Partida Rol por web

¿Prisioneros? los gorn disparan antes de preguntar, esto no hace más que reforzar la teoría de que son mercenarios y trabajan por encargo... quizá busquen algún tipo de información o necesiten sus conocimientos médicos.

Capitán además de al gorn será más seguro hacer un barrido de comunicaciones desde el puente, de esta forma podríamos rastrear cualquier emisión que se haga hacía fuera de la nave y que pase desapercibida en las frecuencias habituales. Estando a bordo han podido dejar un rastreador en cualquier parte.

Al escuchar las palabras del primer oficial, Sirril arqueo una ceja ligeramente.

El universo es más grande de lo que podemos comprender, pero créame si le digo que entre millones de años luz, encontrar lo que estamos buscando de forma casual tiene una probabilidad lógicamente casi imposible. Recomiendo cerciorarnos de tener capacidad de entrar en curvatura nuevamente y preparar el salto de emergencia antes de cualquier cosa.

Finalmente se giro a la doctora asintiendo.

Nuevamente le pido disculpas por mi comportamiento doctora, desde pequeño nunca me han gustado las camillas y las enfermerías. Supongo que el exceso de pruebas de pequeño debido a mi especial condición tienen la culpa. Esta herida no parece grave aunque le prometo que pasaré a visitarla cuando el peligro acabe.

Capitana creo que el interrogatorio nos reclama.

Tras la conversación con el primer oficial que se encontraba en el puente de mando. Cristina, Sirril y la doctora decidieron ir hacia las celdas de contención para asistir al interrogatorio del Gorn.

Acababa de abandonar el Comedor, la reunión de oficiales había terminado de una forma un poco fuera del protocolo. La capitana jamás había dado la orden de retirarnos y simplemente se había marchado. En tanto, mientras caminaba por el corredor en dirección a la Sala de Máquinas, quise ahorrar tiempo, mientras la idea que me había dado la señora Naun daba vueltas por mi cabeza.

-Oficial Isathaa -dijer por mi intercomunicador personal-, me gustaría saber si me regala un torpedo... Es posible que pueda armar uno vacío con un escaner de corto alcance y lanzarlo hacia la superficie del planeta. Incluso es posible que pueda modificar el propio torpedo para que almacene más combustible y tenga mayor alcance, cosa que quizá necesitemos para hacer el reconocimiento de toda el área. ¿Tiene alguno de sobra? Si me dice que sí, inmediatamente enviaré a mis hombres a la armería para que inicien las modificaciones pertinentes.

Tienes 10D6 torpedos, sin importar si son nucleares o fotonicos. ;)

-Por mi puede coger uno para hacer su sonda Ollander, incluso otro para experimentar si quiere, pero debe obtener el permiso de la capitana primero. Respondió la Andoriana tras comprobar el stock -Actualmente quedan 33, poco más de la mitad.

Camino a los camarotes Isathaa es interceptada por dos oficiales de seguridad y dos MACO. Uno de ellos es enviado por la capitana y por ende se pronuncia.

-     Disculpe Oficial. Debo pedirle que entregue sus pertenencias y nos acompañe a las celdas. Son órdenes directas del capitán. – Josh se dirige a la andoriana con tono simple sin resultar ofensivo. Todos en la nave conocen el efusivo carácter de la mujer de piel azul, así como la violencia a flor de piel del otro comandante MACO.

-     Por favor. – agrega el joven soldado que fue recomendado por su imparcial y sensato servicio al Excalibur. Eso es historia antigua.

-Así van a ser las cosas? Pff ... Isathaa entrega su arma y el comunicador a uno de los oficiales de seguridad -Vamos.

-Tripulación de la Excalibur, aquí De Alba, inicien protocolo de evacuación número 9, repito, inicien protocolo de evacuación número 9, aguarden a mi señal. De Alba fuera.

Después de todo lo ocurrido tuvimos un par de días para restañar nuestras heridas. Aproveché para redactar mi informe de lo sucedido en B-Sygnus y envié un mensaje a mi hijo. Reagrupé a los hombres e hicimos inventario en la armería. Los acontecimientos ocurridos habían dejado la nave bastante dañada, era momento de volver a casa.

