Jankowsky entró dentro de la enfermería como una exhalación. Llevaba su arma a punto en modo aturdir y regulada a máxima potencia, el vigor del condenado era extraordinario por lo que había tomado precauciones.
Le sorprendió verle libre pero aspecto recio y de seguridad de la capitana le tranquilizó de alguna manera.
-Aquí estoy capitana, ¿qué sucede?
Estoy en la enfermería.
Cristina a pesar de estar tranquila, tenía el gesto serio. Eran muchos los frentes que tenía abiertos y por su expresión deseaba terminar con aquel en concreto cuanto antes.
- Señor Jankowsky, el señor Soong tiene que revisar la nave donde llegó. Me gustaría que nos acompañase, y que sus hombres vuelvan a sus puestos, no será necesaria la intervención del señor Urmoz- ordenó
Si queréis para no ralentizar mucho la cosa,cuando Jan de sus órdenes, podemos ir directamente a la escena de ingeniería que es donde está el muelle de carga ¿no?
Aquí:
https://www.comunidadumbria.com/partida/star-trek-...
Además afuera de la enfermería se encuentra la doctora y el sargento esperando rol.
- Doctora Walker, señor Unger, pasen por favor- dio nuevamente la orden antes de que Jan contestara, Cristina deseaba terminar aquel asunto lo antes posible para dirigirse al puente.
Tras los largos minutos sin que apenas se escuchara ningún otro sonido que algún que otro chasquido de nerviosismo de su propia boca, la llamada de la capitana le quitó un importante peso de encima. -Cualquiera diría que ha estado esperando a que se pregunte por ella para invitarnos adentro.- Masculló Diane al comentario de Rochard antes de entrar en la enfermería, en voz pese a todo lo suficientemente alta para que se la oyera. Sabía que De Alba no los había tenido esperando más de la cuenta por afán de protagonismo (o, al menos, eso esperaba), pero lo cierto es que su intervención y la de su ayudante habían estado tan coordinadas que parecía imposible no pensar en ello. Y, siendo una persona que necesitaba descargar su tensión en palabras ácidas, era una oportunidad tan buena como cualquier otra para hacerlo.
Debió de ser toda una sorpresa para ellos verme libre y con una actitud amigable con la capitán, aunque manteniendo las distancias con Jankowsky, principalmente por sentirme molesto con él por la historia de la celda y el asunto del intento de tortura más que sentirme realmente intimidado por el humano. Al ver a los recién llegados, les saludé con la mano y una sonrisa amistosa:
- Hola...
¿Os lo esperabais? ;P
De Alba se encontraba con el arma de Unger en las manos a una distancia prudencial de Gaheris, la impresión era de tranquilidad. Aunque en su fuero interno estaba deseando de concluir aquel asunto.
- Claro que os he hecho esperar a drede... Me gusta añadir tensión... - contestó a la doctora, era la única de la tripulación a la que le permitía los comentarios sarcásticos porque los encontraba estimulantes y sinceros... El problema es que ahora se tendría que preparar para toda una retahíla de ellos por lo que había hecho y lo que tenía pensado hacer... Pero ¿qué era la vida sin un poco de emoción? - Doctora Walker,
¿Tengo su permiso para sacar a su paciente de enfermería?
Jankowsky imaginaba cual podría ser el motivo del polizón para querer revisar su nave y le inquietaba. Cogió a la capitana a un lado como para evitar que Gaheris le ecuchara aunque en realidad le traía sin cuidado.
-Capitana, este sujeto es peligroso, imagine que lo que va a buscar a la nave es algún tipo de arma o dios sabe que. Pediré soldados de apoyo.- Había entrado Unger y Jankowsky le informó - Unger, la capitana quiere que llevemos al polizón hasta la nave en la que ha venido, avisa a tus hombres será mejor que vayamos escoltados.
El maco volvió otra vez a dirigirse a la capitana.
-Señora, sugiero que atemos al indivíduo con unas esposas de seguridad, será más fácil tenerle controlado.- Esperaba que la doctora accediera a dejar salir al hombre - Bien, si la doctora no tiene objeción, pongámonos en marcha- E la puerta de la enfermería ya había una patrulla de soldados esperando y servirían para hacer de escoltas.
- Enterado comandante. Pidió una carretilla y la patrulla que había mandando a seguir con sus rondas por la zona, le hizo regresar. Entonces se explicó. Así podremos seguir transportando al prisionero engrilletado y asegurado.
