Partida Rol por web

Era un hecho estudiado por la ciencia médica que las situaciones de peligro y agresividad, tal vez como una reminiscencia de anteriores etapas evolutivas más cercanas al reino animal, favorecían la segregación de hormonas sexuales en el organismo. Dicho de otro modo, aquellos individuos más cercanos al mono que al hombre tendían a dejarse llevar por sus instintos más básicos para escapar de la tensión. Diane no quería ni pensar en qué harían algunos de los presentes en caso de encontrarse en una situación de crisis real, en las que parecía que cualquier alternativa posible solo podría desembocar en la muerte, en lugar de una simple amenaza por grave que fuera.

-Cabo, por lo que a mí respecta, puede vigilar todo aquello que desee siempre y cuando se guarde sus pensamientos para sí y no me moleste en mi trabajo.- Le respondió con tono gélido, sin responder a su sonrisa y sin dignarse tan siquiera en variar la expresión de su rostro para mostrar su desagrado. Volviéndose hacia el comandante, añadió -Tal vez deberíamos buscar una entrada a los túneles para movernos de forma más rápida y eficaz, aunque cabe la posibilidad de que, si las sondas no han podido examinarlos en su totalidad, la ausencia de radiación propicie la existencia de formas de vida de las que nada nos asegura que vayan a ser amistosas.

-Gracias Rochard, cuídese usted también.- Se despidió con más cortesía que sentimiento de su ayudante, si bien esperaba sinceramente que no le ocurriera nada malo durante su ausencia. Que estuviera acostumbrada a ver morir a la gente no significaba que fuera una experiencia agradable, especialmente si se trataba de personas con las que había convivido a pesar de no haber entablado ninguna relación.

Dicho esto, permaneció en silencio mientras escuchaba las novedades que llegaban del puente.

-Capitana nos encontramos a unos dos kilómetros de la susodicha pirámide. Estabamos preparándonos para acercarnos a ella. También hemos detectado una red de túneles subterráneos con accesos desde la superficie aunque desconocemos a dónde llevan ni si son seguros. Confirme si procedemos a acercarnos a la nave pirámide o por el contrario abortamos misión.-

La doctora se mostraba molesta por el comentario del Maco. A mi la verdad es que me había hecho bastante gracia. El, al igual que el piloto tenían un sentido del humor muy oportuno que te hacían olvidar el temor y la tensión del momento.

Esperando respuesta del puente volví la mirada al exterior devastado con esa Pirámide de fondo. Infundía respeto y la incertidumbre crecía por momentos.

¿Abortar?. ¡Pero que dice?. No podía concebir la idea de volver dentro, cerrar la escotilla y poner rumbo al espacio. Le escuché sin decir nada, pero casi se me escapa por lo bajo lo que pensaba. No es que estuviera deseosa de poner mi vida en riesgo, pero mi vena exploradora me pedía seguir. Además, estar a bordo de la Excalibur podía resultar mucho mas peligroso que quedar en la superficie.

-Cabo, por lo que a mí respecta, puede vigilar todo aquello que desee siempre y cuando se guarde sus pensamientos para sí y no me moleste en mi trabajo.-

El cabo deja escapar una sonrisa ahogada por el comentario nada amigable de la doctora Walker, porque de inmediato lanza una réplica mientras dibuja en el aire con sus manos el contorno femenino. – Cumpliré con mi deber y “vigilare” su retaguardia doctora. ¡Es una gran responsabilidad! – luego se aleja de la doctora para ir junto a la puerta.  

El auxiliar de seguridad se mantiene al margen de la charla banal mientras configura la boya con su tricorder hasta que un sonido peculiar del tricorder le notifica algo que no sabían hasta ese momento.

-         Hey miren esto. ¿Será el premio gordo? Dirección oeste, tres kilómetros. - Deibhem muestra su tricorder a todos, en especial su pantalla la cual muestra una señal de auxilio Terrestre. Corresponde a un sensor de corto alcance utilizado para rescates y llamadas de auxilio.

El hecho de que Deibhem encontrara una señal de auxilio terrestre forzó mi decisión y me dispuse a salir.

