Partida Rol por web

Fecha estelar: 48479.1

Ubicación: Base estelar 5. Subnivel 1. En orbita alrededor de Urano.

La base estelar 5 es un claro ejemplo de lo sencillo que puede resultar ocultar algo a plena vista. Considerada por todos un lugar donde se fabrican naves para civiles, pocos saben que realmente la base estelar acoge en su interior a algunas de las mentes más brillantes de la federación. Quienes gracias a sus esfuerzos, han logrado otorgar a la flota de la federación algunas de las innovaciones más revolucionarias de la historia. 

La nave clase Intrepid es su última creación, una maravilla de la ciencia capaz de alcanzar warp 9 y equipada con los últimos avances tecnológicos. Aún con todo ello, no ha servido para que se hayan visto obligados a rediseñar todos sus sistemas en una cuenta atrás que comenzó hace tres meses y que se ha acelerado en las últimas horas.

Pittman, Prallax, Shrun, Elung, Császár y Heralvsson han sido relevados de sus puestos sin previo aviso y sin explicación alguna. Simplemente se les ordenó regresar a la Tierra y aguardar nuevas órdenes. De eso hace ya casi una semana, casi siete días en los que nadie se puesto en contacto con ellos y cuya única respuesta por parte del alto mando de la federación ha sido, esperen. Tiempo que han aprovechado para descansar, visitar a familiares y amigos, aunque no sin sentir cierta preocupación por su repentino traslado.

Finalmente, hace apenas ocho horas todos han sido reunidos en una pequeña nave de transporte y trasladados hasta la base estelar 5. La primera impresión de todos ellos al llegar es precisamente la que la federación desea mostrar, el lugar es una cadena de montaje de naves civiles. Pero todo cambia al acceder al subnivel 1.

Los medios, la tecnología que allí hay reunida es simplemente asombrosa. Por desgracia no disfrutan de su estancia durante demasiado tiempo, pues son trasladados de inmediato a la nave más nueva y avanzada de la federación, en la cual comenzarán a servir de inmediato. La USS Corvus les aguarda con un diseño tan elegante como innovador.

Durante las siguientes seis horas se les proporcionan todos los datos en lo referente a la nave. Su capacidad para alcanzar Warp 9, sus potentes escudos y sus avanzados sistemas de sensores les permitirán desempeñar una labor que ninguna otra nave ha sido capaz jamás.

A diferencia de otras naves en las que han servido, la tripulación a bordo es de tan solo 130. Un número bastante más pequeño del habitual, pero que gracias a su innovador diseño, resulta más que suficiente para operar la nave a pleno rendimiento.

Varios jóvenes alférez les muestran las instalaciones y responden a las preguntas que surjan sobre la propia nave, no así de cual será su misión desde ahora.

Todo resulta bastante apresurado, pues en apenas unas horas no pueden familiarizarse con la nave. Menos aún con una cuyo diseño es completamente nuevo y secreto. Pues el subnivel 1 está destinado a la creación de toda clase de mejoras para naves y el desarrollo de nuevos modelos, bajo el mayor de los secretos.

La hora de las respuestas por fin llega y para ello, todos son reunidos en el punte de mando. Ante ellos se alza el Almirante Jamés Pearson, un hombre entrado en años, que dentro de poco cumplirá los noventa. Pero su rostro arrugado y su corto cabello blanco, tan solo le otorgan un aspecto aún más duro, fiero y frío. Considerado un héroe para la federación, gracias a su gran resolución en las guerras pasadas, muchos le creían ya retirado. Pero un simple vistazo es más que suficiente para saber que el Almirante tan solo se retirará el día en el que muera.

-Capitán Pittman, Comandante Prallax bienvenidos.   -Un leve asentimiento con la cabeza es cuanto reciben del Almirante, aún así es más que suficiente para saber que está impresionado con la trayectoria de ambos a lo largo de su carrera.     -Oficial médico en jefe Elung, Jefe de operaciones Shrun, controlado de vuelo Császár y jefe de seguridad Heralvsson, mi bienvenida y respeto se extiende también a ustedes.

Por la forma en la que se mueve y contempla sus alrededores, está claro que el Almirante echa muchísimo de menos estar en el espacio a bordo de su propia nave. Pero consciente de que sus reflejos ya no son lo que eran, ahora sirve a la flota estelar de la mejor manera posible, logrando que el subnivel 1 funcione con la perfección de un reloj suizo.

-Lamento el secretismo que les ha traído hasta aquí. Desde ahora servirán en la USS Corvus, en las últimas seis horas deberían de haberse familiarizado con ella. Nuestra intención era realizar durante la próxima semana varios vuelos de prueba para poner al límite sus capacidades, pero la situación actual nos obliga a cambiar de planes.

Todos y cada uno de los allí presentes han demostrado ser los más aptos entre miles de candidatos. Pero además, son quienes han demostrado una lealtad incondicional hacia la Federación. Por ello el propio Almirante los ha seleccionado para ser quienes estén a los mandos de la joya de la federación. Claro que para la misión que tiene para ellos, necesita a los mejores para así, lograr lo imposible.

-Hace seis meses una nuestras colonias quedó incomunicada, enviamos una nave para investigar y perdimos también su señal. El segundo equipo que enviamos, descubrió que no había ni rastro de los civiles de la colonia y que la primera nave, había sido destruida.

Golpeando la silla del capitán con los nudillos, dos veces, el holoemisor se activa y muestra la imagen de un planeta. Instantes después muestra una segunda imagen del mismo planeta, aunque todo el espacio a su alrededor se encuentra envuelto por una nebulosa de brillantes y hermosos colores. También se aprecia la imagen de una nave que flota por el espacio o más bien, los pedazos de una nave.

-La nebulosa apareció en cuestión de días algo que como ya sabrán, resulta imposible. Las interferencia que causa en los sistemas de nuestras naves, impidió a nuestro equipo reunir toda la información que nos habría gustado. Lo que sí sabemos, es que la primera nave enviada, fue destruida por una fuerza hostil desconocida. Pero lo más preocupante, es que debieron de usar contra ella algún tipo de tecnología que la dejó sin energía.

Dos golpes más con los nudillos sobre la silla (Algo innecesario realmente, pues Wilhem es quién se encarga de activar los holoemisores, pero que de alguna manera, parece ayudar a almirante a dar mayor énfasis en su explicación) y la imagen vuelve a cambiar, de nuevo se puede apreciar esa hermosa nebulosa de colores turquesas y rosados, aunque el emplazamiento es completamente diferente.

-Hace tres meses otro planeta fue "atacado" en esta ocasión fueron los Klingons quienes perdieron una de sus colonias. No sin antes descubrir, que era la propia nebulosa la que incapacitaba las naves debido a un tipo de radiación hasta ahora desconocida. No tenemos disponemos de datos recogidos por los nuestros y todo esto se basa en la información reunida por los Klingons, pero tal y como aseguran, la nebulosa en el momento de su aparición es capaz de dañar nuestras naves y dejarlas sin energía. Esa peculiar característica la va perdiendo a medida que pasan las horas, pasando de provocar fallos en los sistemas, a interferencias y finalmente, la nebulosa se termina por disipar.

El almirante omite el nombre de las naves perdidas, así como de las colonias. Quizás debido a que no las da demasiada importancia y prefiere centrarse en los hechos.

-Ese día  perdieron tres pájaros de presa clase B´rel. Pero gracias a los datos que recogieron, hemos logrado realizar los ajustes necesarios a la USS Corvus para que pueda operar en medio de la nebulosa sin que se quede sin energía. Al menos eso es lo que aseguran mis técnicos y más les vale que así sea.

