Partida Rol por web

Cuando escuché el comunicado de la Capitana nunca pensé que la situación fuera tan límite. ¿Sólo dos soldados para enfrentar a todos los lagartos que estaban al otro lado de la puerta? ¡¿Quién demonios me mandó a transportarme justo en medio de semejante lugar?! ¡Y yo que creía que mi estrés estaba al máximo antes!

De súbito, una idea asaltó mi cabeza.

-¡Capitana! -solté- ¡El transportador! ¡Podríamos movilizar a los MACO! Transportar a unos cuantos aquí dentro, para asegurar la defensa, y otros tantos al otro lado del pasillo. Así encerraríamos a los Gorn entre fuego cruzado. Sólo necesito saber dónde están los MACO y dónde los Gorn.

Hice una pausa, para mi larga, que duró apenas una fracción de segundo.

-¡Señor Sirril!-indiqué, volteándome- ¡Necesito inmediatamente un escaneo de todas las firmas biológicas de la nave! ¡Hágalo ya y envíelo al personal de la Sala del Transportador! ¡Con esos datos podremos transportar a todo el personal que necesitemos y a los Gorn! ¡Oh! ¡Capitana! -mi cabeza estaba por explotar- ¡Podemos llevar a los MACO al Transportador y luego transportar uno a uno cada Gorn de la nave para que sea neutralizado!

La cabeza me latía. El corazón se me estaba por salir del pecho. Las manos me temblaban. Sentía que estaba a punto de vomitar cada gramo de proteína sintetizada que había ingerido en los últimos días. Desde los tiempos de la academia que no había estado tan cerca de una situación bélica directa. ¡¿Quién me mandó a abandonar las tuercas y motores?!

Cristina estaba tomando posición, para disparar el rifle que le había entregado uno de los dos MACOS que había en el puente, al igual que el primer oficial que se encontraba armado con una pistola y una barra afilada de metal, cuando apareció el ingeniero. La capitana se quedó mirándolo con los ojos abiertos de par en par, el muchacho hablaba tan rápido que le costó seguirlo. Finalmente llegó a la conclusión de que el estado de la nave era mucho peor de lo que se había imaginado y la cosa aún no había terminado... sin tiempo, con los gorn a un paso de irrumpir en el puente, parecía que el transportador podía ser la fuente de la salvación.

- Señor Ollander se me acaba de ocurrir algo para abaratar gastos ¿Y si mandamos a los dos gorn de detrás de la puerta al espacio?-sin perder tiempo la capitana accionó el comunicador del asiento del capitán sujetando el rifle firmemente con la diestra- Transportador, envíen a los dos lagartos que van a irrumpir en el puente al espacio. Su localización es sencilla, están tras la puerta y a punta de abrirla... sería muy recomendable que lo hicieran YA

Por el propio comunicador se puede escuchar que no solo una herramienta maltrata a la puerta de acceso, sino que además se es cuchan disparos, golpes y detonaciones de granadas.

BUMMM

La consola comenzaba llenarse de datos sobre el sistema que orbitaban, cuando unas chispas acompañando un circulo rojo comenzo a aparecer en el centro de la puerta. Por si fuera poco un destello avisó de la llegada del ingeniero jefe con el pulso más que acelerado.

La aparición de Ollander era sorprendente e inesperada, Sirril se quedo extrañado de lo que a su entender erá logicamente una locura ya que en las condiciones actuales de la nave y en un espacio tan reducido que algo hubiera salido mal no sería raro.

Las ordenes y contraordenes hicieron su apararición fruto de la adrenalina y la pasión incontrolada de unos y otros, Sirril por el contrario parecía algo extrañado de la situación.

Capitana, para sacarlos con el trasportador es necesario bajar los escudos. Esos gorn no tienen posibilidades, el factor sorpresa ha acabado, estan rodeados siendo atacados por los MACO y en hipotetico caso de que consiguieran atravesar la puerta más segura de la nave con precarias herramientas, se encontrarian entre un fuego cruzado. Calculo que sus posiblidades son del 2,5%, no se tratan de seres especialmente inteligentes, pero al no rendirse en estas cirucstancias, diría que se trata de una misión suicida posiblemente portando algún tipo de explosivo o con un objetivo muy concreto.

Acto seguido el vulcano dejo su puesto para dirigirse a la sala de tacticas como había ordenado la capitana.

Aakesh apuntaba hacia la puerta el arma que le habían dejado, cuando escuchó las palabras del oficial científico. Al escucharlo arqueó una ceja debido a un acusado escepticismo

-Dado nuestro estado apoyo la idea de la capitán, ahora no necesitamos los escudos, salvo que la nave enemiga nos esté siguiendo y podemos desmaterializar a los Gorn y  enviarlos al exterior. ¡Si se hace hay que hacerlo ya!

B Sygnus 104 es el único planeta habitable, pero esta habitado? Sabemos algo de sus habitantes? Nivel tecnológico, astillero?

Según los registros Vulcanos no esta habitado.

