Partida Rol por web

- Sabias palabras sin duda. Gracias por la respuesta. - digo mirando a Soterio.

- Determinación en defender la Justicia y la Igualdad. Bien, eso es algo que ya tengo ganado. No obstante si Soterio no ha alcanzado el Verdadero Poder, ¿cuan difícil será su alcance?

Miro de reojo a mis compañeros para obervar su reacción ante las palabras de Soterio, algunos están absortos intentando asimilar las respuestas de Soterio, mientras que otros simplemente se han quedado sin poder articular palabra, cual estatuas de piedra.

El caballero de Virgo habia hablado, ya le habían advertido de que no esperara más que palabras de él, pero aún, dentro de su ser. Souga esperaba que al menos esas palabras le dijeran algo revelador que aportara a aumentar sus poderes.

Así fue que solo escucho las palabras de Virgo y dejo que los demás hablarán, él había escuchado suficiente, ya vería que hacer en el futuro con las palabras dadas, por el momento solo era palabrerías.

El joven aprendiz, se recosto sobre la hierba apoyado sobre sus codos mirando hacia el cielo y luego el santuario, rememorando imagenes de días pasados en los cuales gozaba del privilegio de morar en aquella casa, aquel edificio en lo alto de las doce casas.

Una vez Soterio respondió a todos los aprendices sus dudas abrí mis ojos, me traté de concentrar lo más que pude en una meditación siquiera la mitad de profunda que la de este sabio y poderoso hombre - Soterio, pero, ¿por qué nos preguntas que dudas tenemos?, los seres humanos hemos sido creados por los mismos dioses como criaturas que siempre deambularemos buscando la iluminación y el entendimiento ya que no siempre sabremos todas las respuestas donde creo que radica el verdadero poder de un santo, en desconocer lo que tiene adelante de su vida para siempre asimilarlo y buscar nuevos retos y así mismo seguir creciendo, por eso te pregunto Soterio, ¿podremos llegar a conocer todo y no dudar jamás siendo santos de Athena? - la pregunta era demasiado ambigua, de hecho segúramente a más de uno de mis compañeros o incluso al mismo Soterio podría parecerles estúpida, pero era una pregunta que siempre había tenido en mi mente y jamás me había atrevido a hacerla a Deneb mi maestro quizá por miedo, pero Soterio transmitía esa tranquilidad que me permitía preguntarle

Aquel extraño caballero habia planteado una prueba una leccion mas bien ,debiamos formular una pregunta ,quizas el sabria cualquier respuesta solo podria saberlo de una forma.

-¿Porque pelear,si la violencia,solo engendra violencia ,que nos separa del resto de enemigos? cuando hayamos alcanzado nuestras armaduras habremos quitado multiples vidas.
¿Que nos hace mejor que ellos?

Comencé a escuchar las respuestas de Soterio con atención,
de un modo que casi me parecía un relato o una narración fue contestando cada
una de las preguntas sin especificar cual a cada quien, simplemente nos
revelaba una verdad que iba mas allá de todo lo que conocíamos sin siquiera
vacilar en ella, nuestras preguntas eran contestadas y nuestras almas
enriquecidas, incluso nuestros cosmos parecían elevarse con solo estar ante la
presencia de Soterio e ir tomando consciencia de todas las cosas que nos decía.

La mayoría de los alumnos agradeció, yo solo incline la
cabeza, de golpe comenzaron a preguntar cosas mas profundas nuevamente.

Curiosamente me parecía tener la respuesta a cada una de
ellas, seria que parte de la sabiduría de Soterio me había tocado? Decidí
callar, debido a que seria una prepotencia de mí parte dar las respuestas sin
el permiso de Soterio, además era el que nos enseñaría, no yo, además podía ser
que mi conocimiento aun fuese vago…

La pregunta de Sadalsuud no motiva siquiera un cambio en las expresiones de Soterio. No, se limita a contestar. No podrías saber nunca todo. Probablemente, como dices, la continua pregunta de dónde están los límites sea lo que haga aumentar tu poder... desconfía de aquellos que dicen saberlo todo, pequeño pez.