Los datos con los que trabajan no son muchos, por lo que todos saben que existe un gran riesgo al acudir a un lugar así. Si los cálculos no han sido los correctos, corren el riesgo de quedarse sin energía en medio del espacio y sufrir un aciago destino. Shrun es el único que se ha percatado de que los escudos de la nave operan con una frecuencia extraña, nunca antes había visto algo así aunque empieza a comprender que se trata de una medida de seguridad contra la propia nebulosa. Si los técnicos del subnivel 1 están en lo cierto, quizás eso baste para poder mantener la nave a salvo. Pero en caso de que los sistemas comiencen a fallar, deberá de ajustar la onda de frecuencia del escudo para contrarrestar lo que sea que la nebulosa haga sobre la nave.

-Los Klingon han acusado a los Romulanos del ataque y desean llevar la guerra a sus puertas. Pero hace menos de doce horas, un planeta Romulano ha sido también atacado. El planeta donde se encuentra la colonia atacada, se haya en territorio neutral aunque ellos lo han tomado como suyo y la federación, al tratarse de un punto alejado y sin valor estratégico alguno, se lo ha permitido en pos de continuar con la tregua.

Capitán y primer oficial saben lo que eso significa, si les envían a investigar (algo que suponen que el almirante ordenará a continuación) van a adentrarse en una cruzada realmente peligrosa. Si los Romulanos les descubren, dudan que se paren a hablar.

-Necesitamos averiguar qué está sucediendo y quién está detrás de todo esto. Hasta ahora esa nebulosa tan solo ha aparecido en lugares remotos, pero el daño que causaría podría ser desastroso en caso de aparecer en un planeta como la tierra. Capitán Pittman, -Indica posando su mirada gris sobre el oficial.  -Le confiero el mando de la nave, la comandante Prallax será su primer oficial. Sé que no trabajarán en las mejores condiciones y que actuarán con una tripulación con la que no han tratado jamás. Pero confío plenamente en sus capacidades para llegar al entendimiento con sus oficiales y llevar a buen puerto esta operación. Damas y caballeros, son los mejor de lo mejor, les elegí personalmente para formar parte de la tripulación de la USS Corvus, no hagan que me arrepienta de mis decisiones, odio arrepentirme de algo.

El almirante cree firmemente en las capacidades de todos aquellos experimentados oficiales. Sabe que las circunstancias corren en contra de todos ellos, pero confía que no tarde mucho en formar un verdadero equipo.

-Su misión es averiguar qué es lo que genera esa nebulosa y descubrir quién está detrás. Sean cautos con los romulanos, no deseamos iniciar una guerra con ellos, pero tampoco podemos permitirnos el lujo de estar ciegos e indefensos contra un enemigo desconocido.

El aroma a incienso impregna cada rincón de aquella habitación mientras las delicadas notas del jazmín, la madera e incluso esas gotas dulces de bambú, permiten a la Vulcana realizar un viaje demasiado largo a través de un meditación que le permite mantener a raya cada emoción, donde al no tener lugar ni expresión en la acción, se disipan en cada respiración profunda que siempre es un hálito de armonía cuando la naturaleza llama y el control debe hacerse cargo. 

Y allí es cuando un mensaje resuena en su ordenador, irrumpiendo con la sintonía de aquel viaje tan existencial, donde sin importar el destino o la misión, ella se personará para cumplir con su deber mientras la razón tenga permanencia. Ya sin más dilación o emoción que resurja de las cenizas ante la lectura de lo que está escrito, decide realizar lo propio para estar presentable y asistir al lugar donde los conducirá a la Base Estelar 5. Es que a diferencia de algunos oficiales de la Flota, esta mujer de piel citrina y mirada profunda, no tenía un lugar a donde ir ya que tras partir de Vulcan con todos sus proyectos como único equipaje, ha terminado por cerrar una puerta que costará abrirse, al menos de momento. 

Desde su concepción fue educada para mantener una línea de pensamiento que le permite ganar coherencia y una actitud que para muchos puede ser distante. Toda una experiencia desde que ha formado parte de la Flota estelar, reconociendo de alguna manera que la impredecibilidad del humano, es una fuente de conocimiento innata a nuevos mundos, situaciones, que desde la lógica jamás serían analizadas por no cruzar aquel lado que por mero matiz racional no se debería. Lo bueno es que Elung está preparada para lo que pueda venir de ahora en más y bajo ese manto de absoluta estoicidad, hace acto de presencia delante de los presentes sin una expresión en su rostro que revele algo, ni siquiera una ceja alzada que permita adivinar lo que piensa. 

A consciencia escucha cada detalle de la misión, pero lejos de contradecir, preguntar o siquiera debatir, se limita a silenciar sus palabras mientras aguarda por la opinión del Capitán. Aquel hombre de piel morena lo recuerda de alguna parte, en sí la vulcana no es una mujer arraigada a las memorias emotivas y sus recuerdos revelan siempre experiencias que le aporten una buena dosis de raciocinio, jamás remembranza. Hasta que al fin dió con lo que consideraba, aunque tampoco lo dejó estar, para darse unos minutos en reconocer con la mirada al variopinto grupo que le tocará convivir en una nave que ni siquiera se ha verificado sus potencialidades. 

Una misión riesgosa, una nave experimental y un grupo donde ninguno se conoce, termina dejando la conclusión de que nada es muy lógico y coherente para ella. Pero al menos el asunto de la nebulosa es increíblemente interesante, al punto de agilizar su mente para realizar algunos cálculos, dentro de las probabilidades y esa amalgama de resultados que pueden llevar a la conclusión de la situación real que acontece allí. Además de la disparidad del ataque donde se establece un enemigo común para todos, tantos interrogantes... 

- ¿No han enviado una sonda de reconocimiento? ¿No ha llegado algún mensaje tardíamente por parte de la tripulación dando aviso de la situación? - pregunta en aquel tono neutral. 

Shrun llevaba todo el día frenético. Ya no era solo que la inactividad hiciera mella en él. Sino que había mucho trabajo que tenia qué hacer, y todo parecía indicar que no tendría el tiempo suficiente para hacer todo lo que quería.

Los planos de la nueva nave, Curvus. Eran intrigantes, había tantas cosas que sencillamente parecían teorías locas. Tanto que no estaba sujeto a un Testeo profundo por parte del servicio de operaciones.

La reunión llego, y más o menos tenia claro quién era quien en aquella sala. Parecía que el resto de los mandos de la nave estaban allí y se les estaba informando de todo in situ.

La explicación y las imágenes que proporciono el Almirante dieron sentido a un par de despropósitos que, para que negarlo, iba a corregir desde que pudiera.

Sin embargo, ahora tendría que reconsiderar muchas de las cosas que hacer. Cuando el almirante termino de hablar, anduvo unos pasos distraído hacia un lateral del puente de mando, se puso a revisar la arquitectura del sistema de energía con el datapad y un par de ideas que había podido pensar según los datos del efecto cósmico descrito.

Si bien era cierto que necesitaba tener a mano información sobre el sistema de elegirá de los pájaros de presa B´rel. De echo, alguna que otra palabra se le escapaba mientras revisaba datos todo lo rápido que podía.

Pájaro de presa B´rel, sistema de energía primario, disipadores de calor…

Sin el pretenderlo, estaba dando de lado a todo el cuadro de mandos. Pero si algo tenia claro, era que de momento su trabajo era fundamental. Y no solo por el misterio de aquella nueva amenaza. Sino porque debía hacer moverse aquella nave, y no estaba seguro aun de que pudieran ir muy lejos.

No todavía.

