Partida Rol por web

STAR TREK: UNIFICACIÓN (+18)

USS ENTERPRISE - ENFERMERIA

Cargando editor
25/08/2019, 13:10
Tte. Vrako

Notas de juego

Ok, entiendo que tengo "carta blanca" para usar lo roleado delante de Vrako mientras dormía, como si se lo hubiese contado Lena.

Resumo: Se que Keepar es un capullo... mmmm, espera, eso lo sabía antes de dormirme xDDDDD

Se que la capitana quiere que suba al puente. Cosa que seguiré sin hacer, por cierto. Prefiero pasar mis últimos roleos con quien merece la pena y creo que Vrako preferiría pasarlos con Lena.

Que Da'Par murió envenenada y con casi toda seguridad fue un suicidio.

Creo que eso es lo relevante.

 

Cargando editor
25/08/2019, 13:25
Director

Notas de juego

Sip. Creo que eso lo resume todo. Además, Perkins está en el puente en representación vuestra. No hace falta que subáis. Y si alguien tiene que dormir a Kepaar, él solo se basta jajajaja

Cargando editor
25/08/2019, 13:34
Tte. Vrako

Notas de juego

Genial. Luego veré como lo proceso todo. Perdón, como Vrako lo procesa todo ;)

Cargando editor
25/08/2019, 20:26
Tte. Vrako

Me alegré de que Lena se acercase por fin a mí, necesitaba tenerla a mi lado, aunque no entendiese bien porqué. Mis palabras parecieron agradar a Connor, quien me regaló una leve sonrisa la cual me hubiese gustado devolver. Pero mis músculos faciales no estaban entrenados para ello e intentarlo era algo... complejo. Así que aguardé en silencio que me examinase nuevamente mientras la observaba hablarme.

Elevé mis cejas con gesto de sorpresa cuando me dijo que la grandiosa Cira Greystone me requeriría en el puente. - Lo dudo mucho, doctora. - La indiqué tratando de abrirla los ojos a la realidad. - Si la capitana me quisiera en el puente, ya lo estaría. Por las buenas o por las malas y... sigo aquí cuando el combate ya ha comenzado. Creo que simplemente se lo dijo para que dejase de hablar de mí.

Luego sus palabras se centraron en la teniente Da'par. - No me gustaba. Muy servicial, demasiado quizás. Y cuando la interrogué con el estúpido mestizo, me hizo sospechar más aún de ella con sus... como sea lo que hace esa raza. Se lo hice saber a la capitana, pero creo que le dió más importancia a que me hubiese gustado interrogar a la cardasiana de otra manera menos... politicamente correcta a lo que se la explicó que descubrimos. Si en lugar de malgastar sus recursos para mantenerme alejado de mis funciones, me hubiera escuchado...

» De hecho no me sorprende que alguien se autolesione para salir indemne de algo. Por desgracia es algo frecuente entre los míos. - La indiqué con pesar, dándome cuenta de mi propia autolesión en mi cabina, la que me hizo empeorar. Pero aquello era algo distinto. - Solo espero que ella sea la única saboteadora de la Enterprise, porque ahora será imposible tratar de investigar algo y menos aún atrapar a nadie.

Miré hacia la puerta de la enfermería cuando Connor me indicó que Perkins había ido al puente a ver a los heridos. Eso me hizo recordar el sueño, donde Connor relevaba de sus cargos al alto mando de la Enterprise por perder el norte... algo que no gustó a Cira y decidió encerrarla mientras el pequeño motín se alzaba en la misma enfermería donde me encontraba. Pero aquello había sido un sueño y la realidad era otra. Nadie acudiría a mí para reponer el orden en la Enterprise y rescatar a Connor de la demente capitán de la nave. - ¿Qué dice doctora? ¿Aún soy de utilidad o simplemente un trasto viejo que desechar en un rincón? - Me dolía el costado, no iba a mentir con ello, pero necesitaba hacer algo y no permanecer en un rincón de la enfermería, metido en una cama, viendo la vida pasar ante mis ojos sin interactuar con ella...

Cargando editor
01/09/2019, 20:27
Tte. Lena Connor

Lena, no tenía ganas de discutir sobre Cira... no estaba contenta con ella ni con muchos tripulantes de la Enterprise, cuando la destinaron a la nave, una nave tan legendaria como era... o al menos las naves que habían llevado su nombre previamente, una sensación de orgullo, excitación y alegría la inundó pensando en las proezas y el buen hacer de las tripulaciones anteriores... por ello su hastío y decepción eran tan grandes jamás pensó que la capitana de la USS Enterprise sería una especie de nazi encubierta y mucho menos su primero y otros tantos, algo que hizo replantearse su futuro... un futuro que en un principio pensó que iba a estar ligado, hasta su jubilación a la Enterprise... 

 - Si la capitana me quisiera en el puente, ya lo estaría. Por las buenas o por las malas y... sigo aquí cuando el combate ya ha comenzado. Creo que simplemente se lo dijo para que dejase de hablar de mí.

- Le entiendo... de verdad que le entiendo... pero un poco de son de paz no estaría mal- cansada era lo que estaba de tratar de mediar y no conseguir avanzar- esto es la puñetera Flota Estelar- y francamente no daba crédito a lo que estaba pasando- aunque hay quien no se haya dado cuenta...pero no voy a volver a incidir en el tema- quemada como los palos de un churrero que estaba ella...

Tras un suspiro Connor decidió camabiar de tema y centrarse en lo de la cardasiana.

- Me parece bien todos los argumentos en contra de Da´par... pero sigo sin entender como ha preferido suicidarse... a lo mejor es que soy humana y valoramos mucho nuestras vidas, o puede que le fuera la mano... o que a alguien se le fuera mano... ¿es posible que no trabajara sola?- lo soltó sin pensar

 - ¿Qué dice doctora? ¿Aún soy de utilidad o simplemente un trasto viejo que desechar en un rincón? -

Lena le dedicó una de sus enigmáticas sonrisas recuperando el brillo de sus ojos.

