"Hacia B-Sygnus..."

Fecha terrestre 8 de septiembre de 2159.

Bitácora de vuelo:

Fecha terrestre 8 de septiembre de 2159. Después de recorrer más de noventa años luz, estamos por llegar al remoto sistema solar B-Sygnus. El tercer planeta es del tipo M y parece que es aquí donde el Valiant se perdió hace ahora casi medio año.

No tenemos muchos datos al respecto ya que las comunicaciones se perdieron cuando el Imperio Romulano atacó la red de boyas de comunicación subespacial. Es posible que el Valiant haya sido atacado por naves Romulanas. Por eso nuestra misión es averiguar lo sucedido y rescatar a los posibles supervivientes.

Cuando la Princesa de Nueva Orleans estaba a punto de romperse por las turbulencias del brusco viaje de regreso a casa una poderosa luz llenó el puente y cegó momentáneamente a todos allí.

Luego el silencio abrupto pudo fin a un sinfín de cosas, porque al recuperar la iluminación normal la sorpresa fue mayúscula para la mayoría de los presentes.

Parecía un sueño, uno demasiado real y temible para ser cierto. En efecto la realidad nuevamente golpeaba en el rostro de Aakesh, Eduard y Johnny, quienes de repente se hallaban en el puente de la Excalibur días antes de la fatídica llegada a B-Sygnus.

Lo que sucedería después lo conocían muy bien…

De forma incrédula y por mucho que intentaran disimular no podían evitar contemplar al resto de la tripulación allí presente. Cristina de Alba, sentada en su silla, absorta en una serie de reportes que le habían traído minutos atrás. Sirril, el oficial científico de la nave, que trabajaba mecánicamente en su estación de trabajo y teóricamente sería el villano que pronto los atacaría con su nave proveniente del futuro.  Jack Ollander, el jefe de ingenieros, revisaba los análisis del núcleo warp desde su puesto y murmuraba cosas que posteriormente anotaba en su padd.

Los tres cómplices conocedores del futuro cruzaban miradas sin saber muy bien que hacer… ¿Había sido todo un sueño? ¿Blake, Diane, Alice y todos los demás estaban vivos? Era difícil de creer…

Tal vez los cálculos de Cristina del futuro habían logrado esto…volver al punto exacto para enmendar los errores del futuro. Solo que la capitana, aquella capitana que atravesó el infierno junto a Eduard y los demás no estaba para tener otra oportunidad. No era la misma mujer.

Adelante el sistema B-Sygnus esperaba paciente por la NX-Excalibur…

Cristina se encontraba sentada en la silla de mando, con la espalda erguida, el cabello impoluto y ni una arruga en su uniforme, la capitana denotaba por los cuatro costados su origen de noble cuna, sus maneras y su porte eran elegantes y altivos... Para quien no la conociera, pues un ligero tic en sus cejas, apenas imperceptibles para aquellos que no observaban, daba a entender que en realidad estaba hecha un manojo de nervios, llena de dudas, llena de inseguridad en sí misma... La Cristina que estaba ahí sentada se enfrentaba a su primera misión, estrenando nave, rango y tripulación... Quizás por ese motivo se sentía tan insegura. ¿Sería capaz de hacerse con el respeto de sus hombres? Era una de sus principales preocupaciones, que tantas veces manifestó en sus diarios personales de a bordo.

Una mirada inquieta a su alrededor corroboró lo que estaba pensando, pero su orgullo hacia que se mantuviera en apariencia inalterable repasando por cuarta vez los datos que tenía en la padd, quería hacerlo bien... Tenía que hacerlo bien, ella misma era su mayor enemigo, estaba obligada a darlo todo, antes de partir había vuelto a discutir con su familia, dudaban de su capacidad... Bueno más bien su padre, le había dicho que terminaría por volver cuando se le pasase la chiquillada de conocer el universo... Pero ella, ella tenía que demostrar que podía con todo... Aunque no tenía ni idea de cómo.

Quizás lo mejor sería conocer mejor a los oficiales que tenía bajo su mando, por lo que se puso a repasar los informes de cada uno, el oficial científico era un vulcaniano, Sirril... Cómo todos los de su especie era calculador, eficiente... Y distante, todo un misterio que para más inri le tocaba lidiar con él .. esperaba que no le diera muchos problemas siendo ella como era novata y además humana, quizás su lado aristócrata le ayudara a la hora de relacionarse con él, debía de ser poco afectiva y ceñirse a lo profesional, no podía salir mal o al menos mientras consiguiera mantener a raya su temperamento...

