esa ansiedad tiene que ver contigo. Con los pequeñuelos.

Los ojos se entrecierran al observar a los aprendices. Poderosos... llenos de potencial. Sería una lástima que se perdieran.

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22/08/2011, 23:17
Delenias

Delenias no entendió las sombrías palabras de Céfir, ya que no compartía esa visión. Así que se limitó a responder al comentario de Foon Xao.

-Sé que los fuertes tienen que proteger a los débiles, pero creo suponer que tenemos confianza suficiente como para preocuparnos los unos de los otros- Hablaba con entusiasmo, a la par que sonreía alegremente-. Sé que no soy tan fuerte como vosotros, aún no he podido despertar todo mi poder. Pero lo conseguiré, y en algún momento, llegará mi oportunidad de demostrar mi valía- Miró directamente a Céfir-. Me gustaría que no fuese necesario, pero dado el camino que hemos elegido seguir, llegará un día en que yo pueda protegerte a ti.

Dicho esto, se adelantó unos pasos para escuchar a Elean. Quería saber cómo era un caballero dorado, ya que no creía que todos fueran como el santo de Capricornio. Elean hablaba con amabilidad, lo que contrastaba con su apariencia. A pesar de que no debía pensar en un caballero de oro con esa confianza, supo que el gran hombre le caía bien.

Dejó de observarlo en cuanto llegaron a la primera casa, la de Aries, ya que el templo llamó su atención. Estaban yendo a ver al Patriarca, no sabía qué podría ocurrir, pero se sentía afortunado de poder contemplar las casas de los santos. 

Los templos se diferenciaban tanto como dos personas ajenas pueden, casi parecían ser el fiel reflejo de sus habitantes. Algunos estaban vacíos o cerrados, pero la construcción era de por sí impresionante.

Para su sorpresa, el caballero de Cáncer los recordaba de su paso por el Inframundo. No habían llegado por gusto, ya que Andrómaca les había guiado a través de la puerta. La sensación de estar en ese lugar era cuanto menos abrumadora. Sentían como si cargasen un gran peso sobre sus hombros, sin poder desprenderse de él. Pero lograron sobreponerse gracias al caballero. Después de salir de aquel lugar, la sensación desapareció por completo, y si no fuera por las palabras de Jhure, ni se le habría ocurrido pensar que podría afectarles más tarde. Asintió a las palabras de Foon Xao, para mostrar que pensaba igual, y añadió un simple agradecimiento.

-Gracias por la ayuda, no habríamos podido salir solos.

Llegaron a la última casa, por la que pasarían antes de llegar al Patriarca. Las palabras del caballero de Piscis le desconcertaron, siempre estaban hablando del poder, pero Delenias no se sentía poderoso. Apenas había acabado con sus primeros contrincantes, y los dos soldados de Altieon lograron vencerle. Estaría hablando de sus compañeros, o al menos eso pensaría hasta que lograse alcanzarlos.

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23/08/2011, 04:01
Harjas

Harjas se aproximó un poco al viejo de barba cana. No parecía un Caballero Dorado, ni por como estaba vestido, ni por lo que estaba haciendo, pero por sobre todo porque no tenía esa actitud altiva que tenían los Santos Dorados. Incluso Elean, cuyo espíritu sin duda despertaba bondad, tenía algo de arrogante, como de saberse más que el resto.

La verdad era que eran algo más que el resto.

"Disculpe" dijo Harjas respetuosamente, pero sin agachar la cabeza "pero ¿cómo es eso de las auras?... y ¿cómo percibe que tenemos potencial solo con mirarnos?"

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23/08/2011, 04:19
Alrischa de Piscis

- Oh... el hombre de cana barba no sonríe, pero tampoco es hostil. Cierto... son aún pequeños. Cada ser vivo, cada mota de polvo, tiene un Cosmos. Una fortaleza interior. Podría decirse que nuestra definición es nuestro Cosmos. Tú haces tu Cosmos, y tu Cosmos te hace a tí. Y el Cosmos de las personas destinadas a convertirse en importantes, aunque sea por un instante, resuenan en forma especial.

Guiña un ojo. Mucho te queda por aprender, y mucho seguramente aprenderás, Caballero de Atenea o no. El Sexto Sentido permite conocerte mejor a tí mismo, pero también conocer a los demás. Algunos, como Soterio, buscan la soledad de los Sentidos para focalizar su percepción del Sexto y los demás sentidos superiores. Otros, como yo, buscamos la soledad del cuerpo para entender mejor lo que sucede con nosotros mismos. Pero siempre, siempre, que conozcas el Cosmos de otra persona, podrás seguirlo y reconocerlo. Con el suficiente entrenamiento, claro.