Los días de caminata por la playa durante el amanecer o los atardeceres de escalada en las montañas del Serengueti habían llegado a su fin. Fue breve pero supuso un cambio de aire, un retorno a la conexión con la madre tierra y el espíritu ancestral de los antepasados de Delashaun.

Ahora se hallaba nuevamente a decenas de años luz de su hogar, en una base estelar cuyo propósito superficial es la fabricación de naves civiles, pero que en el fondo la intención es otra. Casi rayando el tono de las antiguas películas que suele revisionar de vez en cuando.

En las entrañas del complejo una nave se encuentra en su línea final de botadura, con los ajustes de último momento y una prisa inusitada. Desde luego el capitán es llevado a la nave junto a un puñado de oficiales que el supone serán la cúpula directiva de tripulación de la nave junto a él. Durante esa fracción de tiempo Pittman saluda propiamente a cada uno de ellos, presentándose y dando a conocer su intriga por la misión.

Finalmente es reunido en el flamante puente de mando de la USS Corvus, la nave clase Intrepid con la cual todos venían conociendo palmo a palmo. Allí un almirante de gran renombre y supuesto retiro los recibe y les explica la situación.

- Señor. Está de más dar mi gratitud por la asignación pero mi intención real es asegurarle que no habrá motivo de arrepentimiento. Tampoco tengo la intención de regresar con las manos vacías y mucho menos permitir que estos ataques continúen. Depender del azar para que en cualquier momento otro “evento” suceda más adentro del espacio de la Federación y cause estragos mayores; porque es probable que algo así rompa el delgado hilo de paz que existe en el cuadrante. –

Porque es posible que alguna potencia lo tome como una acción de otro poder y estalle una guerra mucho peor que las anteriores. Incluso los Klingons estuvieron a punto de ir contra el Imperio Romulano. Es demasiado azar para dejar en manos del destino.

- La pregunta de la oficial Elung puede ser resuelta también con los registros de la nave destruida. Es posible que ellos se hayan anticipado. – añade Pittman.

Suele ser algo propio del protocolo de salvataje rescatar los nodos de datos de las naves destruidas. Quizás exista algo de suerte en esos datos. Piensa el capitán mientras guarda un momento de silencio luego de su exposición, que de paso servirá para que los demás se pronuncien.

Adicionalmente acaba de percatarse que la oficial vulcana le es familiar. Recuerda haberla visto antes, pero no más que eso. ¿Dónde fue? ¿O cuando?

La neblina de los sueños que envolvían los sentidos en la vigilia muchas veces tendían a tornarse una pesada cortina o un telón difícil de correr... O en una telaraña de la que era difícil escapar. La voz grave haciendo la misma pregunta de siempre fue lo último que escuchó antes de despertar: -¿Más té, oficial?

Abrió los ojos de golpe con el eco de aquella voz todavía resonando y lo primero que vio fue el regalo que su madre le enviara meses atrás sobre la mesa de noche, todavía no lo había abierto. Se sentó en el lecho y admiró el cuarto, una costumbre que había adquirido desde pequeña para centrarse en el aquí y el ahora, aunque el ayer la estaba azotando con una resaca ominosa... No debería haber salido con sus excompañeros de la Academia, ¿Pero cómo iba a resistirse? ¿Cómo no dejarse llevar, si a veces eso es lo único que da libertad? ¿Cómo negarse después de no verlos por tantos años? Y el mar... amaba el océano de la Tierra, tenía una forma de cambiar el color de sus aguas dependiendo de la luz del día que la fascinaba.

Hacía una semana, una larga semana que estaba varada allí en la Tierra esperando... Hasta que se le ordenó presentarse en una bahía para abordar una nave de transporte junto con el resto de la tripulación de la nueva nave. ¿No hubiera sido mejor quizás dejarlos interactuar entre sí para conocerse, para no ser unos completos desconocidos ahora, de cara a una misión importante? Porque tenía que ser eso, si no, ¿Por qué la urgencia y por qué el retraso? Para situaciones extremas, medidas extremas.

-Hola -saludó alegremente con una sonrisa y alzando la mano al entrar la nave de transporte con tal entusiasmo que cualquier otro la hubiera confundido con un recién egresado de la Academia. Todavía contaba con el regalo de su madre en la mano y realizó el viaje intercambiando la mirada entre el envoltorio y el espacio que tanto amaba. Siempre agradecía internamente tener todavía la capacidad de maravillarse de las estrellas, de los cuerpos celestes y objetos astronómicos que observaba día a día en sus misiones y recordaba en contraparte el momento de su vida cuando no la visión de tales fenómenos había sido coartada.

Siguió con atención el recorrido por la nueva nave, la nave en la que haría de Primer Oficial por primera vez en su vida. Luego, asistió a la reunión con el almirante Pearson, toda una leyenda. Que les haya elegido él mismo le daba cierta nota de orgullo que no disimulaba. Escuchó la intervención de la oficial vulcana y no pudo evitar que una sonrisa se le escapara de entre los labios que fue inmediatamente morigerada: le recordó demasiado a su fallecido amigo, entonces experimentó una intensa simpatía al tiempo que una inconmensurable tristeza al recordar que ya no se encontraba entre los vivos.

Dio un medio giro con las manos en su espalda y observó al resto de los oficiales haciendo contacto visual con ellos e interesándose de sus posturas, sus palabras y sus quehaceres en aquel instante. Luego se centró en el capitán Pittman y asintió a sus palabras, e inmediatamente agregó -Muchas gracias por el voto de confianza en la asignación, almirante. Será un honor servir a la Federación, al capitán Pittman y a la tripulación de la Corvus como primer oficial- parpadeó un par de veces -¿Podría pedir las coordenadas de las apariciones de las nebulosas? Supongo que se han corrido los programas de rutina para buscar patrones y coincidencias, ¿No han arrojado ningún resultado concluyente?

Mark llevaba 6 meses abordo del USS Shakarna cuando llego la llamada, Teniente Junior Mark Heralvsson presentese en el camarote del capitán con efecto inmediato. Una vez allí y bajo la siempre inquisitiva mirada del capitán se le informó que el alto mando requería su presencia en la Tierra de manera urgente y que en siguiente ciclo seria recogido por una nave de transporte para el traslado. Mark notó la mirada del capitán clavada en él, como buscando respuestas de porque el alto mando requería la presencia de uno de sus oficiales de seguridad, pero si el capitán esperaba respuestas por su parte, no podía dárselas. Tras despedirse del capitán, aun mudo este de asombro, se dirigió a su zona de descanso, una vez allí lío el petate y se despidió de sus hasta ahora compañeros. Al día siguiente hizo el trasbordo de nave y se paso los siguientes dos días en viaje rodeado de una pequeña tripulación muy seria y parca en palabras. Durante esos tres días no pudo parar de evaluar la situacion, afligido, no tenia más enemigos que el comandante Tr'uck, pero dudaba que después del fallido consejo de guerra se atreviese a hacerle algo, y mucho menos que tu viera los contactos e influencias como para que el alto mando requiriese su presencia con urgencia. Aún meditabundo tomo tierra, nunca mejor dicho, pero sus miedos se esfumaron en ese momento, si hubiese sido cosa de Tr'uck lo hubiesen cubierto de cadenas en ese mismo instante, por el contrario, un teniente le ordenó estar localizable en todo momento y que no saliese del planeta en los próximos días. Fuese lo que fuese, no iba a ser un nuevo consejo de guerra, eso estaba claro. Así que decidió pasarse por San Francisco, retomar viejos contactos, y hacer más amena la espera para fuera lo que fuese aquello. Aquello sucedió 6 días después, le llamaron al comunicador y le dieron 20 minutos para prepararse, debía asistir con su uniforme de la flota dijeron. Le recogió un lanzadera que le llevó a una pequeña nave de transporte en órbita. Lo que encontró allí le descuadro por completo, un capitán, un comandante, dos tenientes comandantes y otro teniente junior como él. Parecía como si fuera la plana mayor de una nave, pero era imposible, llevaba solo un par de meses como teniente júnior, y a penas 6 fuera de la academia.
El rumbo también era desconcertante, no iban a salir del sistema solar, eso estaba claro. Este transporte no tenia núcleo warp, pero iban hacia los planetas exteriores.
Cuando el capitán se presento, él hizo lo propio, Teniente Júnior Mark Heralvsson, oficial de seguridad abordo de la USS Shakarna hasta hace muy poco. A su servicio mi capitán.
Pronto el misterio del destino fue resuelto ... Paraarrojar aún más incógnitas, los habían llevado a un astillero civil en la órbita de Saturno.
Pronto les ordenaron que descendieron al subnivel 1 y allí descubrieron el motivo de su visita, una base secreta de la flota estelar donde estaban modificando una intrepid, la USS Corvus. Dado que todo parecia indicar que seria su nuevo destino, Mark se centró por completo en la formación de 6 horas que les dieron de su nueva nave. Era imposible memorizarlo todo, pero se quedó con la mayoría.

