Capitulo Dos - X´agroron

Fecha terrestre 01 de diciembre de 2159, 01:01 A.M.

Sobre un horizonte sin principio ni final se alza, representando el océano de oscuridad para la pequeña embarcación espacial que es la nave de la Flota terrestre. El oleaje de oscuridad golpea con notable facilidad, interrumpiendo definitivamente los sistemas de comunicación y generando desperfectos menores en los sistemas secundarios, pero nada que no se pueda resolver al apretar un botón.

Rodeado de anillos de materia oscura y fuerzas gravimetricas la anomalía se alza en el centro, con su masa similar al de una pequeña luna pero con enorme fuerza de atracción, al punto de alterar el espacio circundante creando un horizonte de sucesos similar al que poseen los agujeros negros.

Lo que no fue una supernova y ahora tampoco es un agujero negro es mucho menos un arma del Imperio Romulano, ni siquiera una superarma. La realidad, pronta a descubrir es totalmente impensada.

La distancia que separa todo lo demás con respecto al “centro” efímera, cuando el espacio circundante se torna irreal, por consecuencia y efecto de aquello que yace en el centro de todo, debido a su oleaje psíquico que transforma todo en ondas de choque.

Y desde el punto infinitesimal de su centro comienza a emerger, y cual leviatán mostrando su poder al Pequod, despliega el horror en todo su esplendor.

La semilla estelar, X´agroron ha llegado.

Colosales tentáculos, de cientos de metros de largo, preceden al desmedido monstruo con apariencia de calamar. El Kraken espacial irradia luz desde su interior, de la misma forma que las desiguales perturbaciones en el espacio tiempo, siendo lo único sin cambio una esfera artificial que flota en su interior.

El monstruo, del tamaño de un gran asteroide, es una forma de vida parcialmente material en toda regla aunque los sensores no ayudan demasiado en su análisis. Su morfologia es completamente extraña a todo lo conocido, quizás acercando su composición a una forma de vida compleja de un océano de un planeta clase M. Por momentos su contorno es traslucido para luego ser tan solido como el diamante.

Otro problema importante para las pequeñas naves es el horizonte de sucesos y su interacción con el espacio normal, porque solo la bestia infernal es el único en entrar y salir del mismo sin peligro y con total naturalidad. Similar a un pez saltando fuera del agua y cayendo dentro nuevamente en un ciclo interminable a medida que avanza en dirección al espacio aliado. Los asteroides, y todo lo demás, que son atrapados en el horizonte de sucesos desaparecen dentro.

La mitología general de algunas especies del cuadrante coinciden en que el universo fue creado por una entidad proveniente de un plano existencial diferente al conocido, y que su visita es augurio de renovación por medio del ciclo interminable de creación a partir de la destrucción. Se le conoce como X´agroron el purificador universal, Semilla estelar de Creación y portador de la llama Psíquica, entre otros.

La esfera mecánica, del tamaño de una pequeña nave estelar, cumple algún propósito ajeno al monstruo extra dimensional, quizás siendo un producto intencional y contrario para el movimiento y voluntad de la bestia. Las firmas Aenar y posiblemente Romulanas confirman que la esfera-nave podría ser el “puente” de semejante objeto de destrucción.

Previamente:

A la embajadora le pareció muy sospechoso el que la commodora insistiera de esa manera.  

¿Será ella la espía que todos sospechan está en la nave?  

Le hizo un escaneo pasivo, indetectable para ella, para saber si había claves que indicaran que ese era el caso.  O si sólo era alguien queriendo participar mucho en una misión y usando su poder para asegurarse de ello. 

El leve “toque” mental en la Comodoro tiene un resultado inusual para Shirrazz, porque alguna especie de bloqueo prohíbe a la embajadora acceder al interior de la mente de la humana, solo dejando la lectura superficial de sus pensamientos.
La poca información que llega a manos de Shirraz es suficiente para tener una idea general de Erika. La comodoro sigue ordenes y estas son ser testigo presencial. Ella también busca al espía, dejando de lado la posibilidad que lo sea. Desde luego que existen otras intenciones pero Shirrazz debería efectuar un contacto físico prolongado.