Todavía sentía profundo pesar por las bajas, especialmente la del cabo Wilcox, era un soldado que iba a llegar lejos. Harían un funeral en honor a los caídos y también había programada la proyección de una película. Supongo que después de unos momentos tan límite no venía mal que nos relajásemos un poco. Aproveché para ir al gimnasio y a la sala de tiro. Forzar mis músculos y poner a prueba mi puntería alejarían mi mente de nos nefastos pensamientos sobre el destino del joven cabo.

Muk fue requerido a la presencia de la capitana veinticuatro horas después de la salida de B-Sygnus, el tiempo que había sido necesario para que Cristina hubiera atendido los asuntos más importantes y adecentado el camarote, que al igual que el del resto de la tripulación se había visto afectado por los avatares que había sufrido la nave.

Cuando el primer oficial recibió el visto bueno para que entrara, se encontró con una habitación ordenada y limpia, donde destacaban varios objetos los cuales era difícil que pasaran desapercibidos.

En las estanterías destacaban varios libros impresos en papel, de edición coleccionista del Sabueso de los Baskerville, Drácula y Don Quijote de la Mancha. Al lado se encontraba una espada colgada en la pared perteneciente a la familia de Alba, dicho objeto denotaba antiguedad y parecía bien cuidada y lista para ser usada. Cerca del escritorio de Cristina, entre algunas fotos familiares y otras de la antigua tripulación de la capitana como primer oficial al mando del capitán Kane, también se podía apreciar un mapa de la Europa del siglo XVI, correspondiente con el máximo apogeo del imperio español, dicho objeto se encontraba perfectamente enmarcado.

Además de todo aquello, se podía observar colgada en una percha una bufanda extralarga de colores, que nunca se la habían visto puesta a De Alba, pero que sin duda debía de gustarle por la posición que ocupaba en la habitación, apartada del trasiego pero a la vista. El otro objeto que también chocaba con el entorno en general que transmitía el camarote de la capitán era un pequeño despertador con una extraña forma, una especie de cabina azul que mostraba la hora.

Pero lo más destacable, sin duda alguna era el cuadro que se encontraba presidiendo la estancia, se trataba de un retrato de un hombre ataviado de militar español del siglo XVI, cuya mirada penetrante parecía clavarse en todo aquel que osaba molestarlo, no hacía falta mucho para darse cuenta de la similitud de mirada del individuo con la de Cristina.

El retrato rezaba el siguiente nombre Fernando Álvarez de Toledo y Pimentel, Gran Duque de Alba

- Señor Mukherjee- lo saludó Cristina desde el escritorio, donde se encontraba trabajando- siéntese por favor- le indicó con un gesto de la mano- ¿Té?- le ofreció dirigiéndose hacia una mesita donde reposaba un recipiente humeante con dos tazas.

Cuando Aakesh recibió el aviso de que la capitán quería hablar con él en privado no pudo evitar sentir cierto nerviosismo. Sabía que esa conversación llegaría en cualquier momento. Se dirigió hacia la cabina de la capitán y antes de tocar a la puerta, respiró profundamente.

Al entrar pudo observar una habitación muy ordenada, algo que no le sorprendió viniendo de la capitán. Con cierta curiosidad observó los objetos que adornaban la estancia, algunos eran indudablemente herencia familiar, otros eran un tanto...extravagantes

¿Como era la palabra que usaban a principios del XXI? ¿frake?, ¿friki?

Al escuchar a la capitán, Aakesh respondió a su saludo antes de sentarse

-Buenas capitán, con mucho gusto aceptaré ese té

Aakesh esperó a la capitán con un poco de nerviosismo, mientras seguía contemplando la habitación de su anfitriona, y los objetos que en ella había.

De Alba sirvió las dos tazas con la humeante bebida y le tendió una de ellas al primer oficial, el té era una mezcla de té rojo, con canela, naranja y algo más, que le confería un sabor exótico y terroso, agradable al paladar. La capitana sostuvo su taza entre ambas manos para sentir el calor que desprendía y tomó asiento delante de Muk, ajustando el asiento para quedar a su misma altura.

- No me gusta andarme con rodeos señor Mukherjee, el motivo de esta charla es porque ambos debemos aclarar ciertas cosas- tras dar un leve soplido a la bebida dió un sorbo y continuó- me he percatado de que se encuentra molesto con mi proceder sobre lo relacionado con el dispositivo implantado en mi cabeza. Para serle sincera yo también estoy en desacuerdo con su actuación, pero antes de entrar en detalles me gustaría que comenzara usted el relato, ahora si tiene permiso para hablar con sinceridad- concluyó permaneciendo a la expectativa mirando con intensidad a los ojos de su oficial, una de las características de Cristina, es que siempre buscaba la mirada de la persona con quien hablaba y Muk centraba toda su atención.