Una vez terminada la sesión formativa pasaron a la nave en sí misma, y allí les esperaba el plato fuerte, ni más ni menos que el Almirante Pearson, alguien de la talla del capitán Kirk o del mismisimo capitán Jonathan Archer!
Les había reclutado para una misión de alto riesgo, y Mark sería el jefe de seguridad de la tripulación, no se lo podía creer, ¡su primer comando!

Pero cuando el almirante profundizó en los detalles lo entendió todo, les había elegido porque era los mejores, los mejores de los prescindibles quería decir, no se podía mandar a una misión así a un héroe de la Federación, si algo salía mal seria un duro golpe publicitario para la Federación, pero de esta manera, si algo salia mal, bueno, podían negar a la mayor, ¿una nave de guerra? No, de ninguna manera señor embajador romulando, una nave experimental, como iba a ser una nave de guerra con solo 130 tripulantes, era una nave experimental para estudiar la nebulosa, por desgracia era una tripulación inexperta, y claro, fue demasiado para ellos, se emocionaron, entraron en su espacio y al acercarse demasiado se hicieron papilla con la nebulosa, lo sentimos embajador romulano, les compensaremos por esta intromisión. Y si nada de eso pasaba y cumplían la misión, pues tanto mejor.

Como maniobra política debía reconocer que era brillante, pero aún así eso no iba a empañar la ilusión y la responsabilidad que acaba de adquirir, ya no solo debía de ser un oficial de la flota ejemplar por si mismo, ahora tenia un grupo de tripulantes a su cargo, y sus vidas y la seguridad de su nave dependían de él.
La cabeza de Mark comenzó a bullir como un volcán submarino, no solo les mandaban a una misión de alto riesgo, con una tripulación que no se conocía, no había trabajado junta antes, si no que les mandaban a un territorio en disputa, necesitaba información. Escuchó atentamente al Almirante y las intervenciones de sus homólogos, y cuando llegó su turno, dejando a un lado las preguntas sobre la nebulosa, ya que sin duda sus más preparados compañeros indagaríñan sobre ello, y ya que era un tema sobre el que Mark solo conocía la base común que todo miembro de la flota conoce sobre las nebulosas, preguntó:
Es un honor señor, no le fallaremos. Señor, que informes hay sobre las flotas Klingon y Romulanas en la zona, tienen naves en el sector o en las inmediaciones?
Hay informes de inteligencia sobre iniciativas similares a esta pero por su parte?
Y por otro lado, el resto de la tripulación conoce nuestra misión y la nave o debemos mantenerlos a oscuras hasta estar en espacio abierto?

Mark escuchó atentamente la respuesta del almirante, y todo lo que acontecío en la reunión después, una vez que está termine y queden solos los nuevos miembros de la plana mayor de la nave pedirá un aparte con cierta solemnidad y seriedad al capitán y a la primera oficial, en otras circunstancias abordaría la situación de otra manera, pero en pocas horas estarán en espacio abierto rumbo a territorio enemigo, así que es ahora o nunca.
Capitán, primera oficial, voy a ser claro, si abren mi expediente verán que he pasado por un consejo de guerra, fui declarado inocente, y se me permitió reincorporarse sin mancha en la ficha de servicio, resumiendo, desobedeci una orden directa de un superior porque ponía en riesgo la vida de mi tripulación y mi nave, por que dicho oficial se empeñó en contravenir un protocolo básico de la flota estelar sobre el tratamiento de armamento alienígena sin catalogar, pretendía que metiese una arma alienígena sin catalogar en la nave en lugar de establecer una zona de cuarentena y estudiarla sobre el terreno, así que la destruí en lugar de subirla abordo, si desean más detalles pueden acudir a mi ficha, pero si les cuento esto es porque quería que lo supieran por mi, que supieran que no actúe así por capricho, si no por deber, nos dirigimos a territorio como mínimo hostil, en el peor de los casos enemigo, y necesito que sepan que pueden confiar en su jefe de seguridad, también que sepan que a pesar de mi juventud ya he enfrentado con éxito decisiones críticas de seguridad en el pasado y se como reaccionar ante esa clase de situaciones, y sobretodo que antepondria la seguridad de la nave, de la tripulación y de la misión antes que cualquier cosa.

Y respecto a eso, señores, imagino que también entra en sus planes, pero me gustaría solicitar una reunión táctica con la plana mayor para establecer no solo los protocolos de actuación estándar de la flota, sino los nuestros propios, acorde a nuestra particular nave y tripulación. Estimo que en 6 horas podría tener un primer análisis el estado táctico de la nave, así como de los recursos armamentísticos a nuestra disposición, y un análisis preliminar de todos los tripulantes. Tendría listos para ese momento las propuestas de protocolos de acción y emergencia, sin embargo si me diesen 12 horas en lugar de esas 6, podría llevar a la reunión, propuestas y análisis más exhaustivos.
Por último me gustaría proponerles la implantación de un sistema de simulacros aleatorios, siendo posible su realización en cualquiera de los turnos de servicio, tanto de emergencia técnica, de brecha en el casco, detección de radiación o de combate, tanto naval como de abordaje, somos una tripulación que en general no ha trabajado junta antes y nunca en esta nave, necesitamos pulir nuestro trabajo grupal y nuestra capacidad y tiempos de respuesta.

Tras soltarles toda la perorata Mark escuchará atentamente sus réplicas y a no ser que tenga otra orden inmediata pasará a revisar todos los sistemas tácticos de la nave,así como el estado del Arsenal y de la munición y armamento de la nave recogiendo datos e información al respecto, una vez finalizado esto le pedirá al ordenador central de la nave que descargue todos los archivos de planos y esquemas de la nave, así como todas las fichas de los tripulantes, revisara rápidamente las correspondientes al personal táctico y de seguridad de la nave mientras se dirige a la cubierta más inferior de la nave, una vez allí convocará a todos los miembros de su departamento allí y cronometrará su tiempo de reacción (el tiempo que tarden en presentarse ante él) . Una vez estén todos allí reunidos se presentará formalmente y pedirá al resto que hagan lo mismo, para después mandarles que junto a él, pues pretende que la unidad se familiarice con la distribución de la nave a la vez que refuerza el espiritú de equipo, recorran toda la nave a la carrera, en la que será su primera sesión de entramiento conjunta, mientras y por turnos les pedirá que le cuenten uno a uno su hoja de servicio, y lo que ellos consideran que son sus puntos fuertes y débiles como oficiales. Cuando finalicen la carrera les mostrará tanto la armería, como los sistemas tácticos para que se familiaricen con ellos, y asignará por equipos equilibrandolos por experiencia y capacidades. Les dejara entrenado mientras se dirige ya con información de primera mano sobre sus subordinados a la sala del jefe de seguridad si la hay o a su camarote (si tiene uno para el solo, si no acudirá a la soledad de la armeria) para analizar los esquemas y planos y el resto de expedientes para elaborar un informe y las propuestas de protocolos de actuación y plantillas para los simulacros. Cuando todo este todo listo se lo mandara al capitán y a la primera oficial, y si le queda tiempo descansará un poco, van de cabeza a territorio enemigo, van a ser unas semanas muy duras...

