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SS Era Mitológica: La Guerra de Ares

B:S01-Gaiden: Simino

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05/09/2011, 20:55
Director

El viento sopla bajando de las lejanas montañas al norte, sobre el camino que lleva a la pequeña Simino.

A lo lejos, era simplemente una población humilde. Un puñado de casas ordenadas, los corrales de animales cuidados y la gente alegre disfrutando de la mañana. Dos figuras caminan animadamente aún bajo el peso de las grandes y decoradas cajas que llevan en las espaldas, hasta llegar a una colina que domina la vista.

Hoy Presentamos: Saint Seiya Gaiden: Simino!

El Plácido Cosmos de Boyero!

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05/09/2011, 20:59
Director

Un frondoso árbol brinda su sombra a Lucio y Orrin mientras estos observan el paisaje a sus pies. 

Dejan en el suelo las Cajas de Pandora durante un momento, recobrando el aliento; durante muchos días han viajado desde el Santuario para llegar hasta aquí.

Ambos han crecido, y no solo de cuerpo, desde aquel momento dos años atrás cuando llegaron al Santuario y enfrentaron a Altieon. Dos años de arduo entrenamiento con Elean de Tauro, un Santo paciente y cuidadoso pero estricto, determinado a extraer la última gota de esfuerzo de cada uno de los aprendices.

Y luego, tan solo una semana atrás, el Patriarca descendió hasta sus tiendas, acompañado de sirvientes con sus armaduras. Las entregó, recordando la importancia de no recurrir a ellas excepto cuando fuera necesario. Cajas de Pandora: los dones más preciados y los peligros más terribles residían en ellas.

También les contó de la maravilla que guardaban. El Santo del Escultor, Yaten, había vuelto a Jamir para abocarse en la tarea de devolverles su esplendor. La sangre del Caballero de Plata las había llevado a el estado más puro posible, fuertes como recién forjadas por al Diosa. Y aunque nadie aún había tenido ocasión de portarlas, ahora eran suyas.

Un Cosmos plácido pero extenso se desparrama por las colinas que bordean el lugar. Lucio no lo duda, señala allí arriba una pequeña mancha blanca: un rebaño de ovejas. El Cosmos está allí, y ahora que puede percibirlo está seguro de que se trata de Arthas, su maestro.

Si apuran el paso, podrán llegar a él antes del mediodía.

Notas de juego

Todo suyo...

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06/09/2011, 13:19
Lucio

Aún cuando sus piernas pedían un descanso, Lucio no quería parar, y si lo hacía, lo hacía para no fastidiar de más a Orrin. Es que había desandado el camino hecho hacía ya dos años, que parecían muchos más. Era otra persona, más fuerte físicamente pero también más madura. De ser un simple pastor se había convertido en un Santo de Atenea, y se había enfrentado a la muerte más de una vez.

-Odio decir esto -le comentó a su amigo en un momento-, pero casi estoy deseando que se presenten problemas para poder ponerme la armadura. Es cierto que en toda mi vida solo la tuve puesta unos pocos minutos, pero siento que mi cuerpo la extraña, como si recordara su calor. Y ahora, tenerla reparada pero en esta caja en mi espalda y sin poder usarla... Seguro que Yaten ha hecho un magnífico trabajo. Además quería mostrársela a Arthas, mi maestro, y a Filippo, mi padre. Espero poder presentarte a ambos.

En alguna ocasión se cruzaron con personas que Lucio reconocía, pero ellas no parecían recordarlo. Se preguntaba si su padre y maestro lo reconocerían.

Como una cálida brisa, Lucio sintió un cosmo plácido y bondadoso, desparramado por toda la zona. Lucio conocía del cosmos mucho más que hacía dos años, y no tuvo dudas de que allí estaba su maestro, guiando, como siempre, a las ovejas. ¿Habría encontrado Arthas a un nuevo aprendiz? ¿Qué nuevas cosas podría enseñarle ahora?

-Vamos, Orrin. ¿Lo sientes? Ese es el cosmos de mi maestro. Apurémonos, no veo la hora de llegar allá para que puedas conocerlo.