Sus palabras descienden en un susurro, llevado por la brisa que baja de las habitaciones del Patriarca. Y yo conocí a Tiarra, Caballero del Pavo Real anterior. Su chispa... está escondida en tí. Ojalá puedas hacerla vibrar, estallar, como él lo hizo hasta el último instante.

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23/08/2011, 04:35
Harjas

Algo, no supo bien que, estalló en el interior del cuerpo de Harjas. Su piel se erizó y de repente, su vista se nubló porque una lágrima apareció en sus ojos. 

Nunca había reflexionado sobre el tema, pero era verdad. Los Caballeros eran distintas personas vistiendo siempre las mismas armaduras. Y alguien ya había utilizado la del Pavo Real. Cuando el persa cayó en la cuenta de eso, un escalofrío le recorrió la espalda. Todo estaba conectado, el cosmos lo unía todo. El cosmos... Soterio... Tiarra...

Harjas alzó la cabeza, con un torrente de emociones que apenas percibía y no llegaba a comprender. Miró al guardián de Piscis "Yo... señor... haré brillar esa chispa, lo juro. Honraré a Tiarra..."

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23/08/2011, 04:42
Céfir

-Teniendo en cuenta la soledad que busca, supongo que entonces le está molestando que estemos aqui -aunque podía interpretarse bien como un comentario insolentemente cortante, el tono neutro lo calificaba mas bien de indiferente. Quizá fuese el producto del cansancio y de estar dolorida, que no tenía ganas de dar mas vueltas y recorridos innecesarios. Despues de todo, les estaban yevando para, probablemente, increparles por lo que habían hecho. Aquella cortesía se le antojaba una mera distracción, quizá un intento por parte del caballero de Tauro de distraer su mente y darles algo de tiempo a que disfrutaran de sus últimos momentos en el santuario.

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23/08/2011, 15:42
Acacia Solo

El Santuario de Athena representaba la Esperanza en la Tierra. Aquello por lo que uno puede sentirse seguro y protejido e intentar vivir dia a dia los sueños que se tiene. Y como tal, a pesar de tener una deidad, esta custodiado por seres humanos, extraordinarios y capacitados, pero mortales humanos al fin y al cabo.

Las Doce Casas Zodiacales representando los Doce Signos Solares, no son mas que poderosas cascaras que esconden un poder infinito mucho mas puro que el de un dios. Un poder que solo los humanos poseen, porque los dioses no lo precisan. Un poder que solo los humanos son capaces de despertar y usar y llevar a paroximos inimaginables.

Cada uno de los Templos Solares representaba una persona con cualidades completamente diferentes a las del resto, pero a su vez, infinitamente necesarios. Sin los Doce, no se podria ser Uno. No podrian ser el Santuario de Athena.

Paso a paso Elean llevaba al grupo de aprendices a recorrer aquella maravilla universal, no solo en arquitectura sino en lo que el universo representaba y apostaba terrenalmente alli.

Desde que Acacia entranaba con su Maestro, habia hablado del poder de los dioses. A veces de Athena, otras de Poseidon. Se centraba mucho en estos dos. De tanto en tanto hablaba del dios del Inframundo, no podria dejar de mencionarlo. Pero del resto, ya hablaba mucho menos. Cuando se trataba de Poseidon hablaba con ciego orgullo a la vez de temor. Y cuando se referia a Athena y sus Santos, era algo mas calido y honorable, pero no menos rigido e incluso, hasta podia sonar triste.

En algunas ocaciones le habia impartido enseñanzas respecto a los Caballeros de Athena. Centrandose en los de Bronce principalmente, por una cuestion de cercania para con las posibilidades de Acacia. Claro estaba que menciono a los de Plata y su distintiva mision que cada uno podia llegar a realizar. Pero por sobre todo, su admiracion y devocion, se podia ver reflejada en los Santos de Oro. La Elite de Athena. La Caballeria de la Esperanza en la Tierra.