Aunque hacía un tiempo hubiera parecido imposible, János consiguió finalmente graduarse en la Academia estelar. No le sorprendió mucho cuando le mandaron a esperar órdenes a la tierra, ya que imaginaba que era una especie de castigo por lo que hizo años atrás. Mientras estaba en el planeta natal de sus padres, János aprovechó para ir a Budapest y visitar a su abuela Réka, a quién hacía mucho que no veía. Pasó varios días con ella paseando por la ciudad y degustando su rica gastronomía y relajándose como hacía mucho tiempo que no hacía hasta el punto de casi olvidarse que estaba esperando órdenes de la Flota estelar. Dichas órdenes llegaron pasados siete días, pidiéndole que acudiera a San Francisco de inmediato. Una vez allí, subió a bordo de un transbordador que le llevarían a la Base estelar 5. 

La primera reacción de János al llegar a la Base estelar fué que había un error, ya que no entendía que hacían en una fábrica de naves civiles. Todo comenzó a aclararse cuando bajaron al sub-nivel 1 y se encontraron con una nave prototipo de la federación llamada la USS Corvus que, como descubrirían más tarde, se convertiría en su nuevo hogar. Durante las siguientes 6 horas, János estudió el informe que le habían entregado intentando memorizar lo máximo posible. También observó durante ese tiempo al resto de los que serían sus compañeros.

Lo que vino a continuación fué el informe de su primera misión presentado por el Almirante Pearson, a quien János conocía por su reputación. Por unos instantes, pensó que la USS Donau también pudo ser víctima de ese mismo fenómeno, pero recordó que esa nave había desaparecido completamente, no como las del informe que habían sido destruidas. Aún así, János no quiso descartar la teoría que se le acababa de ocurrir por si aún había esperanza de rescatar a la tripulación de la Donau. Era posible que el Alto Mand también hubiera pensado en esa posibilidad y por eso le habían asignado a esa misión, en caso contrario ¿Por que iba a confiar a un novato como él una misión como esa?

Envuelto en una capa de silencio, el Almirante observa y analiza la respuesta de los oficiales allí presentes. Elung, dotada de la frialdad propia de su pueblo, es la primera en tomar la palabra, solicitando mayor información de la que por el momento, les ha ofrecido. ¡Diablos! Siempre le han gustado los Vulcanos, nunca pierden el tiempo y van directo al meollo del asunto.

Shrun se muestra más preocupado por el estado y los sistemas de la nave, que por la propia misión que deben de emprender. Debido a que es el jefe de operaciones, puede comprender su comportamiento, pero deberá de ser el capitán quién juzgue si es apropiado que centre toda su atención en los sistemas de la nave o si por el contrario, debería de prestar más atención a las palabras de un oficial superior.

El capitán Pittman muestra la cortesía propia de un hombre de su rango, pero a su vez, es consciente de todo lo que está en juego. Se le pide mucho en muy poco tiempo y con una tripulación con la que no ha trabajado anteriormente. Pero según los informes de la flota estelar, él es el hombre idóneo para capitanear la Uss Corvus. Por no mencionar que su instinto jamás le ha fallado y cree firmemente en el capitán.

La primera oficial Prallax será el complemento perfecto para el capitán Pittman. Versada en un amplio campo de disciplinas, sus conocimientos la convertirán en la consejera perfecta. Su mente despierta, hará a su vez que se entienda a la perfección con la oficial médico Jefe, Elung. Juntos podrán llevar acabo un excelente trabajo.

El jefe de seguridad Heralvsson muestra la inquietud propia de la edad. Sus calificaciones en la academia son magníficas, probablemente sea uno de los oficiales mejor adiestrados para el combate de toda la flota. Pero deberá de aprender a elegir el momento adecuado para dirigirse a su capitán.

Por último el controlador de vuelo Császár se mantiene en silencio, aguardando las órdenes de su oficial superior. Su porte indica que no hace mucho que ha abandonado la academia, aún así, su habilidad como piloto ha logrado impresionar a algunos de los instructores más duros de la academia. Lo que le falta en experiencia, lo compensa con instinto. ¡Diablos! ¡El muchacho es la viva imagen de su padre! Si ha heredado su destreza y valentía, entonces sin duda será un elemento clave en lo que está por venir.

-Esto es lo que sabemos sobre la anomalía, lo cual no es mucho.    -Algo que sin duda le molesta enormemente.  -No se ha encontrado ni a un solo superviviente de la colonia, ni de la primera nave. Pero tampoco se han hallado cuerpos. La primera nave perdió toda la energía de inmediato al salir de velocidad de curvatura. No lograron detectar la nebulosa a tiempo y aparecieron en su interior. La segunda nave tuvo algo más de suerte, pues llegaron cuando la nebulosa se estaba disipando. Sufrieron varias interferencias, pero lograron encontrar varias cosas.

La pantalla muestra la imagen de una esfera de metal de color plateado y perfectamente pulida. No es demasiado grande, quizás del tamaño de un antiguo balón, de esos que usaban en la tierra en el siglo XX.

-Esto estaba flotando en medio del espacio, nuestros científicos no han sabido indicar cual es su función. Se encuentra en los laboratorios de la nave, por si desean revisarlo. Lo único que saben es que dispone de una pequeña fuente de energía, ya agotada y un amplificador para enviar una señal subespacial. No es ningún mensaje, es más bien ruido. Sea lo que sea, nuestros científicos lo han desechado como causa de la nebulosa. También percibieron un rastro que les fue imposible de seguir, pero todo indica que hubo una nave allí que saltó a velocidad de curvatura. Probablemente se trate de la nave que atacó la colonia y destruyó nuestra nave. No lograron seguir su rastro, los efectos de la nebulosa hacían que eso fuese imposible. Lo que sí pudieron asegurar es que se trataba de una nave pequeña.

Lo siguiente que se muestra en pantalla son los datos que la segunda nave y que los Klingon lograron captar de la nebulosa. La nebulosa consta de hidrógeno y helio, así como de lo que se denomina polvo cósmico. Pero existe un fuerte elemento biológico que es lo que provoca que la nebulosa se disipe tan rápidamente.

-No disponemos de mayor información, por ello la USS Corvus ha sido equipada con un sistema de sensores que debería de poder ofrecerles las respuestas que hasta ahora, se nos están escapando de las manos. Por eso es vital que partan cuanto antes, el tiempo corre en nuestra contra y necesitamos saber qué es esa nebulosa y cómo logran crearla.

La siguiente imagen que muestra, es el lugar donde la federación ha sido atacada. Se trata de un pequeño planeta situado en Eta Indi, una estrella azul de clase A. La colonia fue establecida recientemente para recolectar datos científicos del sistema. Casi ochenta personas desaparecieron, sin contar los tripulantes de la nave destruida.

Las zonas atacadas de los Romulanos y los Klingon están mucho más cercanas la una de la otra. Ambas están en los límites de sus respectivos territorios.