- Señor Sirril ¿Qué puede aportar acerca del planeta?

A continuación miró la ficha de Jankowski... Vaya con el apellido, le daban ganas de llamarlo simplemente por Jan, que era más fácil pero quedaría raro, nunca antes lo había visto, por lo que veía era un hombre disciplinado y con experiencia, con un pasado militar algo que a priori a Cristina le gustaba porque significaba que no tenía porque darle problemas, como jefa de seguridad tenía a una andoriana... Ellos si daban problemas... En fin ya iría viendo.

- Señor Jankowski, ¿Puede hacerme un informe de los hombres y elementos necesarios para una expedición al planeta?

Mientras esperaba el informe de cada uno revisó el de Lightman... El piloto tenía pinta de rebelde y el tupé que llevaba terminaba de corroborarlo, suspiró.

- Señor Lightman, prepárese para entrar en órbita.

Finalmente, tras un nuevo suspiro busco a su primer oficial, lo único que conocía de él era el informe que le había pasado la flota, seguramente tendría algún tipo de trauma por haber perdido a su antiguo capitan, esperaba que aquello no supusiese ningún problema entre ambos pero lo cierto es que era un auténtico desconocido para ella y aún así tenía que tratarlo de acuerdo al reglamento... De manera que se ceñiría a ello.

- Señor Mukherjee...- comenzó Cristina mirando a los ojos del hindú- Vamos a entrar en órbita del planeta B-Signuns, propongo que se organice un grupo de exploración, ¿Alguna sugerencia?- en realidad a De Alba le gustaba hacer todas las sugerencias porque hacía muy poco que había sido primer oficial, pero si quería comenzar a confiar en Muk, debía de ir cambiando el chip y ver qué tipo de oficial era el suyo.

Al joven piloto le tomó algunos minutos entender dónde estaba, con quién estaba y sobretodo cuándo estaba.

Miró a su alrededor. El tacto frío de los paneles del puesto de piloto le indicaban que no podía ser un sueño. Realmente estaba en la Excalibur, realmente estaba con sus compañeros y realmente estaba cuando empezó todo. El corazón le dio un vuelco al entender que Blake, que Hannah, que muchos de sus compañeros estaban vivos. De nuevo no, porque era evidente el movimiento en el tiempo que habían experimentado. Todo lo que había vivido aun no había pasado, e inclusive no pasaría, o al menos eso deseaba.

La voz de la capitana le acabó de volver a la realidad.

- ¡Capitana! - no pudo evitar un estallido de alegría contenida - ¡Está viva! ¡Y con su brazo entero! ¡Ollander! ¡Tú también estas aquí! ¡Y Sirril!

Demasiadas emociones contenidas durante mucho tiempo. Se percató que tal vez hubiera sido mejor callar, ante las caras de los oficiales al oírle.

Parecía que la Princesa iba a volar por los aires. Aakesh se agarró fuertemente al sillón de mando cuando una luz blanca lo cegó. Instintivamente cerró los ojos y cuando notó que la luz había desaparecido, parpadeó y comenzó a abrirlos lentamente. Aún así, antes empezó a notar cosas que no le cuadraban. Ruidos, olores, voces....parecía que se encontraba en otro lugar.

Lo que pudo ver le dejó asombrado. ¡Era el puente de la Excalibur!, y allí estaban todos, y allí estaba ese maldito planeta donde había comenzado todo.

Pero que demonios...

La capitán también estaba allí pero no era la misma, ya no. Era la misma capitán con la que comenzó a llevarse mal casi de inmediato, y con quien tuvo que limar asperezas hasta convertirse en alguien importante para él.

Pero es un sueño o es....

No, no era un sueño. Las palabras de Lightman le hicieron ver que era real. Que de nuevo tenían una oportunidad

Oportunidad para qué, habíamos vencido a los Primigenios, pagando un alto coste. Y ahora, tras muchos sufrimientos y contratiempos, hemos vuelto al principio de todo. ¿Esta ha sido nuestra recompensa?

La pregunta de la capitán le hicieron reaccionar. La observó detenidamente aguardando silencio unos segundos antes de responder.

-Evidentemente Jankoskwky y también creo que el señor Sirril sería de...