¿SIRE no he visto, oido ni nada de nada con la vigilancia de la enfermería con su monitorización exterior?
Mal empezamos, si que son desconfiados y rencorosos en este grupo. ¡A mi fue a quien quisieron torturar y disparar y no se lo hecho en cara, por el bien de la conviviencia!.
- Mirad... Se que empezamos con mal pie, pero ya he llegado a un cuerdo con la capitán y por mi parte pienso cumplir mi parte, que incluye comportarme como es debido y hacer lo que ella me pide. Ahora bien, si vosotros empezáis a hacer el tonto, me vuelvo a mi celda y el trato queda anulado. - Le respondí seriamente. - Pero teniendo en cuenta que desde que nos conocimos, nunca he sido el primero en dar el primer golpe, me preguntaría quien de los de esta sala es realmente peligroso.
Resumamos:
- La doctora me desarmo y uso mi arma para casi cargarse el ascensor, al fallar de manera espectacular cuando trataba de darme a mi.
- Los MACOS trataron de sacarme la información hostias (Todavía me río de aquello), por lo que me escapé de mi celda.
Vamos, que con los Klingons estaría mejor ;P
Diane no pudo evitar alzar las cejas no tanto ante la respuesta de la capitana como al contemplar la imagen del prisionero suelto en su enfermería. Decididamente, si lo que deseaba era añadir tensión, en aquella ocasión lo había conseguido a la perfección, pero se esforzó en mantener su profesionalidad y se irguió levemente mientras llevaba sus brazos tras la espalda para responder oficialmente en su cargo de oficial médico.
-Dado que la salud del paciente se encuentra en un estado ejemplar, no hay ninguna razón para mantenerle bajo observación.- Respondió con frialdad, antes de añadir sin variar su tono formal, como si fuera igualmente parte del diagnóstico -A quién no estoy segura de poder permitirle marchar antes de realizarle un escáner cerebral completo es al responsable de decidir que en lugar de volver a las celdas como le corresponde tenga permiso para volver a su nave, pero parece que ahora mismo y sin presentar un informe carezco de la autoridad necesaria para hacerlo.
Realmente, la doctora confiaba en De Alba y creía sinceramente que debía de existir una razón de peso para que actuara como lo estaba haciendo... aunque no pudiera imaginarse ni aproximadamente cuál. Su mirada gélida se volvió durante unos instantes hacia Gaheris mientras este hablaba, sin variar su expresión de seriedad, antes de añadir sin ocultar su disgusto -Lo único que puedo decirle es que, o bien han revisado en el diccionario la definición de "primer golpe" en los últimos minutos, o bien debería tener mucho cuidado con las decisiones que está tomando si todos los secretos de los que ha sido informada en este tiempo son tan veraces como sus últimas palabras.
- La doctora me desarmo y uso mi arma para casi cargarse el ascensor, al fallar de manera espectacular cuando trataba de darme a mi.
La doctora se resistió a un intento de secuestro como pudo teniendo en cuenta que no tiene habilidades de ataque. Lo espectacular no es que me cargara un ascensor sino que a un "superhombre" le lograra desarmar una simple científica. ¬¬
Miré a la doctora y, con las manos a la espalda, para que no malinterpretase nadie mis intenciones, me acerqué a ella con una sonrisa, hasta una distancia prudente:
- Doctora, doctora, doctora... Soy consciente de que empezamos con muy mal pie y tiene razones para guardarme rencor, pero no debería de dejar que eso enturbiara su juicio... - Tras unos instantes, mis rostro adoptó una expresión tremendamente seria y le hice una humilde reverencia. - ... Pero le ofrezco mis más sinceras y humildes disculpas y espero que podamos volver a empezar.
¿Intento de secuestro?. Solo te preguntaba por una ubicación dentro de la propia nave para que me llevaras allí, tampoco es que tuviera planeado llevarte lejos para pedir un rescate.
Desde luego, es que sois unos alarmistas ;P
La doctora apenas volvió la cabeza para mirar al prisionero y todo cambio en su expresión consistió en un breve fruncido de labios ante el numerito de la reverencia. -No tengo costumbre de guardarle rencor a los animales por seguir sus instintos, señor Soong.- Respondió con un tono de voz gélido. -El "rencor" al que hace referencia no es más que mi forma de hablar natural: no se crea ni por un momento que está recibiendo un trato diferente al del resto del mundo.