- Después de todos los esfuerzos que he realizado por mantener su salud... a pesar de usted mismo... POR SUPUESTO, que va usted a ayudar- se estiró de hombros inflando su pecho adoptando un cierto aire de Rotter Meiyer... o como se escriba o el equivalente romulano a dicho personaje literario- para empezar me va a ayudar a resolver este enigma, si no va con la capitana yo lo quiero como oficial de seguridad y... me temo que vamos a tener visita a la enfermería, dado que Perkins está en el puente voy a necesitar un ayudante que no se me caiga al suelo cuando vea heridas de sangre.

Cargando editor
03/09/2019, 13:34
Tte. Vrako

- No se preocupe doctora Connor. Ejerceré como prisionero sumiso y no volveré a sacar el tema. Que el alto mando de la Flota Estelar se encargue de mi situación y de todo esto. Darle más vueltas solo hará marearnos y enfadarnos... - Y lo último que quería era perderla a ella por seguir incidiendo con algo cuya solución no estaba en mis manos. Pero... había algo más que debía saber, algo importante que debía contarla sobre mí. Pero aquel no era el mejor momento, aunque sí podía... - Pero cuando tengamos un momento, doctora Connor, me gustaría hablar con usted a solas. Es algo verdaderamente importante... - Y jodido de decir... - Podría implicar mi final con ella, pero mejor que se enterase por mí antes que por terceros...

- Cuando terminé de interrogarla junto con el mestizo, este me hizo ver que durante nuestra conversación ella pensó en su hermano... quizás la obligaban a actuar a cambio de salvar la vida de su hermano y al final las cosas se torcieron, se sintió demasiado culpable por lo que había hecho o pensó que con su propia muerte su hermano quedaría libre... Pues lo que quedó claro es que ella sentía un profundo amor hacia él y... - se lo que se puede hacer por un ser amado... - Debía decírselo cuanto antes... - ... no sé, quizás incluso seguía las instrucciones de su hermano. Pero él estaba detrás de todo esto de alguna manera. - Otra cosa es que alguien más se haya dado cuenta de eso.

- No voy a salir de aquí, doctora. - Me senté en la cama, sosteniendo mis costillas con la mano con un leve gesto de dolor en mi rostro. - Si vamos a morir en esta batalla, quiero estar cada segundo que me quede de vida a tu lado, Lena. - La confesé en un fugaz susurro mientras que mis ojos brillaban con intensidad. Además, no estaba seguro de que no recibiese un disparo por los guardias que estaban al otro lado de la puerta y que vigilaban que no me marchase de allí por orden de la capitana.  - Ayudaré en todo lo que esté en mi mano, ya sea con ese enigma como con los heridos. La sangre no me preocupa. - Y menos aún la roja, tan común en las razas ajenas a la mía.

Saqué los pies de la cama, manteniéndome medio tapado con las sábanas. - Supongo que no me quedará más remedio que ponerme el uniforme... - Miré a Connor a los ojos. Era eso o andar desnudo por la enfermería. No me importaba, no me avergonzaba de mi cuerpo. Pero era consciente de que podía incomodar a los demás. Luego miré mi uniforme, había quedado algo distante de la cama. Agarré la sábana para que no cayese al suelo y me puse en pie, caminando hacia mi ropa la cual había quedado tendida en el suelo tras aquel impacto. - Me uniré a usted en cuanto esté vestido, doctora.

Cargando editor
03/09/2019, 14:08
Director

En ese momento, las luces que indicaban la situación en la cual se encontraba la nave, cambiaron de CONDICIÓN ROJA a CONDICIÓN AMARILLA. Eso solo podía significar que la batalla había terminado y que la nave, obviamente, no solo seguía entera sino que había logrado su objetivo.

Efectivamente, al mirar las pantallas que os rodeaban, en muchas de ellas se indicaba también el cambio de estado.

Cargando editor
03/09/2019, 19:39
Tte. Lena Connor

 - Pero cuando tengamos un momento, doctora Connor, me gustaría hablar con usted a solas. Es algo verdaderamente importante... - Y jodido de decir... Podría implicar mi final con ella, pero mejor que se enterase por mí antes que por terceros...

De todo lo dicho por Vrako aquellas palabras fueron las que más llamaron su atención, que la cardasiana se hubiera quitado la vida por cubrir a su hermano competía más a la capitana que a ella, que al fin y al cabo estaba en esa nave para mantener sanos a sus tripulantes, aunque como se había comprometido a ayudar a Cira con aquel entuerto, se encargaría de facilitarle la información... dado que el romulano no tenía pinta de querer hacerlo... lástima el entuerto entre los manos y el oficial de seguridad, si efectivamente se hubieran centrado en actuar como un equipo y no en mantener alejado al romulano, el misterio se habría resuelto antes y probablemente la cardasiana estaría viva... algo que pensaba soltar a la abuela, en cuanto pudiera.

- Pues estamos a solas... ya puede usted empezar a hablar- le dijo cuando el romulano terminó de vestirse poniéndose enfrente suyo con los brazos en jarras en una clara postura de "El barco de Chanquete no me moveran" al menos hasta que no desembuchara- hemos pasado a Alerta Amarilla... este es el momento de decirme lo que me tenga que decir antes de que todo vuelva a la normalidad... teniente.

Notas de juego

Post rápido para adelantar ^^U

Cargando editor
04/09/2019, 11:08
Tte. Vrako

- Aquí no, vamos a su despacho, doctora. - Sugerí a aquella mujer que me volvía loco con solo escuchar su voz. Necesitaba un mínimo de intimidad y con tanta gente moviéndose por allí y la que vendría tras acabar la alerta roja la intimidad sería inexistente en cuestión de minutos. Además todo era demasiado delicado y necesitaba hablar con Lena de tú a tú no con Connor.

