Siete aprendices afrontan el mayor desafío de su vida: rescatar la armadura de Argos de Navío robada a Eleas, Caballero de Plata. El Cosmos del maestro mantiene al ladrón encerrado en el Santuario, pero se debilita momento a momento. Cuál es el propósito de Altieon, el Guerrero Rojo? Qué sacrificios esperan a los aprendices de Atenea?
Hoy presentamos: Ascenso del Dragón en el Paraiso
La caverna de hielo retumba cono el Cosmos encendido de Orrin, convirtiendo el lugar en una tormenta de nieve y afilados trozos de hielo.
La Náyade se cubre, formando témpanos a su alrededor. Piedad, piedad! Me han derrotado y demostrado el poder de un Caballero.
Se arrodilló en el suelo, y una pared de hielo tras ella se derritió dejando ver escalones relucientes, ascendentes. Sigan su camino, hacia el Corazón de Hielo...
para mi el combate no terminó. Tiro poder oculto o no? Porque veo que ya no pusiste la info del combate de la náyade.
¿Puedo quemar vida en todo caso?
Cuando cae la pared y veo las escaleras dirijo una mirada a Lucio.
- Vamos, demonos prisa. Ya hemos perdido demasiado tiempo con esta. - digo señalando a la Náyade. Me giro para decirla: Espero que esto te haya servido de lección para no subestimar a la gente y comprobar como tu Dios se equivoca y como no eres tan poderosa como pensabas.
Empiezo a dirigirme hacia las escaleras y antes de llegar empezar a subir me giro para decirla a la Náyade.
- No te muevas de aquí. Si cuando volvamos no estás me encargaré personalmente de tí.
A continuación empiezo a subir por las escaleras a toda velocidad asegurandome de que Lucio me sigue.
El combate terminó. Pueden hacer una última tirada de Sexto Sentido - Poder Oculto (eligan cual) por el turno que les "robé".
Tirada: 1d20
Motivo: Poder Oculto
Dificultad: 17+
Resultado: 13 (Fracaso)
_Adelántate si quieres, Orrin, yo te alcanzaré, pero luego de haber acabado con ella. Si se tomaron la molestia de aprisionarla aquí, habrá sido por algo. No podemos dejarla vivir.
El aspirante a santo extendió entonces sus brazos hacia los costados cual alas, como hiciera antes cada vez al aplicar su técnica más poderosa. Sin embargo se detuvo en el último instante, antes de lanzar el golpe.
_Aunque... Te daré una oportunidad para vivir, Náyade. Dime qué fue lo que hiciste para que te encerraran aquí, dime qué es lo que pretende tu amo robando una armadura de plata, y dime de quién es ese cosmos que sientes familiar, ese cosmos que te liberó. Procura que te crea las tres respuestas, porque es la única oportunidad que tienes para sobrevivir.
Tirada: 1d20
Motivo: Poder oculto
Dificultad: 17+
Resultado: 7 (Fracaso)
¿Puedo quemar vida aquí o eso es solo durante combates?
El ser acuático estaba encogida sobre sí misma, mirando al suelo. Sin levantar la cabeza, contestó a las preguntas de Lucio.
- No sé quien es el dueño de ese Cosmos agresivo, quien tú dices que robó la armadura de plata. Yo solo soy una prisionera, liberada por él. Prisionera de qué, me preguntas? Acaso no te enseñaron nada en el Santuario? Fui parte del gran asalto de Poseidón a la tierra, hace 200 años. Y el Cosmos familiar... tal vez tu maestro haya sido uno de los grandes guerreros de aquella guerra? No lo sé, no tengo otra respuesta a tus tres preguntas, jovencito...
El aire a su alrededor se arremolinó suavemente, formando pequeñas gotas de condensación.
Podés hacerlo. Recordá que no recuperaste nada, así que tu perfil es el mismo que al terminar el episodio anterior.
Lucio escuchó las respuestas de la Náyade mientras hacía crecer su cosmos. ¿Es que Eleas realmente podía tener más de 200 años? Como fuere, no obtendría nada más de ella. Sintió el deseo de quitarle la vida allí mismo, pero como un rayo se le cruzó el rostro de su maestro. Sabía que no podía atacar a ese ser repulsivo pero indefenso, que su maestro le había enseñado otra manera de comportarse, de modo que tragando su bronca se dirigió a Orrin.
_Vamos Orrin. Incluso libre esta ninfa ya no es una amenaza para nadie. Fue derrotada hace 200 años y ha vuelto a ser derrotada ahora por dos aprendices. Creo que debería quedarse aquí pero por su propia seguridad.
Y corrió para alcanzar a Orrin, subiendo ambos las escaleras.