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La información que les proporciona a continuación el Almirante, es en referencia al tipo de planeta que han tomado los Romulanos. Es un planeta de clase M, con atmósfera respirable. El agua tan solo se encuentra a gran profundidad bajo tierra, provocando que la superficie sea desértica, muy similar al planeta de los Vulcanos. Los Romulanos disponen tan solo una única base sobre el planeta, un pequeño centro de investigación que analiza la superficie del planeta en busca de yacimientos de Dilitio.

-No voy a robarles más tiempo, el holograma dispone de toda la información de que disponemos por el momento. Es prioritario que lleguen cuanto antes y evalúen a qué nos enfrentamos. El planeta Romulano se encuentra en la zona neutral, por lo que es probable que en las siguientes horas, alguna de sus nave de vigilancia se acerque al planeta. ¡Ah! y yo no contaría con la presencia de los Klingon allí. Respecto a la tripulación, todos están preparados para cumplir con su deber, aunque tan solo han sido informados dela misión ustedes. El capitán Pittman les informará si desea o no compartir la naturaleza de la misión. Buena suerte, Uss Corvus.

El tiempo es un factor clave en todo aquel asunto, por lo que no desea alargar su estancia allí más de lo necesario. Sabe que la tripulación de la USS Corvus tiene una gran carga sobre sus espaldas, pero es tan solo bajo presión que un oficial muestra su verdadero potencial...o se hunde. Espera de corazón que sea lo primero.

Shrun se pone firme ante las ultimas palabras del Almirante y espera a que salga del puente de mando.

Aunque pareciera que estaba distraído, había prestado una buena cantidad de atención sobre lo que se hablaba.

Nadie dudaba que todos tenían mucho trabajo los próximos días, pero su mente andaban trabajando en datos, formulas, y la manera de transformarlas en valores activos para la nave.

En cuanto estuvo seguro de que estaban solos se acerco al capitán.

Capitan, deduzco que tendremos que salir en cuanto se confirme que este toda la tripulación a bordo.

¿Cree que me necesitara aquí en el puente de mando?, de no ser así me parecería mejor estar la zona de los motores. Son nuevos, y seguro que funcionan correctamente, pero quiero asegurarme de que los conozco debidamente desde el primer instante.

Se quedo esperando su respuesta, aunque se notaba que tenia cierta prisa por seguir con el datada asimilando datos.

- Un detalle que es cuanto menos importante, las características y especificaciones que usted menciona ya escrito en el informe redactado por científicos, es errónea. Una nebulosa es una nube de polvo interestelar, compuesto de Helio, hidrógeno y otros gases ionizado. - responde Elung mientras va filtrando la información en su mente para no caer en demasiada terminología que puede ser incomprendida por los presentes. - En estas fábricas estelares lo que sucede es que el gas y el polvo se acumula bajo su propio efecto gravitacional, acumulando más materia y creando un bucle retroalimentado. Eso provoca que se atraiga aún más materia y su gravedad siga aumentando hasta que, eventualmente, se crea una protoestrella. El resto de materiales que no llegan a incorporarse a la misma se convierten en el material del que se originarán los planetas y el resto de objetos que compondrán el incipiente sistema planetario. - aclara, dejando muy en evidencia que se descarta la existencia de una nebulosa dentro de este fenómeno espacial. 

- Por lo tanto si una nebulosa en simples palabras recicla, estamos ante un fenómeno no natural e intencional como mecánico, totalmente encubierto detrás de esta nube de polvo interestelar. Aunque entre mis conjeturas, estaba contemplado la presencia de una entidad espacial, pero es descartado en base a la presencia de la nave que ha desaparecido y estos últimos elementos que claramente estudiaré en profundidad para llegar a la verdad. - termina por decir la Vulcana, al estar muy interesada en la información ofrecida. Son años estudiando el espacio y sus potencialidades, que el infinito de probabilidades en algunas ocasiones se reduce a la mano de alguien que esté manipulando o simulando un fenómeno que podría malinterpretarse. Justamente el hecho de que un grupo de científicos ya le sacó sus propias y erróneas conjeturas, Elung tendrá que revertir esa hipótesis desde su formación para esclarecer esta situación. - 

- Con su permiso, Almirante. - se despide la vulcana sin alargar más de lo obvio la conversación, ya ofreció su mirada ante los presentes y ahora tocará ir hacia el laboratorio para trabajar sobre la esfera de metal que han encontrado. - Capitán aguardo por sus órdenes. 

La trill se llevó la mano al mentón al observar las imágenes de las coordenadas de ataque que les mostrara el almirante, coincidió con lo apuntado por la vulcana asintiendo levemente con la cabeza -Estoy de acuerdo con usted, doctora -expresó con una voz suave pero determinante -Por otro lado, permítame agregar que sean quienes fueran los que ejecutaron estos ataques se tomaron una gran molestia al recorrer esas distancias lo que nos hace suponer que aquellos no fueron para nada azarosos -agregó su punto de vista e inmediatamente -Pero claro, como se ha dicho aquí, es algo que deberemos validar sobre la marcha.

Se quedó pensativa mirando a la médica con el dedo índice tocando sus labios intermitentemente y luego recorrió a los demás con los ojos, se sonrió ante el comentario del jefe de ingeniería y el arrojo del alférez, y saludó al almirante en cuanto se fue -Muchas gracias Almirante.

"Romulanos y klingons, yo puedo lidiar con eso", se dijo a sí misma asintiendo en silencio. Luego miró al capitán para esperar sus órdenes, de pronto un montón de dudas que había estado haciendo a un lado la asaltaron... ¿Daría la talla? ¿Podría cumplir con eficiencia sus funciones? Porque sabía de verlo en otras naves que no había nada peor que un primer oficial que restaba en vez de sumar a la tripulación. Cerró los ojos unos instante y volvió a abrirlos, ciertamente no era el momento de dejarse llevar por tales pensamientos, más bien lo era de ponerse en marcha y dar lo mejor de sí, como siempre había hecho.

Delashaun mantiene su compostura típica de reuniones del alto mando, cuando suele reunirse con otros capitanes y un almirante o dos. En esta ocasión le supone algo de esfuerzo ante la presencia de tripulantes de menor rango y falta de experiencia.

Por varios segundos estuvo a punto de interrumpir al almirante Pearson para encauzar a sus subalternos en el formulismo que deberían respetar en un momento como el actual. Finalmente decantó por obrar luego de la salida de Pearson. Hasta ese entonces actuó de oyente, prestando su renovada atención en sus palabras.

Señor. Se agradece la información y el objeto, que será examinado al igual que los datos adquiridos. Lo mantendré informado periódicamente. –

Pittman se despide del almirante estrechando fuertemente su mano y aguarda a que este abandone el puente para dirigirse a la flamante cúpula de oficiales de la Corvus.

Computadora, bloquee los accesos al puente hasta nuevo aviso. – ordena.

Luego el capitán, con semblante preocupado, camina lentamente hasta la pantalla principal, desde la cual se observa el exterior de la nave. Allí, pensativo, se dirige a los presentes.

-Lamento que esta sea una misión inusual, con una reunión preliminar inusual y una forma poco habitual de presentación. Dejando de lado los deseos quiero centrarme en una cosa y eso ahora es el protocolo que deberían de conocer perfectamente. Tanto los oficiales experimentados como los recién salidos de la academia.-

El capitán hace una pausa para encauzar sus próximas palabras y dedicar la atención a ellos, su tripulación cercana, cambiando el panorama exterior por la búsqueda de la mirada de los demás.