Una vez reducida, y destrozada, la nave enemiga, disponemos de un par de días de algo de descanso y cierta tranquilidad, aunque hay mucho que hacer en la nave.

Las reparaciones se van sucediendo de manera vertiginosa, conviene tener la nave lista lo antes posible. Si bien poco puedo hacer, pues no soy mecánico, si que participo en la medida de lo posible en reparar el sistema de pilotaje de la nave, y cuando no soy necesario, me retiro a mi camarote a descansar. Quisiera aprovechar este tiempo para tocar la guitarra, relajarme y hablar con Blake. Pero entre las reparaciones y los heridos que tienen que atender, apenas podemos vernos en el comedor y alguna vez antes de irnos a dormir a nuestros camarotes.

Me gustaría poderle decir tantas cosas... pero ahora mismo estoy hecho un poco un lío.

Aakesh tomó un sorbo al té y devolvió a la capitán su mirada

-Un buen té, si me permite la flanqueza. Bien, iré directo al grano y sin rodeos capitán. Admiro su dedicación, entereza, y sus dotes de mando, y que quede claro que desde el primer momento estar bajo su mando ha sido, y estoy seguro que seguirá siendo, un privilegio y un honor. Para ser mi primer destino como primer oficial, he de decir que estoy muy contento, aunque todos tenemos que pulir lo que se entiende por cadena de mando.

Tomó un sorbo

-Respecto a lo sucedido con su dispositivo, me desagradó que me desautorizase delante de la tripulación, con eso puso en duda mi capacidad como primer oficial y mis decisiones, lo que no es bueno para el buen funcionamiento de la nave, y menos en la situación en la que nos encontrábamos. Por contra, Ollander se saltó flagantemente la cadena de mando tomando una decisión que no le incumbía y que pudo poner en peligro su vida, además, que,se puede decir que para rematar su enfado hacia mí, le dio una palmadita en la espalda esa decisión, por lo que aún más reafirmó ante todos las dudas que tenía sobre mi mando.

Aakesh tomó un sorbo del té

-Mire capitán, no quiero que haya problemas entre nosotros dos y estoy seguro que en más de una ocasión no estaremos de acuerdo en algo, pero usted es la capitán, y acataré sus órdenes me gusten o no, pero entienda que en ese momento usted no estaba al mando, estaba apartada del mismo por su seguridad y por la seguridad de los demás. Quien estaba al mando de forma temporal era yo, y a mí me competía tomar las decisiones respecto a usted y a la nave, aunque usted diese el visto bueno a que la operase la doctora como paciente, no podia dar ninguna orden y mucho menos ser obedecida por la tripulación. La única excepción hubiese sido que hubiese peligrado su vida y la doctora Willis hubiese tenido que intervenir de inmediato.

Aakesh guardó silencio

-¿Sabe lo irónico de todo esto?, que si se hubiese respetado la cadena de mando y haber hecho todo como dictan las reglas, e igualmente, si Ollander se hubiese saltado las normas y no me hubiese cuestionado como lo hizo, usted estaría recuperada y sin sonda, con la diferencia de que no habría fricciones entre nosotros.

-Un buen té, si me permite la flanqueza. Bien, iré directo al grano y sin rodeos capitán. Admiro su dedicación, entereza, y sus dotes de mando, y que quede claro que desde el primer momento estar bajo su mando ha sido, y estoy seguro que seguirá siendo, un privilegio y un honor. Para ser mi primer destino como primer oficial, he de decir que estoy muy contento, aunque todos tenemos que pulir lo que se entiende por cadena de mando.

"Mentira…"- pensó Cristina guardándose el comentario para ella

-Respecto a lo sucedido con su dispositivo, me desagradó que me desautorizase delante de la tripulación, con eso puso en duda mi capacidad como primer oficial y mis decisiones, lo que no es bueno para el buen funcionamiento de la nave, y menos en la situación en la que nos encontrábamos. Por contra, Ollander se saltó flagantemente la cadena de mando tomando una decisión que no le incumbía y que pudo poner en peligro su vida, además, que,se puede decir que para rematar su enfado hacia mí, le dio una palmadita en la espalda esa decisión, por lo que aún más reafirmó ante todos las dudas que tenía sobre mi mando.