El transportador cumplió su objetivo al llevar a todos a bordo de la esfera, aunque no de forma eficiente. Sirril no logró ocupar el puesto de un Aenar ni mucho menos porque se materializo bastante cerca pero no lo suficiente para conectarse a la no tan maquinaria que allí hay.

El apareció detrás de una columna de maquinas similares a generadores que alimentan una esfera de energía que guarda en su interior tres figuras humanoides poco nítidas. Asumiendo que esas figuras son los Aenar el oficial científico simplemente debería entrar allí y de ese modo, tal vez, acceder al sistema que enlaza a los prisioneros con la maquina y por consiguiente con el monstruo dimensional.

La esfera irradia sendos rayos de energía hacia el techo de la estancia, sitio que es del tamaño de ingeniería de la Excalibur solo que la tecnología de aquí es demasiado similar con la misma de la pirámide del planeta en B-Sygnus.

Quizás el único problema es recorrer los casi cuatro metros plagados de instrumentos y llegar a la esfera sin alarmar a los tres alienigenas que operan la maquinaria. Sus facciones son desconocidas para Sirril, pudiendo ser la verdadera apariencia de los Romulanos. Los tres llevan una especie de armadura ligera y armas de mano en sus cinturas.

El transportador cumplió su objetivo al llevar a todos a bordo de la esfera, aunque no de forma eficiente. Quizás por efecto de las interferencias o por la barrera misma del horizonte de sucesos que divide el espacio normal del hogar de la bestia dimensional.

Lo importante es que no todos llegan a destino luego de ser energizados desde la sala del transportador y aparecer dentro de la esfera-nave. Cuatro no llegan a destino por insuficiencia en la señal, dejando tan solo una estela de luz que desaparece segundos después.

Erika, Shirrazz, Unger y Gaheris son los afortunados junto a un soldado MACO y el Sehlat del mercenario. No así tres soldados junto al oficial científico de la Excalibur. Ellos han perecido durante el transporte.

Ahora la penumbra y un zumbido constante de maquinaria alienigena les recibe en una estancia amplia, similar a las bahía de carga de la Excalibur, donde no se ve ninguna salida por el momento.

La atmósfera es respirable, aunque la temperatura es cercana a los cero grados centigrados.

Según el plan todos fueron transportados al área mas cercana a los prisioneros Aenar, siento el sitio actual lo mejor que pudo hacer el oficial encargado de la sala del transportador. Al menos no hay romulanos a primera vista.

Shirrazz al aparecer en la esfera lo primero que hizo fue tocar su amuleto de la suerte, ese hielo perenne que tenía en su collar. 

Me ha acompañado hasta ahora bien, me servirá ahora para liberar a mi gente. 

Lo segundo fue tristeza, al ver las luces de los no-transportados prenderse y apagarse.  

Ojalá que sólo haya sido que no pasaron hasta acá, y estén allá en la nave terrícola, sanos y salvos. -pensó con infundado optimismo. 

Lo tercero fue esconderse, para pasar desapercibida en lo que se movían entre sombras hacia los aenar.  Sintió con sus antenas el aire a temperatura tan rica.  No como los humanos que gustan de vivir en hornos permanentes.  Vibró todos aquellos pequeños capilares de que estaban hechos para detectar las ondas psiónicas de sus congéneres. 

Lo cuarto fue tocar la mochila azul que llevaba a su espalda. Si, estaban bien la docena de tribbles que había traído a la Excalibur.   Los había entrenado por años para que se movieran en las naves espaciales, por sus múltiples recovecos y pasadizos de cableado, para que la ayudaran a encontrar cosas, o sabotear cosas, que era lo que mejor sabían hacer. 

Salten pequeños, salten.  -se comunicaba con ellos psionicamente, pues eran, naturalmente, seres psionicos de orígen. 