Habia explicado los cuatro Elementos que divide a los Signos Zodiacales, siendo estos Fuego, Tierra, Aire y Agua, en ese orden. Estando entonces las Casas dividias en lo que podria ser un nivel. Siendo cuatro elementos y doce signos, era claro que habrian tres niveles. El primero conformado por Aries, Tauro, Geminis y Cancer, los Signos Menores. El segundo grupo, Leo, Virgo, Libra y Escorpio, representaba los Signos Medianos. Y por ultimo, los Signos Mayores, serian Sagitario, Capricornio, Acuario y Piscis.

Estos grupos en ningun momento representaba diferencias de poder entre unos y otros. Sino que la diferencia se cernia en especial en los planos en los que representaba. Segun su Maestro, los del primer circulo se referian al cuerpo fisico del humano, incluyendo sus emociones. Los del segundo a la Mente. Y los ultimos al Espiritu, o como le gustaba mas decir, al Cosmos en si. Mas alla de que todo estuviera conformado de Cosmos. Los Signos Mayores del Zodiaco tenian una percepcion mas afinada del Cosmos, por llegar a una comunion espiritual mas profunda que el resto.

Por supuesto que cada Grupo, cada Elemento, cada Signo, se destacaba por su individualidad. Y eso es porque solo Aries era el Signo Menor de Fuego, como asi solo Virgo era el Signo Mediano de Tierra y Piscis el Signo Mayor de Agua. Y asi como los Signos Mayores tenian cierta facilidad para la concentracion con el Cosmos, lo mismo hacia los Signos de Agua en particular. Esto hacia que Piscis, por excelencia, se volviera el mas sensible de todos ellos. Esto hacia que la DecimoSegunda Casa Zodiacal fuera el Ultimo paso hacia la Deidad.

Desde que habian abandonado la Casa de Cancer, Acacia comenzo a recordar las enseñanzas de su Maestro. Estuvo absorto, hasta que un pertubador escalofrio le paso por la espalda al llegar a la Casa de Virgo. Se alegro de que no tuevieran que pasar mucho tiempo alli, y poder volver en silencio a las enseñanzas de su Maestro mientras admiraba el paisaje que los rodeaba y que poco a poco, como si la vida misma fuera, fuese subiendo y cambiando. Entre Casa y Casa el ambiente era modificado, el Cosmos que esta presente constantemente era distinto y contagiado por el Templo que seguia.

Llegaron a Escorpio. Y una sombria alegria recorrio el espiritu de Acacia. Ahora lo podia comprender mejor. De alguna manera, sentia que su todo encajaba mejor. Desde su infancia en el puerto, sus estudios y desarrollo del Cosmos siempre dirijido hacia el elemento acuatico, su Cloth de Cetus... Todo parecia tener sentido en el Santuario. A excepcion de... No todo el Elemento estaba en el Santuario. Recordo entonces a la Nayade, y Acacia sin mas ni menos. Mientras abandonaban el Templo del Escorpion, sin poder preveerlo, sin poder evitarlo, sus ojos se aguaron. Ni bien se dio cuenta de aquello, parpadeo y se paso la mano por el rostro para evitar que se dieran cuenta los demas. No supo entender que lo habia llevado a esa emocion. Pero lo que si entendio es que en el Santuario faltaba algo.

El recorrido continuo. Y con cada escalon subido, sentia como si se alejara mas y mas de la Tierra de los humanos. El cielo era distinto. El aire cambiaba. Incluso el se sentia distinto. Sagitario. El Fuego de la Creatividad y las Carreras de Emociones.

Capricornio. La Tierra de la Sabiduria y el Cuerpo Afilado de lo Estricto. No se sintio a gusto teniendo que recorrer de costado aquella Casa, pero tambien estuvo agradecido de no tener que ver a Sika.

Acuario. El Aire Helado del Corazon y la Imaginacion Fluida del Universo. Aquel Templo parecia estar al pie del Cosmos. Era como estar abandonando la Tierra por completo. Aquel helado ambiente era una despedida.

Y cuando aquella fria sensacion parecia quitar el aliento a Acacia, el aroma de las Rosas llego a el. Y era muy intenso. Estaban muy cerca. Le sorprendio que no las sintiera antes. Y supo que no era el lugar y el tiempo, pero a su vez aquel seria su lugar. Ni antes ni despues. El Aroma no parecia provenir del mismo sitio, y sin embargo era del Universo en si que de alguna manera lo contactaba.

El Frio correspondia a Acuario y solo Acuario. Y las Rosas. El Perfume. La Belleza. El Final. Eran solo de Piscis. Pero, ¿seria del Piscis de Aquella Epoca?.

