Partida Rol por web

La lanzadera Australia avanzaba lentamente hacia la estación, que ya cada vez aparecía mayor en sus pantallas. Con los sensores al máximo y los escudos arriba, la joven alférez sentía los nervios acumulándose en su estómago como si estuviesen tirando en múltiples direcciones.

No tenía que haber comido, pensó, mientras intentaba relajarse y concentrarse en su trabajo.

También podía ver a la lanzadera Nueva Zelanda, que copiaba su rumbo y velocidad y se mantenía a la espera. Se alegraba de no ir a aquella misión sola.

A su espalda, el equipo táctico con el Teniente Vrako y algunos de sus hombres suponían una tensión adicional a la que no estaba habituada.

-Señor, los sensores siguen sin captar nada en la estación. Tenemos el punto de entrada a la vista.

- Relájese, alférez. - Dije a la mujer viéndola en tensión a los mandos de la lanzadera. - Lo de ahí atrás no iba con usted. - Mi tono era serio, pero sincero. Buscaba relajarla un poco, puesto que no quería acabar estampado en la estación en lugar de aterrizar en su interior. 

- Mantenga el rumbo, los escudos arriba y permanezca atenta a los sensores. Lo está haciendo muy bien. - Me mantuve firme, pero busqué un aire un tanto cordial. - Y necesito que me abra comunicación con la Enterprise. - Pedí a la piloto. Esperaba no estar exigiéndola demasiado. - Que demonios... se supone que es de la élite de pilotos de la Flota. 

Una vez que me indicó que el canal estaba abierto, hablé para la nave.

- Teniente Vrako a Enterprise. Me encuentro en la lanzadera Australia. Nos aproximamos a la estación, todo está en calma y los sensores no detectan nada. El acceso a la estación parece estar intacto. - Informé al puente de mando de la situación. - Mantenemos los escudos arriba. 

- Teniente Vrako a Enterprise. Me encuentro en la lanzadera Australia. Nos aproximamos a la estación, todo está en calma y los sensores no detectan nada. El acceso a la estación parece estar intacto. - Informé al puente de mando de la situación. - Mantenemos los escudos arriba.

Recibido Australia. Mantengan posición y aguarden instrucciones. En breve recibirán órdenes. – responde Cira al informe de novedad del teniente Vrako.

En el puente hacían todo lo posible por mejorar las condiciones de ambas lanzaderas. Un minuto no cambiaría en nada el plan…

Kalina miraba en todas direcciones y también los sensores, pero todo parecía marchar bien. Demasiado bien, en realidad.

-Enterprise, aquí lanzadera Australia. Hemos llegado al puerto de atraque de la estación. Sin novedad en los sensores -dijo a través de los comunicadores.

Después se giró hacia Vrako.

-Creo que debería preparar a su equipo, señor. 

-Enterprise, aquí lanzadera Australia. Hemos llegado al puerto de atraque de la estación. Sin novedad en los sensores

Iba a responder a la capitana con un "Entendido, Enterprise. Australia fuera" y decirla a la alférez que mantuviese la posición, cuando aquella mujer se metió en la conversación sin pedir permiso, saltándose así cualquier protocolo. - ¿Realmente acuden a una academia donde les enseñan... algo? - Me pregunté a mi mismo. Desde luego que cada situación similar a esta me dejaba completamente desconcertado y descolocado. 

No conforme con eso, decide indicarme, que debo o no hacer. Era lo último. - Esperaba más de usted, alférez. - La dije con seriedad y cierta soberbia en la voz, en cuanto me aseguré de que la Enterprise no nos escuchaba. - Insubordinada y se salta cualquier protocolo. Encima se atreve a decirme a mí... ¡A mí! ¡Qué tengo que hacer! Soy yo quien está al mando de esta lanzadera y soy yo quien se comunica con la Enterprise, hasta que salga de ella y se quede usted sola en ella. ¡¿Ha entendido?!

» Y ahora detenga la lanzadera, es una jodida orden. Debemos esperar instrucciones de la Enterprise. Mantenga los escudos arriba y siga pendiente de los sensores. Esto no me gusta nada. - Y menos aún que nos hagan detenernos en medio de la nada, donde somos un blanco fácil.  - Pasé de la alférez, visiblemente enojado con ella y activé la comunicación con la Enterprise.

- Disculpe la intromisión, Enterprise. El problema ha sido subsanado. Australia detenida y a la espera de instrucciones. Quizás deberían darle las mismas instrucciones a Nueva Zelanda, Enterprise.

Cerré la comunicación con la Enterprise unos segundos. - Espero que ahora no tenga que decirle que seré yo quien responda a la orden de la Enterprise ni recordarle quien es el teniente aquí y quien el alferéz. ¡Vaya! ¡Le he dicho lo que debe hacer, alférez! - Solté con sarcasmo en mi voz, mientras esperaba las instrucciones de la Enterprise, abriendo nuevamente la comunicación entre ambas naves.

Ingeniería, imiten por favor la señal de una bajada de escudos para teletransportar.   -transmitió tova'Daq en forma segura. 

Si esto no desataba alguna trampa, ya podrían luego hacerlo de forma más segura, y comenzar el abordaje de la estación. 

Ahí es cuando más problemas descubrirían.