En cambio, las palabras de Aioras hacen que el Santo tuerca las comisuras de sus labios. Es cierto, la violencia es un mal. Pero cuando alguien de negro corazón ataca una aldea, dudarías en hacer que ese hombre ofrende su vida, si fuera necesario? Atenea nos enseña que la guerra es necesaria para evitar a la guerra. Es una contradicción, como la vida en su misma. El único sentido del combate debe ser conseguir el bien. ESO es lo que debe separarte de tu enemigo. Que no peleas por tí, sino por Atenea, por todo el planeta.

Su forma desciende levemente hasta posarse en el tronco del árbol sobre el que estaba suspendido.

- Ahora, aprendices, los invito a contemplarse a ustedes mismos. A evaluar sus propios miedos, y sus propias esperanzas. A encontrar en ustedes la determinación de alcanzar su máximo nivel, por la Diosa, y por todos nosotros.

Uno a uno los jóvenes cerraron los ojos, dejándose acariciar por el cálido y enorme Cosmos de Soterio. Un sopor los invadió, un sueño compartido de una mujer hermosa que les sonreía, y les indicaba cosas secretas a los hombres normales. Como agua cálida, el Cosmos se expandió desde el centro hasta cada extremidad, cada poro de piel, cada pelo, mostrándoles quienes eran en realidad...

Dejándome llevar por
la sonrisa y energía de esa hermosa mujer que susurraba cosas y me guiaba comencé
a sentir un calido sentimiento que recorría todo mi ser...

El cosmos de Soterio era extasiante, cálido y una vez que nos ha pedido a todos que nos relajemos y meditemos acerca de nosotros mismos tengo una extraña sensación que la más bella mujer me susurra amablemente al oído ayudándome a crecer como Santo guardián de Athena

Cerré los ojos y poco a poco empecé a soñar con una hermosa dama que me hablaba en susurros. El Cosmos de Soterio me invadió por completo hasta que ví con claridad quién era yo para así acercarme más a mi sueño de tener la tan ansiada Armadura y poder servir  mejor a Atenea.

Souga cerro los ojos y se sento de una forma más  respetuosa hacia el caballero de virgo mientras el cosmo de este lo inundaba.

Cierro los ojos dejándome llevar una vez mas por las sensaciones. La calma era inhumana, todo lo que estaba a nuestro alrededor, gracias al cosmos de Sotero, se había detenido dejándonos a todos en paz por unos instantes. Trato de percibir con todos mis sentidos todo lo que esta a mi alrededor desde las aves, el viento, el frondoso césped, las montañas del santuario y detallando en cada una su peculiar sonido, olor, tacto, en conclusión, su peculiar sentido.

Comienza a sonar la dulce voz de una mujer, esa mujer a quien tanto anhelaba ver, tal vez esta fuera la misma Atenea. Mi ser se adentro en un profundo sueño perpetuo en el que mi existir y el de mi alrededor hacían un conjunto casi igual a un rompecabezas, mi existencia se complementaba con la de mi alrededor y esta con la mía. 

Me dejo poco a poco llenar de este sentimiento y continuo mi meditación.

Lucio cerró los ojos. El cosmos recorrió todo su cuerpo, y quizás por primera vez se sintió una unidad. Ya no sentía tener manos, piernas, cabeza, tronco. Todo él era uno. Y  luego no sólo él, sino que comenzó a sentirse uno también con lo que lo rodeaba. Sin dudas las palabras de esa mujer, que quizás fuera Atenea, tenían que ver con eso que estaba viviendo. Ella le relataba en susurros lo que había sido toda su vida, y cómo toda su experiencia lo había llevado hasta ese lugar, que era sin dudas su destino.

Cerro los ojos intentando captar algo mas alla de lo fisico intentando rasgar ese velo que unia el espiritu .

Pero quizas las palabras de Soterio habian resultado una impactante revelacion que no le eprmitia entrar en comunion

La sensación del Cosmos de Soterio se fue desvaneciendo. Poco a poco abrieron los ojos; aunque ninguno había conseguido atisbar la grandeza del Sexto Sentido, aún así habían comprendido algo sobre ellos mismos.

