Partida Rol por web

STAR TREK: UNIFICACIÓN (+18)

USS ENTERPRISE - ENFERMERIA

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02/10/2019, 16:03
Tte. Vrako

Estaba más pendiente de T'Kev y de la conversación con Perkins que de lo demás, así que ni me di cuenta de que Lena había regresado a la enfermería hasta que sentí su voz a mi espalda. Un agradable cosquilleo recorrió todo mi cuerpo y sentí como los músculos de mis mejillas tiraban hacia ambos lados, mientras que una sensación de calma y felicidad por tenerla cerca de nuevo me invadía por completo. Me giré para mirarla a los ojos. Mis labios no marcaban sonrisa alguna aunque sentí que casi llegó a salir, pero en mis ojos se podía ver mi alegría por tenerla delante. 

- Se llama T'Kev y ciertamente,  no son mis orejas. Aunque conocerle me ha hecho ver que no me importaría... más bien que me gustaría ser padre algún día. - Nunca sería un buen momento para hablar de ese tema. No al menos cuando aún sabíamos gran cosa el uno del otro. Aunque estaba seguro de que sería feliz a su lado, al menos que supiese que también estaba abierto a mucho más a parte de retozar más en la cama que un vulcaniano en pleno Pon Farr.

En ese momento Perkins explicó a Connor lo ocurrido en la enfermería en su ausencia, al menos el motivo por el cual yo tenía a aquel pequeño vulcaniano es mis brazos. - Yo no podía ayudar en mucho aquí, no sin su permiso doctora. Supuse que me dirían que permaneciendo en mi cama sin moverme, estaría ayudando lo suficiente... así que me quedé a su cargo de manera casual... - Miré al pequeño, se me notaba encantado con él. - ... y vi que la mejor ayuda que podría ofrecer aquí era la de estar con él. - Puse mi mano cerca de sus manitas y sentí como me agarraba el dedo, algo que me hizo mirarle con ternura. 

Y con mi posición incierta, al menos para mí ahora mismo en esta nave y viendo que tendré bastante tiempo libre, no solo hasta que me recupere, sino hasta que la capitana decida si soy un oficial de la Flota Estelar o un prisionero... Creo que tendré tiempo de sobra para estar con él. Si no hubiese sido porque alguien se adelantó antes y me robó el corazón... lo hubiese hecho él. - Tiré a Connor aprovechando el momento, sin dejar de mirar a T'Kev, para luego mirar de reojo a Connor con un brillo especial en mis ojos. - Lo cierto es que esta nave es especial, me está haciendo descubrir cosas de mí mismo que desconocía por completo...

» Pero no solo a mí. Perkins ha descubierto que también es capaz de echarla de menos y preguntarse que quería la capitana con tanta urgencia de usted, doctora Connor. - Bromeé con aquello, nuevamente aprovechando el momento para decirla lo que sentí durante su ausencia. No podía olvidarme de que no estábamos solos y que si quería decirla algo, lo mejor era  escudarlo de aquella manera. - Más aún cuando ella misma debía saber que tras la batalla, esto se llenaría de heridos y su presencia aquí era más importante que cualquier cosa que esa... - vieja chocha, loca, arpía - mujer... requiriese del primer oficial médico. Por fortuna Perkins es un hombre muy capaz y ha logrado mantener el control de todo. - Puse mi mano sobre el hombro del doctor, puesto que sabía como podrían afectarle mis palabras. No en vano, ambos habíamos llorado como bebés en aquel despacho minutos antes. - Pero se notó su ausencia, doctora.

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03/10/2019, 18:43
Tte. Lena Connor

-La alférez Tl'von, madre de este pequeño murió en la mesa de operaciones sin que yo pudiese hacer nada para evitarlo. El señor Vrako se ha estado encargando de él desde que llegó y lo seguirá haciendo hasta que podamos encontrarle a alguien que lo sustituya. La alférez no tenía familia en la nave, pero en su ficha aparece el nombre de sus padres, los abuelos del pequeño, así que contactaré con el Consejo de Vulcano. 

Lena escuchó el informe de Perkins con seriedad... no dudaba de la fiabilidad y la habilidad de Perkins, pero no pudo evitar querer tener cerca en ese momento a la capitana para tirarle de los pelos por haberla mantenido alejada de la enfermería por una nimiedad mientras en su sección una vulcaniana moría, Lena no era infalible como doctora pero aquello simplemente le había jodido, pues la máxima responsable era la doctora Connor, aún así procuró mantenerse relajada y apoyar a Perkins.