Cada escalon que llevaba de Acuario a Pisis, parecia ir cambiando de un azul palido, a un gris a un azul oscuro, a un marron, a un escarlata profundo. Acacia creyo ver caer desde la distancia hacia ellos Petalos Rojos que los acompañaban en la subida. Si estaba atento, quizas se podria ver algun petalo negro. Y solo si asi algun Santo de Piscis lo permitia, los petalos blancos tambien darian la bienvenida a quien pasara por alli en alguna otra ocacion.

Al llegar a la Ultima Casa de Athena, un hombre, un viejo, estaba ocupado en el sitio con tareas mundanas. Acacia se sorprendio. Por un instante, incluso se desilusiono. Pero no. Afortunadamente su juicio no se nublo por las apariencias. Aquel hombre. Aquel ser. ¿Podia ser catalogado como hombre?. En muchos sentidos parecia alejado de la humanidad, empero alejado de la divinidad tambien. Parecia no corresponder a aquel tiempo y espacio. Era como estar en presencia de una exotica y olvidada flor. Y aun asi, sintio en carne propia aquel honor y aquella tristeza que su Maestro sentia al hablar de los Santos de Oro.

Acacia lo observaba en silencio. Se sentia inundado por el aroma. Feliz e intimidado. Contento y temeroso. Alegre y nervioso. No sabia si aquello era la realidad o un mero sueño. Aquel hombre parado enfrente de ellos, y la Casa de los Peces a sus espaldas, era como estar en presencia del Universo en si. Entonces, ese hombre, hablo. Acacia se sacudio. Por un instante no recordo lo que las palabras eran. Y mucho menos creyo que ese ser pudiera hablarle. Y el entenderle.

¿Potencial? Si, seguro todos lo tenemos. De lo que no estuvo seguro o no quizo hacerlo, fue de la ultima frase de Alrischa.

Y una vez mas Harjas hablo. Acacia no entendia, no sabia como lo hacia. Sus palabras salian de su boca y era conciente de eso, porque llegaban a el tambien. Sin embargo, escuchar a ese hombre era como escuchar al propio Cosmos. Hablaba porte y serenidad, a la vez de distancia. Y a pesar de su apariencia mortal y entrada en años, se podia sentir el poder y la experiencia emanar como el mismo perfume de las rosas que abundaba en el sitio.

Alrischa hablo del anterior Santo del Pavo Real. Harjas, en teoria, seria el actual. Y el anterior... aquello hablaba mucho de el. Ese hombre habia conocido ya dos generaciones del Pavo Real. Y Acacia recordo la Rosa en el Jardin del Invierno. ¿Seria el mismo Santo?

Las Rosas que decoraban la estancia eran absurdamente hermosas y fuertes y parecian indestructibles, como contando cada una con su propio Cosmos. Acacia dio un paso al frente, con la cabeza gacha. Y armandose de coraje, el muchacho le pregunto: -Ud es el Guardian de esta Casa, ¿verdad?. Sin lugar a dudas es la mas hermosa de todas.

Notas de juego

Si esta muy largo, lo puedo acortar Master.

Editado, para que quede "mejor (menos)" entendible ;)

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23/08/2011, 19:16
Haru

Haru iba recorriendo el camino de las doce casas en silencio.

A primera vista parecía que iba meditando acerca de lo que el caballero de Tauro les decía, pero en realidad ella repasaba en su cabeza los acontecimientos de las últimas horas.

Había hecho una amiga y había perdido a su nuevo maestro. Había llorado a su hermano, al que creía muerto y luego lo había visto "renacer" portando la armadura de lince. Además, todas las creencias de que las mujeres no eran dignas de vestir una cloth parecían desmoronarse. Ella y Céfir habían tenido el honor de demostrar que sí podían ser Santas de Athena.

Eran muchas cosas las que debía asimilar aún. Pero sobre todo, deseaba más que nada, poder conversar con Shimi a solas de todo lo ocurrido. Sin embargo, parecía que ello tendría que seguir esperando hasta que llegaran a la cima del Santuario ya que el Patriarca quería conocerlos.

¿Qué pasará ahora? ¿Me dejará continuar aquí si sabe que soy mujer?