No, Sirril no, el nuevo Sirril era....

Y recordó como comenzó todo

-Capitán, tengo motivos para pensar que podemos ser atacados de inmediato. Sugiero que ordene levantar los escudos, preparar las armas y mantener la distancia con el planeta para no ser atrapados.

Menuda gilipollez acabo de soltar.

Se acercó a su capitán y le susurró

-Capitán, sé que ahora no me conoce como lo hará en unos meses, pero le pido que por favor confíe en Lightman, Jankowsky y en mí. No le puedo pedir que me crea porque todo es una locura y no tengo los elementos para convencerla de que lo que le voy a decir es cierto, pero es la verdad. No es la primera vez que hemos estado aquí, en otro tiempo realizamos esta misión con éxito y pagando un alto precio. Ignoro el motivo pero tenemos otra oportunidad de hacer las cosas bien. Por favor, levante los escudos y active las armas, no se acerque de momento al planeta. Hay una boya de la Valiant en otro punto de este sistema con información que le ayudará a saber que ha pasado y nosotros le ayudaremos a completar el puzzle. Hay una nave con tecnología muy avanzada que quiere destruirnos y está a punto de atacar.

Guardó silencio, sabía que la capitán estaba pensando que estaba loco

-Le demostraré que le digo la verdad

Y se acercó a ella y sin que nadie más lo escuchase le comenzó a dar los detalles suficientes sobre la propia Cristina De Alba, los detalles que solo un Primer Oficial y un amigo sabría sobre otra persona con la que ha trabajado estrechamente durante cierto tiempo. En cuanto finalizó se incorporó

-Por favor, confíe en mi. Sé que le pido demasiado, no ya una prueba de confianza, sino una prueba de fe. Pero no me arriesgaría a sufrir una medida indisciplinaria si no fuese en juego la vida de la tripulación.

En ese momento rezó todo lo que pudo a Visnhú, mientras permanecía atento a la reacción de su capitán y a una señal de alarma que en ese momento no acababa de llegar

Pero que llegará

Cristina se sorprendió sobremanera cuando Jhonny le dijo todo aquello de si estaba viva y si tenía su brazo entero, como no había especificado se miró ambos brazos por si acaso para después responder 

- Que yo sepa, mis dos brazos siempre han estado conmigo... ¿Necesita permiso para tomar algo en la cafetería? Puedo llamar al señor Picard- a ver si ahora iba a hacer una maniobra rara y se iban a estampar contra B Sygnus...

Pero sin duda lo que más sorprendida le dejo fue la reacción del hindú, en un principio miró a su alrededor por si si había alguna cámara oculta o se estaba tratando de una broma... ¿Pero que se habían fumado aquellos dos? Entonces al escuchar lo que Mukherjee le dijo al oído sus ojos se abrieron de par en par al tiempo que se le quedaba mirando de hito en hito... Lo que le había contado era imposible que lo supiera... Esas cosas eran cosas muy intimas que nadie que no gozará de la confianza de la capitana podía saber... Tuvo que reprimir el instinto de hacer llamar a seguridad para que encerraran al primer oficial pero algo en su mirada la hizo recapacitar... No era la mirada de un loco, ni la de alguien que le estuviera tomando el pelo, sino la de una persona que quiere ayudar y está desesperada por hacerlo... 

- Levanten escudos... Preparen armas y mantengan distancia de seguridad del planeta... Voy a darle un voto de confianza señor Mukherjee, pero va a tener que darme muchas explicaciones.

Abrir los ojos y verse en aquel lugar hizo dudar a Jankowsky si no se habría muerto y estaba en una especie de purgatorio.

Las palabras y reacciones de Aakesh y Johnny le ayudaron a situarse. Observó admirado a Cristina, su presencia iluminaba aquel puente de mando. no era la mujer marchita por culpa que aquel colmillo del demonio, era ella tal y como la había conocido en la primera misión de la NX Excálibur. Podía percibir su nerviosismo oculto bajo la fachada de una capitana que quiere dejar claro quien manda desde el primer día. También recordó como quiso demostrarle que estaría a su lado desde el principio. Aunque debía alegrarse por ver de nuevo a Cristina sabía que era la misma, ella no les conocía tanto como ellos

Aakesh estaba preocupado por el ataque que sufrirían. Eunque Jankowsky recordaba que en aquel momento se encontraba en la armería también se alarmó no sabía exactamene en que "momento" se encontraban.