Erika está viviendo su primer misión de campo y a decir verdad, no era muy consciente del riesgo al cual está expuesta. No obstante, al realizar un conteo descubre que el Oficial Científico junto a otros soldados MACO no se encuentran allí, dejando en claro que no pudo realizarse el procedimiento en perfectas condiciones. 

- Embajadora. ¿Puede detectar a Sirril? ¿Percibir su energía? ¿Algo? - pregunta al esconderse junto a ella. 

LLeva su phaser en la mano, no siente miedo en absoluto y está dispuesta a seguir con todo lo planeado. Aún así le interesa saber en dónde ha quedado esa parte de la Tripulación, es vital no perder al Oficial en medio de la misión. Por ahora espera que el resto vaya acomodándose, así de esta forma se sale a recorrer. 

 Me agaché junto a mi amigo y le susurré, mientras le indicaba que olfatease a Shirrazz, como muestra:

 - ¿Hueles a Andoriano, chico?. ¿Captas algún aroma que te recuerde a ella?.

El transportador había hecho su función, Sirril se había materializado tan sólo a unos metros de los Aenar, teniendo en cuenta todas las dificultades el vulcano podía darse por satisfecho.

Las tres figuras parecian estar interconectados de una forma que no resultaba extraña para Sirril, aquella tecnología probablemente procedía del mismo sitio que las pirámides.

Otras tres figuras ocupaban la sala, sin duda los captores cuyos rostros eran extraños, parecían manejar algunos aparatos controlando que todo estuviera en orden...

Eran 3 y Sirril tan sólo uno aunque contaba con el factor sorpresa estaba en clara inferioridad, pero el vulcano ya contaba con aquello.

Su oportunidad se basaba en unirse a los Aenar, sin duda aquellos individuos y su fuerza mental eran vitales para los planes de aquellos seres y demasiado valiosos para interferir en su conexión.

Sirril no sabía los efectos de lo que estaba pensando, pero con la bestia por fin activa en este plano no había muchas opciones y ya había muerto una vez como para temer a la muerte.

El oficial se quedó oculto sin moverse por unos instantes, estudiando su alrededor y los movimientos de los seres esperando su oportunidad.

Cuando parece no haber entradas al sitio un par de guardias romulanos aparecen allí, haciendo su guardia de rutina en apariencia. La apariencia de ellos es completamente desconocida para todos, tal vez siendo la verdadera forma de los romulanos, una especie tan xenofobica como enigmática, cuyo velo de misterio es su principal escudo.

Sus facciones lampiñas, piel gris y dientes afilados, así como altos y esbeltos lo siguiente que es llamativo son sus armaduras ligeras y sus rifles, junto a su paso marcial.

Momentos antes de su llegada la Embajadora soltó una docena de pequeñas criaturas peludas, del tamaño de un puño, que de inmediato comienzan a pulular lentamente por el sitio. También logró detectar a sus compatriotas, los cuales se encontraban un nivel por encima del actual.

Erika al igual que Shirrazz y los soldados no fueron descubiertos por los romulanos pero si Gaheris, quien al hablar con su mascota perdió un tiempo valioso. El sehlat, por medio de su olfato, señaló con la cabeza hacia el techo y hacia adelante, poco antes de la aparición de los guardias.

- ¡Xh ´arsh! - ordenó uno de los guardias al apuntar a gaheris con su rifle. El otro guardia comenzó a dar un rodeo hacia el mercenario.

La tecnología de la sala es claramente ajena a las tres estaciones de trabajo romulanas, siendo muy evidente por la información que se muestra en las pantallas de los dispositivos romulanos.

Un sonido, similar al tono de llamada del altavoz de la Excalibur, suena en la recamara. Entonces uno de los presentes abandona la estancia, saliendo por una puerta lateral que fue instalada y no es algo propio de allí. ¿Como concebir una sala de control original sin puertas?

Ya era instinto eso de llegar a un lugar y esconderse. Sobre todo cuando eres el invasor: - La fuerza de la costumbre.