-Capitana, Deibhem acaba de detectar una señal de auxilio terrestre en su tricoder, cierto, podría ser una trampa, pero es nuestra obligación comprobarlo. Nos disponemos a salir, mantendré la conexión abierta mientras pueda.

Miro al resto de tripulantes y doy la orden:

- Wilcox abre la exclusa no tenemos tiempo que perder, ¡salgamos a tomar el aire!. - Me coloco detrás de Wilcox y me dirijo a la Doctora Walker - Saldremos el y yo, no parece haber ningún peligro inminente cerca pero nunca se sabe, esperen nuestra señal para salir.

Salí detras del cabo Wilcox, había visitado otros planetas pero ninguno tan lejos de la Tierra.

-         ¡Esperen! Yo también voy. Aquí dentro mi utilidad es nula. – exclama Deibhem por sentirse frustrado al descubrir algo y no ser partícipe de ello. – Además mis habilidades de combate son superiores al resto de los presentes. En mi tierra nos entrenan de pequeño por mi casta guerrera. – agrega el Andoriano.

- No tardaré - dice Deibhem a la doctora, a quién prometió proteger.

-Capitana, Deibhem acaba de detectar una señal de auxilio terrestre en su tricoder, cierto, podría ser una trampa, pero es nuestra obligación comprobarlo. Nos disponemos a salir, mantendré la conexión abierta mientras pueda.

- Recibido señor Jankowsky. Tendremos otra lanzadera preparada como refuerzo, avíseme de cualquier anomalía.

La razón por la cuál la capitana se había planteado hacerles volver a la nave justo después de haber aterrizado en su destino era algo que a la mente racional de Diane se le escapaba... como la razón por la cuál la habían desterrado a la lanzadera, por otra parte, pero no era el momento de discutir aquello.

Cuando el andoriano se dirigió hacia ella, asintió brevemente con la cabeza pero permaneció muda. Aunque no le agradaba contar con una niñera a bordo, en una situación como aquella podía resultar útil... pero eso no significaba que deseara establecer una conversación que pudiera terminar refiriéndose al pasado. El nuevo comentario del MACO, por otra parte, lo ignoró por completo: no era una colegiala como para que las miradas le importaran lo más mínimo, y era un precio que estaba más que dispuesta a pagar si con eso se ahorraba comentarios absurdos.

-De acuerdo, comandante.- Respondió la doctora acercándose a la oficial de comunicaciones para esperar a la señal, una vez que finalmente se decidieron a ponerse en marcha. No es que tuviera ningún interés especial en hacerse la heroína para demostrar valor y ser la primera que se jugara el tipo. Sin embargo, pensando en la señal recién encontrada, no pudo evitar musitar casi para sí misma -Aunque no sé qué auxilio podemos prestar a nadie dadas nuestras circunstancias.

Nos tocaba esperar, mantenernos vigilantes de que el Comandante y los otros dos hombres nos mandaran la señal para salir y avanzar sin peligro. 

Miré hastiada por la escotilla como se alejaban y me pregunté si esa señal de socorro fue en su día enviada por un tripulante de la Valiant. Uno que llevara una misión similar a la nuestra, la de tomar contacto con la superficie.

Deseaba equivocarme, de lo contrario podiamos estar siguiendo sus pasos, cometiendo los mismos errores.

- Podía ser peor Doctora Walker, al menos esos Gnorn no pudieron capturarla y seguimos vivas.- Tomé el tricorder y modiqué el espectro para abarcar mas campo de rastreo. - Voy a hacer un nuevo barrido para asegurar el perímetro.-

Aleksandra tiene más experiencia en el uso del tricorder y en la correcta configuración de los sensores, ya sean de la nave o del pequeño dispositivo que ahora posee en sus manos. Deibhem recibió un poco de suerte que ahora la oficial de comunicaciones termina de afianzar el descubrimiento.

La señal pasada por un filtro anti distorsión es amplificada hasta poder obtener una lectura clara. Es una señal de auxilio de la Valiant.