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06/09/2011, 14:22
Orrin

La Caja de Pandora con la Armadura pesaba más de lo que se había imaginado en un primer momento pero la satisfacción de tenerla conmigo hacía mucho más llevadera esa carga.

Llevamos varias semanas andando cuando por fín llegamos a las cercanías de Simino.

- Tranquilo Lucio, ya tendremos tiempo de usarlas. - digo poniendo la mano en su hombro. Aunque no puedas ponertela siempre puedes enseñarsela sin sacarla de la caja.

De repente algo llama mi atención. ¿Ese Cosmos?

- Lucio, ¿dices que ese Cosmos es de tu Maestro? Démonos prisa. No perdamos más tiempo. - digo mientras cojo la Caja de Pandora que lleva la Armadura del Dragón y dirijo mis pasos hacia el origen de ese Cosmos. Tanto hablar de él por el camino ya tengo ganas de conocer a tu Maestro.

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10/09/2011, 13:36
Director

Bajo el ardiente sol los dos muchachos corrieron y saltaron, veloces como conejos entre la hierba, primero bajando por el valle pero luego subiendo las frondosas colinas.

En un momento Lucio levanta la mano, en señal de alto. Se detienen, para seguir lentamente y con cuidado. Un amplio prado se extiende más allá, con multitud de ovejas. De detrás de una roca que sobresale del terreno, como un dedo gigante apuntando al sol, se deja oir una melodía .

Lucio sonríe: es la flauta de Arthas.

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10/09/2011, 13:39
Arthas

El sonido se detiene. El gigantesco Cosmos parece menguar levemente ante el silencio, pero aún así se mantiene. Sobre la colina, sobre las ovejas pastando en la mañana.

- Y bien, Lucio... todo este camino para quedarte a mis espaldas? dice Arthas desde detrás de su roca, con voz jocosa.

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11/09/2011, 00:06
Lucio

Lucio estalla en alegría al escuchar nuevamente, luego de dos años, la voz de su maestro.

-¡Es él! -dijo sonriendo a Orrin-. Vamos.

Lucio se acercó a toda velocidad hasta la roca y cuando estuvo a pocos metros de ella la saltó, quedando de espaldas a su maestro. Levantó entonces un brazo y se señaló con un pulgar la caja que cargaba. Recién allí dio la vuelta, feliz de poder ver nuevamente el rostro de quien fuera su guía durante tantos años.

-Arthas, cuánto me alegra verte. Cumplí, he vuelto como santo de Atenea -le dijo estrechándole con fuerza la mano-. Te presento a mi armadura, el armadura de Ave del Paraíso. Era verdad lo que me habías dicho, ahora entendí eso de que nos reconoceríamos el uno al otro.

Entonces Lucio recordó a su amigo y giró la cabeza para encontrarlo. Cuando lo localizó dijo:

-Y él es Orrin, santo del Dragón. Un amigo en quien pondría en sus manos mi vida.

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11/09/2011, 00:18
Lucio

Estebs, querés interactuar con Arthas o preferís que después que Orrin se presente siga yo, así te ahorro trabajo?
Puedo contarle un poco de mis años en el Santuario y pasar a las preguntas que le quería hacer.

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11/09/2011, 00:19
Orrin

Por fin llegamos hasta Arthas, Maestro de Lucio.

Al llegar dejo hablar a Lucio y cuando me presenta hago una inclinación y saludo. Es un Honor conocerle. Lucio me ha hablado mucho de usted durante los 2 años que llevamos siendo amigos. - dicho esto simplemente espero a ver como se desarrollan los acontecimientos venideros.