- Hay cosas que no se pueden evitar por mucho que la ciencia avance... somos mortales- le puso una mano sobre el hombro y le apretó con fuerza- cuando se relaje el trabajo en enfermería tendremos una charla- el instinto de Connor le decía que Perkins tenía algo oculto en su psique que debía ser estudiado y ella como psicóloga tenía el deber de descubrirlo y ayudar a su mejor hombre- no es una reprimenda... no se preocupe- le guió un ojo

-El señor Vrako está haciendo un gran trabajo cuidado del pequeño. Se nota que se le dan bien

- Ya veo... ya... el teniente es una caja de sorpresas- comentó realmente divertida

- Se llama T'Kev y ciertamente,  no son mis orejas. Aunque conocerle me ha hecho ver que no me importaría... más bien que me gustaría ser padre algún día. 

Aquello la dejó muerta... si quería ser padre con ella... desde luego que no contara, al menos de momento estaba todo muy bien tal y como estaba.

- Oh... eso es que quizás ha encontrado a la candidata ideal si piensa eso- no pudo evitar tirar a matar, le divertía sobremanera verlo sufrir por su causa- quien lo diría... viniendo de usted- sonrió dispuesta a seguir divirtiéndose

Yo no podía ayudar en mucho aquí, no sin su permiso doctora. Supuse que me dirían que permaneciendo en mi cama sin moverme, estaría ayudando lo suficiente... así que me quedé a su cargo de manera casual... - Miré al pequeño, se me notaba encantado con él. - ... y vi que la mejor ayuda que podría ofrecer aquí era la de estar con él. 

- Quedarse quieto, en la cama... es un auténtico desperdicio para la galaxia con todas las habilidades que usted posee... señor Vrakro- la lengua de Lena se estaba soltando más de la cuenta... y no lo podía evitar- ha hecho usted muy bien en ayudar- concluyó aquella escabrosa frase con su sonrisa más profesional e inocente. 

» Pero no solo a mí. Perkins ha descubierto que también es capaz de echarla de menos y preguntarse que quería la capitana con tanta urgencia de usted, doctora Connor. - Bromeé con aquello, nuevamente aprovechando el momento para decirla lo que sentí durante su ausencia. No podía olvidarme de que no estábamos solos y que si quería decirla algo, lo mejor era  escudarlo de aquella manera. - Más aún cuando ella misma debía saber que tras la batalla, esto se llenaría de heridos y su presencia aquí era más importante que cualquier cosa que esa... - vieja chocha, loca, arpía - mujer... requiriese del primer oficial médico. Por fortuna Perkins es un hombre muy capaz y ha logrado mantener el control de todo. - Puse mi mano sobre el hombro del doctor, puesto que sabía como podrían afectarle mis palabras. No en vano, ambos habíamos llorado como bebés en aquel despacho minutos antes. - Pero se notó su ausencia, doctora.

- Bueno...- en este punto la doctora se puso seria- la capitana me requirió para interrogar a Annaith, supuso que era la segunda espía y tras anestesiarla ella misma con su phaser en aturdidor... sí, la señora Greystone es aficcionada a las armas de fuego... que le vamos a hacer, me requirió para que la mantuviese sedada por si despertaba y se liava a hacer llaves de kung fu y knoquearnos a todos... el caso es que al final el primer oficial, el señor Jor y yo la convencimos para llevarla a las celdas y permitir que despertase... no es la espia, pero ella sigue sin estar convencida... le he pedido que después de lo que tenga que hacer se presente en enfermería ambas tenemos que hablar hay cosas en su proceder que no me gustan y pienso realizar un informe para informar a la Flota... en cuanto a mi ausencia... es normal que se haya notado, yo molo- le guió un ojo a su romulano favorito 

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03/10/2019, 21:39
Alférez Liam Perkins

La doctora habló con el ánimo de un superior que entendía lo que era perder a un paciente, o eso es lo que le pareció a Perkins, que no estaba preocupado por hablar con ella. No había mayor reprimenda que la que él mismo se había echado sobre sus hombros, ni tampoco mayor dolor que el que le había provocado verse derrotado, una vez más, por la muerte.

Afortunadamente, la seriedad del momento se vio dispersa por la atención que todos estaban prestándole al pequeño T'kev. Su presentación, además en manos de Vrako, era suficiente para concentrar todos los ánimos.

De todas maneras, Perkins observaba atentamente aquel intercambio de frases entre ambos. Para cualquiera que los viese, quedaría meridianamente claro que entre ambos había algún tipo de relación. Para Perkins, era mucho más que eso. Era el encuentro entre dos personas que se habían estado buscando incluso antes de saberlo.