La puerta se cerró detrás nuestra y sabía que tenía poco tiempo. Mire a Lena a los ojos antes de apartar mi mirada. Quería tocarla, necesitaba abrazarla y sentirla, sobretodo después de lo que había ocurrido. Pero... siempre había un pero... - Será mejor que te sientes. No me va a resultar fácil contarte esto pero prefiero que lo sepas por mí antes que por nadie más y de que te llegue información manipulada por otros. - Entonces la capitana realizó un comunicado que no me esperaba. Negué con la cabeza al escucharlo. Aquello empeoraba por momentos.

- Lena. Te ruego que me escuches primero. Podrías preguntarme después. - Mi corazón se agitaba con fuerza y por primera vez en mi vida sentía miedo. Mis nervios se habían disparado y comencé a caminar por el despacho mientras buscaba las palabras adecuadas y calmarme. - No, no hay una manera fácil de contarte esto ni lo tengo preparado ni sé cómo hacerlo. Y sé que no es buena idea decírtelo porque creo que te acabaré perdiendo si no lo entiendes o peor, si no me crees.

» Como sabes, nací y crecí en un mundo que no me correspondía criado y educado por una raza enemiga. Tuve suerte de no salir del todo mal parado pero al volver con los míos descubrí cosas que eran importantes para mí raza y las cuales no tenía y no tendría jamás. Vosotros lo llamáis apellido. Para nosotros es algo especial. Sin ello no eres nada y solo tenía mi nombre y no sabía de donde venía. Eso complica todo hasta el punto de no poder tener pareja ni descendencia.- Dije con pesar, y es que era lo peor entre los míos.

- Así pues, fue fácil captarme y... - Mire a Lena a los ojos. Llegando a este punto, ella ya sabía que iba a decir y aunque a mí me costaba demasiado hacerlo, debía pronunciar yo mismo aquellas palabras. - Nunca deje de formar parte del Imperio Romulano. Ese que se supone que ya no existe. Ahora es cuando debes creerme. Yo no estoy detrás de nada de lo ocurrido en esta nave. - Dije con rotundidad, mirando fijamente a Lena a los ojos. - Mi misión era infiltrarme en la Flota Estelar y sacar toda la información posible. Acabar en esta nave fue algo inesperado y la mayor de mis suertes, pero debía seguir con las instrucciones recibidas. Entonces ocurrió aquello entre nosotros y me hiciste sentir todo esto que no sé expresar ni explicar y de pronto todo lo referente al Imperio Romulano y mi propia raza perdió sentido para mí. Tenerte entre mis brazos, sentir tus caricias y tus besos, nunca jamás antes una mujer me hizo sentir así y desear estar por siempre con ella. Mis ojos comenzaron a brillar mientras que abría mi corazón y me descubría ante Connor. El miedo seguía allí, cada vez más fuerte e intenso creciendo a cada palabra que añadía aquel improvisado y sincero discurso.

- Y lo que ocurrió en las lanzaderas, creer que habías muerto y que el comandante se comportase así en el puente, me hizo recordar y sentir y sentir por fin los valores que los klingon trataron de enseñarme durante mi juventud. y decidí entonces ocupar el lugar que me respondía, el que me había ganado por mi esfuerzo y trabajo en la Flota Estelar y así poder permanecer a tu lado. - El brillo de mis ojos no remitía. Era lo que tenían las lágrimas cuando estás se formaban y estaba claro que yo no era inmune a ellas. - La capitana no estaba tan equivocada conmigo al no confiar en mí. - Agache la cabeza avergonzado por ello. - Y sé que me investigará y que no encontrará nada contra mí y menos aún en los datos recuperados de los cardasianos. Pero yo no podría vivir tranquilo a tu lado ocultandote todo esto y tampoco estoy seguro al 100% de no ser descubierto, incluso traicionado por los míos cuando les diga que se acabó el trato y el doble juego.

Reuní valor para volver a mirar a los ojos aquella hermosa mujer que me había vuelto el mundo del revés por completo y por la cual mis valores habían cambiado en su totalidad. Su silencio engullía el poco valor que me quedaba y cada segundo que pasaba me hacía atormentarme y tener más miedo cada vez, hasta el punto de temer haberme equivocado al confesar todo aquello en lugar de guardarlo para mí hasta el final de mis días.

- Por favor Lena, di algo. -La rogué suplicante sabiendo que su respuesta me haría llorar sin remedio.

Cargando editor
04/09/2019, 18:31
Tte. Lena Connor

Lena se dejó guiar hacia su despacho por el romulano sin decir nada, se sentó y lo escuchó sin omitir sonido alguno, mirándolo a los ojos con su gesto tan característico, el de la semi sonrisa amable y la mirada indescifrable, Vrako quería hablar con Lena, no con la doctora Connor... pero ambas mujeres eran la misma persona y era las dos la que lo estaban escuchando siendo el gesto que utilizaba la doctora, cuando trataba con sus pacientes, el que estaba utilizando para escuchar el teniente, examinando cada uno de sus gestos y palabras, midiendo su respiración... al fin y al cabo la doctora estaba especializada en psicología y analizar los comportamientos humanoides o cualquier especie inteligente era parte de su adn y su vocación... le encantaba hacerlo.

» Como sabes, nací y crecí en un mundo que no me correspondía criado y educado por una raza enemiga. Tuve suerte de no salir del todo mal parado pero al volver con los míos descubrí cosas que eran importantes para mí raza y las cuales no tenía y no tendría jamás. Vosotros lo llamáis apellido. Para nosotros es algo especial. Sin ello no eres nada y solo tenía mi nombre y no sabía de donde venía. Eso complica todo hasta el punto de no poder tener pareja ni descendencia.- Dije con pesar, y es que era lo peor entre los míos.