El código de seguridad corresponde a la base de datos de la Flota, no cabe duda. Quizás haya sobrevivientes y necesiten ayuda médica. Es una posibilidad…

La oficial de comunicaciones sabía hacer su trabajo, fue capaz de localizar e identificar la señal como una señal de la Valiant, el camino a seguir estaba marcado:

Bien, no parece haber "moros en la costa" como se suele decir. Wilcox mantente en retaguardia, con los ojos bien abiertos, yo iré delante con la Alférez que me irá indicando el camino, seguiremos la señal hasta su origen, Deihem tu acompaña a la doctora pero avanzad solo cuando os lo indique. Nos moveremos en zigzag buscando siempre coberturas. No sabemos si hay alguien observando desde esa pirámide, tampoco si realmente la señal de auxilio es una trampa pero tenemos que comprobarlo, para eso se nos ha enviado aquí, buscar supervivientes de la Valiant es la misión del Excalibur. Pero seamos cautos, avancemos rápido y en silencio.

Me volví hacia la Alferez, era una chica joven pero resuelta y había demostrado estar muy preparada.

Veamos a donde nos lleva esa señal Kuztenzov.

Esperé que la Alférez indicara el camino y comenzamos nuestra marcha, me mantenía siempre vigilante, parecía que ya no estábamos yendo tan a ciegas como al principio, solo esperaba que esa señal no fuera una trampa.

El grupo conforme al procedimiento militar del comandante Jankowsky se pone en marcha, siempre por delante los dos MACO y en la retaguardia los tripulantes del Excalibur siguiendo sus pasos entre las afiladas rocas y el irregular terreno. Lechos de ríos secos, enormes grietas y peligrosas pendientes conforman el terreno común del planeta B-Sygnus 104.

En medio de todo el camino se hallan numerosas ruinas completamente enterradas por siglos de tormentas de arena y viento interminable. El cielo por momentos se oscurece ante el pasar de conjuntos de nubes en distintas alturas, al punto de transformarse en niebla ágil y veloz.

De vez en cuando el ambiente juega malas pasadas a todos por los extraños sonidos y múltiples ecos que deja el viento al pasar por los alrededores.

Nos movíamos entre lo que parecían las ruinas de una civilización que desapareció hace mucho tiempo, ¿el motivo? quizá se mataron unos a otros, quizá abandonaron el planeta después de volverlo inhabitable, quizá los eliminó una raza superior… Por mi cabeza pasaban muchos explicaciones sobre el estado del desolado planeta.

Llegamos a un recodo en el que nos detuvimos y hablé con Kuznetzov

-Alférez no se si nota una diferencia en la potencia de la señal que indique si no estamos acercando. - El resto de tripulantes ya estaban a nuestro lado - Esperen, antes de continuar echemos un vistazo. -
Me giré hacia Wilcox y me dirigí a él por su apodo, aunque no solía hacerlo, - Hawk, corre hacia esa elevación y usa tu mira telescópica a ver si ves algo desde allí, no te asomes demasiado- El terreno era bastante escarpado por lo que daba muy buenas coberturas.

Habíamos recorrido ya un buen trecho y quería comprobar qué nos esperaba más adelante antes de seguir avanzando por lo que saqué mis prismáticos y comencé a otear el horizonte buscando posibles amenazas.

Una señal de auxilio de la Valiant en un planeta de esas características... la doctora no podía dejar de pensar que, en caso de que hubiera habido algún superviviente, ya estarían todos muertos para cuando ellos llegaran. La alférez trataba de ver la situación desde una perspectiva más optimista, pero ni siquiera ella se había atrevido a asegurar que tuvieran muchas oportunidades dado su estado.

El viento soplaba en sus oídos de un modo que le resultaba antinatural, aunque no era extraño teniendo en cuenta que se había acostumbrado a la estática atmósfera de la nave. El polvo pronto comenzó a llenar su uniforme estelar, cubriéndolo de una arena fina que le arañaba el rostro cuando avanzaba hacia adelante. La visión de las ruinas era tan desoladora que en ocasiones Diane no podía evitar sentir incluso algo de tristeza al ver los estragos que el tiempo había causado en ellas.