-Hum, creo que os acabais de saltar la primera norma de los viajes en el tiempo.- Dijo a sus compañeros con sorna, en el fondo se alegraba de estar ahí, en un mundo donde Cristina y Adam, su hijo, seguían vivos.

Por un momento quiso obedecer la orden de Cristina pero recordó que no era el oficial táctico si no el MACO.

-Creo que me necesitarán en la Armería. Con su permiso Capitana.- Se cuadró, hizo el saludo militar y se dispuso a salir rumbo a la armería en cuanto Cristina se lo permitiera.

Les estaba brindando el destino una oportunidad de cambiar los sucesos vividos pero no estaba seguro de si serían realmente capaces de cambiar algo.

Se acercaban a la órbita del planeta cuando Sirril recibió la orden de la capitán

Iniciando diagnostico con sensores de alto espectro

El vulcano permanecía atento a los datos que la consola arrojaba cuando escucho el delirio de Lightman.  Sirril arqueo una ceja mientras miraba la extraña escena en la que el timonel abrazaba a Cristina.

Nunca entendere ese tipo de reacciones de los humanos

Pero aquel comportamiento extraño no pareció ser aislado pues el primer oficial pareció susurrar algo a la capitán de forma poco ortodoxa lo cual hizo que Cristina tomará la decisión de poner en guardia a la nave.

Por un momento Sirril comprobó los niveles de óxigeno o la presencia de algún patógeno en el aire que pronto fue descartado por la computadora de la nave.  Fue el comentario de Jankowsky el que dio un extraño sentido a todo lo que estaba pasando y aunque poco probable aquello no dejo indiferente al ofical cientifico quien comenzó a realizar consultas y análisis en su terminal.

Capitán, ha llegado un extraño mensaje de la USS Franking.  Literalmente dice...

​​​​​​Cristina?

lo firma el primer oficial

Cristina no terminaba de dar crédito a lo que ocurría cuando Jankowski dijo algo de viajes en el tiempo para después solicitar su permiso para abandonar el puente.

- No, señor Jankowski no puede abandonar el puente hasta que aclare todo esto... Usted, el señor Lightman y el señor Mukherjee están actuando de manera extraña y yo tengo que saber que está pasando.

Entonces el señor Sirril le comunico aquel extraño mensaje dirigido al parecer a ella.

- Hoy no gano para sorpresas... Voy a contestar con un mensaje de voz... Active audio. "Debe de haber muchas Cristinas en el Universo, pero supondré que se refiere a mí. Soy la capitana Cristina de Alba, ¿A quién tengo el placer de dirigirme?"

Era ella, aquella voz resultaba inconfundible para quien había pasado tanto tiempo junto a ella.  Pasaron varios segundos antes de que se escuchara la voz de retorno desde la Frankling, James era consciente de todo lo que había sucedido, de todo lo que  había pasado, su nave seguía de una pieza y su propia tripulación donde todo parecía igual a como la dejo agenos a todo lo sucedido y lo que le hizo pensar que la Excalibur y Cristina estarían en la misma situación.

Tras unos eternos segundos al fin se escucho la respuesta

Soy James... James Stevenson, escuche que una audaz capitán estaba al mando de la Excalibur en una misión.  No tengo mucho tiempo, pronto estaremos fuera de rango de comunicación, solo quería desearte suerte en la misión y sobretodo decirte que confies en Mukherjee, Jankowsky y Lightman.

las interferencias comenzaban a adueñarse poco a poco de la transmisión debido a la gran distancia.

Quien sabe quizá nos veamos pronto...

Es la Cristina que yo conocí, sin duda

-Capitán, se lo pienso explicar todo, con todos los detalles, pero dado que carecemos de tiempo porque seguramente seremos atacados en breve, le diré que todo esto lo hemos vivido ya, y algunas aventuras más que han estado desde el principio relacionadas entre sí. Salimos victoriosos pero pagando un alto precio y ahora...ahora tenemos una segunda oportunidad de hacer bien las cosas pero pagando menos.

La observó unos segundos antes de continuar

-La Valiant llevaba un extraño dispositivo alienígena que estaban probando, fue atacada por una nave del futuro pilotada por una versión malvada del señor Sirril -mira al vulcano antes de continuar- No, no era usted, era...en fin, no lo sé. Durante el ataque intentarán abordarnos, así que sugiero que el equipo de seguridad esté preparado para un abordaje. Si nos acercamos al planeta un dispositivo de una antiquísima civilización nos atrapará y acercará al planeta para estrellar la nave.