Le sorprendió, que el mercenario, quedara impávido y ajeno a lo que sucedía a su alrededor: - Joder con la manía de jugar con animalitos. Ya ya no digamos, cuando la tipa azul se puso a jugar con los pompones autónomos. - Si tenemos la nave llena de "bichos". 

Y lo decía él. Un tipo enorme, verde y cavo. Un bicho más.

Ya habían tenido bajas y no sabía bien por qué. Si es que el energizador daba problemas, si habían sido interceptados o algo. - Espero que estén bien. Fue su parca plegaria por los compañeros perdidos. Así con esa sacó su arma y puso a mano sus "cosas afiladas". Se agachó y puso en "Modo Combate". Con un gesto, ordenó al compañero que se guareciera y sabía que ordenar callar, era la forma idónea de añadir más ruido. Si tenían que ser sigilosos ... la habían cagado: - ¿Mercenario?¿Superhombre? Una mierda .... supergilipollas. Si el oso tiene más cabales que él.

Con la discrección rota solo era cuestión de tiempo. LLegaban las patrullas de la nave. Al igual que ellos, tenían rondas por las cubiertas, y se empezó a imaginar que estos tipos eran el enemigo, y el "calamarcito" era su arma de destrucción definitiva.

- Si son el enemigo, no van a tener contemplaciones. Y desde su cobertura abrió fuego.

Gris, azul, verde, rosa, los colores de piel de las razas "inteligentes" del cuadrante parecía un arcoiris de esos que salen al nevar delgado con luz de amanecer en Andoria.  

Y ahora esta gente de piel gris nos ataca.  Estaba claro que la embajadora veía un gradual acercamiento y eventual unión entre razas que fueran inicialmente agresivas, naturalmente, entre sí.  Pero la unión con esta civilización romulana, con generaciones de disciplina y cerrazón, le parecía más difícil que incluso una que surgiera con los atrabancados humanos y los agresivos klingon.  

Pero no había tiempo que gastar en dirimiciones diplomáticas, había que actuar. 

En cuanto neutralizaran a estos guardias le pediría mentalmente Shirrazz a sus tribbles saboteadores que encontraran rutas entre la mampostería y ductos varios para moverse hacia sus hermanos andorianos allá arriba, pero ahora había que ayudar, por lo que hizo lo que todo andoriano táctico hace al entrar en combate: comenzó a leer los pensamientos de los enemigos. 

En sintonía con los atacantes, les podría señalar a sus compañeros por donde vendrían los siguientes disparos o avances, y por donde tendrían ellos una hueco en las defensas de los romulanos que podrían aprovechar para abatirlos más rápido.  Y también, por donde pensaban estos que vendrían sus refuerzos.    Todo, todo ayuda.  

La situación comienza a toma cierto cariz plagado de complejidad, aquel hombre al hablar con su mascota llama la atención mientras que los demás permanecen ocultos entre las sombras. Al mirar de costado, como si estuviese espiando, descubre que ya algunos han venido a dar el recibimiento adecuado, forzando a la Comodoro a que prepare el phaser mientras observa a sus compañeros. 

- ¿Cuánto tiempo tenemos para actuar? ¿Está detectando al oficial científico? ¿Algo? - pregunta entre susurros a Shirizzaz que parece sorda por momentos. 

No quiere perder tiempo, solo necesita una respuesta y tener en cuenta algún plan. No saldrá a disparar a quemarropa, pero al ver que el MACO abre fuego, Erika intenta apoyarlo desde su posición. 

Quizá sólo había sido casualidad o suerte, Sirril queria pensar que la presencia de sus compañeros en la nave distraería la atención, fuera como fuese uno de los seres había abandonado la estancia y ahora tan sólo eran dos contra uno y el factor sorpresa corría a favor del vulcano.

La estancia era lo suficientemente grande como para moverse y pasar desapercibido, Sirril se tomó unos segundos para encontrar nuevamente el mejor momento y la mejor ruta para acercarse a uno de los humanoides y aplicarle un pellizco vulcano por las buenas o un contundente golpe por las malas.