Aquello no era nada nuevo... de echo era bastante predecible que el romulano tratase de buscar su sitio, dadas las circunstancias que lo rodeaban.

- Así pues, fue fácil captarme y... - Mire a Lena a los ojos. Llegando a este punto, ella ya sabía que iba a decir y aunque a mí me costaba demasiado hacerlo, debía pronunciar yo mismo aquellas palabras. - Nunca deje de formar parte del Imperio Romulano. Ese que se supone que ya no existe. Ahora es cuando debes creerme. Yo no estoy detrás de nada de lo ocurrido en esta nave. - Dije con rotundidad, mirando fijamente a Lena a los ojos. - Mi misión era infiltrarme en la Flota Estelar y sacar toda la información posible. Acabar en esta nave fue algo inesperado y la mayor de mis suertes, pero debía seguir con las instrucciones recibidas. Entonces ocurrió aquello entre nosotros y me hiciste sentir todo esto que no sé expresar ni explicar y de pronto todo lo referente al Imperio Romulano y mi propia raza perdió sentido para mí. Tenerte entre mis brazos, sentir tus caricias y tus besos, nunca jamás antes una mujer me hizo sentir así y desear estar por siempre con ella.

La doctora no varió su gesto, continuaba examinándolo con intensidad, quizás buscando la mentira o el engaño o simplemente porque le gustaba ver hasta donde podría llegar el teniente...

- Y lo que ocurrió en las lanzaderas, creer que habías muerto y que el comandante se comportase así en el puente, me hizo recordar y sentir y sentir por fin los valores que los klingon trataron de enseñarme durante mi juventud. y decidí entonces ocupar el lugar que me respondía, el que me había ganado por mi esfuerzo y trabajo en la Flota Estelar y así poder permanecer a tu lado. - El brillo de mis ojos no remitía. Era lo que tenían las lágrimas cuando estás se formaban y estaba claro que yo no era inmune a ellas. - La capitana no estaba tan equivocada conmigo al no confiar en mí. - Agache la cabeza avergonzado por ello. - Y sé que me investigará y que no encontrará nada contra mí y menos aún en los datos recuperados de los cardasianos. Pero yo no podría vivir tranquilo a tu lado ocultandote todo esto y tampoco estoy seguro al 100% de no ser descubierto, incluso traicionado por los míos cuando les diga que se acabó el trato y el doble juego.

En este punto, el rostro de la doctora continuó impasible... la imagen de Lena era la de una mujer tranquila, Vrako no pudo siquiera encontrar un atisbo de sorpresa o cualquier emoción que tanto caracterizaba a los humanos.

Resultado de imagen de lena headey

- Por favor Lena, di algo. -La rogué suplicante sabiendo que su respuesta me haría llorar sin remedio.

Tan sólo cuando Vrako pronunció aquellas palabras hubo reacción en Connor, primero suspiró, un suspiro suave acompañado de una pronunciación de su impretérita sonrisa, que el romulano no sabría interpretar hasta que Lena quisiera hablar y para ellos se tomó diez segundos más.

- De modo que al fin y al cabo era usted un agente doble... debería estar profundamente enfadada con usted... y de hecho lo estoy, puesto que fui yo quien convenció a Cira para que lo admitiese en la Enterprise... me temo que mis análisis psicológicos no han estado a la altura...- transcurrieron otros diez segundos más hasta la nueva intervención de la doctora, que parecía estar tomándole el gusto a eso de hacer sufrir a Vrako... una especie de venganza por haberla engañado- pero... por otro lado creo que me siento halagada... he sido capaz de hacerle cambiar de parecer, se ve que follo muy bien- amplió totalmente su sonrisa al igual que su impretérita mirada- relájese señor Vrako... en el fondo no estaba segura de que usted fuese trigo limpio, pero al empezar a tratarlo empecé a verlo atractivo... al principio me producía mucho morbo tratar con un romulano... usted no conoce a mi familia... no me refiero a los Connor, sino a los Alba... mi segundo apellido, hace años, en los primeros tiempos de la gestación de la Federación, hubo una capitana llamada Cristina de Alba, mi antepasada y una de las más ilustres para mí, de echo mi hermano y yo nos alistamos en la Flota por ella... el caso es que la capitana de Alba luchó encarecidamente contra los romulanos y yo sin embargo he decidido conocerlos, al principio fue como le he dicho el morbo de estar a su lado y mi rigor profesional por ayudarlo con su dolencia... pero- en este punto un ligero temblor acompañado de un rubor de mejillas delató los sentimientos que sentía por él- usted no sabe el desorden que su mera presencia provoca en mí... soy una mujer libre, siempre lo he sido... he tomado a los hombres que he querido y los he dejado cuando me ha dado la gana, pero usted, es distinto... por tí he sido capaz de poner mi carrera en juego y por tí, soy capaz de romper las normas de la Flota... mis normas, porque para mí la Flota es mi vida- en aquel punto Lena sin ser capaz de controlarse acarició el rostro del romulano- yo también te quiero Vrako, debería denunciarte con la capitana, abofetearte... pero no soy capaz, quiero estar contigo... pero no quiero comprometer mi reputación, la única vía posible es guardar silencio y que esta confesión que me has hecho quede entre nosotros- teniendo en cuenta lo Hitler que era Cira la cosa no iba a quedar en un mero Consejo de Guerra y Lena no estaba dispuesta a perder a Vrako

Cargando editor
05/09/2019, 11:17
Tte. Vrako

Su silencio me atormentaba más que el huracán de palabras que sin duda me esperaba tras su infranqueable mirada y aquella sonrisa que jamás llegaría a descifrar. En este tiempo había aprendido a leer los gestos humanos e interpretar sus sonrisas, pero las de Lena se me escapaban, sobretodo cuando era Connor quién estaba presente.

