Partida Rol por web

Liam se acercó un poco más a Cira, pero se quedó de pie delante de ella.

- No es egoísmo querer salvar nuestra relación, Cira. Entiendo que estamos en una misión importante, pero no dejes de lado las cosas que son importantes.

Hizo una breve pausa mientras Cira seguía leyendo los informes. Liam apoyó las manos en la mesa, para acercarse un poco más a la capitana.

- Por mucho que te escondas detrás de los informes, ya sabes que yo seguiré estando aquí, no puedes rehuirme constantemente.

Huir. Ella estaba cansada de huir. De la vergüenza y remordimiento de ser la única sobreviviente de la Typhoon, de la enemistad de sus padres por unirse a la flota estelar, de ser una marioneta en medio de todo el caos actual, de eso y mucho más.

El agobio y la presión finalmente hicieron mella en su amurallado carácter. Entonces estalló como un volcán apagado hace milenios.

- ¡No! - afirmó, y con un brusco movimiento empujó los padds fuera de la mesa, los cuales se esparcieron por doquier.

- ¡No voy a huir más! - aseveró al dejar su asiento y rodear la mesa.

- Ese día… ese día en el hospital. Allí quedó un mensaje sin enviar el día que me notificaron la capitanía del Enterprise. Una solicitud de divorcio. - dijo con gran pesadez.

Liam miró como los padds resbalaban por encima de la mesa de la sala. Ya era conocedor del carácter de su esposa, pero le costaba ver ese arrebato en ella. Siempre había sido tan fría, tan calculadora y contenida en sus sentimientos...

Recogió los padds y los puso delante del asiento del que ella se había levantado. Exhaló un suspiro que bien podría haberse tomado como de derrota, pero más bien su rotro parecía indicar lo contrario.

- Siempre tras un muro, y cuando éste se derrumba sale la verdadera Cira. La mujer de la que me enamoré y a veces creía que solo yo podia ver, que podia adivinar debajo de cada pared que te empeñabas en construir para impedir que la gente pudiera llegar a ti.

Se acercó unos pasos hacia ella, pero no acabó de llegar a su lado.

- Pero no la enviaste.

Por supuesto que no lo hice. Ese día un destino impensado llegó. Ese día me otorgaron otra oportunidad. Un nuevo mando y una nave. Y aquí estamos.

Pero nadie tuvo el valor para avisarme que el jefe de ingenieros era Liam Lightman. Sabes que puedo apelar a la regulación de la Flota y pedir tu traslado. No se permiten marido y mujer en una misma nave. Claro, a menos que envíe la solicitud ahora mismo.

 Y lo sabes muy bien. Lo nuestro bajo un mismo techo nunca funcionó; y solo con la distancia este matrimonio logró sobrevivir.

Ahora mi atención debe ser para esta nave y para todos. Porque la situación lo requiere. No puedo darme el lujo de otra distracción.

La postura de la mujer gana fuerza con cada paso que da Liam, como si fuera un sistema inmunológico reaccionando a un intruso.

Liam asintió con pesar, su rostro no pudo esconder su aflicción por cómo se desarrollaba la conversación.

Pero conocía algo a Cira, o eso le gustaba pensar, y entendió que era momento de dejarla sola para que pudiera meditar.

- De acuerdo, Cira, te dejo para que hagas tu trabajo. No hace falta que envíes esa petición, de hecho se que no lo quieres hacer. Pero recuerda que estoy en la nave, y si quieres hablar, allí estaré.

Dicho esto se retiró de la sala para regresar a su puesto en ingeniería.

La primer derrota de Cira acaba de ocurrir, y no precisamente batallando contra cardasianos o el dominio. Nada de eso.

Es una derrota personal, por no tener la valía para afrontar sus demonios internos y dar batalla a sus creencias. A lo que dicta su espíritu y corazón.

No dijo nada. Solo se limitó a ver partir a su marido.