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23/08/2011, 20:28
Director

"Y cuando aquella fria sensacion parecia quitar el aliento a Acacia, el aroma de las Rosas llego a el. Y era muy intenso. Estaban muy cerca. Le sorprendio que no las sintiera antes. Y supo que no era el lugar. Aquel era el lugar. Ni antes ni despues. El Frio correspondia a Acuario y solo Acuario. Y las Rosas. El Perfume. La Belleza. El Final. Eran solo de Piscis.

Cada escalon que llevaba de Acuario a Pisis, parecia ir cambiando de un azul palido, a un gris a un azul oscuro, a un marron, a un escarlata profundo. Petalos Rojos acompañaban la subida. Si se estaba atento, quizas se podria ver algun petalo negro. Y solo si asi el Santo de Piscis lo permitia, los petalos blancos tambien darian la bienvenida a quien pasara por alli."

Oso, NO hay jardín de rosas en Piscis, no aún... tal vez podés editarlo como algo metafórico, o algo vislumbrado del futuro, pero justamente Alrischa está sembrando las primeras Rosas Reales.

Notas de juego

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23/08/2011, 20:36
Acacia Solo
Sólo para el director

Notas de juego

Entiendo. De todos modos no me refiero al Jardin de Rosas. Sino a la Casa de Piscis y en particular al Santo Dorado. Pero vere si le puedo dar un tinte menos "realista" para no confundir al resto.

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24/08/2011, 00:21
Shimi

Shimi notó inquietud en el cosmos de su hermana y su puso a su altura, y sin mediar palabra le puso la mano en el hombro a modo de apoyo y confianza, incluso transmitiendo parte del calor de su cosmos. Estaba alegre por haber conseguido salir con vida de aquella emocionante y arriesgada aventura y sobretodo de que por fin los dos hermanos eran ya caballeros sagrados de Atenea.

Una sonrisa dibujaba el rostro de Shimi mientras llegaban al templo del patriarca

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24/08/2011, 17:40
Alrischa de Piscis

El Santo de los Peces sonrió a Céfir. La soledad no es solamente estar lejos de las personas. Tú misma estás a kilómetros de ellos, dice señalando a los demás. De entre su túnica extrae una pequeña flor, violeta, de pequeños y delicados pétalos, y se la entrega.

- Gracias, responde a Acacia. Y lo será aún mejor cuando termine mi jardín. Será una visión gloriosa.

 

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24/08/2011, 17:44
Elean de Tauro

Elean los impulsa a continuar, agradeciendo a Alrischa con la cabeza pero urgiendo a los niños a avanzar hacia las habitaciones del Patriarca.

Una vez allí, todos se maravillan de la enorme y trabajada puerta principal. Sin embargo, Elean les indica una modesta puerta lateral, de madera pulida pero sin adornos, y los hace pasar a una pequeña sala. Allí, dos sirvientes portan grandes cuencos con agua tibia y gruesas toallas.

- Lávense, pronto los presentaré al Patriarca, dice Elean mientras desaparece por otra puerta, dejándolos solo con los sirvientes. Uno de estos saca de un arcón túnicas simples, como aquellas que les entregaran en el primer día del Santuario; pero al menos están limpias y enteras.

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24/08/2011, 17:50
Foon Xao

"hay tantas formas de intentar entender el cosmos como hombres" incluso el engreido caballero de capricornio profundiza en el cosmos a su manera, la soledad de sentidos o del cuerpo son solo dos maneras

Sigo la ascensión de las doce casas abstraido en estos pensamientos, pero cuando Elean nos dice que nos lavemos me sonrojo al darme cuenta del estado lamentable en que vengo, totalmente inadecuado para presentarme ante el patriarca

Rapidamente me hago con una de las toallas y empiezo a lavarme frotando con fuerza, al ver que Elean sale de la habitación pregunto a los demás

-el patriarca en persona ¿como será? ¿se le notara que tiene mas de 200 años?-

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24/08/2011, 21:10
Delenias

Delenias se limpió la sangre seca con el agua, aliviado de poder quitarse la mugre. De las heridas aún seguía manando, pero no parecía ser nada serio.

No sabía la respuesta a la pregunta de Foon Xao, y realmente no quería hacerse una imagen del Patriarca, ya que sabía por experiencia que en ocasiones podía traer desilusiones.

-No sé qué edad tendrán los demás caballeros, pero Alrischa tiene la apariencia de una persona mayor. Puede que sea por elección propia, quién sabe.