Pero habar con Connor era como una montaña rusa. La conversación volvió a desviarse, esta vez hacia la razón por la cual ella no había estado disponible, y no podía ser más sorprendente. Vrako no hacía más que alabar a Perkins, aunque éste no pensaba que fuese merecedor de tanto, claro que todo quedó completamente de lado al terminar de oír lo que la doctora tenía que decir.

-Con sinceridad, doctora, señor Vrako, creo que la Teniente Annaith no es una traidora. Sus motivaciones siempre han sido las que ella ha considerado más lógicas, pero incluso la lógica puede ser diferente para cada persona. A mí la lógica me indica que salvar a este pequeño es más importante que a cualquiera de nosotros, pero si fuese cuestión de números o de validez, es evidente que la vida de un pequeño no es igual que la de varios adultos. La lógica no es infalible, sino subjetiva. Además, me juego el puesto a que si ha actuado así ha sido en beneficio de alguna persona a quien aprecia.

Perkins evitó mirar a nadie, pero tenía sus sospechas. Tampoco era él quien tenía que hacer aquella sugerencia, porque no era necesario. Simplemente, expresaba su convencimiento de la mejor manera posible.

-Por otro lado, estoy con usted al ciento por ciento, doctora. Aunque no he sido testigo de tantas cosas como usted, creo que por lo que dice, su comportamiento no es el mejor para un capitán de la Flota Estelar. Lo que hizo en la enfermería, sacando el arma, no estuvo bien. Disparar a la Teniente Annaith puede que esté justificado, pero me parece que se siente demasiado a gusto con el poder y que ve conspiraciones por todas partes. Es... una opinión personal, por supuesto, pero refrendaré cualquier cosa que diga hasta las últimas consecuencias, y las suyas también, señor Vrako. Soy médico, pero ante todo, me debo hacia aquellos que ver el universo con los mismos ojos que yo.

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05/10/2019, 19:26
Tte. Vrako

- Así es... era algo que no entraba en mis planes. - Respondí a Lena sin pensármelo dos veces. - Es una mujer increíble, verdaderamente hermosa e inteligente. - Fijé mis ojos en ella, mientras que la piropeaba de aquella manera tan peculiar. - Pero dudo mucho que ella tenga en mente nada sobre tener una familia. Es muy independiente y al igual que usted, doctora Connor, ella está casada con su trabajo. - Mi voz se quebró un poco en aquel punto, pero sabía donde me metía al mencionar lo de ser padre y quería que supiese que había pensado en todo ello. - Así pues... creo que todo quedará en el tiempo que pase con este granuja tan adorable mientras que el futuro siga siendo una incógnita para mí y no me siente a hablarlo con ella... - Miré al pequeño unos instantes, el cual se estaba quedando dormido en mis brazos.

- Me halaga con esas palabras, doctora Connor. Pero mucho me temo que son pocos aquí los que saben de mis facultades y utilidad. Así que hice lo que pude... encargarme de algo que no sabía ni como sujetar... - Respondí ante aquellas palabras que me dedicó la doctora. Era consciente de por donde iba, pero no podía seguirla aquel juego. Llamaría demasiado la atención.

Entonces Connor nos explicó lo que quería la capitana y todo lo que concernía al asunto de un segundo espía en la Enterprise. Primero miré a Lena sin creerme lo que estaba contando. - ¿Annaith? ¿Mí Annaith? - Pero según hablaba del trato de la capitana hacia la teniente, mi rostro se tornó frío y sombrío y mis ojos se encendieron como dos llamas. - Esa mujer está loca. - Sentencié cargado de rabia por dentro y miré hacia la puerta. Si supiese que podría llegar hasta a ella, cruzaría aquellas puertas y subiría al puente a buscarla, para romperla el cuello delante de todos. Era excesivo lo que estaba haciendonos sin tener nada, ninguna prueba contra a algunos de nosotros.

- ¿Annaith?  Con todo lo que ha pasado esa joven... con todo lo que ha tenido en sus manos... Ahora mismo podría ser capitán de su propia nave. - Le dije a Perkins con furia contenida, tratando de borrar la imagen de mis manos rompiendo el cuello de Cira de mi cabeza, algo que me estaba costando mucho. - Ella nunca fue tan... vulcana como ahora. De hecho ha sido más humana que vulcana siempre. Pero me temo que la pérdida de su capitán y padre la hicieron cambiar... y alejarse de su pareja... - Miré a Connor. Ambas eran cuñadas y sabía tan bien como yo que Annaith jamás sería nada que perjudicase a quienes quería, vivos o muertos. Y a pesar de su fachada de vulcana, yo sabía que aún amaba a su fallecido padre y al doctor Connor.