-Señor Shrum. Existe un momento para cada cosa y los últimos minutos no fueron los adecuados para su datapadd en lugar del almirante. Así como fue un desliz de su parte la falta de compostura frente a un almirante no sería una falta menor dejar de prestar atención a la cámara de dilitio en un momento crítico. Esto no es un castigo ni mucho menos. Le sugiero que sea más atento a sus compañeros y subalternos. –

Delashaun examina tanto la mirada del ingeniero como el movimiento de sus antenas, lo cual suele pasar desapercibido para los no andorianos y que dice más que una mirada o palabra. Él lo aprendido de un compañero de camarote durante su servicio en la Lewis & Clark.

-Respondiendo a su pregunta le diré que sí. Partiremos en cuanto tengamos la tripulación completa. Tiene hasta entonces para conocer a su equipo de trabajo y organizar las rotaciones alfa, beta y delta de la semana por venir. Luego de zarpar necesitaré un informe del estado de los sistemas primarios y su disponibilidad para examinar al esfera, la cual para seguridad deberá moverla a la bahía de carga número dos y encerrarla en un campo de fuerza de nivel tres. No correremos riesgos con un objeto extraño y posible causante de la muerte de una colonia.-

Sin perder un segundo el capitán se dirige al próximo oficial.

Teniente comandante Elung. Su análisis puede ser el correcto pero no hay que descartar la presencia de un componente biológico que parece no encajar en todo esto. Será la encargada de analizar la esfera y coordinar su traslado a la bahía de carga con nuestro jefe de ingenieros Shrum. También puede contar con la asistencia del HCE, que por fortuna no necesita de descanso en un momento de urgencia como el actual. También le sugiero que se familiarice con el personal de la enfermería y del departamento de ciencias a fin de delegar las atenciones secundarias y enfocarse en nuestro objetivo.

Pittman ha tenido trato esporádico con vulcanos en su larga carrera. Los pocos en cruzarse con él han sido tripulantes de menor rango o personalidades ajenas a la Flota Estelar. Su primera impresión sobre la especie que hizo el primer contacto con su pueblo y catapultó a la raza humana a la exploración espacial se podría resumir en una palabra. “Eficientes”.

Luego siguió el turno del muchacho de chaqueta roja, que por cierto es un uniforme en desuso. Entonces el capitán hizo una nota mental.  “Actualizar los uniformes de los tripulantes que aún no lo hayan hecho”

Teniente junior Heralvsson. Aprecio su entusiasmo y sinceridad pero debe tener en cuenta que su expediente se encuentra en mi poder junto a los informes del alto mando, y que de ser necesario podría solicitarle exámenes y pruebas adicionales a usted. Por el momento céntrese en establecer las rondas, conocer al personal a cargo y asistir a la Comandante. Luego podrá presentar un plan de tareas según sus ideas expuestas. Quiero un informe completo antes de finalizar el turno. –

A continuación Delashaun se dirige al otro teniente, de corta edad, que permanece en silencio desde el minuto uno.

Teniente junior Császár. Asuma el timón es suyo. Comience con los preparativos para zarpar cuanto antes. – ordena Pittman al señalar la butaca de la estación de pilotaje.

-Comandante- a quien se dirige finalmente- Las novedades para la tripulación por ahora son equivalentes a una misión de investigación y posible salvataje en la zona neutral. Luego, personalmente, daré las novedades que crea convenientes a todos los demás. Hasta tanto lo hablado aquí lo considerare secreto de misión y su divulgación con el resto de la tripulación devengará una sanción ejemplar… – hace una pausa para dirigirse a todos - …la situación requiere que sea estricto. Espero sepan comprender. – añade.

-Computadora, desbloquea los accesos al puente. – ordena.

Finalmente Pittman enfila sus pasos a la oficina del capitán, un sitio que aún no ha visto a fondo y en donde trabajará arduamente durante los días por llegar.

El puente es suyo Comandante. Estaré en mi oficina, analizando los reportes del almirantazgo. Avíseme cuando sea el momento de salir del dique seco.-

Acto seguido el capitán sale del puente.

La misión cada vez parecía más extraña, pero a la vez podía arrojar una pizca de esperanza para el joven timonel. La nueva información arrojada por el Almirante Pearson sobre la desaparición de las tripulaciones afectadas podía indicar que el ataque guardaba similitudes con el sufrido de su padre y en su cabeza comenzó a teorizar Es posible que a pesar de los años de diferencias, ambos ataques sean obra del mismo... ¿Enemigo? Quizá el objetivo sean los seres vivos, pero al intentarlo con la Donau algo falló y por eso desapareció toda la nave

La posible teoría hacía que la cabeza de János palpitase de emoción, pero hasta que no tuviera pruebas no podía compartirla con el resto de la tripulación. Por ahora, el joven Császár seguiría las órdenes en silencio e intentaría acumular más información para poder darle consistencia a su esperanzadora teoría.

Finalmente, el Almirante Pearson abandonó el puente dejando a la nueva tripulación a solas. El Capitán Pittman tomó la palabra y, después de reprochar un par de acciones de sus compañeros, pidió a János que se hiciera cargo del timón - ¡A la orden, Capitán!

Sin perder un segundo, János se sentó en el puesto del timonel y comenzó a preparar la nave para el inminente viaje.

Shrun escucho atento las palabras de su nuevo Capitán. Tanto su mirada como sus antenas, mostraban cierto estupor.

Tardo un segundo en darse cuenta, que los presentes no conocían su capacidad de multitarea. Y entendió que podría haber estado más fino.

Aun así supuso que él Capitan era consciente del volumen de trabajo que le quedaba por delante, puesto que aunque habían dado luz verde a la flotadura de la nave, solo el jefe de ingeniería tenia que revisar y ajustar todo lo que había en la nave. Y no podía hacerlo unas semanas antes de partir, sino en unas pocas horas.

Se puso en una posición más firme aun y asintió cuando se le solicito el traslado de la esfera. Luego echo un vistazo a la jefa de Ciencias y oficial médico de la nave.

Un leve temblor en la antena derecha fue la respuesta sistemática del Andoriano.

En cuanto el puente estuvo abierto, espero a que su superior se marchara. El puente quedaba en manos de la Primer Oficial.

La miro a los ojos.

Si no tiene inconveniente primer oficial, parto de inmediato a ingeniería.

Espero una respuesta antes de emprender la marcha.

Una nueva tripulación, una nave dotada de una gran cantidad de sofisticados sistemas que no han sido aún probados y una misión que promete catapultarlos a una posible lucha sin cuartel. Las dificultades a las que se van a enfrentar son más que suficientes como para llevarlos al límite. Pero todos ellos han demostrado a la confederación su capacidad para fortalecerse ante la adversidad y salir victoriosos.

Sentada en la silla del capitán, la comandante Prallax recibe los informes de cada cubierta de la nave. Todos los sistemas funcionan a la perfección y lo que es aún más importante, la tripulación ha embarcado poco antes de que ellos llegasen. Por lo que la USS Corvus está prepara para iniciar su gran odisea por el espacio.

Dotada de un motor nunca antes visto, la nave es capaz de alcanzar warp 6 de forma indefinida y velocidades de Warp 9 si es necesario. Lo cual la transforma en una de las dos naves más rápidas de la federación. El viaje será realizado en un tiempo nunca antes visto, aunque al tratarse de una nave experimental, deberán de ser cautos y atender cualquier posible fallo.

Bajo la expertas manos del controlador de vuelo, Császár, la nave se eleva suavemente en el hangar y se desliza hacia el espacio de forma sutil. Tan solo él, a los mandos de aquella magistral nave, siente el tirón que se produce un breve instante antes de que la nave salte a velocidad de curvatura. La capacidad de maniobra de la nave es magistral, por lo que está seguro de lograr realizar maniobras con la USS Corvus, con la que otros pilotos ni tan siquiera jamás se han atrevido a soñar.