Guardó de nuevo silencio

-Esto es muy resumido, le pienso contar todo, aunque eso signifique enviar a la mierda el espacio continuum tiempo. Perdí a gran parte de mis compañeros durante estos acontecimientos, incluyendola a usted, y no pienso permitirlo. Por alguna razón Jankoswky, Lightman, Stevenson y yo estamos aquí con los recuerdos de lo que ha pasado, y entre todos les pondremos al día.

Comprobó los datos

-Sugiero que apunten los torpedos y los fásers a las coordenadas 693.0 y en cuanto aparezca una nave disparen sin miramientos. Créanme, nos ahorrará complicaciones, y más si conseguimos abatirla desde un principio.

La miró fijamente

-No pienso perderles de nuevo mi capitán, aunque me cueste la vida o puesto. Haré lo que sea para cambiar las cosas.

Aakesh se preparó para lo que pudiese acontecer. Tal vez al intervenir de aquella manera estaba alterando el pasado que él conocía, o tal vez no. No lo sabía a ciencia cierta, pero sí sabía que no podía quedarse quieto.

Cueste lo que cueste....

Era bastante complicado lidiar con todo lo que estaba ocurriendo.

- Por muy surrealista que parece, el señor Muk tiene razón. Todo esto ya lo hemos vivido, y créame Capitán, es mejor evitar los acontecimientos que tienen que desencadenarse que seguir con la historia. Al diablo si rompemos alguna regla de los viajes temporales, pero cualquier futuro será mejor que el que nos espera si volvemos a repetirlo todo exactamente igual. Por algún motivo sólo algunos recordamos lo que tiene que pasar... - hizo una pausa pensando que esa frase iría perfecta para alguna canción - ... pero necesitamos evitar el fatal destino. - anotó también mentalmente esa frase.

Se volvió a centrar en los mandos de la nave.

- Señor Muk, aunque esto suene a motín, cuente conmigo. No voy a permitir que la gente que me importa muera si puedo evitarlo.

De todas las personas del Universo aquella era la última que Cristina hubiera imaginado escuchar. Las pupilas de la capitana se contrajeron, la respiración se le cortó y su cuerpo entero quedó paralizado, mezcla de la sorpresa y emoción que sintió al volver a escuchar la voz del hombre que había sido su primer amor y por el que tantas veces había llorado junto a su lecho esperando a que despertase.

- James... - susurró recuperando el resuello al tiempo que trataba de asimilarlo todo- Que confíe en... Espera... No te vayas...

Pero la súplica de Cristina quedó desatendida obligándola a tomarse unos momentos para poder recomponerse, entonces mientras miraba a su primer oficial este le soltaba toda una retahíla de información que francamente no sabía cómo digerir, siendo secundado por Lightman a quien terminó por mirar con una ceja elevada... ¿Había dicho motín?

- Ya os concedido el beneplácito de la duda... Pero todo esto que me contáis es como poco extraño, he sido una gran fan de las historias de viajes en el tiempo sólo que nunca he creído en ellas... Señor Lightman a quien tiene que obedecer es a mí, a no se ser que yo me encuentre ausente del puente como no es el caso. Señor Mukherjee proceda pero no disparen hasta que yo de la orden. Si no están en lo cierto y nos encontramos con otra nave de cualquier clase puede considerarse toda una declaración de principios.

De no ser por Stevenson los habría mandando a todos a la celda o quizás a enfermería, pero si James le había hecho llegar aquel mensaje debía ser por una buena causa, de manera instintiva miró unos segundos a Sirril para después volver a mirar a Mukherjee, en breve se resolverían las dudas.

​​

Jankowski se mantuvo quieto en su lugar, no desobedecería una orden directa.

La actitud de Cristina era la esperada, lo que le estaban diciendo podría parecer una locura al más crédulo. Pero el destino les estaba dando una segunda oportunidad y estaba en sus manos aprovecharla. 

-No, señor Jankowski no puede abandonar el puente hasta que aclare todo esto...