Luego vendrán tiempos mejores, en donde se podrá enfrentar esta espina.

Minutos después la capitana volvía al puente, habiendo dejado atrás un poco de si misma.

Con toda la información reunida por los tenientes la situación se complica en profundidad.

Por lo que veo hay intereses múltiples, en donde Kointinar solo es una herramienta – afirma la mujer para proseguir – algo idóneo para que la federación rompa sus relaciones con cardasia y asa desestabilizar todo el sector. ¿Cuál es el propósito de la coalición Tzenkethi? – pregunta.

No lo sabemos capitana.  Por la historia reciente, uno diría que podrían volver a jugar una potencia contra la otra, para mantenerse a flote de no ser absorbida por ninguna.  Claro, después de los acuerdos de paz, uno pensaría que no lo necesitarían tanto como antes.   ¿Expandirse sobre Kointinar podría ser un posible objetivo?

Pareció hacer cálculos en la cabeza, luego hizo una solicitud. 

Computadora, por favor, compara las voces oídas en la grabación desde Kointinar y compáralas con las inflexiones de voz de los Tzenkethi.  Asume posible espía entrenado.  Encriptado nivel alto, tanto el encargo como el resultado, sólo para la Capitana, el teniente Vrako y yo mismo. Autorización tova'Daq 2508. 

No hay coincidencias según los parámetros indicados.

No hay coincidencias según los parámetros indicados.

 Esto tampoco descarta la opción de un tercer poder moviendo los hilos detrás de bambalinas. Por tal motivo ordené las sondas bots. Si la información es tan solo la punta del iceberg entonces necesitaremos mucho más que eso – chasqueó la lengua ante la prueba negativa de la computadora, pero luego recordó algo.
¿Y si el interés yace en algo en Kointinar? ¿Algo que los Tzenkethi quieren pero no pueden tomar libremente por los acuerdos entre ambos poderes? – Ese mundo poco más que valor estratégico tiene, aunque podría albergar algo adicional…

¿Hay algunas ruinas recién descubiertas? 

Computadora, revisa la base de datos Tzenkethi para ver si Kointinar aparece en algún momento en su mitología, leyendas o historia. 

No existen datos referentes a Kointinar en las bases de datos disponibles sobre Tzenkethi.

Teniente Vrako, a falta de tiempo le envío lo más esencial respecto a las tácticas que podría encontrar con cardasianos. Le recuerdo, sin embargo, que nuestra raza procura copiar estrategias de otras razas dependiendo de su situación y sus posibles beneficios.

La flota cardasiana reconoce su inferioridad bélica, por lo que intentarán resolver cualquier ataque de la manera más rápida posible, atacando puntos claves que les de ventaja al momento de negociar. Si se sienten en ventaja numérica atacarán inmediatamente. En caso contrario evitarán dar el primer disparo. Por tanto, cuando hagan un ataque lo harán con toda la fuerza de poder que tienen, sabiendo que es su única oportunidad. Esto quiere decir que quedarán completamente vulnerables cuando el primer asalto termine.

Sé que es poco, pero espero que sea suficiente para armar una estrategia en estos quince minutos que quedan.

- El único valor del planeta es estratégico. Se mire por donde se mire, lo único que tiene de valor, son los rehenes que tienen allí abajo. - Dije a ambos una vez expusieron el tema que nos ocupaba con aquella seriedad que caracterizaba a mi raza. - Quizás el teniente Jor pueda explicarlo mejor, pero hay algunas cosas que debería saber, capitana.

» Realmente su familiar, así como el planeta Celtris III, generaron reacciones distintas en la teniente Da'Par. Al igual que con su familiar las emociones de la cardasiana se... hicieron evidentes, las que iban unidas a Celtris III tuvieron justamente la reacción contraria. No soy ningún experto en ese tema, pero entiendo que si te pones a la defensiva con algo que incluso, no se está tratando, es que algo ocultas. Algo similar dice que sintió el teniente Jor cuando pensó en la raza enemiga. - La PADD* que había cogido de mi puesto en el puente, dio un pequeño pitido, indicándome que tenía un mensaje entrante. Miré por encima el remitente y sonreí de medio lado al ver que era Maryam.