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11/09/2011, 04:58
Director

Notas de juego

Seguí vos, no hay problema ;)

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11/09/2011, 13:26
Lucio

Una vez hechas las presentaciones iban pasando los minutos, quizás las horas, mientras Lucio contaba a Arthas todo lo ocurrido desde su separación, dos años atrás. Primero le habló de sus experiencias durante el viaje al Santuario, lo raro que le había parecido el mundo con esa gente tan distinta a la de Simino y con costumbres tan variadas. Luego le habló de la llegada al Santuario y del comienzo del entrenamiento, a cargo de Eleas. Se ensombreció al hablar de su otro maestro, ya extinto, pero no se detuvo y siguió el relato, hablando del día en que Altieon El Rojo quiso robar la armadura de plata. Puso mucho detalle en su historia. Ese había sido el día más importante de su vida, el día en que se había hecho caballero de la diosa. No escatimó en elogios a Orrin, pero también habló de los otros cinco aprendices que se habían quedado en el Santuario. Al terminar su historia se hizo un silencio que duró unos minutos. Orrin y Lucio recordaban todos los eventos pasados y Arthas los imaginaba, o quizás incluso revivía experiencias vividas por él mismo. Fue Lucio quien rompió el silencio.

-Arthas, hay algo que quiero preguntarte desde hace dos años, desde el día en que me enteré que mi maestro en el Santuario, Eleas, era un Santo de Plata. Durante todo el tiempo que duró el entrenamiento hasta su muerte, ninguno de nosotros supo que era un santo. ¿Eres tú también un Santo, acaso?

Finalmente, luego de años de espera hizo la pregunta que lo inquietaba, y mientras la formulaba había escrito con una rama unos símbolos arcanos en la tierra.

-Estos símbolos estaban en la cueve en la que estaba Hibernum, ese ciervo del que te hablé. No me dijo qué significaban y yo nunca había visto nada parecido, aunque algunos me parecían remotamente familiares. Por algún motivo en estos dos años no pregunté por su significado en el Santuario, sino que esperé para volver a verte. Te ruego me lo expliques, si es que aún me aceptas como tu alumno.

Notas de juego

Y sí, tirar 2 preguntas juntas no es lo ideal, pero bue, todo sea por agilizar y que esto no se haga tan largo :)

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12/09/2011, 15:40
Arthas

El antiguo maestro de Lucio observó los símbolos, levantó la vista, y sonrió. Jum. Sí... hay algo que tengo que mostrarles.

Acto seguido se levantó, tomó su cayado, y caminó rápidamente. Vamos! No se queden atrás! dijo mientras las animaba con la mano.

Los guió colina abajo, hasta una pared rocosa. Lucio la recordaba bien, allí había entrenado muchas veces. Arthas entonces se dirigió a un costado de la pared, donde los arbustos escondían una abertura. Tomó una antorcha escondida, la encendió, y les invitó a pasar.

- Una vez, cuando eras pequeño, te aventuraste por aquí a oscuras. Nunca pensé que habías logrado atisbar algo...

El pasadizo era estrecho en la boca, pero luego sus paredes se curvaban formando una amplia caverna. Tallas en la piedra tenían la forma de los símbolos que Lucio hubiera visto en el Santuario.

Y en el centro de la caverna, sobre una manta de lana, una Pandora Box:

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13/09/2011, 07:28
Lucio

Lucio había pensado muchas veces en la posibilidad de que su maestro fuera un santo y nunca se lo hubiera contado. Esa idea lo amargaba, como si fuera una muestra de que Arthas no confiaba en él. Sin embargo la sorpresa de ver la caja allí, más la alegría de haberlo visto luego de dos años, fueron más fuertes que el resentimiento.

-¡Boyero, el Pastor!

Mientras miraba las incripciones en la cueva pensaba que, si bien ya ambos eran caballeros del mismo rango, Arthas sería siempre su maestro, Lucio no se encontraba ni cerca de igualar su sabiduría.

-¿Por qué, Arthas? ¿Por qué nunca me lo dijiste? ¿Es que no confiabas en mi? ¿Y qué es lo que haces aquí, tan lejos del Santuario?

Luego de escuchar las palabras de su maestro se acercó a las paredes.

-¿Qué significan estos símbolos? ¿Qué es este lugar?

Además quería preguntar a Arthas qué sabía sobre el santo de Géminis, ese santo tan misterioso. Muchas dudas más tenía Lucio, pero no quería demorarse demasiado. Quería poder pasar a saludar a su padre Filippo antes de regresar al Santuario.