Curioso que empleé la palabra desautorización referido a su persona

-Mire capitán, no quiero que haya problemas entre nosotros dos y estoy seguro que en más de una ocasión no estaremos de acuerdo en algo, pero usted es la capitán, y acataré sus órdenes me gusten o no, pero entienda que en ese momento usted no estaba al mando, estaba apartada del mismo por su seguridad y por la seguridad de los demás. Quien estaba al mando de forma temporal era yo, y a mí me competía tomar las decisiones respecto a usted y a la nave, aunque usted diese el visto bueno a que la operase la doctora como paciente, no podia dar ninguna orden y mucho menos ser obedecida por la tripulación. La única excepción hubiese sido que hubiese peligrado su vida y la doctora Willis hubiese tenido que intervenir de inmediato.

Debería de haberle echado otra cosa al té, ¿una laxativa?

-¿Sabe lo irónico de todo esto?, que si se hubiese respetado la cadena de mando y haber hecho todo como dictan las reglas, e igualmente, si Ollander se hubiese saltado las normas y no me hubiese cuestionado como lo hizo, usted estaría recuperada y sin sonda, con la diferencia de que no habría fricciones entre nosotros.

Irónico… vale, ahora me toca a mí.

- Señor Mukherjee, ¿Eso es todo? Me temo que mis diferencias con respecto a usted se remontan más allá del referido incidente del dispositivo- la capitán dejó la taza de té a un lado, apenas había dado un par de sorbos- Es bastante llamativo que me hable usted de que está honrado de tenerme como su superior cuando se que no es así, no por sus palabras, sino por sus actos. Conozco lo que ocurrió con su antigua tripulación y que es algo que a usted le ha afectado, por ese motivo he tratado de dejar pasar comportamientos en usted que me molestan- Cristina entrelazó los dedos de las manos para continuar- Tiene la irritante manía de tomar decisiones en el acto conmigo presente relacionadas con incidentes entre miembros de la tripulación. Lo ocurrido entre Ishataa y el señor Silky en el puente no fue más que el comienzo, como recordará aquello supuso una salida de tono por parte de la oficial que tuve que resolver mandándola a celdas, puesto que su intervención fue desafortunada y precipitada al no aguardar que fuese yo quien lo resolviese. Creando así un precedente de desobedencia que se ha vuelto a repetir con idéntico o peor resultado.

La mirada de Cristina era muy dura, pero continuaba hablando con calma.

-Se siente ofendido porque cree que he sido yo quien lo ha desautorizado pero me temo que ha sido al contrario, me da la sensación de que usted piensa que sería mejor capitán que yo y que no hago más que aferrarme a mi cargo, y por eso me salto la cadena de mando cuando me viene en gana- en este punto sonrió de manera irónica tomándose unos segundos  para recuperar la compostura- mi única obsesión es mandarles a todos a casa, usted incluido me cueste lo que me cueste- lo señaló con el dedo irritada pero conservando la calma- no se le ocurra nunca cuestionar este punto.

- Antes de que se me ofreciera el cargo de capitán, formé parte de la flota como primer oficial del capitán Kane, conozco perfectamente las funciones propias que implica ese cargo, por eso, me cuesta tanto trabajo comprenderle. Yo jamás me salté la cadena de mando en la manera que usted lo hace ni por supuesto empleé las formas que usted emplea conmigo. Son varias las salidas de tono que usted ha tenido y que le he remarcado en cada momento. Creo que no es necesario que le relate todo lo acaecido en la nave enemiga, lo último que recuerdo del puente del “almirante” es ser disparada por la espalda y aparecer en el puente de la Excalibur con usted gritando, ¿Qué qué es lo que estaba haciendo allí? Yo no podía saber lo que me habían hecho y mi obsesión principal era transmitirle todo lo que había averiguado, pues consideré que era prioritario. A pesar de lo mucho que me desagradaron sus formas accedí a ir a la enfermería consciente de todo, no opuse resistencia y sólo pedí hablar con usted mientras siguiera siendo yo porque era vital la información, tuve nuevamente que aguantar observar su desagrado cuando se me ocurrió tocarle para que me prestara atención. Tras aquello, recordará usted que le di las coordenadas del viajero del tiempo y le pedí que se marcharan a cumplir con sus deberes.