 Al ver lo que la embajadora andoriana arrojaba al suelo de a nave, casi sentí pena por los romulanos:

 - ¿Tribbles?. ¡Que mala leche se gasta la pielazul!. - Pensé divertido-

 Entonces llegan los romulanos, que parecen sacados de la película de Nosferatu. Me apresuro a defenderme, aprovechando que el Orión abre fuego para distraerlos, indicando a Dientes de Sable que se ocupe de uno mientras yo me ocupo del otro...

Quizás es la emoción o la adrenalina en la embajadora al hacer caso omiso de la comodoro y sus preguntas, como sea es la primera vez en una misión de campo y con peligro real de muerte. Ni siquiera cuando la Tierra intervino en el ultimo conflicto armado entre Andoria y Vulcano. Shirrazz estaba allí, bajo el bombardeo de sus enemigos ancestrales que ahora son sus aliados.

Erika, quien reaccionó antes que todos, abrió fuego con su pistola phaser desde la cobertura de una columna, pero su puntería no ayudo en nada cuando el disparo se perdió en el techo del recinto.

A continuación los dos soldados romulanos devolvieron el fuego. El primero de ellos disparando contra Gaheris y el segundo contra la comodoro, aunque su disparo dio contra la columna que protege a Erika.

Milésimas después Unger abre fuego con su rifle, cuya certera precisión es tan letal por igual. El disparo prácticamente vuela la cabeza del primer soldado, matándolo de inmediato.

Gaheris, que fue herido gravemente en el hombro izquierdo, salta sobre una pared inclinada para caer sobre el enemigo restante al pegar con su mejor patada voladora. El impacto empuja hacia atrás al soldado romulano que es herido por el disparo del soldado MACO. Entonces este se refugia un instante detrás de un monolito solo para ser emboscado por Dientes de Sable y por consiguiente pasar a ser su cena.

Shirrazz durante ese breve lapso consigue leer superficialmente las mentes del enemigo, descubriendo que son simples esclavos de los romulanos y que protegen la esfera-nave a costa de sus vidas, quedando al menos otros diez en toda la nave.

El zumbido de la maquinaria y de los conductos de energía psíquica fue el manto de sigilo que necesitó Sirril para gatear hasta detrás de uno de los operadores de las estaciones de trabajo y poder incapacitarlo con el famoso pellizco vulcano.

Pero debía actuar pronto, porque el otro romulano podría darse cuenta en cualquier momento y todo se echaría a perder.

Las distancias entre las dos estaciones de trabajo son significativas, dejando de lado la sorpresa, aunque ahora Sirril cuenta con el arma del enemigo derrotado. Una pistola disruptora, de igual poder que la variante Klingon con capacidad para vaporizar.

Lo siento Commodora, estaba concentrada tratando de saber donde estaban mis ciudadanos.  Y luego en leer la mente de nuestros atacantes.  Pude saber por ellos que hay otros 10 soldados por toda la nave, me imagino que además de los operadores técnicos de este aparato salido del averno.  -para los Andorianos el mito del diablo provenía de las fumarolas submarinas que venteaban azufre- 

Por favor, la próxima vez dejen a alguien vivo, para que lo pueda interrogar.  Le dijo al MACO, al mercenario y a su felino, por si la entendía. 

Claramente mis co-planetarios los percibo en el piso de arriba.  Tribbles, por favor, encuentren un camino.  Los colocó en los ductos de ventilación para que hicieran sus tribblicosas.  Y hacia allá fueron, con una algarabía de pelo suave y cuerpo redondoso, como erizos de peluche. 

Me concentraré para encontrar a Sirril. -le dijo a la Commodora mientras los tácticos ideaban un plan para subir un piso sin encontrarse con los otros 10 guardias. O los tribbles regresaban con una ruta.

Pero no, le resultaba difícil, más que lo normal, el concentrarse.  Estaba alterada, eso era claro.