Se volvió hacia su superiora para añadir -Si ya está todo solucionado, le agradecería que todo el personal, el militar incluido, abandonara finalmente la enfermería para que mi personal pueda volverse a encargar de sus tareas.
Al menos algo bueno tenía que salir de todo aquello: ya era hora que después de semejante semana con un campamento montado en su espacio de trabajo le devolvieran finalmente su feudo.
- ¿Rencor? Si pensará que no es capaz de mantener un arma en las manos, es para entender que usted, que tanto presume, su negligencia en patente. Estaba cansado. Quería freírle la cabeza de una vez y meterlo en el disruptor de materia de los generadores para que ni sus cenizas quedasen en este plano. Antes lo despreciaba, como enemigo. Ahora, simplemente era un santinbanqui con ínfulas de mono de feria.
Miró a la capitana, y con un gesto de la mandíbula, solicitaba instrucciones específicas, a parte de las que ya había ordenado para transportar al "mono".
Que una doctora, que no es una especialista en combate, desarmase al mercenario, es humillante. Que deje de presumir que la doctora no sabe disparar y se deje de presumir.
-Capitana, este sujeto es peligroso, imagine que lo que va a buscar a la nave es algún tipo de arma o dios sabe que. Pediré soldados de apoyo
- Sé que es peligroso, pero he llegado a un acuerdo con él y tenemos un asunto grabe de por medio que no puedo revelar.
- Unger, la capitana quiere que llevemos al polizón hasta la nave en la que ha venido, avisa a tus hombres será mejor que vayamos escoltados.
Mirad... Se que empezamos con mal pie, pero ya he llegado a un cuerdo con la capitán y por mi parte pienso cumplir mi parte, que incluye comportarme como es debido y hacer lo que ella me pide. Ahora bien, si vosotros empezáis a hacer el tonto, me vuelvo a mi celda y el trato queda anulado. - Le respondí seriamente. - Pero teniendo en cuenta que desde que nos conocimos, nunca he sido el primero en dar el primer golpe, me preguntaría quien de los de esta sala es realmente peligroso.
A quién no estoy segura de poder permitirle marchar antes de realizarle un escáner cerebral completo es al responsable de decidir que en lugar de volver a las celdas como le corresponde tenga permiso para volver a su nave, pero parece que ahora mismo y sin presentar un informe carezco de la autoridad necesaria para hacerlo.
Habría que seguir por aquí chicos
https://www.comunidadumbria.com/partida/star-trek-bajo-la-sombra-del-raptor/ingenieria-bahia-de-lanzaderas-y-sala-de-transportes
Sin mediar palabra, seguí a la capitán, con las manos a la espalda y una sonrisa de aprobación en la cara. Definitivamente siempre me han gustado las mujeres con carácter y algo me dice que va a ser interesante trabajar con esta. Por otra parte, debo de averiguar más sobre la doctora, para encontrar alguna manera de hacer una disculpa más apropiada...
- Por cierto, capitán, para evitar malentendidos o que piense que trato de jugársela. Tengo un socio, un Sehlat, dentro de mi nave, al menos que ustedes lo hayan dejado salir. ¿Saben algo de él?. Estaba algo pachucho cuando lo dejé, por culpa de estar expuesto a una fuga, pero confío en que este mejor. Si me ve, no debería de causar ningún problema... Aunque no se cuanto tiempo llevará sin comer desde que me encerraron.
Como le hagan hecho daño a mi pequeñín, entonces si que se va a armar.... ;P
- ¿El osito? preguntó alarmado. - Maldito pirado.
La capitán sabía, ya que en su momento le había informado, que estaba encerrado en una navecita. Allí mejor que sacarlo a pasear sin tener jaula adecuada. Y si rompía algo, ya era su navecilla.
- Ya estamos solos, empiece- ordenó con impaciencia
- Antes de nada, quiero pedirle disculpas por todos los problemas que haya podido causar, capitán. Contrariamente a la opinión que pueda tener de mí, yo no quería que pasara todo esto. En cuanto a la razón por la que estoy aquí es que yo y mi compañero fuimos contratados como mensajeros por un patrón anónimo para que lleváramos un objeto, una piedra preciosa, a un lugar concreto de esta nave. Al parecer dicha piedra es importante para los Klingons y esa es la razón por la que me persiguieron hasta ustedes. Esa persona también tenía especial interés en que usted me acompañara en la entrega, ignoro el motivo. Y antes de que me lo pregunte, mi compañero es un Sehlat llamado Dientes De Sable, le agradecería que usted y sus hombres no le hicieran daño, él es familia para mí...