A pesar de ser ella misma, de ser Lena Connor en su totalidad, para mí existían dos versiones de la misma mujer en su interior. Una, la habitual la doctora Connor, seria, profesional, fría e infranqueable. La otra a la cual apelé para abrirme a ella, Lena: dulce, cálida, cercana y yo la quería en su totalidad, pero en ese momento necesitaba a Lena conmigo.

Y surgió Connor.

Pude sentir la frialdad en sus palabras. cómo analizaba y racionalizaba todo. La sentía distante y sus tiempos de espera en responderme me consumían el alma. Era cierto, la había engañado y pasado el filtro gracias a eso. Dió la cara por mí porque logré engañar a su hermano también. Dde hecho si llegué tan lejos, fue porque había logrado engañar a todos de la manera más sencilla: siendo yo mismo.

- No lo reduzca todo al sexo, doctora Connor -. La respondí nervioso sabiendo en aquel momento que había hecho más daño del que imaginaba. - Es mucho más que eso. - Añadí a continuación sin concretar nada, puesto que ni yo mismo era capaz de explicarme que sentí cuando sus brazos me rodearon por primera vez y el sexo se convirtió en algo más para mí a su lado.

Cuando dijo que me relajase, tomé asiento y guardé silencio mientras que la doctora Connor continuaba hablándome, esta vez de su percepción hacia mí y sus ancestros. Dí un pequeño respingo en el asiento y la miré con incredulidad al escuchar aquel nombre: Cristina de Alba. - Es curioso que yo no sepa ni de dónde vengo realmente, ni que pueda ponerle rostro a quien me trajo a la vida y que conozca el nombre y la cara de la capitana de la NX Excalibur, que tantas veces derrotó los míos. No la diré que su nombre sea tan conocido incluso respetado o temido como lo fueron los de James T. Kirk el capitán Picard. Pero sin duda se que de Alba se ganó un hueco en nuestra historia bélica y se la consideró una de las más duras rivales de su tiempo. - Dije poniéndome de nuevo en pie.

Mis ojos brillaban por las lágrimas contenidas. Aún no había dicho nada que me hiciese cruzar aquella fina línea que me separaba del llanto, pero sabía que en cualquier momento lo haría. A fin de cuentas, con quién me hablaba era con la fría doctora Connor. Y entonces vi el rubor en su rostro y eso me dio la esperanza de que pronto viese a Lena en sus ojos.

Su explicación de su vida con los hombres en general me dolió. Celos quizás. ¿ O pensar que preparaba el camino para decirme que yo era uno más de aquella lista? Pero en medio de aquellas palabras Connor se esfumó y apareció Lena. Se acercó a mí y sentí como su mano acariciaba mi rostro. Cerré los ojos, disfrutando de aquel cálido gesto, mientras que por fin mis lágrimas quedaban liberadas de sus celdas y corrían libres por mis mejillas. Me quería, eso dijo. Así que eso era lo que yo sentía por ella. Algo tan complicado de explicar se resumía en aquella palabra. Era un camino nuevo para mí y no me veía capaz de recorrerlo solo. 

Mis manos se deslizaron por la cintura de Lena mientras que está seguía hablando. - Si me denunciases a la capitana, si me abofeteases no te lo reprocharía jamás, Lena. - La dije con total sinceridad, apoyando mi frente contra la suya mientras que mis manos atraían su cuerpo hacia el mío. - No podría hacerlo cuando sé que estarías haciendo lo correcto y protegiéndote a ti misma.

- No creas que no veo y valoro el sacrificio tan grande que estás haciendo para que permanezcamos juntos y el inmenso secreto que tienes que guardar para no poder perder tu trabajo, tu reputación y tu vida. No solo será nuestro secreto, Lena si no que te prometo que, aunque mañana me descubriesen, que no permitiré que nada de esto te afecte ni arrastre conmigo. Negaré una y mil veces que haya existido una relación más allá de lo profesional a tu lado. - Entonces me abracé a ella. Necesitaba se abrazo desde hacía horas. - Negaré todos y cada uno de nuestros besos y abrazos, nuestros encuentros íntimos y olvidaré que te he confesado lo que fui, pero jamás podré negar lo que siento por ti, Lena Connor. Aunque me torturen, será lo único que me saquen sobre nosotros.

Sentía mi corazón palpitar con fuerza en mi costado y mis mejillas húmedas por las lagrimas derramadas, pocas pero sinceras. En ese momento mi mano temblorosa por aquella complicada situación, acarició su rostro suavemente. - Y no es que quiera confesar lo que siento por ti a toda la Flota Estelar. Sino que cualquier bajorano con dos dedos de frente se hubiese dado cuenta de ello. - Dije refiriéndome al hecho de que el consejero no hubiese ni media con lo que le conté, sentí en aquel momento y evite hablar con él minutos atrás en aquella enfermería.

Mis ojos la miraron cargados de dulzura. - Así que abofeteame si quieres, porque será lo único que impida que te bese en este momento. - Susurré a aquella mujer por la cual mi corazón palpitaba con tanta fuerza, mientras que mis labios acercaban a los suyos para darle un tierno y largo beso, antes de que la doctora Connor volviese para poner orden en su despacho y su enfermería.

Cargando editor
08/09/2019, 10:46
Tte. Lena Connor

Lena, permaneció mirando al romulano sin decir nada... ambos habían hecho algo que no estaba en sus naturalezas... al menos en lo que se refería a su manera de ser y era abrirse de aquella manera hacia otro, Connor siempre se había escudado en su profesionalidad y en la forma de vivir que había llevado, respetando a los demás pero haciendo las cosas que estimaba necesarias, sin compromisos... sin atarse a nadie y sin embargo con Vrako era distinto, con él el único miedo que albergaba era no estar junto a él.

