Partida Rol por web

A Ko'ntag no le hizo ninguna gracia que se burlase de él. Si había algo que no podía tolerar un klingon, era un insulto. Pero claro, estaban en una nave de la Flota Estelar, siguiendo las normas de la querida Federación, por lo que no pudo hacer gran cosa.

-Si no estuviésemos aquí, te demostraría de lo que soy capaz, pahtk.

Tu comentario hace evidente Ko'ntag que eres un logh-ghub, pero no se diga más.  Levantó su vaso, brindando al rededor, ¡en cuanto lleguemos a un planeta klingon, ¡i Kont'tag irá a atrapar una Targ con sólo sus propias manos, como debe ser !! Yo seré su padrino, si me acepta el honor.

Por suerte, Jor mostró su mejor cara ante los klingons, la que se burlaba de todos pero no le quitaba el honor a nadie. Eso atemperó la irritación de Ko'ntag, que se había puesto de pie y volvió a sentarse. Cogió su vaso y lo elevó para brindar con Jor y Ma'kthok.

tlhIngan maH!!!!*

tlhIngan maH!!!!   -dijo Jor con un rugido alegre.

Luego, se concentraron en hablar de otras cosas, de naves, propulsores (eran ingenieros), armas, comida, mujeres, hijos, familias que conocían, batallas y estrategias, mascotas, en fin, de lo que siempre platicaban cuando se juntaban a comer. 

Me mantuve en pie un rato, sonriendo divertido para mí al escuchar al teniente Jor con aquellos klingon. Me tentaba sentarme con ellos y beberme un buen vaso de Chech'tluth* con ellos, pero tenía que respetar mi misión y mi trabajo, el cual era un tanto delicado en aquel momento. Busqué una mesa desde la cual el teniente Jor nos pudiese ver e incluso oir a ambos y me acerqué al replicador para pedir una bebida y dejarla a continuación sobre la mesa.

Al momento me acerqué a un terminal y solicité a la computadora que localizase a la teniente Marayn Da'Par. Una vez me indicó donde se encontraba, abrí comunicación con ella**. - Teniente Marayn Da'Par, soy el teniente Vrako. Necesito de su consejo. La espero en la cantina. Si es tan amable de venir... - Dicho esto, esperé respuesta por su parte, antes de dar por finalizada la conversación.

Mi rostro cambió por completo al escuchar la voz de la doctora Connor al otro lado de transmisor. - ¿Ingeniería? ¿Qué pinta en ingeniería? - Me pregunté a mi mismo y miré a Jor con gesto de preocupación. Elevé mi labio superior enseñando mis dientes, como si de un gruñido sordo se tratase, antes de responder a Lena.

- Lo lamento de veras, doctora Connor. Pero en esta ocasión no puede ayudarme. Lo que debo hablar con la teniente Da'Par es algo confidencial y urgente. Seguro que más importante que lo que sea que quieran en ingeniería de ella. - Me aseguré de que esa frase sonase lo suficientemente alto, como para que Jor la escuchase. Quería que supiese a donde iba y busqué persuadir a la teniente para que se reuniese conmigo en la cantina.

Cruzó las puertas automáticas una vez esta le dieron paso, y buscó con la mirada al teniente Vrako. Su cabello peinado causaba un suave tintinear al caminar, y en su rostro estaba la eterna sonrisa que era al mismo tiempo pícara y dulce. Se sentía realmente curiosa sobre que podría necesitar el romulano, pues hasta el momento no habían tenido mucha interacción.

Se acercó hasta donde éste se encontraba. -Teniente.- Dijo a modo de saludo, inclinando suavemente la cabeza.

A pesar de estar en una misión en la cual podían estar en juego muchas vidas, en el Enterprise, las de aquellos que trabajaban en aquella nave, continuaban.

La tripulación de otros turnos se encontraba allí para comer, leer, trabajar o simplemente, conversar entre ellos. Las mesas podían estar consecuentemente ocupadas por un solo tripulante, dos o más de ellos.

Miraste a tu alrededor y localizaste a Vrako sin problemas. Fuese cuál fuese la razón por la cual quería verte, parecía importante.

Tras mi breve conversación con la doctora Connor, regreso a mi mesa a esperar a la teniente Marayn, quien no tarda demasiado en llegar. Mi bebida, un sencillo refresco, estaba prácticamente sin tocar cuando me levanto del asiento para saludar a la cardasina que acaba de entrar y localizarme junto a la concurrida mesa de klingons, donde el teniente Jor parece estar disfrutando. 

- Siéntese, por favor. - Indico a Marayn con educación. Annaith se esforzó bastante en enseñarme algunas costumbres de la raza humana y predominantes en la Flota, debía hacer uso de ellas. - Si quiere tomar algo, se lo pediré al replicador encantado. - Dije a la cardasiana con abierta sonrisa antes de sentarme. Tras su respuesta y mis reacciones pertientes* tomé asiento y miré a aquella mujer de extraña belleza.

- Verá, teniente... seré muy franco con usted. No voy a andarme por las ramas puesto que no se hacerlo. Me temo que ambos estamos en una posición muy... delicada ahora mismo. - Comencé a hablar mirando fijamente a los ojos de Da'Par. - En ambos casos el problema es evidente: nuestra raza. Se sospecha que todo el problema en Kointinar está generado por romulanos o cardasianos. 