- No está justificado nunca disparar a nadie que esté desarmado, Perkins. - Mi voz sonó autoritaria en aquel momento. Jamás le daría la razón a aquella loca por sus actos y menos aún en contra de alguien a quien quería tanto. - Al igual que no está justificado que porte un phaser en la nave. Solo los oficiales de seguridad y su personal, están autorizados a ello y ella parece que se pasea por ahí todo el día armada. - Miré a Connor a los ojos.

- Esa mujer ha perdido la razón por completo. ¿Qué motivos tenía para disparar a Annaith? ¿Su raza? ¿Su amistad conmigo? Si sospecha de todos los "orejas picudas", no se porque no nos pone en cuarentena... - Miré a T'Kev a los ojos, se había dormido. - Al menos tu estarás a mi lado si ocurriese. - Le susurré para abrazarme a él. - Hasta que descubriese como me he quedado prendado contigo, que te arrebataría de mis brazos solo para verme sufrir...

Sentía como la rabia y el odio fluían por mi verde sangre y se distribuía por todo mi cuerpo. Mis ojos se clavaron en la puerta de la enfermería y por un momento deseé que la cruzase con esa mirada suya quien se considera intocable y superior a los demás. Ya podrían drogarme antes de que llegase a ella o Cira descubriría que era tan mortal como los demás...

- Tiene que pararla, doctora Connor. Nos está destruyendo uno a uno. No se quien será el espía, quizás lo sea ella misma y por eso busca y acusa al primero que le parece que puede cargar con el... muerto, para que no se la investigue a ella o quizás esté tan loca que esto sea su vendetta personal contra un grupo de razas determinado, pero está claro que esa mujer no está en sus cabales y que al final terminará haciendo alguna insensatez... matando a un inocente, destruyendo un mundo entero o usando armas prohibidas en una batalla. - Mis ojos suplicaban a Connor por ello y miré a T'Kev antes de volver a hablar.

- Y ambos deben prometerme una cosa. Si esa vieja chocha entra en la enfermería, quiero que me seden de inmediato. - Miré de manera oscilante a Connor y Perkins. - No consigo quitarme de la cabeza una idea demasiado mala para mí y temo que acabaré cometiendo una locura si la veo entrar... - Y no quería perder a Lena por acabar con la vida de aquella loca y así calmar mi furia interna y sabía que eso era lo que iba a ocurrir si no me controlaba. Pero en aquel momento no me veía con suficientes fuerzas como para no arrancarla la vida con mis propias manos y mirándola a los ojos, demostrándola que yo no era tan cobarde como ella, que no solo no me ocultaba detrás de un arma, sino que era capaz de mostrar y decir a la cara, los motivos que me habían llevado a generar esos actos.

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10/10/2019, 20:42
Tte. Annaith

Notas de juego

Entrando.

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10/10/2019, 20:43
Tte. Annaith

Como vulcaniana, todas las emociones que podía sentir Annaith eran constantemente reprimidas y casi eliminadas, como si jamás hubieran existido. En su interior, cada una de ellas dejaba un hueco que era rápidamente relleno por la incontestable lógica del bien mayor, la mejor acción posible y aquello que respondía a sus obligaciones como oficial de la Flota Estelar, Teniente en la USS Enterprise... y vulcaniana.

La lógica.

Pero a partir de allí, hasta ella sabía que todo lo que experimentaba no podía ocultar los temores de su propia psique, que nadaba en el subconsciente, que rechazaba una y otra vez los intentos de su parte consciente por domarlo. No, no, no solo lo rechazaba, sino que actuaba en base a su instinto, uno que se basaba en sus recuerdos más intensos, fruto de todas la relaciones que había establecido con no vulcanianos, porque solo ellos eran capaces de forzar a un vulcaniano más allá de lo que dictaban sus enseñanzas y a luchar contra su propia escuela.

Además, estaba su parte humana que ella intentaba ignorar a toda costa, pero que continuamente retaba a su otra parte, la vulcaniana, la que parecía más evidente... pero únicamente en el exterior. Sus enseñanzas humanas y vulcanianas peleaban cada día y no siempre ganaba la misma.

Así se sentía con Vrako

Al entrar en la enfermería, la situación era completamente diferente a lo que esperaba. Vrako estaba con un bebé vulcaniano en sus brazos, y Perkins y Connor a su lado.