-Para eso necesitaremos una gran dosis de fe de su parte, capitana.- Respondió en un tono amable, pero parecía que las palabras de James ya la habían convencido de confiar en ellos. Entonces Aakesh propuso lanzar los torpedos al lugar donde aparecería la nave, sorprendido por la memoria del hindú pensó si sería suficiente para cambiar sus destinos. Pensó si podría intentarlo de nuevo con ella.

Sirril volvió a tomar la palabra.

Capitán, no entraré a valorar lo inverosímil de la situación pues aunque los humanos no conozcan la lógica como los vulcanos si lo suficiente como para poner en duda lo que parece escasamebte probable.

Pero, si por un momento tomamos la hipótesis de que todo esto fuera una realidad, debemos pensar que su propia vuelta a este punto a cambiado el futuro que conocerian, sin mencionar que si están aquí quizá ese futuro no sea tan malo pues estarían vivos para contarlo.

No creo que el señor Mukherjee ni nadie de los presentes pueda asegurar que cambiar el rumbo de las cosas no vaya a traer consecuencias peores.  Quizá deba haber sacrificios para conseguir ciertos fines, pero aún conociendo esos sacrificios, no los tomaríamos igualmente capitán por en bien general? 

Cristina no estaba segura de nada... Cómo estarlo después e todo lo que le habían dicho y fue entonces cuando Jan y Sirril hablaron.

- Señor Jankowski, estoy haciendo un gran ejercicio de fe... Se lo aseguro- ellos parecían conocerla pero para Cristina no eran más que desconocidos a los que debía comandar.

Cuando se giró para responder a Sirril, se tomo unos segundos de reflexión... Su lógica y su frialdad le hicieron reflexionar sobre algo más.

- Señor Sirril, como bien dice es una situación inverosímil, como también lo es que estos caballeros conozcan información que a priori no deberían... Mi primer impulso ha sido mandarlos a enfermería y que le hagan un chequeo... Pero mi instinto me dice que escuche. Ahora bien, eso que dices de que el sacrificio de unos pocos contribuye al bien común es algo aceptable, pero... ¿Cambiar el futuro sólo altera el pasado para mal? Puede haber muchas posibilidades, puede ser un reinicio, se puede haber eliminado un suceso que genere un nuevo abanico de posibilidades... O simplemente caer en un bucle que nos lleve a repetir los mismos errores. Por tanto sólo caben dos posibilidades, que los pronósticos del señor Mukherjee sean ciertos y aparezca esa nave en las coordenadas que indica o que por el contrario dicha nave no aparezca porque los hechos hayan sido alterados o simplemente porque mientan, por tanto mantener la alerta de la nave y estar preparados para la posible aparición estelar de... ¿Su yo del futuro? Según he entendido... es un ejercicio de precaución que no cuesta llevar a cabo. ¿No le parece señor Sirril?

Sirril miro a Cristina con su caracteristica neutra expresión.

Capitán, como bien dice el futuro es totalmente incierto y no estoy en disposición ni creo que nadie para dilucidar lo que sucederá.  Solo pongo sobre la mesa un punto de vista que creo que los demás han pasado por alto, seguramente porque estan condicionados por los sentimientos producidos por lo que han vivido.

Por supuesto todo esto hipoteticamente hablando, pero es mi deber poner sobre la mesa todas los puntos de vista posible para que pueda tomar las decisiones correctas.  En este punto lo que me pregunto es si realmente ese hipotético futuro es tan malo como para arriesgarnos a tener otro peor, tenemos que evaluar si es necesario perder esta batalla para ganar la guerra porque al fin y al cabo si ellos estan aquí es por que ¿ganamos?

- Demasiada cháchara y poca acción - dice Johnny ante el planteamiento de Sirril - Lo que es seguro es que no me voy a quedar con los brazos cruzados y dejar que todo vuelva a ocurrir exactamente igual, hay demasiadas vidas en juego. Prefiero arriesgarme a un futuro incierto que no uno que ya sé que tiene que pasar.

Aun así, mantuvo la nave estable, como esperando la orden de la capitán para hacer alguna modificación del rumbo. Aunque lo que realmente quería era ir al encuentro de Blake y decirle todo lo que siente por ella.

Cristina se acarició el mentón mientras reflexionaba sobre las palabras del Vulcano... Desde luego Sirril estaba haciendo honor a todo lo que decían sobre su especie. 

De Alba terminó por levantarse del sillón, haciendo una mueca con el labio mientras meditaba todo y miraba de manera alterna tanto a los tres "viajeros" del futuro como a su oficial científico, dió unos pasos hacia adelante y otros hacia atrás, para terminar por encarar a Sirril con las manos entrelazadas a su espalda.