En este punto recogió el te para aclararse la voz, sus ojeras se hicieron visibles en ese momento, estaba concediéndole aquella conversación porque no deseaba tener que seguir con el mismo tema, pero lo cierto es que aquello le agotaba.

- En la enfermería, mientras era atendida de mis heridas, tuve una conversación con Blake y le pedí ser sedada y atada para no ocasionar problemas, no sin antes pedir que Ollander fuese informado de la posibilidad de extraer el dispositivo mediante el transportador y que se estudiara esa posibilidad, entendiendo que con ello el puente sería informado. Ignoro el tiempo que pasó, pues sólo recuerdo ser despertada por el ingeniero y pedirme permiso para realizar la operación antes de que se activara dicho dispositivo, puesto que no había tiempo. Lo que me dio a entender que si esa cosa era activada las posibilidades de extraerlo sin consecuencias eran reducidas. La operación dio resultado, por eso fuí a cumplir mi deber al puente y de nuevo tuve una discusión con usted que desembocó en la nueva salida de tono con Isathaa con algo que usted inició.

Con un suspiro dejó la taza sobre la mesa

-Honestamente pienso, que si el señor Ollander no me hubiese extraído el dispositivo en ese momento, Sirril del futuro o quien quiera que fuese, lo hubiese activado y ahora yo no estaría hablando con usted, por eso motivo lo defendí de su ataque. No deseo la tensión que hay entre ambos, pero no estoy dispuesta a consentir que se me desautorice como usted lo viene haciendo… sin contar la última orden que usted dio sobre lanzar todos los torpedos mientras yo estaba pilotando la nave para evitar el impacto. Quizás debería de ser capaz de ver no sólo mis errores, sino los suyos.

Aakesh se quedó mirando a la capitán atónito. Las últimas palabras de De Alba le habían dejado perplejo

-¿Diferencias conmigo?, perdone capitán pero yo no tengo ninguna diferencia con usted, y me sorprenden sus palabras. He cierto que he notado que algunas de mis acciones le han molestado y si es así le pido disculpas. Cuando intenté mediar entre Isanthaa y Silky lo hice por las circunstancias en que nos encontrábamos, como creo que ya le expliqué, y si no recuerdo mal le pedí disculpas, si no es así, lo hago ahora, pero le recuerdo que en ese momento acaté sus órdenes, estuviese o no de acuerdo, órdenes que dejó bien claras delante de todos, si en ese momento le desobedecí ante los demás, no fui consciente y con su órdenes, y yo acatándolas, esa...desobediencia, como usted la llama, quedó más que zanjada.

Se siente ofendido porque cree que he sido yo quien lo ha desautorizado pero me temo que ha sido al contrario, me da la sensación de que usted piensa que sería mejor capitán que yo y que no hago más que aferrarme a mi cargo, y por eso me salto la cadena de mando cuando me viene en gana

Al final será eso

-Capitán, en ningún momento me puedo creer que soy mejor capitán que usted, ni mucho menos. Usted tiene una experiencia que yo no tengo, y aunque deseo, como cualquiera de la Flota, estar al mando de una nave estelar, tengo muy claro que aún me falta mucho para serlo, si es que algún día lo consigo. Sólo conseguiré ese puesto con trabajo y disciplina, y, siendo un recién llegado al cargo de Primer Oficial, es de locos pensar que soy mejor capitán que usted o cualquier otro. Como sabe, pocos alcanzar el mando de una nave estelar, por lo que tendré que pelear llegado el momento. No cuestiono que nos quiera llegar a casa, cuestiono que me deje ayudarle cuando me toca realizar esa tarea.

Creo que no es necesario que le relate todo lo acaecido en la nave enemiga, lo último que recuerdo del puente del “almirante” es ser disparada por la espalda y aparecer en el puente de la Excalibur con usted gritando, ¿Qué qué es lo que estaba haciendo allí? Yo no podía saber lo que me habían hecho y mi obsesión principal era transmitirle todo lo que había averiguado, pues consideré que era prioritario. A pesar de lo mucho que me desagradaron sus formas accedí a ir a la enfermería consciente de todo

No, si ahora le molestaron mis formas

-Capitán, me hubiese gustado verla en mi situación, en la situación en la que estamos viviendo, con usted desaparecida sin tener claro que había pasado, y de pronto apareciendo de la nada delante mía. ¿Le molestó que le gritase?, lo siento, lo raro es que no hubiésemos sacados los phasers y la hubiésemos acribillado al instante, dada la tensión en la que estábamos sometidos.