Tuvo que hacer un enorme esfuerzo para contener su sorpresa y mantener su estoicismo.

-Tenientes. Qué yo recuerde solo la alférez Tl'von tiene un niño de esa edad. ¿He de suponer que le ha sucedido algo y que ustedes están cuidando de él?

Aquella no era la razón por la cual estaba allí, pero se le hacía difícil, por algún motivo, ser directa, así que casi agradeció aquel momento, aunque fuese breve, para reunir las fuerzas suficientes.

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11/10/2019, 13:35
SEGURIDAD

En ese momento, entran los dos guardias que estaban custodiando a Vrako en la enfermería.

-Señor Vrako, nos han ordenado que retiremos la guardia. A partir de ahora, es usted libre de moverse por toda la nave -explicó uno de ellos, saludando con un asentimiento de cabeza a todos los presentes y desapareciendo a continuación tras las puertas.

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11/10/2019, 20:27
Tte. Vrako

Miraba a Perkins y a Lena, sobretodo a esta última, mientras mi sangre hervía por dentro cuando las puertas de la enfermería se abrieron. Mi cuerpo se tensó y fijé mi vista en ellas, estaba dispuesto a entregarle a cualquiera de los dos doctores al pequeño T'Kev en sus brazos si era la vieja chocha de la capitana la que cruzaba aquellas puertas... pero mi rostro y mi cuerpo se relajaron al ver que era Annaith. Una parte de mí, la que amaba a Lena, suspiró aliviada mientras que por otro lado maldecía que no fuese ella quien entraba por aquellas puertas.

La vulcana se acercó a nosotros. Era curioso como todo aquello había cambiado mi forma de verla. Al llegar a la Enterprise, bebía los vientos por ella e incluso aceptaba que estuviese abrazando su lado vulcaniano a pesar de que lo detestase. Pero tras Lena y estar allí herido y prisionero y que no se dignase a preguntarme ni por el intercomunicador que tal estaba por no decir que no hubiese venido a verme sabiendo lo que estaba pasando... más aún después de haber tenido un pasado conjunto y de lo que hice por recuperar el cuerpo de su padre... Pero de alguna manera era verla y perdonarla todo aquello.

No tardó en alcanzarnos y hablarnos con aquella frialdad que tanto odiaba de su raza, evitando hablar de lo demás y preguntar por el estado de nadie, ni de los heridos como yo que tenía delante. Dolió y eso me hizo mirar a Connor y dar gracias en silencio por haberla encontrado tan a tiempo. Sin duda, sin ella a mi lado, me hubiese vuelto completamente loco y en estos momentos si estaría encerrado en una celda, pero seguramente que la Enterprise a su vez contaría con dos altos mandos menos.

- Así es, teniente. - La respondí casi con la misma frialdad. En el fondo estaba herido porque no se preocupase por mí y no pude evitar reflejarlo en mis palabras. - Lo lamento. - Mi voz se suavizó y miré hacia la que fue mi cama, donde aún descansaba el cuerpo de la alferez bajo la sábana a la espera de ser llevada a la morgüe. - Perkins hizo todo lo que pudo y más aún. Fui testigo de ello. Ojala que el día que me pase algo a mí o a un ser querido mío, él esté cerca. Sabré que se hizo todo lo posible con que se me diga que fue el doctor Perkins quien se encargó de ello. 

» Y por el momento, yo me encargo de él. Como ve hay mucho jaleo en la enfermería, teniente. - Miré a T'Kev, quien dormía tranquilo entre mis brazos. - Aunque supongo que vendrá a hacerse algún tipo de revisión... - De alguna manera no me apetecía estar allí con ella. Ya no. - Así pues, si me disculpan... - Miré a las dos mujeres y al hombre. La verdad era que quería seguir hablando con ellos, pero la presencia de Annaith me había descolocado por completo y hacía que mis emociones se revolviesen en mi interior. - Creo que...

Nuevamente se abrieron las puertas y entraron los dos estúpidos guardias que se habían encargado de mi custodia, trayendo nuevas órdenes y nuevamente nadie se hacía cargo de mi situación de manera oficial. Todo era un "corre ve y dile" de lo más molesto y doloroso. Inspiré con fuerza, tratando de controlarme tras recibir aquellas palabras. - Gracias. - Les respondí serio y con la mirada cargada de odio. - Espero un informe en mi PADD en la mayor brevedad posible sobre lo ocurrido. Y caballeros, no olviden su trato hace unas horas hacia mí y que ahora están bajo mi mando. - Les miré cargado de rabia a ambos a los ojos. Si sospechaban lo que les esperaba, lo mejor que podían hacer era pedir el traslado urgentemente. - Pueden retirarse.