El comentario del primer oficial hace que me tenga que morder la lengua para no soltar ningún comentario improcedente que agravase la situación aún más.
Voy a replicar a la capitana, apelando a la necesidad imperiosa de detener a esos seres, cuando las circunstancias empeoran.

-¡Tratan de entrar en el puente! – digo ante la evidencia del deterioro de la puerta.

Estoy a punto de clamar por un arma para hacer frente a la amenaza cuando me percato de que los MACO han repartido todas las armas, y me he quedado sin ninguna.

-¡Maldición! – articulo cuando veo que no podré ayudar a mis compañeros.

No me gusta huir, pero no puedo atacar ni defenderme sin ninguna arma, sería una muerte segura. Con el resto de personal del puente me dirijo a la sala táctica en busca de refugio. Sigo pensando en qué situación se encontrará la enfermería y si ella estará bien.

Todos los planes, todas las órdenes se pierden en la explosión de la puerta, resultante del combate entre los MACO y los dos reptilianos que intentaban irrumpir al puente con su artefacto de detonación térmico.

El estallido dentro del puente fue disminuido por la puerta de acceso a este, aunque de igual manera la onda de choque, el fuego y la metralla de metal hirviente pilló a todos por sorpresa. Una cosa es esperar la intrusión de dos enemigos, la otra es adivinar una explosión devastadora.

Todos los presentes fueron arrojados lejos de sus posiciones, dando tumbos y golpeando contra todos los obstáculos posibles al tiempo que el puente recibía gran parte del daño indirecto del aparato explosivo.

Ahora el puente es un sauna de humo negro y espeso, chisporroteos y abundante calor, aunque sus ocupantes se llevan lo peor. Aquellos que tuvieron suerte quedaron aturdidos por varios minutos y la sordera perdurara por una hora.

Las conclusiones acerca de la misión suicida de los gorn del vulcano no iban desencaminadas, pero sin tiempo para nada una explosión pidio paso silenciando a todos y todo con su brutal extruendo. Las luces del puente se apagaron, la puerta yacía ahora reventada después de su último servicio salvando la vida a los oficiales del puente.

Sirril salio disparado contra el panel lateral sorprendido por la explosión cuando se dirigía a la sala tactica. Un fuerte pitido y un amargo sabor a sangre es todo lo que pudo sentir antes de caer incosciente por el impacto...

El comentario del Vulcano fue gracioso, pero no seguí sonriendo, guardé las formas trabajando. 

- Su pronunciación no estuvo mal, no se preocupe. - No di mas explicación y pronto expusimos al resto lo que nos decían los sensores.

Un nuevo momento de tensión, porque amenazaban con entrar a la fuerza al puente. Yo no iba a discutir las órdenes y  me disponía a ir hacia la Sala de Tácticas cuando alguien apareció.

¿Este no es el ingeniero jefe?.¿Que hace usando el transportador hasta aquí?. ¿Estará loco o es que sabe algo que no sabemos?. En medio de la discusión acerca de usar los transportadores sobre los Gorns ocurrió. Un sonido ensordecedor, sentir que volaba y luego la dura caída. 

Cegada por un instante y con dolor me llevé una mano en el costado. La retiré manchada con algo de sangre, temblando pues me había herido un pedazo de la puerta que había salido disparada en la explosión. 

Con cierto mareo intenté ponerme en pie. Me acompañaba un zumbido molesto, insoportable que camuflaba el resto de sonidos.

Por un instante la oficial de comunicaciones pensó que no había salido tan bien parada de la explosión, pero el mareo subsecuente le demostró que no era así. Finalmente cayó de bruces por el aturdimiento.

Habían pasado tantas cosas, tan seguidas... era todo una locura. Y cuando parecía que empezaban a ver la luz al final del tunel un nuevo suceso venía a ponerlo todo patas arriba.

- Será un riesgo que habrá que asumir...- le estaba diciendo al vulcano cuando el sonido de la detonación tras las puertas del puente y la voz de Gauntle desde el comunicador, le hizo percartarse de la nueva situación-¡¡A CUBIERTO!!- exclamó tratando de hacer reaccionar a sus hombres.

Sin embargo ni ella misma consiguió cubrirse a tiempo, la honda expansiva la hizo volar por el puente varios metros como si fuese una muñeca, haciendo que su cuerpo aterrizara contra una de las paredes, para rebotar en uno de los paneles de mando y parar en el suelo, dándose un mal golpe en la cabeza.

Cristina trató de ponerse en pie, no podía perder el conocimiento, tenía que levantarse. tenía que salvar la nave, no podía permitirse que la vieran como una debilucha, tenía... tenía. Pero su cuerpo se negó a obedecerle mientras la oscuridad se cernía sobre ella.

-Jankowsky a Puente de mando, hemos terminado con el polizón del la cubierta E, la enfermería está segura. Aunque si pretendían realizar algún tipo de autopsia a este lagarto me temo que no va a ser posible, lo que queda de él no vale ni para un cinturón. Vaya, estos nuevos rifles phaser son realmente potentes, me hubieran venido bien en mis tiempos.-

...

