Partida Rol por web

Cira asiente ante las palabras de su oficial, siendo algo típico para la mayoría de los tripulantes que han tenido alguna relación (directa o indirecta) con la guerra contra el Dominio.

- Entiendo. No tener familia debe ser duro para usted. Aunque permitame preguntar algo. ¿Si no tiene familia entonces no teme por la vida de su hermano, Armal Da'Par, el mismo que ahora lidera la flota de ataque cardasiana? Si, esa flota. La misma que el Enterprise debe destruir. -

La respuesta de la capitana es acompañada por una mirada gélida e inquisidora, pero lejana de cualquier emoción enajenante. No cuando la vida de millones pende de un hilo, cardasianos principalmente.

Tte. Marayn Da'Par

-Comprendo a lo que se refiere, Capitana. Pero no tengo lazos familiares directos en Cardasia. Mi familia pereció durante la guerra.Mi familia ahora son los miembros de la Enterprise, señora.-

 Cpt. Cira Graystone

- Entiendo. No tener familia debe ser duro para usted. Aunque permitame preguntar algo. ¿Si no tiene familia entonces no teme por la vida de su hermano, Armal Da'Par, el mismo que ahora lidera la flota de ataque cardasiana? Si, esa flota. La misma que el Enterprise debe destruir. -

La cardassiana abrió los ojos con sorpresa. -Perdone, Capitana, debe estar en un error. Mi hermano Armal murió en la guerra.- Dijo, sin creer aún las palabras de la mujer. Llevó su mano a su nuca, a un mechón de su cabello. -¿Está segura que eae es el nombre que ha dado?-

Cira contuvo la respiración un momento antes de continuar…

-Tan segura como que usted debe hablar con él para que detenga esta locura que acabará con muertes innecesarias. Tan segura como su verdadero propósito en esta nave. Pero nada de eso importa cuando su obligación es salvar vidas. Y solo por eso aceparé hacer las paces con media galaxia si es necesario. – dijo con gran convicción.

Eran momentos difíciles, en los cuales había que hacer concesiones imposibles en afán de la paz.

Tte. Marayn Da'Par

-Perdone, Capitana, debe estar en un error. Mi hermano Armal murió en la guerra. ¿Está segura que eae es el nombre que ha dado?-

 Cpt. Cira Graystone

-Tan segura como que usted debe hablar con él para que detenga esta locura que acabará con muertes innecesarias. Tan segura como su verdadero propósito en esta nave. Pero nada de eso importa cuando su obligación es salvar vidas. Y solo por eso aceparé hacer las paces con media galaxia si es necesario. –

La teniente Da'Par meditó sobre las palabras, su cabello tintineó por el leve tirón que dió al mechón entre sus dedos. -No sé cómo podría comunicarme con él, ni si realmente sería capaz de convencerlo de detenerse; pero si tiene la manera de contactar con él, puedo intentarlo.-

Se preguntó si tendría que esperar allí o si la enviarían también al camarote como habían hecho con el teniente Vrako. Pero dudaba que la dejarán regresar a sus funciones.

-No sé cómo podría comunicarme con él, ni si realmente sería capaz de convencerlo de detenerse; pero si tiene la manera de contactar con él, puedo intentarlo.-

Cira suspiró, algo aliviada tras quitarse una gran carga de encima. Y aunque aun le restan varias mochilas al menos la mayor de ellas estaba siendo compartida, distribuida entre los demás.

- De eso no se preocupe Marayn, que formas las hay. Solo recuerde hablar con el corazón a su hermano, y decir lo que crea oportuno para evitar mas muertes. Luego, cuando la paz sea nuevamente entre todos, decidiremos si todavía quiere pertenecer a esta tripulación o regresar con los suyos. Iremos de a un paso a la vez. ¿Le parece bien? -

También la capitana pensó en premiar a la mujer que tenia enfrente, que pese a lo ocurrido durante los últimos días tanto ella como todos los demás merecían una segunda oportunidad. Al menos una posibilidad de elegir libremente su camino. Y a veces eso es un regalo que en otros mundos no se da a nadie.