Libre ¿al fin? ¿En algún momento dejé de serlo? ¿Por qué no se me comunicó de manera oficial? ¿Y los cargos? Mi corazón latía con fuerza y solamente saber que tenía al pequeño T'Kev en mis brazos lograba mantenerme con calma. Eso y volver a mirar a Lena a los ojos. No quería perderla por una locura como la de acabar con la longeva vida de la capitana ahora que chocheaba. Quería estar a su lado, ser feliz a su lado y aprender a sonreír con ella... Así pues, me quedé allí, junto a los tres tenientes, sosteniendo al bebe vulcano entre mis brazos y mirando la puerta de la enfermería. Una puerta que podía determinar mi futuro para bien o para mal.

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11/10/2019, 21:07
Alférez Liam Perkins

La llegada de la Teniente Annaith hizo que Perkins abriese la boca en un gesto de sorpresa e incluso sonriera, porque después de todo lo que había contado la Doctora, era lo último que esperaban. Habían estado allí, hablando sobre el comportamiento de la capitana con la vulcaniana y de repente, sorpresa. Ella había venido, libre, y sin duda, no para verles a él o a la doctora.

Si estaba allí era por Vrako.

-¡Teniente! ¡Está... libre! ¿Qué ha sucedido? -le preguntó Perkins, poniéndose en pie. Pero ella no respondió inmediatamente. Se fijó en el bebé y en Vrako sosteniéndolo y eso fue suficiente para desviar su atención de la pregunta del médico.

Vrako respondió a su irrefutable y distante afirmación con un sentimiento de horror contenido, o al menos, eso es lo que le pareció a Perkins. Escuchar a alguien hablar sobre la muerte de otro ser vivo con indiferencia, generaba precisamente todo lo contrario. El romulano le relató resumidamente lo sucedido, y de nuevo ensalzó las acciones de Perkins, que se removió incómodo. No le gustaba que hablaran así de él, mucho más cuando no había tenido éxito, pero se sintió orgulloso de que Vrako demostrase, una vez más, que lo estimaba hasta el punto de poner su vida o la de las personas que más quería, en sus manos. 

Perkins no dijo nada, pero colocó una mano en el hombro del romulano, que por momentos iba sintiéndose más y más incómodo. Lo entendía. Entre Vrako y Annaith había mucho, y con la doctora allí... un betazoide no hubiera podido ni hablar, ante tantas emociones juntas.

Lo que siguió, le pareció a Perkins algo de lo más extraño. Los guardias de seguridad entraron para indicar que ya no estaba bajo arresto, lo cual era anormal, teniendo en cuenta todo lo sucedido. Vrako se comportó con la autoridad que le proporcionaba su rango, pero también con ira por aquellos que de alguna manera, le habían traicionado.

-No lo comprendo. No ha cambiado nada. ¿Por qué lo han dejado libre ahora? Teniente Annaith, ¿es que ha ocurrido algo que no sepamos? -le preguntó Perkins directamente, mirando fijamente aquellos grandes ojos que parecían no tener fin.

Aquello era demasiado extraño para ser verdad, y ahora que teníamos otra "tarea" entre manos, todavía hacía más importante el conocer la verdadera razón de aquel cambio.

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13/10/2019, 23:19
Tte. Lena Connor

- Tiene que pararla, doctora Connor. Nos está destruyendo uno a uno. No se quien será el espía, quizás lo sea ella misma y por eso busca y acusa al primero que le parece que puede cargar con el... muerto, para que no se la investigue a ella o quizás esté tan loca que esto sea su vendetta personal contra un grupo de razas determinado, pero está claro que esa mujer no está en sus cabales y que al final terminará haciendo alguna insensatez... matando a un inocente, destruyendo un mundo entero o usando armas prohibidas en una batalla. 

- Señor Vrakro, me voy a ocupar personalmente de la capitana, se lo aseguro, pero lo haré a mi manera... en mi opinión sigue afectada por un episodio anterior cuyos detalles se los voy a ahorrar...- iba a haber continuado pero la entrada de la vulcana la interrumpió.

La sonrisa inicial dio paso a un gesto más grave al hablar sobre el bebé y el fatal destino de su madre, entonces recibió una llamada de Cira en su comunicador personal que lógicamente pudieron escuchar los allí presentes.

A continuación Cira pulsó el intercomunicador y llamo a la doctora.