(Después de la explosión)

-Jankowsky a Puente de mando ¿eso ha sido una explosión?¿dónde?...-

Estamos reorganizándonos y preparándonos para un posible ataque, cuando una violenta explosión nos arroja todos por los aires.
La onda explosiva, provocada por alguna carga puesta en la puerta, nos lanza a todos por el puente de mando. Intento mantenerme en pie, casi consigo esquivar los cascotes y hierros y amasijo de cables pero recibo algunos golpes que hacen que pierda el conocimiento.

Aakesh estaba preparado para la incursión Gorn pero no para una explosión repentina. Salió disparado hacia el otro lado de la nave, a la vez que una ola de calor le golpeaba con fuerza. Tras unos segundos sin saber donde se encontraba, se levantó lentamente, los oídos le zumbaban y había humo y cascotes por todos lados, mientras varias consolas chisporroteaban.

-Capitan hemos, hemos...

No conseguía pronunciar bien las palabras, pero daba igual, el cuerpo inerte de la capitán estaba en el suelo. Todo lo rápido que pudo se acercó y con alivio comprobó que aún estaba viva. En el mismo estado estaban Lightman, Sirril y Kuznetzov, pero la oscuridad reinante le impedían ver a los demás. Se dirigió como pudo al asiento de mando y pulsó el intercomunicador.

-Aquí el primer oficial Mukherjee, hemos sufrido una explosión en el puente de mando como consecuencia de una incursión Gorn, necesitamos asistencia médica de inmediato. Qué un equipo de MACO acudan al puente y un equipo de control de daños

He de evaluar la situación de la nave, podemos estar volando a ciegas y...¿y los Gorn?

Buscó el arma que le habían prestado y lentamente se acercó a la puerta con el arma en alto

Terminé de dar mi informe a toda velocidad, me respondió la capitana, luego habló el oficial científico y luego... No tengo idea. Un destello. Un estruendo ensordecedor. La pantalla principal que se me venía arriba.

Sueños de Motores de Salto que zumbaban deliciosamente al ritmo extasiante de los inyectores de plasma. Sueños de dulces momentos en la academia, de risas y alegría, mientras aplicaba aceite en una bobina de diritio. Sueños de euforia, de felicidad mecánica, al escuchar la música de una tuerca, siendo ajustada para soportar el peso de un calibrador de flujo en una lanzadera.

Tantos pensamientos hermosos, que invadieron mi mente turbada por las contusiones graves y el derrame cerebral.

Viendo que hay muchas bajas y que él sólo lo tendría muy difícil para pilotar la nave, Aakesh rápidamente regresa al sillón de mando y vuelve a pulsar el intercomunicador

-Que venga un equipo de tripulantes para suplir las bajas en el punte, necesito al menos un piloto, un oficial de comunicaciones y un oficial científico

Menudo papelón estoy haciendo, si la cabeza no me diese tantas vueltas...

Respiró hondo y se dirigió de nuevo hacia la puerta, fáser en mano y apuntando, por lo que pudiese encontrar

O me encuentro restos de dos reptiles o tendré un problema bien grande....

Fecha terrestre 9 de septiembre de 2159.

Pronto llego la ayuda solicitada, junto a los soldados que salieron ilesos por la explosión y minutos más tarde acudió el personal médico suficiente para asistir a los heridos por la explosión.

Luego de ser retirados los heridos se iniciaron las reparaciones de emergencia para los sistemas importantes del puente y antes que terminara el día las novedades eran las siguientes:

Veintitrés bajas con cinco fatalidades y dos desaparecidos. Rendimiento general del Excalibur al 70% y escudos funcionales al 50%. Los únicos oficiales de mayor rango en la nave son el Primer oficial y la Doctora en jefe seguido por el comandante MACO Jankowsky.

La NX por el momento se encuentra oculta en el fondo de un risco del satélite B Sygnus 106 a. El satélite es una roca con grandes accidentes geográficos, además de ser el escondite más cercano. Por ende los sistemas funcionan al mínimo para que la nave no sea detectada tan fácilmente.

El último punto remarcable es la captura de un reptiliano. El mismo se encuentra en una celda de contención bajo custodia.

Aparte de eso el alerta pasó de Rojo a Amarillo.

Aakesh llegó al puente lo más rapido que pudo. Los daños en la nave le entorpercieron su marcha. Al llegar al puente, realizó una rápida inspección visual

-Bien señor Picard, informe de la situación, ¿la señal se ha movido?, ¿han comprobado que tiene la firma de la Flota Estelar?, ¿emite algún tipo de señal, energía...? ¿A que distancia se encuentra?

Aakesh estaba algo intranquilo, el estado de la nave y de la tripulación no eran los más idóneos y a su mente acudía el recuerdo de la Ulysses, aunque de momento parecía que estaban corriendo mejor suerte.