Honestamente pienso, que si el señor Ollander no me hubiese extraído el dispositivo en ese momento, Sirril del futuro o quien quiera que fuese, lo hubiese activado y ahora yo no estaría hablando con usted, por eso motivo lo defendí de su ataque. No deseo la tensión que hay entre ambos, pero no estoy dispuesta a consentir que se me desautorice como usted lo viene haciendo…

-Como le he dicho, no me molestó que le extrajesen el dispositivo, yo lo habría hecho igualmente, lo que me ha molestado es que en ningún momento se me notificó y se tomó una decisión que sólo yo podía tomarla, salvo la doctora Willis en circunstancias excepcionales, de ahí mi reacción al verla en el puente. No sabía si tenía el dispositivo activado y se había fugado sin que nadie se percatase, con el peligro que hubiese supuesto, o se lo habían extraído. En ambas posibilidades no tenía ningún conocimiento. Lamento que le molestasen de nuevo mis gritos y forma de proceder, pero fue la reacción al ver a alguien que podía ser un peligro en el puente, por un lado, y principalmente que nadie diese parte, aparte de lo que ya le he dicho de que Ollander actuase de esta manera. Si había peligro de que lo activasen y había que operarla al momento, con ser informado de que se estaba procediendo incluso no pondría pegas al ser un caso de extrema urgencia y hubiese asumido el riesgo librando a Ollander y a Willis de dicha decisión en caso de salir mal. Pero en ningún momento se hizo así.

Sin contar la última orden que usted dio sobre lanzar todos los torpedos mientras yo estaba pilotando la nave para evitar el impacto. Quizás debería de ser capaz de ver no sólo mis errores, sino los suyos.

Pues aquí está metiendo la pata

-Soy consciente de que no soy infalible y cometo errores, pero aunque no lo crea, algunos de esos errores los veo. Le recuerdo que le pedí disculpas por lo de los torpedos y le expliqué en ese momento el motivo de mi reacción. Si quiere que me vuelva a disculpar, pues nada, lo siento de nuevo. También le permito recordar que en todo momento en que estuve al mando en su ausencia por la sonda, estuve buscando una forma de que se la pudiesen extraer, por eso fui a ver a Donalson y dejé al frente del puente a Ollander, lo que no significa que le cediese el mando de forma total, y además con instrucciones bien claras de que me avisasen a la mínima noticia o señal de peligro, cosa que no pasó, sin olvidar que me salté las normas y le di información en enfermería, aunque no entrase en detalles, de la situación de la tripulación y la nave, y que en cuanto me confirmaron que le habían extraído el dispositivo, antes incluso de ser amonestado por usted, le devolví el mando enseguida y creo que con una sonrisa, porque estaba contento de volver a estar bajo su mando capitán. Eso también se tendría que tener en cuenta, ¿no cree?

Aakesh se pone en pie y se cuadra poniéndose en modo descanso*

-Capitán, si aparte del tema de la sonda, otras de mis acciones le han molestado, le reitero mis disculpas. En ningún momento he actuado pensando que soy mejor que usted o que estuviese equivocada. También he actuado buscando el bienestar de la tripulación, la nave y el cumplimiento de la misión, aunque haya podido equivocarme en mi forma de actuar o en mis decisiones.

Queda en silencio unos segundos

-Para aliviar tensiones, si así lo estima oportuno y si conseguimos regresar a casa pediré el traslado a otra nave, y si considera que mis palabras son una mera excusa para salir del paso - la mira fijamente a los ojos- solicito formalmente que mi actuación sea revisada por una Junta de Evaluación de la Flota, aunque eso suponga el fin de mi carrera y mi expulsión de la flota o incluso mi encarcelamiento. Igualmente si quiere que siga en la Excalibur le prometo que no haré nada sin su consentimiento y me limitaré a realizar las sugerencias pernitentes, siguiendo las normas a rajatabla, capitán.