-Doctora. ¿Puede dar el alta al teniente Vrako? Me temo que necesito de sus habilidades más que nunca. Luego le explicaré personalmente. Oficialmente la reclusión del teniente ha terminado. Debo atender problemas mayúsculos ahora que la crisis parece menguar. -

La doctora miró a Perkins y a Vrakro alternativamente.

- Esta es la respuesta señor Perkins- le dijo a su subalterno en respuesta a su pregunta, tras aquello miró intensamente al romulano viendo venir su negativa- señor Vrako... entiendo todo lo que ha pasado, comprendo todo lo que siente... esto no cambia nada de lo que acabo de decirle sobre mi intención de elaborar un informe a la Flota sobre la capitana, pero preferiría que de momento evitásemos, al menos por nuestra parte...- miró unos segundos al teniente para asegurarse que la iba escuchando, que acababa de utilizar el nosotros en vez del usted a propósito porque era lo que sentía- volver a generar más polémica y entrar en nuevos enfrentamientos. Me gustaría que actuase como oficial de seguridad de la Enterprise hasta que termine esta misión, lo más sensato es permanecer en calma- la doctora se estaba jugando mucho- y a mi se acumula el trabajo- el over buking de la enfermería no hacía más incrementar y ella sólo tenía dos manos, debía atender a los enfermeros, organizar su sección ,elaborar el informe de Cira... hablar con ella y además Vrako- ¿Está preparado para recibir el alta? No veo por qué retenerlo por más tiempo aquí... a parte de que quiera usted de gozar de mi maravillosa presencia- jugar con fuego era realmente divertido.

Notas de juego

No he podido antes... y creo que se me pasa algo... pero bueno podemos seguir avanzando ^^U

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14/10/2019, 08:45
Tte. Lena Connor

-Doctora. ¿Puede dar el alta al teniente Vrako? Me temo que necesito de sus habilidades más que nunca. Luego le explicaré personalmente. Oficialmente la reclusión del teniente ha terminado. Debo atender problemas mayúsculos ahora que la crisis parece menguar. -

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14/10/2019, 09:15
Tte. Annaith

Annaith no pudo dejar de notar que entre aquellos tres oficiales, Perkins, Connor y Vrako, existía no solo una coincidencia en cuanto a su manera de pensar, sino también cierta coordinación en sus discursos. Percibía mucho más que una relación profesional entre ellos, la existencia de algo más duradero, como el respeto mutuo, y profundo, como amistad... o incluso eso que para los humanos era tan importante.

Amor.

La doctora Connor defendía al señor Vrako con energía y sin dudar un segundo en cuanto a su estrategia a la hora de actuar. Eso podía ser debido a un sentimiento de amistad que los uniese, como parecía suceder con Perkins, pero para la vulcaniana, las reacciones de Connor eran más intensas.

En el lado opuesto, estaba la capitana, que al no estar apoyada por aquellos tres hombres, podría contar únicamente con la mitad de la plana mayor. Ella no estaba en un lugar ni en otro, sino haciendo todo lo posible porque fuese la lógica quien determinara la razón... y a la larga, su posición

Ocuparse personalmente de la capitana sonaba duro e intransigente, pero el hecho de que la doctora se refiriese a detalles anteriores que podrían estar afectando a su comportamiento, dejó entrever que no había perdido su profesionalidad en todo aquello. Sentía un enorme respeto por las habilidades de la doctora, al igual que por su sentido de la sensatez, al pedir calma, y no una reacción impulsiva por parte de Vrako.

En el fondo, se lo agradecía. Lo último que deseaba era ver a Vrako en problemas y ya tenía bastantes, aunque antes, tenía un deber que cumplir.

-Antes de nada, doctora, doctor -dijo, mirando a Connor y a Perkins -, hay algo que debemos aclarar. La capitana está buscando a un segundo espía, en este caso, un posible agente romulano. Me ha dado permiso para solicitar por su parte una fusión mental, pero considero que eso no será necesario porque dudo que usted vaya a mentirme a mí, a la doctora Connor... o al doctor Perkins. Nos conocemos demasiado bien y nos respetamos lo suficiente como para confiar en su palabra y no traicionarnos cuando se trata de hablar de nosotros mismos. Es... lo que produce la amistad.

A Annaith no le costaba trabajo comprender aquel concepto, pero sí aplicarlo por encima de lo que la fría lógica le dictaba. Pero el tiempo le había enseñado a manejar aquella extraña emoción que le dificultaba tomar decisiones basándose solo en la objetividad. Así que por mucho que intentara ser fría, no podía hacer más que apelar a ella, porque era lo más importante. Más que tener razón, que la seguridad de la nave e incluso de la galaxia. Si había aprendido algo de los humanos era que el bien de uno solo podía ser más importante que el de la mayoría, por ilógico que fuese.