Resistencia natural (vida): 31-15=16
Cosmos: 1+15= 16
- Bien, entonces sigamos. Ya hemos perdido mucho tiempo aquí. - digo empezando a subir las escaleras.
Orrin y Lucio ya avanzaban por el camino de hielo, escaleras arriba.
Los aprendices buscaban darle a sus piernas la major velocidad cuando pudo sentir en su aura la fluctuación del Cosmos de Eleas, debilitándose. Su determinación aumentada, apuraron la marcha.
Su respiración cada vez era más un vaho delante de su cara, el aire cada vez más frío. Si tal vez parecía que estaba descendiendo la temperatura hasta límites insospechados...
Y entonces llegaron a una caverna subterranea, imposiblemente amplia. Una luz antinatural brillaba en su techo, perfecto y redondo hecho de hielo congelado que más bien parecía cristal.
En el medio de la caverna, un ciervo blanco lamía unas piedras blancas, congeladas. Al verlos , simplemente levantó la estilizada cabeza, con sus cuernos prolongándose hacia el cielo como resplandescientes trazas de Cosmos.
Observó a los aprendices con dos ojos fríos cual piedrecillas negras. Una voz resonó en su cabeza. Quienes son, humano? No es mi hora aún, han venido a despertarme?
Sin tiempo siquiera para reponerse, Orrin y Lucio corrieron lo más rápido que sus piernas y el frío les permitieron. Poco después llegaron a una caverna. No era una caverna normal. Allí un siervo blanco les habló telepáticamente.
-Mi nombre es Lucio, y éste -dijo haciendo un gesto hacia su compañero- es Orrin. Ambos somos aspirantes a conseguir armaduras de bronce para servir a Atenea. No vinimos a despertarte, estamos buscando a un guerrero que atacó el santuario para llevarse una armadura de plata. Su nombre es Altieon el Rojo. ¿Lo has visto? ¿Y podemos saber quién eres tu?
Tirada: 1d20
Motivo: conocimiento
Dificultad: 15+
Resultado: 12 (Fracaso)
Tiré conocimiento por si acaso, para adelantar. Al menos me sirvió para saber si me pueden salir numeros de dos cifras.
A cada paso que damos me cuesta más respirar. El aire cada vez está mas frío hasta el punto de resultar molesto el mero hecho de entrar el aire en los pulmones.
Al entrar en una Caverna vemos un Ciervo Blanco que nos mira y nos pregunta quienes somos. Por un momento me quedo pensativo, sin saber que responder. Hasta que escucho a Lucio contestar por los dos ...
Tirada: 1d20
Motivo: Conocimiento
Dificultad: 17+
Resultado: 19 (Exito)
Tirada de Conocimiento por si acaso.
Lucio, ¿ves como si que salen las tiradas? Basta con tener FÉ en Atenea. XD
Willen, dejo esos puntos suspensivos por si mi tirada de conocimiento vale para saber quién es el animal. Cuando tenga respuesta en un sentido o en otro seguiré con el post. ;)
Bien Orrin, aumenta un nivel Conocimiento :)
El Ciervo Blanco es un espíritu del Invierno. Puede que sea el mismo Invierno, esperando a que sea su momento en la tierra. Mucho se dice del espíritu del invierno, pero si es realmente quien crees que es, podría ser un aliado increiblemente poderoso...
¿Lo subo (o bajo, como quieras decirlo) ya o espero al final del Capiítulo?
Final del episodio, por favor.
...
Al instante hago una reverencia al Ciervo Blanco para a continuación decir:
- Disculpadnos Noble Espítritu de Invierno. Como bien dice, todavía no ha llegado la hora de su regreso.
- Me llamo Orrin y mi compañero y amigo se llama Lucio. Como ya os ha dicho somos aspirantes a sendas Armaduras de Bronce. Venimos persiguiendo a un enemigo de Atenea llamado Alteion el cual atacó a traición a nuestro Maestro Eleas Caballero de Plata de Argos para a continuación robarle la Armadura Sagrada y escapar con ella a través de una de las cuevas que hay en la montaña.
- Al entrar en la Cueva al poco tiempo nos encontramos con una Náyade que escapó de la prisión en la que Athenea la tenía prisionera. La derrotamos y a continuación subimos por esta escalera por la que hemos llegado hasta esta sala.
- Lamentamos si le hemos importunado. Como verá no era ni es nuestra intención hacerlo. Tan solo deseamos encontrar al agresor de nuestro maestro para recuperar la Armadura Sagrada y que nuestro maestro pueda descansar en paz pues las heridas ocasionadas por Alteion son mortales.
Al escuchar hablar a Orrin, que al parecer sabía quién era el ciervo, Lucio hace también una reverencia, imitando a su amigo.
Cita:
Querrás decir el Ciervo, ¿no?