La alférez se obligó a mantener la mirada del despiadado teniente Vrako y respondió mascando cada sílaba.

-Yo... entendido, se-ñor. 

Se giró hacia su consola y detuvo la lanzadera.

-Lanzadera detenida, señor. Escudos activos -dijo, acordándose de toda la familia del romulano.

- Aquí ingeniería, procedemos a ver cómo elaboramos su petición. Les mantendremos informados.

- ¿Bajas escudos para qué? - Me pregunté a mismo. - ¿A qué demonios están jugado ahora? ¿No se dan cuenta de que somos un blanco fácil y vulnerable aquí fuera? - No me gustaba aquella idea. Simulacro o no, una lanzadera no aguantaría más de dos disparos seguidos. 

 - Alférez, abra comunicación con la Enterprise. - Ordené nuevamente. - Tanta prisa con venir y llegar 17 horas tarde y ahora se poner a jugar... En serio, ¿cómo nos ganaban?

- Australia para Enterprise. No se que se traen entre manos, pero no me gusta ser un cebo sin que se me avise antes. Solicito permiso para entrar en la estación y, una vez que estemos dentro, allí podrán jugar todo lo que quieran con los escudos de la lanzadera y teletransportar lo que deseen de forma más segura que teniéndonos de blanco aquí fuera. Australia fuera.

Shev habló de su voz habitual, neutral, objetivo: “Teniente, aquí Shev. No se preocupe. Ustedes no nos sirven de cebo. Al contrario, hacemos todo lo posible para asegurarnos que ustedes no encontrarán una mala sorpresa cuando se acoplen a la estación. Y necesitamos transportar a la doctora a su lanzadera; no podemos transportarla directamente a la estación, por las mismas razones técnicas que no hemos podido transportarles a ustedes directamente a la estación. Así que, teniente, si realmente teme que pueda representar un cebo para un posible enemigo escondido en la estación, puede guardar la calma y seguir a la letra nuestras instrucciones, porque trabajamos en impedir un tal escenario.”

- Entendido Enterprise. Eso me tranquiliza. - Guardé silencio unos segundos, analizando las palabras de th'Shon. - ¿Trasportar a la doctora a mi lanzadera? - Pregunté inquieto. - ¿Qué doctora? ¿Connor? No quiero contradecir a nadie, pero no considero que esa idea sea buena ahora mismo. Entiendo que quieran salvar a los científicos de la base, pero preferiría que solo mi equipo de asalto y yo estuviésemos en la estación hasta asegurar la zona. Capitana, - dije dirigiéndome directamente a ella. - no me gustaría que todo esto fuese una trampa e hiriesen o algo peor, a quien nos tiene que curar.

Respondo inmediatamente al comandante y de alguna manera, trato de hacerle ver a la capitana su error enviando a Lena a la lanzadera tan pronto. Permanezco todo lo serio que puedo, aunque por dentro siento miedo por la doctora. No quiero que la ocurra nada malo. - Espero que ese maldito mestizo no sea capaz de detectar mi temor. - Pienso para mí volcando una mirada fría y un tanto cruel hacia la alférez que pilota la lanzadera.

Se que mis palabras no harán cambiar de opinión a la cabezota e insensata de la capitana. - Si está ahí es por algo y a su edad no va a cambiar. - ¿Este cacharro tiene megafonía o tengo que ir a la parte de atrás para hablar con mis hombres? - Pregunté a la alférez manteniendo la seriedad en mi rostro. Debía avisarles de que se sujetasen por lo que pudiera pasar, pero no quería dejarla a ella sola con la comunicación de la Enterprise. Me daba la impresión de que le gustaba hacer lo que le pareciese bien y no seguir las órdenes como debía.

La alférez giró la cabeza hacia el Teniente, aún irritada por lo que le había dicho unos momentos atrás.

-El comunicador está conectado con la lanzadera. Puede usted hablar con su equipo, señor -le dijo, en aquella tensa espera en la que se encontraban.

Joder, a ver si se deciden ya. No podemos quedarnos aquí eternamente.

- Muy bien señoritas. - Dije nada más darme paso la alférez. - Parece ser que desde la Enterprise han establecido algún nuevo tipo de plan. Van a tenernos aquí anclados un rato. Los sensores no indican nada, pero puede que haya hostiles ahí fuera esperando.

» Somos un blanco fácil y parece que van a simular una bajada de escudos, para luego bajarlos realmente y trasportar a un nuevo miembro en el equipo. Les sugiero que se abrochen los cinturones y se agarren a algo. Esto se puede poner movidito en cualquier momento.  Vrako fuera. - Con un gesto le indiqué a la mujer que cortase la comunicación con la parte trasera de la lanzadera.

- No aparte los ojos de esos sensores y prepárese para salir de aquí en caso de peligro. - Ordené a la alférez con seriedad. Esperaba que en la Enterprise alguien entrase en razón y nos dejase avanzar, dejando las cosas como estaban.

-Señor, aquí Carter. ¿Qué es lo que podemos esperar en la estación? En un principio se nos dijo que estaría tomada por los cardasianos pero por el momento, no hay rastro de ellos. ¿Cree que habrá civiles?

La alférez buscaba un punto de apoyo, algo en lo que pensar mientras esperaban para ver si entraban en la estación o tenían que debatirse entre la vida y la muerte allí mismo.