 - Es curioso que yo no sepa ni de dónde vengo realmente, ni que pueda ponerle rostro a quien me trajo a la vida y que conozca el nombre y la cara de la capitana de la NX Excalibur, que tantas veces derrotó los míos. No la diré que su nombre sea tan conocido incluso respetado o temido como lo fueron los de James T. Kirk el capitán Picard. Pero sin duda se que de Alba se ganó un hueco en nuestra historia bélica y se la consideró una de las más duras rivales de su tiempo

- Le agradezco el reconocimiento... es un nombre que no todos conocen.

- Si me denunciases a la capitana, si me abofeteases no te lo reprocharía jamás, Lena. - La dije con total sinceridad, apoyando mi frente contra la suya mientras que mis manos atraían su cuerpo hacia el mío. - No podría hacerlo cuando sé que estarías haciendo lo correcto y protegiéndote a ti misma.

- Abofetearte...- enarcó una ceja como sopesando la idea... Lena en el fondo era mala persona y hacer sufrir al teniente un poco más era algo que estaba disfrutando, se miró las uñas como calculando que sería lo que haría más daño, una bofetada o que le hincara las uñas cual gata romana.

- No creas que no veo y valoro el sacrificio tan grande que estás haciendo para que permanezcamos juntos y el inmenso secreto que tienes que guardar para no poder perder tu trabajo, tu reputación y tu vida. No solo será nuestro secreto, Lena si no que te prometo que, aunque mañana me descubriesen, que no permitiré que nada de esto te afecte ni arrastre conmigo. Negaré una y mil veces que haya existido una relación más allá de lo profesional a tu lado. - Entonces me abracé a ella. Necesitaba se abrazo desde hacía horas. - Negaré todos y cada uno de nuestros besos y abrazos, nuestros encuentros íntimos y olvidaré que te he confesado lo que fui, pero jamás podré negar lo que siento por ti, Lena Connor. Aunque me torturen, será lo único que me saquen sobre nosotros.

- Sobre ese punto... no sólo por mí, sino por tí mismo será mejor que neguemos ante los demás lo que ha pasado. Tu pena podría ampliarse si descubren que me utilizaste para ganarte mi confianza, las relaciones entre oficiales de alto rango no siempre son bien comprendidas en la Flota y más en un caso como este, a pesar de tu disgusto en esta nave tienes mucho potencial para desarrollar una brillante carrera dentro de la Flota Estelar.

Entonces el romulano se acercó a ella para besarla, diciéndole que lo único que impediría que lo hiciera sería una bofetada suya. Entonces Lena lo miró a los ojos y en vez de elevar su mano echó la cabeza hacia atrás, negándole el contacto que el teniente tanto anhelaba para acto seguido esbozar una sonrisa maliciosa.

- ¿Sólo tu eres el que debe llevar la iniciativa?- le espetó para rápida como un rayo cogerle la cara con ambas manos y ser ella quien besara con ímpetu al romulano, la doctora también necesitaba besarlo- no olvides que he dicho que te quiero... y no me gusta repetirme- volvió a sonreirle esta vez con las mejillas sonrojadas, el romulano le gustaba mucho 

Entonces sonó un mensaje para Connor de la capitana pidiéndole que fuese a la sala de observación con el equipo médico.

- Vaya...- ya estaba la cortarollos, pensó pero no lo dijo por respeto a la cadena de mando- parece ser que la capitana me necesita, aguarda aquí, aún tenemos que hablar, descansa o ayuda a mis ayudantes no creo que tarde.

Cargando editor
08/09/2019, 11:31
Tte. Vrako

- Con perdón de la expresión, pero... fue nuestro grano en el culo durante mucho tiempo y derrotó a grandes estrategas mi raza. O eso es lo que se cuenta. Siempre me pregunté que pasó con ella y aquellos enormes ojos marrones que me llamaban tanto la atención. - Dije con curiosidad. No estudiábamos la vida y costumbres de nuestros enemigos, solo sus técnicas y estrategias. Que ella fuese capaz de sortear las nuestras y derrotarnos en varias ocasiones, la hizo entrar en los libros de historia bélica y militar, donde se explicaba como logró derrotarnos. - Supuse que te agradaría saberlo.

Observé en silencio como se miraba las uñas tras pronunciar aquella palabra. No sabía que estaba pensando en aquel momento y esperaba no tener que averiguarlo.

- No... yo... no te utilicé. No pienses que si me metí en la cama la primera vez contigo, fue por eso. Me atraías y me jugaba mucho yo también en aquel momento. Más como oficial de la Flota Estelar que como... - Evité repetir lo que había sido. Ya lo sabía, no era necesario machacarlo. - Sí aproveché la situación de que fueses hermana de Connor para asegurarme entrar en la Enterprise. Pero creo que cualquiera hubiese hecho lo mismo en mi lugar, incluso sin jugar a ser un espía. - La dije con sinceridad, sin soltarla de la cintura. Estaba tan agusto a su lado, tan tranquilo, que apenas sentía dolor ni en mi costado ni en mi cabeza, aunque me temía que en breve sentiría dolor en alguna de mis mejillas o puede que en ambas. - No solo tengo potencial para eso... - La dije con voz melosa y sugerente.