El jefe de seguridad, Heralvsson, dispuesto a demostrar su valía, accede al control de seguridad y diseña un simulacro para comprobar la eficacia del personal que ahora está bajo su mando. Una serie de amenazas repartidas por la nave, les obligará a moverse con rapidez, a la vez que evaluará su resistencia y familiaridad con la nave. Más tarde podrá reunirse con ellos para realizar las entrevistas que tiene en mente, pero desde el puente sin duda tendrá una mayor percepción de cómo se desenvuelven.

A diferencia de los oficiales del puente, Kedzal comprueba que todos han pasado semanas allí, tiempo más que suficiente como para familiarizarse con la nave y poder así, realizar su trabajo a la perfección. Eso si duda les ayudará a cumplir mejor con su actual misión.

Tras recibir sus primeras órdenes del capitán, ambos se preparan para cumplir con su misión. Tras abandonar el puente, se dirigen hasta los laboratorios, donde dos jóvenes alférez les aguardan. Allí les muestran el contenedor donde descansa la extraña esfera de metal y tras sellarlo, cargan con ello hasta la había de carga.

Una vez allí, es el propio Shrun quién se encarga de activar el campo de contención. De esa forma se asegura de que todo es perfectamente seguro y no se llevarán sorpresas desagradables. Los Alférez se retiran, permaneciendo en la puerta por si sus servicios son requeridos de nuevo.

Wilhem se encuentra también allí, caminando alrededor del campo de contención con las manos en la espalda. No se muestra alterado en absoluto, más bien, aburrido. Por ello termina fijando la mirada en los oficiales de la flota estelar, esperando que ellos ayuden a su insaciable hambre de conocimientos a adquirir una dosis mayor de información.

La esfera reposa en el contenedor, el cual se abre por control remoto una vez el campo de contención está activo. El objeto es exactamente tal y como lo describió el almirante. Se trata de una esfera de metal pulido, en cuya superficie se refleja la brillante energía del campo que la cubre.

La esfera dispone de un punto que al ser pulsado, permite que la carcasa se abra y muestre un dispositivo electrónico. El cual no funciona debido a que la pequeña fuente de energía que utiliza, está agotada.

El ahora su nuevo despacho, resulta ser un lugar amplio y elegante, con un diseño que le permite tanto realizar sus funciones a la perfección, como poder relajarse cuando sea necesario. Su escritorio se encuentra justo frente a la puerta, por lo que serán lo primero que vean sus oficiales al cruzar la puerta.

Dispone, en un escalón superior de altura, un cómodo sofá con una mesa destinado para aquello que crea oportuno el capitán. Por supuesto no le falta un replicador y un sistema de comunicación encriptada para poder mantener conversaciones privadas con el alto mando.

La Intrepid es una nave pequeña en comparación con otras en las que ha servido, pero debe de reconocer, que pocas dotan al capitán de un espacio personal tan elegante y amplio. Eso le proporciona una ligera idea del rendimiento del nuevo diseño de la flota estelar.

Al tomar asiento en el escritorio, tan solo necesita unos instantes para descubrir de que todo el personal de la nave ya está a bordo. Los preparativos están más que dispuesto y su nueva odisea por el espacio puede comenzar. Durante un instante piensa en regresar al puente y dar la orden de partir, pero la llegada de un comunicado urgente le hace desechar esa idea. Además es un momento para poner comprobar las capacidades de su nuevo oficial.

La holoimagen del Almirante aparece ante él mostrando como siempre, su severo rostro. Aún así, el capitán percibe cierta inquietud en la figura del Almirante. Algo sucede y sin duda, no es de su agrado.

A través de los tres grandes ventanales que adornar el despacho, el capitán puede ver cómo la nave se aleja de la base estelar cinco y se prepara para saltar a velocidad de curvatura. Los nuevos motores de la federación deberían de ser capaces de transportarlos en poco tiempo hasta su destino, al menos si todo va bien...

-Capitán Pittman, sé que apenas acabo de descender de su nave, pero acabamos de recibir información referente a su misión. La USS Magallanes, una de clase Nova que se encontraba en la zona neutral, informó del avistamiento de la nebulosa, así como de una señal de auxilio que provenía del planeta. No hemos logrado volver a contactar con ellos desde entonces. Creemos que pueden haberse quedado sin energía por efecto de la nebulosa.

Al tener tanto frentes abiertos, la Federación ha decidido mantener en secreto la existencia de esa misteriosa nebulosa. Algo que ahora puede cobrarse la vida de toda una tripulación. Aunque de nuevo Pittman presiente y con razón, de que hay algo más.

-En la nave viaja Vol´ka, un klingon sacerdote de Kahless que iba a participar en una importante misión diplomática. Debía de interceder entre dos pueblos que se disputan una luna desde hace generaciones y por fin parecían dispuestos a llegar a un acuerdo. Pero se trata de dos especies que tan solo respetan la fuerza y por ello, eligieron a un Klingon para interceder en las negociaciones de paz. Son dos especies con una profunda creencia religiosa y si Vol´Ka no llega a las negociaciones, creerán que es voluntad de sus dioses.

Pittman no necesita que el almirante le indique lo que puede significar para los Klingons perder a uno de sus sacerdotes más importantes. En especial en un territorio tan cercano a la frontera con los Romulanos. Nadie dijo que aquella fuese a ser una misión sencilla, pero las cosas parecen complicarse a cada paso.

Una vez que las palabras del Capitán se convirtieron en una orden, Elung siguió aquel camino que extenso siempre tendrá alguna historia por contar cuando los días se conviertan en una rutina más que diaria. Pendiente de la tarea que le toca ahora mismo, se resguarda en el silencio que tan buen compañero suele ser a la hora de investigar y usar su intelecto. Si bien la vulcana no era muy habladora, se notaba ese detalle durante el camino hasta el lugar en cuestión donde se encuentra la esfera. 

Paciente como nadie, preparó el ordenador para realizar un escaneo mientras Shrun se ocupaba del Campo de Contención. No le prestó atención al holograma, está claro que su mirada se encuentra en aquel objeto y en el proceso que debe esconder detrás de esa imagen que brinda. - Señor Shrun, investigaré sobre su funcionamiento y para esto haré primero análisis profundo. -comentó en un tono neutral. - Wilhem, revisa si existe alguna normalidad o reacción al campo creado por el Oficial Shrun. - ordenó sin sonar demasiado tajante, es su tono a la hora de hablar y lejos de ser algo extraño, en su tierra es muy común. 

Y mientras ingresa al sistema para ir recogiendo información, aguarda paciente a lo que pueda suceder. Confiaba en la veracidad de los datos, ahora la cuestión era ir más allá. 

Shrun no había sido más silencioso que Elung, por el hecho de que había sido el quien había interactuando con los Tenientes.

Estaba claro que era una persona reservada, y buena parte del trayecto se centro en su datapad. Ya tenia medianamente estructurados sus quehaceres para las próximas horas.

Después de comprobar dos veces que el campo de contención funcionaba correctamente la Doctora pidió apoyo para su tarea, estaba claro que no cejaría hasta hallar un resultado que le ayudara a comprender qué era aquella esfera.

Por su parte, decidió hacer una comprobación rutinaria, y modifico los espectros le luz para ver distintos resultados, infrarrojos, ultravioletas, etc.
Puede que aquella esfera reaccionar específicamente a alguno de ellos, y según los datos nadie había realizado un examen en ese sentido.