A medida que la luz empezó a declinar, los movimientos de la mujer se hicieron más precavidos, asegurando donde ponía sus pies para evitar cualquier tropiezo o ruido innecesario. No temía la aparición de fantasmas en los restos de esa ciudad desierta, pero tampoco era cuestión de atraerlos si se podía evitar. Finalmente, Jankowski se detuvo, asegurando la posición y enviando al cabo de avanzadilla.

Mientras la oficial de comunicaciones buscaba la señal, preguntó al MACO en un susurro casi involuntario, sin desear profanar la silenciosa quietud de ese páramo rocoso -Comandante, me temo que no estoy acostumbrada a las marchas, ¿cuánto tiempo podemos llevar caminando? Debemos contabilizarlo si queremos ser capaces de volver antes de que la Excalibur sea arrastrada por la gravedad, y no habría que descontar la posibilidad de perderse entre este paisaje invariable.

El paraje parecía sacado de una de esas novelas terrestres, una en especial que leí hace mucho acerca de un grupo de supervivientes en la Tercera Guerra Mundial. Vivir en persona algo que había imaginado en mi cabeza era tan distinto de lo esperado como inquietante.

Avanzaba junto al Comandante tricorder en mano, observando la superficie abrupta perfilada sobre los datos que iban apareciendo en la pequeña pantalla.

- Nos acercamos, ya queda menos. Siendo mas especifica diría que ..* Dije en respuesta a Jankowsky justo cuando detuvimos la marcha cerca de un risco.

- Hawk, corre hacia esa elevación y usa tu mira telescópica a ver si ves algo desde allí, no te asomes demasiado-

El soldado responde con animo a la orden del su comandante. A Murphy le encanta siempre ir a la delantera de los grupos expedicionarios. En realidad la adrenalina es su droga en casos como este. - ¡A la orden jefazo! – y de inmediato el francotirador sube hasta una pequeña colina ubicada a cien metros adelante.

Tras un minuto de esperar a Hawk este les hace señas para que se acerquen a la cima de la roca. Entonces el grupo sin mucha dificultad llega hasta su posición a gachas, sin levantar mucho la cabeza, cual soldados en combate.

-         Voila – dice Murphy al señalar aquello que se encuentra a quinientos metros más adelante.

Entonces las interrogantes de Walker y Kuznetzov quedan resueltas por el descubrimiento.

En medio de las ruinas de algún monumento ancestral* yace partida en dos una de las nacelas de la Valiant junto a una estela de mil metros de largo de escombros de la nave clase Intrepid. Al parecer el ángulo de caída de la nave humana fue bastante abrupto, llegando a perder partes en el camino final del impacto con la tierra.

El tricorder de la alférez Aleksandra indica que un kilometro y medio más adelante se encuentra el origen de la señal que hasta el momento el grupo busca.

El terreno escarpado cierra la línea de visión de todos, permitiendo mil metros de visión limpia; y eso es pedir mucho porque en otras direcciones apenas doscientos metros cierran la línea de visión.

Seguí las indicaciones de Hawk y subí a la roca para ponerme a su lado, la visión era sobrecogedora. El accidente tuvo que ser terrible, ver tanta destrucción me hizo dudar que llegar a haber supervivientes, salvarse de una caída así era altamente improbable pero podría ser alguien que saltara en una cápsula de rescate o en lanzadera. En cualquier caso habíamos dado con la Valiant, debíamos avisar a la Excalibur.

- Kuztetzov es posible comunicarnos con la Excalibur ¿sigue esa ventana abierta?, avise usted misma de que hemos encontrado a la Valiant, si no es así dígaselo a Picard, puede que desde la Lanzadera logre contactar. Dígale también que vaya preparándose, en cuanto nos cercioremos de que la zona es segura podría venir a recogernos.

Hawk te quedas aquí, cúbrenos con tu rifle, tienes un buen ángulo. Vamos, no perdamos tiempo.

Nos pusimos en marcha, aunque parecía haber vía libre avanzamos con pies de plomo, buscando coberturas como veníamos haciendo desde la salida.