- Ha entrado en mi nave como un elefante en una chatarrería, esta situación la ha generado usted. Pero vayamos al grano- comenzó De Alba sin dejar de apuntarle, con la mirada clavada en él- ha dicho usted que tiene una piedra preciosa para mi y que debe de dejarla en un lugar concreto de esta nave... ¿Donde?
- Los dos tenemos que dejarla en la bahía de carga numero tres, es todo lo que se... - Le respondí con todo seriedad.
- ¿Vas a entregarme la piedra?- dijo finalmente
- Esa es mi intención, para que los dos podamos llevarla al punto de encuentro, pero como verá tengo un problema de inmovilidad y el objeto en cuestión está a buen recaudo en un sitio al que solo yo puedo acceder. ¿Sería posible que pudiéramos llegar a una especie de acuerdo sobre mi situación actual, si yo prometo no causar más problemas?. - Le pregunté con diplomacia. No esperaba que aceptara a la primera, pero esto era una negociación y cada uno debía de presentar sus bases. - Si se informa sobre mí, en el submundo, averiguará que soy bastante conocido como un mercenario cuya reputación incluye la de un hombre que siempre cumple con su palabra, capitán...
- Las palabras se las lleva el viento, señor Soong- le dijo seria Cristina , - ¿A que tipo de acuerdo se refiere?- le dijo sin bajar el arma.
- Bueno, una vez que haga la entrega, habré completado mi contrato actual. ¿Estaría interesada La Flota Estelar contratar un asesor militar con experiencia en luchar contra los Romulanos?. Dado que la humanidad lleva un siglo sin meterse en una guerra a gran escala, creo que necesitan toda la ayuda posible... - Le ofrecí.
- Usted formando parte de mi tripulación... Venga, ya me he reído, ahora dígame la verdad, ¿qué es lo que quiere a cambio de entregarme la piedra?
- Le estoy hablando muy en serio, capitán. Puedo entender que puede presentar algunos inconvenientes al principio y que requeriría confianza por ambas partes, pero creo que es la mejor solución para todos: Ustedes podrán soltarme sin temor y yo, a cambio, como compensación por los problemas que he causado, hasta que dure la guerra, iré ayudándolos en todo lo que esté en mi mano...
- Si quiere que empiece a confiar en usted, va a tener usted que hacerlo primero de mí- bajó el arma y adoptó una postura más cómoda- No pienso soltarlo hasta obtener la piedra ¿La lleva encima?
- Por supuesto que no, me la hubieran quitado cuando me detuvieron... - Le respondí. Tras unos instantes de duda, añadí. - Está en mi nave, en un compartimento oculto, que solo se abre con mis parámetros biométricos, un extra que le añadí para llevar mercancías delicadas.
- No haga ningún movimiento o no saldrá vivo de la enfermería- le advirtió mientras se dirigía a él y comenzaba a liberarlo- Lo primero que va a hacer es entregarme la piedra- Una vez quedó libre, la capitana echó unos pasos hacia atrás y llamó por el comunicador. - Señor Jankowsky, preséntese en enfermería por favor.
- ¿Al menos puedo estirarme para desentumecer los músculos, por favor?. - Le pregunté a la capitana, una vez que me hubiera soltado
- Estírese usted- le dijo con el arma apuntando al suelo pero aún alerta.
- Muchas gracias, capitán... - Le respondí amablemente, mientras estiraba los músculos de mi cuerpo, mientras permanecía en mi sitio.
Jankowsky entró dentro de la enfermería como una exhalación. Llevaba su arma a punto en modo aturdir y regulada a máxima potencia, el vigor del condenado era extraordinario por lo que había tomado precauciones.
Le sorprendió verle libre pero aspecto recio y de seguridad de la capitana le tranquilizó de alguna manera. -Aquí estoy capitana, ¿qué sucede?
- Señor Jankowsky, el señor Soong tiene que revisar la nave donde llegó. Me gustaría que nos acompañase, y que sus hombres vuelvan a sus puestos, no será necesaria la intervención del señor Urmoz- ordenó
- Doctora Walker, señor Unger, pasen por favor- dio nuevamente la orden antes de que Jan contestara, Cristina deseaba terminar aquel asunto lo antes posible para dirigirse al puente.
Copio aquí la conversación de Cristina con Gaheris, que simboliza las escuchas de los sistemas de seguridad de Unger.