Y entonces la doctora me negó aquel beso, haciendo lo que los humanos llamaban "la cobra". Eso me desconcertó y me dolió más que si me hubiese abofeteado en aquel momento. Pero el dolor no duró demasiado, pues lo que Lena hacía era jugar conmigo a algo que debería aprender y fue en ese momento cuando sentí sus cálidas manos en mi rostro y sus suaves labios sobre los míos. La besé con ternura mientras me abrazaba a ella con fuerza. No sabía cuanta falta me hacía aquello y quise que aquel beso durase una eternidad. Se separó de mi rostro y lo acaricié con ternura, viendo su sonrisa y sus mejillas sonrojadas mientras me volvía a decir que me quería. - Yo también te quiero, Lena. - La susurré para buscar sus labios nuevamente, pero esta vez el intercomunicador nos interrumpió.

- No te preocupes. No saldré de la enfermería. - No tenía intención alguna de marcharme de allí. Seguía dudando de mi posición actual. Al igual que nadie fue capáz de decirme que había sido arrestado, convertido en prisionero ni de que cargos se me acusaba, nadie daba la cara nuevamente para decir lo contrario... si es que se me había "levantado el castigo". Pero no me importaba. Ya nada importaba, solo la mujer que salía de su despacho, contoneando con firmeza y seguridad sus caderas, mientras que mis ojos no eran capaces de apartarse de ella.

Entonces sentí algo en mi pecho, que se disparó por mi cuerpo y me hizo sentirme feliz y bien. Algo que se instaló en mi rostro y que tensó algunos músculos de mi rostro, haciéndome sonreír de manera natural por primera vez.

Cargando editor
08/09/2019, 12:49
Tte. Lena Connor

- Con perdón de la expresión, pero... fue nuestro grano en el culo durante mucho tiempo y derrotó a grandes estrategas mi raza. O eso es lo que se cuenta. Siempre me pregunté que pasó con ella y aquellos enormes ojos marrones que me llamaban tanto la atención. - Dije con curiosidad. No estudiábamos la vida y costumbres de nuestros enemigos, solo sus técnicas y estrategias. Que ella fuese capaz de sortear las nuestras y derrotarnos en varias ocasiones, la hizo entrar en los libros de historia bélica y militar, donde se explicaba como logró derrotarnos. - Supuse que te agradaría saberlo.

- Los ojos de Cristina eran verdes- sonrió agradecida por el reconocimiento de los romulanos- me agradan mucho tus palabras, otro día te contaré cosas sobre ella... en realidad es la responsable de que yo esté aquí.

 No solo tengo potencial para eso... - La dije con voz melosa y sugerente.

Antes el anterior comentario Lena no pudo por más que reir

- Lo sé... tienes mucho potencial...oculto...- volvió a besarlo, una vez rota la barrera la doctora se sentía libre para demostrarle su cariño todas las veces que quisiera y eso la hacía sentir bien.

Con un suspiro y a regañadientes se levantó para ir a ver a la capitana.

- No tardo- se despidió de él con una caricia en la mejilla y una sonrisa sincera- a ver que se cuenta la jefa...

Notas de juego

Post rapidillo, que estoy con mi miniyo en brazos 

Cargando editor
08/09/2019, 12:55
Tte. Lena Connor

Notas de juego

Salgo

Cargando editor
08/09/2019, 12:58
Tte. Vrako

Ayudar a sus ayudantes... si ella no daba la orden, poco podía hacer. Seguramente algunos me reconociesen y sus perjuicios me llevasen a mi cama, otros directamente me indicasen que estaría mejor descansando y no molestando... pero no podía quedarme de brazos cruzados. Que la Enterprise estuviese siendo dirigida por un alto mando de dudosa cualificación y moral, no quería decir que toda esa gente, muchos de ellos civiles, tuviesen que pagar por los errores de quienes estaban sobre ellos.

Al salir del despacho de Connor, sentí el bullicio de la enfermería a mi alrededor. Las máquinas pitaban y los médicos y enfermeros corrían de un lado a otro. En ese momento la ví y me recordó a Annaith. Una joven vulcana entró en la enfermería con un bebé en sus brazos. Caminaba herida y maltrecha, pero nadie parecía verla. Todos estaban demasiado ocupados con otros enfermos. Así pues corrí en su ayuda, con mi mano aferrada a  mis costillas.

- Venga, apóyese en mí. - La dije al llegar a su lado. - Esa es mi cama, estará bien en ella. - La indiqué haciéndola caminar hacia ella, mientras que la vulcana me entregaba a su pequeño. Nada más tenerlo en mis brazos, sentí que la mujer perdía el equilibrio. - ¡Aquí! ¡Ayuda! - Exclamé al ver que no podía sostenerla con una sola mano, su hijo en mis brazos y el dolor de mi costado que aumentaba por el esfuerzo para evitar que se desplomase y se hiciese daño de golpe. - ¡Un médico! ¡Alguien! - Grité de nuevo, casi desesperado, mientras que el pequeño parecía permanecer ajeno a todo lo que estaba ocurriendo.

No tardaron en llegar a auxilarla. - No se que la ha pasado, entró por su propio pie... me dió al pequeño y... - Sentí que no me escuchaban mientras les hablaba y de pronto me ví allí solo, de pie, con aquel bebe vulcaniano entre mis brazos. Le miré a los ojos y en ese momento pensé que podría ser mío y de Lena. - Vamos, ellos cuidarán de tu madre. Yo intentaré cuidar de ti hasta que alguien se pueda hacer cargo... - Mientras le hablaba, caminé hacia mi cama y me senté en ella. Me sorprendía que el pequeño no extrañase y no rompiese a llorar y menos aún que no llorase con el jaleo que había allí. 

Miré hacia la puerta, esperando y deseando que Lena tardase poco en volver...

Cargando editor
08/09/2019, 13:13
Alférez Liam Perkins

Notas de juego

Entrando

Cargando editor
08/09/2019, 13:14
Alférez Liam Perkins

Perkins avanzaba con rapidez pero cierta relajación. Sabía que la doctora se bastaría para, al menos de momento, resolver la situaciones médicas, y ahora que se había decretado la alerta amarilla, todo iría mucho más tranquilo.