» No voy a negar que muchos de los míos renegaron a este pacto y ahora son piratas o ... a saber... y algún grupo radical podría estar detrás de todo esto. Pero eso no me preocupa demasiado: soy romulano, conozco las tácticas de mi raza. - Hice una pequeña pausa, dejando que Marayn asimilase lo que estaba diciendo, observando sus delicados gestos para luego continuar hablando. - Pero no se nada de tácticas cardasianas, ni del valor que tendría Kointinar para tu raza puesto que, por lo que tengo entendido, es poco más que un "pedazo de roca estéril" flotando en el espacio. - No se me ocurrió comparación mejor para un planeta el cual no da beneficios ni tiene nada de valor para explotar y exportar. - Y ahí es donde entra usted... necesito toda la información que pueda darme sobre su raza, sobre sus tácticas y que buscarían en ese planeta, porque en unas horas nos encontraremos con las naves que están en torno a Kointinar y deberemos enfrentarnos a ellas... y a mí me tocará descender a la superficie del planeta y rescatar a los rehenes que allí tienen los radicales locales. 

» Creo que es la mejor manera que ambos tenemos para demostrar que somos fieles a la Flota Estelar y que estamos comprometidos con la causa, con esta nave y con su capitana... - Concluí mi charla, dando un sorbo a mi refresco sin quitarle el ojo de encima a la teniente.

-Gracias.- Dijo la cardasiana, sonriendo tanto al teniente Vrako como al teniente Jor tova’Daq, aunque para el segundo la sonrisa era más una acusación silenciosa y significativa, como para que viera el ejemplo de como se pedían las cosas con educación. -Nada por el momento, muchas gracias teniente. Prefiero que la doctora Connor no me regañe si puedo evitarlo.- Tomó asiento, recolocando un mechón travieso de nuevo en su intrincado y tintineante peinado, y relajada y sonriente escuchó las palabras que el teniente tenía para ella. Una vez hubo terminado, tamborileó sobre la mesa un par de veces.

-Ya comprendo.- Se llevó los dedos índice y pulgar de la mano derecha a su labio inferior con un gesto pensativo, sin apartar la mirada del romulano. La sonrisa no desaparecía del todo, pero el resto de su expresión indicaba que se estaba tomando muy en serio la petición. -Lo que me pide tiene mucho sentido, por supuesto. Entenderá también, sin embargo, que lo que me está pidiendo no es algo fácil, pues nuestra raza ha sido muy cuidadosa siempre para mantener sus estrategias en secreto. Igualmente, de tratarse de un grupo de cardasianos radicales, no relacionados con el gobierno de Cardassia, es muy posible que tomen estrategias distintas a los de nuestra raza para evitar que se sospeche de ellos. Así que incluso la información que yo pueda darle no sería del todo confiable en ese caso.- Aclaró, aunque en ningún momento pareció que fuera a dejar allí por terminada la conversación. Volvió a pellizcar su labio, pensativa. -Además, hasta el momento no he sentido que mi lealtad hacia la Flota Estelar haya sido cuestionada, teniente.- Parpadeó encantadoramente; ciertamente la capitana no parecía haberle dedicado el mismo trato a ella que el que le había dado continuamente al romulano desde que habían abordado la nave.

Cruzó sus manos sobre la mesa, al parecer se había decidido. -De acuerdo, le ayudaré. Deberá permitirme al menos una media hora para tener toda la información que pudiera ser relevante, y se lo haría llegar inmediatamente a su PADD, si está de acuerdo con ello.- Propuso entonces.

La última vez que hablaste con tu hermano, solo te dijo que en Cardasia había algo grande planeado, pero no te lo explicó para no incriminarte. Después de todo, cuando un miembro de la Orden Obsidiana fracasa en su tarea, solamente hay una salida y no deseaba condenarte a ella.

No obstante, Kointinar es un nombre que no es la primera vez que oyes. 

Antes de salir para unirte a la Flota, ya se hablaba de este planeta como punta de lanza para un posible ataque desde dentro de la Federación, por lo que durante años se estuvo mandando armas de forma encubierta a un grupo disidente, a la espera de recibir confirmación por parte de Cardasia para atacar. Pero esa confirmación en realidad nunca se produjo, que tu sepas, y el plan original de iniciar una conquista de los planetas más próximos a Cardasia fueron abandonados... en favor de otro más ambicioso, llevado a cabo por el competidor directo de tu hermano Armal.

Inam Pentak.

Nada conoces de ese plan, salvo que Kointinar formaba parte de él. Al oír en boca de tu hermano que había algo preparado, se te ocurrió que quizás fuese ese plan, precisamente, el que se hubiera iniciado.

Kointinar, por lo que sabes, es un planeta próximo a Celtris III, así que seguramente las armas proceden de allí. Es de suponer que si hay armas, habrá también cardasianos. Sabes también que existe un comercio itinerante entre ambos mundos, bajo las narices de la misma Federación.

Oficialmente, Kointinar está próximo a los territorios de la Coalición Tzenkethi, por lo que siempre ha visto peligrar su posición, más aún teniendo en cuenta la proximidad con Bajor, que podría convertirlo en una base para esta raza, aunque de momento, no ha habido movimientos interesantes.

Por otro lado, el planeta es agrícola y recibe productos de la Federación con cierta regularidad, aunque la distancia a la que se encuentra de la Tierra y los peligros inherentes a la zona, hace que no sea una región muy visitada, sino que cada vez está más aislado.

Jor saludó amablemente a los tenientes, extrañado de la reacción de Marayn, pero dejándola estar, para luego seguirse hablando de tácticas de batalla con los klingons de la flota. Quizá la fueran a necesitar llegando. 

Tu parte betazoide no estaba demasiado concentrada, quizás porque tu parte klingon estaba siendo estimulada con la conversación que llevabas con tus compañeros. Aún así, fuiste capaz de percibir algo en Marayn, una sensación de estar como a la defensiva; parecía que estaba intentando controlar sus emociones. 

Normal que esté a la defensiva.  Ahora buscaré algo más sutil.  Si esconde algo, como el patrón mental que tendría una espía en vez de alguien sólo defendiéndose de una acusación sin fundamentos.