-Así que, señor Vrako, dígame¿Es usted un agente romulano? Creeré lo que me diga, sea lo que sea, y aceptaré como válidas sus explicaciones, porque confío en usted, incluso aun en el caso en que fuese un traidor a esta nave, dado que si hay algo que he aprendido de usted es que lo más importante no es a qué "bandera" se sirve, sino las causas que lo motivan.

La vulcaniana esperó pacientemente, haciendo caso omiso de la sorpresa de todos los que la rodeaban, que no esperaban aquella declaración de amistad ni tampoco, la pregunta que acababa de hacerle a Vrako.

Pero alguien tenía que planteársela y mejor que fuese ella, una amiga, que una enemiga.

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14/10/2019, 12:24
Tte. Lena Connor

Connor había omitido las anteriores palabras de Vrako sobre su sedación cuando se las viera con la capitana, y lo había hecho conscientemente puesto que lo que deseaba era que el romulano razonara, ahora lucía le uniforme de la Flota Estelar, a pesar de todo tenía que significar algo para él, nadie accedía a la Flota por que sí y mucho menos un romulano con el curriculum que presentaban para la Flota, quien lo hubiese admitido había tenido razones de peso y a eso era a lo que la doctora se aferraba para confiar en él y... para todo lo demás. 

- Señor Vrako, la teniente Annaith le acaba de decir que la capitana está segura que hay un segundo espía a bordo y que pertenece a su gente, es cierto que se ha excedido con el trato hacia su persona, sigo pensando que no es la forma de actuar de un capitán de la Flota Estelar y voy a informar debidamente a mis superiores, pero tenga en cuenta que teniendo esa certeza finalmente ha accedido a darle vía libre y a pedirle su ayuda dejando que vuelva a asumir sus funciones como oficial de seguridad de la Enterprise, todos nos merecemos una segunda oportunidad y esta es la suya para demostrar que su actitud es la correcta y que se han equivocado al juzgarle y condenarle sin pruebas, le ruego mesura y haga honor a su uniforme, si hay oficiales que no lo hacen eso no debe ser un impedimento para que usted se comporte acorde a su posición y rango- Lena no estaba segura si sus palabras surtirían efecto en el romulano, era consciente que estaba más quemado que el palo de un churrero, pero aquella era la mejor oportunidad que el teniente tenía para demostrar de que lado estaba

-Así que, señor Vrako, dígame¿Es usted un agente romulano? Creeré lo que me diga, sea lo que sea, y aceptaré como válidas sus explicaciones, porque confío en usted, incluso aun en el caso en que fuese un traidor a esta nave, dado que si hay algo que he aprendido de usted es que lo más importante no es a qué "bandera" se sirve, sino las causas que lo motivan.

Ante estas palabras Connor prefirió permanecer callada mientras observaba con atención la reacción de Vrako.

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15/10/2019, 09:03
Tte. Jor tova’Daq

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Entro

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15/10/2019, 11:40
Director

En la enfermería están Annaith hablando con Connor, Vrako y Perkins en el despacho. Vrako sostiene a un bebé vulcaniano en sus brazos.

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15/10/2019, 23:10
Cpt. Cira Graystone

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Doc has copiado mi mensaje unicamente....?

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15/10/2019, 23:14
Tte. Lena Connor

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Hostia... Estoy empanada... Ni caso, te debo post pero primero estoy esperando unas respuestas en enfermería 

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15/10/2019, 23:40
Cpt. Cira Graystone

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Necesitas.....vacaciones! XD

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18/10/2019, 11:46
Tte. Lena Connor

Cuando el medio klingon entró en enfermería vio a Connor hablando con Vrako, Annaith y Perkins. Lo curioso de la escena es que el romulano estaba sosteniendo a un bebé vulcano recién nacido que se veía confortable y tranquilo en brazos del teniente. A otro lado de la enfermería había un cuerpo tapado con una sábana. 

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Más o menos para que sepas como estamos.

Perdona la demora... Es que mi nene me tiene absorbida ^^U

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18/10/2019, 12:34
Tte. Jor tova’Daq

Jor entró y saludó a todos. 

¿Fue generación espontánea o de quien es este hijito tan lindo?   -sonreía. 

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¿Nenes en la enfermería y en la realidad?  ¡Todo se está mezlando!