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13/09/2011, 12:26
Orrin

Seguimos a Arthas hasta una cueva y entramos en ella. Para nuestro asombro en la cueva están grabados los mismos símbolos que ya vimos con anterioridad y en el centro de la cueva había algo más. Al acercarme observamos que es ¡UNA CAJA DE PANDORA!

- Espera un momento. Arthas, ¿esta armadura es suya? - digo señalando la Caja de Pandora. Entonces eso quiere decir que usted es un Caballero de Atenea. ¿Que hace tan lejos del Santuario?

Tras un instante de reflexión una duda me asalta.

- ¿Sabe si todos nuestros Maestros de antes de llegar al Santuario son Caballeros de Atenea?

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14/09/2011, 19:24
Arthas

El antiguo maestro de Lucio sacudió la cabeza, casi sonriendo. No, esa armadura no es mía. Yo soy simplemente el custodio de la Armadura de Boyero, que no pudo separarse de este lugar para ser llevada al Santuario. Esperaba, Lucio, que tú fueras el la reclamara... pero veo que otra armadura te ha pedido para sí, completó señalando el Box de Ave del Paraiso.

- Este lugar... es un santuario también. Estos símbolos son el antiguo lenguaje de los Elementales. Nadie puede entenderlos, pero se dice que tienen poder sobre todas las cosas. Sobre el mundo, un poder como el de los Dioses. 

Apoyó una mano en el hombro de Orrin. Dudo que aquellos encargados de encontrar a la nueva sangre del Santuario sean Caballeros, al menos una parte importante de ellos son hombres como yo: entrenados en el Santuario, pero que no hemos sido merecedores de una armadura. No conozco a tu maestro, joven Dragón. Cual era su nombre?

Notas de juego

:P

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15/09/2011, 08:15
Lucio

-Imposible.

Lucio no podía creer lo que escuchaba. ¿Su maestro Arthas, esa fuente inagotable de sabiduría, no había sido merecedor de una armadura y él sí? Eso era algo que no entraba en su cabeza.

-Pero maestro... -comenzó a decir, pero se calló. Sabía que no había nada que él pudiera hacer al respecto, y por algún motivo las cosas habían resultado así, de modo que asintió con la cabeza y guardó silencio unos instantes-.

Entonces el maestro le preguntó a Orrin el nombre de su maestro. Luego de escuchar la respuesta, Lucio no pudo contenerse, había algo que quería.

-Arthas, he vuelto con mi amigo Orrin porque prometí que volvería, quería que me vieras como un caballero de Atenea, pues todo esto te lo debo a tí. Pero pronto volveré al Santuario y no sé si podré volver. ¿Podrías compartir tu sabiduría una vez más, con Orrin y conmigo, quizás por última vez? Pero antes por favor,cuéntame sobre el santo de Géminis. ¿Sabes algo de él? Me has hablado mucho sobre el anterior, pero al parecer éste es un misterio.

Lucio se giró y guiñó un ojo a Orrin.

-Ya verás por qué estimo tanto a Arthas. Y luego, antes de regresar al Santuario, te presentaré a mi padre.

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15/09/2011, 09:10
Orrin

- Entonces si esta Armadura no es suya y no tiene dueño debería estar en el Santuario. No comprendo como es posible que no haya posido ser sacada de este lugar. A no ser que la Armadura esté esperando a que el Elegido venga a ella en cuyo caso lo más lógico es que fuera un alumno suyo. - digo mientras voy diciendo todo lo que se amontona en mi cerebro y que me pide a gritos salir.

- Así que estos Símbolos son el Antiguo Lenguaje de los Elementales... Curioso. Tendré que informarme más sobre ellos. - hago un alto para añadir. Cada vez me llama más la atención.

- El nombre de mi Maestro es Xylon. - digo respondiendo a la pregunta sobre el nombre de mi Maestro. ¿Lo conoce?