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25/08/2011, 00:46
Céfir

Céfir tomó la florecilla, examinandola como si intentara entender el significado de aquel gesto. Admitió mentalmente que tenía razón, no solo la ausencia física de personas es de lo que trataba el aislamiento. Ella misma sabía lo que su maestro le había inculcado: Para aislar la mente y descender sin morir la temperatura corporal, no importa si se esta siendo observado o en completa intimidad. Esta variante debía ser completamente indiferente.

Se rezagó un poco a propósito para, con disimulo, husmear el aroma de la flor mientras andaban. Al igual que antes, esa clase de regalos de la naturaleza eran poco frecuentes de ver para ella, y siempre atraían su atención.

Cuando llegaron a aquella instancia previa al regente del santuario, no dijo nada como era de esperar. De forma diligente aseó la piel de los brazos, cara, piernas, y tomó la tunica. Dirigió una mirada un tanto perforante a los allí presentes durante un instante, mordió levemente el tallo de la flor recibida, y se limitó a pasar los brazos por encima de los hombros de la túnica. Acto seguido atraveso un brazo en la parte baja del pecho mientras se giraba hacia la pared, dandoles la espalda. Bajó algo mas la tela, hasta la cintura, y colocó por encima la túnica nueva y de tacto agradable. Hizo que descendiera por encima de la anterior hasta donde debía, y desechó la andrajosa prenda anterior quitandosela del todo luego de que la otra cubrió correctamente donde debía.

Echó hacia atras de nuevo el largo cabello y sus pasos resonaron saliendo del lugar. Afuera, se apoyó en el marco de la puerta, esperando. No podía hacer distinción para con Haru ahora mismo, pero esperaba que al menos su formas de proceder le sirviera de ejemplo para que, de forma mas disimulada, hiciera lo propio para evitar una situación cuanto menos, incómoda.

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25/08/2011, 16:43
Acacia Solo

Con el gesto que tuvo Alrischa para con Cefir, Acacia se sentia extrañamente celoso. No es que le hubiese gustado que le dieran una flor, pero de alguna manera no comprendia el porque de aquel acto.

Luego de pasar por la Casa de Piscis, Acacia sentia como si abandora un sitio en el cual podia sentirse a gusto. Pero a su vez, la proxima reunion con el Patriarca del Santuario, logro que los nervios reemplazaran aquella sensacion.

Al llegar, el grupo tuvo que cambiarse de ropajes, y asearse un poco. A lo que Acacia agradecia, asi por lo menos en apariencia podrian lucir algo mas hermosos frente a los rigurosos ojos de la maxima autoridad del sitio.

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25/08/2011, 23:49
Harjas

En silencio, Harjas se bañó y se cambió las ropas. Se sintió mucho más a gusto luego, pero entonces el dolor que la adrenalina del momento había filtrado se hizo presente. Sumado también a un gran cansancio, producto de la actividad física y espiritual extrema. 

Dio unos pasos hacia adelante y hacia atrás en el salón, mientras esperaba a sus compañeros y amigos. Estiró los brazos y crujió sus huesos. Luego, se fue a un rincón oscuro y se sentó cruzando las piernas. Relajó su espalda y bajó los brazos. Sin notarlo, unió el dedo medio con el pulgar y dejó sus palmas hacia arriba. 

Cerró los ojos. 

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26/08/2011, 19:59
Haru

Haru tomó un cuenco y una toalla un tanto abochornada. Estaban todos allí en el mismo recinto y se les pedía que se asearan y se cambiaran de ropas. Si bien aún sus formas femeninas no se dejaban notar, la chica sentía vergüenza de exponerse ante otros chicos; incluso ya bañarse delante de Shimi le incomodaba, ni qué decir delante de los otros que, a pesar de haber luchado a su lado, seguían siendo apenas compañeros de entrenamiento.

Llevó el cuenco a un lado y con lentitud comenzó a limpiar la piel de sus brazos y su rostro. Tal vez, si se rezagaba lo suficiente, consiguiera algo de intimidad.

Con disimulo, observó lo que hacía Céfir. Ella, a pesar de que se encontraba aún más expuesta que la muviana, pues era por todos conocido que se trataba de una mujer, se aseó con soltura y con naturalidad se las arregló para cambiar sus ropajes sin exponerse en ningún momento. Haru tomó nota mental de cómo lo había hecho la chica, y disimulando hizo casi exactamente lo mismo. Luego, devolvió las cosas a su lugar y se acercó a su hermano para estar junto a él cuando vieran al Patriarca por primera vez.