El lugar estaba desierto. 

La brisa agitaba los árboles, mientras los muchachos se observaron entre sí. Durante los últimos días casi cada instante había sido seguir las instrucciones de algún santo, algún maestro... y súbitamente estaban solos. 

Entonces, Lucio señaló entre los árboles, allí abajo. Un lago destellante al pie del santuario, pequeño, casi como una piscina*... y una explosión de Cosmos que sacudió sus sentidos. Inmediatamente otro, rojo y violento, como si la atmósfera se bañara en ácido... 

Al abrir mis ojos me encontré en otro lugar, ni Soterio ni el frondoso árbol que le cubría habían desaparecido y Lucio señalaba un lago misterioso que jamás había visto o siquiera había oido hablar de él, no sabía que ocurría - Chicos, ¿qué es este lugar?, ¿a donde hemos sido transportados? - mi voz aunque tranquila denotaba claramente mi preocupación por lo ocurrido especialmente porque no lograba concentrar mis pensamientos ni enfocar mi propio cosmos para ayudarme a siquiera entender mediánamente lo que ocurría

Me desperté del hermoso sueño, teniendo la sensación de que
algo en mi, aunque sea una pequeña parte había cambiado.

Mire para todos lados, notando que no me encontraba donde
antes o por lo menos el lugar era completamente distinto a mis ojos.

“Que rayos esta
pasando”

Luego mi vista recorrió el lugar para ver como Lucio nos
señalaba algo, en ese instante sentí como el mundo temblaba envuelta en un cosmo
que sacudió nuestros sentidos, seguida de otra de color rojo la cual era casi
asfixiante…

Me despierto. Mientras intento acostumbrarme de nuevo a la luz oigo a Sadalsuud. ¿Qué? ¿No estamos en el Santuario? ¿Donde está Soterio? ¿Qué está pasando aquí? Acto seguido observo como Lucio señala hacia alguna parte entre los arboles. Me acerco a él y veo que hay un lago ahí abajo cuando derrepente una oleada de Cosmos me golpea para a continuación hacerlo otra vez pero esta vez de forma más violenta. Mis sentidos vuelven a recuperarse lentamente, mientras tanto permanezco inmóvil (por si acaso).

 La meditación me había hecho bien. Estar mas conectada con mi propio yo y oír las dulces palabras de la joven me habían conectado un poco mas conmigo misma y con el entorno, haciendo de los dos un rompecabezas.

Escucho como el resto comienzan a cotillear y me sacan de mi trance. Observo todo el lugar. La soledad con que todo se veía, aun siendo el mismo, era insólita y desconcertante. Definitivamente Sotero había logrado hacer que diéramos un gran paso hacia el conocimiento propio.

Observo extrañada todo lo que los muchachos señalaban y decían. No decía nada, no podía perder la calma, menos habiendo estado completamente en ella. La explosión de cosmos conmociono mi sentidos, pero no mi alma que estaba aun en paz. Miro con ojos relajados y digo con voz firme. ¿Al caso alguno sabe lo que esta sucediendo?. Me mantengo alerta, no todo estaba completamente bien, al parecer.

¿que es todo esto?.

La meditación había hecho bien a Lucio. Si bien no había podido alcanzar el sexto sentido, creía que jamás había podido expandir tanto los cinco que sí poseía.

Al abrir los ojos notó que no estaban en el mismo lugar de antes, y que estaban solos. En ese lugar, que Lucio no reconocía, se sintió una explosión de Cosmos, seguida por una segunda, muy violenta ésta, que había vuelto la atmósfera bastante desagradable.

_No sé qué ocurre -respondió a sus compañeros-, pero esto no me gusta. Sugieron que hagamos un círculo, pegando nuestras espaldas para tener una visión completa de lo que nos rodea. No sería bueno que si algo nos ataca nos tome por sorpresa.

Mientras veía si los otros seguían su consejo, miró a su alrededor en busca de cualquier amenaza.