- Es cierto, su deber consiste en exponer de manera lógica y neutral los acontecimientos para que se elija la opción más acordé a los reglamentos de la Flota. Usted propone dejar fluir el devenir de los que está por venir porque ha habido... O habrá una guerra que finalmente se resolverá con victoria para nuestro bando. En principio estoy de acuerdo con usted, los viajes en el tiempo son un ciclo de idas y venidas que nunca dan el resultado que se espera o eso es lo que tengo entendido.

En ese punto se giró nuevamente hacia Mukherjee, como meditando lo que iba a añadir.

- Suponiendo que ustedes digan la verdad, dicha batalla ha traído consigo el coste de muchas vidas, incluida la mía, si el resultado ha sido positivo no soy quien para alterar la historia en busca de mi propia supervivencia, puesto que mi deber como capitán es firme, no obstante mi deber también consiste en salvar la vida de mis hombres anteponiendo el interés de una mínima parte, en este caso mi vida, al interés de muchos... Lo que nos lleva al primer punto.

De Alba se situó entre Sirril y Mukherjee interactuando con las manos como su estuviese dando alguna clase o meditando en voz alta.

- Hipotéticamente, ustedes tres y... Stevenson vienen de un futuro en el que se han enfrentado a un enemigo formidable, como consecuencia han vuelto a la primera casilla de salida que es el inicio de esta misión... Sabemos que los viajes en el tiempo son totalmente imprevisibles, pero también que el tiempo es el que es... Hay cosas que deben ser y... ¿Y si, precisamente la línea temporal buena es la que acaban ustedes de recorrer? ¿Y si incluso está situación debe ser así porque todo desemboca en vencer al mal común? Tuvo que acontecer un gran sacrificio para que todo volviera a empezar y con ellos volver a la línea temporal verdadera donde quede erradicado el mal que no debía estar... Sí he entendido bien el juego con el tiempo se produce en este mismo instante... El mero hecho de un enemigo del futuro alterando la misión inicial de la Excalibur es una intromisión que tuvo efectos perniciosos ¿Por qué no evitarlo? Sí hemos vuelto al principio es precisamente porque vale la pena eliminar esa intromisión... ¿Y si es todo esto de los viajes en el tiempo es mentirá, es un delirio? Que sepa los vulcanos poseéis un don especial... Podéis meteros en los pensamientos de otra persona ¿Me equivoco? ¿Fusión mental? El caso es que, considero que no tenemos nada que perder a la hora de tomar precauciones, si aparece la nave estaremos preparados si no... El señor Sirril sabrá la verdad. ¿Alguna otra objeción caballeros?... Bien, alerta amarilla, preparen torpedos para las coordenadas indicadas por el señor Mukherjee, no disparen hasta mi señal, veamos si la nave hace acto de presencia.- finalizó la capitán volviendo a sentarse en el sillón de mando.

Desde luego el alerta roja, con la polarización del casco y la preparación de las armas, sorprendió a todos a bordo. Una simple misión de rescate no supondría un combate imprevisto.

El afamado cocinero llevaba un tiempo en el umbral de la puerta lateral de acceso al puente. Era testigo de un momento singular que cambiaría por siempre las interrelaciones de los tripulantes de la Excalibur y con algo de suerte todo lo demás. Y” todo lo demás” era una frase diminuta.

-¿Nos van a atacar enemigos del futuro? Espero que al menos pueda entregar el pedido. Se enfría el té. -  interrumpe Darek al pedir permiso y llegar hasta la capitana y el primer oficial.

-Que el tiempo esto, que el tiempo aquello. Es una infusión real, no esa porquería resecuenciada de la maquina nueva que han instalado en Júpiter poco antes de salir. – protesta enérgicamente, ignorando el inminente peligro que anuncian los tripulantes del futuro.

-Juraría que habíamos visitado ese planeta anteriormente. Mmm…todos se parecen. Con permiso, regreso a mi cocina…porque “tiempo siempre habrá” para un bocadillo. – y luego de su visita fugaz el cocinero parlanchín deja el puente luego de entregar el pedido realizado por los altos oficiales una hora atrás.

Y con la partida de Donalson finalmente algo sucede en las coordenadas informadas por Mukherjee y los demás.