Escucho la nueva pregunta que Lucio le formula a su Maestro y espero su respuesta aunque realmente ese santo en concreto no me interesa en demasía. Mas tarde quizás le pregunte por el santo de Libra.

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19/09/2011, 15:31
Arthas

- Xylon... Arthas considera el nombre. Lamento decir que no, no lo conozco. 

Su mano se desliza sobre la Box de Boyero. No puedo dar más respuestas, Lucio. Conozco las antiguas historias; me entrené escuchándolas por años en el Santuario. Pero no todos los que entrenan consiguen una Armadura. Por qué? No lo sé. 

El Cosmos de Arthas se expande; de repente... hay una onda furiosa en él. Ambos pueden sentir la frustración en el maestro de Lucio, la fuerza... Dicen que no todos están destinados a portar una armadura. Me dijeron que mi destino sería otro... y volví. A servir lealmente al Santuario, buscando nuevos aprendices para entrenar, y enviar allí. Como tú, Lucio. Y también a guardar a Boyero.

- Los antiguos restos de las fuerzas elementales habitan nuestro mundo. Dicen que algunos restos son tan poderosos como los Caballeros Dorados mismos! Nadie del Santuario ha podido remover esta Box de la cueva. La cueva misma la protege. Con qué fin? No lo conozco.

Su voz ya es un susurro en la oscura cueva. Este lugar resuma poder. Un poder antiguo. Es un gran lugar para reponer energías. Debo volver a reunir el rebaño, pero probablemente sea bueno para ustedes quedarse aquí y experimentarlo.

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20/09/2011, 06:55
Lucio

La charla había transitado por lugares que Lucio no había previsto. Ni se le había cruzado por la cabeza que a alguien del poder y de la sabiduría de Arthas se le pudiera negar una armadura. Eso evidentemente también mortificaba a su maestro, pues pasados años de conocerlo era la primera vez que sentía furia en su cosmos, precisamente la primera vez que le hablaba de ello.

Lucio se apenó por su maestro, y a la vez aumentó aún más su reconocimiento hacia él, pues veía como a pesar de habérsele negado el honor de portar una armadura sagrada, Arthas continuaba dedicando su lealtad y su vida al Santuario. Cuando éste salió a reunir el rebaño, Lucio se quedó unos segundos con los puños bien apretados, lamentándose con impotencia por no poder ayudar a su maestro. Finalmente miró a Orrin.

-Amigo, si Arthas dice que sería bueno para nosotros quedarnos aquí, deberíamos hacerlo. ¿Recuerdas a los diversos espíritus que conocimos hace ya dos años, una vez que conseguimos derrotar a la Náyade? ¿Recuerdas el poder y la sabiduría que emanaban? Intentemos experimentarlo, si hay algo de ese poder aquí.

Lucio se acostó en el suelo de la caverna, su cabeza hacia arriba con las manos en la nuca y sus ojos cerrados. Posiblemente en el Santuario lo habrían regañado por meditar en esa posición, pero en Simino siempre lo hacía así, era la posición que más cómoda le resultaba. Poco a poco comenzó a hacer crecer su cosmos, a expandirlo pero con control, sintiendo todo cuanto lo rodeaba. Buscaba establecer conexión con ese gran poder elemental del que Arthas les había hablado.

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20/09/2011, 11:25
Orrin

- Una lástima que Arthas no conozca a mi maestro pero bueno, supongo que es imposible que todos los Maestros se conozcan entre sí. - pienso con un poco de pesambre y anhelo de saber de mi Maestro.

- Tienes razón Lucio. No nos vendría bien meditar en este Suelo Sagrado - digo mientras entro en la cueva, me siento y cruzo las piernas para empezar a meditar.

Antes de que Arthas se aleje le pregunto: Por cierto, Arthas, ¿crees que sería posible que Lucio y yo intentaramos llevar la Armadura de Boyero al Santuario?

Dicho lo cual empiezo a meditar expandiendo el Cosmos e intentando alcanzar aunque solo fuera un pequeño fragmento de comprensión de estos Símbolos Sagrados y su Inmenso Poder.