Tte. Marayn Da'Par

-No sé cómo podría comunicarme con él, ni si realmente sería capaz de convencerlo de detenerse; pero si tiene la manera de contactar con él, puedo intentarlo.-

 Cpt. Cira Graystone

- De eso no se preocupe Marayn, que formas las hay. Solo recuerde hablar con el corazón a su hermano, y decir lo que crea oportuno para evitar mas muertes. Luego, cuando la paz sea nuevamente entre todos, decidiremos si todavía quiere pertenecer a esta tripulación o regresar con los suyos. Iremos de a un paso a la vez. ¿Le parece bien? -

-De acuerdo Capitana.- Aceptó la teniente. Su decisión estaba tomada, y no quedaba más que decir. -¿Hay algo más que necesita? ¿Regreso al puente?- Preguntó, soltando el mechón de cabello, su peinado tintineando una vez más.

-Sí, regrese al puente y espere allí -le dijo Cira rápidamente. Ahí parecía que tenían algo con lo que trabajar, así que al menos disponían de una oportunidad.

En ese momento, le llegó la comunicación del joven piloto.

-Capitán, aquí el alférez Corbin desde el puente. Estamos a punto de llegar a las coordenadas indicadas.

Rápidamente, pulsé mi comunicador.

-Entendido, alférez. Voy enseguida.

En cuanto comuniqué con el puente, me dirigí hacia la puerta de mi despacho y la abrí para hablar con Jor y Shev.

-Y bien, señores. ¿Qué opinan? -les preguntó Cira, impaciente por saber lo que pensaban y regresar al puente.

-Entendido, alférez. Voy enseguida.

Pues si, capitana, comandante, ella hablará con él.  Eso seguro.  Pero que haya querido detener a la Enterprise para no ir allá es raro. Tenía implicaciones estratégicas fuertes.  Quizá no las pensó, separando deberes familiares de los de Starfleet en su mente.  ¿Esquizofrenia de corazón y deber?  No se.

En último caso, mayor vigilancia, y si, si llevamos la ventaja allá, ella serviría para conseguir una rendición menos violenta.  Eso seguro.

Lo que no sabemos es la causa de la rebelión cardassiana.  Eso es lo más rico a sacar.  Si su colaboración de Marayn en saber eso puede ser asegurada, tendemos un asset muy valioso, aún más que haber llegado a tiempo a disparar. 

Shev escuchó con atención al medio klingon antes de emitir su opinión. Sin duda, respetaba la capacidad telepática del oficial, pero aún sin haberla visto ni sentido, no estaba de acuerdo.

-¿Está completamente seguro, señor tova'Daq? Yo no puedo leer mentes, pero sí interpretar comportamientos, y alguien que sabotea la Enterprise está dispuesto a morir, y si está dispuesto a morir, ¿cree usted que se preocuparía por algo más que no fuese su misión? Yo no. 

El andoriano miró a la capitana con gesto serio.

-Capitana, yo no estoy seguro de que podamos contar con ella. Desde luego, merece la pena intentarlo, pero ¿y si nos traiciona en el último momento? ¿Cuál sería el efecto en su hermano?

La capitana escucha atentamente a sus oficiales antes de responder. En su mente siempre hubo un doble juego, a diferencia de sus palabras.

-No. No confío en Da´Par y de no ser por las regulaciones de la Flota la habría expulsado al espacio luego de una semana de torturas. Los Cardasianos no tuvieron piedad alguna en la rendición de los heridos y de las capsulas de escape al finalizar la batalla del sector Tyra.

Por lo tanto usted- señala a Daq- estará siempre atento a los pensamientos e intenciones de la teniente. Si en algún momento piensa hacer o decir algo completamente distinto a sus acciones tiene mi permiso para disparar a nuestra traidora. Y usted comandante deberá, desde su puesto, vigilar en todo momento lo que haga la teniente para evitar fugas de información. Aunque ella debería aguardar para hablar con su hermano sin tocar ni una sola consola o estación del puente de mando. Sí, creo que eso será lo mejor.

Andando al puente, no perdamos pisada a esa mujer. Tienen trabajo que hacer, y por sobre todo mantener nuestra mascara de cooperación hacia ella. –

Luego, sin más que decir, Cira se dirige al puente.