Pero cuando llegó, había bastante más caos... y no había ni rastro de Connor.

Había heridos y ayudantes tratándolos, y una joven vulcaniana herida medio tumbada en una cama, con Vrako a su lado... sosteniendo un bebé con orejas puntiagudas. De no haberse tratado de una emergencia, la escena habría resultado de lo más cómica, pero para el romulano no era nada parecido. Gritaba desesperado pidiendo ayuda.

Sin perder tiempo, corrió hacia ellos, sacando su tricorder médico para activarlo en cuanto estuviese allí. No fue el único, pero al ver que Vrako no se sentía demasiado bien con el bebé, no pensaba perder tiempo.

-Atiendan a aquel hombre de allí, yo me encargo de ella -les dijo, mientras pasaba su tricorder. Mientras lo hacía, le hablé al Teniente, intentando mantenerlo conmigo -. Lo está haciendo muy bien, señor Vrako. Casi diría que ha nacido para ello.

El análisis preliminar indicó que estaba herida, pero si se trataba, no tendría mayores consecuencias. Parecían haber sido causadas por aplastamiento, quizás por haberle caído fragmentos del techo o algún panel encima. 

-Su madre tiene algunas heridas internas, pero sobrevivirá. Me ocuparé de ella inmediatamente.

Perkins se volvió rápidamente para coger una hipospray de vulmadin, un anticoagulante especialmente recomendable para vulcanianos, y tras inyectárselo a la joven, empezó a tratar los huesos dañados para impedir heridas en los órganos internos.

-Dígame, señor Vrako. ¿Y la doctora? Me extraña mucho que no se encuentre aquí con los heridos. Debe haber surgido algo verdaderamente importante para que abandone la enfermería.

Cargando editor
08/09/2019, 13:30
Tte. Vrako

En medio de aquel pequeño caos con la vulcana y su pequeño, no me di cuenta de que era Perkins quien había acudido a nuestra ayuda, hasta que me calmé un poco. - Eso espero... es la primera vez que cojo a uno y me da miedo hacerle daño. - Respondí a Perkins un poco más calmado. La verdad era que sentía que se iba a romper en mis brazos y a la par temía que si no le agarraba bien, acabase en el suelo.

- Me alegro por ella. Supongo que se desmayaría con el dolor. - Dije sin separarme de la cama y miré al pequeño. - ¿Has oído? Tu madre se pondrá bien. - Le dije al bebe, como si me entendiese o supiese que estaba pasando. Sentía el dolor en mi costado, causado por el reciente esfuerzo, pero era un dolor soportable y esperaba poder dejar en breve al pequeño con alguien. Miré a mi alrededor mientras que Perkins seguía atendiendo a la vulcana, viendo que me iba a estar más tiempo del que pensaba con el pequeño en mis brazos.

Perkins me preguntó por Connor. - Tuvo que salir. No se que tiene en la cabeza la capitana, que hace salir de la enfermería a la doctora jefe en medio de una crisis como esta... pero la llamó y ya sabe como es Connor. - Le respondí con evidente cara de fastidio. No íbamos a estar mucho tiempo más a solas, pero nos interrumpió en el mejor momento y la despedida fue bastante rápida, quedándose un último beso aparcado en mis labios.

- ¿Seguro que se cogen así? - Le pregunté a Perkins refiriéndome al bebe. - Es tan... pequeño, inocente y vulnerable... - Le dije al doctor mirando al niño, sintiendo que algo se despertaba en mí. - Supongo que ahora entiendo porqué no me dejaron morir... - Susurré para mí, pensando en aquel momento que llegué a la vida en aquel planeta y los klingon se encargaron de mi educación y crianza.

Cargando editor
08/09/2019, 14:06
Alférez Liam Perkins

La marcha de Connor había fastidiado al romulano y eso se veía a distancia. Perkins no sabía si se trataba porque ambos estaban enfrascados en lo que fuese, o simplemente porque en aquella nave y situación, ella era su principal y casi único apoyo. En cualquiera de los dos casos, le alegraba estar allí para calmar sus ánimos.

Pero Perkins estaba concentrado en la vulcaniana, que parecía estar respondiendo bien, y en respuesta a ello y a la buena noticia de que la madre del pequeño iba a salir de aquella, al médico le pareció que el romulano se relajaba. Además, parecía tener buena mano con los niños. Le hablaba con naturalidad mientras el pequeño de las orejas puntiagudas lo miraba con los ojos muy abiertos.

-Creo que le gusta usted, señor Vrako. ¿Seguro que no había tenido uno antes en sus brazos? Parece tener un don natural.

- ¿Seguro que se cogen así? Es tan... pequeño, inocente y vulnerable...

-Todos somos vulnerables, señor Vrako, y por mucho que haya instrucciones sobre cómo hacer las cosas, aprendemos durante la marcha. A mí me parece que lo está haciendo estupendamente, pero que conste que no se lo he dicho yo. Podría parecer que hasta me cae usted bien -le dijo Perkins, guiñándole un ojo.

Finalmente, Perkins acabó con el proceso de recauterización y regeneración del hueso, y se enderezó.

-Bueno, ahora solo necesita descanso -dijo en voz alta, mientras oía a duras penas lo que el romulano susurraba... y fingía no haberlo hecho. Al ver al romulano y al niño, se le ocurrió que ambos parecían estar hechos el uno para el otro... al menos en aquellos momentos.

-Oiga, señor Vrako. Esta señorita -empezó a decirle, refiriéndose a su madre -va a estar aquí algún tiempo. ¿Le molestaría encargarse del pequeño mientras tanto? No creo que necesite comer nada ahora mismo, pero sí que alguien no le pierda de vista, al menos hasta que estemos más tranquilos por aquí.