- Al menos esta información nos será útil. - Anuncié antes de mostrarles tanto a la capitán como al teniente, lo que la pantalla de mi dispositivo me mostraba.

Teniente Vrako, a falta de tiempo le envío lo más esencial respecto a las tácticas que podría encontrar con cardasianos. Le recuerdo, sin embargo, que nuestra raza procura copiar estrategias de otras razas dependiendo de su situación y sus posibles beneficios.

La flota cardasiana reconoce su inferioridad bélica, por lo que intentarán resolver cualquier ataque de la manera más rápida posible, atacando puntos claves que les de ventaja al momento de negociar. Si se sienten en ventaja numérica atacarán inmediatamente. En caso contrario evitarán dar el primer disparo. Por tanto, cuando hagan un ataque lo harán con toda la fuerza de poder que tienen, sabiendo que es su única oportunidad. Esto quiere decir que quedarán completamente vulnerables cuando el primer asalto termine.

Sé que es poco, pero espero que sea suficiente para armar una estrategia en estos quince minutos que quedan.

- Lo cierto es que esperaba también información sobre las tácticas terrestres, pero creo  que, junto con el audio recibido, podremos dar por válida y correcta la información que la teniente Da'Par me ha hecho llegar. - Cada vez que pronunciaba su nombre o pensaba en ella, la veía siendo torturada lentamente por mis propias manos, mientras que disfrutaba con aquella sensación de poder, la cardasiana iba contando poco a poco todos sus secretos. Ni me molestaba en ocultar aquello al mestizo. Disfrutaba demasiado con ello. 

Con todo lo expuesto hasta el momento es imposible negar que alguien a bordo juegue para un bando que no es el de la Federación. – Mmm…podría encarcelar a la oficial pero eso despertaría dudas en la nave y principalmente a quienes informa. Es mejor suministrar información falsa y con ello distraer a quien sea que se encuentra detrás de todo esto. – afirma Cira con tono lúgubre.

O sea que si los cardasianos son participes deberían tener alguna flota por allí. Y eso es difícil de ocultar. Para dar su mejor golpe de entrada. Hay que escanear el sistema circundante ahora que estamos pronto a llegar al sistema Regulon y a la estación Omega Tres. –
¿Qué tan lejos estamos de Celtris III? Sobre lo otro no me preocuparía, ya que teniendo la superioridad aérea y espacial podremos transportar a nuestra gente sin entablar combates en tierra. Aunque es una posibilidad remota. –
Bien, si nada para agregar tienen entonces volvamos al puente. En quince minutos llegaremos a Regulon.-

- Computadora, ¿a qué distancia se encuentra Celtris III de nuestra posición actual? - Pregunté al ordenador tras la respuesta de la capitana.

- Entiendo que no habrá descenso al planeta por sus palabras, capitana Graystone. Aún así, me gustaría ir a hablar con mis hombres y mantenerlos preparados en la sala de teletrasportación, por si tratan de engañarnos o por si debemos descender. - Sugerí a la capitana tras la respuesta de la computadora. - Pero permaneceré en el puente de mando, ayudando en todo lo posible en caso de que nos encontremos con una batalla en las inmediaciones de Kointinar. En el momento de la extracción, preferiría estar con mis hombres, capitana. - Solicité a mi superior con seriedad.

- En cuanto a la teniente Da'Par, me parece buena idea tenerla cerca y controlada, antes que encerrada. Aún no sospecha nada y encerrarla no la haría tan cooperativa como ahora. - Aunque preferiría que quedase encerrada y sacarla la información a mi manera. - Luego escribí algo en el PADD. - Creo que debería responder a su mensaje. Sería lo correcto, ¿no es así? - Pregunté a ambos oficiales.